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EL AGUA DE LOS MANANTIALES DE ARAMACHAY

Cuenta mi tatarabuela que en mi localidad de Aramachay, tenemos 3 ojos de


puquiales, que sirven para el regadío de pastos de la comunidad.

Un día a los comuneros de Aramachay se les informa que no habrá lluvia y los
comuneros tienen que regar sus pastizales por las noches aprovechando las
aguas de los canales, pero hacer ello implica soportar las noches friolentas y
tenebrosas. Avisado este anuncio se procedió a repartir a cada cuartel los
puquios donde van a regar.

Líder de Comunidad: ¡Hermanos de Aramachay, hacemos entrega de los


puquiales por cuarteles!

Los comuneros: ¡Sí!!!! ¡¡¡¡bravo!!!! muchos aplausos.

A los comuneros del 4to Cuartel se les otorga el puquial “Kishuarpuquio” el cual
es el primer ojo de agua que sale o tiene origen de las profundidades del “cerro
Kishuar”.

Luego recordé que tiempo atrás, mi abuela nos comentó, que para tomar agua
teníamos que ir a la plaza abandonada, ¡hay! encontrábamos la pileta de donde
todo aquel que quería agua, teníamos que ir ¡hay! Pero ahora en la actualidad,
la aparición de la tecnología ayudo a crear regadíos en todo el pueblo y gracias
a ello podemos tener verdes las chacras, y ella implica cosechas buenas,
alimentos, así como la papa, arveja, maíz y el pasto para los animales.

El día del reparto, el puquio “Jurupuquio” se le entregó al primer cuartel pero


cuando se hizo este anuncio un hombre llamado Gaudencio que el toda la vida
regaba diario sus terrenos y no quería compartir el agua a los demás comuneros,
él era un hacendado, que todos le tenían miedo, era como el zorro y perro que
no dejaba que regasen a otros comuneros y así, las demás cosechas se estaban
secando por la falta de lluvias pero eso a don Gaudencio no le importaba, el
hacía fiestas, se emborrachaba, ya que era una mala persona.

David: Un día solito en esos morros secos, me senté y empecé a derramar


lágrimas, ¡ya que! nuestros comuneros perdían, a sus animales por falta de
pasto, ¡ya que!, al no regar sus terrenos no producían nada. Las lágrimas taparon
mis ojos me caí de dolor y clamé a ¡Dios todo poderoso! -de rodillas - vuelvan
las lluvias, a las tierras secas, para que vuelvan los pastizales y los comuneros
no tengan perdidas de sus sembríos.

La injusticia en el reparto del agua y la explotación del hacendado en contra


del pueblo, hicieron mucho daño a muchos hermanos de mi pueblo Aramachay.

Con esta acción los comuneros estaban preocupados porque sus chacras se
estaban secando se reunieron a la plaza principal para decidir cómo hacer, para
generar agua y poder regar sus chacras y no darle agua a Don Gaudencio por
no compartir el agua.

MORALEJA: Lo que es de la naturaleza, es para todos y es deber de todos


cuidarla, y el agua es fuente de vida, la envidia no trae nada bueno.

Debemos saber compartir, lo que la naturaleza da, de las bendiciones de Dios.

ARGUMENTO

Este cuento tiene como escenario mi pueblo de Aramachay y al niño David como
personaje principal que describe la obra. La falta de lluvia hizo que don
Gaudencio (hacendado principal) se apodere de los canales de riego quitando el
agua a los comuneros sin compartir a los demás.

ANALISIS LITERARIO
Título de la obra: “El agua de los manantiales de Aramachay”
Autor.: David Delfis Guillermo Taza
Género: Narrativo
Especie: cuento
Tema CENTRAL: la injusticia en el reparto del agua y la explotación del
hacendado en contra del pueblo.
Personajes: El niño David,
Don Gaudencio y
Los comuneros
Estilo: Relato dialogado
Época: Contemporánea
Escenario: Aramachay
Valores: Social y Psicológico

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