“Una primera aproximación al concepto de gestión se relaciona con “management”,
término suele traducirse como “dirección”, “organización”, “gerencia”, etcétera.” Como
hemos visto, la palabra gestión tiene un múltiples connotaciones Blejmar (2005) lo define como aquel proceso ejercido desde la autoridad de gobierno para que “las cosas sucedan”. Si la situamos en términos educativos, entendemos por gestión escolar al conjunto de acciones que desarrolla un equipo directivo para promover, posibilitar y concretar la acción pedagógica en la dirección deseada. Gestionar una institución educativa implica afrontar transversalmente multiples dimensiones, tanto organizativas, socio-comunitarias y pedagógicas-didácticas. “Quien gestiona hace. Pero su labor fundamental es hacer para que con los otros se haga del modo más potente posible” Blejmar (2003). En la conducción el principal referente el Director/ Rector, pero la gestión no es algo que puede afrontarse de manera individual, sino que es una actividad, solidaria y colectiva. Es por ello, que se conforman equipos directivos, integrados por el Director/ Rector, Vidirector/Virector y la Secretaria, cuyas funciones están contempladas en la resolución N°4874 de C.G.E. Las mismas estarán orientadas a la coordinación y dinamización de la gestión administrativa y al funcionamiento pedagógico de la institución. La asesoría pedagógica pertenece al equipo de conducción, teniendo como función la orientación, la mediación, la facilitación, la ayuda y el acompañamiento de los procesos socio- pedagógicos, a través del trabajo colaborativo y en equipo. Una adecuada gestión escolar debe atender a dos miradas que afectan directamente la vida organización. La primera abarca aquello controlable lo interno, es decir, sobre lo que se tiene autoridad, control y discrecionalidad. La segunda refiere a lo no controlable lo externo, las políticas, normas, comunidad y el estado. Pero en ocasiones, se producen situaciones que pertenecen al contexto externo e invaden la vida escolar, tal es el caso de la violencia. A diario, vemos como la violencia y las conductas agresivas se van incrementando en nuestra sociedad. La escuela está inmersa en la sociedad y por lo tanto refleja este fenómeno. Se considera violencia escolar la “acción u omisión intencionadamente dañina ejercida entre miembros de la comunidad educativa y que se produce dentro de los espacios físicos que le son propios a ésta (instalaciones escolares), o bien en otros espacios directamente relacionados (alrededores de la escuela o lugares donde se desarrollan actividades extraescolares)”, concibiéndola entonces como manifestaciones de agresión vinculadas y referidas a la institución y los miembros que la conforman. En la violencia escolar existen muchos factores involucrados que están relacionados, las características personales de cada niño y niña, el contexto escolar y familiar, problemas socioeconómicos, etc. Todos estos factores conllevan a conductas agresivas y que acontecen en nuestras aulas, las cuales abren una gran discusión, sobre las posibles causas que originan éstas. Cotidianamente, los docentes y equipos directivos deben arbitrar en conflictos con los alumnos, docentes, padres o la comunidad educativa. Por consiguiente, tales situaciones demandan una respuesta específica y efectiva por parte de la gestión. El proyecto nace de esta preocupación y revalorizando los ideales de que las instituciones escolares no solo deben tener la función de instruir sino también formar personas. El actual contexto educativo debe contemplar el conflicto como un espacio educativo. El conflicto se produce ante una situación de incompatibilidad, real o percibida como tal, que interfiere en la realización de una intención. Debe ser entendido como una oportunidad y no un obstáculo en la tarea educativa. Consideramos que la introducción de las técnicas de resolución de conflictos ayudara a los docentes a mediar en las antes los conflictivas evitando así situaciones de violencia. La formación de un docente capaz será esencial, por lo que es pertinente que adquiera fundamentos teoría y prácticos sobre bases conceptuales de mediación y resolución de conflictos, posibilitando la continuación y generalización de estas técnicas. La tarea docente consistirá en reorientar el aprendizaje y procesos de socialización que eviten incrementar la violencia, encaminándola hacia un estado de serenidad y calma. Para ello, es necesario enseñar y transmitir cooperación, valores de igualdad, diversidad, normas y actitudes que apoyen la resolución de conflictos no violenta, la reconciliación y procesos de compromiso activo, que conduzcan a un cambio positivo, tanto a nivel personal, como institucional.
La mediación contribuirá a abordar situaciones de conflicto escolar de una manera nueva
y más efectiva, responsabilizándose en una participación comprometida con los cambios consensuados, a partir de sus propias demandas. No sólo poniendo en evidencia y movilizando las potencialidades de los involucrados, sino tendiendo hacia una autonomía que ofrezca un desarrollo y evolución a la vida de la institución y a cada uno de ellos en particular como persona.
El desarrollo de la propuesta, mediación escolar, ofrecerá una instancia de prevención
de futuras problemáticas y abre una vía pedagógica para afrontarlos positivamente. Donde las relaciones interpersonales contribuyan a un clima positivo, mediante la resolución de problemas de manera pacífica y cooperativa, mejorando la convivencia dentro la institución escolar.