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La sucesión es un conjunto de números u otros elementos (llamados términos) ordenados según un patrón o regla de
formación.
La serie es un conjunto de números (llamados términos) ordenados según un patrón o regla de formación, unidos por
una operación, comúnmente una suma.
Al estar los términos de la serie unidos por un operador, se puede calcular el valor de la serie. El del ejemplo sería 25. En
cambio, la sucesión es simplemente una lista de elementos, no se puede calcular su valor.
El patrón o regla de formación, es lo que nos permite conocer cómo calcular cada término de la sucesión o de la serie
a partir de la posición de este. Las posiciones empiezan en 1 regularmente.
Confieso que me resultó confuso al principio el entender que una serie fuera una suma. Al reflexionar por qué, me di
cuenta de que “serie” es una palabra que se usa en el español no-matemático para cosas que no son sumas: en
Colombia decimos que vemos una serie de televisión, que necesitamos el número de serie de un vehículo para
asegurarlo, que una serie de contratiempos me impidió cumplir con los compromisos adquiridos, etc.
Por tanto, para poder trabajar con “series” en matemáticas, debemos estar conscientes de esta diferencia de significado.
Término: cada elemento de una sucesión. Suele identificarse con la letra a y un subíndice que empieza en el 1.
Término enésimo: el término a subíndice n, necesario para indicar el patrón de formación.
Patrón o regla de formación de una sucesión: fórmula que permite calcular el término enésimo de ciertas sucesiones,
es decir, el valor del término en la posición n.
En el ejemplo anterior:
El patrón de formación indica que la posición del término (n) se multiplica por dos y se le resta uno para obtener su valor.
El valor del término en la posición nueve será, por tanto, 2(9) – 1=17.
Hay sucesiones que tienen un patrón de formación que no puede redactarse como una fórmula matemática, pero que sí
puede observarse y seguirse. Incluso algunas no tienen números.
Veamos ésta:
A, C, E, G…
¿Qué elemento sigue? La letra I, porque el patrón de formación indica que se escribe una letra sí y otra no del
abecedario.
Ahora ésta, que incluye números, pero que no se usa propiamente una fórmula, sino un proceso para formarla:
También están las sucesiones para las que sí se puede redactar el patrón de formación como una fórmula matemática,
como las siguientes.
Sucesiones aritméticas, polinomiales lineales o de primer orden (tres nombres diferentes para el mismo tipo de
sucesión): la diferencia entre un término y el siguiente es un valor constante, como en:
1, 3, 5, 7…
Se puede observar que, para llegar de un valor al siguiente, se le suma 2 al
primer valor, partiendo del número 1. Eso se traduce en un patrón de
formación según el cual se multiplica por 2 la posición del término y se le
resta uno, como vimos antes.
Sucesiones polinomiales cuadráticas o de segundo orden: la segunda diferencia entre un término y el siguiente es
un valor constante, como en:
1, 4, 9, 16…
Puede observarse que, para llegar de un valor al siguiente, se le suma un número
que también va creciendo. Si se saca la segunda diferencia, se observa que ese
número ya es constante: 2. Cuando la segunda diferencia es constante, se trata
de una sucesión de segundo grado. Se traduce, en este caso, en un patrón de
formación según el cual la posición del término debe elevarse al cuadrado.
Los patrones de formación de sucesiones cuadráticas pueden ser más complejos que éste, como veremos adelante.
También hay sucesiones de orden superior a dos. En las de orden tres, la tercera diferencia entre un término y el
siguiente es un valor constante y así sucesivamente.
Sucesiones geométricas: la razón (división) entre un término y el siguiente es un valor constante, como en:
2, 4, 8, 16…
Aquí se puede observar que, para llegar de un valor al siguiente, se multiplica por dos el primer valor, partiendo del 2.
Visto de otra manera, al dividir cada término entre el anterior a él se obtiene un valor constante, 2. Eso se traduce en un
patrón de formación según el cual se 2 se eleva a un número que es la posición del término.
Las series pueden tener patrón de formación expresado como fórmula, veremos la forma de expresarlo en la siguiente
entrada.
Sucesiones alternadas: los términos se alternan, ya sea que uno crezca y el siguiente
decrezca o que uno sea positivo y el siguiente negativo, o ambos cambios a la vez.
Las series también se clasifican según su comportamiento. También lo veremos en la siguiente entrada. Veamos ahora
algunas ideas para practicar con las sucesiones.
Para enseñar a reconocer patrones, puede empezarse con imágenes que se repitan en un cierto orden. No es
precisamente una sucesión, pero ayuda a entenderlas posteriormente. ¿Cuál es la figura que sigue?
Más adelante se pueden usar unas imágenes que ya sean propiamente una secuencia, en las que se puede intuir la
figura que sigue por la forma y el conteo de cuadritos.
Ésta es una secuencia polinomial lineal, dado que la cantidad de cuadritos va aumentando con una diferencia
constantes: 3, 5, 7, 9… sigue el 11.
En cambio, ésta es una secuencia polinomial cuadrática, dado que la cantidad de cuadritos va aumentando con una
diferencia que también aumenta: 1, 3, 6, 10… sigue el 15.
Como dato curioso: a esos números: 1, 3, 6, 10… se les llama triangulares, por su forma de triángulo al representarse así
acomodados. Tienen, además, una característica interesante: si sumamos dos números triangulares consecutivos,
obtenemos un número cuadrado. Se puede visualizar si se voltea el triángulo pequeño y se acomoda junto al grande, así:
Después de las imágenes sin y con relación con los números, se puede empezar con algo numérico:
2, 4, 6, 8, 10…, Sigue: el 12
Es común que se practiquen las sucesiones de los primeros 10 o 12 números como una forma de preparación para las
tablas:
3, 6, 9, 12…
7, 14, 21, 28…
Creo que hacerlo es de ayuda, siempre y cuando llegue el momento en que se separe la tabla de multiplicar de la
sucesión, para poder usar las tablas más eficientemente, sin ningún orden específico.
Considero que es una buena idea que, además de calcular la diferencia entre
cada par de términos y usarla para calcular el siguiente término, escriban
abajo, en medio de cada par de números, esa diferencia.
Creo que eso remarca la idea de que es un ejercicio diferente a escribir el número
siguiente del último que ven (algo que hacen cuando no ponen el suficiente cuidado,
probablemente sólo ven con atención el último número y no los demás). Al ver las
flechas y los números abajo, es más factible que “desconecten el contestador
automático” y analicen con más calma cuál debería ser la respuesta.
Se puede variar el ejercicio dejando como desconocido el primer valor:
O uno intermedio:
Para cerrar
¿Por qué escribí en el título de esta entrada que los patrones, sucesiones y series nos ayudan a
interpretar al mundo? Porque el identificar patrones y usarlos para determinar qué sigue, nos sirve para
volvernos hábiles para interpretar lo que ocurre conforme algo avanza y eso es muy útil fuera de la
escuela, como lo expliqué en las entradas sobre pensamiento lógico-matemático, Por ejemplo, en un
cruce con cuatro semáforos que se ponen en verde de forma individual, podemos observar el patrón
que siguen para ponerse en verde (el que sigue a la derecha, por ejemplo) e identificar cuánto falta
para que nos toque verde a nosotros. El cobro de ciertos servicios también sigue un patrón, con una
No crean que lo olvidé, aquí está la explicación de cómo se forma el siguiente término de la sucesión especial que les
mostré anteriormente:
2Estudia la monotonía, la convergencia o divergencia y las cotas (si existen) de las siguientes sucesiones: