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Reporte Autobio Final
Reporte Autobio Final
Autobiografía
Mi nombre es Sebastian José Antonio Díaz Valdivia y tengo 19 años.
Actualmente estoy cursando mi segundo año de la carrera de Psicología,
carrera que me esta encantando hasta ahora. Desde pequeño mi vida siempre
ha estado conectada con el arte, centralmente con la música. Me encanta tocar
instrumentos como saxofón o clarinete, pero después de acabar el colegio y
debido a que no cuento con esos instrumentos en mi casa toco muy de vez en
cuando. Vivo con mi mamá, mi hermano menor y mi mascota, pero esto no
siempre ha sido así, ya que, hasta antes del divorcio de mis padres, vivíamos
también con mi papá. No recuerdo mucho de mi infancia más temprana, pero
según lo que me han contado mis padres y lo que yo recuerdo
(aproximadamente desde los 5 años) era un niño muy tranquilo en casa y
sociable con un círculo cercano a mí. Hoy en día no ha cambiado mucho, sigo
siendo sociable y tranquilo, prefiriendo la verdad estar con personas muy
cercanas o solo para reflexionar sobre mi día a día. Gracias a que como ya
mencioné antes, estudio psicología, me pareció muy interesante poder
autoanalizarme según ciertos autores que voy conociendo este ciclo y ciertos
estudios que he podido encontrar en internet. Desde niño presentamos ciertas
conductas que, dependiendo del autor que se cite, se pueden explicar tanto por
qué se da como por qué se repite de distintas maneras. Por ejemplo, el
conductismo de Skinner (1982) menciona el termino de el condicionamiento
operante, que hace referencia a que toda conducta tiene una consecuencia;
manifiesta que sí, a una conducta positiva se premia o recompensa, y a una
conducta errónea se impone un castigo, al final se logrará el aprendizaje
esperado sobre tal conducta (Soto Tituana, B. 2017). Esto explicaría porqué un
niño repite ciertas conductas o inhibe otras, a través de los mencionados
premios. Reflejado en una conducta que tenia de niño, la cual me comento mi
madre hace unos días, cuando tenia 3 años empecé a agarrar mis juguetes
uno a uno y tirarlos por la ventana, seguro con la intención de ver que pasaba.
Al inicio ellos tenían que pasar a recogerlos, pero cuando se cansaron de esto
simplemente empezaron a ignorarme. En cierto momento deje de tener
juguetes que tirar y, aún más preocupante para mi de pequeño, con los cuales
jugar. Después de horas aburrido, mis padres procedían a recoger mis juguetes
Díaz Valdivia, Sebastián José Antonio
y yo, sin haber aprendido, los seguía tirando. Esta rutina de no tener con que
jugar se iba repitiendo día a día, hasta que, según mi mamá, cada vez lo hacia
menos hasta que esta conducta paso. Desde el concepto anteriormente
explicado, debido a que recibía como castigo de mis propias acciones el
quedarme aburrido sin juguetes, esto se volvió un tipo de castigo que cual me
obligo a inhibir mi conducta de tirar mis juguetes por la ventana. Por otro lado, y
mas centrado en lo que me han enseñado en clase, esta la pregunta de por
qué se da cierta actitud. Pues según Freud, ciertas conductas en la infancia
(como el alimentarnos) son mandatos del Ello, ante estos mandatos se hace
presente el llamado Yo, encargado de retrasar los deseos del Ello para
cumplirse en un momento debido. Por último, se presenta el Superyo, fuente
de la culpa por los deseos indebidos del ello y basado principalmente de los
principios heredados de figuras como la paterna y materna. Hablando con mi
padre hace un par de semanas recordamos ciertas partes de mi vida cuando
tenía 8 años, principalmente la de un paseo que me permitirá ejemplificar los
conceptos mencionados. En una salida al Parque de las Leyendas entramos a
un laberinto de los espejos, después de diez minutos empecé a quejarme con
mis padres, debido a que desde antes estaba sintiendo hambre, reconocemos
estas quejas por la necesidad de comer como mandatos del ello a satisfacer mi
necesidad, y al hecho de haber aplazado por un tiempo esta hambre como el
trabajo del yo al aplazar las necesidades del ello. Debido a que estaba con
otras personas en el laberinto de espejo, mi forma de decir que tenía hambre (y
el evitar hacer una pataleta) fue algo que demostró la presencia del principio
de realidad, gracias al cual analice que estaba en una situación donde podría
molestar a los demás (más aún porque era un sitio cerrado con eco). Después
de quejarme, mi padre me dijo que me compraría una de mis comidas favoritas,
hecho por el cual me alegre y me sentí bien por haberle hecho caso y decidido
esperar, esto debido al superyó que me gratifico por un buen comportamiento.
De haber hecho la pataleta, posiblemente este superyó me hubiera
atormentado y me hubiera sentido mal por mis acciones. Sobre otro episodio
importante en mi vida, este es el mido que tuve (y logré superar) a los perros,
específicamente a una raza específica, los pitbulls. Se podría explicar esta
experiencia desde el modelo topográfico de la mente según Freud. En este se
habla de 3 conceptos principales: La consciencia, la cual incluye todas las
Díaz Valdivia, Sebastián José Antonio
en la cual empezaba a salir a todas las reuniones que podía, empezar a tomar
alcohol mas que nunca e intentar de salir con todas las chicas posibles. Esto
último llego a parar luego de un tiempo, pero demuestra como ante una crisis la
actitud inconsciente que en mi caso era la extrovertida sale a flote hundiendo
la que solía primar, la introvertida. Sobre el tema de las actitudes, mientras
redactaba este reporte me pareció importante averiguar datos sobre que tanto
formamos nosotros esta o si se hereda y pude encontrar que, según Oliva, A.
(1997), alrededor de un 50% de la varianza de distintas características como la
extroversión o la introversión suelen tener una determinación genética. Por
último, voy a cerrar mi análisis autobiográfico con el tema de las 4 funciones
dando un ejemplo actual de ellas. Estas 4 funciones se dividen en pensar,
centrado en hacer juicios de verdadero o falso, sentir, hacer juicios de gusto o
disgusto, intuir, basarse en experiencias pasadas para predecir que puede
suceder, y percibir, usar datos sensoriales para tomar decisiones. Si me tengo
que describir actualmente, me considero una persona que se centra en el
pensar, no me gusta creer en cosas no comprobables y ejemplo de esto es que
hace una semana me puse a debatir sobre el tema de los horóscopos y por que
compañeras de mi clase creen en estos si es que es pseudociencia y están
llevando una carrera científica. Mis funciones complementarias vendrían a ser
el intuir y percibir, y la menos desarrollada y mas inconsciente es la de sentir,
suelo basarme muy poco en si algo me agrada o me desagrada, por ejemplo,
prefiero ser franco con alguien antes que esconderle las cosas porque le
podrían disgustar, esto me ha traído ciertos problemas con compañeros, por
ejemplo, cuando tenía 14 años discutí con uno por decirle que su enamorada le
estaba engañando, ambos terminamos en la dirección. En situación de crisis, y
al igual que las actitudes, la menos desarrollada suele salir y la mas
desarrollada se tiende a hundir, ejemplo de esto es el ya mencionado
fallecimiento de mi primo, antes de aceptar los hechos e intentar superarlos
preferí no pensar en ello y guiar mis decisiones por si algo me gusta o no,
yendo a fiestas y dejándome llevar por la satisfacer mis deseos antes de por si
objetivamente está bien o mal lo que hacía.
Díaz Valdivia, Sebastián José Antonio
Bibliografía
Carver, C., & Scheier, M. (2014). Teorías de la personalidad 7ma edición.
Pearson.
Papalia, D., Olds, S., & Feldman, R. (2009). Psicología del desarrollo: de la
infancia a la adolescencia. McGraw Hill.