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La moral como aptitud para la resolución pacífica de los conflictos.

Si aceptamos que la ética es la disciplina compuesta por un


grupo de ideas que, independientemente que hablen de la
sociedad o del individuo, se refieren al deber ser, es posible
aceptar que nos puede brindar elementos significativos para
solucionar pacíficamente los conflictos. Con la ética podemos
analizar, entre otras cosas, la esencia y el origen de las
normas sociales, lo cual nos ayudaría a entender mejor la
teoría del conflicto para procurar restaurar las relaciones
interpersonales.

La moralidad como cuestión que debe primar la reflexión


acerca del ámbito social. La moralidad es un problema que
pertenece más a la filosofía política.

Según Kant en la “Fundamentación de la Metafísica de las


costumbres” cada persona es considerada un fin en sí misma
y, por tanto, la organización política, económica y social
deberá girar en torno a cada ser humano.

Situar el ámbito de la moral en la solución de conflictos de acción exige la realización de los


hombres como tales y precisamente a través de su racionalidad. Pero una racionalidad que no se
muestre ya en el hecho de que los hombres se den a sí mismos leyes propias, sino en la
disponibilidad para decidirlas y justificarlas a través del diálogo.
La moralidad como practica de las virtudes comunitarias

La corriente filosófica comunitarista sostiene que


debemos entender la moralidad como una cuestión
de identificación de cada individuo con su propia
comunidad concreta, aquella en la que nace y en la
que se educa hasta llegar a convertirse en adulto.
El comunitarismo como filosofía aparece a finales
del siglo XX en oposición a determinados aspectos
del individualismo y en defensa de fenómenos
como la sociedad civil.

El objeto y punto de partida de la ética es el


contexto vital y social en el que se inserta el saber
práctico, las formas de vida, el núcleo ético o ethos
concreto de quien obra moralmente y el de la
comunidad a la que pertenece, que se expresa en
usos, normas y leyes.

La moralidad no se entiende como una cuestión de deberes y derechos, sino más bien como tarea
de toda comunidad esforzándose por desarrollar unas excelencias en todos sus miembros para
alcanzar solidariamente una vida plena de sentido. Las comunidades poseen su propia concepción
de virtudes y de las normas e instituciones que las configuran, pues cada comunidad es heredera
de un conjunto de tradiciones.

La moralidad no puede limitarse a la solidaridad grupal a la que apuntan las éticas comunitaristas,
sino que es preciso darse cuenta de una solidaridad universal que está presente en una multitud
de manifestaciones del fenómeno moral.
La moralidad como cumplimiento de principios universales

Modos de entender la moralidad

Principales modos Conceptos centrales Teorías éticas


La moral como búsqueda de Felicidad como Aristoteles, Tomas de Aquino,
la vida buena autorrealización. Zubiri, Personalismo.

Felicidad como placer Epicuro, Utilitarismo.


(Hedonismo).

La moral como cumplimiento Deber, justicia. Estoicismo, Kant.


del deber
La moral como aptitud para Reconocimiento reciproco, Éticas dialógicas, Apel,
la resolución pacífica de los justicia, no violencia. Habermas, Rawls,etc.
conflictos.
La moral como ajustamiento Virtud, comunidad, traición. Corriente ética comunitarista.
a la tradición de la propia
comunidad
La moral como desarrollo que Desarrollo moral, justicia, Kohlberg, Apel, Habermas,
culmina en principios procedimientos. Rawls.
universalistas.

Las éticas que asumen los descubrimientos de Kohlberg (éticas que podemos llamar
“universalistas”) intentan dar razón de la existencia de ese nivel post convencional de la conciencia
moral, y por ello se niegan a reducir la moralidad a la mera constatación de lo que se considera
buena y correcto en las distintas tradiciones de las comunidades concretas.

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