¿A QUIÉN DEBERÍAMOS ORAR?

“A través de la naturaleza y de Su manifestació n, a través de Su providencia,

y por la influencia de Su Espíritu Santo, Dios se revela a nosotros. Pero eso no
es suficiente; necesitamos encomendar nuestro corazó n a Dios en oració n”…
¿pero que es la oració n? “La oració n es el hecho de abrir su corazó n a Dios
como lo hiciera con un amigo. No que sea necesario hacerlo para que Dios
sepa quiénes somos, sino que sea para recibirle a É l en nuestra vida. La
oració n no trae a Dios bajo en la tierra hacia nosotros sino que nos eleva hacia
É l.”

1. ¿Cuándo Jesús era en la tierra, a quién le dijo a la iglesia de

presentar/ofrecer sus oraciones? “Má s tú , cuando ores, entra en tu
aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tú Padre
que ve en lo secreto te recompensará en pú blico.”--Mateo 6:6. Lea también el
verso 9.

2. ¿A quién oraba la iglesia primitiva o la iglesia apostólica? Vemos la

respuesta bíblica: “Habiéndolo oído, alzaron uná nimes la voz a Dios, y dijeron:
Soberano Señ or; tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo
que en ellos hay: Y ahora, Señ or, mira sus amenazas, y concede a tus siervos
que con todo denuedo hablen tu palabra. Y cuando hubieron orado, el lugar en
que estaban congregados tembló ; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y
hablaban con denuedo la palabra de Dios.”--Hechos 4:24, 29, 31.

3. Cuándo los magos vinieron del oriente a Jerusalén en busca de

Jesús, ¿a quién adoraron cuando lo encontraron, a María o al niño Jesús?
Lea Mateo 2:1-11.

Nota. La Biblia dice que adoraron al niñ o Jesú s y no a María, y también

ofrecieron presentes a Jesú s y no a María. Ahora, la ú ltima vez que la Biblia
menciona a María es cuando era con los apó stoles en el aposento alto. Hechos
1:13, 14. Jesú s nunca les dijo de orar a María ni tampoco que ella iba a ser
nuestro mediador; la Biblia nos dice que ellos oraron al Señ or y no a María y
eso es la ú ltima vez que María aparece en la Biblia. La Biblia nos dice por otra
parte que “hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre” 1Timoteo 2:5; también en el evangelio de Juan, dice
claramente que “Jesú s es el ú nico medio para venir al Padre” Juan 14:6 no es
María, ni los papados, ni los sacerdotes, ni las imá genes o estatuas de María.
 Amigos, la Biblia es muy clara sobre el hecho que no deberíamos hacernos
imá genes ni inclinarnos a ellas. Lea É xodo 20:4,5, porque practicar éste es
tener “dioses ajenos” delante del Creador de los cielos y la tierra, segú n el
verso 3 de É xodo 20; la Biblia dice que “esos dioses perecerá n” y también los
que les adoran. Vea Jeremías 10:1, 2, 10-12, 14, 15. La Biblia nos dice
claramente quien deberíamos orar. Así que nos debemos preguntar,

4. ¿Cómo entró en la iglesia cristiana la adoración a los santos y a

María?

Nota. Tenemos que estudiar un poco de historia para entender.

“La mayoría de los cristianos consintieron al fin en arriar su bandera, y se

realizó la unió n del cristianismo con el paganismo. Aunque los adoradores de
los ídolos profesaban haberse convertido y unido con la iglesia, seguían
aferrá ndose a su idolatría, y só lo habían cambiado los objetos de su culto por
imá genes de Jesú s y hasta de María y de los santos. La levadura de la idolatría,
introducida de ese modo en la iglesia, prosiguió su funesta obra. Doctrinas
falsas, ritos supersticiosos y ceremonias idolá tricas se incorporaron en la fe y
en el culto cristiano. Al unirse los discípulos de Cristo con los idó latras, la
religió n cristiana se corrompió y la iglesia perdió su pureza y su fuerza….”—El
Conflicto de los Siglos p. 47.

“….Para dar a los convertidos del paganismo algo que equivaliera al culto de
los ídolos y para animarles a que aceptaran nominalmente el cristianismo, se
introdujo gradualmente en el culto cristiano la adoració n de imá genes y de
reliquias….”—Ibídem p. 55.

Por fin el decreto de un concilio general estableció éste sistema de idolatría.

La adoració n de las imá genes fue una de las corrupciones que se introdujo
solapadamente y de un modo casi imperceptible. Vea Baronius, Anales
Eclesiá sticas, vol.9, como referencia al procedimiento y a las decisiones del
Segundo Concilio de Nicaea, 787 d.C., llamado para establecer el sistema de
adoració n de imá genes. Amigos, Dios les invita a leer su Biblia y estudiarla para
entender sus enseñ anzas.
 5. ¿Por qué deberíamos estudiar y entender por nosotros mismos las
enseñanzas de la Biblia?

Nota. Porque la Biblia nos avisa acerca de la falsa religió n en los ú ltimos
días: lea 2 Tesalonicenses 2:3, 4; 2 Corintios 11:17,14; Apocalipsis 14:6-11;
17:1-6. Cuando Dios manda advertencias tan importantes tal como las
proclamadas por los santos á ngeles volando por en medio del cielo, É l requiere
que cada persona que tenga facultad de razonamiento se ponga a reflexionar
sobre el mensaje. El terrible juicio anunciado en contra de los que adoran a la
bestia y a su imagen (Apocalipsis 14:9-11), debería incitar a todos a estudiar
diligentemente las profecías para entender cuá l es la marca de la bestia y como
evitar de recibirla.

Conclusión. Pero la muchedumbre aparta de la verdad el oído para

volverse a las fá bulas. El apó stol Pablo dijo acerca de los ú ltimos días: “Vendrá
tiempo cuando no sufrirá n la sana doctrina...” 2 Timoteo 4:3,4. Este tiempo ya
ha llagado. “….Ya hemos entrado de lleno en ese tiempo. Las multitudes se
niegan a recibir las verdades bíblicas porque éstas contrarían los deseos de los
corazones pecaminosos y mundanos; y Sataná s les proporciona los engañ os en
que se complacen.  Pero Dios tendrá en la tierra un pueblo que sostendrá la
Biblia y la Biblia sola, como piedra de toque de todas las doctrinas y base de
todas las reformas.”—El Conflicto de los Siglos p. 653.

Mis amigos, Juan en el Apocalipsis describe ese pueblo fiel que será
preparado para encontrar a Jesú s: Apocalipsis 12:17. Dios le está llamando hoy
a salir de Babilonia y a ser parte de la iglesia remanente. ¿Oirá usted el mensaje
de amor y de la ú ltima advertencia y se decidirá a salir?