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Presentación
El presente trabajo de Frithjof Schuon fue publicado como la Introducción del libro LA
PIPA SAGRADA de Hehaka Sapa (Alce Negro) (transcripto por Joseph Epes Brown), U.
of Oklahoma Press, 1953. Las ediciones españolas actuales suelen omitir esta Introducción
a la obra de Sapa, o lo venden como separata para conseguir mayor lucro,
descontextualizándolo.
Sobre el tema de la Tradición Aborigen el Sr. Schuon ha ido más allá que René Guénon.
Si bien ambos tienen limitaciones sobre este punto, puesto que nunca se pudieron apartar
totalmente de su manera occidental de pensar -hecho que se evidencia en sus escritos-, no
obstante sus obras son de gran valor para las cuestiones hierológicas.
Otro error bastante más grave es el que comete en su artículo "Las piedras del Rayo"
cuando dice:
"La verdad es que "las piedras del rayo" no son sino las hachas de sílex prehistóricas,
así como el "huevo de serpiente", símbolo druídico del "Huevo del Mundo", no es otra
cosa, en cuanto a su figuración material, que el erizo de mar fósil......El hacha de piedra
es la piedra que rompe y hiende, y por eso representa el rayo..."
Guénon conocía muy bien algunas cuestiones, pero en otros casos particulares ignoraba lo
que cualquier campesino francés conoce tan bien como cualquier aborigen: las piedras del
rayo NO son hachas prehistóricas, sino un producto de la naturaleza.
La piedra del Rayo, Toki kurá (en idioma mapuche), es una creación divina y no un
invento humano.
La afirmación guenoniana "la piedra que rompe y hiende" aquí nada tiene que ver, la
piedra del rayo no solo representa al rayo, sino que ES el poder "coagulado" o
"condensado" del mismo rayo, este es un asunto que los Mapuche conocemos demasiado
bien, y está profundamente ligado al concepto del que Ud. me pregunta sobre F'ta Chao
como Pillan y naturalmente al Pillantoki.
Como podrá apreciar Guénon siguió en este punto el error sustentado por los arqueólogos
occidentales quienes catalogan las piedras del rayo como factura neolítica, en vez de seguir
el saber Tradicional que no las considera tales.
Respecto al "huevo de serpiente" trataré de explicárselo lo más simple posible. Existe un
fenómeno muy especial y bastante raro: en el campo o el bosque, bien de mañana, Ud. se
puede encontrar de repente con un montón de culebras entrelazadas que conforman una
especie de bola. Pero salido del asombro se percatará que no son "serpientes" apareándose,
como a primer vista pudiera haber creído, sino algo así como un conjunto de haces de luz
"espesos", plateados o brillantes, entrelazándose (disculpe mi falta de vocabulario para
precisar este fenómeno inusitado), estando dotado todo el conjunto de cierto movimiento,
pero sin trasladarse del sitio en que se halla.
Esta piedra era lo que los druidas llamaban Glain Naddair y afirmaban con total acierto
que era engendrada por una bola de serpientes entrelazadas copulando en la víspera de la
noche del solsticio de verano, reputada con virtudes protectoras y salutíferas. Concordancia
plena con la Tradición Mapuche. Confundir este objeto con un "erizo fósil" como lo hace
Guénon o con un "cuerno de ciervo quemado" como Benito Feijoo (Teatro Crítico
Universal), evidencia a todas luces que estos autores no conocían la realidad de este asunto,
pero los druidas y los mapuche: sí.
Me preguntará ¿qué relación tiene esa piedra o "huevo" con las "serpientes"?. Le diré
simplemente que ambas son una misma cosa: el montón de "culebras" es el aspecto no-
ordinario del fenómeno, en tanto que la piedra o "huevo" es el aspecto ordinario. La virtud
de la operación fué cambiar la percepción del operador de un estado "no-ordinario" de
consciencia a otro "ordinario".
Tomar este "objeto de poder" por un simple fósil, como hace Guénon, es otro resabio en
su pensamiento de la cosmovisión occidental; cosmovisión que pretende reducir todas las
cosas a su faceta material, negando aquellos otros aspectos que la trascienden.
Schuon estableció estrechos vínculos con miembros de la Nación Sioux, compartió ritos y
bendiciones pudiendo así tener acceso a un conocimiento más veraz respecto a la Tradición
aborigen que el que pudiera alcanzar Guénon por medio de la simple lectura.
Debemos a la feliz iniciativa del Sr. Schuon que Joseph Epes Brown, casi veinte años
después que el señor John G. Neihardt salvaguardara gran parte del saber espiritual de
Hehaka Sapa transcribiéndolo en el libro La Pipa Sagrada.
El nombre de nuestro rito, Truftrufn, es la onomatopeya del sonido que produce el agua
al tomar contacto con las piedras candentes: "trufffffffffffff, trufffffffffffff" (la "n" es
verbalizadora, queriendo significar "hacer truf-truf" o mejor "truf-trufear"). En esa misma
agua los sioux colocan prácticamente las mismas plantas (lawen) que nosotros, por
ejemplo: la salvia.
Otro de estos fundamentos es que el uso de artefactos para fumar no se extiende en forma
homogénea a lo largo del continente americano, sino que sólo existe en determinados
nichos o "islas" culturales, siendo la mayoría de los pueblos usuarios de cigarros, atados o
tubos para fumar. El uso de la pipa sería en cambio mucho más restringido. Dos de estas
"islas" serían las llanuras norteamericanas y el territorio mapuche, existiendo un gigantesco
hiato que abarcaría desde la región incaica hasta Centroamérica. Más curioso aún es la
concordancia tipológica entre las pipas mapuche (kütra) y las sioux.
Es bien sabido que las pipas con cánula o cañón de madera son muy posteriores a las que
carecen de ella. Las chan'non pa (pipas sioux) son de tipo moderno, las pipas sagradas
mapuche son de tipo antiguo.
La Nicotiana tabacum L. NO es una planta silvestre, sino que es una especie cultígena e
híbrida que proviene de la Nicotiana tomentosum, planta silvestre de las yungas de Perú y
Bolivia , y de la Nicotiana silvestris, que crece en Salta (Argentina). La hibridización de
ellas ocurrió en el antiguo territorio de los Likan-antai, o atacameños, territorio intermedio
entre las áreas de propagación de las dos especies silvestres.
Si quiere encontrar más semejanzas peculiares observe los tipi sioux y las ruka de cuero
mapuche-pewenche, la katan ruka...
De aquí deriva el verbo pitar, por "fumar", vulgarizado en América, y de allí el "pitillo"
español. Aunque he oído a algunos querer derivar el pitillo de "pito".
Un camino semejante tuvo nuestra palabra pulku (bebida alcohólica que resulta de cierta
fermentación natural), llega hasta Norteamérica convertida en pulke.
Piedra del rayo: El pedernal se uso desde tiempos remotos para protegerse del rayo.