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EJIDOS y PROBLEMAS DE LÍMITES MUNICIPALES.

Para acercarnos a la comprensión de la conflictividad agraria en Guatemala, en particular


la vinculada a las tierras denominadas Ejidos, es necesario acudir a las raíces históricas de
la problemática.

1. Formas de adjudicación de la tierra:

Tanto en la época colonial como en la época republicana, existieron una serie de


mecanismos, registrados en la legislación agraria, que fueron marcando las formas de
adjudicación de la tierra.

Durante los primeros años del período colonial, la tierra fue utilizada como aliciente para
los participantes en las expediciones militares, que recibían tierra como recompensa
acompañada del repartimiento de población indígena. (Capitulaciones, Repartimiento y
Encomienda)

Paralelamente, se empezaron a repartir tierras con carácter gratuito, por “Reales Cédulas
de gracia o merced de tierra”.

La tierra incrementó su valor, especialmente la tierra cercana a los centros poblados y a


las vías de comunicación. Las tierras denominadas baldías o realengas se adjudicaron en
pública subasta al mejor postor.

Posteriormente con los procedimientos de “denuncia, medida y composición”, se permitió


que la tierra poseída “de hecho”, previo pago de un valor, se convirtiera en una situación
de derecho.

2. Emisión de Leyes para la regulación de la vida social, económica y


política de pobladores de los territorios de la parte americana bajo
dominio de la Monarquía Española

Las constantes denuncias sobre los abusos cometidos contra la población indígena,
motivaron la promulgación de leyes para regular la vida social económica y política de la
población asentada en los territorios bajo el dominio de la Corona Española: ejemplo:

- Leyes Nuevas u Ordenanzas de Barcelona de 1542


- Leyes de Indias en 1680.

Con estas leyes, se trató proteger a la población indígena y eliminar el maltrato a que eran
sometidos por los encomenderos, se les declaró seres libres, se prohibió la esclavitud y se
suprimió la encomienda.
3. TIERRAS EJIDALES:

El origen de las tierras de propiedad comunitaria y de Ejidos, tiene sus raíces en la época
colonial.

Desde principios de la colonia, se establecían tierras ejidales, para la fundación de


ciudades, villas y pueblos de indios. Las ciudades y las villas eran tierras para ser
repartidas y dadas en propiedad privada a españoles peninsulares (conquistadores y
colonos nacidos en España).

La población indígena fue concentrada para habitar en los espacios de terrenos


denominados “Pueblos de Indios”.

La Corona se aseguró de dotar a todos los pueblos de indios, de tierras suficientes para
que obtuvieran productos básicos que les permitieran cumplir con las obligaciones de
“tributarios reales” y garantizar su propia subsistencia. Estas tierras, fueron llamadas
ejidos. Las tierras ejidales de uso común debían ser utilizadas para siembras comunes,
pastaje de ganado y la obtención de leña y madera en el astillero reservado para ello.

Algunos historiadores, como Severo Martínez, clasifican “las tierras de indios”, en tres
tipos:

- Los ejidos, que eran de uso común, se ubicaban alrededor del pueblo y servían
para pastorear a los animales, abastecer a los moradores de materiales de
construcción y leña. Se delimitaban partiendo del centro del poblado, (iglesia,
fuente, plaza central), midiendo ½ legua hacia cada uno de los puntos cardinales,
resultando una figura con una legua por lado. Esta legua cuadrada (5,000 varas
por lado), según la legislación vigente en esa época, es equivalente a 38
Caballerías y 2/3 de otra.
- Las tierras comunales: (comunes, de la comunidad, para cultivos, labranza,
sementeras); cedidas por la Corona a todos los pueblos de indios, al momento de
ser creados y que tenían como fin permitir la sobrevivencia de la fuerza de trabajo
indígena, es decir, que lo que se cultivaba en ellas era para autoabastecerse y
también para tributar. La propiedad era comunal y las administraba el Cabildo o
Ayuntamiento de Indios.
- Las tierras particulares, que pertenecían a indígenas que contaban con recursos
económicos suficientes para adquirirlas.
Ejemplos de leyes coloniales:

La legislación señalaba la extensión del Ejido y forma de medición; sin embargo, la ley
permitía variaciones, debido a que en la práctica resultaba imposible atender estas
disposiciones. La cercanía de las poblaciones obligaba a cambiar el procedimiento de
medición (Ejemplo: Santa María Visitación y Santa Clara La Laguna, departamento de
Sololá).

Las poblaciones y sus autoridades, aduciendo un elevado número de habitantes,


solicitaban incremento en el área de Ejidos. Ejemplos:

Ejidos de Santa María Nebaj, Quiché, área mayor a 1400 Caballerías

Ejidos de San Gaspar Chajul, Quiché, área mayor a 1200 Caballerías

Ejidos de Chiquimula, área mayor a 800 Caballerías.

Ejidos de Santa Catarina Ixtahuacán , Sololá, área mayor a 700 caballerías


4. EPOCA REPUBLICANA:

La adjudicación de tierras para Ejidos se continuó con el proceso de denuncia, medición,


revisión, aprobación, avalúo y adjudicación por medio de Acuerdo Gubernativo.

En algunos casos, la totalidad del área medida como tierras para ejidos, sin importar su
extensión, fue adjudicada a título gratuito. En otros el área adjudicada a título gratuito se
limitaba a la extensión de 38 Caballerías y 2/3, mientras que el excedente era adjudicado
“a moderada composición”.

La mayor parte de los procesos de medida y adjudicación de tierras ejidales, entregadas


por medio de Acuerdo Gubernativo, e incluso algunas adjudicaciones coloniales, se
encuentran registradas en el “Índice de los Expedientes del Archivo de la Escribanía de
Gobierno y Sección de Tierras”, del Archivo General de Centro América. Estos contienen
una gran riqueza histórica sobre la descripción de los procesos de medida, la conflictividad
o disputas que se presentaron y la forma en que se resolvieron.

Posteriormente, con la creación del Registro de la Propiedad se exigió que todas las tierras
fueran registradas oficialmente con título de propiedad privada.
Las leyes emitidas durante el gobierno liberal propiciaron que la población indígena fuera
despojada de sus tierras ejidales y comunales para entregarlas a los ladinos. Asimismo, se
aprobaron políticas de expropiación de tierras de comunidades indígenas.
5. HISTORIA RECIENTE RELACIONADA CON EJIDOS:

En nuestra historia más reciente, relacionada con adjudicación de tierras para ejidos, se
tiene el caso del departamento de Petén.

En este departamento, las tierras para ejidos de los municipios, fueron desmembradas de
fincas nacionales y adjudicadas por la Empresa de Desarrollo y Fomento de Petén
(FYDEP), en el año 1978. Entre las condiciones de adjudicación tenemos:

- Las tierras se destinarán exclusivamente para fines agrarios


- Las tierras adjudicadas a las municipalidades no podrán ser vendidas, pero si
dadas en usufructo o arrendamiento (excepción de las áreas urbanas).

6. RESULTADO DE LAS ADJUDICACIONES:

Como resultado de las adjudicaciones de tierras ejidales y comunales, se presentan las


siguientes situaciones:

1. Existen tierras de ejidos y astilleros que están registradas a nombre de la


municipalidad o del municipio, sus autoridades y vecinos conocen su existencia y
tienen el completo dominio de las mismas. (ventas, adjudicaciones,
arrendamientos, usufructos) Ejemplo: Municipio de San Juan La Laguna,
departamento de Sololá.
2. Existen otras, registradas a nombre de la municipalidad o del municipio, que se
encuentran en posesión de personas individuales o comunidades organizadas no
indígenas. Las autoridades municipales no ejercen el dominio sobre dichas tierras,
o desconocen sus derechos, por lo que han autorizado titulaciones supletorias que
afectan su propio patrimonio. Ejemplo: Municipio de Chiquimula, Chiquimula y
municipio de Ayutla, San Marcos.
3. Existen las tierras municipales y comunales, que se encuentran en posesión real de
las comunidades indígenas; tierras que forman parte de su territorio y sobre las
cuales han mantenido acceso y control de acuerdo a sus tradiciones ancestrales.
Ejemplo: Asociación 48 Cantones de Totonicapán, en el municipio de Totonicapán;
Comunidad Indígena de Santa María Xalapán, en el municipio de Jalapa,
Comunidad Indígena de Jumaytepeque, Nueva Santa Rosa, Santa Rosa.
4. Existen tierras en calidad de ejidos y astilleros, sobre las cuales, ni las autoridades
locales ni los vecinos conocen sobre su adjudicación y registro.
PRINCIPALES PROBLEMAS RELACIONADOS CON EJIDOS Y TIERRAS
COMUNALES:

Encontramos abundantes problemas vinculados a las tierras ejidales y a los límites de los
municipios, que requieren una investigación más profunda. De manera preliminar, algunos
de estos problemas:

1. ADMINISTRACION DEL TERRITORIO Y DE LA EXPLOTACION DE LOS


RECURSOS NATURALES:

En varias municipalidades de la república de Guatemala, los ejidos municipales


representan un área importante de tierras y bosques. A menudo el carácter de la
posesión o tenencia es confuso, pues no se sabe si la propiedad de la tierra es
comunal o municipal.
Las tierras adjudicadas en calidad de tierras ejidales o comunales, aparecen
inscritas en diferentes formas en los Registros de la Propiedad: ejemplo:
- Ejidos del Pueblo de….
- La Municipalidad de....
- El Municipio de …
- La Municipalidad del pueblo de…
- La Municipalidad y los vecinos de..
- La Comunidad Indígena de….
- El Común de…
- La Parcialidad Indígena de…
- La cofradía de….

Representantes de comunidades y de organizaciones indígenas y campesinas,


exponen que las autoridades municipales únicamente son los representantes del
municipio; pero que para disponer de los recursos del municipio las autoridades
deben efectuar consultas a la población y no tomar decisiones que puedan
prestarse a las arbitrariedades de las autoridades municipales.

2. ADJUDICACION Y TITULACION DE TIERRAS PRIVADAS SOBRE LAS


TIERRAS EJIDALES O COMUNALES:

Producto de adjudicaciones creadas por acuerdos gubernativos, titulaciones


supletorias o por inscripciones registrales que se supone podrían ser producto de
alteraciones en los libros de registro, se presentan casos de doble registro y sobre
posición de inmuebles.

3. CREACION DE AREAS PROTEGIDAS SOBRE TIERRAS EJIDALES:

Zonas declaradas como área protegidas afectan las tierras ejidales.


La Reserva de Usos Múltiples de la Cuenca del Lago de Atitlán, abarca las tierras
ejidales de todos los municipios ubicados en los alrededores del lago de Atitlán.
La población rural del San Gaspar Chajul ha manifestado inconformidad por la
creación del área protegida Ixil-Visis-Cabá. Las tierras ejidales del muncipio son de
aproximadamente 1,200 Caballerías; el área protegida tiene un área de 1,000
Caballerías.

4. CONFLICTOS POR DISPUTAS DE LÍMITES MUNICIPALES

En los litigios relacionados con disputas por límites municipales se mezclan varios factores
e intereses, entre ellos:

- Económicos: relacionados con el uso de los recursos (tierra, bosque, agua, fauna).
- Político - administrativos: relacionados con los límites de jurisdicción administrativa
de ambos municipios, e incluso de los municipios vecinos, que definen las aldeas y
caseríos de cada municipio, cuya población es estimada en la distribución del
situado constitucional.
- Legales - Jurídicos: relacionados con la certeza jurídica sobre la propiedad,
posesión y tenencia de la tierra.
- De valores: relacionados con la pertenencia e identificación con la territorialidad,
basada en sus orígenes étnicos ancestrales.
- Polìtico-Partidista: ofrecimientos electorales durante campaña política,
relacionados con el repartimiento de las tierras que se recuperen en la disputa
territorial con el municipio vecino.
- Técnicos: relacionados con el esclarecimiento de la figura poligonal, área y
ubicación correcta, clara y exacta de los límites del territorio que pertenece a cada
uno de los pueblos en conflicto.
- Socioculturales y religiosos, que provocan diferencias, enemistad y resentimientos
entre las poblaciones en conflicto

La Constitución Política de la República de Guatemala reconoce cualesquiera formas de


tenencia, propiedad y posesión comunal o colectiva de tierras de las comunidades
indígenas o campesinas, que históricamente les han pertenecido y que tradicionalmente
han administrado. En el caso de las tierras municipales y comunales; en la posesión,
tenencia, uso o propiedad de las mismas, se presenta una confusión entre los límites
administrativos de la jurisdicción municipal y los límites de las tierras adjudicadas en
propiedad al municipio o a su población. En algunos casos, el límite de la jurisdicción
municipal puede coincidir con el límite de la propiedad municipal, pero no es la
generalidad de los casos.

Código Municipal

ARTICULO 24. Conflicto de límites entre distritos municipales.


Los conflictos derivados de la falta de definición en los límites existentes entre dos o más
municipios, serán sometidos, por los Concejos Municipales afectados, a conocimiento del
Ministerio de Gobernación, que dispondrá de un plazo de seis (6) meses, a partir de la
recepción del expediente, para recabar los antecedentes que aquellos deberán
proporcionarle y el dictamen del Instituto Geográfico Nacional, completar los estudios,
informaciones, diligencias y demás medidas que sean necesarias, con base en las cuales
emitirá opinión, y lo elevará a conocimiento del Presidente de la República, para que, si así
lo considera, presente a consideración del Congreso de la República la iniciativa de ley
correspondiente, para su conocimiento y resolución.

A lo anterior debe agregarse los siguientes elementos que inciden directamente en la


problemática vinculada a las disputas por límites municipales:

1. La conformación de la propiedad:
- Empirismo e impericia en medidas topográficas que dieron origen a la
conformación de la propiedad. (Medidas “a ojo”)
- Falta de definición de mojones y linderos
- Áreas inexactas de los terrenos, diferentes sistemas de unidades de medida
(varas cuadradas, cuerdas, caballerías, metros cuadrados)
- Desorden y falta de control en las adjudicaciones que provocan dos o más
registros de un mismo terreno, o traslapes entre las adjudicaciones. Ejemplo:
Límites entre los municipios de Santa María Nebaj, San Gaspar Cahjul y San Juan
Cotzal en el departamento de Quiché.

2. Ausencia de un catastro fiel y confiable:


La ausencia de un catastro, amarrado a la red geodésica nacional, que permita
evaluar y efectuar análisis comparativos entre la información registral, catastral,
técnica y jurídica; no permite tener certeza y precisión sobre la titularidad de los
derechos, la extensión, figura poligonal y extensión de las tierras en litigio,
creando gran incertidumbre sobre los citados derechos de propiedad y sus límites
reales.

3. Nuestro Sistema Registral


Los Registros de la Propiedad de Guatemala, cuenta con un sistema declarativo de
derechos, pero no constitutivo de derechos. Los datos consignados en los registros
de la Propiedad y que se pueden obtener por medio de una certificación de
Registro, únicamente declaran la existencia de un derecho; no certifican la no
existencia de otros derechos sobre el mismo terreno. Tampoco definen la
ubicación exacta y precisa de los inmuebles.
Los documentos que sirvieron de base a algunas inscripciones vinculadas a las
propiedades municipales, no existen o se reportan extraviados.
Falta de cultura registral, las negociaciones de compra venta o adjudicaciones
efectuadas por algunas municipalidades no son presentadas para su inscripción en
los Registros de la Propiedad, con el propósito de evitar costos de transacciones e
impuestos. Pero el empirismo y falta de registro aumenta el riesgo de que una
municipalidad adjudique a sus vecinos terrenos que pertenecen a la jurisdicción y
propiedad de otro municipio. Ejemplo: Municipios de Salamá y Purulhá en Baja
Verapaz.

4. La creación de nuevos municipios y los cambios de límites municipales y


departamentales, decretados por el Estado. Algunos ejemplos:

a. Municipio de El Estor, departamento de Izabal


El Estor, era una aldea del municipio de Livingston. Posteriormente fue
trasladado a jurisdicción de Alta Verapaz. Después se elevó a categoría de
municipio del departamento de Izabal, posteriormente se trasladó al
departamento de Alta Verapaz y luego volvió a reincorporarse al departamento
de Izabal. Como resultado, fincas que pertenecen a Panzós, Alta Verapaz, se
encuentran inscritas en jurisdicción de El Estor, Izabal, y viceversa.

b. Comunidades de Barreneché y Argueta, en los municipios de Totonicapán y


Sololá, límite departamental de Totonicapán y Sololá.
La existencia de la Hacienda Argueta, se remonta al año 1,605, reconocida
como territorio ubicado en jurisdicción municipal y departamental de Sololá.
En 1,882 una fracción de la Hacienda Argueta, sin especificar su área, es
comprada por vecinos de Totonicapán. Esta compra es la raíz de los constantes
cambios del límite departamental entre Sololá y Totonicapán.
En 1,886 se dispone que la parte de la Hacienda Argueta comprada por los
vecinos de Totonicapán, se segregue del departamento de Sololá y se anexe a
Totonicapán.
Posteriormente se efectuaron varios cambios en la división político
administrativa entre Sololá y Totonicapán, que dan como resultado, que la
Aldea Argueta se anexa a Sololá, mientras que Barreneché se eleva a categoría
de Aldea y junto al Cantón La Esperanza, se anexa a Totonicapán, sin que el
límite de jurisdicción quedara claramente definido y demarcado en campo, lo
cualconstituye parte de los orígenes del conflicto que en la actualidad ha
provocado sangrientos enfrentamientos entre las comunidades de San Juan
Argueta, La Esperanza y Barreneché, asentadas en dicho territorio.

c. Municipios de Santa Catarina Ixtahuacán y Nahualá en el Departamento de


Sololá.
Durante la época prehispánica y la totalidad del período colonial, los poblados
de Santa Catarina Ixtahuacán y Nahualá, compartían un mismo territorio.
Alrededor del año 1,872 producto de las desavenencias entre los líderes de
ambos pueblos, Nahualá opta por desligarse de Santa Catarina Ixtahuacán y
formar un municipio independiente. Sin embargo, ambos pueblos continuaron
usando el mismo territorio, ya que no se establecieron los límites de cada
municipio. Esta situación trajo como consecuencia que la Cabecera Municipal
de Nahualá, se encontraba ubicada en terreno adjudicado en el año 1777,
durante la época colonial, a Santa Catarina Ixtahuacán, e inscrito a su favor en
el Registro de la Propiedad. En la actualidad, existen aldeas con población
mixta, con personas avecindadas en Nahualá y otras avecindadas en Santa
Catarina Ixtahuacán.
Con el transcurso del tiempo, con la construcción de la Carretera
Interamericana CA-1, se presentaron mejores oportunidades de ingreso y
desarrollo para los pobladores de Nahualá. Por otro lado, la cabecera municipal
de Santa Catarina Ixtahuacán, se quedó aislada, sumida en una barranca,
rodeada de elevadísimas montañas, al grado que en invierno, el acceso en
vehículo por su carretera de terracería era prácticamente imposible. Esto,
aunado a problemas geológicos, provocó la necesidad de los pobladores de la
Cabecera de Santa Catarina Ixtahuacán de trasladarse al Paraje denominado
Chuipatán, dando origen a violentos enfrentamientos entre los pobladores de
ambos municipios.
d. Municipios de Tajumulco e Ixchiguán, San Marcos:
El conflicto de límites municipales entre los municipios de Tajumulco e
Ixchiguán, ha sido en los últimos años uno de los conflictos que más ha
presentado constantes enfrentamientos violentos.
En 1933, la Aldea Ixchiguán, que pertenecía a la jurisdicción municipal de
Tajumulco, es elevada a categoría de municipio, sin una delimitación clara de
sus colindancias. Este caso presenta características similares al conflicto entre
Santa Catarina Ixtahuacán y Nahualá, del departamento de Sololá, debido a
que el nuevo municipio queda asentado en terrenos inscritos en el Registro de
la Propiedad a favor del antiguo municipio del cual se originó. Igualmente, el
municipio más reciente se ve favorecido por vías de comunicación asfaltadas y
el municipio antiguo queda en una situación de difícil acceso.
Varias instituciones del estado han coordinado acciones en búsqueda de
soluciones para el caso, llegándose a formular la iniciativa de ley para que en
el Congreso de la República se emita el Decreto con la definición del límite
entre ambos municipios.
Los constantes enfrentamientos violentos, las alteraciones al orden público, la
falta de respeto y ataques a miembros de la policía, así como la presencia de
vecinos armados en ambos municipios, hacen suponer que no debe
descartarse la injerencia de poderes paralelos o del crimen organizado, que
han utilizado el conflicto de límites municipales para mantener el clima de
zozobra e inseguridad en la región y de esa forma aprovechar el clima de
ingobernabilidad para actividades de narcotráfico, contrabando y trata de
personas. En ese sentido, este caso debe ser tratado con el acompañamiento y
orientación del gabinete de seguridad.

Consideraciones y sugerencias para la atención de estos casos:

La forma de afrontar la búsqueda de soluciones a los problemas generados por las


disputas por límites municipales y de la conflictividad agraria en general, hace la
diferencia entre la paz como camino para el desarrollo y consolidación del estado de
derecho; a cambio de la violencia y el enfrentamiento que tanto daño y dolor ha dejado a
nuestra Nación.

Es necesario señalar, que siendo el aspecto técnico el que es más fácil de evidenciar en
un conflicto, probablemente su importancia se ha sobre dimensionado en la búsqueda de
soluciones. Sin embargo, debe tomarse en consideración que previo al establecimiento de
las llamadas mesas de negociación, debe intentarse, dentro de un marco de respeto y
tolerancia, atender y mejorar la relación entre las partes para poder establecer
mecanismos de diálogo que no se conviertan en insultos o agresiones. Los rencores o
resentimientos entre las partes influyen negativamente en el tratamiento del conflicto, y
aunque en el aspecto técnico, los límites municipales puedan definirse con claridad y
precisión, sino se atiende la parte social de relacionamiento, la búsqueda de alternativas
de solución se dificultará aún más.
En ese sentido, la forma multidisciplinaria en que se encuentran integrados los equipos de
la Secretaría de Asuntos Agrarios debe aprovecharse al máximo, reforzándose cada uno
de los integrantes del equipo con los conocimientos del otro, tanto en la parte técnica,
histórico social y jurídica.

El conocimiento de los conflictos y sus causas, en sus diversos aspectos, es una condición
sin la cual no podrán ser atendidos y resueltos de manera sostenible.

Para lograr una aproximación a la comprensión que nos permita el abordaje de estos
casos, debe considerarse entre otros, los siguientes aspectos:
- El reconocimiento de la historia, la legislación agraria, el origen y la conformación
de la propiedad y sus consecuencias en la situación actual de la población.
- La realidad multicultural, pluriétnica y multilingüe.
- La coexistencia de dos sistemas de interpretación jurídica.
- Las necesidades vitales no satisfechas de la mayoría de la población rural.
- La participación activa de legítimos representantes de la población directamente
afectada y de las autoridades municipales y departamentales.
- El papel del Estado como garante de los derechos y promotor del desarrollo.
- Fortalecimiento del recurso humano y procedimientos para la solución conciliatoria
de los litigios.

Probablemente existirán diversas opiniones respecto a las posibles formas de abordar y


solucionar la problemática, por lo cual el reto para las autoridades del Estado y la
Sociedad Civil es el de encontrar los puntos de confluencia que permitan encontrar
soluciones que satisfagan los intereses de la población inmersa dentro de los conflictos,
principalmente, de aquellos en situación de mayor vulnerabilidad social, por lo que es
importante debatir sobre la creación de un órgano jurisdiccional específico en materia
agraria, contemplando la emisión de un Código Agrario, los Tribunales Agrarios y la
Defensa Pública Agraria

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