Está en la página 1de 3

Hoy en día la capacidad de liderar es una herramienta fundamental para llevar a

cabo numerosos proyectos de diversa índole. Sin importar el cargo que se posea,
según la definición de liderazgo de Blanchard, un líder es una persona que posee
ciertas características que le permiten influir sobre un grupo de personas para que
así el equipo desarrolle todo su potencial y alcance un objetivo o visión conjunta
determinada. A lo largo de la historia, se han dado a conocer líderes cuyas
acciones han tenido un peso relevante en la historia de la humanidad (Hitler,
Mandela, Gandhi, Teresa de Calcuta, entre otros) pero en nuestra vida cotidiana
podemos observar individuos que poseen características de líder que afectan su
alrededor en mayor o menor medida.
Un ejemplo de líder mundial es San Josemaría Escrivá de Balaguer,
sacerdote fundador de la primera y, hasta ahora, única prelatura personal de la
iglesia católica: el Opus Dei. Así, en medio de fuertes revoluciones políticas y
cambios sociales radicales, fue capaz de fundar una de las obras más
controversiales y criticadas por los laicos y la Iglesia. A diferencia de las
tradicionales órdenes religiosas, consideradas hasta ese entonces como único
medio para alcanzar la santidad a través de la vocación religiosa, San Josemaría
propuso un camino orientado a promover en todas las personas, sin importar su
clase social, la búsqueda de la santidad y el ejercicio del apostolado a través de la
santificación del trabajo profesional y en medio del mundo ordinario sin cambiar de
estado. Opino que una de las características relevantes de este líder es su
capacidad de llevar a cabo sus proyectos en medio de constantes adversidades
sabiendo adaptarse a los cambios de su entorno. Para ello, se requiere una gran
capacidad de análisis crítico y autoconocimiento para la toma de decisiones. En
este sentido, tal como recalca Vázquez de Prada en la biografía del Santo, dos
años después de que fundara el Opus Dei, se proclamaba la Segunda República
en España, tiempos marcados por manifestaciones y fervor popular, así como
movimientos radicales que pretendían crear un Estado laicista con ideologías
agresivamente anticatólicas (Vazquez de Prada, 2003). Es en medio de este caos
donde sale a la luz este líder visionario que da rumbo a un concepto y filosofía de
vida adelantada a su época. Así, toma protagonismo ese aspecto esencial de
autogestión que le permite llevar a cabo sus acciones sin perder su visión,
motivación, valores o principios. A pesar de las constantes persecuciones, quema
de edificios religiosos (colegios, iglesias y conventos), trabas, prohibiciones y un
ambiente moral en el que la piedad pasaba a un segundo plano, San Josemaría
fue capaz de autorregular sus emociones para no permitir que estos factores
internos le impidieran actuar acorde a lo que exigía la situación.
Además, la capacidad social y empatía son dos características que
describen la vida de este personaje. De esta manera, sabía llegar a las personas a
través del cariño, carisma y convicciones sólidas y coherentes. Tal como afirman
algunos testimonios, entre ellos el de Juan Pablo II, “todos los que lo trataron, de
cualquier cultura o condición social, lo sintieron como un padre, entregado
totalmente al servicio de los demás, porque estaba convencido de que cada alma
era un tesoro maravilloso” (Juan Pablo II en el acto de canonización de San
Josemaría, 2002). Considero que San Josemaría supo ejercer un rol ejemplar de
líder, pues demostró a lo largo de su vida mucho compromiso y responsabilidad
por el Opus Dei, procurando el bienestar de todos sus miembros. También, su
ímpetu por el estudio le llevó a alcanzar conocimientos de diversa índole religiosa
y humanística que le permitió tener un mejor desempeño como líder. Igualmente,
su carácter firme y capacidad de influir sobre sus seguidores e inculcar valores
religiosos con los que una gran diversidad de personas, de todos los contextos,
pudieran sentirse identificados, fue lo que dio paso a una labor que inició con solo
tres seguidores y que hoy en día se extiende a nivel mundial con más de 95mil
seguidores.
Por otro lado, existen a nivel nacional muchos ejemplos de líderes, entre
ellos postulo a Lorenzo Mendoza. Este empresario e ingeniero industrial
venezolano es el Presidente de Empresas Polar, una de las principales empresas
de alimentos y bebidas del país. Su rol como líder ha sido fundamental en el
desarrollo de la economía venezolana. Este personaje se destaca por su
capacidad de liderazgo no solo a nivel organizacional, sino también a nivel
nacional, pues sus acciones influyen y tienen gran impacto en el actuar de los
venezolanos. En este sentido, hoy más que nunca la empresa privada es una
parte importante para la economía y bienestar de cualquier país.
Lorenzo Mendoza se caracteriza por su alto nivel de conocimientos y
competencias profesionales, perseverancia y capacidad de respuesta ante
situaciones exigentes. De esta forma, ante una realidad trastornada por una fuerte
crisis económica, política y social, ha sabido ejercer el rol de líder para guiar a su
equipo ante situaciones de emergencia y de mucha tensión, manteniendo el
estímulo, motivación valores y principios de la empresa para generar un impacto
positivo en la sociedad venezolana. Este es un claro ejemplo de un líder versátil
capaz de adaptarse a las demandas de su entorno, siendo visionario o autoritario
ante la necesidad de un rumbo claro en una emergencia, conciliador al motivar a
sus colaboradores y reforzar conexiones entre ellos, democrático al nutrirse de
aportaciones valiosas de su equipo y circunstancial al saber compartir el liderazgo
estratégicamente en su organización. Empresas Polar es un claro ejemplo de
distribución desigual de poder en donde todos sus miembros contribuyen a sacar
adelante una labor casi heroica de producción de bienes y servicio social.
Además, cabe destacar que Lorenzo Mendoza se trata de un líder consciente del
entorno de sus trabajadores demostrando empatía y eficiencia en la gestión de las
relaciones con los miembros de la empresa y de la sociedad Venezolana en
general.
En particular, su acción en la situación de pandemia actual ha demostrado
responsabilidad y compromiso con su equipo y su nación. Esto se evidencia en
sus inagotables esfuerzos en procurar la salud de sus colaboradores y el
proporcionarles los recursos para que puedan cumplir con su labor de forma eficaz
y segura. Su toma de acciones ante esta emergencia se ha centrado en procurar
el bienestar social, siempre manteniendo la comunicación con sus miembros y
proporcionando información transparente y responsable de la realidad.
Finalmente, es importante mencionar que existen líderes anónimos,
personas cuyos nombres no son conocidos pero que influyen de manera
significativa en la sociedad. Entre ellos postulo a María Lobo, estudiante de
educación de la Universidad Monteávila. Es una de las fundadoras del Proyecto
Plataforma, iniciativa que busca brindar refuerzo escolar a niños de la comunidad
de Corralito en Mampote. Se trata de un líder visionario y conciliador, en ella
rebosa el optimismo, la motivación y el afán por crear armonía entre todos los
miembros del equipo con el fin de crear un ambiente dinámico y eficaz para la
realización de las actividades en la comunidad. A través de prácticas formativas
aplica los conocimientos de su área en transmitir dinámicas y metodologías de
enseñanza a sus colaboradores para crear un ambiente agradable y de provecho
para los niños que participan en las actividades de esta iniciativa. Considero que
se trata de una persona muy empática y con facilidad para conectar y entender la
situación de otras personas para tomar decisiones en base a ellas.
Para concluir, la mayoría de los acontecimientos que dejan huella en la
historia han sido producidos por las acciones de un grupo o equipo de personas.
El rol que toma el líder es conducir estas acciones hacia una visión compartida,
entendiendo que el liderazgo representa no solo tomar el mando de un equipo y
tomar decisiones, sino que implica compromiso, responsabilidad y una visión
panorámica del entorno y de la realidad de cada individuo. Así para lograr un
desarrollo sostenible y bienestar social es fundamental el ejercicio del liderazgo,
siempre fundamentado en valores y principio sólidos.

También podría gustarte