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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION

SUPERIOR

UNIVERSIDAD CATOLICA SANTA ROSA

FACULTAD DE DERECHO

PUERTO CABELLO – ESTADO CARABOBO

SINTESIS

ALUMNO (A):

JONAURYS MOLINA.
MOLINA

C.I. 26.232.045

PUERTO CABELLO, SEPTIEMBRE 2021


INTRODUCCION

Con la Constitución Bolivariana se abre un camino para modernizar las instituciones del sector público y
esa apertura nos ofrece todas las posibilidades de adaptación del ordenamiento jurídico a los notables
cambios de hoy, entre ellas el acceso a las nuevas tecnologías para alcanzar la automatización. Esto
significa darle prioridad a la seguridad jurídica en aquellos espacios institucionales que requieren con
urgencia cambios profundos en el orden estructural, político, económico y social.

Asimismo, la desvinculación existente entre los registros de inmuebles y un sistema catastral no permite
mantener una base de datos con la información territorial indispensable para la planificación y el
desarrollo de la riqueza nacional. De igual forma, la función notarial ha quedado marcadamente rezagada
desde el punto de vista jurídico conceptual, limitando la actividad de los notarios a la autenticación de
firmas en documentos privados. Las corrientes doctrinales imperantes elevan la función que deben
desempeñar los notarios públicos, convirtiéndolos en garantes de la seguridad jurídica de los actos y
negocios que se realizan entre los particulares y entre éstos y el Estado.

La Asamblea Nacional autorizó al Poder Ejecutivo para que dicte normas y procedimientos, en el marco
de la Ley Habilitante, orientadas a la automatización de los procesos registrales y notariales y aquellos que
otorguen seguridad jurídica y garanticen los principios de libertad contractual y de legalidad de los
derechos de las personas, de los actos, de los contratos y negocios jurídicos, de las sociedades mercantiles
y de los bienes sometidos al régimen de publicidad en los registros y notarías.

Con fundamento en el diagnóstico sobre el estado actual del sistema registral y notarial de Venezuela, el
Ejecutivo Nacional ha determinado que el principal escollo se encuentra en su marco jurídico conceptual,
dado que no contempla mecanismos dinámicos y eficientes que garanticen una verdadera publicidad de
los bienes registrados y una adecuada seguridad jurídica de los mismos.

El propósito fundamental de los Registros y Notarías es garantizar, mediante la publicidad registral, la


certeza y la seguridad jurídica de los bienes o derechos inscritos, otorgándoles la presunción de verdad
legal, oponible a terceros. Los asientos registrales están bajo la salvaguarda de los Tribunales y producen
todos sus efectos mientras no se declare su inexactitud. En el presente trabajo se van a estudiar las diversas
innovaciones que trae la nueva Ley de Registro Público y del Notariado y las consecuencias más directas
de su implementación en todo el territorio nacional.
LA PROPIEDAD PRIVADA Y SU REGIMEN ADMINISTRATIVO

Derecho de propiedad

El derecho de propiedad se encuentra garantizado en la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela de 1999 como un derecho económico sometido a limitaciones al ejercicio, restricciones,
contribuciones y obligaciones que deben ser establecidas por ley. Comparando su contenido con el de las
constituciones anteriores se destaca la desaparición de la noción de la función social de la propiedad, que
había sido el principio fundamental constitucional desde 1947; y la incorporación al texto constitucional
de los atributos de la propiedad, a saber, uso, goce, disfrute y disposición, que en el ordenamiento jurídico
constitucional histórico solo estaban regulados en el Código Civil.

A lo lardo de la historia constitucional venezolana iniciada en 1811, el derecho de propiedad paso de ser
absoluto a tolerar limitaciones impuestas legalmente, que incluso vivió períodos de estados de excepción.
La Constitución venezolana de 1999 garantiza el derecho de propiedad como un derecho humano de
carácter económico en el artículo 115, ubicado en el Título III, Capítulo VII.

Propiedad privada y su Régimen Administrativo

El Derecho a la propiedad privada se refiere a la protección de las personas frente al Estado, así como a
otras instituciones en lo que se entiende a su patrimonio, sus posesiones, etc. Este derecho, supone el
pleno poder jurídico del propietario sobre lo que posee, logrando emplearlo con el objetivo que desee, ya
sea para su ocio, o para darle un propósito de explotación económica.

La facultad de goce y disfrute, permite al propietario aprovechar, utilizar y disfrutar las cosas, obtener su
rentabilidad normal (percibir frutos y productos), así como también consumirlas, si se tratase de un bien
con tales características. Esta facultad atribuye al propietario la posibilidad de obtener de la cosa la
totalidad de sus utilidades; y comporta la exclusividad en el disfrute y utilización de las cosas por el
propietario, el cual puede impedir a los demás el uso de las mismas.

Limitaciones al derecho de propiedad

Las limitaciones a la propiedad privada se pueden dividir en dos grandes grupos. El primero abarca las
limitaciones al ejercicio que afectan alguno de los atributos de la propiedad, a saber: uso, goce o
disposición y en el segundo las restricciones, las cuales afectan o bien la titularidad o el atributo del uso.

Limitaciones urbanísticas

El urbanismo se presenta en la actualidad como el fenómeno que en mayor grado ha incidido en las
diversas limitaciones al derecho de propiedad. La necesidad de coordinar armónicamente el crecimiento
económico y poblacional en el marco de un desarrollo sustentable, ha generado la necesidad de la
planificación del ordenamiento jurídico territorial y del régimen del urbanismo.

Cabe destacar que esta planificación debe complementarse con la regulación del crecimiento de las
ciudades en atención a las condiciones locales para el desarrollo urbano, tales como dotaciones de
servicios públicos y vialidad. Todo lo anteriormente plateado se categoriza por la doctrina de Garrido
Falla bajo la denominación de régimen jurídico especial del suelo, y por supuesto surge la función social
del derecho de propiedad el cual debe de estar ajustado a la planificación del territorio y el régimen de
urbanismo existente.

La planificación se distingue entonces como una de las limitaciones más importantes del derecho de
propiedad, que con el desarrollo industrial y urbano creciente ha adquirido gran importancia en el marco
del Derecho Administrativo.

LA EXPROPIACIÓN POR CAUSA DE UTILIDAD PÚBLICA Y SOCIAL

Además de convertirse en un tema en la mesa de discusión Las actividades políticas en la sociedad


venezolana, como cualquier institución de derecho público, la expropiación, han despertado en general un
fuerte interés de la ciudadanía.

La ciudadanía en general, especialmente los órganos administrativos, debe tener un conocimiento


profundo e integral del fundamento y las metas que persigue la agencia para asegurar que logre las metas
establecidas por la Constitución y la Ley, y utilizar esto como un medio de coordinación entre intereses
especiales e intereses generales, y deshacerse del abuso y abuso de la propiedad privada.

La Constitución Bolivariana de Venezuela e Instrumentos Legales venezolanos referentes a las


expropiaciones, no dejan duda alguna acerca de que la verdadera garantía de la propiedad, que se reconoce
también constitucionalmente de forma clara. La extinción de este derecho por causa potestativa del
Estado, sólo procede por causa de utilidad pública previamente declarada legislativamente o por acto
legislativo, y mediante el cumplimiento de un debido procedimiento que asegure el derecho de defensa,
una sentencia firme y el pago oportuno de una justa indemnización.

La potestad expropiatoria no es un poder discrecional, sino que es un poder reglado, para impedir la
arbitrariedad que distorsiona y desnaturaliza el acto expropiatorio legal. Asimismo, debido a este marco
legal, en Venezuela, los bienes privados solo se pueden manejar si se cumplen los siguientes requisitos:

1) Disposición formal que declara la utilidad pública, que es de naturaleza legislativa.

2) Declaración de que su ejecución exige indispensablemente la transferencia total o parcial de la


propiedad o derecho, que es de índole administrativo.
3) Justiprecio del bien objeto de la expropiación.

4) Pago oportuno y en dinero de una justa indemnización.

En base a estos requisitos se ha agregado una garantía, es decir, si no se puede llegar a una solución
amistosa, la entidad expropiadora debe recurrir a la vía judicial para solicitar la expropiación de los bienes
o derechos afectados.

La certeza de esta garantía debe cumplirse impecablemente, de manera que si la entidad pública abandona
todas o una de las formalidades anteriores y posee una propiedad privada que priva a todos del derecho a
disfrutarla, de igual forma, conducirá a su comportamiento de hecho, lo cual es absolutamente inválido y
viola la protección constitucional de la expropiación de bienes, que también determina las
responsabilidades personales, civiles, penales y administrativas de los funcionarios que hayan cometido
tales violaciones.

Las ocupaciones previstas por la ley deben tomar la previsión de autorizar a las personas identificadas
para ejecutar estudios de corta duración, y asimismo recolectar datos a representantes de obras en un bien
que va a ser expropiado, pero sólo por seis meses y con una valiosa causa motivada, prorroga por seis
meses no más con procedencia de la autoridad judicial competente.

Los casos provistos por hechos fortuitos que dejen damnificados y el estado solicite al propietario del
inmueble un permiso temporal para alojar los damnificados con el pago de daños por la vía
indemnizatoria, se consume durante el tiempo en el que permanecieron las personas en el inmueble.
Ninguna de estas ocupaciones implica la adquisición de derechos de propiedad ni para el ente expropiante,
ni los técnicos, peritos o damnificados.

En el artículo 115 de la Constitución considera que es implacable al disponer que toda expropiación debe
conllevar siempre “pago oportuno de justa indemnización”. Igualmente, el artículo 140 de la Constitución
es concluyente al establecer que: “El Estado responderá patrimonialmente por los daños que sufran los
particulares en cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que la lesión sea imputable al funcionamiento
de la administración pública”.

Elementos

1) Elemento objetivo: Es el bien expropiable, pueden ser objeto de expropiación todos los bienes
necesarios para la satisfacción de la utilidad pública, excepto los bienes o valores innatos del ser humano,
y los llamados Derechos de la personalidad.

2) Elemento subjetivo: Son las partes intervinientes.

Sujeto activo: Pueden ser los expropiantes.


Sujeto pasivo: El expropiado puede ser el titular del bien, que es objeto de la declaración de utilidad
pública. En este caso se puede tratar de una persona privada o también pública.

Sujeto beneficiario: En este sujeto, es a la persona a quien se le destina el objeto apropiado.

3) Elemento material: Es la indemnización económica debida al expropiado, en vista del sacrificio


impuesto, en función del interés público. De igual manera, debe ser previa justa, única y en dinero
efectivo.

4) Elemento final: Utilidad Pública.

Procedimientos de la Expropiación

En el artículo 9 de la Ley de Expropiación estipula que la expropiación se llevará a cabo aun sobre bienes
pertenecientes a personas, que para enajenarlos o cederlos, necesiten de autorización judicial, ya sea por
ellas mismas o sus representantes legales, y en este caso, quedan autorizadas sin necesidad de otra
formalidad.

En tal sentido la expropiación no surge en el caso sobre bienes pertenecientes a la Republica, los Estados,
el Distrito Capital o los Municipios que no puedan ser enajenados según las respectivas leyes.

Fases de la Expropiación

Comprende tres fases fundamentales, las cuales podemos identificar como:

1) La fase Administrativa: Esta fase comprende dos etapas: Una etapa previa la cual se denomina
Declaratoria de Utilidad Pública, en la cual la asamblea nacional, los consejos legislativos de los estados o
los consejos municipales, declaran que una obra es de utilidad pública, a los efectos de que sean
expropiados los inmuebles necesarios para su desarrollo.

Se exceptúan de esta formalidad de la declaratoria previa de utilidad pública todos aquellos bienes
previstos en el artículo 14 de la ley de expropiaciones que expresa lo siguiente: Se exceptúan de la
formalidad de declaratoria previa de utilidad pública las construcciones de ferrocarriles, carreteras,
autopistas, caminos, edificaciones educativas o deportivas, urbanizaciones obreras, cuarteles, hospitales,
cementerios, entre otros. En todo caso el artículo 15 de la Ley establece que bastar el decreto de la
autoridad a cuya competencia pertenezca a la obra asignada.

La segunda etapa comprende el decreto de expropiación, dictado por el órgano del Poder Ejecutivo,
facultad que le corresponde en su orden:

Estatal: El Gobernador

Nacional: El Presidente de la República


Municipal: El Alcalde

2) La fase Amigable: En este caso implica la adquisición del inmueble por la vía administrativa y de
mutuo acuerdo entre las partes. Asimismo cuando las partes hayan llegado a un acuerdo se realiza una
compra-venta convencional para que se de esta fase previamente se deben establecer tres peritos
evaluadores que deben cumplir con ciertos requisitos:

1) Será propuesto por el ente expropiante.

2) Sera propuesto por el expropiado.

3) El perito evaluador que será designado por mutuo acuerdo de ambas partes.

Por último tenemos el Juicio de Expropiación, ésta fase la ejecuta la administración pública una vez que se
hay agotado el arreglo amigable, sin resultados positivos.

EL REGISTRO PÚBLICO VENEZOLANO

Institución jurídica que persigue fines determinados, es una fuente de información donde se hace constar
mediante la extensión de asientos y demás operaciones, lo hechos, actos y situaciones de trascendencia
jurídica, y donde se suministran medios probatorios de fácil obtención y señalada eficacia para demostrar
el estado de las personas, dominio de la propiedad y demás derechos reales sobre inmuebles.

La misión de los registros Es garantizar la seguridad jurídica de los actos y de los derechos inscritos, con
respecto a terceros, mediante la publicidad registral. Su fundamento se basa en la importancia que tiene
para el Estado la realización de la Publicidad Registral.

ORGANIZACIÓN DEL REGISTRO Su organización es responsabilidad del Ejecutivo Nacional por


órgano del Ministerio del Interior y Justicia, a través de la Dirección Nacional de Registros y del
Notariado.

ORGANIZACIÓN EXTERNA

La institución del Registro Público funcionará por medio de OFICINAS PRINCIPALES y OFICINAS
SUBALTERNAS DE REGISTRO. En la capital de la República, en las capitales de los Estados, habrá
una Oficina Principal de Registro; y en cada uno de los Municipios del Distrito Federal y de los
Municipios de los Estados, habrá por lo menos una Oficina Subalterna de Registro (Arts.1913 y 1928
C.C.)

OFICINAS PRINCIPALES: Son aquéllas donde se registran actos y documentos de los particulares o de
las autoridades de la República.
OFICINAS SUBALTERNAS: Son aquéllas donde se hace constar el verdadero estado de la propiedad
inmueble, por la toma de razón de todos los títulos traslativos de su dominio y de los derechos reales
inherentes que la afectan y aun de cuanto modifica la capacidad de los bienes

Cuando se crea un nuevo Municipio, el Ejecutivo Nacional puede mantener por tiempo limitado o
indeterminado, la jurisdicción de la Oficina u Oficinas Subalternas que para tal momento la tengan sobre
el territorio del nuevo Municipio. Asimismo, el Ejecutivo Nacional podrá suprimir la Oficina Subalterna
de un determinado Municipio, ampliando simultáneamente la jurisdicción de otra u otras Oficinas
Subalternas que funcionen en el Municipio limítrofes del mismo Estado.

Para el cumplimiento de las funciones que le son propias, las Oficinas de Registros funcionarán como
servicios autónomos sin personalidad jurídica, dotados de autonomía de gestión, financiera, presupuestaria
y contable.

ORGANIZACIÓN INTERNA

Está referida al personal a cargo de dichas Oficinas, como lo es el Registrador y demás empleados
subalternos.

Cada Oficina de Registro estará a cargo de un funcionario que se denominará “Registrador Principal” o
“Registrador Subalterno”, según sea el caso. El Presidente de la República por órgano del Ministerio del
Interior y de Justicia nombrará los Registradores y demás empleados de la Oficina de Registro.

EL REGISTRADOR PRINCIPAL: Es un funcionario público encargado de anotar, inscribir, certificar y


dar fe de la autenticidad de las firmas de los empleados públicos ubicados en su jurisdicción, y en general,
de todos los actos que puedan constar en el Registro bajo su potestad con todas las solemnidades legales
que el acto amerita.

EL REGISTRADOR SUBALTERNO: Es un funcionario público al que le atañe el examen y


calificación del título, tanto en sentido formal como en sentido material a objeto de proceder a la
publicidad de los derechos reales, confiriéndoles mediante la misma, una eficacia civil especial que sirve
para asegurar y garantizar el comercio inmobiliario.

PROHIBICIONES DE LOS REGISTRADORES

Calificar documentos en los cuales sean parte directa o indirectamente, así como aquéllos en que
aparezcan su cónyuge, ascendientes, descendientes o parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad o
segundo de afinidad como interesados, presentantes, representantes o apoderados.

Redactar documentos por encargo de particulares.


Ejercer cualquier profesión o actividad remunerada a excepción de los supuestos establecidos en el
Reglamento del Decreto Ley de la LRPN.

Autorizar la inscripción de documentos cuando existan medidas cautelares o de aseguramiento de bienes.

Tramitar documentos que no hayan cancelado los tributos correspondientes.

Las demás establecidas en la Ley.


CONCLUSION

La Asamblea Nacional autorizó al Poder Ejecutivo para que dicte normas y procedimientos, en el marco
de la Ley Habilitante, orientadas a la automatización de los procesos registrales y notariales y aquellos que
otorguen seguridad jurídica y garanticen los principios de libertad contractual y de legalidad de los
derechos de las personas, de los actos, de los contratos y negocios jurídicos, de las sociedades mercantiles
y de los bienes sometidos al régimen de publicidad en los registros y notarías. Con fundamento en el
diagnóstico sobre el estado actual del sistema registral y notarial de Venezuela, el Ejecutivo Nacional ha
determinado que el principal escollo se encuentra en su marco jurídico conceptual, dado que no contempla
mecanismos dinámicos y eficientes que garanticen una verdadera publicidad de los bienes registrados y
una adecuada seguridad jurídica de los mismos.

El propósito fundamental de los Registros y Notarías es garantizar, mediante la publicidad registral, la


certeza y la seguridad jurídica de los bienes o derechos inscritos, otorgándoles la presunción de verdad
legal, oponible a terceros. Los asientos registrales están bajo la salvaguarda de los Tribunales y producen
todos sus efectos mientras no se declare su inexactitud.

Para alcanzar tales objetivos, la normativa incorporó los siguientes conceptos:

a. El sistema de folio real. Adoptar el método de inscripción como sistema de registro que consiste en
realizar un resumen de cada acto o negocio jurídico registrable e insertarlo en asientos digitables que
constituyen el tracto sucesivo de los bienes y derechos reales inscritos.

Esto permite que la información registral se encuentre actualizada permanentemente, sin necesidad de
recurrir al estudio de todos los antecedentes desde su constitución. A este sistema se le denomina
doctrinariamente sistema registral de folio real.

Tomando en cuenta que el sistema de folio real únicamente se puede aplicar a los inmuebles y derechos
reales una vez que se hayan actualizado los catastros municipales, se adoptó un principio flexible
conforme al cual el sistema de folio real se pondrá en práctica, progresivamente, cuando los catastros
permitan al Ministerio del Interior y Justicia impartir la orden correspondiente a través de una Resolución.

b. El sistema de folio personal. Este sistema se adopta para el Registro Mercantil y para el Registro
Civil porque en ambos casos se está ante un registro de personas y resulta inaplicable el sistema de folio
real.

c. Función registral especializada por materia. Para una organización y administración eficiente de la
jurisdicción registral administrativa, es indispensable que cada Registro conozca de una materia
especializada, sea inmobiliaria, mercantil o civil.
d. Asignación de número de matrícula a cada bien y derecho inscrito. Cada bien o derecho inscrito se
identifica de manera inequívoca asignándole una matrícula que se conformará tanto por números como
por letras en orden consecutivo ascendente. De esta forma se sustituirá en materia inmobiliaria el sistema
de folio personal actualmente vigente.

e. Uso de las nuevas tecnologías de la información. Se considera de interés público el uso de medios
tecnológicos en la función registral y notarial para que los trámites de recepción, inscripción y publicidad
de los documentos sean practicados con celeridad, sin menoscabo de la seguridad jurídica. La Ley
establece que los asientos registrales y la información registral emanada de los soportes electrónicos del
sistema registral venezolano surtirán todos los efectos jurídicos que corresponden a los documentos
públicos.

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