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alexis marquez rodriguez lo barroco y lo real-maravilloso en la obra de alejo carpentier siglo veintiuno editores, s, 2 Capitula 1 Teena caigentriana de lo Feal-maravitlosa El concepto de to realmaravilioso es esencial en el an lisis de la obra toda de Alejo Carpentier, Sin precisar y- delimitar con absoluta claridad’ tal concepto, seria Imposible entender plenamente el propésto de una obra gue, por_afadidura, responde globalmente aun obje- UUvo especifico, a una finalidad muy blen definida. Obje- tivo y finalidad que estin presentes desde el cor ‘y aunque se muestran al plo de manera istuitive, poco a poco van adquiriendo Forma consciente hasta constituirse en noctones primar. diales de una concepcién idcoldgica’ Esta ideolopia im- pregna totalmente Ia obra de Carpentier. De tal modo que fe presenta come tin clemento sustaneial en ella. Yes filoria en su preduccidn literaria, tiene en el concepto elo realmaravilloso tino de sus basamentos funds rmentales, No obstante lo anterior, el concepto de la real-maravi Hose, creado. y"formulado por Carpentier en el pro logo de la primera edicién de El reino de este mundo, EL concepto de tisolosia ha sido motivo de controver: sia. En cl empleo del vocabla et teil reconocer dos seep” ones diferentes, Una, de uso eomun, como sistema de ideas S\principion docirinarioe cerca del mundo de wn deter frdnado aspecto de grt, Aa Wo deine Hietor ®. Agosti, Cay ‘uloridad en la materia es Incuestionable, cuando aie: "La Hcologin, tal como "manejamos cl coacepio en este curso, fomporta un sistema coherente de explicaciones que encierra Sr'teeinos globsies una Wellanschawrs, una concepen del ‘mundo, en ideoiogta y cultura, Buenos Aires. Eaicrones fudio, 1979, p. 25. Olea acepchen define dologia, segun la come false concn. En este bro ‘en raya de ser la mis difundida Yue ‘ucamos la primer: tis ‘mas genera, 46 cual, ngutsteamente, la Consagra como Icgitims, fanto come in otra, mo obstante su contraposicin Sobre ei tema, ademés del Ifbro de Agost. puede constl- faret da (deolons clones de'Mare (ty vars ecichns) Vel libro de Ludovieo Silva, Teoria y prdciiea de 10 tdeo- Togia, Mexico, Nuestro Tempo, 197 19} publicada en 1949, ha sido objeto de wumerosas confuc Sones. ¥ sto a posar de que con posterioridad’ a aquel Prtogo —en el cual ef sonceplo aparesia en ua formic Gmina senso 0 astnte pty detlady pero sf sufcientemente clara el propio Carpentier, mén de alganos de sus ceitcos y euggetss, han am lindo, precsado y deslindaco acho coneepre, Be mouo fue 4 estas alturas ya. no deberia haber dudas al res ecto, Sin embargo, tal ipo de confusiones sucien ser Dersistentes, ya cada paso troperamor todavia. con felerencias y ‘apreciacionds sobre fx obra cle Carpentier Sasadas en un also significado de Wo Teabmaraviloso, Casi siempre se tata dela repeticlon for algunos de on malentendigo formuilado por otros, el cual se adopt en forma acrftiea, un poco por inercia, Tal seria el caso, tan frecuentes de catalogar la narrative. Ge. Carpentier dentro del reallsmo magic. Otros eacn en el mismo ‘qulvocd, perw ya no por simple mimetbm, sino poraue a concienciapretenden Wentificar lo. realmarqilloso on cl realisme magico, como si se tratase de un mera Aversidad de nombres, ‘Creemas necesario, pucs, como paso previo a un and Usis de la abra eaepenteriana,fijar com fa-mayor dia: nidad posible el oncepto de lo realmazaviloso, tal como Jo enlende y formula Carpentic, Para ell’ par tiremmos de un destinde conceptual entre tres fendmenos ‘setlons summamente vinculados entre sf: ef surreairna, al rellsmo magico y lo reebmaraviloss, Movimiento arpliamente estudiado € wistoriado, et su realism, pese.a haber sido en st_ticmpo, ¥"sceuir Siendoto, un fendmeno en extremo controversial, se nos Dresenta ya_como un hecho bastante definido’ y_ pre Eiso. Sus Muestras coneretas, sobre todo en la. pintura constituyen una realidad tangible, apias joy cl analisis de los interesades como fuente directa y primordial, Y en cuanto a su concep. ion tedriea, los Manifiesios. producidos directamente por Breton, el indiscutide sumo pontifice del surrear Tismo, nos praveen de una dectrina ine;quivocs, con Per » fecta y definitiva detimitaclén del sentido y los alean- ‘ces de tan importante movimiento estético. Es precisa- mente en Ins deliniciones del surzealismo del. propio Breton que nos basaremos para intentar el destinde ‘entre el surrealismo + lo realmaraviloso. Esta dlueldseién no se justifica por el hecho de que haya habide © pueda haber confusién entre smbos fe- nomenos, Nadie hasta ahora, que sepamos, ha incurride fen tal ligereza, Pero. es indudable que lo realmaravk Toso, tal game 10 define Carpentisr, es un fendmeno cesttico cereano y sontrapuesto al surrealisme, y de he- ‘cho posee su misma jernrquia. Por otra parte, sabide fes que Carpentier en sus primeros tiempos, aun antes Ge vinjar a Paris en 1928, mostro un vivo interés, y hhasta Hlegé a sentiz verdadero entusiasmo por el movi miento surrealista. Su convivencia parisiense con Bre- ton, Desnos, Aragon, Eluard y demés figuras cimeras del surrealismo, le permitio conocerlo muy bien, desde ccendencia. Y si bien al poco tiempo vio enfriarse aquel fentusiasmo hasta el punto de producirse una verdadera Fuptura con el movimiento como tal (que no, en to pefsonal, con sus representantes, a quienes siguio fre- ‘cuentando), nunca Carpentier ha pasado por alto la im- hportancia que cl strvealismo tuvo en la orfentacion y Gesarrollo del arte contempordneo, ast como tambien en ‘Su personal formacion intelectual yen el hallazgo de st ropio camino dentro de Ia narrativa de lengua caste- lana. No olvidenios, ademds, que en mis de una oa sign el’ mismo Carpentier, al! definir su concepto de to Fealmaravilloso, empled como recurso. metodoligico el ide su comparacidn contvaste con el sucrealismo, Et currealismo como procedimiento esidtico Pese a los esfucrios de sus teérieos por darle al su: rrealismo el eafde‘er y ta importancia de una doctrina Filosofica, 1o que se impone de entrada, lo que salta a la vista, es si condiclgn de procedimicnto estético. Se tata primordiaimente de una manera o modo de trata fmienta de la mate-ia estética, O lo que es Io mismo, un Procedimiento de sreacion artistica a partir de una’ de erminada materi, ele una determinada realidad. a La estética surrealista parte de una peculiar y defi nitoria concepcion de Ia realidad artista, de la materia ‘gue, tratada de una manera estéticamente adecuada, ‘dard nacimiento a la obra de arte, sea en el campo de fin plastica o em el de la literatura. Tal concepeldn de la materia esidtica se basa en [a identificacién absoluta fentre lo bello y lo maravilloso, "Lo maravilloso”, afiima Breton, "es siempre bello, cualquier especie de mara: illoso es bello, y no hay nada fuera de lo maravilloso ‘que sea bello." Y aunque no hay una expresa mani Festacion en tal sentido, de-muchas observaciones.e- ‘Shas por Breton en el propio Marifiesto y en el resto fe sur obra podemos colegir que para el fo maravillaso ‘erm, a su ver, Mdenlifieable con To insolito, lo extrafio, lo Fnesperada, lo fuera de lo com ie rados en tal concepeién, los surre texploracién, sin dua faseinante, en busca de ko mate illo, que Tos leva fuera de Ta tealidad eircundante, ‘Objetiva y concreta, externa al artista, Tal viaje en pos fe lo. maravilloso ~-vale decir, segun Breton, en pos de 4o bello— desemboca em el descubrimiento de una su- ppertealidad mas alla de’ Ia realidad que nos rodea co- tidianamente. Yen él caso eonereto™ de Breton, que ‘habla estudiado medicina y practieado Ja psiquiatria durante la primers guerra mundial, esta exploracion lo ‘conduce a cler elogio de la locura, o, si se quiere al tlogio de’ cierto tipo de locura, en in cust cree hallar luna de las fuentes de aquella supsrreniidad. “Me pasa fin Ia vida”, sostiene, "provacande las confidencias de los locos. Son sujetos dle escrupulosa honradez, y sit fnoceneia solo es iyualada por la enia."* Como estudiante de medicina, Breton se interess tempranarmente en el estudio de’ los problemas de la mente humana, especialmente desie el punto de vista patologiew. Cuando se Incorpord al. ejército. france, Gurante ta primera. guerra mundial, tuvo oportunidad de" aplicar tus ‘conacimfentos de psiquiatria, v sobre todo de investigar en ef fecundo eampo de la psicopa- tologia, En tales circunstancias, no cs de extrafiar que 42André Breton, Lar maniesios del surreaimo, teaduc- ion Vnotas de" Aldo Pellegrini, Buenos Alves, Nueva Vision, 1968, A Breton, op. cit. p. 2h 2 haya legado prontamente a Froud y al psicoandlisis Por eso tampace puede sorprender que en 1928, desps de varios adios de meditacién Investigaciones llevadas 4 cabo durante y después de Ia guerra, llgue @ muy Coneretas conclusiones al respecte: “Con el pretexte de civilzacién, con el pretesto de pro: reso, so ha logrado eliminar del espisita todo lo ue ppodia ser tildado, con razén o sin ella, de supersticioso, ‘de quimérico. y se ha proserito todo método de invest facion de ls verdad que no estuviera de acuerdo con Uso corriente. En apariencia dcbese 2 un verdadera azar que se haya sacado a la luz, reclentemente, una parte del mundo mental —~en mi opinion lamas importante— a Ia que todos aparentaban quitar importancia. Hay que estar agradecides por esto a los descubprimientos de Freud. Conflada en dichos descubrimientos, se v8 (OF mando una corriente de opinion, con cuya ayuda cual uler exploradar de lo humane podss hacer avanzar Sus testigaciones, facilitando el camino por el hecho de bo tener que depender Ya cxclisivaiente de las res lidades escuctas Es posible que la Imaginacién este punto de reconquistar sus. derechos. Por is misma sia, Breton descubre también la enor ne importancia del suefo en relncion con Ia. creacion artéstiea, y aun con otras actividades vitates. En alin momento ‘ega.neluso a identifiear aquella.steperreall dude que e5 obieto eoncal desi bingueda y de sus “Desde el momento en que se fo someta a un, examen metodico y ett cue —por medios que habran de deter Iminarse— se logre tener Idea del suefo en su Rotaidad (Jo que presupose una diseiplina de la memoria que exl “Dentro de la copiosa bibllogealla sobre André Breton y 1" Surzealsma,” recomendamos. especialmente, dos Hos ‘Anna’ ‘Batakiany Audre' Breton, mago det surreaitsm, Car Monte. Avila Edltores, 916 y Maurice Nadexs, Histoire Surreatisme Faris, Eaton tt Scull 183 SA Breton, op city pp. 2826. 3 gird muchas generaciones; comencetros, con todo, por Fogistrar ahora los hechos salientes), en que su curva Sevdesarvolle con regularidad y ampillud sin preceden- tes, se puede esperar que desaparezcan los misterios que ho’ existen parm dar lugar al Gran Misterlo. Yo creo firmemente en la {usin futura de esos dos estados, apa rentemente tan contradicterios: el suet y'la realidad, una especie de realidad absoluta, de supecreali ‘A su conquista me encamino, seguro de no lograrla, pero fon la. sulicente indiferencia hacia mi muerte como para calcular wn poco el placer de tal posesion.”* Con todo, atin mo hemos sefalado la meta final de Breton, yen consecuencia del surrealisin. El desidera- lon std on Ia necesidad de Hegar a un estado de Tiber. {ad absoluta del espiritu, Si algo define inequivocamente al surrealismo es su irreductible ansia Ubertaria. De hecho, la posicidn concreta de la mayoria de sus expo- nentes, asi como. numerosas declarac ones te6ricas sult lentemente dfinitorias en tal sentido, permiten call ficar el surrealisma como un movimento. polticamente de lequierda, pese a Ins numerosas, ¥ a veees desparrs- doras poldmicas que entre sus propios militantes se Su8- citaron, y a las actitudes contradietorias que en ocasio- fies asumicron, especialmente Breton. Ellos siempre cen traron_ su atencion primordialmente en la libertad det spirit como la. més pura y perfects realizacion del {deal Iivertario det hombre. Desde este punto de vista, para Breton la realidad circundante esclaviea a Ia imaginaciin. -Y por ello re en la medida en que coarta irremediable- ibertad’ del espiritu, Iguaimente ocurre con 1 logiea y con el pensamiento racional, que som parte de aqueclla realidad, y devienen en liberticidas, puesto Que ponen Ireno af Imaginacion, yen consecuencla fanulan Ia libertad del espirit ‘Sobre Ia base de estar consideraciones resulta obvio. que aquellasuperrealidad que vislumbra Breton, hiacia cuya congusta se encamina, no solo se halla fuera. de la realidad circundante de tipo material, sino que también se trata de una nueva realidad, de’tipo pura id p28 u mente mental. EI que se trata de una nueva realidad, distinta de lo material circundante, lo deja entrever el propio Breton cuando, en el texto antes citado, habla, fe tuna realidad absoluta que ha de nacer de la fusion el sueno y Ia realidad, en este caso la realidad material ‘ue nos rodea permanentemente. De modo, pues, que, sin desconocer las fundamenta- siones TeGricas y declaraciones eonceptuales que han per ‘mitide catalogar el surrealismo como un movimiento filoséfico, lo esencial a nuestro juicio de dicho movi lento es su dsqueda de un camino, de una via procedimental que conduzca.al haliazgo de aquella si perrealidad —‘realidad absoluta”— que en definiiva Se identifica con el maximo. ideal de libertad. humana, In Ihertad absoluta del espiritu. Lo cual, por otra parte, pareciera indicarnos que paralclamente con el aticter Ge procedimicnta estético que le. hemos atribuido, ct Ssurrealismo se 0s muestra tambien, visto desde et Angulo filoséfico, como una formulacién esencialmente ete, En todo caso, el propio Breton intuye claramente la diferencia entee ambas ‘dimensiones del surrealismo, la {de procedimicate estetico y Ia de sus fundamentos séficos, ¥ al hacer la definicién del movimiento, al final del Primer mtansfiesto, lo hace separando ambos con ceptos: “Solo por mala fe se_nos podria discutir el derecho dds emplear la. palabra sucrreatisma en el peculiar sentido ‘que nosotros te damos, puesto que resulta evidente que sta palabra antes ue nevotros no habia. conocido forts Un defino, pases, de una ver por todas: "Surrealism cuyo medio se intenta por eserito 0 de cual eal del pensamiento, Dietado del pensamiento, con cx. clusion de todo sont ejercido por la razon y al mar en de cualquier preocupacidn estetica 0 mora “Encictopedia: ilos. El surrealismo se basa en la creencia en In realidad superior de clertas formas. de asoclaciém que halblan sido descstimadas, en la omnipo- tencia del suefo, en la actividad desinteresada del pens imiento, Tlende provocat la ruina detinitiva de todos 8 Jos otros mecanismos psiquicos, y a suplantarios en la solucién de los. principales problemas de la vida..." Obsérvese que aun en la definicién fllosética se deja entrever el eardeter procedimental del surrealismo, ine ‘luso més alla de lo! paramente estitic, hasta desem bocar en lo psicoligico. En efecto, cuando Breton de- clara. que el surreaiismo “‘tiende & provocar la ruina Sefinitiva de todos los otros mecantsmos psiquicos...", Jndiectamente da a entender, como lo sugiere el adje- tivor otros, que se trata de ua mecanismo psiquico, En conclusion, cuatro notas caracterizan el surrealis- mo, ala luz de"las observaciones de Breton en el Pri- mer manifiesto: 1] su condieién primordial de proce- ‘imiento estetico, de via para ia busqueda y el hallazgo dde'un arte que sea expreston pura y arecia del hombre; 21 Ia identidad entre fo bello y lo maravilloso, y, en. com secueneia, la determinacion de lo maravilloso’ como la tsencia y el objetivo especifico del arte; 3] la convic~ lon de que mas alld de lo cireundaste, de lo cotidiano, existe una superrealidad, uha realidad absoluta, fuente Primigenia de todo arte, y cuya naturaleza es puramente ‘ental; 4) el eriterio de que el fin. iltimo y primordial de la vida humana es fa absoluta LUbertad del espirity, y-el arte la mis cabal expresion y realizcion Ue esa Tibertae. REALISM ptAcieo A diferencia de 0 que ocurre com ef surrealismo, el oneepto de realismo magico no ha sido nitidamente de: Finds, ni respaklado. por una’ declaracion doctrinaria sulicientemente autorizada, y por ello mismo tan defi fitiva como 1a que sobre cl surrealismo aparece en el Primer marsfiesto yen otros eseritas de Breton y sts seguidores. A lo cual se agrega que se han, intentado numerosas definiciones y formulado diversidad de pa receres acerca del realisme migico, acrecentando la com fusion en tone del mismo, ‘Tal confusion en clerta modo ha aleanzada a lo real. A Bretén, op ety pp. 4041, 36 maravilloso, pues cs muy comin que ambos conceptos lénticos, como si se tratase de dos dife- janes de un mismo fenémeno. Hecho Gste. totalmente squivocado. No obstante Io cual, en Ssemejante mistifiacién han incurride ¢ incurren con Memasiada frecuencia incluso riticos muy" consplcsos, muy sageces, pere que en este caso, paradapicamente, rmuestran supertiviales. Breve historia del realise magico El término mismo de realismo magico nacié de una cu- rosa confusion. En 1925, ef critico alemén Franz Roh publicé un libro quie a poco tempo devind famoso, Us {lado Nach Expressionismus (Maglsehen Realism) Es ésta Ja primera vez, que se sepa, que haya sido em- pleada la expresicn realismo mdpico. Pero obsérvese que fen el titulo de la obra de Roh dichs expresién t0 ut Jizaen segundo hgar, como subtitulo y entre pard sis. Ademds, ya veremos que con ella Roh se referia ‘algo muy distinte de lo que posteriormente se ha dado en lamar asi [AL afio siguience, 1926, la editorial Revista de Ocel- dente, que dirigia Grtega'y Gasset, publicé Ia traduccién ‘castellano de la obra de Roh, pero por razones que ignoramos —y no sabemos tampoco si fue intencion: mente, s¢ cambié el titulo sleman por el de Realism Indgieo. Postexpresionisymio. Es decir, lo que en la obra Original iba en segundo lugar y entre paréntess, pass. ‘eer titula principal en la versign castellana, y'se, le ‘aeregé, sin duda como definicion temética, Ia expresion postexpresionismo. Que no. estaba en los célculos ni én el proposito de Roh el identifjcar como realisrmo ‘migico’ un nueva. movimiento eststico, y mucho menos con la amplitud que se le ha dado posteriormente_ al tdemino, parece eomprobarlo el hecho de que, muchos fos despues, cuando en 1958 se publica una nueva ed ién de su libro, se prescinde en el titulo de la refe- rencia al realismo migico, y se sustituye este término por el de nueva objetivided. ese 8 estar muy claro que Roh se referia, bajo el cognomento de tealismo. magico, a cierta pintura expre- sionista © postexpresionista (Picasso, Otto Din, Georg a7 Grose, Mare Chagall, Paul Klee, Max Emst...), muy pronto, ¥ de modo un tanto imperceptible, el concepto Se fue extendiende a la literatura, y en Ia actualidad se Emplea cast de manera exclusiva dentro de ésta, Pero al pasar a Ia literatura, el mismo cambia seméntice mente, de tal suerte que hoy, bajo el rubro de realism ‘magico, conocemos un tipo de expresion literaria que may poco tiene que ver, al menos en forma directa, con To que en su tiempo Franz Roh bautias con ese nombre. Concepto actuat det realismo magica No hay, pues, una definicién del realismo magico que se frija cont la fuerea y la autoridad que si tienen las que fet surrealismo hizo en su tiempo Ancré Breton, No obs lante, por razones principalmente metodoldgicas, vamos 2 fundamentar esta dilueidacion en una definicion que, Si bien no ofrece tal tipo de garantis, resulta, sin em Bargo, clara e idonea para nuestro proposito. Es la que propone Enrique Anderson Imbert en sl ensayo El Pealismo mdgico en la ficeton hispartsemericanc, La da- mos, en todd eae, con algunas reservas: seating. gnte naraciones_ssbrnature les y extrafas, En iss primeras, el narrador permite que fen fa accidn que narra irrumpa de pronto un prosigio. Se regecija renunciando a los principios. de Ta logica y- simulondo milggros. que trastornan las Heyes de la nae luraleea, Gracias 4 si libertad Imaginativa lo imposible tn el orden fisico se hace posible en el fantastico. No hhay mas explicacion que lade su expricho, Ese narra: dot finge, como explicacion de lo inexplicable, la inter vencign de agentes misteriosos. A veces lo sobrenatural parece no personificada en agentes sino en un vuclo ‘Lo que ai parece defnitivamente establecido es que fue Amuro Uslar Piet el primero. ea ullizar Ia expresiin ‘Natomot medgico para, eelerirse a cierto tipo de, fieratura ‘Sarrtiva latinoartercana, en ano-de bos ensayos de su libro Letras y hombres de Venezuela, publicado en M8. Desafor: tenodaipemte eo teferenea no’ es suffelentemente explicit Como definicion a los Tings del analiis que agit queremos 38 césmico que, sin que nadie sepa cémo, obliga a los hombres & posturas grotescas. En las naraciones sobre- naturales ef mundo queda patas arriba, Por lo contrario, fn las narraciones extrafas el narrador, en vex de pre. Sentar la magia como si fuera resl, presenta Ia realidad como si fuera magica. Personajes, cosas, acontecimien tos son reconoctbles y razonables, pero como el narrador se propone provocar sentimientos de extrafiera desco- hoce To qiue ve } se abstiene de sclaraciones racionales. Antes lo vimos escamotear o alterar objctos. La realidad fe desvanceia en Tos meandros del faitasear. La magia era como ria violenta fuga a Ia Nada. Ahora vemos al harrador en el extremo opuesto. EL realismo mégico cha rales en cl Ser pero To hace-deseribiendolo como problemtico, Las cosas existen, sj, y qué placer nos da cl verlas emerger del {lait de’ la fantasia, pero. ahora Penetramos en sllas y en sus fondes volvemos a tocar Er"enigma. Entre la disolucion de Im realidad (ma y la copia de la realidad (realismo) el realism migico Je asombra como si asisiiera al especticulo de una nueva Creacidn. Visto eon ojos nuevos a la luz de una nueva mafians, el mundo es, si no maravilloso, al menos per- turbador. En esta clase de narraciones los sucesos, sien- do reales, prodicen la ilusiga le lrrealidad. La estra- tegia det escritor consiste en sugerir un lima sobre- hatural sin apariarse de la naturaleza y su téctica es Seformar la realidad en el magin de personajes neue Esta definicion del realism magico contiene algunas ob- servaciones certeras ¥ otras que no To $0M tanto, Pero, Como. ya dijimos, nos viene bien como punto de par tida para fljar, basadas adems en Jas propias lectures tle obras pertenscientes al realismo magica, nuestro con cepto de éte, TEs ineudable que en ef realismo mégico —como en todo tipo de manifestacién artistes se parte de una realidad conereta, sea natural, social, histérica, 0 psico- Iigics. Esto cs tan obvio —y ademés, no podria ser de fora manera, que aun en la literatura plenamente fan "Enrique Anderson Imbert, EI realism magico otros ceneayos, Caracas Monte Avila Editors. 1976. Pp. i » tistica —digamos, el cuenta de hadas— esa realidad Concieta que opera. como punto de partida es mas 0 Inenos fciimente captable cuando se’ hace una lectura Be tipo “racionel, a diferencia de Ia lectura fantasioss, ‘gue feria, por ejemplo, la que hace wn nifio en edad ftiava de Creer 'y de dar por reales los productos de Ia. Fantasia ‘Lacgo, aguetla realidad concreta es tratada 0 clabo ada mediante Ta imaginaciOn ereadora en un proceso gradual que se va derarrollando hasta alcanzar ol nivel Goa Tantasia. De exe modo se termina por "rear una fhucva "realidad" de Upe fantastico o nigico. Es decir tina nueva i las leyes haturales, Ia Togica, el pensamiento racional. Conviene Ruvertir que este proceso no siempre secumple en forma consciente ¢ intencional, Ea los eelatos fantisticos de tipo mitoligico 0 folklorica, que muchas veces cons: tituyen fa expresion mas pura y sincera del realisme Inigico, It claboracion "sobrenaturalizaciGn" de la cea Tidnel ta sido sin duda inconsciemte, y por regla general se trata de una labor colectiva y popular. Los Tlamados Sscritores cullos, desde luego, pueden experimentar tam bicn de moda inconsciente este proceso de elaboractin Tantasiosa, y de hecho es asl cn Tos casos de mayor futenticidad postica, Pero estén tambign en capacidad Ge aplicar tales mecanismos. de elaboracién estética en forma consciente © intencional ‘Son varios Tos procedimientos mediante los éuales una realidad eonerela se transforma en nucva realidad fan- tistica o magica. Uno de ellos es la exageracién, abun- dante, por ejemplo, en un exponente singular del re Tismo, magico. como Gabriel Garcia Marquez, Muchos ton en sus relatos fos episodios en que aplica este pro- Cedimicnto, hasta lograr una deformacion de la realidad Conereta que deviene en nueva realidaefantéstica® (Sin embargo, es digna de ubservar que esta nueva realidad Jantéstiea no corts totalmente sus arnarras con Ia. rea: fidad conereta. De modo que el lector que percibe en primer plano la imagen de la nueva realidad fantsstica, Intuye dehajo de ella la realidad corereta y sabe des- Sobre este aspecto puede consullacse cl esclarecedoe libro de Mario Vargas Llosa, Gavela Marquez: historia de tin indi’ Caracat Barcelona, Monte Avia aitores-Barral Ebivores. teoedicson), BL lindar Jos campos desdoblando la imagen Iteraria en ‘Sus dos vertienter, fantasiosa y real. De ese modo dis- frata del placer estdlica que provoca Ia estructura fan- tistica de la imagen litersria, ¥ reserva al plano légico y racionst lo virtualmente real y anecdético que sub- ace bajo aquella imagen.) Tal aquel pasaje —se pueden omar al azir— ce Cien Aflos de Soledad en que matan Se'un disparo a José Arcadio Buendia, y la sangre que mana de Ja hetida va formando ‘un hililo que sale de Ia casa, se extiemde por la acera, al Negara la esquina baja Ia acera, erura la calle, sube a Ta acera siguiente, cen la proxima esquina cruza, y sigue asi hasta Tegar fla casa del mucrto, por itva puerta se introduce para Jnformar a los familiares del sueeso." 0 la deseripcién, de corte rabelaisiand, del mismo Tosé Areadio: "un hombre descormunal, Sus espaldas cuadradas apenas. si eablan por las puertas [...] Tenfa un cinturén dos ve es ms grueso que la clncha de un caballo [,..] s4 pre Sencla daba la impresion trepldatoria de un sacudi- mniento sismica, (.-.] Colgé ls hamaca en el cuarto que le asigaaron y) durmié tres dias. Cuando despert6, y después We tomarse dieciséis huevos crudos, salié die rectamente hacia Ia tienda de Catarino, donde su cor puulencla monumental provocs un panico de curiosidad fnire lag mujeres. [.--] Hizo apuestas de pulso con tinco hombres al mismo tiempo. "Es imposible, decian, al convencerse de que no lograban moverle et brazo [..-1 Catarino, que no crota. en arlifcios de fuerza, posts doce peses a que no movia el mostrador. José ‘Arcadio To arrans6 desu sitio, lo levanté en vilo sobre fa eabeza y lo puso en la calle, Se necesitaron once hombres para meterlo. En el calor de la fiesta exhibié Sobre el mostrador si masculinidad inverosimil, entera- mente tatuada oon una marafla azul y roja de letreros en varios idiomas..." En ambos ejemplos se trata de hnechos reales deformados artisticamente mediante la exageracivn, Otro, entre los varios procedimientos de que se vale et reilisino magica, consiste en la deformacian eratesca "Gabriel Garcia Mérguee, Clon Aflos de Soledad, Buenos Aires, Sudamericana, 1997 (i ed)..p. 118 TSG, Garcia Marques, op. et, pp 8388 a

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