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Diferencias entre la responsabilidad contractual y extracontractual

Casación Nº 759-2010-Huánuco (El Peruano, 31 de agosto de 2012)

Sumilla: “[S]e debe destacar previamente que la diferencia esencial entre los
distintos aspectos de la responsabilidad civil contractual y la extracontractual
o aquiliana, radica en el primer caso, que el daño es consecuencia del
incumplimiento de una obligación previamente pactada, y en el segundo caso,
es consecuencia del deber jurídico genérico de no causar daños a los demás;
por lo que, la responsabilidad civil contractual presupone el incumplimiento
de una obligación nacida del contrato; por ende, se configura cuando
concurren los siguientes presupuestos: a) debe existir un contrato, b) un
contrato válido, c) del cual nació la obligación incumplida, y d) incumplida por
un contratante en perjuicio de otro contratante. Por lo tanto, en el presente
caso nos encontramos dentro del ámbito de la responsabilidad contractual u
obligacional”.

CAS. Nº 759-2010 HUÁNUCO. Lima, veintidós de noviembre de dos mil


once.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; en Audiencia Pública vista la causa
setecientos cincuenta y nueve – dos mil diez en la fecha y producida la
votación correspondiente de acuerdo a ley, emite la siguiente sentencia: 1.
MATERIA DEL RECURSO: Se trata en el presente caso del recurso de
casación interpuesto por la demandante doña Aurora Ethel Ampudia Dávila y
otros mediante escrito de fojas cuatrocientos cincuenta y uno a cuatrocientos
ochenta; contra el auto de vista contenido en la Resolución Nº cuatro, su
fecha once de enero del dos mil diez, de fojas cuatrocientos treinta y cinco a
cuatrocientos treinta y ocho, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Huanuco que confirma en parte el auto de primera instancia,
contenida en la Resolución Nº once, su fecha diez de noviembre del dos mil
nueve, obrante a fojas trescientos ochenta y uno a trescientos ochenta y seis,
en el extremo que declara Infundada la excepción de oscuridad y ambigüedad
en el modo de proponer la demanda deducida por don Edwyn Tobías Ortega
Galarza, Rector de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán, mediante
escrito de fojas cuarenta y cuatro a cuarenta y nueve; revoca la citada
resolución, en el extremo que declara infundada la excepción de prescripción
extintiva deducida por don Edwyn Tobías Ortega Galarza, Rector de la
Universidad Nacional Hermilio Valdizán, mediante escrito de fojas cuarenta y
cuatro a cuarenta y nueve; en consecuencia declara la existencia de una
relación jurídica procesal válida y saneado el presente proceso, y
reformándola, declara fundada la excepción de prescripción extintiva
deducida por don Edwyn Tobías Ortega Galarza, Rector de la Universidad
Nacional Hermilio Valdizán, en consecuencia dispone declarar la nulidad de
todo lo actuado y consecuentemente la conclusión del proceso; con lo demás
que contiene. 2. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO
PROCEDENTE EL RECURSO: La Sala mediante resolución de fecha cinco de
abril del dos mil once, ha estimado procedente el recurso de casación por las
causales de: a) Infracción normativa de carácter procesal, artículo VII del
Título Preliminar del Código Procesal Civil, alegan que la parte demandada
no cumplió con fundamentar su apelación conforme lo dispone el artículo 366
del Código Procesal Civil al no haber precisado la naturaleza del agravio y el
sustento de su pretensión impugnatoria, con lo cual no se puede conocer de
manera exacta los alcances y contenidos de los agravios de la demandada,

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por lo que debió desestimarse la apelación. Así analizando el escrito de
apelación, sólo una de las alegaciones se refieren al objeto de la impugnación,
pues la demandada sostiene que la acción pretendida por los actores es de
naturaleza extracontractual. Este agravio se sustento en alegaciones
totalmente diferentes a las sostenidas por la Sala Superior al emitir el auto de
vista, siendo así, la Sala Superior fundamenta la resolución impugnada en
consideraciones no alegadas por la demandada y además no responde a los
otros agravios y alegaciones de la emplazada, con lo cual viola el principio de
congruencia. La demandada sostuvo que la presente acción es de naturaleza
extracontractual por cuanto los actores fueron cesados en el año 1996 como
consecuencia de las evaluaciones efectuadas en cumplimiento de las leyes Nº
26457, 26493 y 26638; sin embargo, estas alegaciones no fueron absueltas
por la Sala Superior, es más el órgano judicial superior se sustentó en otras
consideraciones para resolver la apelación, valoró las Resoluciones 002 y
1152-2002-UNHEVAL-CU, estimó la inexistencia de interrupción al plazo de
prescripción, hechos que no fueron alegados por la demandada, y que fueron
introducidos oficiosamente por la Sala Superior, vulnerando el principio de
congruencia. b) Infracción normativa de carácter procesal de los artículos
139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú y 122 incisos 3 y 4 del
Código Procesal Civil, ya que, la resolución impugnada reconoce en un
primer momento que el daño denunciado se produce por los despidos masivos
del año mil novecientos noventa y seis, sin embargo, concluye que los daños
no se generan el incumplimiento de las obligaciones contractuales de las
partes, sin embargo, no cumple con argumentar de manera expresa, clara y
suficiente porque dejó de considerar que el evento dañoso es el despido
masivo del año mil novecientos noventa y seis. Tampoco analiza porque
habiendo aceptado la Sala Superior la existencia de una relación contractual
entre las partes, concluye que el evento dañoso es de naturaleza
extracontractual por un presunto incumplimiento del deber general de no
dañar. En la sentencia de vista no se identifica cómo habría ocurrido el
incumplimiento de tal deber general, lo que vulnera el principio lógico de no
contradicción. c) Infracción normativa del artículo 24 incisos a, b y ñ del
Decreto Legislativo Nº 276 – Ley de Bases de la Carrera Administrativa y
de Remuneraciones del Sector Público y del artículo 6 de su Reglamento,
Decreto Supremo Nº 005-90-PCM, exponen que es un hecho probado que
entre las partes existió un contrato de trabajo y que durante la ejecución y
vigencia del mismo se produjo el despido en masa, lo que supone una
relación contractual determinadas por las normas invocadas que establecen
que los integrantes de la carrera administrativa gozan de estabilidad laboral,
siendo irrenunciables sus derechos, conforme lo establecía los artículos 42 y
57 de la Constitución Política de 1979 y la actual Constitución Política del
Estado de 1993 en sus artículos 23, 26 y 27. Con lo cual el respeto y
cumplimiento de estos derechos irrenunciables era y es una obligación
contractual de la entidad empleadora, en este caso la Universidad
demandada. d) infracción normativa por aplicación indebida de los
artículos 1982 y 2001 inciso 4 del Código Civil, ya que, la sentencia de
vista aplica indebidamente el artículo 1982 del citado Código referida la
responsabilidad por denuncia calumniosa, lo que resulta inaplicable al caso
de autos. Más aún, si se hubiera citado adecuadamente el artículo 1969 del
Código Civil referida a la responsabilidad civil extracontractual, tampoco sería
aplicable al caso que nos ocupa, pues se ha determinado que el evento
dañoso, el despido masivo de 1996, corresponde al incumplimiento de una
obligación contractual. Siendo así, también resulta inaplicable el artículo
2001 inciso 4 del Código Civil referida al plazo de prescripción de la

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responsabilidad extracontractual, pues el presente caso se trata de una de
tipo contractual. e) infracción normativa de los artículos 1321, 1322 y
2001 inciso 1 del Código Civil, señalan que se ha determinado que los
daños alegados por los demandantes se produjeron por el despido masivo del
año mil novecientos noventa y seis, siendo así, los hechos configuran un
incumplimiento de las obligaciones del empleador, lo que origina una
responsabilidad de naturaleza contractual. Con lo cual se inaplican las
normas citada referidas a la responsabilidad por inejecución de obligaciones.
f) Infracción normativa del artículo 1991 del Código Civil, anotan que,
con la reincorporación de los demandantes en sus puestos de trabajo, la
Universidad demandada renunció a la prescripción que hubiera tenido ya
ganado en el año dos mil uno, relacionada a las pretensiones que hoy se
hacen por los ceses masivos del año mil novecientos noventa y seis. g)
Infracción normativa del artículo 1996 incisos 2 y 3 del Código Civil,
refieren que, desde los despidos masivos del año mil novecientos noventa y
seis los demandantes han realizados diversas acciones judiciales para hacer
valer sus derechos. Así en el año dos mil tres se intimó y reclamó a la
demandada resarcimiento, lo que motivó la expedición de la Resolución Nº
219-2003, así también en el año dos mil cuatro, se tramitó ante el segundo
Juzgado Mixto de Huánuco demandas de acción de cumplimiento. Estos
hechos han interrumpido la prescripción que hubiera ganado la demandada.
3. CONSIDERANDO: Primero.- Que, habiéndose declarado procedente el
recurso de casación por infracción normativa procesal y sustantiva es
menester analizar en primer lugar las infracciones de carácter procesal a fin
de establecer si efectivamente se vulneró o no el debido proceso, esto
conforme a lo previsto en el párrafo tercero del artículo 396 del Código
Procesal Civil, el mismo que establece: 1) Si la infracción de la norma
procesal, que produjo la afectación del derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva o el debido proceso del impugnante, la Corte Suprema casa la
resolución impugnada y, además según corresponda: a) Ordena a la Sala
Superior que expida una nueva resolución; o, b) Anula lo actuado hasta la
foja que contiene la infracción inclusive o hasta donde alcancen los efectos de
la nulidad declarada, y ordena que se reinicie el proceso; c) Anula la
resolución apelada y ordena al juez de primer grado que expida otra; d) Anula
la resolución apelada y declara nulo lo actuado e improcedente la demanda.
2) Mientras que si se declara fundado el recurso por infracción de una norma
de derecho material, la resolución impugnada deberá revocarse, íntegra o
parcialmente, según corresponda, también se revocará la decisión si la
infracción es de una norma procesal que, a su vez, es objeto de la decisión
impugnada. Es por ello, que la revisión de las causales por las que han sido
declaradas procedentes el recurso de casación interpuesto debe comenzar por
el análisis de la alegación de infracción normativa de carácter procesal de los
artículos VII del Título Preliminar, 122 incisos 3 y 4 del Código Procesal Civil
y 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú. Segundo.- Que, se debe
destacar que el debido proceso es un derecho complejo, pues, está
conformado por un conjunto de derechos esenciales que impiden que la
libertad y los derechos de los individuos sucumban ante la ausencia o
insuficiencia de un proceso o procedimiento, o se vean afectados por
cualquier sujeto de derecho -incluyendo el estado- que pretenda hacer uso
abusivo de éstos. Como señala la doctrina procesal y constitucional según
Faúndez Ledesma 1.- "por su naturaleza misma, se trata de un derecho muy
complejamente estructurado, que a la vez está conformado por un numeroso
grupo de pequeños derechos que constituyen sus componentes o elementos

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integrantes, y que se refieren ya sea a las estructuras y características del
tribunal, al procedimiento que debe seguir y a sus principios orientadores, y a
las garantías con que debe contar la defensa". Dicho de otro modo, el derecho
al debido proceso constituye un conjunto de garantías de las cuales goza el
justiciable, que incluyen, la tutela jurisdiccional efectiva, la observancia de la
jurisdicción y de la competencia predeterminada por Ley, la pluralidad de
instancias, la motivación y la logicidad de las resoluciones, el respeto a los
derechos procesales de las partes (derecho de acción, de contradicción) entre
otros. Tercero.- Que, en ese sentido, la causal de la infracción normativa
procesal denunciada se configura, entre otros supuestos, por la afirmación
del casacionante que durante el desarrollo del proceso, no se han respetado
principios y garantías del proceso en las instancias de mérito; por cuanto, se
han obviado o alterado actos de procedimiento, lo cual ha generado que la
tutela jurisdiccional no haya sido efectiva, y haya influido para que incumpla
con el deber de motivar sus decisiones y lo haya realizado en forma
incoherente, con clara trasgresión del derecho vigente, y sobre todo de los
principios procesales; a los cuales hace alusión y que serán materia de
análisis en los considerandos posteriores. Cuarto- Que, antes de continuar
con el análisis de las infracción jurídica denunciada; corresponde realizar
algunas referencias fácticas, sobre este caso concreto; ya que sin hechos no
puede haber derecho; realizando un resumen de la controversia suscitada,
materia del presente proceso. En ese sentido se aprecia que mediante la
presente demanda, de fojas ciento setenta y cinco a doscientos siete, Aurora
Ethel Ampudia Dávila y otros pretenden que Universidad Nacional Hermilio
Valdizán le pague a los cincuenta y nueve demandantes, trabajadores y
docentes de la entidad demandada, por concepto de indemnización por daños
y perjuicios irrogados como consecuencia de sus despidos ocurridos en el año
mil novecientos noventa y seis y dejados sin efecto el año dos mil uno;
sosteniendo principalmente que, son trabajadores administrativos y docentes
de la Universidad demandada comprendidos en el Régimen Laboral Público
Decreto Legislativo Nº 276, siendo así gozan de estabilidad laboral por su
condición de trabajadores nombrados. Sin embargo el año mil novecientos
noventa y seis fueron injusta e inconstitucionalmente cesados por la
Comisión Reorganizadora de la Universidad, en aplicación de la Ley Nº 26457
y sus modificatorias. Estos despidos adoptaron la forma de supuestas
evaluaciones que no respetaron los derechos de los trabajadores. Añade que
estos despidos masivos fueron dejados sin efecto, así conforme a la Segunda
Disposición Transitoria de la Ley 27366, sustituida por la Ley 27437, el
Comité Transitorio de Gobierno de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán
revisó los ceses de los que fueron objeto los demandantes. Así se dictaron las
resoluciones Nº 917, 918, 921 y 1188-2001-UNHEVAL-CTG-CU de fecha
cuatro de abril, diez de abril y cuatro de mayo de dos mil cuatro,
procediéndose a la reincorporación de los cincuenta y nueve demandantes.
Precisa que estas resoluciones de reincorporaciones reconocen el carácter
arbitrario e injusto de los ceses, siendo así luego de estas resoluciones los
demandantes intimaron en reiteradas veces a la demandada para que resarza
todos los daños y perjuicios irrogados a los actores. Añaden que desde el año
dos mil uno vienen solicitando se les paguen sus remuneraciones dejadas de
percibir en el período de cese injustificado, sin embargo, la Universidad
demandada no ha accedido a lo solicitado, pesa a que la demandada ha
reconocido este derecho por las Resoluciones Nº 002-2002-UNHEVAL-CU de
fecha cuatro de enero de dos mil dos y 1152-2002-UNHEVAL-CU de fecha
cinco de abril de dos mil dos. Indica que así la última resolución nombrada
autorizó al Director de la Oficina de Planificación y Presupuesto de la

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Universidad a solicitar al Ministerio de Economía y Finanzas una ampliación
presupuestal de seis millones ciento nueve mil seiscientos diez nuevos soles
con noventa y tres céntimos de nuevo sol para el pago de haberes y
bonificaciones del personal reincorporado. Sostiene que ante la negativa de
cumplimiento de estas resoluciones, los actores iniciaron dos procesos
constitucionales de cumplimiento de la Resolución mil ciento cincuenta y dos,
que se tramitaron ante el Segundo Juzgado Mixto de Huánuco. Sin embargo,
estas demandas fueron desestimadas por el Juez constitucional al estimar
que la Resolución mil ciento cincuenta y dos no cumplía los requisitos para
su tramitación en la vía del proceso de cumplimiento. Alegan que además que
el reclamo de pago de la respectiva indemnización que es el objeto específico
de la presente demanda, se sustenta en el pedido efectuado a la universidad
demandada, conforme se desprende de la Resolución Nº 219-2003-UNHEVAL-
CU de fecha once de julio de dos mil tres. Precisa que en cuanto a los daños
causados, los demandantes sostienen que se les privó inconstitucionalmente
de sus puestos de trabajo y de percibir sus remuneraciones, desde el año mil
novecientos noventa y seis al año dos mil uno, lo que supone lucro cesante y
daño emergente, ya liquidados en la Resolución Nº1152-2002-UNHEVAL-CU.
Concluye que la suma global por este concepto es de dos millones novecientos
ocho mil cuatrocientos cuarenta y nueve nuevos soles con noventa y un
céntimos de nuevo sol para los cincuenta y nueve demandantes. Por último
indica que por daño moral se estima la suma de treinta mil nuevos soles por
cada uno de los cincuenta y nueve demandantes. Siendo la pretensión global
cuatro millones seiscientos setenta y ocho mil cuatrocientos cuarenta y nueve
nuevos soles con noventa y uno céntimos de nuevo sol. Quinto.- Que, la
parte demandada mediante escrito de fojas cuarenta y cuatro a cuarenta y
nueve, deduce las excepciones de oscuridad y ambigüedad en el modo de
proponer la demanda y prescripción extintiva de la acción, alegando respecto
a esta última excepción que es materia de controversia que, la acción
indemnizatoria materia de litis es de responsabilidad civil de naturaleza
extracontractual, puesto que el evento dañoso alegado por los accionantes no
deriva de un contrato, sino de la aplicación de las Leyes Nº 26457, 26493 y
26638, así el artículo 2001 inciso 4) del Código Civil preceptúa que prescriben
salvo disposición diversa de la Ley, a los dos años la acción indemnizatoria
por responsabilidad extracontractual, y en el presente caso conforme a lo
dispuesto en el artículo 1993 del Código Civil y conforme a lo manifestado por
os demandantes, los mismos fueron cesados en el año 1996 en virtud al
programa de evaluaciones efectuadas por las Leyes Nº 26457, 26493 y 26638,
estando a ello los accionantes han tenido expedito su derecho para los efectos
de promover la presente demanda, y que a la fecha de notificada la demanda
han transcurrido más de doce años que supera en exceso el plazo
prescriptorio; que en el supuesto caso de considerarse que el computo debe
contarse desde su reincorporación a la Universidad demandada en el año dos
mil uno hasta la fecha de notificación de la demanda han transcurrido más
de siete años que supera en exceso el plazo prescriptorio. Sexto.- Que,
mediante el auto de primera instancia, el Juez declara infundada la excepción
de oscuridad y ambigüedad en el modo de proponer la demanda y la
excepción de prescripción extintiva deducida por don Edwyn Tobías Ortega
Galarza, Rector de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán, mediante
escrito de fojas cuarenta y cuatro a cuarenta y nueve; en consecuencia
declara la existencia de una relación jurídica procesal válida y saneado el
presente proceso; sustentando principalmente su decisión respecto a la
referida a la excepción de prescripción extintiva que del contenido del
petitorio y los fundamentos de la demanda, se advierte que la indemnización

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que pretenden los demandantes es una responsabilidad contractual,
sustentado su derecho en lo dispuesto por los artículos 1321 y 1322 del
Código Civil; siendo así, es de aplicación el artículo 2001 inciso 1) del referido
Código que señala en su parte pertinente, que prescriben a los diez años, la
acción personal; por lo que habiéndose producido el supuesto daño contra los
demandantes en los meses de agosto y octubre del año mil novecientos
noventa y seis a la fecha de interposición de demanda ya habría prescrito la
acción correspondiente; sin embargo, es de tenerse presente que la
prescripción puede ser objeto de interrupción, la cual produce la ineficacia de
la fracción del tiempo transcurrido; desaparecida la causal, empieza a correr
un nuevo plazo prescriptorio, sin que sea de cómputo el tiempo anteriormente
transcurrido, y las causales que la norma sustantiva regula para la
interrupción de la prescripción lo encontramos en el artículo 1996 del Código
Civil. Precisa que de los actuados se advierte que del contenido de la
demanda se desprende en el fundamento 3.3.1. respecto a los conceptos de
lucro cesante y daño emergente, éste comprendería las remuneraciones
dejadas de percibir por parte de los demandantes y la cual, conforme a lo
manifestado por los actores, ha sido reconocida y liquidada por la demandada
con ocasión de la expedición de la Resolución Nº 1152-2002-UNHEVAL-CU,
obrante a fojas ciento ochenta y seis; asimismo de autos se advierte que los
demandantes con fecha tres de mayo de dos mil cuatro interpusieron una
demanda constitucional de cumplimiento contra la hoy demandada
Universidad Nacional Hermilio Valdizán, signado con el Exp. Nº 2004-0474,
según fojas doscientos setenta a doscientos ochenta y cinco, habiendo
cumplido con contestar la demanda conforme puede verse de la resolución
Nºdos de fecha veintiuno de mayo de dos mil cuatro emitido en dicho
expediente, de fojas doscientos ochenta y seis; siendo que el proceso en
mención versa sobre el cumplimiento de lo ordenado en la Resolución
Nº1152-2002-UNHEVAL-CU de fecha cinco de abril de dos mil dos; de lo que
se colige el plazo prescriptorio de la presente acción ha sido interrumpido con
el trámite del proceso constitucional de cumplimiento mencionado, puesto
que la pretensión en el proceso de cumplimiento guarda relación con la
pretensión de la presente demanda, puesto que uno de los conceptos
indemnizatorios pretendido, comprende las remuneraciones dejadas de
percibir como lucro cesante y daño emergente, la misma que en la etapa
procesal correspondiente será materia de pronunciamiento su procedencia o
no, así como los demás conceptos demandados; por lo que la excepción de
prescripción deducida por la demandada debe desestimarse. Sétimo.- Que, la
Sala Superior, por su parte mediante el auto de vista, de fojas cuatrocientos
treinta y cinco a cuatrocientos treinta y ocho, confirma en parte el auto de
primera instancia, contenida en la Resolución Nº once, su fecha diez de
noviembre del dos mil nueve, obrante a fojas trescientos ochenta y uno a
trescientos ochenta y seis, en el extremo que declara Infundada la excepción
de oscuridad y ambigüedad en el modo de proponer la demanda deducida por
don Edwyn Tobías Ortega Galarza, Rector de la Universidad Nacional
Hermilio Valdizán, mediante escrito de fojas cuarenta y cuatro a cuarenta y
nueve; revoca la citada resolución, en el extremo que declara infundada la
excepción de prescripción extintiva deducida por don Edwyn Tobías Ortega
Galarza, Rector de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán, mediante
escrito de fojas cuarenta y cuatro a cuarenta y nueve; en consecuencia
declara la existencia de una relación jurídica procesal válida y saneado el
presente proceso, y reformándola, declara fundada la excepción de
prescripción extintiva deducida por don Edwyn Tobías Ortega Galarza, Rector
de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán, mediante escrito de fojas

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cuarenta y cuatro a cuarenta y nueve; en consecuencia dispone declarar la
nulidad de todo lo actuado y consecuentemente la conclusión del proceso;
con lo demás que contiene; basando esencialmente su decisión respecto a la
excepción de prescripción, en que si bien los demandantes al postular su
demanda precisan que su petitorio completo es indemnización por daños y
perjuicios irrogados a consecuencia de sus despidos ocurridos en el año mil
novecientos noventa y seis y dejados sin efecto el año dos mil uno, cuya
cuantía asciende de manera individualizada a los detallados en su escrito de
subsanación de fojas doscientos dieciocho a doscientos veinticuatro, también
es cierto, que los hechos generadores de los daños y perjuicios reclamados
por los accionantes han sido producidos por el despido masivo ocasionado en
agravio de los actores en el año mil novecientos noventa y seis; sin embargo
en el año dos mil uno han sido reincorporados a través de las Resoluciones Nº
917, 918, 921 y 1188-2001-UNHEVAL-CTG-CU, significando así, que si bien
entre los actores y la demandada existía una relación laboral o una relación
de dependencia, no es menos cierto, que la responsabilidad extracontractual
también puede presentarse aún dentro del marco de la ejecución de un
contrato por el incumplimiento del deber general de prevenir la comisión de
daños que tiene toda personas respecto de otra, por lo que se concluye que
los daños y perjuicios, en el supuesto que se hayan producido en el presente
caso, serían derivados de una responsabilidad extracontractual y no
contractual, en razón a que en el caso de autos, el supuesto daño y agravio
no se genera como consecuencia del incumplimiento de una obligación
contraída o pactada entre las partes. Establece que ante una pretensión
indemnizatoria de naturaleza extracontractual prevista en el artículo 1982 del
Código Civil, por lo que siendo ello así, resulta de aplicación el inciso 4 del
artículo 2001 del citado Código, que dispone que prescriben salvo disposición
diversa de la ley a los dos años la acción indemnizatoria por responsabilidad
extracontractual. Añade que como la presente causa versa sobre
responsabilidad extracontractual, el término prescriptorio comienza a
computarse a partir del día en que puede ejercitarse la acción, el cual debe
comenzar cuando se produce el hecho que determina su ejercicio (daño) tal
como lo establece el artículo 1993 del Código Civil, de lo que se colige, que a
partir de la fecha en que fueron despedidos, los demandantes tenían expedito
su derecho para hacerlo valer conforme a ley, esto es a partir del veintiocho
de agosto de mil novecientos noventa y seis, conforme es de verse de la
Resolución Nº 876-CR-UNHEVAL-96 de fojas dos a cinco del cuaderno de
excepciones, toda vez, que a partir de dicha fecha los demandantes han
sufrido el daño alegado. Aplica el inciso 4) del artículo 2001 del Código Civil,
establece que prescribe a los dos años la acción indemnizatoria por
responsabilidad extracontractual, que siendo ello así y habiéndose
interpuesto la demanda con fecha doce de diciembre de dos mil siete y
admitida el veintiséis de marzo de dos mil ocho resulta evidente que ha
transcurrido en exceso el término previsto por el referido dispositivo legal, ya
que a tenor del artículo 2002 la prescripción se produce vencido el último día
de plazo el cual ha sido el veintiocho de agosto de mil novecientos noventa y
ocho; dado que la misma empezó a correr desde el día en que pudo ejercitarse
la acción a tenor del artículo 1993 del referido cuerpo de leyes (veintiocho de
agosto de mil novecientos noventa y seis), más aún que en autos no obra
medio probatorio alguno que acredite que los actores no hubieran podido
ejercitar la acción desde el momento en que tomaron conocimiento del hecho
dañoso, para efectos de que se produzca la interrupción de la prescripción, ya
que el hecho de los actos administrativos que dispone su reincorporación
laboral Resolución Nº 1152-2002-UNHEVAL-CU y proceso de cumplimiento

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signado con Nº 2004-0474, datan de fecha posterior al vencimiento del plazo
de prescripción extintiva, por ello no puede considerarse aplicables los casos
de excepción contemplado en el artículo 1996 del referido cuerpo de leyes, por
lo que siendo esto así, debe ampararse la excepción de prescripción extintiva
deducida en autos. Octavo.- Que, en primer lugar, las alegaciones contenidas
en el inciso a) del presente recurso extraordinario sustentada en la infracción
normativa procesal del artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal
Civil, no puede ser atendibles; por cuanto dichas alegaciones se sustentan en
un agravio ajeno, cuando se sostiene que la Sala Superior no absuelve o lo
hace en forma distinta, los argumentos del recurso de apelación de la entidad
demandada; por lo que, la recurrente carece de interés material o moral, para
denunciar agravios de la parte contraria. Noveno.- Que, en cuanto a los
argumentos contenidos en el inciso b), del presente recurso, basado en la
infracción normativa de carácter procesal de los artículos 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Perú y 122 incisos 3 y 4 del Código Procesal Civil, se
debe destacar previamente que la diferencia esencial entre los distintos
aspectos de la responsabilidad civil contractual y la extracontractual o
aquiliana, radica en el primer caso, que el daño es consecuencia del
incumplimiento de una obligación previamente pactada, y en el segundo caso,
es consecuencia del deber jurídico genérico de no causar daños a los demás;
por lo que, la responsabilidad civil contractual presupone el incumplimiento
de una obligación nacida del contrato; por ende, se configura cuando
concurren los siguientes presupuestos: a) debe existir un contrato, b) un
contrato válido, c) del cual nació la obligación incumplida, y d) incumplida
por un contratante en perjuicio de otro contratante. Por lo tanto, en el
presente caso nos encontramos dentro del ámbito de la responsabilidad
contractual u obligacional. Décimo.- Que, bajo ese contexto se puede
establecer que se configura la responsabilidad contractual cuando se verifica
los elementos como por ejemplo el de dependencia, que no supone
necesariamente un vínculo contractual, pues puede existir subordinación que
no tenga fuente en un contrato y se origine en cambio, en una relación
circunstancial y gratuita, siendo lo fundamental que el actor del daño haya
dependido para obrar de una autorización del principal, es decir que la
subordinación resultará aunque sea ocasionalmente de una elección para
actuar y un virtual poder de control sobre el hecho del otro, sin que importe
que tal actividad sea gratuita o remunerada. Décimo Primero.- Que, al
respecto se puede advertir que en efecto la Sala Superior no analiza como,
tampoco justifica, el por qué considera que los hechos materia de litis (El
daño producido como consecuencia del despido masivo a los demandantes en
el año mil novecientos noventa y seis) constituyen un supuesto de
responsabilidad civil extracontractual; más aún cuando, la propia Sala
Superior identifica en el punto cinco del auto de vista recurrido que entre los
actores y la demandada existía una relación laboral o una relación de
dependencia; no obstante considera que la responsabilidad extracontractual
también puede presentarse aún dentro del marco de la ejecución de un
contrato por el incumplimiento del deber general de prevenir la comisión de
daños que tiene toda persona respecto de otra, por lo que, concluye que se
trata la presente controversia de una responsabilidad extracontractual y no
contractual. Al respecto también se aprecia que la aludida Sala Superior
tampoco fundamenta y justifica en que consiste, en el caso de autos el
incumplimiento del deber general de prevenir la comisión de daños que tiene
toda persona respecto de otra esto es, no explica en que consiste la
“antijuricidad atípica” que se desarrolla en una responsabilidad civil
extracontractual, lo que implica identificar cuál es la norma imperativa, orden

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público, buenas costumbres, así como los valores o principios que se
consideran vulnerados. Consecuentemente, se ha vulnerado el principio de
“motivación de los fallos judiciales”, que constituye un valor jurídico que
rebasa el interés de los justiciables por cuanto se fundamenta en principios
de orden jurídico, pues la declaración del derecho en un caso concreto, es
una facultad del Juzgador que por imperio del artículo 138 de la Constitución
Política del Estado, impone una exigencia social de que la comunidad sienta
como un valor jurídico, denominado fundamentación o motivación de la
sentencia el mismo que se encuentra contenido en el artículo 139 inciso 5 de
la Constitución Política del Estado concordante con el artículo doce del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial e incisos tercero y
cuarto del artículo ciento veintidós y 50 inciso sexto, del Código Adjetivo.
Décimo Segundo.- Que, ante el vicio descrito en el considerando precedente,
este Supremo Tribunal esta facultado para ejercitar su función de control de
logicidad, lo que implica verificar si el razonamiento lógico jurídico seguido
por la Sala Superior es correcto desde el punto de vista de la lógica formal,
esto es, como elemento de validación del pensamiento, como eslabón de la
cadena de conocimientos que nos conducen a la posesión de la verdad,
conforme a las reglas del buen pensar. Lo contrario generaría una
vulneración al principio de motivación de los fallos judiciales, el que debe ser
resultado del razonamiento jurídico que efectúa el Juzgador sobre la base de
los hechos acreditados en el proceso (los que forman convicción sobre la
verdad de ellos) y la aplicación del derecho objetivo. Empero, cuando dicho
razonamiento jurídico viola las reglas de la lógica en su estructura se incurre
en lo que se denomina como “error in cogitando” o de incoherencia. En
consecuencia, se ha configurado la causal denunciada referida a la infracción
normativa procesal de los artículos 139 inciso 5 de la Constitución Política del
Estado y 122 inciso 3 del Código Procesal Civil que inciden directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada. 4. DECISION:
Estando a lo expuesto y en aplicación del tercer párrafo del artículo 396
inciso 1 del Código Procesal Civil modificado por el artículo 1º de la Ley Nº
29364, publicada el veintiocho de mayo del dos mil nueve Declararon: a)
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la demandante doña Aurora
Ethel Ampudia Dávila y otros; mediante escrito de fojas cuatrocientos
cincuenta y uno a cuatrocientos ochenta; en consecuencia declararon: NULO
el auto de vista contenido en la Resolución Nº cuatro, su fecha once de enero
del dos mil diez, de fojas cuatrocientos treinta y cinco a cuatrocientos treinta
y ocho, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huanuco.
b) ORDENARON el reenvío de los autos a la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Huanuco a fin de que expida nueva resolución con arreglo a ley; c)
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron. en los seguidos por doña
Aurora Ethel Ampudia Dávila y otros con la Universidad Nacional Hermilio
Valdizán sobre indemnización por daños y perjuicios. Interviene como
ponente el Juez Supremo Castañeda Serrano. SS. HUAMANI LLAMAS,
PONCE DE MIER, VINATEA MEDINA, CASTAÑEDA SERRANO, MIRANDA
MOLINA
1 Faúndez Ledesma, Héctor. "El Derecho a un Juicio Justo". En: Las garantías del debido proceso
(Materiales de Enseñanza). Lima: Instituto de Estudios Internacionales de la Pontificia
Universidad Católica del Perú y Embajada Real de los Países Bajos, p, 17.
C-824321-2

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