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Revista Argentina de Radiología

ISSN: 0048-7619
rar@sar.org.ar
Sociedad Argentina de Radiología
Argentina

Cabrini, Marcelo; Docampo, Jorge; Martínez, Manuel; Bruno, Claudio; Morales, Carlos
Evaluación por TC y RM de tumores orbitarios: Nuestra experiencia
Revista Argentina de Radiología, vol. 71, núm. 2, abril-junio, 2007, pp. 153-162
Sociedad Argentina de Radiología
Buenos Aires, Argentina

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=382538451003

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Neurorradiología

Evaluación por TC y RM de tumores orbitarios:


Nuestra experiencia
Marcelo Cabrini, Jorge Docampo, Manuel Martínez, Claudio Bruno, Carlos Morales

Resumen Abstract
Objetivos: Mostrar nuestra casuística de masas ocu- CT and MRI evaluation of orbital tumors.
pantes de órbita evaluadas por tomografía computada Our experience
(TC) y/o resonancia magnética (RM). Mencionar los Purpose: To show our experience in the evaluation of orbital
datos imagenológicos y epidemiológicos más relevan- masses on computed tomography (CT) and magnetic reso-
tes de las mismas obtenidos de la bibliografía, basado nance imaging (MRI). To describe their most important find-
en sus diagnósticos diferenciales. ings and epidemiological features found on literature review,
Material y métodos: En un período de 48 meses fueron related to their differential diagnosis.
evaluados 26 pacientes con tumores de órbita, 13 de Materials and methods: During a 48-months period of
sexo femenino y 13 de sexo masculino, con rango etario time, 26 patients (13 male, 13 female; age range, 3 to 75
entre 3 y 75 años. A 17 pacientes se les realizó RM, a 8, years) with orbital tumors were evaluated. Seventeen
TC, y a uno, ambos métodos. Los equipos utilizados patients underwent MR scans, 8 underwent CT scans, and
fueron: resonadores de 0.5 y 1.5 Tesla; tomógrafos axial one underwent both imaging methods. It was employed 0,5

2007
y helicoidal. and 1 Tesla MR scanners, and axial-helical CT scanners.
Resultados: Del total (n=26), 7 fueron tumores benig- Results: Benign lesions were found on 7 patients (cavernous
nos, 2 de comportamiento variable y 17 malignos. Los hemangioma [n=2], meningioma [n=1], epidermoid cyst
tumores benignos fueron: 2 hemangiomas cavernosos, 1 [n=1], dermoid cyst [n=1], lipoma [n=1], orbital vein defor-

Número 2
meningioma, 1 tumor epidermoide, 1 tumor dermoide, mity [n=1]). It was found lesions with undetermined behav-
1 lipoma y 1 varice oftálmica. Los tumores de evolución ior (optical nerve glioma [n=2]), and malignant ones were
e histología variable fueron: 2 gliomas de nervio óptico. found on 17 patients (metastatic lesions [n=5], non-
Los tumores malignos examinados resultaron: 5 metás- Hodgkin`s lymphoma [n=3], hemangiopericytoma [n=2],
tasis, 3 linfomas no Hodgkin, 2 hemangiopericitomas, 2 retinoblastoma [n=2], rhabdomyosarcoma [n=2], melanoma
retinoblastomas, 2 rabdomiosarcomas, 2 melanomas y 1 [n=1], and lacrimal adenocarcinoma [n=1]).

Volumen 71
carcinoma de glándula lagrimal. Dentro de los pacien- Conclusion: In our experience, 65.4% was malignant
tes con metástasis, el origen más frecuente fue la mama tumors (orbital metastasis was the most common; 19.2%).
(n=2); otros sitios incluyeron pulmón (n=1), útero (n=1) More than one-quarter was benign tumor, where cavernous
y neuroblastoma de origen indeterminado (n=1). hemangioma was the most frequent.
Conclusión: En nuestra experiencia, el 65.4% de los Key words: Orbital masses. CT. MRI. Orbit.
casos correspondió a tumores malignos, siendo más
frecuente el secundarismo (19.2%). El 26.9% correspon- RAR
dió a tumores benignos, siendo más frecuente el
hemangioma. Un tercer grupo (7.7%) está formado por
gliomas de nervio óptico, de histología y comporta-
miento indeterminados.
Palabras claves: Tumores orbitarios. TC. Resonancia
magnética. Órbita.

INTRODUCCIÓN por considerar que el lector puede recurrir a las men-


cionadas fuentes a fin de ampliar otros aspectos no
Este trabajo pretende centrarse en las patologías detallados en este trabajo.
orbitarias tumorales examinadas en nuestros centros
de diagnóstico y sus hallazgos imagenológicos carac-
terísticos, con principal enfoque en los diagnósticos MATERIAL Y MÉTODOS
diferenciales.
No se analizarán en profundidad las estructuras En un período de 48 meses fueron evaluados en
anatómicas, la clínica en general y los esquemas tera- nuestros centros 26 pacientes portadores de tumores
péuticos ni los métodos inherentes a la oftalmología, de órbita. Trece de ellos eran de sexo femenino y 13 de
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Fundación Científica del Sur. Hipólito Yrigoyen 8680 - Lomas de Recibido: Julio 2006; Aceptado: Febrero 2007
Zamora. Provincia de Buenos Aires. Tel.: 4-2921100. Received: July 2006; Accepted: February 2007
Correspondencia: Dr Marcelo Cabrini. E-mail: mfcarg@eresmas.com ©SAR-FAARDIT 2007
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Evaluación por TC y RM de tumores orbitarios

Tabla I: Total de pacientes examinados con tumores Tabla II: Total de pacientes examinados con tumores
benignos de órbita. malignos de órbita.

Tumores de órbita - Histología benigna Tumores de órbita

Patología Edad Sexo Patología Edad Sexo

Hemangioma cavernoso 34 Femenino Evolución e histología variable


Hemangioma cavernoso 27 Femenino Glioma de nervio óptico 8 Masculino
Tumor epidermoide 13 Femenino Glioma de nervio óptico 4 Femenino
Tumor dermoide 15 Femenino
Lipoma 16 Femenino Tumores malignos
Várices oftálmicas 26 Masculino Metástasis de cáncer de mama 38 Femenino
Meningioma 26 Masculino Metástasis de cáncer de mama 75 Femenino
Metástasis de cáncer de pulmón 62 Masculino
Metástasis de sarcoma uterino 43 Femenino
Metástasis de neuroblastoma 40 Masculino
sexo masculino, con un rango etario entre 3 y 75 años. Linfoma no Hodgkin 67 Masculino
Del total de la muestra, 9 individuos eran menores de Linfoma no Hodgkin 52 Masculino
15 años (inclusive). A 17 pacientes se les realizó reso- Linfoma no Hodgkin 40 Femenino
Retinoblastoma 7 Femenino
nancia magnética; a ocho, tomografía computada y, a
Retinoblastoma 3 Masculino
uno, ambos métodos. Rabdomiosarcoma 4 Masculino
Los protocolos de estudio de tomografía computa-
2007

Rabdomiosarcoma 3 Masculino
da se efectuaron en un tomógrafo axial y en uno heli- Hemangiopericitoma 28 Femenino
coidal, con iguales parámetros. Para estudios sin con- Hemangiopericitoma 15 Masculino
traste endovenoso, se obtuvieron imágenes en los pla- Melanoma 73 Masculino
Número 2

nos axial y coronal, de 2 mm de espesor de corte. La Melanoma 46 Femenino


Carcinoma adenoide quístico 54 Masculino
técnica utilizada fue 120 kV, 200 mAs, FOV 240 mm, (glándula lacrimal)
pitch 1:1, con algoritmo de reconstrucción para partes
blandas (smooth).
Los estudios con contraste iodado endovenoso
fueron realizados con similares parámetros. Se obtu- Los tumores benignos fueron: hemangioma caver-
Volumen 71

vieron imágenes en el plano axial pre-contraste y en noso (n=2), meningioma (n=1), tumor epidermoide
los planos axial y coronal poscontraste. Se utilizó una (n=1), tumor dermoide (n=1), lipoma (n=1) y várice
inyección de 50 ml de contraste endovenoso en bolo, oftálmica (n=1) (Tabla 1).
con un flujo de 2.5 ml/seg y un retardo de 28 segun- Los tumores de evolución e histología variable
dos (scan delay). fueron dos gliomas de nervio óptico. Los tumores
Los equipos utilizados para los estudios de reso- malignos examinados incluyeron: metástasis (n=5),
RAR

nancia magnética fueron de 0.5 y 1.5 Tesla. En el de linfoma no Hodgkin (n=3), hemangiopericitoma
0.5T se realizaron secuencias axiales FSE T1 y STIR (n=2), retinoblastoma (n=2), rabdomiosarcoma (n=2),
(thickness [TK]: 3 mm / GAP: 0.5 mm), coronales FSE melanoma (n=2) y carcinoma de glándula lagrimal
T1 y STIR (TK: 3 mm / GAP: 0.5 mm). En los exáme- (n=1). En el grupo de pacientes con metástasis, el sitio
nes con contraste paramagnético, se adicionaron de origen más frecuente fue la mama (n=2); otros fue-
secuencias FSE T1 en los 3 planos poscontraste. ron: pulmón (n=1), útero (n=1) y neuroblastoma de
En el resonador de alto campo (1.5T) se hicieron origen indeterminado (n=1) (Tabla 2).
secuencias axiales (TK: 3 mm / GAP: 0.5 mm) FSE T1 En este trabajo se mostrarán y describirán los
fat-sat y STIR, coronales (TK: 3 mm / GAP: 0.5 mm) casos más significativos observados en nuestra expe-
FSE T1 fat-sat y STIR y sagital STIR (TK: 3 mm / GAP: riencia: primero se detallarán los tumores benignos;
0 mm). En los estudios con contraste paramagnético, posteriormente, los tumores de comportamiento
se usaron las siguientes secuencias: FSE T1 fat-sat en variable y, por último, los malignos.
los planos axial y coronal luego de la administración
de gadolinio endovenoso (10 ml en bolo).
En algunos casos, se utilizaron adicionalmente TUMORES BENIGNOS
secuencias FSE T2.
Hemangioma cavernoso
Los tres tumores vasculares más comunes de la
RESULTADOS órbita son el hemangioma cavernoso -tipo adulto y
pediátrico- y el linfangioma.
En un período de 48 meses fueron evaluados 26 El hemangioma cavernoso es un tumor benigno
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pacientes con tumor de órbita: 7 benignos, 2 de com- que se incluye dentro de las cinco neoplasias orbita-
portamiento variable y 17 malignos. rias más frecuentes; es la tercera tumoración retrobul-
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Marcelo Cabrini et al.

a b

Fig.1. RM de hemangioma cavernoso en órbita izquierda. Imagen ovoidea heterogénea en SE T1, intraconal (a), la cual luego de la administración
de contraste paramagnético presenta realce significativo en fat-sat SE T1 (b).
a b

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Número 2
Fig. 2. RM de quiste epider-
moide. Imagen infraocular
ovoidea localizada en órbita
izquierda (flecha) hiperin-
tensa en STIR (a) e hipoin-
tensa en fat-sat SE T1 (b).

Volumen 71
bar más común (sigue al pseudotumor inflamatorio y tomografía computada se visualiza una lesión hipo-
al linfoma) (1). Está formado por múltiples canales vas- densa, que no refuerza con contraste iodado, bien cir-
culares y es de aspecto ovoide o redondeado (2). Suele cunscripta y con bordes lisos; es infrecuente la presen-
ser intraconal y, dado su componente vascular, puede cia de calcificaciones en su interior. En resonancia
presentar áreas de trombosis. magnética, presenta baja intensidad de señal en RAR
En tomografía computada, se visualiza como una secuencias T1 y alta en secuencias potenciadas para
masa de alta densidad que presenta un importante T2, FLAIR y en secuencias de difusión. En forma infre-
realce homogéneo o heterogéneo luego de la adminis- cuente puede observarse un fino realce capsular (3).
tración de contraste iodado. Los cortes sin contraste En el presente trabajo se presenta un caso de un
pueden demostrar la presencia de flebolitos calcifica- quiste epidermoide en órbita izquierda de localiza-
dos, un hallazgo casi patognomónico de hemangioma ción infraocular (Fig. 2).
cavernoso (1).
En resonancia magnética, aparece como una masa Quiste dermoide
hipointensa con respecto al músculo en T1 e hiperin- El quiste dermoide constituye la lesión congénita
tensa en T2. Se identifican pequeñas imágenes de vacío más frecuente de la órbita y aparece generalmente
de señal por artefacto de flujo en las porciones sólidas antes de los 10 años de vida (1).
del tumor (3). Asimismo, estas lesiones sangran y se En tomografía computada se evidencia una lesión
trombosan frecuentemente, por lo que pueden presen- hipodensa que no refuerza luego de la administración
tarse con intensidad de señal alta en secuencias T1(1). Al de contraste iodado y circunscripta. Es frecuente iden-
igual que en tomografía computada, en secuencias T1 tificar pequeñas imágenes cálcicas en su interior, hecho
posgadolinio se observa un realce intenso. que permite diferenciarla del quiste epidermoide (3).
Como modo de ejemplo, mostramos imágenes de En resonancia magnética, suelen identificarse
una paciente de 27 años de edad que consultó por prop- niveles grasa-líquido, un hallazgo patognomónico. Se
tosis izquierda y sensación pulsátil retroocular (Fig.1). presenta con baja intensidad de señal en secuencias
potenciadas en T1 e hiperintenso en secuencias T2 y
Quiste epidermoide FLAIR. Sin embargo, si el contenido graso es elevado,
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El quiste epidermoide es una lesión redondeada mostrará alta intensidad de señal en secuencias T1 y
de contenido líquido sin grasa en su interior (1). En T2, con saturación en secuencias fat-sat o STIR (Fig.3).
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Evaluación por TC y RM de tumores orbitarios

a b

Fig. 3. RM de quiste der-


moide de una paciente de
15 años de edad. Imagen
redondeada hiperintensa en
FSE T1 que ocupa la región
antero-interna de la órbita
derecha (a) y suprime par-
cialmente en STIR (b).

a b
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Número 2

Fig. 4. RM de meningioma intraconal en órbita izquierda de un paciente de sexo masculino de 26 años de edad que rodea al nervio óptico y se
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extiende a endocráneo a través de la hendidura esfenoidal. Imagen intraconal hipointensa en fat-sat SE T1 (a) que presenta realce significativo luego
de la administración de contraste paramagnético (b). También se identifica un meningioma selar con lateralización a derecha (flecha, (b)).

De forma característica, no se evidencia realce signifi- origen congénito, que causan exoftalmos intermitente
cativo en secuencias T1 posgadolinio (3). y que representan la causa más común de hemorragia
orbitaria espontánea (3). En tomografía computada -con
RAR

Meningioma el paciente en reposo- puede no identificarse o mani-


El meningioma representa el 5% de los tumores festarse como una pequeña densidad lobulada o lineal
orbitarios primarios en el adulto. Este tipo de tumor sin o con calcificaciones en su interior. En cortes obte-
se origina en la aracnoides intraorbital o intracanali- nidos con maniobra de Valsalva se evidencia un
cular del nervio óptico (1). aumento del tamaño de la lesión (2). La resonancia mag-
En tomografía computada frecuentemente se nética revela una lesión hiperintensa en secuencias
observa un aumento fusiforme del calibre del nervio potenciadas en T1, T2 y densidad protónica, con realce
óptico, el cual habitualmente presenta calcificaciones significativo en secuencias posgadolinio (Fig.5) (3). Sin
(1)
. Luego de la administración de contraste iodado, se embargo, utilizando secuencias T1 sin contraste, este
identifica fuerte realce en “vías de tren”, lo que permi- método confirma el diagnóstico al demostrar ausencia
te su diferenciación con el glioma de nervio óptico. de señal en el interior de las venas dilatadas (4).
Asimismo, en las imágenes suele observarse invasión Las várices orbitarias pueden trombosarse espon-
de la vaina de la duramadre, lo que determina otra táneamente, apareciendo como una masa constante
diferencia en relación con el glioma (4). Este tipo de con intensidad de señal intermedia/alta en secuencias
refuerzo, ya sea en tomografía computada o en reso- T1 e hipointensa en secuencias potenciadas para T2 (1).
nancia magnética, no es específico del meningioma.
El aspecto en resonancia magnética es variable.
Suelen ser isointensos con respecto al nervio y al mús- TUMORES DE COMPORTAMIENTO VARIABLE
culo en secuencias T1 y T2. Las secuencias fat-sat T1
representan la técnica de mayor sensibilidad (Fig. 4) (1). Glioma del nervio óptico
Es el tumor de nervio óptico más frecuente en
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Várices oftálmicas niños (44,6%). Su índice de recidiva es muy elevado


Son lesiones orbitarias vasculares frecuentes, de (cercano al 100%) y predomina en el sexo femenino. La
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edad promedio de aparición es a los 5 años de vida (5). TUMORES MALIGNOS


En un 75% de los casos aparece antes de los 10 años y
en un 90%, en menores de 20 años (4). Retinoblastoma
Histológicamente, son astrocitomas de bajo grado Es el tumor intraocular más frecuente de la infan-
y pueden estar asociados a neurofibromatosis tipo 1(1). cia (8); la edad de aparición promedio es a los 2 años de
En estos casos, en 15–40% de los pacientes suelen ser edad (9). En un trabajo publicado recientemente, el
multifocales y bilaterales, constituyendo esto la prin- rango etario varió entre 5 meses y 6 años, no registrán-
cipal característica de esta variedad de facomatosis (6). dose en personas mayores (5).
La tomografía computada permite identificar un En tomografía computada, se reconoce como una
importante engrosamiento del complejo nervio-vaina masa de densidad alta (Fig.7), con áreas conglomera-
óptico, el que también capta contraste iodado en das de calcificaciones que afectan a la retina. Luego de
forma marcada. la administración de contraste endovenoso, se visuali-
En resonancia magnética, las lesiones tumorales za un ligero realce. En forma característica, hay derra-
son isointensas en ambas secuencias (Fig. 6) (1); sin me subretiniano denso, el que debe ser establecido
embargo, cuando hay extensión tumoral al quiasma y luego del contraste iodado; su presencia es casi patog-
tracto retroquiasmático, las lesiones aparecen hiperin- nomónica en niños menores de 3 años (9).
tensas en secuencias potenciadas para T2. El realce En resonancia magnética, la apariencia del retino-
posgadolinio es homogéneo e intenso en secuencias blastoma es bastante característica, siendo levemente
T1 fat-sat, pero, en ocasiones, puede observarse una hipointenso en secuencias potenciadas en T1 y muy
porción central que no muestra realce (7).

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a b

Número 2
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Fig. 5. RM de várice oftál-
mica en órbita derecha de
paciente de sexo masculino
de 26 años de edad.
Imagen intraconal que
desplaza a medial al nervio
óptico y provoca proptosis; RAR
en secuencia FSE T2 es
hiperintensa (a) e iso/hipe-
rintensa en FSE T1 (b).

Fig. 6. RM de glioma de ambos nervios ópticos de un paciente de sexo


masculino de 8 años de edad con antecedentes de neurofibromatosis tipo
1. Se identifica engrosamiento de ambos nervios ópticos los cuales son
isointensos en secuencia STIR.
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Fig. 7. TC de retinoblastoma de paciente de sexo femenino de 7 años de


edad. El ojo izquierdo se encuentra ocupado por una imagen sólida leve-
mente hiperdensa.
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Evaluación por TC y RM de tumores orbitarios

a b

Fig. 8. RM de retinoblas-
toma ocular bilateral de
paciente de sexo masculino
de 3 años de edad. En fat-
sat SE T1 muestra una
marcada hiperintensidad
de señal (a) e hipo-isoin-
tensidad en FSE T2 (b).
Su heterogeneidad tam-
bién se debe al contenido
hemático asociado.

extraocular como origen de las lesiones oculares.


La edad promedio de aparición de esta afección es
55 años. Tiene claro predominio en el sexo masculino
2007

y en la raza blanca. Con frecuencia son lesiones unila-


terales (14).
En tomografía computada, se identifica una masa
Número 2

focal, de aspecto polipoide, plana o en semiluna, hiper-


densa, que afecta al humor vítreo (Fig. 9). Presenta una
ligera captación de contraste. La presencia de calcifica-
ciones es infrecuente en este tipo de tumor (4).
El estudio por resonancia magnética muestra una
masa en placa coroidal, de localización yuxtapapilar,
Volumen 71

que típicamente no presenta extensión transescleral o


infiltración del nervio óptico.
Fig. 9. TC de melanoma intraocular izquierdo de paciente de sexo mas- La melanina, al ser paramagnética, origina una
culino de 73 años de edad. Se identifica una imagen densa cóncava loca- señal hiperintensa en T1 respecto al humor vítreo e
lizada en la pared ocular (flecha). hipointensa en imágenes potenciadas para T2. Esta
característica no es específica, ya que -como se señala-
RAR

hipointenso en secuencias potenciadas para T2, siem- ra con anterioridad- el retinoblastoma y las metástasis
pre en comparación con el humor vítreo (Fig. 8) (10). hemorrágicas o mucinosas pueden simularlo (15).
Asimismo, el realce poscontraste es variable. En A pesar de lo mencionado precedentemente, no es
secuencias adquiridas inmediatamente luego de la posible llegar al diagnóstico de certeza empleando
administración del bolo de gadolinio, el realce normal métodos no invasivos.
del globo ocular implica un refuerzo leve de la coroi-
des y del cuerpo ciliar, más imperceptible en el iris, y Rabdomiosarcoma
baja intensidad de señal poscontraste del segmento Es el tumor orbitario extraocular primario maligno
anterior (11). Este método permite identificar pequeños más frecuente en la infancia. Asimismo, es el sarcoma
exudados o hemorragias que se forman alrededor de de partes blandas más habitual en la población pediátri-
la retina. Este hallazgo es visualizado como un área de ca, con una edad promedio de presentación de 8 años (16)
alta intensidad de señal tanto en imágenes potencia- y un índice de recidiva superior al 80% a los 5 años (17).
das para T1 como para T2. Este tumor se origina en los tejidos blandos orbita-
En materia de diagnóstico histológico, las puncio- rios y no en los músculos extraoculares. Su localiza-
nes con aguja fina representan un alto riesgo de siem- ción típica es el ángulo superomedial de la órbita (4).
bra a través del sitio de punción, por lo que este tipo de En tomografía computada con contraste iodado se
tumor es uno de los pocos casos en el cual el tratamien- visualiza una masa homogénea isodensa, que realza
to se efectúa sin confirmación histológica previa (12). intensa y homogéneamente e infiltra la grasa retrobul-
bar y los planos musculares y/o la superficie posterior
Melanoma del globo ocular (4).
Es el tumor ocular maligno más frecuente en La resonancia magnética con gadolinio está indi-
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mayores de 15 años (42,6%) (13). Cabe señalar que en cada para objetivar la extensión hacia el espacio sub-
todos los casos debe excluirse un foco primario aracnoideo o epidural, lo que constituye un signo de
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a b

Fig. 10. RM de rabdomio-


sarcoma de órbita izquier-
da de un paciente de sexo
masculino de 4 años de
edad. Se identifica una
imagen isointensa con el
músculo en secuencia SE
T1 que compromete al
músculo recto interno y se
extiende a la grasa intraco-
nal (a). Presenta realce sig-
nificativo posgadolinio (b).

a b

Fig. 11. TC de linfoma


orbitario. Paciente de sexo
femenino, de 50 años, que

2007
presenta una imagen leve-
mente hiperdensa que
rodea al globo ocular dere-
cho (a). Paciente de sexo

Número 2
masculino de 52 años, con
compromiso de los muscu-
lares extrínsecos, los que
se encuentran engrosados,
principalmente el recto
inferior (b).

Volumen 71
mal pronóstico. Empleando esta técnica, se observa intensidad variable (2).
una masa isointensa en secuencias potenciadas en T1, El principal problema diagnóstico se plantea en la
de señal variable en densidad protónica e hiperinten- diferenciación imagenológica entre esta entidad y el
sa en secuencias potenciadas en T2. En secuencias pseudotumor inflamatorio (hiperplasia linfoide). En
potenciadas en T1 fat-sat posgadolinio se observa un muchos casos, ambas entidades pueden ser idénticas
realce periférico “en anillo” que denota una lesión tanto en secuencias T1 como T2 (4). RAR
vascularizada (Fig.10) (16).

Linfoma Tumores de glándulas lacrimales


Los linfomas orbitarios son tumores sólidos com- La mitad de las masas primarias de glándulas
puestos por células B; los tumores linfoides represen- lacrimales son tumores (benignos o malignos) de ori-
tan el 10-15% de las masas orbitarias. De todos los gen epitelial. De estos, el 50% son tumores mixtos
casos de linfoma orbitario, el 75% tiene o tendrá linfo- benignos, mientras que la otra mitad corresponde a
ma sistémico (18). los carcinomas (1).
Esta afección orbitaria se observa con mayor inci- Los tumores mixtos benignos son más frecuentes
dencia en la edad media (2). entre los 30 y 60 años. En tomografía computada se
El linfoma puede afectar cualquier tejido orbitario, visualiza una masa de densidad de partes blandas que
comprometiendo los planos musculares y el espacio expande la fosa lacrimal sin producir invasión ósea.
graso orbitario (Fig. 11). Sin embargo, el sitio de afec- En el 50% de los casos presenta refuerzo variable (4).
ción más frecuente son las glándulas lacrimales (véase El carcinoma adenoide quístico es el tumor epite-
“Tumores de glándulas lacrimales”) (4). lial maligno más frecuente y le sigue el adenoma ple-
En tomografía computada, la masa linfomatosa es omorfo. Los tumores malignos se observan en adul-
iso / ligeramente hiperdensa, homogénea, presentan- tos; tienen tendencia a invadir el cono muscular y a
do un discreto realce luego de la administración de destruir los bordes de la pared orbitaria (3).
contraste iodado (2). El aspecto imagenológico de la lesión está relacio-
En resonancia magnética, suele identificarse una nado con la histología tumoral. Se considera que los
masa de intensidad de señal intermedia en T1 que tumores benignos tienen un contorno liso y encapsu-
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presenta un refuerzo moderado en secuencias posga- lado, mientras que las neoplasias primarias muestran
dolinio (3). En secuencias potenciadas para T2 tiene signos de infiltración a estructuras blandas (Fig.12).
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Evaluación por TC y RM de tumores orbitarios

a b

Fig. 12. TC de adenocarci-


noma de glándula lacrimal
en un paciente de sexo mas-
culino de 54 años. Se visua-
liza un aumento de tamaño
de la glándula lacrimal
izquierda, lo que provoca
impronta sobre los músculos
rectos superior y externo,
infiltrando a este último.

La presencia de erosión ósea no es un signo fiable de Metástasis


malignidad, ya que diversos tumores benignos pue- Las metástasis que afectan la región orbitaria sue-
den producir afección ósea similar a la observada en len ser causadas por neoplasia mamaria en mujeres y
neoplasias lacrimales primarias (3). cáncer de pulmón, riñón o próstata en hombres. En los
niños, las metástasis proceden del neuroblastoma, sar-
2007

Hemangiopericitoma coma de Ewing y tumor de Wilms (3). El aspecto ima-


Es un tumor vascular infrecuente, que en el 50% genológico de las metástasis es variable y depende
de los casos es maligno, con alto índice de recidiva principalmente del tipo de neoplasia primaria y loca-
posquirúrgica (3). lización de la misma (Fig. 14).
Número 2

En tomografía computada se observa una masa de


densidad de partes blandas, de bordes poco definidos,
hecho que denota su tendencia a infiltrar tejidos adya- DISCUSIÓN
centes. Típicamente presenta un refuerzo muy marca-
do con contraste endovenoso. Dentro del grupo de pacientes menores de 15
Volumen 71

La resonancia magnética -como la tomografía años, inclusive, (n=9), los tumores malignos más fre-
computada- no permite realizar un diagnóstico dife- cuentes incluyeron el retinoblastoma y el rabdomio-
rencial con otras lesiones vascularizadas, como el sarcoma.
hemangioma cavernoso, el meningioma, etc. (3). En Asimismo, el glioma de nervio óptico bilateral
secuencias T1 se evidencia una intensidad de señal -que en niños suele tener un comportamiento histoló-
igual a la del músculo, visualizándose un realce mar- gico benigno- constituye un hallazgo característico de
cado con contraste paramagnético; en secuencias pon- neurofibromatosis tipo 1, el que típicamente se mani-
RAR

deradas en T2, al igual que el hemangioma, suele ser fiesta a corta edad.
una masa hiperintensa (Fig.13) (2). En personas mayores, es claro el aumento de
extensión de diversas neoplasias hacia la órbita, cons-
tituyendo las metástasis la patología maligna orbitaria
más habitual.
Tabla III: Tumores orbitarios primarios. Adaptado de
Lee SB et al. (13)

Tumores primarios de órbita - Histopatología Tabla IV: Metástasis a la región orbitaria. Adaptado de
Fahmy P et al. (19)
Patología n %
Distribución de origen de metástasis
Pacientes < 15 años (n=69)
Retinoblastoma 66 95.7 Sitio primario (n=76) Hombres Mujeres
Rabdomiosarcoma 2 2.9
Otros 1 1.4 Mama 0 29
Pulmón 14 4
Paciente > 15 años (n=54) Melanoma 7 4
Melanoma 23 42.6 Otros 11 7
Carcinoma de células escamosas 14 25.9 (estómago, colon, riñon, vejiga,
Linfoma 9 16.7 páncreas, próstata, glándulas
Carcinoma adenoide quístico 2 3.7 suprarrenal y tiroides,
Carcinoma de origen indeterminado 1 1.85 origen desconocido)
Página 160

Adenocarcinoma 1 1.85
Otros 3 5.55 Totales 32 44
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Marcelo Cabrini et al.

a b c

Fig. 13. RM de hemangiopericitoma en un paciente de 15 años de edad de sexo masculino. Se identifica un tumor sólido-quístico, heterogéneo, hiperinten-
so en FSE T2 (a), hipointenso en SE T1 (b), cuyo componente sólido realza poscontraste (c), ocupando el espacio retroorbitario y provocando proptosis.

a b c

2007
Número 2
Fig.14. TC de metástasis de cáncer de pulmón en un paciente de 62 años, de sexo masculino. Se visualiza una imagen de densidad de partes blan-
das, intraconal, que compromete los músculos rectos externo y superior de la órbita derecha (a y b). TC de tórax de alta resolución donde se iden-
tifica una masa pulmonar a nivel del lóbulo superior derecho (c).

En el estudio de la patología orbitaria tumoral es aproximación diagnóstica más fiable y, particularmen-

Volumen 71
muy útil el empleo de secuencias fat-sat T1 y T2, ya que te, constituyen una herramienta fundamental en la
ellas permiten obtener un mejor contraste entre la lesión valoración de la localización y la extensión de los pro-
y la grasa (intra o extraconal) adyacente a la misma y cesos tumorales hacia las estructuras vecinas.
visualizar con mayor precisión el comportamiento de la Asimismo, el empleo de secuencias específicas
afección tumoral con contraste endovenoso. (por ejemplo, fat-sat) en resonancia magnética, como
Asimismo, hay ciertos tumores que presentan el estudio con administración de contraste endoveno-
componentes espontáneamente hiperintensos en T1 so, permiten una valoración más precisa de los com- RAR
(restos hemáticos, tejido graso, componente cálcico, ponentes tumorales (grasa, partes blandas, áreas quís-
alto contenido proteico) y con estas secuencias se ticas) y entre estos y los tejidos normales adyacentes.
logra una mejor diferenciación entre los mismos.
Si bien este estudio no pretende demostrar datos Bibliografía
estadísticos comparativos, particularmente por la
limitada casuística expuesta, se describen los hallaz- 1. Mafee MF, Atlas SW, Galetta SL. Ojo, órbita y sistema visual.
gos epidemiológicos del trabajo efectuado en 2000 por En: Altas SW, eds. RM de cabeza y columna. Madrid:
Marbán, 2004; 1433-1524.
Lee SB et al. (13) (Tabla 3) sobre tumores orbitarios pri-
2. Rothfus WE. Masas orbitarias. En: Latchaw RE, eds.
marios y del trabajo de Frahmy P et al. (19), de 2003,
Diagnóstico por imagen en Resonancia Magnética y
sobre metástasis hacia la región orbitaria (Tabla 4). Tomografía Computarizada de cabeza, cuello y columna. 2º
ed. Barcelona: Mosby, 1992; 845-873.
3. Mafee MF. Órbita: embriología, anatomía y patología. En:
CONCLUSIÓN Som PM, Curtin HD, eds. Radiología de cabeza y cuello. 4º
ed. Madrid: Elsevier, 2004; 529-654.
En nuestra experiencia, el 65.4% de los casos corres- 4. Bilaniuk LT, Atlas SW, Zimmerman RA. La órbita. En: Lee
pondió a tumores malignos, siendo más frecuente el SH, Rao KCVG, Zimmerman RA, eds. RM y TC craneal. 3º
secundarismo (19.2%), y el 26.9%, a tumores benignos, ed. Madrid: Marbán, 1994; 119-192.
5. Lindegaard J, Heegaard S, Prause JU. Histopathologically
con el hemangioma como el más habitual. Un tercer
verified non-vascular optic nerve lesions in Denmark 1940-
grupo (7.7%) lo forman los gliomas de nervio óptico, de
99. Acta Ophthalmol Scand 2002; 80:32-37.
histología y comportamiento indeterminados. 6. Castillo M. Síndromes neurocutáneos. En: Castillo M, eds.
Tanto la TC como la RM permiten efectuar una
Página 161

Neurorradiología. 1º ed. Buenos Aires: Journal, 2004; 41-58.


RAR 2-2007 6/8/07 9:27 AM Page 162

Evaluación por TC y RM de tumores orbitarios

7. Pungavkar SA, Lawande MA, Patkar DP, Agrawaland NV, 13. Lee SB, Au Eong KG, Saw SM, Chan TK, Lee HP. Eye cancer
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