Está en la página 1de 89

Facultad de Psicología

LA TEORÍA DEL APEGO:


Fundamentos y articulaciones de un modelo integrador

Memoria de Grado presentada para obtener el título de


Licenciado en Psicología por:
María Carolina Eyras Elias

Tutora: Prof./ Psicóloga Delfina Miller

Marzo, 2007
Montevideo, Uruguay
Agradecimientos

A mi familia, simplemente por estar, más allá de las distancias geográficas.

A mi madre y a mi padre, por el amoroso aliento y generosidad.

A las amigas y colegas que me acompañaron en este proceso; Gianella y Ana María, por

darme ánimo, apoyo y soportar mis devaneos cuando pensaba que nunca terminaría este

trabajo.

A Delfina, mi tutora, por su sentido pragmático y paciencia, por sus aportes concretos y

certeros.

A Fernando, por haberme traído material desde España, cuando se encontraba viviendo

allí.

A Gabriel, quien tradujo valiosos artículos de investigación, por su profesional

dedicación y esmero.
A Mario Marrone, psiquiatra argentino radicado en Londres, por haber contestado cada

uno de mis e-mails, por su generosidad a la hora de compartir información de primera

mano acerca de la teoría del apego.

A Manuel Esbert, psicólogo editor de Psimática, por sus contactos y solidaridad.

Al personal de biblioteca de Appia y Audepp, por su amabilidad y paciencia.

Al personal de biblioteca de la Ucudal, por la misma razón.

A todas las personas y organizaciones que directa o indirectamente colaboraron para que

este proyecto, sea.


Resumen

Esta tesis de compilación bibliográfica pretende dar a conocer una visión integradora de
la teoría del apego.

Con ese objetivo, abordaremos sus generalidades e ideas fundamentales; introduciremos el


tema haciendo una perspectiva histórica donde veremos los métodos y procedimientos que
se utilizaron en el desarrollo y evolución de la teoría, basándonos fundamentalmente en la
obra de Bowlby y Ainsworth, sus pioneros.

Luego definiremos los conceptos básicos de la misma e incluiremos brevemente los aportes
de otros enfoques de los que la teoría del apego se ha nutrido y complementado: la
psicología cognitiva ,y procesamiento de la información, la etología, el psicoanálisis.
Daremos cuenta así, del carácter interrelacional de la perspectiva de apego, considerando
la complejidad que implica, y desarrollando como corolario de ello el concepto de modelos
operativos internos, uno de los conceptos claves en el desarrollo de la teoría.
A la vez, informaremos acerca de algunas investigaciones contemporáneas relevantes,
viendo de esta manera el diálogo existente entre lo teórico-clínico y la investigación, lo que
hace que el modelo cobre relevancia desde el punto de vista científico.
Veremos también los vínculos entre el modelo de apego y el psicoanálisis. Finalmente,
reflexionaremos acerca de la actualidad y prospectiva de la teoría del apego.
Abstract

This thesis is a bibliographic compilation that aims to provide an integrative overview of


the Attachment Theory.
Following this objective, we review the generalities and fundamental ideas in this theory.
We introduce the subject by means of a historical perspective, following the pioneer work
of Bowlby and Ainsworth, where we explain the methods used during the origin and
development of the theory.
Later on in the text, we define the basic concepts of the Attachment Theory, and we
comment on different methodologies from which it has benefited: Cognitive Theory and
Information Processing, Ethology, and Psychoanalysis.
Moreover, we explain the relational aspects of attachment, taking into account the implied
complexity, arriving at the concept of internal working models, one of the key concepts in
the development of the theory.
We also report on recent relevant work, which shows the existing dialogue between
research and clinical applications, making the model relevant from the scientific point of
view.
Additonally, we review the links between the attachment model and psychoanalysis.
Finally, we consider the current state and possible future directions of the Attachment
Theory.
INDICE

CAPITULO I: EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA TEORÍA DEL APEGO

1. Antecedentes y Orígenes…………………………………………………….. 1
1.1. Bowlby…………………………………………………………………… 1
1.2. Ainsworth………………………………………………………………… 9

2. Desarrollo de la Teoría delApego…………………………………………… 13


2.1. Gestación y evolución de la Teoría………………………………………. 13
2.2. Desarrollo del pensamiento bowlbiano…………………………………... 14
2.3. Metodología de trabajo…………………………………………………... 16
2.4. Psicoanálisis como modelo referencial…………………………………... 17
2.5. Modelo Observacional…………………………………………………… 18
2.6. Críticas de Bowlby a la tecnica de investigación en Psicoanálisis………. 20

CAPITULO II: CONCEPTOS BÁSICOS

1. El Apego……………………………………………………………………… 22
2. Conducta de Apego………………………………………………………….. 24
3. El Apego como sistema conductual…………………………………………. 27
4. Figura de Apego……………………………………………………………… 29
5. Base Segura…………………………………………………………………… 29
6. Sensibilidad Materna .………………………………………………………… 33
7. Tipos o patrones de Apego……………………………………………………. 34

CAPITULO III: LA TEORÍA DEL APEGO COMO MODELO INTEGRADOR


DE DIFERENTES ENFOQUES

1. Concepto de Modelo Operativo………………………………………………. 37


2. Psicología Cognitiva…………………………………………………………... 45
3. Procesamiento de la información……………………………………………… 47
4. Etología………………………………………………………………………... 49
5. Relaciones Objetales………………………………………………………….. 52
6. Concepto de Función Reflectiva………………………………………………. 54

CAPITULO IV: CONSIDERACIONES DEL MODELO DE APEGO

1. Diferencias de perspectivas……………………………………………………. 56
2. Comprobación empírica de algunas hipótesis de Freud……………………….. 57
3. Algunas investigaciones contemporáneas relevantes de apego………………... 60
4. Apego y Psicoanálisis………………………………………………………….. 64

CONCLUSIONES…………………………………………………………………. 67

BIBLIOGRAFÍA CITADA

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo de compilación bibliográfica, abordaremos las generalidades e

ideas fundamentales de la teoría del apego. Haremos una introducción al origen y

desarrollo de la misma.

Nuestra idea inicial, se refería a los intercambios en la díada madre-hijo y a su incidencia en

la conformación del psiquismo, en los vínculos que se establecen y en las vicisitudes de

dichos vínculos en la adultez.

Motivados por los años de formación, donde este hecho fue muy enfatizado y repetido por

las diversas corrientes psicológicas que estudiamos, fundamentalmente la psicoanalítica,

deseamos profundizar en él.

Nuestra búsqueda nos condujo a la Teoría del Apego que la entendimos como un

paradigma que se ajustaba a nuestro interés tanto personal como académico.

Es indiscutible el peso propio que ha cobrado y la corriente progresiva a la que asistimos en

cuanto a investigaciones empíricas y aplicabilidad clínica.

Ha dado lugar a informes y artículos de investigación de reciente publicación en revistas

científicas, universidades, sitios web de las mismas. Así como a copioso material

bibliográfico.

No obstante, tuvimos dificultades en obtener dicho material en castellano, sobre todo el

referido a investigaciones recientes.

Gradualmente, los teóricos y trabajadores de la salud mental se han ido interesando

en la teoría del apego, la cual, fue resistida por los círculos psicoanalíticos más ortodoxos

durante mucho tiempo.

Recién, alrededor de los últimos veinticinco años, se está reconociendo el valor que posee,

con su consecuente difusión. En nuestro país, lleva menos tiempo.

I
Arieta Slade (2000) plantea que …“las reservas que durante décadas han persistido entre el

psicoanálisis y la teoría del apego han comenzado en años recientes a dejar poco a poco una

vía libre para el diálogo mutuamente enriquecedor entre psicoanalistas y teóricos del apego”.

La teoría del apego tiene importancia en el estudio de los procesos clínicos; la

psicopatología, diagnóstico y desviaciones del desarrollo. Esto ha interesado a psicoanalistas

y a profesionales de otras corrientes y ramas en psicología y psiquiatría.

En nuestro medio, se le ha dado importancia entre quienes trabajan y estudian el

vínculo temprano.

Hay trabajos publicados en el área de la psicología médica, y perinatal; Defey( 1995,1996)

Cherro y otros (2001), Bernardi y otros (1991), Constant (2002); conferencias en el aréa

Maternología del Hospital de Clínicas (Bernardi, setiembre, 2005); trabajos publicados

recientemente en Jornadas de la Sociedad de Psicología del Uruguay, y en las de Audepp,

Miller (2006),entre otros.

A nivel de tesis de grado en la UCUDAL; hemos encontrado los trabajos de:

Farcilli(2003),Realini(2003),Rodríguez(2004),Piffaretti(2005),Sarotto(2005),y Peyrou(2006).

Tesis de post-grado, Altmann(2004).

En nuestro trabajo, realizaremos un enfoque global del tema, las generalidades,

aspectos esenciales y posicionamiento en el contexto de los paradigmas científicos en

psicología y ciencias afines.

Es decir, tomaremos a la teoría del apego, como modelo unificado teórico-clínico y

empírico, y veremos cómo se fueron articulando los diferentes enfoques que la conforman.

Dada esta gran complejidad, definimos los conceptos básicos, y desarrollamos

brevemente los enfoques que la integran. Así como también el aporte que la investigación

hace a la teoría.

Es así que planteamos una mirada introductoria y básica.

II
Mostraremos también de manera sintética algunas investigaciones contemporáneas

del apego adulto. Entendemos que esta área implica un interesante desafío a las actuales y

nuevas generaciones de profesionales.

Hoy en día, asistimos a la necesidad de un diálogo cada vez mayor, entre los

teóricos del apego, la psicología del desarrollo, la teoría cognitiva, el psicoanálisis, etc.

Diálogo que dio origen e identidad a esta teoría, pero también generó divergencias con el

psicoanálisis, de lo que daremos cuenta brevemente en este trabajo.

Nos interrogamos acerca de si las tempranas relaciones del infante con su cuidador/a

son especialmente significativas en la repercusión de los vínculos íntimos del sujeto, ya

adulto.

Tomamos esto como referencia central en nuestra tesis. Para ello, nos basamos en las

ideas fundamentales de la obra de Bowbly y Ainsworth , fundadores de la teoría del apego.

También en aportes de autores contemporáneos como Bretherton, Fonagy, Waters, Marrone,

entre otros.

Los teóricos del apego, sostienen que los seres humanos tenemos una tendencia a

formar fuertes lazos afectivos con determinadas personas, ya sea en el vínculo niño-adulto,

como adulto-adulto.

Como objetivos específicos tendríamos entonces:

• Dar cuenta de la complejidad de este paradigma en vista de la articulación de los

diversos enfoques que la integran.

• Desarrollar conceptos en los que se integran los aportes de la psicología cognitiva y

del procesamiento de la información, el psicoanálisis,etc.

• Sensibilizar a los profesionales y estudiantes de la salud mental y ciencias afines en

la importancia teórico-clínica de la teoría del apego.

• Informar de investigaciones contemporáneas del apego adulto.

III
• Tomar conciencia de la importancia de las mismas en el panorama científico actual

dado el diálogo entre lo teórico-clínico y la investigación.

• Reflexionar acerca de ciertos tópicos psicoanalíticos y la manera de asimilarlos como

estudiantes y/o graduados.

En el capitulo uno veremos los orígenes y gestación de la teoría.

En el capitulo dos definiremos los conceptos básicos de la misma.

En el capítulo tres definiremos los diversos enfoques que conforman la teoría, desarrollando

la noción de modelos operativos internos, comparándolo con el de representación.

En el último capítulo daremos cuenta de la relación del apego con el psicoanálisis, de algunas

de las investigaciones contemporáneas significativas del apego adulto, y las direcciones que

están tomando el modelo de apego en la actualidad.

Para concluir, sintetizaremos y conjugaremos los aspectos más relevantes de nuestro trabajo

en una reflexión final.

IV
CAPITULO I

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA TEORÍA DEL APEGO

1. Antecedentes y Orígenes

Los orígenes de la teoría del apego nos remiten inexorablemente a John Bowbly,

su fundador, conjuntamente con Mary Ainsworth.

En este capitulo describiremos los orígenes de la teoría del apego, y también nos

referiremos brevemente a algunos de sus antecedentes.

Consideramos importante referirnos a ellos, para poder introducirnos en el tema de

manera eficaz y así entender mejor el presente y la evolución de la teoría del apego, en su

construcción y consolidación.Así como la dinámica de su actual y futura situación.

Como planteamos en la introducción, la teoría del apego es el resultado del

trabajo conjunto de John Bowlby y Mary Ainsworth, aunque en el inicio de sus carreras

ellos trabajaron de manera independiente uno del otro, ambos fueron influenciados por

las ideas de Freud y otros pensadores psicoanalíticos, de manera directa en el caso

de Bowlby, indirectamente en el caso de Ainsworth.(Bretherton,1992) 1

1.1. Bowlby

Apenas se graduó en la Universidad de Cambridge en 1928, recibió un

riguroso entrenamiento científico en lo que ahora llamamos psicología del desarrollo o

evolutiva. Luego realizó trabajo voluntario en una escuela para niños mal adaptados,

según Bretherton. (Ibid).

En 1933, cuando obtuvo la titulación de médico, trabajó dos años en el

Maudsley Hospital, luego en la London Child Guidance Clinic, donde se desempeñó

como psiquiatra infantil hasta el comienzo de la guerra. En 1937, se afilió a la

1
Cada vez que se cita a Bretherton, la traducción es nuestra.

1
Asociación Psicoanalítica Británica y en 1939 se convirtió en miembro

titular.(Marrone , 2001).

Las ideas de Bowlby a partir de sus observaciones, le hicieron cuestionar

algunos fundamentos teóricos del psicoanálisis. Sus experiencias como psiquiatra

infantil le dieron las bases para plantearse la importancia de las experiencias reales de la

vida interpersonal y las consecuencias en la psicopatología; lo que se oponía al

enfoque kleniano con el énfasis en la fantasía y en lo intrapsíquico.

En la Asociación Psicoanalítica Británica entre 1941 y 1945 se dieron

encendidos debates entre sus asociados. Se discutía respecto a las teorías y técnicas.

Durante ese período Melanie Klein tenía una gran influencia. En dicha institución

habían, tres grupos según Bretherton (1992) y Marrone(2001) : El grupo freudiano; el

grupo kleniano; y el grupo del medio, ahora llamado independiente. Bowlby pertenecía

a este último.

Bowlby estuvo expuesto a las ideas klenianas a través de su analista supervisora,

Joan Riviere, asociada y en ocasiones, supervisada por Melanie Klein. Bowlby

reconocía los aportes de ambas al psicoanálisis en la teoría de las relaciones objetales, y

el énfasis en los aspectos patogénicos de la pérdida, pero tenía sus grandes reservas en

algunos aspectos del enfoque kleniano en el psicoanálisis infantil. (Bretherton, 1992).

Klein concebía la patología como originada por un conflicto entre impulsos,

entre los instintos de vida y muerte, los cuales se representan mentalmente en forma de

fantasías.

Las relaciones interpersonales son concebidas como resultado de procesos internos, y

no tanto como factor integrador de la relación interactiva que se da entre las personas.

2
Klein sostenía que los problemas emocionales de los niños eran debidos a las fantasías

generadas por los conflictos internos entre las pulsiones agresivas y libidinales, más

que por los sucesos del mundo exterior.

Bowlby (1987, en Bretherton, Ibid) señala que Klein le había prohibido hablar

con la madre de un niño de tres años que él analizaba bajo su supervisión. Esto fue la

excomunión para él que durante el curso de su entrenamiento de postgrado, trabajando

en London Child Guidance Clinic, comenzó a considerar que las experiencias familiares

actuales eran mucho más importantes, sino la causa básica del disturbio emocional del

niño.

Bretherton,en el mismo año, relata que Bowlby continuó su investigación en

oposición a las ideas de Klein, las cuales se manifestaron ya en 1940 en un trabajo que

presentó. Allí analiza a madres con dificultades en sus funciones maternas, planteando

que una entrevista semanal en donde se analicen sus problemas y la propia infancia de

éstas tiene a menudo un efecto beneficioso. Una vez que se reconocen y recapturan los

sentimientos que ella misma ha tenido como niña y logra aceptarlos y comprenderlos,

puede lograr una mayor empatía y tolerancia hacia los asuntos de su hijo.

Esto revela el creciente interés teórico y clínico en la transmisión

intergeneracional de los patrones de apego y en la posibilidad de ayudar a los niños

ayudando a sus padres, que plantea Bowlby.

Relata en su obra Attachment and Loss (1969) traducida al castellano como El

vinculo afectivo (1990) que hasta comienzos de la década del cuarenta, no había

registros de ninguna serie de observaciones, acerca de la forma en que reaccionan los

niños pequeños y los bebés cuando son separados de su madre, excepto alguna

referencia temprana de Freud y otros autores. Las primeras observaciones fueron

realizadas por Anna Freud y Dorothy Burlingham, durante la Segunda Guerra Mundial,

3
en las guarderías de Hampstead, entre 1942 y 1944. Se observaron niños de hasta cuatro

años, con buena salud. Si bien estos estudios representan el primer paso, no siempre se

realizaron registros sistemáticos de las observaciones, ni se describieron en todos los

casos con exactitud los cuidados prestados, aún así, dice Bowlby algunos casos se han

vuelto ya célebres.

En 1944, publica el trabajo Cuarenta y cuatro ladrones juveniles en donde

incluye estudios estadísticos y detalladas historias de casos. Plantea que el

comportamiento antisocial de los jóvenes tiene sus orígenes en los trastornos de apego

temprano. Comienza así a relacionar sistemáticamente, las tempranas experiencias

interpersonales con el desarrollo de una psicopatología en el futuro.(Bretherton, 1992);

(Marrone, 2001).

Luego René Spitz y Katherine Wolf, en 1946 observaron alrededor de un

centenar de hijos de madres solteras, que eran cuidados en una institución penal. La

mayoría de las observaciones eran dirigidas hacia las conductas de los infantes durante

los doce primeros meses de vida a excepción de unos pocos que se los observó hasta los

dieciocho meses. Estos autores realizarían así una segunda serie de observaciones. Los

bebés habían permanecido con sus madres hasta los seis u ocho meses, momento en que

se había producido una separación, “por razones externas inevitables” que duró tres

meses, en donde de manera casi ininterrumpida el infante no veía a la madre para nada,

en el mejor caso, una vez por semana. Durante ese tiempo, el bebé permanecía al

cuidado de la madre de otro bebé o de una joven en las últimas etapas de su embarazo.

El ambiente que rodeaba al niño, no tenía prácticamente modificación después de la

separación, a no ser por el cambio de figura materna, relata Bowlby(1990).

De 1948 a 1952 Joyce y James Robertson, trabajadores sociales de orientación

psicoanalítica, que habían pertenecido al equipo de trabajo de Anna Freud en las

4
guarderías de Hampstead, realizan un importante aporte, al filmar sus observaciones de

manera sistemática. James Robertson, observó niños de dieciocho meses a cuatro años,

los cuales habían permanecido en el hospital o en una guardería durante una o dos

semanas o durante más tiempo. Registra parte de sus observaciones en informes y en

material filmográfico realizado entre 1952 y 1954.

Bowlby, en la obra que venimos citando relata que Robertson también publica

las descripciones de los padres, acerca de las formas de reacción que tenían los niños

durante un período de hospitalización y una vez dados de alta, dado que la mayoría

había sido separado de su madre. Robertson, (en Marrone,2001) a propósito de sus

observaciones, subraya que las mismas aportan evidencia de que las experiencias de

separación entre un niño pequeño y su madre ponen en movimiento una secuencia de

reacciones psicológicas que posiblemente tengan efectos a largo plazo.

Bowlby (1990) acredita la labor de Robertson al manifestar en El Vinculo

Afectivo que “…la presente obra se basa, fundamentalmente en las observaciones de

James Robertson, adviértase que los informes suministrados provienen de sus trabajos.”

En 1948 Robertson se une a Bowlby en la Clínica Tavistock para hacer observaciones

de la conducta de niños pequeños que habían sido separados de sus madres. Luego en

1965 los Robertson realizaron investigaciones en la Tavistock, acerca de la manera en

que las experiencias de separaciones breves de sus madres, afectaban la salud mental y

el desarrollo psicológico de los niños pequeños.(op.cit).

Entre los psicoanalistas, hasta alrededor de la década del cincuenta, había una

suerte de consenso al considerar que los lazos que unen a un niño y su madre, se van

formando a partir de que el niño recibe de ella gratificaciones orales que van en el

sentido de reducir la tensión que se genera, a partir de una necesidad, como el hambre.

5
En 1957, en un simposio organizado por la Asociación Psicoanalítica Británica,

Bowlby se cuestiona acerca de los métodos de investigación del psicoanálisis,

planteándose el dilema de la oscuridad de muchas de sus hipótesis, las poco fiables

características de sus observaciones y “sobre todo, la ausencia de cualquier tradición

que exija que las hipótesis han de ser sometidas a verificación”.(Bowlby, 1986)

Por otro lado, plantea que para los teóricos del aprendizaje las definiciones de

instinto son insatisfactorias. La teoría del aprendizaje, define sus términos,

operacionaliza sus hipótesis y las comprueba a través de experimentos diseñados para

tal fin. En el psicoanálisis, se ve una gran cantidad de informes clínicos, pero, plantea

Bowlby, los registros de observación sistemática siguen siendo escasos, según sus

palabras.

Confiesa que como alguien que aspira a ser tanto clínico, como científico, ha

vivenciado este conflicto, que lo llevó a preguntarse junto con otros colegas la forma de

someter al psicoanálisis a una mayor disciplina científica sin perder sus aportes que son

únicos.

Entonces aquí “descubre” el enfoque etológico; hace una revisión de Lorenz, Hinde y

otros etólogos importantes. Plantea:

“La etología, en mi opinión, está analizando los fenómenos importantes de un

modo científico. En cuanto estudia el desarrollo del comportamiento social y

especialmente el de las relaciones familiares en especies inferiores, creo que examina

comportamientos análogos y quizá, a veces, incluso homólogos a muchos de los que nos

interesan clínicamente, en cuanto utiliza descripción de campo, hipótesis con conceptos

operacionalmente definidos y experimentación, está usando un riguroso método

científico”.(Bowlby, 1986:44)

6
Argumenta que sólo a través de la investigación y la comprobación de este tipo se

podrá ver si es factible trasladar a los seres humanos lo observado en las especies inferiores. A

través de este enfoque, capaz de aportar datos y conceptos que son precisos si se pueden

integrar con las ideas proporcionadas por otras concepciones como el psicoanálisis, la teoría del

aprendizaje de Piaget, ya que sostiene que este enfoque es un método distinto pero no

incompatible con el psicoanálisis ,ni con la teoría del aprendizaje. Plantea su

complementariedad.(Ibid)

A propósito de su interés por los aportes etológicos, Bowlby(1990) se acerca a los

experimentos de Harlow, que publica sus primeras monografías en 1958.En ellas se estudia la

conducta de monos rhesus, a los que se separaba de su madre al nacer y se les proporcionaba

modelos de madres, que eran un cilindro hecho de alambre o un cilindro hecho de un paño suave.

En los dos modelos se colocó una botella de donde recibían su alimentación y podían optar por

cualquiera de los dos maniquíes.

Con esto se podía evaluar por separado los efectos de la comida y los efectos de un paño

suave al que se podían aferrar. Bowlby relata que “Todos los experimentos demostraron que el

contacto establecido en virtud de la calidez o suavidad del modelo inducían a desarrollar una

conducta afectiva, en tanto que no ocurría así en el caso de los alimentos”.

En otro experimento que se realizó, en donde se medía el tiempo que pasaban con los

distintos modelos, dos grupos de cuatro monos respectivamente, se observó como resultado que

cualquiera sea el modelo que proporcionaba el alimento, los monitos comenzaban a pasar mayor

parte del tiempo, con el modelo de paño. Monitos de ambos grupos pasaban alrededor de quince

horas diarias aferrados al modelo de paño, mientras que ninguno de ellos pasaba más de una o

dos horas diarias con el modelo de alambre.

7
En otros experimentos (Harlow, 1961, en Bowlby 1990) se concluye que la conducta de

apego se orienta hacia el modelo de paño que no alimenta al mono, mientras que no se dirige una

conducta análoga hacia el modelo de alambre que sí lo alimenta.

Bowlby afirma que en estos experimentos como en otros no se puede verificar la teoría

del impulso secundario, en donde se sostiene que desarrollamos el gusto por la compañía de

otros a partir de ser alimentados por estos.

Freud (1926, 1940 en Bowlby, 1990:236) afirma”La razón por la cual el bebé de brazos desea

percibir la presencia de la madre reside simplemente en que ya sabe, por experiencia, que aquélla

puede satisfacer todas sus necesidades sin demora”. “el amor tiene su origen en la conducta de

apego derivada de una necesidad satisfecha de comida”

Bowlby (1990) cuestiona esto, planteando que esta teoría surge de un supuesto y no de la

observación o la experimentación. Luego toma en cuenta las investigaciones iniciales de Lorenz

sobre la impronta difundidas en 1950 quien repite y verifica los descubrimientos cotejando la

conducta de apego en los mamíferos y en el hombre para determinar si se pueden comparar, de

esto surge para Bowlby que : “Quienes continúan sustentando la teoría del impulso secundario

deben, por lo tanto, presentar pruebas convincentes si desean que su teoría sea tomada en cuenta

en el futuro”(Ibid: pág 237)

El trabajo etológico de Harlow tiene sus antecedentes en René Spitz quien en 1950

estudia niños que en condiciones de privación materna experimentan angustia y corrían riesgo

de evolucionar hacia una psicopatología.

Estudios posteriores (Hinde ,1982 en Marrone,2001) sostienen que si bien la aplicación de

estudios etológicos para comprender la conducta humana tiene sus limitaciones, los mismos,

tuvieron un papel relevante en el desarrollo de la teoría del apego, en especial para confirmar la

necesidad de encontrar un modelo para la comprensión de la motivación que fuera diferente a la

concepción psicoanalítica tradicional acerca de la conducta pulsional.

8
Marrone, en el mismo año, relata que otro aporte importante del enfoque etológico en

Bowlby; fue el hecho de que comenzó a conceptualizar los procesos psíquicos según la teoría del

control; a punto de partida de un modelo cibernético. Modelo que utilizamos para estudiar la

organización del cerebro, las computadoras y los organismos biológicos. Es el conocido

concepto de feedback. Radica en las interacciones que se producen entre las partes de un

organismo y entre el organismo y su entorno. A través de estas interacciones se organizan

estructuras, estableciéndose y manteniéndose una homeostasis. Dichas estructuras toman

entonces una forma que está determinada por el tipo de ambiente en el que cada sistema ha

estado funcionando durante su evolución, sería lo que Bowlby denominó ambiente adaptativo.

Por otra parte, Marrone sostiene que el interés de Bowlby por la etología no fue bien

comprendido por sus colegas psicoanalistas, creyendo algunos, que estaba tratando a humanos

como si fueran animales.

“No es difícil entender por qué encontraban inquietante el intento de Bowlby de

relacionar el psicoanálisis con la etología. De hecho, Bowlby trató de emplear nociones

extraídas de la etología en un esfuerzo por revisar la metapsicologia tradicional, pero

nunca trató de reducir la comprensión de los seres humanos a una dimensión

simplemente animal”… “Sus teorías no eran populares en el establishment

médico”.(Marrone 2001:23)

Nosotros creemos que lo interesante de este abordaje, radica en la flexibilidad científica

que muestra Bowlby al no conformarse con lo ya establecido, y plantearse buscar respuestas en

otras diversas fuentes, aventurarse a romper con la hegemonía instalada.

Lo creemos importante, para el abordaje integral de las realidades o problemáticas en psicología

o psiquiatría, donde se vuelve complejo operacionalizar o medir variables.

Bowlby (en Marrone, Ibid) concluye que:

9
“la tendencia del niño a formar un vínculo fuerte y fundamental con una figura

materna forma parte de una herencia arcaica, cuya función es la supervivencia de la

especie (la protección frente a los depredadores en el contexto de la adaptación

evolutiva), y que esta tendencia es relativamente independiente de la oralidad o de la

alimentación”

1.2. Ainsworth

Mary Salter (luego Ainsworth), seis años más joven que Bowlby se graduó de la

Universidad de Toronto justo antes de la Segunda Guerra Mundial. Sus cursos con Blatz

la introdujeron en las teorías de la seguridad, ambos reformularon y revolucionaron las

ideas freudianas. Dicha teoría sostiene que los infantes y niños pequeños necesitan

desarrollar una dependencia segura con sus padres, antes de introducirse en situaciones

desconocidas o no familiares.(Bretherton, 1992).

Blatz (en Marrone, 2001) afirma que el sentimiento de seguridad es lo que

posibilita que el niño pueda, explorar el mundo, alejarse, aprender y desarrollar un

sentimiento básico de destreza y eficacia ante las posibles dificultades que se presenten.

Marrone (Ibid), acota que este hecho tiene importancia históricamente ya que fue Blatz

quien le proporciona a Ainsworth la noción de que “cuando el sistema de apego se

encuentra activado con una baja intensidad, la situación permite que el sistema

exploratorio sea activado en un grado mayor por aspectos nuevos del ambiente”.

Esto constituye lo que Mary Ainsworth denominó base segura, es decir, usar a

la madre como una base segura desde donde explorar. Es decir, si el niño se siente

seguro de que sus figuras de apego son fiables y están disponibles en forma constante,

es posible que el niño se atreva a explorar, dado que supone que estarán allí cuando

decida regresar. Más aún cuando el niño experimente fatiga, estrés o

incertidumbre.(Ibid)

10
Como Bowlby, la carrera profesional de Mary Ainsworth tuvo que ver con su

servicio militar como oficial durante la Segunda Guerra Mundial en las filas de la

Canadian Women´s Army. Luego de la guerra se incorpora como miembro de la

Universidad de Toronto a impartir cursos sobre personality assessment para lo cual se

contacta con Bruno Klopfer, conocido por sus trabajos en la interpretación del test de

Rorschach y es coautora junto con el de un libro acerca de la técnica del

Rorschach.(Bretherton, 1992)

Realiza su tesis doctoral acerca de la teoría de la seguridad. En 1946 dirige junto

a Blatz un proyecto de investigación que estudiaba el sentimiento de seguridad en la

vida adulta. En 1950 se casa con Leonard Ainsworth y se radica en Londres. Allí se une

a Bowlby y su equipo en la Clínica Tavistock.

En 1945 se muda a Uganda y allí realiza investigaciones en los niños ganda en

donde observa en su propio hogar a veintiocho bebés aun sin destetar. Publica en 1967

Infancy in Uganda(Ibid). Allí se percata de que había diferencias en la calidad de las

relaciones de apego en las distintas díadas madre-hijo, y además era posible, medirlas

y clasificarlas.

Clasifica entonces, distintas categorías de apego como seguro, inseguro y no apegado, la

que luego descartaría.(op.cit.).

Luego en Baltimore, realiza en 1969 un estudio longitudinal acerca del

desarrollo de la conducta afectiva infantil durante los doce primeros meses de vida en

una muestra de familias norteamericanas de clase media (Bowlby,1990) con el fin de

replicar los estudios en Uganda (Marrone,2001).

Ainsworth encuentra gran utilidad en la seguridad del vínculo afectivo del niño.

Clasifica como lleno de seguridad al infante de doce meses que en una situación extraña

11
puede explorar con bastante libertad, utilizando a su madre como base segura, que tiene

idea del paradero de la madre durante su ausencia y que la saluda a su regreso (op.cit).

Reconoce que la conducta de la madre en los primeros meses de la vida del niño es un

predictor de la clasificación de la relación entre la madre y el niño.

Desarrolla entonces el procedimiento estandarizado de laboratorio conocido

como situación extraña (el cual profundizaremos en el capítulo II ).

En el se observan infantes, brevemente separados de su cuidador/a, en una situación no

familiar en donde manifiestan distintos patrones de conducta. Ainsworth clasifica tres

patrones: niños con apego seguro; niños con apego inseguro-evitativo; apego inseguro-

ambivalente o resistente; luego Main y otros agregan una cuarta categoría, apego

desorganizado-desorientado. (Fonagy, 1999).

12
2. Desarrollo de la Teoría del Apego

Haremos una breve recorrida de la evolución y desarrollo de las ideas

principales del pensamiento bowlbiano a medida que iba avanzando en sus

investigaciones, como forma de ir comprendiendo el método, las técnicas y el porqué de

las conclusiones a las que llega.

Entendemos a la teoría del apego como una forma de conceptualizar los vínculos

afectivos íntimos y como modelo teórico -clínico en donde se articulan conceptos

evolutivos, psicoanalíticos, etológicos, cognitivos.

Bowlby (1986:154 ) define la teoría del apego como:

”un modo de concebir la propensión que muestran los seres humanos a

establecer sólidos vínculos afectivos con otras personas determinadas y

explicar las múltiples formas de trastorno emocional y de alteraciones de

personalidad, incluyendo aquí la ansiedad , la ira , la depresión y el

apartamiento emocional, que ocasionan la separación involuntaria y la pérdida

de seres queridos."

2.1. Gestación y Evolución de la Teoría

Bowlby (1990) plantea que a medida que avanza en sus estudios, se fue dando

cuenta que eran una prolongación de los estudios que Freud había comenzado sesenta

años antes y que se había encontrado con los mismos escollos que él encontró e intentó

subsanar; éstos serían: amor y odio, ansiedad y defensas, pérdida y vínculo afectivo

(referido no sólo al vinculo niño-cuidador/a, en este concepto se incluyen también los

vínculos íntimos adulto-adulto).

13
Lo que difiere radicalmente entre Bowlby y Freud, lo afirma el primero, son los puntos

de partida de ambos, o sea, para nosotros la perspectiva y el modelo desde donde se

paran.

Si bien la postura de Bowlby nace dentro del psicoanálisis luego se despega de él, en

nuestro trabajo daremos cuenta de las diferencias esenciales de ambos enfoques.

2.2. Desarrollo del pensamiento bowlbiano

Bowlby nunca quiso que a sus ideas se le diera el carácter de “escuela

bowlbiana”.

En este sentido, Marrone (2001) relata que Bowlby creía que el psicoanálisis como

disciplina no estaba definido por ninguna teoría en particular, por ninguna manera

determinada de interpretarlo. Dice que a Bowlby, nunca le agradó que las diferentes

tendencias en psicoanálisis fueran identificadas con el nombre de su autor.

“Fijar la atención en el desarrollo del conocimiento científico de acuerdo con el

paradigma de una persona era, en su opinión, una forma de obstaculizar el desarrollo del

conocimiento”(pág:28).

Bowlby, según Marrone, se percató que una vez que un sistema de ideas se

encuentra identificado con un nombre en particular, la literatura de tal autor va

adquiriendo un carácter bíblico (agregaríamos, dogmático), como no deseaba que esto

ocurriera, se opuso a la denominación de escuela bowlbiana.

Es así que Bowlby va desarrollando sus ideas lenta y gradualmente a través de

investigaciones empíricas, observaciones y aportes de colegas como James Robertson,

que mencionamos anteriormente. Brevemente lo ampliaremos:

Robertson en 1948, observó niños pequeños antes, durante y después de su

estadía fuera del hogar. Casi todos eran niños de dos y tres años, separados de sus

madres y de sus hogares, cuidados en hospitales o guarderías con internado, durante

14
varias semanas o meses y no contaban con una madre sustituta estable. Robertson, se

impresionó por la intensidad de la aflicción y desdicha que manifestaban “los niños

durante la separación y por la amplitud y persistencia de los trastornos” que se daban

después de su regreso al hogar.

Según Bowlby (1990) nadie que lea los informes o vea la película que se filmó

de una niña pequeña, puede no conmoverse. Algunos cuestionaron la validez de tales

observaciones, otros reconocían que las reacciones se daban, pero no lo atribuían

directamente a la pérdida de la figura materna. Otros admitían que la pérdida era una

variable significativa, pero sostenían que aplacar sus efectos no era difícil, por lo tanto,

su importancia desde el punto de vista de la patología era menor de lo que Bowlby y

Robertson pensaban.

Sin embargo, Bowlby (Ibid) y sus colegas no opinaban de este modo, y

confiaban en la validez de las observaciones.

“Todas las pruebas indicaban que la pérdida de la figura materna era

una variable dominante, aunque no la única, y nuestra experiencia sugería que, incluso

mediando otras circunstancias favorables, había más aflicción y trastornos de lo que en

general se reconocía. Pensábamos, por cierto, que las reacciones de protesta,

desesperación y desapego que sobrevienen normalmente cuando un niño pequeño

mayor de seis meses es separado de su madre y atendido por extraños se deben

sobretodo a ‘la pérdida de los cuidados maternos en esa etapa altamente dependiente y

vulnerable del desarrollo’”.(pág:17)

Partiendo de observaciones empíricas ellos sugerían que “El hambre que tiene

el niño pequeño del amor y la presencia de su madre es tan grande como su hambre de

alimentos” y que la ausencia de ésta conlleva a “un fuerte sentimiento de pérdida o

enojo”.

15
Bowlby manifiesta su preocupación por los cambios que se suscitan en la

relación del niño con su madre al regreso de ésta al hogar después de haber pasado

cierto tiempo fuera de él, por una lado se observó “un intenso aferramiento a la madre

que puede persistir durante semanas, meses o años” y por otro “un rechazo de la madre

como objeto de amor, que puede ser temporario o permanente”.

A esta altura de la investigación, Bowlby y Robertson, concluyen que “la

pérdida de la figura materna, por sí misma o en conjunción con otras variables aún no

identificadas claramente, puede producir reacciones y procesos que ofrecen el mayor

interés para la psicopatología”.

Afirma que estos procesos y reacciones, son los mismos que presentan las personas de

mayor edad que permanecen aún afectados por las separaciones que sufrieron en una

etapa más temprana de su vida.

Se refiere a las diversas reacciones y procesos que se presentan en las distintas

psicopatologías; por ejemplo, a la demanda excesiva hacia los demás y a los

sentimientos de excesiva ansiedad y enfado cuando esas demandas no son satisfechas

que se ven en las personalidades dependientes e histéricas, o por ejemplo al bloqueo en

la capacidad de establecer relaciones íntimas y profundas, o incapacidad de amar que se

ven en las personalidades psicopáticas.

2.3. Metodología de trabajo

Bowlby(1990:18) resuelve entonces plantearse una estrategia de investigación

para comprender cómo se originan y desarrollan esos procesos patológicos.

La estrategia consiste entonces en tomar “como principal fuente de datos el registro

detallado de las respuestas de los niños pequeños a la experiencia de ser separados de

sus madres y de volver, más tarde a reunirse con ellas”.

16
Realiza de esta manera una correlación entre aquellas experiencias y las secuelas

que estas separaciones traen, dando lugar a las distintas reacciones psicopatológicas.

Estas conclusiones, dice Bowlby se desprenden fácilmente de los datos empíricos y

entonces se plantea investigar el origen y desarrollo de estos procesos psicopatólogicos;

tomando como base de datos, el registro detallado de las respuestas de estos niños

pequeños.

Publica parte de los resultados entre 1952 y 1954, período en que también hizo pública

una película (el mencionado film de Robertson).

En los años posteriores Bowlby y colaboradores examinan y estudian al detalle estos

datos y se dedican a la recolección y análisis de nuevos datos, comparándolos con otros

de diversas fuentes.

Se publica entonces, Separaciones breves en 1966 donde C.Heinicke e I.

Westheimer(Ibid) estudian las reacciones que se observan durante y después de una

separación breve experimentada en un ambiente definido y se las compara

estadísticamente con la conducta de una muestra de niños que viven en sus hogares y

no se alejaron de él.

Para Bowlby estos estudios confirman las conclusiones menos sistemáticas pero más

amplias de James Robertson.

2.4. Psicoanálisis como modelo referencial

El pionero de la teoría del apego, toma como modelo de referencia al

psicoanálisis. Plantea que se inspiró en el trabajo analítico propio y ajeno; reconoce que

a pesar de las limitaciones que tiene el psicoanálisis rescata su utilidad.

En la obra que venimos citando, El vínculo afectivo él parte de los supuestos en los que

se basa de forma sistemática y los compara con los de Freud.

17
Este autor, dice que Freud se basó en distintas corrientes de pensamiento y ensayó

diversas construcciones teóricas.

De algunos constructos quedaron “ambigüedades y contradicciones” que luego

de la muerte de Freud tampoco se disiparon por lo que se intentó organizarlos. Algunas

teorías fueron más elaboradas que otras, o directamente abandonadas.

Bowlby (1990:19) afirma que él planteará ideas que son:

“ajenas a las tradiciones teóricas que han quedado establecidas, y

fueron, por esa causa, objeto de severas críticas, que me ha costado no poco

esfuerzo demostrar que la mayoría de ellas no son de ningún modo ajenas a lo

que el mismo Freud pensó y escribió. Por el contrario, como espero probarlo,

muchos de los conceptos centrales de mi esquema fueron claramente enunciados

por Freud”.

2.5. Modelo observacional

Este autor entendió que basarse en la observación de la conducta de un niño

pequeño, en relación con su madre ya sea en la presencia como ausencia de ésta, sería

muy útil para comprender el proceso de desarrollo de la personalidad.

Se observó que cuando alguien separa al niño de su madre, éste suele responder con

conductas de un alto contenido emocional, una vez reunido nuevamente con ella, a

menudo se observa, un grado mayor de ansiedad en el niño ( a partir del temor a la

separación), o en cambio, un sorpresivo desapego, dice Bowlby.(1990)

Relaciona entonces esos cambios de la relación madre-hijo, con algunos

síntomas neuróticos o de otro tipo de perturbación emocional que presentan algunos

sujetos, y cómo planteamos más arriba decide iniciar la investigación; a punto de

partida de tales observaciones.

18
En la obra, El vínculo afectivo realiza una pormenorizada argumentación de la elección

de este punto de partida, a modo de fundamentar sus hipótesis de manera científica y

dejar en claro un punto de vista opuesto al del psicoanálisis clásico.

Mientras que el psicoanálisis parte de un síntoma o síndrome clínico, y realiza

hipótesis acerca de los procesos que gestaron su desarrollo; el enfoque de Bowlby se

centra en un hecho determinado (la pérdida de la figura materna en los primeros años de

vida, por ejemplo) y a partir de este hecho, intenta "rastrear", según sus propias

palabras, los procesos psicológicos y psicopatológicos, que en general son consecuencia

del hecho.

Dice que lo insólito de su planteo en investigación en el campo de la psiquiatría,

no lo es tanto en medicina, donde ya se utiliza este enfoque.

Pone el ejemplo de un investigador que estudia la patología de infección crónica de los

pulmones, muy raramente se le ocurrirá, tomar una serie de casos infecciosos e intentar

descubrir el agente que lo causa; lo que hará será partir de un agente específico (virus,

tubérculo,etc) y realizará un estudio de los procesos fisiológicos y físiopatológicos que

lo desencadenan. Así, el investigador no sólo descubrirá cosas que tienen relación

directa con la infección pulmonar sino que también, se encontrará con otras que no

estén directamente relacionadas.

De esta forma, según Bowlby, es como se enriquece la investigación. Ya que

además de descubrir que el organismo patógeno objeto de estudio no solamente

ocasiona la infección en los pulmones, sino que además lo hace en otros órganos. En

consecuencia el interés no se centra solamente en un síndrome o síntoma, sino también

en las diversas consecuencias del agente patógeno.

19
Bowlby(Ibid) hace esta analogía para explicar que el agente patógeno el cual se

dedicará a estudiar, será la pérdida de la figura materna entre los seis meses a los seis

años.

Lo que realiza en su enfoque es, partir de la experiencia traumática, plantearse

inferencias de sus posibles efectos, en lugar de analizar los hechos del presente hacia el

pasado.

2.6. Críticas de Bowlby a la técnica de investigación en psicoanálisis

Bowlby (1990) entonces, realiza una crítica a algunos supuestos “inamovibles"

del psicoanálisis, para comenzar, comentaremos algunos.

Habiendo aclarado entonces, que sus puntos de partida son diametralmente opuestos a

los de Freud, comienza su transito por otras vías, diferentes, de las habituales hasta el

momento.

Al basarse en la recolección de datos a partir de la observación del comportamiento de

los niños, parte de otro punto de vista que la tradición clásica, ya que según Bowlby, la

misma, cuestiona estos tipos de observación por considerarlas superficiales.

Según dicha tradición, se fundamenta que, en la observación no hay un "acceso

casi directo" al funcionamiento de la psiquis que si hay en un tratamiento

psicoanalítico. Por lo tanto, bajo este supuesto, se considera interesante la observación

de la conducta que venga a confirmar las conclusiones a las que se arribaron en el

transcurso del tratamiento de los pacientes; en cambio, dice Bowlby, se deja de lado su

relevancia cuando dicha observación aparecería como reveladora de algo nuevo, de una

nueva vía.

Plantea entonces Bowlby que considerar esto es partir de "premisas falaces".

Nos parece importante incluir aquí la explicación que él realiza.

20
Sostiene que no se debería exagerar la "importancia de los datos obtenidos" en

la sesión analítica y explica el porqué: considera que dicho 'acceso directo' a los

procesos de la psiquis no lo es tal; ya que, en realidad son "una compleja sarta de

asociaciones libres, relatos de antiguos incidentes, comentarios sobre la actual situación

y la conducta del paciente".(Ibid)

Entonces, lo que se hace en un intento para poner orden es, la inevitable

selección y ordenamiento de los datos de acuerdo a nuestro modelo teórico preferido y

al mismo tiempo, realizar inferencias de los procesos psicológicos inconcientes, al

hacer esto dice Bowlby, es inevitable "abandonar el campo de la observación" y

entramos ya en el campo de lo teórico.

A nuestro entender y estando de acuerdo con él, pensamos que esto es como

tratar de “colocar” al paciente o situación en una teoría determinada, dejando escaso

margen para sorprendernos y tener una actitud más flexible y científica, en donde los

hechos nos vayan guiando y no nosotros a los hechos. Lo entendemos como tomar al

marco teórico referencial, como guía, no como un “dogma sagrado” al que se le debe

obediencia.

A la vez Bowlby, no es que desmerezca lo que sucede en la sesión, al contrario,

lo considera una experiencia rica, pero considera que no es el marco adecuado para la

observación directa de los procesos psíquicos.

21
CAPITULO II

CONCEPTOS BÁSICOS

En este capítulo, describiremos los conceptos que se fueron desprendiendo tanto

de lo teórico-clínico, como de la investigación empírica.(Fonagy,1999; Waters y

Cummings,2000; Crowell y otros 2002) . Sin dichos conceptos, no podemos hablar de

teoría del apego:

1. El Apego

Según Bowlby(1989) la teoría del apego, implica la tendencia que tenemos, a

establecer lazos emocionales íntimos con determinadas personas y esto es considerado

un componente básico de la naturaleza humana que se encuentra en el infante en forma

embrionaria y que continúa a lo largo de todo el ciclo vital.

En términos generales, Bowlby plantea que estos vínculos se establecen con los padres

o tutores en la infancia, a los que se recurre buscando protección, consuelo y apoyo.

Ya en la adolescencia y vida adulta, si bien estos lazos persisten, son complementados

por nuevos; en general de naturaleza heterosexual.

La teoría del apego plantea que los seres humanos tenemos una necesidad

universal de formar lazos afectivos íntimos.

Según Fonagy (en Bernardi y otros, 2001) el eje central de la teoría radica en la

reciprocidad de las relaciones tempranas, lo cual sería una condición para que ocurra el

desarrollo normal de todos los primates, incluyendo humanos.

Para Bowlby (op.cit) si bien, la alimentación y la sexualidad, tienen un rol

importante en los vínculos de apego, dicho vínculo “existe por derecho propio.”

22
Bowlby (1983) diferencia la conducta de apego de la de alimentación y de la

sexual, planteando que tiene peso y dinámica propia para el sujeto; despegándose así del

enfoque psicoanalítico clásico. Se plantea, entonces, una nueva mirada y la

reformulación de algunos de los conceptos claves del psicoanálisis, sostenidos desde

ese entonces (y aún hoy) por la mayoría de los psicoanalistas, desde otro punto de vista.

Según los estudios e investigaciones de Bowlby (1976,1983,1986,1989, 1990)

en el transcurso evolutivo, el sujeto establecerá, mediante la conducta de apego,

vínculos afectivos o apegos; al principio entre el niño y el adulto, luego entre adultos.

Esta conducta se mantiene toda la vida y los vínculos derivados de ellos permanecen

activos y presentes siempre. Decimos entonces que; la conducta de apego es tanto

estable como flexible, ya que se van conformando otros nuevos vínculos a lo largo del

ciclo vital, que serían igual de significativos como aquellos primeros.

Se van de esta manera, resignificando.

Entendemos al apego, al igual que Bowlby, como un concepto que fue

construyéndose en base al entramado de las relaciones afectivas y de la disposición que

ya trae el sujeto a nivel biológico, a los vínculos entre las personas y no únicamente

como una definición intrapsíquica al estilo del psicoanálisis clásico.

En este sentido, está en concordancia con el planteo de Stern (1997:103) cuando

dice: …”el énfasis depositado en la experiencia interactiva es clave y marca la

diferencia entre el punto de vista adoptado en esta obra con respecto a otros” .

Bowlby (1986:80-89) dice que durante el siglo XX un gran número de

psiquiatras y psicoanalistas han querido relacionar la enfermedad mental, la pérdida de

un ser querido, el duelo patológico y la experiencia infantil; pero tomando como punto

de partida a la persona enferma.

23
El cuestiona la forma de entender a la pérdida que hasta entonces se tenía.

Plantea una línea de investigación basada en datos que puedan ser identificables y

observables, más que inferidos. Sostiene que primero se debe definir el suceso, luego

recopilar una muestra de casos con los efectos de dichos sucesos sobre el desarrollo

psicológico; estudiarlos; después poder relacionar aquellos procesos que se ha

observado han sido provocados por los sucesos o eventos, con los procesos que estén

presentes en los pacientes con una enfermedad concreta.

Con este planteo Bowlby sostiene que se tendrían grandes logros en la ciencia.

Por otro lado, dice que el vínculo madre/figura de apego-niño, es el resultado

entre otras variables, de la actividad de una serie de sistemas de conductas en que el

niño intenta mantener la proximidad con la figura de apego.

El apego en tanto vínculo y conducta derivada del mismo, es innata, instintiva y

determinada biológicamente.

También afirma (1990) que “la conducta derivada del apego” es consecuencia de

la activación de sistemas de conductas específicos. El dice que este tipo de conducta

afectiva se puede comparar en importancia a la conducta de apareamiento y sostiene

que cumple una función biológica al igual que ésta.

2. La conducta de apego

Bowlby(1983:60) entiende por conducta de apego:

“ cualquier forma de comportamiento que hace que una persona alcance

o conserve proximidad con respecto a otro individuo diferenciado y preferido.

En tanto la figura de apego permanezca accesible y responda, la conducta

puede consistir en una mera verificación visual o auditiva del lugar en que se

halla y en el intercambio ocasional de miradas y saludos. Empero en ciertas

circunstancias se observan también seguimiento y aferramiento a la figura de

24
apego, así como tendencia a llamarla o a llorar, conductas que en general

mueven a esa figura a brindar sus cuidados”.

Para él (1989:42) si bien la conducta de apego puede darse en “diferentes

circunstancias con una diversidad de individuos, un apego duradero, o un vínculo de

apego está limitado a unos pocos” es esperable y saludable que esto suceda, ya que de

no tener esta capacidad, podría ser indicador de trastornos.

Bowlby (1983) define esta conducta como instintiva, la cual se modifica por

sistemas de conducta que al comienzo del desarrollo van cambiando según las distintas

metas.

La meta de la conducta de apego es conservar la proximidad o la comunicación con la

figura de apego. Para lo cual, se utilizan los modelos representacionales que mas

adelante definiremos. Estos son un concepto clave en el desarrollo de la teoría del

apego.

A la vez, Bowlby (Ibid) plantea la “perennidad” de este vínculo, ya que se

mantiene en el tiempo y perdura en el; en tanto que las diversas formas de conductas de

apego que configuran dicho vínculo, están activas sólo cuando es necesario. Por

ejemplo cuando nos estamos refiriendo a que la conducta exploratoria se activa cuando

disminuye la de apego, no estamos diciendo que para que aquella exista no es necesario

que exista un apego seguro; sino que en tanto conducta, que se da en un momento y

espacio determinado, se activa cuando el niño se siente lo suficientemente seguro como

para explorar, y “olvidarse” momentáneamente de la madre.

Para que eso suceda, el niño debe sentirse lo suficientemente seguro como para

aventurarse a explorar. Concordamos con Bowlby en la discriminación de apego

como vínculo y apego como conducta, si bien se refieren a lo mismo, presentan estas

contingencias.

25
La conducta de apego como vimos; se activa cada vez que sucede algo extraño

o inesperado para el niño, ya sea una separación repentina con su figura de apego, un

ruido, cualquier estímulo ambiental que sea vivenciado como una amenaza. También es

activada por factores internos como fatiga, hambre, cualquier padecimiento o

enfermedad, imposibilidad de contar con la figura de apego o con su respuesta y se

desactivan sólo en ciertas circunstancias, ya sea porque el niño está en un medio

conocido y cuenta con la posibilidad de contar con una figura de apego y con su

respuesta.(Bowlby, 1983)

Dicha conducta es funcional y adaptativa en lo relativo a la supervivencia, es

decir; en condiciones de peligro o adversidad lo más adecuado para sobrevivir, es, si

contamos con el apoyo de otra persona. En el caso de los niños pequeños esto se ve,

cuando las personas con las que se cuenta (o no), son en general los padres, o

cuidadores.

De acuerdo con el planteo de Bowlby, la conducta de apego y la exploratoria son

mutuamente excluyentes, -en el sentido que vimos -, ya que si se activa una, la otra

disminuye y viceversa. Esto puede entenderse si el niño que está jugando tranquilo y

relativamente alejado de su madre, de pronto sucede algo inesperado, por ejemplo, la

llegada de un extraño, o que el niño se caiga y se golpee,etc; entonces el niño intentará

refugiarse en su madre, lo cual movilizará la conducta de apego y disminuirá la

exploratoria.”la exploración del entorno,…es considerada…antitético de la conducta de

apego” (Bowlby,1989:143)

Bowlby explicó esto describiendo distintos sistemas conductuales alrededor de

los que se organiza la teoría del apego, basándose en la teoría evolutiva.

Para Bowlby (1983) la conducta de apego es característica de muchas especies y como

ya mencionamos, en la evolución natural de las mismas ayuda a la supervivencia del

26
individuo al estar en contacto con quienes le prodigan cuidados y así se reducen las

posibilidades de riesgo de daño.

Según él, el cuidar a otro, es una conducta que complementa la conducta de

apego, ya que protege al individuo apegado.

Usualmente se da entre un progenitor y un niño o adolescente, pero también puede verse

en un adulto frente a otro, especialmente si hay vejez, enfermedad, etc. También en

relaciones de amistad y pareja.

Según Bowlby (1983) como la conducta de apego se mantiene potencialmente

activa durante toda la vida, para él es un error considerar que si está activa durante la

adultez, es un indicador de patología, inmadurez o regresión.

Tiene una postura crítica de lo que él denomina “las otras versiones de la teoría

psicoanalítica” por considerar que se basan en teorías sin evidencia científica, sobre la

oralidad y la dependencia y por “no concordar con los datos existentes”(Bowlby 1983:

61-62)

El considera que lo patológico, se origina porque el desarrollo de una persona

ha seguido un “camino atípico” y no porque ha quedado fijado o “regresado” a alguna

etapa del desarrollo.(Ibid)

Se plantea una nueva perspectiva, que cuestiona claramente lo propuesto hasta entonces

por el psicoanálisis freudiano.

3. El apego como sistema conductual

Como ya mencionábamos, el cambio de perspectiva respecto del psicoanálisis

freudiano se entiende- entre otras cosas-porque para Bowlby (1976) el postulado

básico de Freud, no surge de la investigación empírica.

Bowlby apunta, que la diferencia de lo que propone Freud es que él, se basa en la

teoría evolutiva, que coincide con la biología moderna, en tanto que el postulado de

27
Freud se basa en la teoría del impulso secundario en donde el niño sólo busca a

la madre a efectos de reducir la tensión acumulada originada por el hambre, por

ejemplo. (Bowlby, 1976: 102-103)

Sucintamente veremos los sistemas conductuales que Bowlby (Ibid) describió

para explicar su postura, basándose en el modelo evolutivo:

El habla de “sistemas de conducta que se desarrollan y existen dentro del organismo y

poseen distintos grados de complejidad”, en donde la conducta sería la resultante de la

activación e interrupción de los mismos.

Dicha conducta resultante pues, la denomina instintiva “porque adopta pautas similares

e identificables como tales en prácticamente todos los miembros de una especie”.

Plantea que “la función biológica de un sistema responsable por la conducta

instintiva es esa consecuencia de su actividad que promueve la supervivencia de la

especie (o población) de la cual es miembro el organismo, hasta tal punto que los

individuos dotados de ese sistema dejan tras si una progenie mas numerosa que los

carentes de él”.

Sostiene que los sistemas de conducta son producto de la interacción entre las

tendencias genéticamente determinadas, con el ambiente en el cual se cría al individuo.

También Bowlby se refiere a los factores causales, que activan o no, los sistemas de

conducta instintiva; los que serian: la actividad del sistema nervioso central, la

condición hormonal, estímulos ambientales específicos y propioceptivos del organismo.

Como dice Fonagy (1999) es a través de un ‘sistema regulador diádico’ que el

niño va regulando las emociones, ya que nadie nace con esa capacidad. Para regular las

propias emociones es necesario este “sistema regulador diádico” que se va

desarrollando a partir de las señales que va emitiendo el infante y son “captadas” por el

28
cuidador/a lo que permite de esta manera alcanzar la regulación de esos estados

emocionales.

4. Figura de Apego

Mary Ainsworth trabajó el concepto de figura de apego, realizó las conocidas

investigaciones de laboratorio categorizando distintos tipos de apego, y estudió el

concepto de sensibilidad maternal, entre otros.

La figura de apego: en la base de este concepto está la noción de función

parental o maternal, y no se refiere solamente a la figura concreta de madre o padre, ya

que si éstos faltasen por alguna razón, la persona que desempeña ese rol sería la que

cumple la función de figura de apego. Es la persona en la que se confía, la que provee

de una base segura desde donde operar como dice Bowlby. Sería quién desempeña el

rol, se habla también de cuidador/a.

Es importante la función de los padres -en tanto- figura/s de apego capaces de

proporcionar esa base segura desde donde el niño puede aventurarse a explorar.

5. Base segura

Según Waters y Cummings(2000) 1 el concepto de base segura es central en la

lógica y coherencia de la teoría del apego.

Según ellos, Bowlby introdujo el término attachment para referirse específicamente a la

formulación de base segura del vínculo niño-adulto y del vínculo adulto-adulto para

distinguirlo de la perspectiva psicodinámica. No obstante, no implica un término

genérico ni una perspectiva exhaustiva de las relaciones humanas.

Bowlby (1989) refiriéndose al vínculo niño-adulto, afirma que proveer de una

base segura a los niños y adolescentes, es clave, para que puedan aventurarse al mundo

exterior y sentirse confiados en ese proceso, ser mas estables emocionalmente, etc. Con

1
Nuestra traducción

29
esta actitud de los padres se puede contribuir a fomentar la autonomía de los hijos, y es

importante para que ellos perciban que cuando regresen serán bien recibidos, habrá

accesibilidad en caso de necesitar apoyo, etc.

La figura de apego es la persona, quién desempeña el rol y la base segura sería

la función (por ejemplo una institución puede ser una base segura, pero no una figura de

apego). En general se da, que la base segura la provee o se gesta en el marco de las

relaciones íntimas, tanto en niños como adultos. (familia, amigos, pareja, grupos)

El mencionado autor, en 1986,(128-131) sostiene que las personas -a cualquier edad- se

van desarrollando mejor si tienen la convicción de que cuentan con alguien digno de su

confianza, en donde apoyarse en un momento problemático o también decimos, con

quien compartir en los momentos felices de sus vidas.

La persona en la que depositamos nuestra confianza sería la figura de apego que

mas arriba describimos. Este concepto se aplica tanto a niños como a adultos, en donde

dicha figura sería el compañero o cónyuge, entendemos que puede ser también un

amigo íntimo o familiar allegado incluso un hijo cuando se depende de él en la adultez.

Pero qué factores tienen que darse para que nos apeguemos a una base segura?

Según él, habría dos grandes factores que influyen para que esto se lleve a cabo; los

internos y los externos o ambientales. Los primeros estarían dados por la capacidad de

la persona de reconocer si otra persona es digna de confianza o no; luego en caso de

reconocer que en efecto, se puede confiar en la otra persona, ser capaz de contribuir

con ella para que esa relación se mantenga y exista mutualidad. Los segundos,

implicarían la disponibilidad o no de una persona digna de nuestra confianza que esté

dispuesta a proporcionar una base segura requerida en cada etapa del ciclo evolutivo.

Cuando decimos que el niño tiene que poder reconocer a ese otro como

confiable y que debe colaborar con éste para que la conducta se mantenga y este otro

30
debe, a la vez, poder proveer al niño de esa base segura, en donde a partir de estos

intercambios se vaya estableciendo la mutualidad, y agregamos- intencionalidad -de la

conducta; estamos diciendo que es una situación dialéctica, un ida y vuelta.

Bowlby afirma que las dos vías de intercambio tanto externas como internas,

funcionan en un interjuego circular y complejo. Para el, la base segura implica un

“proporcionar la continuidad de potencial apoyo” ya que las relaciones entre los sujetos

duran años.

En lo que a nuestra profesión respecta, concordamos con Bowlby cuando dice que el

terapeuta puede incorporar la función de figura de apego, ofreciendo a su paciente una

base segura en donde se pueda confiar, que contribuya al proceso terapéutico y le sirva

de herramienta.

Por otro lado, el mismo autor, (1986) afirma que hay datos que demuestran que

somos más felices y nos desarrollamos mejor, si tenemos esa especie de “seguridad”,

ese sentimiento de respaldo que nos da el sentir que tenemos una o más personas en

quien confiar, lo podemos comparar con el sentimiento de confianza básica de Erickson,

si bien este se refiere concretamente a una etapa del desarrollo y Bowlby lo plantea en

todo el ciclo vital.

Éste último, comenta, que las experiencias que en este sentido hayamos tenido

en la infancia, configurarán un potencial de expectativas- de encontrar o no-, y una

manera de actuar, cuando llegue la hora de iniciar, mantener y configurar una relación

estrecha y mutuamente cooperativa y gratificante en la adultez.

El sostiene que cualquier patrón que se configure tempranamente tiende a mantenerse,

por ello, se entiende que el patrón de conductas que una persona vivencia en su infancia,

es estructurante, para el desarrollo de su personalidad.

Entonces cómo se entiende el concepto de base segura en este contexto?

31
Bowlby (1986) entiende que en el funcionamiento sano, la persona tenderá a reconocer

a las figuras adecuadas- a cada edad- capaces de proveerle esa base segura y establecerá

con ellas esa capacidad de cooperación mutua que describimos más arriba, que da como

resultado interacciones gratificantes.

No obstante, en un funcionamiento perturbado de la personalidad, la persona

muestra poca o alterada capacidad para reconocer esas figuras adecuadas y dispuestas a

ayudarle, por lo tanto, se relacionará en forma excesiva o inadecuada para la edad,

situación o contexto. Puede tomar la forma de un aislamiento no comprometido; una

“independencia desafiante”o demandas excesivas, etc.

El plantea la paradoja de que la personalidad sana, no se desenvolvería entonces,

con lo que es culturalmente aceptado (creemos que más bien como un estereotipo)

sobrevalorándose la “autonomía” e “independencia”, sino que tenderá a buscar apoyo y

compañía, lo cual no implica dependencia.

Bowlby ( 1986:130-131) sostiene que la personalidad sana tiene”una capacidad

de confiar en los otros, cuando lo exige la ocasión y saber quién es adecuado para ello”

Para él entonces, la flexibilidad es sinónimo de salud, ya que el rol varía cuando cambia

la situación, y no funciona como un patrón rígido ante las distintas situaciones.

Nos resulta interesante, su planteo al respecto, al resaltar el hecho que “muchas de las

más intensas emociones humanas surgen durante la formación, el mantenimiento, la

ruptura y la renovación de aquellas relaciones en las que una de las partes está

proporcionando una base segura a la otra, o en las que alternan los respectivos

papeles”.(Ibid)

A esto lo podemos constatar vivencialmente ya que todos, hemos

experimentado algunas de estas situaciones, ya sea de formación, mantenimiento,

ruptura o pérdida de vinculos afectivos estrechos, en algún momento de nuestras vidas.

32
Sin embargo, dice Bowlby, es diferente el procesamiento que se haga de estas

vivencias, ya sea, la personalidad sana como la perturbada, por la propia naturaleza de

los vínculos que configuran a cada una de ellas.

En definitiva, decimos que, la función básica del apego, para Bowlby es la de brindar

protección, y agregamos, confianza y seguridad.

Según estudios de Crowell y otros (2002) 2 la teoría del apego no es una teoría

de las relaciones en general. Estos investigadores, dicen que las diferencias individuales

del comportamiento temprano de base segura, dan cuenta de ese infante en particular o

de esa relación en particular.

Dichas investigaciones recientes arrojan luz y explican las etapas o facetas de

base segura de las relaciones íntimas a lo largo del ciclo vital 3 .

2.6. Sensibilidad materna

Respecto a la sensibilidad materna supone la decodificación adecuada de las señales

que el niño vaya emitiendo; implica un interjuego niño-figura de apego en donde la

madre o cuidador/a entiende intuitivamente lo que le pasa al niño, y es capaz de proveer

los requerimientos, que el niño vaya teniendo .Implica una adecuada respuesta por parte

de la madre o cuidador/a.

Bretherton y otros (1985, en Marrone,2001:56) plantea que la respuesta sensible

ofrecida por la madre es, el mejor predictor de la seguridad del apego del niño en el

primer año de vida. Ainsworth y otros (1978, Ibid) dicen que la actitud distante y de

rechazo hacia el niño, especialmente a nivel de contacto corporal, son predictores de

un patrón de conducta evitativo.

Bowlby,(1989) plantea la importancia de lo social en la consolidación de estas

conductas interaccionales entre niños y figuras de apego. Esto se refiere al contexto

2
Nuestra traducción.
3
Para una mayor profundización de las investigaciones sobre Base Segura, véase Crowell y otros, (2002);
Waters y Cummings,(2000).

33
social y cultural en donde se desenvuelve la relación, y el tipo de apoyo o ayuda con que

cuenta la madre o cuidador/a para hacer frente a sus tareas como tal.

A este respecto, diversos estudios aportan información referente a las

consecuencias en la relación madre-niño, si la madre ha contado con apoyo adicional,

por ejemplo, en las instancias que rodean al parto y luego de éste. (Sosa y otros, en

Bowlby, 1989).

Podemos decir entonces, que la conducta de apego se da dentro de un contexto social y

cultural del que se retroalimenta. Esto también lo entendemos al igual de Winnicott

donde plantea que un bebé solo no existe, que existe la relación madre –bebé y al igual

que Stern (1983, 1997) en su planteo de experiencia interactiva, que lo entendemos

como interactividad subjetiva.

7. Tipos o Patrones de Apego

De los diferentes tipos de interacciones que se dan en la díada madre-niño,

surgen diferentes tipo de apego, los que fueron estudiados por Mary Ainsworth a través

sus observaciones directas en Uganda, replicadas en Baltimore y del conocido estudio

experimental de laboratorio: la situación extraña.

Este experimento consiste en observar la conducta de los participantes (niño, madre y

un extraño) a través de una ventana unidireccional, grabada en video; en donde se

estudian las diversas conductas organizadas alrededor del apego del niño durante su

primer año y su madre.

La prueba se realiza en una habitación con juguetes y dos sillas, y en distintos

episodios en donde se observan las reacciones del niño ante la presencia de un extraño

que entra a la habitación, luego la madre se retira por unos minutos dejando al niño con

el extraño, para luego regresar.

34
En otro episodio salen ambos, la madre y el extraño, dejando al niño solo en la

habitación, se observa la conducta exploratoria, etc.

Finalmente se observa la reunión entre el niño y la madre y la conducta del niño en ese

reencuentro.

En suma, este experimento arroja luz sobre la diversidad de patrones de

conducta de apego que se dan en la relación madre-niño.

De lo que se desprenden diferentes categorizaciones:

Los niños con apego seguro exploran con facilidad, seguridad y curiosidad.

Muestran su disgusto como reacción adecuada a la separación y al reunirse con la madre

muestran una mayor capacidad de ser calmados, tranquilizarse y volver a jugar.

Los niños con apego inseguro-evitativo evitan tener cercanía con la madre, casi

no expresan signos de disgusto o protesta al reencontrarse con ella. Se observó que estos

niños parecían tener más interés en los objetos (juguetes, etc) que en las personas.

En el tipo de apego resistente- ambivalente o inseguro- ambivalente, el niño

reacciona con intensidad. Al regreso de la madre, buscan el contacto, pero luego pueden

mostrar pasividad o agresividad. No se calman fácilmente, pueden llorar intensamente

y no vuelven a explorar.

Una cuarta categoría es el tipo de apego desorganizado-desorientado que Mary

Main y otros encontraron. Se observó que los niños con este tipo de apego, reaccionan

al reencuentro con su madre de forma confusa y desorientada. Se comprobó que la

madre del niño desorganizado según Main y Hesse (1990, en Marrone 2001) tiene

conductas imprevisibles y atemorizantes con sus hijos y que la desorganización de éstos

respondía a la incoherencia y al temor.

35
Diversos estudios recogen información al respecto. Se observó que los padres de

estos niños desorientados, atemorizaban a sus hijos mediante el abuso o cualquier otra

forma de maltrato (Carlson y otros, 1989; Main y Hesse, 1990 en Marrone, 2001)

El concepto de modelo operativo será visto detalladamente en el capítulo siguiente.

En el mismo capítulo mencionaremos el concepto de función reflexiva o reflectiva, sin

desarrollarlo.

Ambos conceptos son centrales en la teoría del apego, tanto en lo teórico-clínico

como en la investigación.

36
CAPITULO III

LA TEORÍA DEL APEGO COMO MODELO INTEGRADOR

DE DIFERENTES ENFOQUES

En su origen, fue “desarrollada como una variante de la teoría de las relaciones

objetales” (Bowlby, 1989:43) luego se desarrolló fuera de dicha tradición. A la vez, como

sabemos, se ha basado en conceptos de la psicología cognitiva y del procesamiento de la

información, de la psicología evolutiva, etología, cibernética y psicoanálisis. La

investigación también se integró a lo teórico-clínico, ampliándolo y reformulándolo en un

diálogo permanente.

En consecuencia, la teoría del apego implica una reformulación de la

metapsicología psicoanalítica, y es compatible con la biología y psicología modernas (Ibid).

Un concepto que resulta paradigmático en este sentido, es el de modelos operativos

internos ya que lo conforman diferentes modelos teóricos.

1. Concepto de Modelo Operativo Interno

Este concepto clave en la teoría del apego, integra elementos de la psicología

cognitiva y evolutiva de Piaget, del procesamiento de información, de la cibernética

(metáfora del computador), y del psicoanálisis (relaciones objetales).

Es central, a la hora de entender otros conceptos de la teoría del apego, ya más

“actuales” como el de capacidad de mentalización o -en su aplicación clínica-el de función

reflexiva, asimismo para entender en que parámetros nos basamos cuando hablamos de

Entrevista de Apego Adulto (EAA) o de Current Relationship Interview(CRI) que es una

adaptación reciente de la EAA para parejas.

Qué son entonces?

37
Los modelos operativos son “mapas cognitivos, representaciones, esquemas o guiones que

un individuo tiene de sí mismo (como entidad corporal y psíquica única) y de su entorno”.

(Marrone, 2001:73).

Estos mapas se complejizan, pues abarcan desde “constructos elementales a

constructos complejos”. Son una “representación seleccionada del trazado del mapa-

aspectos de la persona, aspectos del mundo”- o sea aquello que pueda ser representado

psíquicamente o ser objeto de conocimiento.(Ibid).

Como dice Marrone, los modelos operativos son los que organizan la experiencia subjetiva,

cognitiva y la conducta adaptativa. Hacen posible el filtrado de información, de uno mismo

y del medio circundante.

A su vez, pueden seleccionar la información con diferentes fines, de manera tal

que, pueden coexistir varios modelos de la misma cosa (ya sea de uno mismo u otras

personas), “pueden mantenerse apartados unos de otros o unirse a través de procesos

integradores o sintéticos” (Ibid)

Entendemos la importancia que da Bowlby a los modelos operativos que se van

gestando desde la temprana infancia, niñez y adolescencia, lo cual nos interesa desde el

punto de vista clínico.

Asimismo, como estos modelos se definen como estructuras dinámicas, si bien son estables

pueden sufrir modificaciones ya que no son fijas, ni replicas exactas, ni fotografías ni de

uno mismo ni de las relaciones interpersonales. (Ibid)

Esto se inscribe, para Bowlby (en Marrone, Ibid) en el marco del modelo

cibernético del funcionamiento psíquico. El cual lejos de ser mecanicista; según él, es un

modelo biológico que incluye “niveles superiores de representación simbólica”.

38
Entonces, un modelo que se conformó en el pasado, puede no cotejarse con lo que

se percibe en la actualidad; lo cual avala la flexibilidad del modelo, ya que el mismo,

puede ser modificado, asimilando la nueva percepción para reacomodarse e integrarla a

la que ya estaba.

De esta manera es que Bowlby, integra el enfoque de Piaget a su teoría.

Marrone (Ibid) pone el ejemplo del modelo operativo que uno puede hacerse de la casa que

vivió cuando niño, si no vemos la casa durante veinte años y luego volvemos a ella, lo más

probable es que nos encontraremos que la casa nos resulta mucho más pequeña; de esta

manera asimilaremos y reacomodaremos la “nueva” información a la que teníamos y

actualizaremos así, el modelo operativo de la casa.

Esto lo podemos trabajar en psicoterapia, en algunos casos, donde sea importante

crear nuevas percepciones de sí mismo, de los hechos, o de los otros, resignificando las

que ya están. Esto se hace a través de recursos técnicos que no ahondaremos en este trabajo

pero que tendremos en cuenta como terapeutas.

Consideramos que el concepto de modelo operativo, puede asimilarse al de

representación de Stern; el que se alinea con Piaget al cuestionar la mayoría de las teorías

psicológicas en donde la representación interna persistente es la condición sin la cual no

habría permanencia de objeto, o constancia objetal.

Stern(1983: 151-170) considera al igual que Piaget que la formación de esquemas se lleva

a cabo (tanto para percibir objetos inanimados o personas).

Entendemos que si bien Stern diferencia dos tipos de representaciones( una más en

el sentido piagetiano y otra más relacionada con sucesos con “carga afectiva”,

interpersonales subjetivos)lo tenemos en cuenta, pero tomamos a Stern “globalmente” es

decir, sin enfatizar tanto en la distinción , y encontrándolo similar con el planteo de las

39
representaciones que hace tanto Piaget como Bowlby. Ya que para éste último el concepto

de modelo operativo implica tanto la faceta cognitiva como la afectiva de la representación

y entendemos que se puede comparar “integralmente” con el concepto de representación

de estos tres autores.

Por otro lado, consideramos como afirma Stern (1997: 103) que “no se incorpora

nada” sino que se va construyendo a partir de la interrelación con el objeto, que al fin

redunda en la permanencia de objeto, o constancia objetal.

Esto se entiende, desde otra perspectiva del sentido psicoanalítico clásico de

incorporación, con énfasis en la oralidad (introyección/ proyección )

En ese sentido Stern (op.cit) sostiene que el lactante es un ser que mantiene relaciones, si

bien Freud también afirma esto, lo hace desde el modelo pulsional.

Podemos diferenciar diversas etapas en donde el infante va discriminando cada vez

mejor los objetos, por ejemplo la conocida angustia del octavo mes ante extraños, estudiada

por Spitz (1992) lo que implicaría que el bebé va dándole un lugar privilegiado a la madre

o cuidador/a entre las demás personas u objetos. Si bien esta angustia de separación tiene

variaciones individuales de un niño a otro.

Sirviéndose de la idea piagetiana de asimilación y acomodación, Coll y Gillièron

(en Marchesi y otros,1985:182) lo explican diciendo que es en la interacción entre la

persona humana y los objetos(humanos e inanimados)que “se construyen las formas de

pensamiento cuya evolución analiza la psicología genética”.

Según esto, lo que da continuidad entre las formas biológicas y las formas de

pensamiento, es la interacción. Esto se refiere a la interacción del sujeto con los objetos

externos lo que va posibilitando que el ser biológico vaya estructurando las distintas formas

40
de pensamiento, a partir de esta interrelación. Y se vayan construyendo las distintas

estructuras donde se va desarrollando el pensamiento.

O sea, mediante esta interrelación podemos tomar contacto con los objetos y de esta

manera conocerlos.

Es decir, que como resultante entre el sujeto y el objeto, en términos cognitivos- el

sujeto conoce al objeto, a partir de interrelacionarse dialécticamente con él. Al principio

según la idea piagetiana, a partir de esquemas sensoriomotores, luego se irá complejizando

esta interrelación a partir de la evolución de los sucesivos estadios del desarrollo

planteados por Piaget(pre-operacionales operacionales, de operaciones formales, etc)

Pero, como se acomoda el sujeto al objeto?

Para los autores cognitivos, la interrelación entre el sujeto y los objetos(cosas y humanos)

depende de las particularidades de la situación, sería “coyuntural” y además para que dicha

interacción resulte adecuada a sus fines, debe tener en cuenta las características específicas

del objeto sobre el que se ejerce; es decir, debe ajustarse o acomodarse a él.

Pero la interacción entre el sujeto y los objetos, nunca es totalmente nueva, “lo importante

es lo que en cada acción, es transponible o generalizable, es decir, su o sus esquemas”

Apostel y otros (en Marchesi y otros 1985: 182)

Entonces, en la formación de representaciones, y en el proceso de formación del

pensamiento, desde la psicología cognitiva de Piaget, según Coll y Gillièron (en Marchesi y

otros, 1985:186) se plantea que cuando aparece la función simbólica hacia finales del

segundo año de edad, da posibilidad a los esquemas de acción propios de la inteligencia

sensoriomotriz que puedan transformarse en esquemas representativos, o sea “esquemas de

acción interiorizados”.Todo esto se da, a través del curso evolutivo del niño, es decir, se

van construyendo unos sobre otros estos esquemas y complejizando; pero no es un proceso

41
lineal, de hecho, hay personas que no logran alcanzar el estadio de las operaciones formales

nunca.

Esa serie de acciones capaz de ejecutarse en forma organizada se “enriquece con la

posibilidad de imaginarse, de ejecutar mediante representaciones, dichas asociaciones”.

(Ibid).

Depende entonces, también del ambiente y de la interrelación con el mismo.

También Stern (1997) dice que los momentos repetidos de- estar-con la madre van

conformando las representaciones.

En este sentido, como lo planteamos en el capítulo anterior, la noción de

representaciones de este autor, nos parece que se puede comparar al de modelos operativos.

Stern (1983:166) asume las representaciones como unidades de experiencia interiorizadas:

Le da este nombre tan complejo a actos “tan simples” como ganas de sonreír; “ver la

sonrisa de la madre y experimentar una sensación interna de placer”; sería una “unidad

fusionada de experiencia interpersonal” entre otras.

El interjuego que se da entre la madre y el niño, contiene gran cantidad de éstas

“unidades de experiencia, enlazadas entre si”, lo que Stern llama estas experiencias de

unidades sensoriomotoras-emocionales que se van repitiendo a diario; el niño tiene una

oportunidad para interiorizar, cada unidad como una representación aparte.

Cómo vimos, Stern (1997:103-104) dice que en los sucesos interpersonales

subjetivos los acontecimientos mentales están cargados afectivamente; no son isomórficos

de la realidad exterior, y tienen carácter de irreversibilidad en el tiempo. Esto significa que

se prolongan en el tiempo, que son a-crónicos.

42
También dice (Ibid) que se discriminan distintos tipos de representación básica para

crear un modelo de-estar –con- otro: percepciones, conceptos, operaciones sensoriomotoras

y secuencia de eventos, pero no ahondaremos en ellos aquí.

Stern de esta forma, plantea un enfoque diferente al psicoanálitico clásico, como

señalábamos el énfasis está puesto en la experiencia interactiva.

Parte de la premisa que las representaciones se van conformando a partir de las

interrelaciones con alguien.

Es así que, para él, dichas representaciones no se tratan ni de imágenes, ni de

conocimientos, ni de objetos (humanos u otros), sino de la experiencia interactiva.

Tampoco Stern considera que las representaciones estén formadas por sucesos o

personas externas que han sido internalizadas. “No están afuera y se las coloca dentro”.

(Ibid)

Para él, se construyen desde dentro a partir de la propia experiencia de estar con otro. Es la

noción de que “no se incorpora nada” como vimos.

No implica una concepción de que lo intrapsíquico se fue conformando por estas

introyecciones, incorporaciones.

Podemos entonces contemplar la idea de que si bien, “todo se conforma a partir de la

interrelación con alguien y algo” se va integrando al psiquismo del niño.

Entendemos estos aspectos en concordancia con una noción más constructivista de

integración, es decir, de estructuras que se van integrando, que con una noción de

incorporación (más desde el modelo pulsional) si bien estos conceptos puedan ser

cuestionables según el punto de vista y del modelo teórico desde donde los enfoquemos.

Coincidente con este criterio, Bowlby(1989:143) está de acuerdo con que el niño

“desde el momento del nacimiento muestra una capacidad embrionaria para establecer una

43
interacción social y siente placer al hacerlo, citando a Stern sugiere que “por lo tanto no

existe una fase autista ni narcisista”.

También Bowlby dice (Ibid) que es necesario un cierto desarrollo cognitivo para

que el niño establezca una conducta de apego como sistema organizado, pues debe poder

discriminar la presencia de la madre y conservarla en su mente en la ausencia de ella. Esto

no se desarrolla sino hasta luego de los seis meses de edad.

Tanto Stern como Bowlby a pesar de ser psicoanalistas cuestionan las premisas clásicas y

se basan en otros modelos explicativos como estamos viendo, que complementan a las

clásicas.

Por otro lado, Marrone (2001:74) dice que el término modelos operativos puede

aplicarse a “todas las representaciones acerca del mundo y de nosotros mismos en él;

construidas a lo largo de la experiencia, incluyendo personas, lugares, ideas, pautas

culturales, estructuras sociales”.

Entonces, como relacionamos estas vivencias del sí mismo y de los otros (como

modelos internos) con el apego?

Las vinculamos, a partir de las interrelaciones entre el sujeto y los otros (humanos u

objetos), donde se van construyendo los vínculos de apego.

Este enfoque, le da primacía a la noción de interactividad subjetiva, ya que “el

desarrollo es un estado constante de reorganización activa, en donde la intersubjetividad

implica tanto una regulación del propio self, una regulación afectiva, una mentalización (la

capacidad de comprender la propia mente y la ajena), una regulación de la relación con los

demás (reunirse, separarse, aproximarse); todo ello tiene lugar a través de una regulación

44
interactiva”.(Bernardi, setiembre 2005, comunicación personal). 1 Es así que, para

Stern(s/d), según Bernardi, nuestra vida mental es co-creada en diálogo con otras mentes.

Como vimos, Stern (1997) le da importancia a la noción de interactividad subjetiva

o intersubjetiva, en donde lejos de incorporarse algo, lo que se sostiene es la noción de

diálogo e integración. Integración, que es el encuentro entre lo interno y lo ambiental; lo

cual, no es la sumatoria de las partes sino esa peculiar y única configuración que se da en el

encuentro de ambos

2. Psicología cognitiva

Como venimos planteando, de este marco teórico, la teoría del apego toma la noción

de equilibrio de Piaget, es decir, la idea de que la adaptación del sujeto es el resultado que

se da entre la asimilación y acomodación de esquemas sensoriomotores, preoperacionales,

etc; los cuales son característicos de las diferentes etapas de desarrollo por las que atraviesa

un sujeto.

Bowlby tomó de este modelo la idea de acomodación y asimilación, lo que implica

cierta flexibilidad de los modelos operativos internos, ya que pueden ser modificados.

Como sabemos, la teoría de Piaget recorre todo el ciclo vital, en donde se da importancia a

los mencionados procesos, como forma de conocimiento y desarrollo. (Marchesi y otros,

1985)

Piaget se plantea el problema del proceso de construcción del pensamiento. Postula

tres factores para que esto se lleve a cabo; acciones, esquemas y estructuras.

La acción implicaría, la interacción entre el sujeto y los objetos y dentro de ella se irían

construyendo las formas de pensamiento. (Ibid)

1
Conferencia “El Nacimiento de la Subjetividad” en el marco de las Conferencias “Nace un Niño, Nace una
Madre”, Setiembre, 2005, Área de Maternología, piso 15,Hospital de Clínicas, Montevideo, Uruguay.

45
Dicha interacción tiene dos aspectos según Apostel y otros, (en Ibid) un aspecto que

depende de las peculiaridades concretas de la situación; en donde el sujeto que ejecuta la

acción debe tener en cuenta las características particulares del objeto sobre el cual la ejerce,

o sea que debe acomodarse al mismo.

Y un esquema “previo” que lo “guíe”, esto significa que ninguna acción es totalmente

nueva , según Marchesi y otros, nunca es totalmente diferente a otras acciones posible de

realizar para el organismo; se plantea asi lo generalizable o “transponible” es decir, sus

esquemas.

Esto puede asimilarse a una visión constructivista en donde se van integrando nuevos

esquemas a otros.

Piaget (Ibid) distingue dos tipos de experiencia, dos maneras de ejercitar la acción,

de aprender mediante la aplicación de esquemas: por una parte, en la experiencia física el

sujeto intenta comprender las propiedades del objeto con el cual interactúa aplicándole los

esquemas que dispone, atribuyéndole significaciones, en suma; asimilándolo.

Por otro lado, mediante la experiencia que ellos llaman “lógico-matemática” el sujeto no

trata de conocer las propiedades del objeto, sino de experimentar con sus propias acciones,

con sus propios esquemas, para abstraer sus propiedades.

Ambos tipos de experiencia son interdependientes .El sujeto no podrá dejar de

enriquecerse a lo largo de su vida, ya que además de conocer la realidad por medio de

experiencias físicas, experimentará con sus propios esquemas y construirá así, estructuras,

formas lógico-matemáticas; o sea, combinación de esquemas que tendrán propiedades

diferentes.

En el transcurso del desarrollo, el niño reorganiza y reconstruye sus esquemas,

diversificándolos, diferenciándolos, combinándolos de tal manera que: “cuanto más

46
desarrollado está un sujeto, en mayor medida un acto concreto será susceptible de

corresponder a una pluralidad de esquemas” (Apostel y otros, en Marchesi, 1985:183)

“El esquema, verdadero marco asimilador que permite comprender la realidad a la que se

aplica atribuyéndole significaciones, es la unidad básica del funcionamiento cognitivo y

simultáneamente, el ingrediente elemental de las formas de pensamiento, desde las más

elementales a las más complejas” (Ibid)

Bowlby (1989) considera compatible a la teoría cognitiva con la del apego.

Plantea que la teoría del apego explica el desarrollo de las personalidades mentalmente

sanas y consistentes y también de las con tendencia a la ansiedad y depresión; o a las que

tienden a desarrollar un falso sí mismo o son más vulnerables a la mala salud mental.

Por tanto, los abordajes que se hacen de los problemas de desarrollo de la personalidad y

de la psicopatología, desde la perspectiva cognitiva son compatibles con la teoría del

apego.

De esta manera vimos muy sucintamente como la psicología cognitiva aporta

elementos a la teoría del apego, en donde el concepto de modelo operativo que

desarrollamos, ejemplifica en su configuración, la conjunción de diferentes enfoques.

3. Procesamiento de la Información

Bowlby(1983:65) sostiene que para comprender , por ejemplo, las respuestas de

pérdida vinculadas al duelo, debemos entender primero el concepto de defensa pero

analizado desde el punto de vista del modelo del procesamiento de información.

A punto de partida de una serie de datos reunidos de manera sistemática que avalan

dichos estudios, Bowlby postula que se adopta así, un nuevo enfoque del que hasta ese

entonces se sostenía, en particular desde el modelo freudiano y kleniano.

Se plantea la importancia de la conciencia.

47
Como sabemos, el modelo de procesamiento de la información prioriza “los pasos, acciones

y operaciones progresivas que tienen lugar cuando la persona recibe, percibe, recuerda ,

piensa y utiliza la información” (Rice, 1997:46)

Este filtrado de información se lleva a cabo de la siguiente manera; esquematizando:

EstimuloÆ Selección Æ PercepciónÆ RecuerdoÆ PensamientoÆSolución de

problemasÆAcción.

Si bien este esquema puede resultar una simplificación pues hay pasos que pueden darse en

sentido inverso, resulta útil para graficar. (Ibid)

En general, la información es seleccionada según nuestra subjetividad, pues no es

una réplica exacta del estímulo (ver Stern lo de los modelos), dicha información es

interpretada y evaluada en función de nuestra peculiar y única forma de percibir, lo que

depende de nuestra experiencia previa y de nuestros elementos afectivos y cognitivos; en

ese filtrado de información se encuentran también operando, los modelos operativos

internos.

Sin embargo, según López, en Marchesi y otros, (1985:239) hay críticas al modelo

de “metáfora del ordenador” pues, el sistema cognitivo humano es ambiguo; los objetos

son sumamente heterogéneos y no se pueden clasificar en categorías bien delimitadas.

Los actuales programas de inteligencia artificial, no pueden resolver los problemas

ambientales, que no siempre son explícitos y contienen incertidumbres. Pero si lo puede

hacer, la mente humana; ya que percibimos objetos y eventos, somos capaces de establecer

relaciones causa-efecto; delimitamos metas y tomamos decisiones en los momentos de

incertidumbre. Además el sistema artificial es binario.

La computadora procesa la información en un circuito aferente, mientras que

nosotros la procesamos bidireccionalmente.

48
Tampoco la computadora tiene conciencia, ni afectos, ni motivación, ni conocimiento

social, dice este autor.

Si bien, estas limitaciones del modelo son atendibles; igualmente nos parece que la

analogía que hace Bowlby de la mente como un sistema de control, y como modelo

cibernético, resulta útil para conceptualizar el procesamiento de información y como lo

postula para explicar otros procesos (el duelo por ejemplo, aunque no lo desarrollaremos

en este trabajo)

4. Etología

Bowlby( 1986,1990) hace referencia a los estudios de Lorenz sobre la impronta, en

donde se observó que las crías de gansos silvestres, tenían una capacidad biológica pre-

determinada para establecer conductas de apego hacia el primer objeto que veían (ya sea

un ganso, o humano, etc)

También se basó en los estudios experimentales con los monos rhesus de Harlow

que explicamos en el capítulo dos del presente trabajo.

En suma, le dio importancia a la observación naturalista como método científico, para

poner a pruebas sus hipótesis, y correlacionar la conducta de apego de algunas especies,

con la humana.

Pero que aportó la etología a la teoría del apego?

Mientras Bowlby (1990) estuvo trabajando con niños hospitalizados con privación, ya sea

parcial o total de sus figuras de apego, tomó contacto con los estudios experimentales de

Harlow de 1958 y así, va incorporando la perspectiva etológica y sus aportes, para explicar

determinadas conductas.

49
La etología (Marchesi y otros,1985) ha ido descubriendo a través de sus métodos y

principios que, en el comportamiento humano existe “una suerte” de plan programado, un

programa propio de la especie.

Estas conductas programadas se refieren esencialmente a las “básicas” o sea aquellas que

están más asociados a la supervivencia de la especie, por ejemplo; cuidado de las crías,

búsqueda de alimento, reproducción, relación con los congéneres, expresión de las

emociones básicas, etc.(Ibid)

Esta programación afecta todo el ciclo vital, y no solamente están programadas las

conductas, sino también el momento, el tiempo en que van a aparecer, como pasa con la

conducta de apareamiento.

Para que estas conductas se desarrollen, son necesarias, determinadas condiciones

ambientales. Inclusive es importante que actúen o se den esas condiciones en determinado

tiempo y no en otro, tal es el caso del período crítico o sensible.

Si la programación endógena, “el reloj endógeno (programas con mayor o menor

grado de flexibilidad temporal) no coincide en su tiempo con las condiciones ambientales

adecuadas, la conducta puede no aparecer o verse afectada negativamente en algún grado”

(Ibid: pág. 95)

Según López, (en Marchesi 1985 y otros) etólogos como Hinde prefieren referirse al

término periodo sensible, superando al de periodo crítico de Lorenz, que en un principio se

utilizó; por considerarlo demasiado rígido e insostenible.

El periodo sensible de Hinde (1984, en Marchesi y otros, 1985:96) entonces,

implica que un “suceso dado produce un efecto más fuerte o aquel en el que un efecto dado

puede ser producido más facilmente”

50
Según López (en Marchesi, Ibid) es necesario superar el modelo dicotómico, que

insiste en dividir lo innato de lo adquirido. Estamos de acuerdo en superar el modelo

cartesiano en donde entendemos se disocian los objetos de estudio, ignorando la

interrelación esencial que se da en caso del hombre y el ambiente.

Interacción que se da, según los etólogos, entre “un sujeto activo cuyas conductas básicas

están programadas en el tiempo y un ambiente significativo y diferente en cada edad”

(Ibid).

La cantidad de datos que ha recogido la etología a través del estudio observacional y

del método científico, no son el objetivo de nuestro trabajo.

Pero si los estudios que se hicieron, de la relación del niño con sus figuras de apego. 2

López (Ibid) dice que los datos que se han recogido respecto a la relación del niño

con sus padres o cuidadores, nos aportan importante información respecto al valor

adaptativo de las conductas propias de la especie.

Se observó que las figuras de apego están recibiendo continuamente señales, que deberán

decodificar y una adecuada decodificación de las mismas es lo que posibilita una respuesta

hacia los niños, que les ayudará a la adaptación y supervivencia de los mismos al ambiente.

Entendemos que este concepto es muy similar al de respuesta sensible que vimos al

inicio de nuestro trabajo (capítulo II).

También Stern (1983) hace referencia a Lorenz diciendo que los recién nacidos pareciera

que para asegurarse la supervivencia presentan determinado tipo de características físicas:

como una cabeza grande en comparación con el cuerpo, mejillas redondas, ojos grandes,

ubicación de los mismos por debajo de la línea media horizontal del rostro; en suma,

poseedor de cierto atractivo que despierte ternura y llame la atención de los otros miembros

de la especie (adultos o niños ), a fin de promover cuidados y asegurarse la supervivencia.


2
Véase Marchesi y otros (1985) para una mayor profundización al respecto.

51
Según Lorenz, en Stern (Ibid) estas características propias del bebé son las mismas

para todas las especies (perros, gatos, aves, humanos).

No solo los rasgos serían importantes sino también las señales que emite; movimientos,

sonrisas, sacar la lengua, abrir los ojos y la boca, etc.

En general, esto provoca especialmente en la madre o cuidador/a, pero también en el resto

de los adultos, adolescentes y niños de ambos sexos, con y sin hermanos; sensaciones

placenteras y de acercamiento hacia el bebé, plantea Stern.

Para resumir, el concepto de desarrollo que venimos viendo, para la etología actual,

no es un “mero proceso acumulativo de llenado de un vacío” (Marchesi y otros, 1985:96)

sino que implica la noción de interacción que hemos planteado a lo largo de este trabajo.

La evidencia recogida (Ekman y Oster, 1979; Oster, 1981, en Ibid: pág. 97) plantea

la existencia de constancias en la expresión emocional y en la comunicación humana que

“difícilmente puedan ser entendidas desde perspectivas no etológicas” más aún si contamos

con que algunas expresiones de las emociones básicas se encuentran presentes desde el

momento del nacimiento y el reconocimiento de las emociones aparecen muy

tempranamente.

5. Relaciones Objetales

El concepto de relaciones objetales proviene de la teoría psicoanalítica de los

instintos. (Ainsworth ,1969) 3

La teoría de las relaciones objetales (Klein, Kernberg) como sabemos, implica una

modalidad de relación del sujeto tanto consigo mismo (self) como con los demás (cosas,

personas o relaciones) ya sean fantaseadas como reales.

Entendemos que según el enfoque kleniano se enfatiza lo fantaseado y simbólico

por encima de lo “real”. Los objetos internos de un sujeto entonces pueden ser vivenciados
3
Nuestra traducción

52
como preponderantemente amenazantes, perseguidores, buenos, etc. También cuenta, no

solo el tipo de objetos internos que un sujeto tiene, sino el tipo de relación con los mismos.

No es nuestra intención exponer aquí en que consiste la teoría de las relaciones objetales,

pero si considerar, los aportes que la misma le dio a la teoría del apego.

Para los teóricos del apego, los conceptos de modelos operativos y representación

del self y del objeto, son sinónimos; “Dentro del marco del apego, el concepto de modelo

operante de una figura de apego es en muchos aspectos equivalente al concepto

psicoanalítico tradicional de objeto interno, y lo sustituye” (Bowlby, 1989:141)

Los teóricos del apego, según Marrone (2001:74) tratan de no utilizar el término objeto ya

que ofrece “una metáfora pobre” de lo que quieren describir.

En suma, ellos, usan ambos términos para referirse a lo mismo, es decir, como un

sustituto del término objeto interno.

Por otro lado, existen formas especializadas de modelos operativos, que pueden definirse

como ideas concientes e inconcientes de uno mismo y del otro como figura significativa; el

autor citado, señala que, los modelos operativos “contienen la idea de ser objeto de amor y

aprecio”, implicaría lo que conocemos como autoestima.

Entendemos así, que el modelo operativo, es un concepto flexible, en interrelación

constante con el medio ambiente, siendo este interjuego dinámico lo que lo caracteriza.

La diferencia entre ambos conceptos estaría dada por el peso que tiene, en el

enfoque kleniano lo fantaseado, inconciente.

6. Función Reflectiva o Reflexiva

Al igual que los modelos de trabajo internos, es un concepto clave en la teoría,

clínica e investigación del apego. En la presente tesis, no lo desarrollaremos 4 .

4
Para profundizar sobre este concepto, véanse las memorias de grado de Pifaretti (2005) y Peyrou
(2006),UCUDAL.

53
Fonagy (1999,2000) y Fonagy (en Bernardi y otros 2001) ha estudiado el concepto de

función reflexiva o reflectiva-su aplicación clínica- y la capacidad de mentalización, su

conceptualización teórica. (aunque en realidad se refieren al mismo fenómeno).

Dicha capacidad tiene su origen en un proceso de regulación afectiva diádica, en

donde están implicados los modelos operativos internos. Mediante las interrelaciones del

bebé con el cuidador se hace necesario que éste vaya regulando las reacciones emocionales

del infante ya que no nace con la capacidad de hacerlo solo.

A través de estas regulaciones afectivas el bebé va incorporando la capacidad de

regular las propias reacciones, estados afectivos y mentales. Lo que lleva a que

gradualmente vaya adquiriendo la capacidad “intuitiva” de entender los propios estados y

los ajenos y vaya elaborando una “teoría de la mente”, tanto propia como ajena.

Hay estudios donde correlacionan padres con capacidad reflexiva con el apego seguro del

niño. Fonagy (1999) dice que la función reflexiva del cuidador predijo la seguridad del

apego y también predijo la adquisición precoz de una teoría de la mente.

Entendemos que este concepto está muy relacionado al de respuesta sensible del

cuidador, y en esa capacidad para “adivinar” momento a momento lo que al bebé le pasa.

Como dice Fonagy, esta “capacidad de mentalizar pasa a existir a través de la experiencia

del niño que se ha reflexionado sobre sus estados mentales”.También es importante este

concepto en cuanto a que se va transmitiendo de una generación a otra, “nosotros pensamos

en los otros en términos de deseos y creencias porque, y en la medida en que, nosotros

fuimos pensados como seres intencionales”. (Ibid).

Hay evidencias donde se relaciona el deterioro de la capacidad reflexiva y el sentido

del self del infante con el maltrato. Los abusos o maltratos pueden hacer que el infante se

54
retire del mundo mental. Reconocer el estado mental del otro puede ser “peligroso para el

self en desarrollo”. (Fonagy,2000).

Para el niño reconocer el odio o la violencia de sus progenitores o cuidadores, a

través de los actos de violencia dirigidos hacia él, implica verse a sí mismo como sin valor

y que no merece ser querido ni cuidado. Por otro lado, la significación que se le da a estos

estados intencionales es negado o distorsionado, dado que los padres abusadores “exigen

creencias o sentimientos opuestos a su conducta”. (Ibid)

Asimismo, plantea Fonagy (Ibid), que el maltrato y más aún la atmósfera familiar

que lo rodea, “retrasa el desarrollo de la mentalización”.

En consecuencia, si la “falta de consideración de la intencionalidad del infante por

parte de los cuidadores es persistente” se verán los resultados a nivel de desarrollo

funcional y hasta neuronal del niño, traducido en un déficit en la capacidad de

mentalización.

55
CAPITULO IV

CONSIDERACIONES DEL MODELO DE APEGO

La perspectiva de apego se caracterizó por los vínculos que estableció entre

diversos enfoques, de los que hemos dado cuenta.

En este capítulo nos centraremos en la relación con el psicoanálisis. Referido a algunas

ideas claves de Freud, de manera sintética veremos lo que se ha validado por medio de la

experimentación y lo que no.

También veremos algunas investigaciones contemporáneas relevantes de apego. La

teoría y la clínica se retroalimentan en continuo con la investigación y esto da lugar a

ramificaciones y ampliaciones constantes del modelo.

1. Diferencias de perspectivas

Nos referimos básicamente al punto de vista en que se basó Freud y seguidores, para

conceptualizar el origen del vínculo cuidador-niño, fundamentando que dicho vínculo se

explica a la luz de la oralidad (necesidad de alimento-hambre- y su satisfacción) basado en

la pulsión oral.

Respecto a ello, Bowlby (1990) afirma que son teorías basadas en un supuesto que se creía

estaba justificado y no en la observación experimental, como entonces no surgió ninguna

otra teoría, dicha premisa se consideró válida.

Bowlby (Ibid) plantea que existió una gran discrepancia entre lo que surgía de las

observaciones empíricas y las hechas de abstracciones teóricas, señala que esto le sucedía a

diversos analistas: Klein, Ribble, Benedek, Spitz. “En cada caso han observado una

interacción de carácter no oral entre madre e hijo y, al describirla, han utilizado términos

56
que sugieren la existencia de un vínculo social primario” (pág. 394).

El problema era cuando se comenzaba a teorizar al respecto, entonces “todos se

sienten compelidos a asignar primacía a las necesidades de alimento y calor y a presuponer

que la interacción social se desarrolla sólo de manera secundaria.”(Ibid).

A partir de esta perspectiva, entendemos que el modelo de Bowlby se diferencia del

de Freud, ya que para éste el apego cumple un rol secundario en relación a las

gratificaciones orales (libidinales), mientras que para Bowlby el apego tiene peso propio y

es primario.

Freud plantea un estado de narcisismo primario mientras que Bowlby se refiere a las

interacciones intersubjetivas, desde el inicio.

2. Comprobación empírica de algunas hipótesis de Freud

Asimismo, destacamos que hay intuiciones de Freud que efectivamente fueron

puestas a prueba y validadas por medio de la experimentación, es el caso de sostener que

los vínculos tempranos son los que influencian la forma de relacionarnos que tendremos

en la adultez.(Waters, 2004; Waters y otros (s/d);Crowell y otros, 2002).

Por otro lado, existen investigaciones, respecto a los patrones transgeneracionales

del apego, que aportan datos interesantes, sobre todo sienta las bases para la investigación y

clínica con adultos. Lo que era una preocupación de Bowlby en ese entonces es hoy una

realidad que se contrastó empíricamente, a través del AAI (Adult Attachment Interview) 1 en

castellano, EAA (Entrevista de Apego Adulto) que surge a partir de los resultados

obtenidos por el experimento de Mary Main y colegas.(Bowlby, 1989).

Nos referimos a la necesidad que planteaba Bowlby de tener una entrevista semanal

con las madres de los niños que él analizaba, a fin de que tomaran contacto con los propios

57
modelos o representaciones de apego de su infancia.

Al respecto, del estudio de Mary Main en Berkeley se observó que hay una estrecha

relación en la forma cómo la madre describe sus relaciones con sus padres en su infancia y

el tipo de apego que su hijo tiene con ella.

El entrevistador pide a la madre una descripción de sus primeras relaciones y de

acontecimientos relacionados con el apego, y cómo considera ella que estas relaciones

afectaron su personalidad.

Al evaluar los resultados se tiene en cuenta la forma en cómo la madre relata la

historia, tanto o más que el material histórico que detalla. Esto tiene relación con la

memoria, con el lenguaje y con la función reflexiva. Ya que se vió que un relato coherente

y organizado (coherencia narrativa), donde están implicados la memoria y el lenguaje

tiene que ver con un apego seguro y con una buena capacidad de mentalización.”…los

individuos autónomos valoran las relaciones de apego, integran coherentemente memorias

en una narración con sentido...los individuos inseguros son pobres en integrar las memorias

de la experiencia con el significado de esa experiencia” (Fonagy, 1999).

Sintetizando, según este estudio la madre de un bebé seguro es capaz de “hablar

libremente y con ternura de su infancia” mientras que la madre de un bebé inseguro, no.

(Main, Kaplan y Cassidy, 1985, en Bowlby, 1989,154-157)

En suma, del estudio de Main y sus colegas, se extrae que la capacidad para acceder

libremente a la información relacionada con el apego y una coherente organización de la

misma, juegan un rol importante en el desarrollo de una personalidad segura durante la

adultez.

En la actualidad existen estudios en donde se avalan algunas de las ideas de Freud,

1
Véase protocolo traducido en tesis de Sarotto (2005)

58
comprobándose así por medio de la experimentación.(Waters,2004; Waters y Cummings,

2000; Waters y otros s/d, Crowell y otros,2002) 2 . Los reseñamos a continuación:

Theodore Waters (2004) comenta, la moderna comprensión que se hace hoy en día

de las ideas freudianas referido a que las raíces del amor se encuentran en las tempranas

experiencias. Ya que según esto, las “raíces del amor están en los brazos de nuestras

madres.

Según Waters para Freud apego sería sinónimo de “agarrarse”, “aferrarse” y

dependencia. También para algunos psicoanalistas el término dependencia es usado para

caracterizar las relaciones preobjetales del infante, para ellos el origen de las relaciones

interpersonales está en el lazo de dependencia del infante con su madre. (Ainsworth, 1969).

Esto contrasta con la postura de Bowlby quien plantea que apego y dependencia no son

términos equiparables

Por otro lado, Judith Crowell y Everett Waters (alumno de Ainsworth) han

recientemente adaptado la Entrevista de Apego Adulto para aplicarla a parejas. La

denominan “Current Relationship Interview” (CRI). En una entrevista muy similar a la

EAA, los adultos son interrogados no acerca de la relación con sus padres sino con sus

esposo/as. Como en la EAA los participantes se subdividen en patrones fácilmente

reconocibles como: seguro, inseguro, evitativo; inseguro/preocupado, etc.

Theodore Waters (2004) plantea que, la Situación Extraña, La Entrevista de Apego

Adulto, y la CRI, son entre otras, las herramientas que necesitamos para poner a prueba las

hipótesis de Freud de cien años de antigüedad, donde se sostenía que la relación madre-

niño es el modelo para las futuras relaciones adultas. Dado que dichos instrumentos

implican comprobaciones empíricas que dan validez a las hipótesis planteadas.

2
Nuestra traducción

59
3. Algunas investigaciones contemporáneas relevantes de apego

Recientemente Waters, Merrick, Treboux, Crowell y Albersheim (s/d) publicaron

un importante estudio en donde se da un considerable apoyo a la idea de que las

experiencias tempranas pueden influir las relaciones en la adultez.

Dichos investigadores, en su articulo: “Seguridad del apego en la infancia y la

temprana adultez: un estudio longitudinal de 20 años” 3 ; observaron a sesenta infantes

blancos de clase media que fueron vistos durante la situación extraña de Ainsworth a los

12 meses de edad, 50 de estos participantes (21 varones, 29 niñas) fueron recontactados 20

años más tarde y entrevistados en base a la EAA de Berkeley.

Los entrevistadores eran ciegos a las clasificaciones de Situación Extraña de los

participantes.

En total, 72% (36/50) de los infantes recibieron la misma clasificación de apego seguro

frente al inseguro de la temprana adultez.

Según predice la teoría del apego, los sucesos de vida negativos, definidos como:

(1) pérdida de uno de los padres, (2)divorcio de los padres, (3) enfermedad con riesgo de

muerte de un padre o del niño (por ejemplo, diabetes, cáncer, ataque cardíaco), (4) desorden

psíquico de los padres y (5) abuso físico o sexual por parte de un miembro de la familia

fueron un importante factor de cambio.

Cincuenta y seis por ciento (10/18) de los infantes cuyas madres reportaban sucesos

de vida negativos, cambiaban las clasificaciones de apego desde la infancia a la temprana

adultez. Sólo 28% (9/32) de los participantes que no reportaban tales sucesos cambiaban la

clasificación.

60
Estos resultados apoyan la hipótesis de Bowlby de que las diferencias individuales

en la seguridad del apego pueden mantenerse estables durante períodos considerables de la

vida y sin embargo permanecer abierta a la revisión a la luz de la experiencia.

Otro estudio de apego adulto es el que hicieron Yárnoz y otros (2001) en la

Universidad del País Vasco donde se estudió la relación entre el estilo de apego y la

percepción que los sujetos tienen de sí mismos y de los otros. Se trabajó sobre una muestra

de 118 estudiantes universitarios.

Entre los resultados más llamativos arrojados por el estudio, se vió una gran similitud

entre los tipos de apego seguro y temeroso. Ambos relatan infancias difíciles pero pueden

tener una representación coherente de sus padres y de ser una base segura para sus hijos.

Por otro lado, investigando la conducta de base segura en la adultez Crowell y otros

(2002) 4 vieron que: las diferencias individuales en una temprana conducta de base segura,

arroja luz, sobre la evolución de la conducta de base segura en las relaciones íntimas a lo

largo del ciclo vital.

Waters y Cummings (2000) 5 afirman que la teoría del apego como una relación de

base segura, integra conocimientos acerca del afecto, cogniciones y comportamiento en las

relaciones íntimas, a través de la edad y de la cultura.

Estos acontecimientos empíricos incluyen importantes descubrimientos acerca de la

naturaleza del vínculo niño-cuidador/a y de las relaciones íntimas adulto-adulto, la

importancia de las tempranas experiencias y acerca de la estabilidad y el cambio en las

diferencias individuales.

La tarea, según estos investigadores es la de seguir trabajando sobre estos estudios y seguir

3
Nuestra traducción
4
Nuestra traducción
5
Nuestra traducción

61
desarrollando conocimientos.

Para llevar a cabo esto, se examina continuamente la lógica y la coherencia de la teoría del

apego y se rectifican errores de énfasis y errores de análisis, dicen estos investigadores.

La perspectiva del desarrollo del apego, representaciones del apego, apego en

familias y perspectivas de estudios interculturales; requieren una puesta al día, a la luz de la

investigación empírica y a los avances de la teoría del desarrollo, biología del

comportamiento y psicología cognitiva.

Necesitamos, dicen Waters y Cummings, cambiar la teoría por formulaciones y

refutaciones de hipótesis que de no ser confirmadas, requerirán cambios significativos a la

misma.

Para cumplir con esa tarea, se está avanzando en importantes desarrollos en la teoría

e investigación del apego así como en su integración con otras disciplinas.

Según ellos, para los teóricos e investigadores del apego el primer año de este nuevo siglo,

también marca el primer año en el estudio empírico del apego, que sin el aporte de Bowlby

o Ainsworth no sería posible.

La teoría del apego de Bowlby-Ainsworth es un valioso legado que puede continuar

sirviendo como base segura desde donde explorar las relaciones íntimas.

En conclusión, esto refleja, el valor de las intuiciones de Freud acerca de la

naturaleza e importancia de las tempranas relaciones; la sabiduría de Bowlby en

reconceptualizar el lazo niño-madre como una relación de base segura. El estado y progreso

de la teoría del sistema de control, la teoría evolutiva, la psicología cognitiva y las ciencias

relacionadas a la teoría del apego, y el último aporte de Ainsworth con sus estudios

etológicos del apego del infante en Uganda y Baltimore.

Este legado se sigue enriqueciendo a través de la teorización rigurosa y el análisis empírico.

62
Al respecto Bretherton (1992) 6 comenta que la teoría del apego y la investigación

avanzan sobre diversos ejes, según ella inspirados por el segundo y tercer volumen de la

trilogía de apego de Bowlby, a través de los avances metodológicos y de la inclusión de

perspectivas teóricas complementarias con la teoría del apego, como vimos en nuestro

trabajo.

Para ella como resultado del estudio de Berkeley de Mary Main (Main, Kaplan, y

Cassidy, 1985), y de la publicación de la Monografía de la Sociedad para la Investigación

en Desarrollo Infantil, Puntos de crecimiento de la Teoría e Investigación del

Apego(Bretherton y Waters, 1985, En Bretherton, 1992) se ha explorado empíricamente

los aspectos psicológicos, internos o representacionales del apego, incluyendo la

transmisión intergeneracional de los patrones de apego que habían estado en el centro de

los intereses de Bowlby desde sus comienzos en la psiquiatría, como lo vimos nosotros

más arriba.

La cuestión radica en seguir usando una variedad de diseños de investigación y estrategias

de medición, para clarificar los mecanismos que subyacen a la estabilidad y el cambio del

apego.

En este punto queremos hacer referencia a las consecuencias de esos vínculos de

apego establecidos en la infancia, al llegar a la etapa adulta. Haciendo una fugaz

perspectiva histórica al respecto, los vínculos de apego en adultos comenzaron a estudiarse

a principios de los setenta, con los estudios del duelo en adultos (Bowlby y Parkes, 1970;

Parkes, 1972, en Bretherton, 1992) y la separación conyugal (Weiss, 1973, 1977) (en Ibid).

Más recientemente, el interés en los apegos de adultos se ha ampliado hasta alcanzar las

relaciones conyugales (Weiss, 1982, 1991, en Ibid) y ha experimentado un ulterior aumento

6
Nuestra traducción

63
con el trabajo de Shaver y Hazan (1988,en Ibid), que adaptaron los patrones de apego

infantil de Ainsworth a patrones de adultos, señalando que los adultos que se describen a sí

mismos como seguros, evitativos o ambivalentes con respecto a las relaciones románticas

muestran patrones divergentes de relaciones progenitor-hijo en sus familias de origen.

Finalmente, Cicirelli (1989, 1991, en Ibid) ha aplicado la teoría del apego al estudio

de los hijos de mediana edad y sus padres ya mayores, plantea Bretherton.

Estas investigaciones constituyen un área en pleno desarrollo y ampliación en la

investigación actual de apego.

4. Apego y Psicoanálisis

Con relación a algunos constructos psicoanalíticos, Hanna Segal(s/d) 7 afirma que

es muy difícil “des-aprender” aquello que ha sido integrado al bagaje de conocimientos y

queda como una especie de huella indeleble.

No obstante, entendemos al aprendizaje como un proceso dinámico e inacabable y en el

que es posible romper algunos esquemas mientras el desarrollo científico avanza y algunas

hipótesis quedan descartadas y otras son validadas.

Asimismo, como plantean muchos autores, dado el peso “teórico-tradicional” que

ha tenido el psicoanálisis esto se hizo y hace aún difícil. Sin embargo, la teoría del apego

nos obliga a reformularnos, ya que implica en su propio origen una reformulación de

algunos conceptos clásicos psicoanalíticos.

Repasemos algunas diferencias sustanciales:

En la perspectiva freudiana la conducta pulsional se activa por una carga de energía que

llegado cierto nivel o estado de tensión necesita ser descargada (modelo energético), para

Bowlby la conducta pulsional se activa, tanto por factores internos como externos según sea

64
la función que se deba cumplir.

Si bien se distancia del modelo energético freudiano, Bowlby (1990) como vimos,

compara a la mente con una computadora (modelo cibernético) para explicar como el

organismo biológico se orienta hacia un fin o meta predeterminada, y se retroalimentará

con el ambiente.

De esa interactividad, se van regulando las conductas del organismo y del mismo

con el entorno, es así que a partir de estas regulaciones se van organizando las estructuras y

se mantiene la homeostasis del sistema. Estas estructuras se van integrando entre sí y con el

ambiente, de lo que surge la adaptación que es interactiva.

Por otro lado, la crítica que suele hacérsele al psicoanálisis, en cuanto a relacionarse

con otras disciplinas es, su histórico aislamiento (Fonagy, 2003), y en esto se diferencia

con el modelo de apego que se caracteriza por su relación con otros abordajes y por tender

lazos.

De los puentes que se han tendido entre dicho modelo y el psicoanálisis,

encontramos como dice Arieta Slade (2000) los trabajos de Mary Main y Fonagy,

respectivamente: el monitoreo metacognitivo 8 y la función reflexiva. Al irse modificando

la investigación de apego en formas que se pudieron aplicar a conceptos básicos del

psicoanálisis.

En este sentido Fonagy (2005) hace un análisis de la integración de la teoría del

apego y el psicoanálisis. En dicha conjunción, de acuerdo con Fonagy, se ubican los

principales psicoanalíticos del apego, como Karlen Lyons-Ruth, Morris Eagle, Arietta

Slade, Alicia Lieberman. (como es imposible incluirlos aquí remitimos al lector interesado,

a dichos autores).

7
Nuestra traducción

65
La articulación entre la investigación y lo teórico-clínico, a nuestro entender, hace

que se vaya gestando un nuevo paradigma, “alternativo” para las diferentes preguntas que

nos hacemos como profesionales y que se hacen los investigadores.

Incluso hay autores que consideran a la teoría del apego como un nuevo paradigma

psicoanalítico entre los que se encuentran Mario Marrone, Luis Juri, Mauricio Cortina y

Giovanni Liotti, entre otros. (Cortina y Liotti, 2003) 9 .

Este paradigma se enmarca en el contexto del psicoanálisis más reciente y contemporáneo.

Entendemos que según los diferentes ámbitos de formación desde los que

provengamos, tendremos-o no- un conocimiento más profundo de este modelo.

8
Véase Slade (2000) donde desarrolla este concepto formulado por Mary Main.
9
Respecto al papel del psicoanálisis en la actualidad y su relación con otros enfoques, hay copiosa literatura ,
véase “Aperturas Psicoanalíticas”.

66
CONCLUSIONES

Para concluir el desarrollo de este trabajo señalaremos que:

La teoría del apego, desde su inicio, implicó un distanciamiento con las teorías

psicológicas de la época, básicamente con el psicoanálisis. Sus pioneros fueron John

Bowlby y Mary Ainsworth.

El primero, a pesar de ser psicoanalista, cuestionó las premisas básicas de este

modelo y se decidió a investigar la naturaleza del vínculo cuidador -niño, tomando

aportes de la etología, de la psicología evolutiva y cognitiva. Alejándose así de las

teorías instintivas freudianas y klenianas.

En su época Bowlby, no fue reconocido por sus colegas en los círculos

psicoanalíticos. De acuerdo a lo desarrollado en nuestro trabajo podemos decir, según

palabras del autor, que no tomó los puntos de vista económico ni dinámico del

desarrollo de la libido, según lo plantea en 1969. Si bien esta consideración pueda

despertar discusiones en algún sentido, entendemos que Bowlby así lo plantea.

En referencia al modelo pulsional, cuestionó, sobre todo a la teoría del impulso

secundario.

De los experimentos realizados al respecto se comprobó experimentalmente que

nos apegamos a los otros y primariamente a nuestra madre no por ser alimentados por

ella, sino por nacer predispuestos a establecer un vínculo sensible de apego. Es así que

echa por tierra la primacía de la teoría de la pulsión oral, en las etapas tempranas.

De esta manera entonces, Bowbly le adjudicó un papel secundario a la oralidad y

privilegió el vínculo y conducta de apego como fundante del psiquismo del niño.

Por entenderla compatible con la teoría del apego, tuvo en consideración a la

perspectiva cognitiva y afirmó que en sus métodos, se definen las hipótesis, se

operacionalizan las variables, y esto le daría un rigor científico que no encuentra en el

67
psicoanálisis. Entendió que ciertos aspectos del modelo cognitivo se podían

complementar y vincular con el modelo de apego.

De la etología también toma aportes para explicar los comportamientos,

planteando que son el fruto de una herencia arcaica de la especie y que están

predeterminados biológicamente.

Por otro lado, enfatizó las experiencias reales y la noción de interactividad.

Privilegió lo intersubjetivo frente a lo intrapsíquico, aunque no es que lo negara, sino

que lo explico desde una perspectiva más estructuralista, constructivista donde se

prefiere utilizar la noción de integración a la de incorporación (término proveniente de

la teoría pulsional).

Un concepto que resulta clave en la teoría e investigación de apego es el de

modelo operativo o working model. En él convergen los aportes de la psicología

cognitiva de Piaget y de las relaciones objetales del psicoanálisis.

Bowlby se refiere a él como modelo operativo interno de las figuras de apego.

También es denominado modelo representacional de apego, como consta en nuestro

trabajo, donde lo comparamos con el concepto de representación entre autores

psicoanalíticos como Bowlby y Stern, y cognitivos como Piaget.

Ellos enfatizan la noción de interactividad o interacción intersubjetiva, y

conciben a los vínculos del sujeto con el ambiente como dialógicos.

Como vimos, no están de acuerdo con la noción de incorporación, derivada del

concepto de pulsión oral, donde se van incorporando los objetos (personas, vínculos o

cosas) y conformando así las representaciones. Stern plantea la noción de estar-con, y a

partir de allí se van integrando y construyendo las representaciones, que se construyen

a partir de la interrelación.

Entendemos que estos aspectos también se vinculan con el concepto de

regulación afectiva, ya que si bien nacemos con la predisposición a establecer un

68
vínculo de apego, la regulación de nuestros estados emocionales, mentales y de

conductas, necesitan ser modulados por el cuidador o figura de apego a través de una

relación de mutualidad e intencionalidad, en donde este adulto que decodifique las

señales del infante , pueda ir dándole sentido y significación subjetiva a las mismas, de

manera tal que pueda devolverlas al bebé en formas tolerables y menos ansiógenas,

para que vaya adquiriendo y logrando una buena capacidad para mentalizar sus

propios estados mentales y así, el de los otros, a través de dichas experiencias.

En este sentido, un concepto clave, que tiende puentes entre el psicoanálisis y el

apego, es el de capacidad de mentalización que venimos describiendo, estudiado por

Fonagy.

Los intentos de integración de la teoría del apego y el psicoanálisis van de la

mano, según Fonagy de autores como Bretherton, Stern y Marrone, los que incluimos

en nuestro trabajo. También psicoanalistas contemporáneos del apego como Slade,

Eagle,Lieberman, Lyons-Ruth, Main, trabajan en esa conjunción, aunque a la mayoría

de ellos si bien consultamos, no los incluimos.

La poca aceptación que tuvo la teoría del apego, gradualmente se está

revirtiendo lo que relacionamos con la dificultad en cambiar de un paradigma a otro,

que planteaba Kuhn (1980) proceso complejo, y con múltiples aristas.

Hoy por hoy conviven paralelamente el psicoanálisis y el modelo de apego, pero

pueden conjugarse en torno a la investigación de problemas específicos. En este

sentido existen reformulaciones psicoanalíticas a partir de la investigación del apego,

como vimos ejemplo de ellos son los trabajos de Fonagy (mentalización) y Main (EAA)

como pioneros de esto.

También las investigaciones contemporáneas de apego favorecen a que el

modelo cobre peso y tenga bases sólidas desde el punto de vista científico.

69
En suma, coincidimos con Waters y Cummings, al afirmar que la teoría del

apego de Bowlby-Ainsworth es un valioso legado que puede continuar sirviendo como

base segura desde donde explorar las relaciones íntimas.

De lo que se desprende la importancia de las intuiciones de Freud, de la

reconceptualización que del mismo hace Bowlby, los aportes de Ainsworth con sus

investigaciones en donde operacionaliza y mide el vinculo madre-niño. También los

aportes de los investigadores posteriores a ella.

Respecto al apego adulto, es un interesante área en desarrollo que está en

expansión en torno a la investigación y que provee herramientas necesarias para

estudiar y entender los vínculos íntimos entre adultos. Entendemos que esto es de gran

valor para la aplicabilidad clínica.

Referido a la relación apego- psicoanálisis, los puentes aún se siguen

construyendo.

La diferencia esencial entre ambos, radica en la perspectiva de la que parten para

conceptualizar y entender las relaciones del niño con su figura de apego y los vínculos

íntimos entre los adultos.

Como punto en común entre psicoanálisis y teoría del apego: la importancia que le dan

a las primeras relaciones.

De investigaciones recientes se desprende que la perspectiva de apego, no es

una teoría de los vínculos en general, sino que tiene en cuenta la especificidad y las

diferencias individuales de los mismos. Explica las relaciones íntimas entre los sujetos

adultos y la estrecha relación del niño con su cuidador.

En dichas investigaciones, se estudió la relación entre las diferencias

individuales de las tempranas conductas de base segura en la infancia con dichas

conductas en la adultez.

70
El estudio longitudinal de Waters y otros, arrojó como resultado que las

diferencias individuales en la seguridad del apego pueden mantenerse estables durante

períodos de la vida pero pueden también cambiar dependiendo de las experiencias.

De acuerdo a lo planteado en la introducción podemos concluir, basándonos en

la evidencia científica, que el modelo de apego da respuestas a las interrogantes acerca

de si los vínculos primarios influencian la manera de relacionarnos íntimamente a lo

largo de nuestra vida.

También en lo referido a plantear una perspectiva no oral de motivación para

apegarnos, ya que la perspectiva de apego le da un papel secundario a la teoría de la

pulsión oral.

A pesar de las diferencias esenciales entre ambos enfoques se está considerando

a la teoría del apego como un paradigma psicoanalítico nuevo enmarcado en el contexto

del psicoanálisis contemporáneo que se revisa y cuestiona a si mismo.

71
BIBLIOGRAFÍA CITADA

Ainsworth, M.D.S.(1969). Object relations, dependency, and attachment: A theoretical


review of the infant-mother relationship. Child Development, 40, 969-1025. En:
www.johnbowlby.com.

Bernardi, R.; Defey, D. y otros.(2001) Psicoanálisis, focos y aperturas. Uruguay:


Psicolibros.

Bowlby, John. (1976). La separación afectiva. Buenos Aires: Paidós.

Bowlby, John. (1983). La pérdida afectiva. Tristeza y depresión. Buenos Aires: Paidós.

Bowlby, John. (1986). Vínculos afectivos. Formación, desarrollo y pérdida. Madrid:


Morata.

Bowlby, John. (1989). Una base segura. Aplicaciones clínicas de la teoría del apego.
Buenos Aires: Paidós.

Bowlby, John. (1990). El vínculo afectivo. Buenos Aires: Paidós.

Bretherton,Inge.(1992).The origins of attachment theory: John Bowlby and Mary


Ainsworth. Developmental Psychology.28, 759-775.
En :www.psychology.sunysb.edu.attachment

Cortina,M.; G., Liotti.(2003). Hacia un modelo pluralista de la motivación humana basado


en el paradigma de apego. Aperturas psicoanalíticas Nº15. Revista
electrónica:www.aperturas.org.

Crowell, J. A. ; Treboux,D. ; Gao,Y.; Pan, H.; Fyffe,C.; Waters,E.(2002).Secure base


behavior in adulthood:Measurement, links to adult attachment representations, and relations
to couples’ communications skills and self-reports. Developmental Psychology. En:
www.johnbowlby.com / On line articles.

Fonagy, Peter. (1999).Persistencias transgeneracionales del apego: Una nueva teoría.


Aperturas psicoanalíticas Nº 3. Revista electrónica: www.aperturas.org.

Fonagy, Peter. (2000).Apegos patológicos y acción terapéutica. Aperturas psicoanalíticas


Nº 4. Revista electrónica: www.aperturas.org

Fonagy, Peter. (2003).Genética, psicopatología evolutiva y teoría psicoanalítica: el


argumento para terminar con nuestro (no tan) espléndido aislamiento.Aperturas
psicoanalíticas.Nº 15.Revista electrónica:www.aperturas.org

Fonagy, Peter. (2005).Teoría del apego y psicoanálisis. Aperturas psicoanalíticas Nº 20.

72
Kuhn, Thomas.(1980) 4ª ed. La estructura de las revoluciones científicas. Méjico: Fondo
De Cultura Económica.

Marchesi, A.; Carretero, M.; Palacios, J.(comp.) (1985). Psicología evolutiva. Teorías y
métodos. Madrid: Alianza.

Marrone, Mario. (2001).La teoría del apego. Un enfoque actual. Madrid: Psimática.

Rice, F. Philip. (1997)Desarrollo Humano. Estudio del ciclo vital.2ª.ed. Méjico: Prentice
Hall.

Sarotto, Florencia (2005).Vínculo temprano y su relación con la patología fronteriza. Tesis


de grado en Psicología. Montevideo: Universidad Católica del Uruguay.

Slade, Arietta (2000).Representación, simbolización y su regulación afectiva en el


tratamiento concomintante de una madre y su niño: Teoría del apego y psicoterapia infantil.
Aperturas psicoanalíticas Nº.5.Revista electrónica:www.aperturas.org.

Spitz, René A.(1992).El primer año de vida del niño. Buenos Aires: Fondo De Cultura
Económica.

Stern, Daniel.(1983).La primera relación madre-hijo.Madrid:Morata.

Stern, Daniel(1997).La constelación maternal. Un enfoque unificado de la psicoterapia con


padres e hijos. Barcelona: Paidós.

Waters, E.; Merrick, S.; Treboux, D.; Crowell, J.; Albersheim, L.(s/d).Attachment security
in infancy and early adulthood: A 20-year longitudinal study. En: www.johnbowlby.com
/On-line articles.

Waters, E.; E.M., Cummings (2000).A secure base from which to explore close
relationships. Child Development .En: www.johnbowlby.com

Waters, Theodore.(2004) Learning to love: From your mother´s arms to your lover´s arms.
En: www.johnbowlby.com / On line articles.

Yárnoz, S.; Alonso-Arbiol, I.; Plazaola, M; Sainz de Murieta, L. S.(2001). Apego en


adultos y percepción de los otros. Anales de psicología. Vol 17, Nº2.159-
170.En:www.redalyc.uaemex.mx

Otras fuentes de información

Segal, Hanna. (s/d). Is Freud out of date? En:www.psychoanalysis.org.uk

73
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

Ainsworth, M.(1967). Infancy in Uganda. Baltimore: The John Hopkins


University Press. En:www.johnbowlby.com/on line articles.

Ainsworth, M .(1969).Maternal sensitivity scales.Baltimore: The John


Hopkins.University Press. En:www.johnbowlby.com/on line articles.

Ainsworth, M.D.; J.Bowlby (1991). An ethological approach to personality


Development. American Psychologist.Vol 46(4) 1991,pp. 333-341.
En: www.johnbowlby.com

Altmann, Marina.(2004).La construcción del self en la interacción. Tesis de Post-grado


en psicología infantil y del adolescente. Montevideo: Universidad Católica del Uruguay.

Baker,John E.(2004).El duelo y la transformación de las relaciones de objeto.Evidencia


de la persistencia de apegos internos. Aperturas psicoanalíticas Nº 16.Revista
electrónica:www.aperturas.org.

Bernardi, Ricardo.(1999).Malestar en el psicoanálisis: los desafíos pendientes.


Aperturas psicoanalíticas Nº 1. Revista electrónica:www.aperturas.org

Bernardi,R; Tenembaum,H,;Defey,D.(1991).El mundo representacional de la madre


ante las acciones espontáneas del hijo. Buenos Aires: Waipad.

Bleichmar, Hugo (2001).Psicoanálisis y psicología cognitiva. Aperturas psicoanalíticas


Nº 9.Revista electrónica: www.aperturas.org

Bowlby,John. (1982). Los cuidados maternos y la salud mental.4ra.edición. Buenos


Aires: Hvmanitas.

Braier, Eduardo (1991). Psicoanálisis :Tabúes en la teoría de la técnica.


Buenos Aires :Nueva Visión.

Bretherton, Inge. (s/d). Mary Ainsworth: Insightful observer and courageous


theoretician.En: www.johnbowlby.com /On line articles.

Coderch, Joan (2004). Contribución a la concepción pluralista del


psicoanálisis.Aperturas psicoanalíticas Nº 18. Revista electrónica : www.aperturas.org

Collins (1962) Spanish-english english- spanish. Dictionary.Great Britain:Collins Clear-


Type.

Collins. (1997).Pocket Inglés.Diccionario. Méjico: Grijalbo.

Collins, W.Andrew; Sroufe, Alan.(1999).Capacity for intimate relationships: A


developmental construction.En:www.johnbowlby.com/on line articles.

74
Constant, Andrea.(2002).El apego y sus alteraciones. Monografía final.
Montevideo:Universidad de la República. Escuela de Graduados.Clínica de Psiquiatría
Pediátrica Prof./Dr. Alberto Weigle.

Crowell, Judith A.; Treboux Dominique. (1995). A review of adult attachment


measures: Implications for theory and research. Social Development. 4.294-327.
En:www.johnbowlby.com/on line articles.

Defey, Denise.(1995) Los bebes y sus padres en situaciones difíciles. Montevideo: Roca
Viva.Tomo IV.

Defey, Denise.(1995).Mujer y maternidad. Tomo II. Montevideo: Roca Viva.

Defey, Denise. (1996). Intervenciones Tempranas en la Relación Madre-Bebe. En:


Psicología Médica, Temáticas II. Montevideo: Sociedad Uruguaya de Psicología
Médica y Medicina Psicosocial: 104-113.

Eagle, Morris. (1984). Recents developments in psychoanalysis. A critical evaluation.


New York: McGraw-Hill. En:pol-it.org/ital/docum8-i.htm

Etchegoyen, Horacio. (1988). Los fundamentos de la técnica psicoanalítica.


Buenos Aires: Amorrortu

Farcilli,Natalia.(2003).El apego humano…punto de partida. Tesis de grado en


Psicología. Montevideo: Universidad Católica del Uruguay.

Freud, Sigmund.(1905).Tres ensayos sobre una teoría sexual. Obras Completas. Tomo
X. Buenos Aires: Amorrortu.

Freud,Sigmund.(1909). Análisis de la fobia de un niño de cinco años. Obras Completas.


Tomo X.Buenos Aires:Amorrortu.

Freud, Sigmund.(1912-3). Tótem y Tabú. Obras Completas. Tomo XIII.2ª.reimpresión.


Buenos Aires: Amorrortu.

Freud, Sigmund. (1915). Pulsiones y destinos de pulsión. Obras Completas. Buenos


Aires:Amorrortu.

Freud, Sigmund. (1914-16).Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico.


Trabajos sobre metapsicología y otras obras. Vol.14.Obras Completas. Buenos
Aires: Amorrortu

Freud, Sigmund. (1915-17).Duelo y melancolía. Obras Completas. Buenos


Aires:Amorrortu

Freud, Sigmund (1918). Los caminos de la terapia psicoanalítica.Madrid : Biblioteca


Nueva.

75
Freud, Sigmund. (1920-22). Más allá del principio de placer. Psicología de las masas y
análisis del yo. Vol.18.Obras Completas. Buenos Aires. Amorrortu.

Freud, Sigmund (1923-25). El Yo y el Ello y otras obras. Vol 19.Obras Completas.


Buenos Aires : Amorrortu.

Freud, Sigmund.(1930).El malestar en la Cultura. Obras Completas. Tomo XXI.


2ª.reimpresión. Buenos Aires: Amorrortu.

Freud,Sigmund. (1973).El porvenir de la terapia psicoanalítica. Madrid : Biblioteca


Nueva.

Freud,Sigmund. (1973). Nuevas lecciones introductorias al psicoanálisis.


Madrid.Biblioteca Nueva.

Hinshelwood, R.D.(1992). Diccionario del pensamiento kleiniano. Buenos Aires:


Amorrortu.

Juri, Luis J.(2000).Un sueño y dos paradigmas: De Freud a Bowlby.Aperturas


psicoanalíticas Nº 4.Revista electrónica:www.aperturas.org.

Kachele,Horst.(1989)Teoría y práctica del psicoanálisis. Barcelona : Herder

Karen, Robert.(1994).Becoming attached: First relationships and how they shape our
capacity to love. New York: Oxford University Press. En: www.johnbowlby.com/on
line articles.

Keng-Ling,Lay; Waters, Everett; Posada, German;Ridgeway,Dorren.(1995).


Attachment security, affect regulation, and defensive responses to mood induction.
En: www.johnbowlby.com/ on line articles.

Laplanche, Jean ; Pontalis, Jean- Bertrand. (1994). Diccionario de Psicoanálisis. 2ª.Ed.


Barcelona: Labor.

Lyons-Ruth, Karlen (2004).La disociación y el diálogo infanto-parental:Una perspectiva


longitudinal a partir de la investigación sobre apego. Aperturas psicoanalíticas Nº 17.
En: revista electrónica www.aperturas.org

Main, Mary B.(s/d).Adult Attachment Interview Protocol.En:www.johnbowlby.com /on


line articles.

Main, Mary.(2001).Las categorías organizadas del apego en el infante,el niño,y en el


adulto:Atención flexible versus inflexible bajo estrés relacionado con el apego.
Aperturas psicoanalíticas Nº8.Revista electrónica: www.aperturas.org.

Miller, Delfina (2006).Aportes de la Teoría del Apego a nuestra práctica


psicoterapéutica. Presentado en las Jornadas “Más Allá de Freud”.21-22 octubre.
Audepp. Montevideo: Uruguay.

76
Miller,Delfina.(2006).Regulación afectiva y constitución del self. Presentado en las
XVIII Jornadas de la Sociedad de Psicología del Uruguay.Noviembre.
Montevideo:Uruguay.

Ocaña A. y O. França. (1992). Introducción a la psicología de la experiencia religiosa.


Montevideo:Universidad Católica del Uruguay.

Peyrou, Maite.(2006). La regulación afectiva a partir del sistema de apego. Tesis de


grado en Psicología. Montevideo: Universidad Católica del Uruguay.

Piaget,Jean.(1973). La representación del mundo en el niño. Madrid: Morata.

Piaget,Jean. (1978). La equilibración de las estructuras cognitivas. Problema central del


desarrollo. Méjico :Siglo XXI.

Piaget, Jean. (1987).Psicología de la inteligencia. Buenos Aires: Psique.

Piffaretti,Rosina. (2005). Apego seguro y función reflectiva en el infante. Tesis de grado


en Psicología. Montevideo: Universidad Católica del Uruguay.

Realini, Lucía.(2003).Interacción temprana en madres adolescentes y sus bebés. Tesis


de grado en Psicología. Montevideo: Universidad Católica del Uruguay.

Richters, John E.; Waters, Everett.(1991).Attachment and socialization. The positive


side of social influence.En: www.johnbowlby.com/on line articles.

Rodríguez, Ana Laura (2004). La depresión neonatal y su relación con el apego desde la
perspectiva cognitiva-conductual. Tesis de grado en Psicología. Montevideo:
Universidad Católica del Uruguay.

Segal, Hanna.(1981) .Introducción a la obra de Melanie Klein.Buenos Aires: Paidos.

Sroufe, Alan ; Duggal, Sunita; Weinfield, Nancy; Carlson, Elizabeth.(2000).


Relationships, Development, and Psychopathology. Reprint from: Handbook of
Developmental Psychopathology . 2nd.Ed.Sameroff, Arnold; Lewis, Michael and Miller,
Suzanne M.(Eds) Kluwer Academic/Plenum Publisher, New York.
En: www.johnbowlby.com/On line articles.

Waters Everett. (s/d).Traits, behavioral systems, and relationships : three models of


infant –adult attachment. En : www.johnbowlby.com /On line articles.

Waters, Everett; Deane,Kathleen.(1985).Defining and assessing individual differences


in attachment relationships: Q-methodology and the organization of behavior in infancy
and early childhood. In I.Bretherton & E.Waters (Eds.),Monographs of the Society for
Research in Child Development,50,nos.1-2.pp. 41-65. En:www.johnbowlby.com/ On
line articles.

77
Waters, Everett; Valenzuela, Marta. (1999). Explaining disorganized attachment : Clues
from research on mild-to-moderately undernourished children in Chile. Attachment
Disorganization.Solomon,J.; George,C.(Eds).New York: Guilford Press. (in press).
En:www.johnbowlby.com/On line articles.

Waters,Everett; Crowell,Judith; Elliot, Melanie; Corcoran, David;


Treboux,Dominique.(2002). Bowlby´s Secure Base Theory and the Social/Personality
Psychology of Attachment Styles: Work(s) in Progress.Reprint from: Attachment and
Human Development, 4, 230-242. En:www.johnbowlby.com/on line articles.

Waters,Everett ; Beauchaine, Theodore.(2003).Are there really patterns of attachment?


Theoretical and empirical perspectives. Developmental Psychology (in press).
En:www.johnbowlby.com/ On line articles.

Waters,E. ; Kiyomi K.I. ; Posada,G. ; Richters,J.E. (s/d).Learning to love. Milestones


and mechanisms. En : M.Gunner &L.A.Sroufe (Eds.), Self processes in development.
The Minnesota Symposia on Child Psychology,Vol.23. Hillsdale, NJ : Erlbaum.
En :www.johnbowlby.com/ On line articles.

Winnicott, Donald. (1971) Clínica psicoanalítica infantil. Buenos Aires :Hormé.

Winnicott, Donald. (1972) Realidad y juego. Buenos Aires: Granica.

78

También podría gustarte