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Chile: la vocación regionalista del gobierno militar

Sergio Boisier

 
Chile: la vocación regionalista del
gobierno militar
Sergio Boisier1
Abstract
The article analyzes the characteristics of the Chilean process of regionalization in
order to highlight some elements that have not been mentioned before. Reflections
about public policies for regional development before 1973 and the agreement of the
military government with regard to the regional issue, are examined from a
perspective that focuses on aspects of the process that are usually not recognized.
The article discusses the regionalization carried out by CONARA (National
Comission of Regionalization) and shows the main instruments used in the context
of regional development for that period. Contradictions and regional conflicts (some
of them still active) are examined along with an analyzes of the dominant regional
policy during the eighties. The latter was a legacy not questioned in the transition
from the autoritarian regime to the democratic one. The article examines the nature
of this regionalist legacy and mentions some of the most important challenges that
the country needs to face in order to have a more inclusive, democratic and
egalitarian development. This is part and parcel of the need for a regional
development that is well-directed and framed within the context of a market
economy, open and decentralized, where the main actor is the civil society.

Key words: Regionalization, Military Government, Regional Development

Resumen
El artículo examina algunas características del proceso de regionalización chileno,
con la pretensión de señalar elementos escasamente mencionados hasta ahora. Son
analizadas las políticas públicas de desarrollo regional previas a 1973 y el
compromiso del Gobierno Militar con la cuestión regional desde una perspectiva que
privilegia aspectos poco conocidos del proceso. La regionalización realizada por
CONARA es objetivo de discusión y se muestran los principales instrumentos, de
distinto orden, usados en el contexto del desarrollo regional de la época. Las
contradicciones y los conflictos regionales (algunos todavía vigentes) son mostrados,
conjuntamente con el análisis de la política regional dominante durante los años
ochenta, en buena medida una herencia no cuestionada por la Transición desde el
autoritarismo a la democracia. Se examina precisamente la naturaleza de la
"herencia" regionalista y se mencionan solamente algunos de los desafíos más
importantes que el país deberá superar si efectivamente se desea lograr un
desarrollo más inclusivo, democrático y equitativo, cuestión que pasa,
inexorablemente, por un bien direccionado esfuerzo de desarrollo regional en el
marco de una economía de mercado, abierta y crecientemente descentralizada, en la
cual el actor principal es la sociedad civil.

Palabras clave: Regionalización, Gobierno militar, Desarrollo regional

1 Estudio realizado por encargo de la Corporación Tiempo 2000.

Revista eure (Vol. XXVI, Nº 77), pp. 81-107, Santiago de Chile, mayo 2000
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"Un gobierno fuerte, centralizador,..." Estos cinco elementos que parecen


haber operado "detrás" del centralis-
Diego Portales mo nacional serían: i) el modelo borbó-
nico de concepción de la soberanía y
en consecuencia, de la organización
I. EL CENTRALISMO: UN SELLO del Estado y de la administración pú-
DE AGUA EN EL ACTA DE blica; ii) la situación de guerra que
NACIMIENTO DEL ESTADO casi en forma permanente afectó a
Chile desde la Conquista hasta fines
Se ha señalado en muchas opor- del siglo XIX; iii) la influencia del Mi-
tunidades que Chile constituye nistro Diego Portales a partir de los
una suerte de epifenómeno del años treinta del siglo XIX, con justicia
centralismo latinoamericano. Las cau- considerado el "forjador del Estado-
sales apuntan a cuestiones de diverso Nación"; iv) la modernización decimo-
orden, desde la configuración geomor- nónica a partir de la década de los
fológica del territorio nacional, pasan- sesenta, y v) el proceso de migración
do por la dificultad –de españoles pri- rural/urbana en los treinta, cuarenta
mero y de chilenos después– para y cincuenta de este siglo.
establecer la soberanía del Estado so-
bre la totalidad del territorio, a causa Una breve referencia a cada uno
de la tenaz resistencia araucana. Por de estos elementos es suficiente.
cierto, se mencionan con frecuencia,
además, las guerras externas que
La dinastía borbónica introdujo en
provocaron la anexión de importantes
España el cambio del destinatario de
territorios, de manera tal que sólo a
la soberanía, siempre de origen divi-
partir de la tercera década de este
no, desde el "pueblo" al monarca. Era
siglo queda configurado el territorio
el "pueblo" el que delegaba la sobera-
nacional tal como hoy se le conoce,
nía en el monarca, a través de cuer-
después de resuelto el plebiscito so-
pos intermedios, que pierden casi su
bre Tacna y Arica e iniciada la real
razón de existir al ser directamente
colonización de Aysén. Se agrega to-
el monarca el depositario de la sobe-
davía un asunto por demás importan-
ranía. La monarquía adquirió carac-
te: la herencia jurídica y administra-
teres patrimonialistas y perdieron
tiva española, heredera, a su turno,
relevancia las instituciones interme-
del centralismo borbónico francés.
dias entre, como se diría hoy, la so-
ciedad civil y el poder central. Esto
Planteado este juicio general, acá configuró un marco propicio para el
se sostendrá que el centralismo chi- ejercicio de la centralización.
leno se asienta entonces, en verdad,
en cinco elementos que, a su vez, se
Como es bien conocido, Chile re-
inscriben en los factores que C. Véliz
sultó ser una especie de presente grie-
(1984) anotaba como explicativos de
go para la corona española, debido si-
la "tradición centralista" de América
multáneamente a su relativa pobreza
Latina (ausencia de un fenómeno
y a la belicosidad del pueblo araucano,
político equivalente a la Revolución
al punto que ya a comienzos del siglo
Francesa, ausencia de un fenómeno
XVII se constituye un ejército profe-
social como la Revolución Industrial,
sional. El conflicto se traslada al Esta-
ausencia de relaciones feudales y
do chileno después de la Independen-
ausencia de pluralidad religiosa).
cia, Estado que además asume gue-

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rras externas hasta casi el término cracia con una "sociedad de iguales",
del siglo XIX. Obviamente, un manejo no fue difícil confundir también igual-
centralizado del Estado es una nece- dad con homogeneidad, en cuyo caso,
sidad en tiempos de guerra. un Estado nacional fuerte y centraliza-
do era el mejor instrumento de mo-
No menos conocido es la forma dernización. En aras de la homoge-
cómo el Ministro Portales consolidó el neidad, confundida con la igualdad y
centralismo chileno. De hecho, Porta- confundida esta con la democracia, el
les consolida el Estado chileno con un Estado aplastó los particularismos te-
régimen presidencial autoritario cen- rritoriales e impuso un modelo de
tralista que en lo formal se extende- sociedad uniforme, que tuvo sus vir-
ría desde 1833 hasta 1891, pero cuya tudes en la construcción del Estado-
influencia intelectual perdurará has- Nación, pero al costo de instaurar una
ta la Constitución de 1980 inclusive. cultura nacional más extranjerizante
Portales hizo de los intendentes la pie- que autóctona y un modelo de relacio-
za clave del centralismo, al transfor- nes sociales extremadamente centra-
marlos en agentes directos del Presi- lizado. De Arica a Magallanes el país
dente de la República, nombrados por parece ser uniforme, pero en verdad
él, responsables ante él, y ocupados, dista de serlo.
ante todo, de ejecutar sus órdenes en
el territorio a su cargo. Es de propia Finalmente, los intensos procesos
mano del Ministro la redacción en la de migración rural-urbana en las dé-
Constitución de 1833 (y reproducido cadas de los treinta, cuarenta y cin-
en todas sus versiones posteriores), cuenta, a su vez producto de fenóme-
del artículo que define a los intenden- nos más profundos, tomaron forma, tal
tes como agentes naturales e inme- como lo señalara brillantemente Jor-
diatos del Presidente de la República. ge Ahumada, sin un paralelo proceso
La personalidad autoritaria, civilista de educación cívica. El campesino,
y paternalista de Portales queda bien habituado a centurias de inquilinaje,
reflejada en una carta a J. M. Cea: había desarrollado una cultura de de-
pendencia del padre-patrón, el dueño
Un gobierno fuerte, centralizador, cu- de la hacienda y proveedor de servi-
yos hombres sean verdaderos mode- cios. Trasladado a la gran ciudad y en
los de virtud y patriotismo y así ende- su desamparo, el campesino recrea la
rezar a los ciudadanos por el camino figura del padre-patrón en la nueva
del orden y las virtudes. Cuando se figura del padre-Estado, sin modificar
hayan moralizado, venga el gobierno su trasfondo cultural. Esta situación
completamente liberal, libre y lleno de
representará, además, un verdadero
ideales, donde tengan parte todos los
ciudadanos. Eso es lo que yo pienso y regalo para la naciente y creciente
todo hombre de mediano criterio pen- burocracia que, alimentando esta cul-
sará igual. tura, se legítima a sí misma.

Las tendencias liberales moderni- Por todas estas razones es que bien
zadoras que se entronizan en Chile se puede hablar de una verdadera
en los últimos decenios del siglo XIX cultura centralista en Chile, cultura
introdujeron una lamentable confu- que hoy se presenta como uno de los
sión entre democracia, igualdad y grandes escollos para avanzar a un
homogeneidad. Confundida la demo- modelo de relaciones sociales más
subsidiario, descentralizado y basado

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en la auto-responsabilidad. Es una ilu- mentos centrales, por un lado, el es-
sión pensar que en Chile el solo im- tablecimiento de los COMITES PROVIN-
perio de la ley producirá la descentra- CIALES DE DESARROLLO cuyo propósito
lización. era "...equilibrar el desarrollo econó-
mico del país, eliminar los focos de
Hay varios excelentes estudios centralismo, la concentración produc-
acerca de la "herencia centralista" de tiva y el crecimiento dispar de las
Chile; entre otros, por su directa rela- diversas regiones del país" y, por otro
ción con el tema de este documento, lado, los estudios realizados al ampa-
vale la pena examinar el de Luz Bul- ro del Convenio CORFO-Universidad de
nes (1988), el de Ceballos (1990) y el Chile, que constituirían la semilla de
de Villalobos (1988), este último desde los trabajos ejecutados posteriormen-
un punto de vista más histórico. te en la ODEPLAN .

II. POLÍTICAS PÚBLICAS Según Boisier (1993), la campaña


DE DESARROLLO REGIONAL presidencial de 1964, que culminaría
DESCENTRALIZADO HASTA 1973 con el triunfo de Eduardo Frei Mon-
talva, ya incluía por primera vez en la
historia de Chile pronunciamientos
Chile no escapa a lo que parece ser programáticos en torno al desarrollo
una regla general en América Latina:
regional y a la descentralización, bajo
la importancia de catástrofes natura-
la poderosa influencia intelectual de
les en la generación de políticas de
Jorge Ahumada, cuyo clásico libro En
desarrollo regional.2 En el caso chile-
vez de la miseria se había convertido
no será el terremoto de Chillán el
en el documento programático de Frei.
desastre que da inicio a un desarrollo
regional impulsado por la CORFO;3 de
todos modos, hay que esperar un se- El Gobierno de Frei crea la Oficina
gundo gran desastre natural, los te- de Planificación Nacional (ODEPLAN) y
rremotos y maremotos de mayo de traspasa a su novísima Subdirección
1960 para que de este fenómeno sur- de Planificación Regional las tareas
ja, ya en forma más explícita, una respectivas en manos de la CORFO,
política estatal de desarrollo regional. iniciándose así un período de notable
Este esfuerzo inicial tendrá como ele- creatividad en la formulación de polí-
ticas públicas de desarrollo regional.
La descentralización, si bien balbu-
2 Por
ceante y ni siquiera bien conceptua-
ejemplo, en el Brasil el DNOCS
(Departamento Nacional de Obras contra as
lizada se instala en el centro mismo de
Secas) precede a la SUDENE, en Ecuador el la cuestión regional. Un cuarto de siglo
CREA (Centro de Reconversión de Azuay, después, el documento principal
Cañar y Morona Santiago), en el Perú la producido en esa época (Política de
Comisión de Reconstrucción del Cajón del Desarrollo Nacional. Directivas Naciona-
Huaylas, etc. les y Regionales) mantiene buena par-
3 En rigor, el plan industrializante de te de su validez metodológica.
la CORFO "produce como efecto secundario"
un proceso modernizador en varias regiones
debido al tipo de programa ejecutado por Una muy reciente conceptualiza-
este organismo (azúcar, acero, electricidad, ción acerca de las políticas regionales
fruticultura, hotelería, etc.), sin que ello (en un contexto de globalización, es
respondiese a un deliberado esfuerzo de cierto) las define como "una matriz de
planificación del desarrollo de las regiones.

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políticas públicas conformada por tres No es el propósito ahora de entrar
vectores: ordenamiento territorial, a un análisis detallado de este perío-
descentralización, fomento al creci- do, pero la cuestión era bastante más
miento y al desarrollo".4 La política compleja que lo que la cita preceden-
regional del Gobierno de Frei fue, en te deja entrever; en este campo, como
términos de esta conceptualización, en otros, se desató una lucha entre
principalmente una política de fomen- posturas radicales que atribuían la
to al crecimiento económico regional. configuración económica territorial de
Se expresó mediante la identificación Chile al capitalismo exclusivamente,
clara de sus objetivos, así como el es- como Bedrack (1974), y otros más
tablecimiento de prioridades regiona- cautos que evitaban interpretaciones
les, a través de la definición de los mecanicistas, como, por ejemplo, Ca-
polos de crecimiento como ubicacio- vada, Marinovic y Rocha (1972).
nes prioritarias para el desarrrollo
integrado urbano regional; delimita- III. LA DESCENTRALIZACIÓN Y LA
ción de regiones, proposición de orga- PLANIFICACIÓN REGIONAL: DOS
nismos regionales tanto de coordina- APARENTES ANOMALÍAS EN EL
ción como de ejecución y mediante BIEN ESTRUCTURADO DISCURSO
estatutos especiales para ciertas re- DESARROLLISTA DEL GOBIERNO
giones. Fue, fundamentalmente, un MILITAR
esfuerzo, de no escaso éxito, por regio-
nalizar el desarrollo sectorial. Entre
otros, Achurra (1978) y Boisier (1981) El Gobierno Militar que asume el po-
der total en 1973 representa el rom-
han revisado en detalle esta experiencia.
pimiento drástico con el estilo de de-
sarrollo que el país había venido si-
La política de desarrollo regional de guiendo –con las naturales diferen-
la administración Allende debe ser cias emanadas de los distintos grupos
entendida, y casi todos los aspectos
políticos que acceden al poder– desde
de dicha administración, como un in-
prácticamente fines de la década de
tento no acabado, ciertamente frus-
los veinte. Estilo que, entre sus ca-
trado, de alterar radicalmente el sis-
racterísticas principales, mostró una
tema y el estilo de desarrollo del país.
asincronía creciente entre el desarro-
Según Galilea (1990): "La administra-
llo social y político y el crecimiento
ción Allende continúa con las tareas
económico del país. El rompimiento es
propias de la planificación regional,
totalizante y radical y busca –una vez
esbozando diversos cambios que inten-
tan ser congruentes con el proyecto político más en la historia de Chile– crear
de movilización social y tran- una situación de irreversibilidad so-
sición al socialismo de la Unidad Po- cial mediante la desarticulación de las
pular...". estructuras económicas, políticas, so-
ciales, sindicales y culturales del país,
a fin de construir una nueva socie-
dad. Si esa era verdaderamente la
intención, un cuarto de siglo después
4 Esta proposición circuló recientemente puede verificarse un nivel de logro
en un Seminario Internacional realizado en muy considerable. El país vivió una
Brasilia y organizado por el Gobierno de
revolución en el amplio sentido del
Brasil y la Fundación Adenauer. Veáse
Boisier S.: Política regional en una era de glo-
término.
balización. ¿ Hace sentido en América Latina ?,
documento presentado al Seminario.

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Dentro del marco general de la doc- económica, las que finalmente se
trina de la "Seguridad Nacional", el articularon en un documento conoci-
Gobierno define su acción (Declara- do como El Ladrillo que sirvió de basa-
ción de Principios del Gobierno de mento a la Junta Militar de Gobierno
Chile), como antimarxista, naciona- para formular la nueva política econó-
lista y autoritaria.5 Paralelamente mica. Como lo señala Arturo Fontaine
plantea un esquema económico com- Aldunate (1988) al comentar la poste-
pletamente liberal dentro del cual se rior publicación, "antes del mediodía
consulta la privatización y desna- del miércoles 12, los oficiales genera-
cionalización paulatina de la propie- les de las Fuerzas Armadas que ejer-
dad, la apertura externa de la econo- cen responsabilidades de Gobierno ten-
mía y se postula la libertad de precios drán el plan encima de sus escritorios...".
de manera de permitir al sistema de
precios operar como el único meca- La propuesta en cuestión contenía
nismo de asignación de recursos, un fuerte alegato a favor de la descen-
aunque, naturalmente, la práctica tralización, entendida esta en un ri-
matizará paulatinamente algunos de guroso contexto de teoría económica,
estos predicamentos. es decir, entendida la descentraliza-
ción como el marco institucional de
En un contexto como el descrito un sistema económico basado en el
resulta lícito pensar, en primera ins- mercado y en un conjunto libre de
tancia, que la descentralización y la precios que, en términos relativos,
planificación regional constituyen configurarían los parámetros para la
verdaderas "anomalías" en un discur- asignación óptima de los recursos. No
so, autoritario por un lado, y ultrali- había una referencia, ni cercana ni
beral por otro. Constituye esta situa- lejana, a la dimensión territorial de la
ción un caso de estudio muy intere- descentralización.
sante para descubrir la racionalidad
de la política pública. ¿Cómo se expli- Textualmente (1992; 62) se seña-
can estas aparentes anomalías? laba que la política de descentraliza-
ción supone:
A manera de hipótesis acá se ex-
plorarán dos vertientes desde donde 1. El esclarecimiento de las funcio-
emanan las influencias que ayudarán nes del Estado.
a configurar esta verdadera vocación 2. Utilización del mercado para asig-
regionalista del Gobierno Militar. Una nar eficientemente los recursos.
de estas vertientes es de amplio co-
3. Independencia administrativa de
nocimiento público, no así la otra.
las unidades económicas.
4. Desarrollo de organismos interme-
En primer término, hay que men- dios.
cionar el trabajo de un grupo de eco- 5. Efectiva participación.
nomistas, quienes desde comienzos de
6. Simplificación de los sistemas le-
1973 se reunían esporádicamente a
gales y de control estatal.
fin de discutir alternativas de política

Así, el concepto de descentraliza-


ción económica (que no es equivalen-
No puede resultar extraña la entroni-
5

zación de la figura de Diego Portales como te al concepto de descentralización


una suerte de "patrono" del régimen. Por fiscal) se introduce en el discurso del
otro lado, el "nacionalismo" alegado no será, Gobierno, hasta llegar a convertirse
por cierto, un nacionalismo económico.

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en una suerte de slogan y, sin solu- Aparentemente es esta la primera
ción de continuidad, plasmará como oportunidad en que se muestra este
una cuestión territorial, ligada a la hecho, que tuvo, tal vez sin que los
regionalización. propios autores del documento se lo
propusiesen o lo imaginasen, profun-
Hay una segunda vertiente de la da influencia posterior. Sólo como ele-
cual se alimenta la vocación regiona- mento de prueba se muestran a con-
lista en este período, segunda vertien- tinuación párrafos selectos del docu-
te también concretada en un docu- mento de ODEPLAN y del Manifiesto.
mento, inicialmente entregado al Di-
rector de la ODEPLAN designado por la Restauración nacional y desarrollo
Junta de Gobierno (Roberto Kelly) y regional
posteriormente procesado por la CO-
NARA al punto de pasar, en 1974, a ...un esfuerzo importante y cons-
formar parte del texto del Manifiesto ciente a favor del desarrollo regio-
del Presidente de la República con nal de Chile se justifica como un
motivo de la iniciación del proceso de medio para contribuir al logro de
regionalización del país (11.7.74). los siguientes objetivos básicos y
permanentes del país:
1. Mayor justicia social. Se acepta
Este documento, titulado Restaura- en general que el concepto de jus-
ción nacional y desarrollo regional. Ba- ticia social puede ser asimilado a
ses para una política, fue preparado por la noción de una mayor igualdad de
un amplio grupo de expertos de ODE- oportunidades para todos los
PLAN6 y su finalidad principal era, en individuos. Es un hecho evidente
cierto sentido, rescatar la obra reali- que en Chile las oportunidades que
se ofrecen a las personas en dife-
zada en ODEPLAN en materia de pla-
rentes zonas del país son marca-
nificación regional y aprovechar, des- damente diferentes, lo que impide
de el punto de vista del desarrollo el ejercicio de una democracia ple-
regional, la coyuntura de profundos na. A título de ejemplo, piénsese
cambios que se avizoraba. Textual- en las oportunidades abiertas a
mente se señalaba: "La etapa actual una persona que vive en Santiago o
de reconstrucción y restauración que en Chiloé. Esto indica en términos
vive Chile presenta una oportunidad generales que la justicia social no
puede alcanzarse sin una debida
inmejorable para atacar las causas de
consideración a las diferencias geo-
fondo que determinan la forma que gráficas de la estructura y funcio-
asume el desarrollo económico territo- namiento del aparato económico y
rial de Chile. En verdad, de no aprove- social.
charse esta coyuntura, parece poco 2. Mayor descentralización del sec-
probable que sea posible alterar de tor público. La centralización de
manera significativa el patrón de desa- todo el sistema de toma de deci-
rrollo espacial del país" (ODEPLAN ;1973). siones del aparato estatal chileno
ha alcanzado niveles que compro-
meten su propia eficacia y que
6 Este grupo fue, accidentalmente, entraban considerablemente la ini-
dirigido por el autor de este documento e ciativa de las personas y de los
incluyó a Jaime Auda, Juan Cavada, Helio grupos sociales. Como la centrali-
Suárez, Esteban Marinovic, Esteban Soms y zación se manifiesta tanto a lo
muchos otros. largo de líneas funcionales como

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en un sentido geográfico, no es su- crecimiento económico más acele-
ficiente una solución unilateral. rado.
Cabe destacar en este sentido que 5. Mayor unidad nacional. El logro
la provincia no resulta una unidad de ciertos objetivos trascendentes
geográfica adecuada para este pro- de carácter nacional, como puede
pósito, entre otras razones, debido ser el crecimiento económico ace-
al elevado número de ellas y al lerado, el control del proceso in-
reducido tamaño de algunas. flacionario, la reducción de la de-
3. Mayor seguridad nacional. El pendencia externa del país, exige
per- no pocos sacrificios por parte de
manente proceso de concentración la comunidad nacional. Esto no
económica asentado principalmen- puede lograrse sin mediar un nivel
te en Santiago ha impedido ocupar mínimo de consenso social y de co-
de manera más racional el espacio hesión social en torno a tales obje-
nacional y ha provocado situacio- tivos. Estos procesos de consenso
nes que comprometen o que pue- y cohesión pueden ser generados
den llegar a comprometer tanto la con mayor facilidad si se utiliza
seguridad interna como la externa un marco geográfico de referencia
del país. Así, se han mantenido es- intermedio entre el país como un
pacios vacíos a lo largo de todo el todo (unidad que resulta demasia-
territorio, situación que resulta do grande para concitar eficazmen-
particularmente delicada en un te la colaboración de la comunidad)
país de la forma geográfica de Chi- y la localidad o la provincia por
le, se ha generado una estructura otro lado, demasiado pequeña y de
económica provincial considerable- lealtades demasiado locales para
mente especializada y poco diver- garantizar la eficacia de tales pro-
sificada, lo que transforma a las cesos. La región aparece así como
provincias en economías muy vul- una unidad territorial adecuada
nerables ante conflicto internos y para los propósitos anteriores".
externos y se ha concentrado exce-
sivamente el parque industrial en
escasos puntos del territorio,
Manifiesto de la regionalización
ampliándose la fragilidad de la es-
tructura económica ante un even- 1) Este proceso de integración na-
tual conflicto externo. No resulta cional sólo puede lograrse a través
ocioso señalar, en este mismo con- de: a) Un equilibrio entre el apro-
texto, que la guerrilla urbana en- vechamiento de los recursos natu-
cuentra una sólida base de susten- rales, la distribución geográfica de
tación en la excesiva concentra- la población y la seguridad nacio-
ción industrial en algunas ciuda- nal, de manera que se establezcan
des y barrios de ellas. las bases para una ocupación más
4. Mayor crecimiento económico. efectiva y racional del territorio
Puede demostrarse que la excesiva nacional; b) Una participación real
concentración económica (en San- de la población en la definición de
tiago básicamente) está alcanzan- su propio destino, contribuyendo
do niveles de tal magnitud, que y comprometiéndose, además, con
obliga a distraer cuantiosos recur- los objetivos superiores de su re-
sos en obras urbanas (el Metro es gión y del país, y c) Una igualdad
un buen ejemplo) que obviamente de oportunidades para alcanzar los
tendrían una rentabilidad social beneficios que reportará el proceso
mayor si fuesen invertidos en acti- de desarrollo en que está empeña-
vidades productivas en la perife- do el gobierno;
ria. De esta forma, la concentración
excesiva limita las posibilidades de

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2) Además es necesario que exista mento encontró un terreno cultural-
un equilibrio fronterizo bien defi- mente abonado entre los militares,
nido y el país esté sólidamente co- puesto que el concepto de territorio
hesionado en su interior, para que
es a la cultura de los militares lo que
sea posible a sus habitantes poder
vivir y prosperar en armonía y el mercado es a la cultura de los eco-
tranquilidad. Ello plantea como nomistas, es decir, el espacio profe-
tarea ineludible una estrecha vin- sional por naturaleza. A esto se agre-
culación entre la integración antes ga, adicionalmente, el hecho de que
expresada y los objetivos propios de muchos de los altos mandos habían
la seguridad del país. No favorecen sido instruidos, aquí y en el exterior,
lo anterior si el país presenta nu- en la doctrina de la "seguridad nacio-
merosos espacios vacíos dentro del
nal" con un fuerte componente de geo-
territorio nacional, o si existen á-
reas de bajo desarrollo o hay des- política (y de "darwinismo social" se
aprovechamiento parcial de los re- podría añadir). La geopolítica tiene más
cursos en determinadas regiones. que puntos de contacto con la planifi-
Asimismo, la excesiva migración cación regional; en realidad posee am-
rural-urbana crea alre-dedor de las plias áreas de traslapo, de forma que
metrópolis cinturones de pobla- no resultó difícil, para un sector mili-
ciones marginales, donde proliferan tar (particularmente el sector que
ciudadanos frustrados, proclives a
daría forma a la CONARA) entender y
la delincuencia, a aceptar ideas fo-
ráneas o a la sub-versión. aceptar el trabajo previo de la ODEPLAN
3) Por otra parte, las metas del de- en esta materia, máxime cuando el
sarrollo económico y social requie- contacto histórico y el trabajo conjun-
ren de una mejor utilización del to con el alto mando había sido ruti-
territorio y de sus recursos. nario en el pasado.
4) La excesiva concentración econó-
mica en algunas ciudades del país, es-
Fue la Comisión Nacional de la Re-
pecialmente en Santiago, alcanza hoy
niveles de tal magnitud, que obliga a forma Administrativa (CONARA) el or-
distraer cuantiosos recursos en obras ganismo responsable de la creciente
urbanas, que obviamente tendrían una asociación entre las ideas de descen-
rentabilidad social mayor si fuesen in- tralización y de planificación regional
vertidos en actividades productivas que del desarrollo, una asociación que
permitirían un crecimiento económico sobrevivirá al embate que el "núcleo
más acelerado y regionalmente equili- duro de los Chicago Boys" harán a la
brado.7
idea de planificación, a fines de la
década de los setenta.
Sería de todos modos presuntuoso
pensar que el solo documento de la
IV. LA REGIONALIZACIÓN DE LA
ODEPLAN hubiese tenido la capacidad
CONARA: ¿ALGO MÁS QUE UN
para generar la "vocación regionalis-
MERO AJUSTE?
ta" en cuestión. En verdad, el docu-

El Gobierno Militar encargó a la CONA-


RA la tarea (histórica) de ir a la reor-
Se ha reproducido en "negrita" la parte
7

del texto que muestra un alto nivel de ganización de la división político-ad-


coincidencia con el documento de ODEPLAN y ministrativa del país y de los siste-
se ha subrayado la parte del texto que mas de Gobierno y Administración
reproduce textualmente párrafos del docu- Interior. Producto de ello fueron los
mento comentado. Decretos Leyes 573 y 575 de 1974 que

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establecieron la regionalización ac- pectiva, separación de la Provincia de


tual. Posteriormente se modificarían Malleco de su antigua región para
los Decretos Leyes N° 1230 y 1317 de conformar con Cautín la actual Nove-
1975, a fin de establecer la división na Región, la agrupación de las Pro-
provincial y en 1976 entra en opera- vincias de Valdivia y de Osorno con
ción el Decreto Ley 1289, referido a la Llanquihue, Chiloé y (posteriormen-
división comunal. te) Palena, para configurar la actual
Décima Región, la transformación de
Una comparación superficial del la Provincia de Aysén en la Décimo
"mapa regional" pre y post 1973 pro- Primera Región y, como es obvio y ya
bablemente abonaría la tesis de que implícito, la secesión del Departa-
la regionalización de la CONARA fue mento de San Antonio de la Región
simplemente un ajuste de la regio- Metropolitana.
nalización existente. x
Pero una lectura como esa sería
En el cuadro anterior (tercera co- incompleta. Más que un mero ajuste,
lumna) figuran entre paréntesis las la CONARA formuló, aunque parcial-
nuevas provincias. Como puede apre- mente, un nuevo ordenamiento terri-
ciarse, en principio, las modificacio- torial del país. Lo que la teoría de la
nes a la regionalización vigente a 1973 modernización social había recomen-
serían pocas: separación de la Provin- dado, por boca de los regionalistas de
cia de Coquimbo para dar origen a la los años sesenta, es decir, un nuevo
Cuarta Región, incorporación del De- ordenamiento territorial para acele-
partamento de San Antonio a la Pro- rar la integración nacional, a fin de
vincia de Valparaíso y a la región res-

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Chile: la vocación regionalista del gobierno militar
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hacer más rápido el proceso de mo- 5) Y finalmente, el tamaño de las re-
dernización (detenido por muchas ata- giones debe ser tal, que facilite la efi-
duras, entre ellas, una arcaica divi- ciencia desde el punto de vista de la
administración territorial y el manejo
sión político-administrativa, según se
de recursos;
decía), fue ejecutado por los militares,
6) Pero estos criterios técnicos deben
aprovechando un contexto en el cual también acompañarse con un conjun-
pedir y considerar la opinión ajena no to de medidas y normas que permitan
contaba mucho. En realidad, todavía su adecuada administración y gobier-
sigue siendo este período el único con no. Por eso es que conjuntamente con
respecto al cual se puede hablar de la la nueva división territorial se han
existencia de una política de ordena- resuelto profundas modificaciones al
miento territorial, uno de los tres régimen de Gobierno y Administración
Interior;
vectores que configura una moderna
7) En cada región se establece una
política regional.
nueva institucionalidad homogénea y
equivalente, basada en el principio de
¿Hubo una racionalidad detrás de la desconcentración del poder y la des-
este intento de reordenamiento terri- centralización administrativa, debida-
torial? Sin duda; se aplicaron deter- mente integrada al sistema nacional
de planificación y al proceso de toma
minados criterios como requisitos
de decisiones (CONARA; 1976, 12).
para configurar las regiones y se in-
corporó el importante concepto de
microrregión a nivel provincial. Se- La definición de las nuevas provin-
gún se establece en la documentación cias, sobre la base de las veinticinco
pertinente, los requisitos de una re- antiguas y del nivel departamental
gión fueron los siguientes: (ahora suprimido) se ajustó al concep-
to de microrregión, definido como "un
ámbito geográfico con un destino pro-
1) Cada unidad regional debería ac-
tuar con una dotación de recursos ductivo característico y predominan-
naturales que avalara una perspectiva te, dentro del cual existe una estruc-
de desarrollo económico de amplia turación de entidades de población
base, compatible con el ritmo de cre- jerarquizadas e intercomunicadas con
cimiento que se desea imprimir al país; su centro urbano principal, mediante
2) Debía poseer una estructura urba- un sistema vial concurrente a este,
no-rural que garantizara un nivel de sistema vial que funciona dentro de
servicios básicos a la población regio- un óptimo de distancia-tiempo, en
nal y, además, contar con un lugar
consideración de la frecuencia de las
central que actuara como núcleo de
las actividades económicas y sociales actividades habituales de la población
para orientar la dinámica de crecimien- y, particularmente, en relación con el
to; equipamiento urbano.
3) Es necesario, diríase imprescindi-
ble, que exista una base poblacional Así, entre región y microrregión no
suficiente para impulsar el desarrollo,
hay, por tanto, una simple diferencia
actuando como fuerza de trabajo y
mercado de consumo; de tamaño, es decir, no se trata del
4) Además es indispensable que su mismo elemento territorial visto en
delimitación geográfica contemple los dos escalas. Las diferencias entre
objetivos de la seguridad nacional en ambas son básicas y de sus respecti-
armonía con las metas de desarrollo vos contenidos se deduce que la mi-
regional y nacional; crorregión debe desarrollarse intensi-

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ficando su producción típica; en cam- participativos; 4) de planificación 5) de
bio la región lo hará sobre la base de capital humano; 6) sociales y 7) eco-
integrar diversos sectores de la pro- nómicos.
ducción, representados por las micro-
regiones. 1) Instrumentos financieros. Fue-
ron principalmente dos: el Fondo Na-
Si bien los requisitos regionales no cional de Desarrollo Regional (FNDR),
eran muy diferentes de los criterios establecido en 1975, y el Fondo Co-
utilizados en la primera regiona- mún Municipal (FCM) creado a través
lización hecha durante la Administra- de la Ley de Rentas Municipales
ción Frei Montalva, tal como fueron (D.F.L. N° 3036 de 1979).
planteados por Stöhr (1969), el trabajo
realizado por la CONARA fue bastante El FNDR era una idea ya planteada
más "fino" que lo efectuado anterior- durante el Gobierno de Frei Montal-
mente. Más aún, como se dijo, acá se va,8 pero el mérito de su puesta en
está al frente de un intento casi com- práctica cabe al Gobierno Militar. Ini-
pleto de definición de una verdadera cialmente se definió como una parti-
política de ordenamiento territorial, da del presupuesto de la Nación, de
puesto que se hace un nuevo arreglo manejo regional, al cual debería des-
político-administrativo, creándose (des- tinarse a lo menos un 5% de los re-
de el punto de vista de su institucio- cursos obtenidos por ingresos tributa-
nalidad) una nueva categoría (la re- rios y arancelarios, excluida la con-
gión, institucionalizada mediante de- tribución de bienes raíces (que pasa-
creto ley), se elimina una división ría al Fondo Común Municipal). Se-
preexistente (el departamento) y, so- gún Serrano (1996), "constituye el más
bre todo, se asigna a cada nivel terri- potente instrumento de descentrali-
torial una institucionalidad nueva. No zación fiscal, por cuanto es el más im-
es necesario reproducir acá la estruc- portante mecanismo de asignación de
tura de dicha institucionalidad; es inversión pública propiamente regio-
fácil recordar que ella se definía a lo nal: la región decide en qué quiere
largo de tres subsistemas: el subsis- invertir, formula sus proyectos y los
tema participativo, el subsistema je- financia por intermedio del Fondo".
rárquico, y el subsistema técnico y a
lo ancho de cuatro niveles: nacional,
Según la misma autora, la Consti-
regional, provincial y comunal. Era un
tución Política y la Ley Orgánica so-
árbol muy bien armado, en el cual el
bre Gobierno y Administración Regio-
movimiento de cualquier hoja no po-
nal definen al FNDR como un Progra-
día pasar inadvertido.
ma de Inversiones Públicas para el
financiamiento de proyectos de infra-
V. LOS INTRUMENTOS estructura social y económica, con el
DE LA REGIONALIZACIÓN

La política de desarrollo regional del 8 Véase al respecto el documento oficial


Gobierno Militar utilizó, en su diver- de ODEPLAN El desarrollo regional de Chile en
sas versiones y a lo largo de todo el la década 1970-1980 (ODEPLAN, C/PR/70-002,
período de gobierno fundamentalmen- Santiago de Chile). Allí (página 197 y
te siete categorías de instrumentos: siguientes) se formulaba y se desarrollaba
1) financieros; 2) organizacionales; 3) la idea de establecer un verdadero sistema
de fondos regionales. Este tipo de mecanis-
mo financiero existía, por lo demás, en
varios países latinoamericanos.

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objeto de lograr un desarrollo regional las Secretarías Regionales Ministeria-
armónico y equitativo. les (SEREMIs), órganos desconcentrados
de los ministerios nacionales (salvo
No tiene mucho sentido mostrar los Ministerios de Interior, de Defen-
ahora cifras. Más importante parece sa y de Relaciones Exteriores), estruc-
anotar tres cuestiones: inicialmente turas entonces destinadas a expresar
el FNDR tenía un piso presupuestario, regionalmente la administración del
el que fue en definitiva eliminado por Estado; ii) las Secretarías Regionales
las comisiones redactoras de la Cons- de Planificación y Coordinación (SER-
titución de 1980 con el argumento que PLAC), también un organismo descon-
se introducía una rigidez inconve- centrado de la entonces ODEPLAN, pero
niente en el presupuesto nacional; con un estatus superior al resto de la
más importante todavía es recordar Secretarías, dado su papel de "coordi-
que inicialmente el FNDR fue conce- nación" y su función como secretaría
bido como un fondo para financiar técnica del intendente; iii) las Secre-
proyectos capaces de generar creci- tarías Comunales de Planificación y
miento económico en las regiones, Coordinación (SECPLAC), organismo
cuestión definitivamente abandonada asesor y secretaría técnica de los al-
debido a la profundidad de la crisis de caldes; iv) la Subsecretaría de Desa-
inicio de los ochenta y lamentable- rrollo Regional y Administrativo (SUB-
mente no retomada aún, quedando el DERE) del Ministerio del Interior. En
FNDR como una fuente de financia- general, como puede apreciarse, toda
miento para proyectos de pequeña una estructura desconcentrada. La
escala local, es decir, se transformó creación de las universidades regio-
el FNDR de una categoría inicial de nales debe inscribirse en este acápite,
fondo productivo a fondo social; en 1985 agregando que esta fue una de las
y como producto de esta misma situa- decisiones más acertadas y trascen-
ción, el gobierno estableció un conve- dentes del Gobierno Militar. Sin uni-
nio de financiamiento con el Banco versidad, la región es un cuerpo sin
Interamericano de Desarrollo (BID) que cerebro, se podría decir parafraseando
se mantiene hasta hoy y que consti- a J. Boudeville.
tuye actualmente el principal compo-
nente del Fondo. La SUBDERE, el más potente instru-
mento organizacional y "el hada no-
El Fondo Común Municipal (FCM) driza de la descentralización", tiene
fue establecido por la Ley de Rentas una historia curiosa. En 1984, por
Municipales en 1979 y está concebido medio de la Ley N° 18.359 se crea el
como un fondo de solidaridad inter- cargo de Subsecretario de Desarrollo
comunal. Sus recursos provienen fun- Regional y Administrativo, con funcio-
damentalmente del pago de las con- nes de coordinación, impulso y eva-
tribuciones sobre bienes raíces y del luación del desarrollo regional, provin-
pago del impuesto a la circulación de cial y local, colaborando además con
automóviles y de hecho significa, para el Ministerio del Interior en las fun-
muchos municipios pobres, la única o ciones de modernización y reforma
al menos la principal fuente de recursos. administrativa y en las de estudio,
apoyo técnico y otras contenidas en la
Ley 1.028 de 1975, así como las que
2) Instrumentos organizacionales.
el Presidente de la República deter-
Fueron cuatro los instrumentos orga-
mine (en el plazo de un año). La SUB-
nizacionales principales del período: i)

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DERE se transformará así en la here- el Banco Integrado de Proyectos (BIP).
dera de la CONARA. Según ha trascen- Los planes no ameritan mayores co-
dido, la creación de este cargo habría mentarios y fueron tan ineficaces
obedecido a la necesidad de garanti- como los anteriores y como los ac-
zar la permanencia –en el círculo in- tuales.9 El BIP, por el contrario, cons-
terior del gobierno– de un alto oficial tituyó una importante innovación, vi-
del Ejército, muy cercano al general gente hasta ahora. Consiste en una
Pinochet. En cualquier caso, como lo base de datos que incluye todos los
comenta un especialista, la SUBDERE proyectos de inversión pública en sus
nació "de oficio". distintas etapas, a nivel sectorial y
regional. El BIP ha sido un gran avan-
ce en el proceso de inversión pública.
3) Instrumentos participativos.
Principalmente los Consejos Regiona-
les de Desarrollo (COREDE) y los Con- 5) Instrumentos de capital huma-
sejos de Desarrollo Comunal (CODECO) no. También dos instrumentos espe-
y, secundariamente, puede anotarse cíficos, o programas, dieron forma a
la creación de nuevos distritos electo- esta categoría: por un lado, un ambi-
rales concordantes con la nueva divi- cioso programa de capacitación que
sión político-administrativa del país. incluyó un elevado número de becas
Ambos consejos fueron concebidos para estudios de postgrado en el ex-
como estructuras corporativas, con re- tranjero, en combinación con el BID,
presentación estamentaria, fuerte pre- la OEA y la propia Universidad Católi-
sencia de las Fuerzas Armadas y re- ca de Chile, así como un exitoso cur-
presentación mayoritaria del sector so de Preparación y Evaluación de
privado. La oposición política de la Proyectos (CIAPEP) contratado con la
época acusó sistemáticamente de "no- misma Universidad; por otro, un es-
democráticos" a estos Consejos, prin- fuerzo más o menos sistemático de
cipalmente al COREDE; pasó por alto tecnificación de la Administración
en realidad que la ausencia de demo- Pública a nivel regional y municipal.
cracia estaba radicada en las
organizaciones de base y en la forma cómo 6) Instrumentos sociales. Subsidios
allí se designaban los representantes y subvenciones y gasto en infraestruc-
en el Consejo y pasó por alto también tura básica dan forma a esta catego-
el hecho de que estos Consejos ha- ría. Se trata del "Subsidio Unico Fa-
bían sido copiados de los respectivos miliar y Pensiones Asistenciales",
organismos franceses, aún más cor- cuya regionalización se aprobó en 1986
porativos y más ligados al Primer y que operaba entregando al intenden-
Ministro, sin que en su país de origen te la distribución de los recursos en-
fueran acusados de poco democráticos. tre las comunas y a los alcaldes la
entrega directa del beneficio, de las
4) Instrumentos de planificación.
No deja de constituir una curiosidad
el apego a la planificación que mues- 9 El autor ha insistido, en numerosas
tra el Gobierno Militar, en el campo publicaciones, que la ineficacia de los
regional y hasta 1979. Dos son los ins- planes regionales de desarrollo, en cual-
trumentos de esta categoría que men- quiera de los gobiernos contemporáneos de
cionan los propios especialistas de Chile, tiene que ver con su excesivo
formalismo, pero sobre todo, con la carencia
ODEPLAN de la época: los planes re-
de un conocimiento "científico" acerca de la
gionales y comunales de desarrollo y causalidad del desarrollo regional. En esas
condiciones, los planes son, popularmente
hablando, meros "disparos al aire".
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"Subvenciones en Educación y Salud", fectó –y no podía ser de otra mane-
un mecanismo de acompañamiento ra– a Chile, puesto que la descentra-
de la municipalización de la educación lización se ha configurado como una
y salud básica, y finalmente de la megatendencia universal y puesto
construcción de infraestructura social que, resulta cada día más difícil ser
básica mediante los recursos del FNDR. competitivo con estructuras decisio-
nales centralizadas.
7) Instrumentos económicos. El Go-
bierno Militar adoptó algunas medi- Como ya se comentó, la idea des-
das tendientes a fomentar activida- centralizadora llega a la Junta Militar
des en las cuales la inversión por vehiculizada por el documento El la-
parte del sector privado había estado drillo; lo importante es que la descen-
históricamente deprimida, ello en el tralización adquiere carta de ciudada-
marco de la simultánea apertura eco- nía regional a través de la CONARA.
nómica y de eliminación de distor- Paulatinamente el discurso político del
siones. Entre los instrumentos que régimen comenzó a reiterar la idea
configuran esta categoría está la Ley de una descentralización estrecha-
de Fomento Forestal de 1974, que sig- mente asociada a una propuesta de
nificó un estímulo notable para la regionalización y de desarrollo regio-
forestación; además, en 1985 se dicta nal, como también asociada al plano
el D.L. N° 18450 de Fomento a las municipal.
Obras de Riego y Drenaje, buscando
aumentar la superficie agrícola bajo
No obstante, como lo comenta Boi-
riego y mejorar el abastecimiento de
sier (1993, op. cit.) "...este discurso
agua en superficie. También se esta-
estaba condenado a entrar a un calle-
blecieron subsidios a la contratación
jón sin salida más temprano que tar-
de mano de obra y subsidios a las
de. Enfrentaba una contradicción ló-
inversiones, ambos para las regiones
gica entre una prédica descentralista
extremas del norte y del sur del país.
(en lo político) y una realidad de un
Adicionalmente, en esta categoría se
régimen autoritario incapacitado, por
inscribe la privatización de empresas
ello mismo, de abrir espacios políticos
regionales (una suerte de capitalismo
propios de un proyecto descentraliza-
popular en versión regional).
dor, espacios que eventualmente po-
drían ser llenados por fuerzas distin-
VI. PIEDRAS EN EL CAMINO tas de las que detentan el poder". Por
ello y con razón, un miembro de la
A. La insuperable contradicción Junta de Gobierno (Mathei) señalaba
entre el discurso a un importante rotativo en 1984: "La
y la práctica descentralista regionalización está estancada".10

La pretensión de insertar a plenitud El reiterado discurso supuestamen-


la economía chilena en el comercio te descentralista del Gobierno Militar
internacional, uno de los pilares de la desatará una dialéctica política en
estrategia económica del Gobierno torno al tema, que guarda no pocos
Militar, no podría haber pretendido
quedar inmune a la "infección descen-
tralista" que recorre el mundo. El "vi- 10 El general Mathei no estaba para
rus de la redistribución del poder" in- hacer filigranas conceptuales. Para él,
regionalización y descentralización eran la
misma cosa, pero es claro que se refería a
la descentralización.

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Chile: la vocación regionalista del gobierno militar
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puntos de semejanza con lo ocurrido caso de alcance nacional y en otros
en Europa, en Italia y en Francia prin- de alcance más localizado.
cipalmente, hace varias décadas. Más
adelante se volverá sobre esto. Tal vez el más curioso fue el prota-
gonizado por la totalidad de los inten-
B. Conflictos territoriales dentes en 1977 durante la reunión
sectoriales y regionales anual con Pinochet, una práctica in-
teresante establecida en 1975. Como
La acción del Gobierno en materia de se recordará, en aquella oportunidad
regionalización, descentralización y los intendentes formaron una suerte
desarrollo regional no estuvo exenta de Santa Alianza en contra de la po-
de conflictos. Aún en el contexto ini lítica económica, que en regiones mos-
cial de una dictadura, que paulatina- traba de una manera muy nítida,
mente se transforma en un régimen cruel, el costo social del ajuste estruc-
autoritario, no resulta extraño el sur- tural. Ese conflicto fue abortado por el
gimiento de conflictos de variada na- propio general Pinochet quien, como
turaleza, pero que hacen del territo- también se recordará, les enrostró a
rio un referente importante del propio los intendentes su postura a través
conflicto. de la famosa frase que, ciertamente,
no fue dicha en tono amable: "Recuer-
den los señores Intendentes que son
Hay que distinguir entre conflictos
representantes del Presidente de la
en las regiones y conflictos de las regio- República en las regiones y ¡no repre-
nes. El Gobierno Militar enfrentó con- sentantes de las regiones ante el Presi-
flictos de ambos tipos, incluso uno de
dente!"
ellos, todavía persiste.

Los dos conflictos propiamente re-


Por un lado se produjeron conflic- gionales de mayor significación fue-
tos con productores, que por la natura- ron el conflicto en torno al Proyecto
leza de sus actividades productivas,
Astillas Chiloé, un conflicto "ganado"
localizaciones bien específicas dicta-
por la comunidad regional, y el con-
das por disponibilidades de recursos
flicto todavía vigente en torno a la
naturales, suelen asumir o suelen pre-
demanda por la regionalidad de la Pro-
sentarse como conflictos regionales,
vincia de Valdivia.
aunque se trata en realidad de con-
flictos sectoriales territorializados. Se
hace referencia acá a los conocidos El Proyecto Astillas de Chiloé deri-
"enfrentamientos" entre el Gobierno vó de una asociación establecida en
y los productores de trigo en un caso y 1974 entre la CORFO y las empresas
los productores de leche en otro, pro- japonesas Marubeni Corporation y
ductos ubicados preferentemente en Sanyo Kokusaku Pulp Company, me-
las Regiones de La Araucanía y de Los diante la cual se creó la Sociedad
Lagos. En realidad estos conflictos no Factibilidad Astillas Chiloé Ltda. para
cuestionaban asuntos centrales de la estudiar la factibilidad técnica y eco-
política regional, sino fundamentalmen- nómica de una planta productora de
te la política de precios y arancelaria. astillas de madera y de aserraderos
para explotar los recursos forestales
de la Isla Grande de Chiloé. Según
Por otro lado se produjeron conflic- Abalos (1985), las principales caracte-
tos verdaderamente regionales, en un rísticas del proyecto eran: i) el esta-

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Chile: la vocación regionalista del gobierno militar
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blecimiento de una planta de astillas que fue la inicial Región de Los Lagos
con una capacidad anual de produc- (Región VIII en esa época). Esta re-
ción de 1.250.000 toneladas largas; ii) gión mostró diversos conflictos inter-
la construcción de un puerto mecani- nos que culminaron en 1968 en la
zado; iii) establecimiento de un ase- "secesión" de la Provincia de Cautín
rradero con capacidad de 1.000.000 de (que pasaría a formar una región pro-
pulgadas de madera, por año, para pia), dejando conformada (hasta 1973)
aprovechar las especies forestales de la Región de Los Lagos con sólo las
mayor calidad; iv) construcción de provincias de Valdivia y Osorno. La
1.659 kms. en rutas y 480 puentes; v) regionalización hecha por la CONARA,
absorción de 1.845 personas en em- como se vio, definió nuevamente esta
pleos estables. región incluyendo las provincias de
Valdivia, Osorno, Llanquihue, Chiloé
No es posible entrar en detalles en y Palena, y trasladó la capital regional
esta oportunidad. Baste señalar que desde Valdivia a Puerto Montt, una
el proyecto desató una creciente opo- cuestión fácilmente explicable aten-
sición tanto en Chiloé como en el diendo a razones objetivas, pero que
resto del país, oposición liderada por significó un atroz agravio para la ciu-
la Iglesia Católica, apoyada por diver- dad de Valdivia,11 la que desde ese
sas fuerzas extra-regionales que vie- momento ha cuestionado la decisión,
ron en esta lucha una oportunidad ha luchado en contra de ella, ha mo-
para plantearse en contra del Gobier- vilizado a más y más sectores socia-
no Militar y que, en definitiva, termi- les detrás de su demanda (capitalidad)
nó con el retiro de las firmas japone- y la ha transformado en una deman-
sas. El movimiento probó la fuerza da actual por regionalidad (que, de
potencial del regionalismo, por lo me- resolverse, obviamente devolvería a
nos en un lugar de Chile, y demostró Valdivia su estatus de capital regio-
que no existe gobierno alguno que nal). Hasta el momento de escribir
sistemáticamente pueda hacer caso estas líneas, todavía puede etiquetar-
omiso de las demandas territoriales y se esta situación como un movimien-
sociales. Según Abalos (op. cit.): "El to regional, pero tiene toda la poten-
movimiento de protesta regional, que cialidad para transformarse en el cor-
se realizó, no obstante el fuerte rece- to plazo en un conflicto regional.
so político impuesto por el Gobierno,
se debió a que el proyecto entraba en Tanto el Gobierno Militar como los
conflicto con los objetivos de desarro- dos gobiernos de la Concertación no
llo demandados por la comunidad local". han podido sustraerse a la fuerza de
esta demanda y de este movimiento,
El otro conflicto típicamente terri- pero han sido por completo incapaces
torial enfrentado por el Gobierno Mili- de dar una respuesta que, alejada de
tar, y heredado por los dos gobiernos
sucesivos, es el conflicto valdiviano.
11 Si bien la elección de Puerto Montt
se puede justificar con facilidad desde
La Provincia de Valdivia tuvo un varios ángulos, no es menos cierto que
acomodo difícil en todas las propues- detrás de esta decisión ha habido una
tas regionalizadoras, desde el Gobier- "historia oculta" de conflictos entre diferen-
no de Frei Montalva en adelante. Ini- tes ramas de las Fuerzas Armadas, de
cialmente se la agrupó junto con las "pretendidos" derechos adquiridos, de cues-
provincias de Cautín y Osorno en lo tiones jerárquicas difíciles de entender en
el mundo civil, etc.

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Chile: la vocación regionalista del gobierno militar
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todo maximalismo infantil, satisfaga blemente esté bien representado por
por lo menos parcialmente a la comu- el libro de ODEPLAN Estrategia Nacio-
nidad valdiviana y preserve cuestio- nal de Desarrollo Regional 1975-1990,
nes fundamentales de la visión sobre publicado en 1976. La simple lectura
desarrollo territorial que, se supone, del índice da cuenta de cómo la plani-
tiene el Estado de Chile.12 Posiblemen- ficación normativa13 resulta atracti-
te la mayor dificultad que tuvo tanto va a la cultura militar. Esta adscrip-
el Gobierno Militar como sus suceso- ción al modelo de planificación de los
res, para abordar esta cuestión, es la sesenta durará hasta fines de los se-
incapacidad para reconocer que esta tenta, cuando el "núcleo duro de los
demanda, como gran parte de las de- Chicago Boys" adquiera el control to-
mandas reivindicacionistas regiona- tal sobre el aparato económico y de
les, no se plantea en el plano de la planificación, una operación en la cual
racionalidad económica o administra- la figura del Ministro M. Kast fue de-
tiva y por tanto respuestas meramen- terminante.
te financieras o burocráticas no son
aceptables. Refiriéndose a esta operación, Boi-
sier (1981, op. cit.) escribe: "A medida
Igual que en el caso de Chiloé, este que el modelo económico global co-
problema ha mostrado con claridad que mienza a mostrar éxitos aparentes de
ni aún el gobierno más autoritario corto plazo (reducción inflacionaria,
puede permanentemente desoír de- saneamiento de las finanzas públicas,
mandas sociales, puesto que en una situación de comercio exterior, etc.),
oportunidad fue el propio general Pino- el poder relativo del equipo de política
chet el que ordenó atender las deman- económica se incrementa para, final-
das valdivianas. No obstante, tal "aten- mente, eliminar de hecho la función
ción" estaba encuadrada precisamen- de planificación regional en 1978,
te en lógicas que no corresponden a aprovechando la coyuntura de una
las lógicas que gobiernan la deman- reorganización interna de la Oficina
da. Fue, en definitiva, un problema que de Planificación Nacional. En el nue-
el Gobierno Militar no pudo resolver. vo esquema sólo subsisten las Secre-
tarías Regionales de Planificación y
VII. LA POLÍTICA REGIONAL Coordinación como organismos dedi-
HEGEMÓNICA EN LOS AÑOS cados a mejorar la información (sobre
OCHENTA: EL DESARROLLO recursos y proyectos) regional a fin de
REGIONAL COMO BY-PRODUCT incentivar la inversión privada".
DE LA ESTRATEGIA DE
DESARROLLO NACIONAL Lo que caracteriza de manera fun-
damental la década de los ochenta,
El "canto del cisne" de la planificación desde el punto de vista de la política
regional tradicional en Chile proba- regional es que de los tres vectores
que definen tal política (ordenamien-

12 Recientemente el Gobierno, por inter-


13 Hay que decirlo con honestidad,
medio de la SUBDERE ha solicitado a un grupo
de consultores independientes del propio planificación normativa de la cual todos
Gobierno, un informe y una propuesta de fuimos sacerdotes y acólitos, hoy transfor-
solución, informe y propuesta entregada por mados en apóstatas.
los consultores (Boisier, Dockendorff, Marino-
vic) a comienzos de 1996.

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to territorial, descentralización y fo- la chilena). No será necesaria una
mento al crecimiento y al desarrollo particular estrategia de desarrollo re-
de las regiones), los dos primeros se gional de alcance nacional, ya que el
desdibujan por el mero hecho de ha- territorio se "ordenará" en función de
ber dado por terminados sus propios una lógica de mercado y el Estado
procesos es decir, la regionalización dejará en libertad plena a cada región
está plenamente configurada, la ar- para insertarse "a como de lugar" en
quitectura institucional regional está el contexto de competencia interna-
en marcha, el equipamiento sigue cional, proveyendo, eso sí, el Estado
ausente (el caso de la Carretera Aus- las condiciones políticas e instituciona-
tral responde a una lógica diferente) y les para facilitar el proceso.
la descentralización había llegado a
"punta de rieles". Así que la década En este marco, el papel de las SER-
mostrará sólo el fomento al crecimien- PLACs cambia y tal cambio va acom-
to y al desarrollo. pañado de una profunda mudanza en
las "habilidades profesionales" de su
Hay que sacar del cuadro inmedia- personal técnico, el que es fuertemen-
tamente el componente de "fomento te entrenado en preparación y eva-
al desarrollo regional". Dejando en luación de proyectos. La visión implí-
claro que se entra acá al terreno de cita del desarrollo de cada región hace
los juicios de valor, a cuestiones ver- este proceso igual a una suma de pro-
daderamente teleológicas y por tanto yectos aislados, de ahí la importancia
de legítimas discrepancias, el desa- de su correcta evaluación. De hecho,
rrollo es incompatible con sistemas no al asumir el Gobierno de Aylwin esta
democráticos de gobierno y es igual- situación se mostrará como un esco-
mente incompatible con el desrespeto llo para el tipo de trabajo profesional
a los derechos humanos. Por tanto no que deben desarrollar estas agencias.
podía, en verdad, plantearse una polí-
tica de fomento al desarrollo regional, En términos más técnicos, será el
si es que ello involucraba una prota- triunfo definitivo de la función sobre
gónica participación de la sociedad el territorio, sólo amagado, aquí y allá,
civil y un sistema de elección perió- por los conflictos territoriales ya
dica de autoridades y un respeto a las comentados. En otras palabras, lo que
libertades y derechos básicos de las prevalecerá como fomento al crecimien-
personas, tanto a título individual to regional será el efecto regional del
como grupal. cuadro de la política económica más
que cualquier esbozo de política regio-
Ahora, en términos de fomento al nal directa. Desde el punto de vista
crecimiento regional, lo que prevale- regional, ni el Estado ni la política eco-
cerá en la década es una estrategia nómica serán neutros, al contrario del
de desarrollo nacional, cuya columna discurso oficial.
vertebral está en la apertura externa
(la consolidación del mercado, precios Según lo comenta Raczynski (1986)
libres, control de desequilibrios macro- en uno de los más completos análisis
económicos, descentralización, papel de la política regional del Gobierno
subsidiario del Estado, etc., son, en la Militar: "La política de desarrollo
práctica, requisitos para maximizar las regional en el discurso enfatizó el
posibilidades de éxito de una estrate- reforzamiento de las regiones extre-
gia aperturista en una economía como

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Chile: la vocación regionalista del gobierno militar
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mas en lo económico y demográfico y llo regional, aunada al marco general
la disminución del carácter metrópo- macroeconómico, provocó cambios en
li-periferia de la estructura económi- las estructuras productivas de las re-
ca del país. La información y los ante- giones muchísimo más potentes que
cedentes disponibles mostraron que en todos los intentos dirigistas preceden-
los hechos el régimen militar dio es- tes. Boisier y Lira (1995) han proce-
casa importancia al desarrollo regio- sado las cifras del PIB regional para
nal; la importancia que le dio fue un período de treinta años y llegan a
declinando en el tiempo; la política que la conclusión que, en términos estruc-
hubo tendió a favorecer a las regio- turales, el subdesarrollo comienza al
nes extremas del país, esto es, prima- sur (de Santiago), título que figurati-
ron los criterios de geopolítica y segu- vamente intenta señalar el desplaza-
ridad nacional. Las exigencias del miento del eje geográfico del creci-
modelo, neoliberal en lo económico y miento, hacia el norte del país; sin
autoritario en lo político, primaron embargo, hay que ser cuidadoso en la
y anularon los intentos de planifica- interpretación de las cifras, ya que no
ción y de políticas regionales"... siempre es posible atribuir determi-
nados cambios a definidos períodos
Fue principalmente la política eco- gubernamentales. En cualquier caso, es
nómica la que definió las transforma- de suyo evidente al observador el cambio
ciones en las situaciones regionales. en el "paisaje económico" chileno.

Como se anota en el Plan Nacional VIII. LA HERENCIA PARA


Indicativo de Desarrollo 1979-1984 pu- LA TRANSICIÓN: BLANCO
blicado por ODEPLAN (1979;105): "La Y NEGRO DEL LEGADO
regionalización, entonces, está orien-
tada fundamentalmente a alcanzar el A. La difícil construcción de
desarrollo de las diferentes regiones las regiones sin democracia
sobre las bases reales que les entre-
gan sus potencialidades y ventajas La regionalización chilena se inscri-
comparativas a través de la aplicación, be en el modelo polar de regionaliza-
a nivel de regiones, de las políticas ción caracterizado, porque la institu-
nacionales de los diferentes sectores cionalidad precede y crea la regiona-
y de la eliminación de todos aquellos lidad.14 No es Chile un país de regio-
obstáculos que, en el pasado, impidie- nes, ni siquiera de lugares y, como lo
ron o dificultaron dicho desarrollo". Es apuntó alguna vez John Friedmann,
interesante observar que en el prólo- "asombra el escaso apego del chileno
go de dicho documento, escrito por el al terruño". Nada de lo anterior puede
Ministro-Director de la época, M. Kast, resultar extraño si se recuerda la im-
se anota que la "Estrategia Nacional pronta centralista de Chile.
de Desarrollo Regional de 1975" se
encontraba "actualmente en revisión".
La regionalización chilena no res-
ponde a ninguna demanda social ni a
Como ya se insinuó, esto no quie- ninguna circunstancia histórica. En
re decir que no hayan ocurrido cam- términos de la teoría de las políticas
bios estructurales en las regiones. Por
el contrario, la inexistencia de una
política nacional explícita de desarro- 14 Esta es una clasificación utilizada por

el autor en varios de sus trabajos. El modelo

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Chile: la vocación regionalista del gobierno militar
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públicas, ella es claramente el resul- lleguen a plasmar una verdadera cul-
tado de una racionalidad burocrática tura de la región. Por eso es que se ha
weberiana. La regionalización nace sostenido que todo proyecto colectivo
desde el mismo corazón del Estado de desarrollo (todo proyecto político
(una oficina asesora del Presidente de regional) debe entrelazarse con un
la República) y es impuesta, primero, proyecto cultural paralelo, capaz de
con el leve peso de un decreto presi- crear la cultura de la región.
dencial y posteriormente con la fuer-
za de un decreto-ley en plena vigen- Este es un terreno escabroso. En
cia de un autoritarismo a ultranza. primer término, tal cultura no puede
ser impuesta, sino que debe ser cons-
Creadas las regiones mediante esta truida a partir de las microculturas
lógica burocrática weberiana, admi- preexistentes. En segundo lugar, la
tiendo incluso su plena pertinencia y cultura regional debe representar una
funcionalidad, surge la necesidad de mezcla virtuosa del rescate, preser-
dar forma real a una entelequia. Esto vación y socialización de las culturas
es lo que se ha denominado la cons- locales con la asimilación de la cultu-
trucción social y política de las regio- ra "universal" (si este concepto existe
nes. En las palabras del autor: "Cons- como tal). Lo claro, en cualquier caso,
truir socialmente una región significa es que se requieren varias culturas:
potenciar su capacidad de autoorga- una cultura entendida en su acepción
nización, transformando una comuni- más tradicional, como cosmogonía y
dad inanimada, segmentada por inte- como ética, que muestran particula-
reses sectoriales, poco perceptiva de ridades ligadas al territorio, y también
su identidad territorial y en definitiva una cultura en una acepción desarro-
pasiva, en otra organizada, cohesio- llista si se quiere, como una mezcla
nada, consciente de la identidad so- igualmente virtuosa entre la cultura
ciedad-región, capaz de movilizarse competitiva/individualista y la cultu-
tras proyectos políticos colectivos, es ra cooperativa/solidaria en relación al
decir, capaz de transformarse en su- desarrollo económico.
jeto de su propio desarrollo.", Boisier
(1991). No se necesita argumentar mucho
para observar que este proceso, ni
Regiones artificialmente creadas siquiera iniciado verdaderamente en
carecen de un elemento aglutinador Chile, no puede intentarse en ausen-
esencial (crecientemente reconocido cia de un marco democrático. De
como importante factor de desarrollo): nuevo la tantas veces mencionada
cultura capaz de producir la auto-re- sociedad civil, único actor colectivo
ferencia y la identificación socio- legítimo en este proceso de construc-
territorial. Este es un problema parti- ción regional, necesita un espacio de
cularmente agudo en el caso de las libertad para poder cristalizar en sí
regiones multiprovinciales, en las cua- misma y para poder, a partir de allí,
les existen diversas manifestaciones generar la sinergia que conduce a un
culturales de orden local, sin que ellas desarrollo participativo, en el cual la
región se transforma precisamente en
actor.
_________
polar opuesto es el caracterizado porque la
regionalidad precede y crea la institu-
cionalidad, como sucedió en España por
ejemplo. eure 101

 
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B. El surgimiento de nuevos Muchas de estas corporaciones bus-
segmentos de la sociedad caban replicar la exitosa y novedosa
civil con un discurso experiencia de CIDERE (Corporación
descentralista para el Desarrollo Industrial de la Re-
gión del Bío-Bío).15 En general, se tra-
Uno de los procesos sociológicos más ta de un fenómeno muy positivo, que
interesantes ocurridos durante el Go- debiera recibir más apoyo del que
bierno Militar tiene que ver con el actualmente tiene, tanto en sus pro-
surgimiento de nuevos actores colec- pias comunidades como por parte del
tivos en la sociedad civil, con una Estado.
presencia mucho más nítida en las
regiones que a nivel del país en su Por otro lado, la política regional del
totalidad. Gobierno Militar tuvo un acierto in-
discutible y de enormes pero no rea-
La estrategia económica puesta en lizadas potencialidades, al crear las
aplicación hizo surgir un nuevo em- universidades regionales o universi-
presariado en Chile, que se ha carac- dades "derivadas". Entre ellas, la Uni-
terizado por su dinamismo, modernis- versidad de La Frontera, la Universi-
mo y agresividad (esta última gene- dad del Bío-Bío, la Universidad de Talca
rando ya anticuerpos en el resto de y la Universidad Arturo Prat han al-
América Latina). La nueva clase em- canzado niveles académicos muy res-
presarial, muy profesionalizada, ha petables, pero falta todavía una mejor
surgido en torno a la apertura de la inserción regional, falta todavía para
economía, vinculada a la exportación que lleguen a calificar en la doble
de recursos naturales en los cuatro categoría de universidad regional (por
sectores en los cuales el país tiene la pertenencia y por la pertinencia
enormes ventajas comparativas: mi- regional) y de universidad nacional
nería, silvicultura, pesca y fruticul- (por la excelencia de su quehacer). En
tura. Como es bien sabido, sectores cualquier caso, surgió otro actor so-
de localización “periférica” o regional. cial colectivo representante del mun-
Es bastante comprensible que el em- do académico regional. De nuevo no
presariado de estos sectores haya habrá de resultar extraño que este
hecho suyo el discurso descentralista nuevo segmento de la sociedad haga
del Gobierno Militar, transformándolo también suyo el discurso descen-
en bandera propia y haciendo surgir tralista y regionalista. Muchos acadé-
un "regionalismo cupular" que ha ge- micos regionales se convertirán en
nerado instituciones adhoc. Prolifera- activos miembros de las corporacio-
ron las Corporaciones para la regio- nes privadas de desarrollo regional.
nalización de... (la Araucanía, del Bío-
Bío, etc.), agrupadas en una organi-
zación de alcance nacional y de no
poca capacidad de convocatoria: la
CORCHILE (Corporación para la Regio-
nalización de Chile). Paralelamente se
multiplicaron las corporaciones priva-
das de desarrollo regional (p. e. CORDE-
15 Esta Corporación parece demostrar
PROVAL, CORPRIDE, etc.) que buscaban
poner al servicio del desarrollo regio- algunas tesis que circulan en los medios
académicos y que ligan procesos exitosos de
nal la capacidad empresarial privada.
desarrollo local y aún regional, al papel de
individuos. De aquí su difícil replicabilidad.

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Chile: la vocación regionalista del gobierno militar
Sergio Boisier

 
C. La dialéctica descentralista candidato y posterior Presidente, Pa-
al inicio de la Transición y tricio Aylwin, cerraba su campaña
su síntesis: la Ley Orgánica hablando en Concepción y diciendo:
de Gobierno y "El desarrollo regional es un problema
Administración Regional regional", frase preñada de promesas
de un desarrollo pensado y ejecutado
El reiterado discurso descentralista por las propias regiones.
del Gobierno encontró un terreno abo-
nado en los dos nuevos segmentos de Pero una vez instalado el Gobierno
la sociedad civil recién comentados, la cuestión regional pareció perder
que lo hacen suyo. Surge entonces un prioridad en favor de la más sentida
dúo de voces descentralistas: el Go- necesidad de democratizar el ámbito
bierno y sectores de la sociedad civil municipal mediante la correspondien-
con abiertas simpatías gubernamen- te reforma constitucional. Es así que
tales. No será extraña entonces una en mayo de 1990 el Ejecutivo presen-
paulatina y suave "derechización" del tó a la Cámara un proyecto de refor-
reclamo descentralista en la sociedad ma constitucional que incidía princi-
civil. palmente en la modalidad de elección
de alcaldes, proyecto rechazado en el
Pero también se trata de un tema Senado, fundamentalmente porque los
asumido por la oposición política de la Senadores de oposición consideraron
época. Los partidos políticos abren un inaceptable la falta de un tratamiento
espacio interno, en sus estructuras integral de la descentralización, es
técnicas, para la discusión acerca de decir, la falta de una propuesta regio-
la descentralización y el desarrollo nal. Por ello, un año después el Ejecu-
regional.16 Todo ello conduce a una tivo envía un nuevo proyecto, esta vez
situación inédita en la historia de de alcance tanto regional como comu-
Chile: por primera vez, en la campa- nal, proyecto transformado en las le-
ña presidencial que culminaría en yes orgánicas respectivas (LOR 19.175
1989, la descentralización y el desa- y LOM 18.695).
rrollo regional ocupaban un lugar sig-
nificativo en el discurso político. El Políticamente la oposición actuó
ILPES publicó un documento titulado con una lógica impecable. Por un lado,
La descentralización en el discurso po- tomó en sus manos una emergente
lítico de la Transición en Chile.17 No demanda nacional (por restringida que
resulta extraño que fuese la Concer- estuviese a ciertos sectores "ilustra-
tación de Partidos por la Democracia dos", pero con fuerte capacidad de pre-
la que enarbolase la propuesta más sión), arrebatando la iniciativa al
completa en esta materia. Incluso su Gobierno y obligándolo a modificar su
posición. Por otro, tal como había su-
cedido en el pasado en países euro-
16 Esto fue particularmente importante peos (Italia, por ejemplo), la oposición
en la Democracia Cristiana, a partir del hizo cálculos políticos y electorales
Congreso de Profesionales y Técnicos en muy sencillos que permitían prever
Punta de Tralca y del posterior "Proyecto dificultades de largo plazo para ganar
Alternativo". una elección presidencial (el único
17 Con trabajos de J. Abalos, S. Boisier,
cargo que vale en un sistema centra-
J. Cavada, E. Meneses, E. Palma, V. Silva
lizado y presidencialista) y dificulta-
y R. Sugg, representando un amplio arco
de posiciones partidistas.
des de corto plazo al enfrentar la po-

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Chile: la vocación regionalista del gobierno militar
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sibilidad cierta de perder gran parte La regionalización tiende a ser
del control de los municipios (cues- considerada por muchos como "un
tión que la realidad probó muy pron- acto único y definitivo" y, en conse-
to). De ahí la conveniencia de poten- cuencia, no sujeta a cambios. Es ne-
ciar nuevos espacios políticos (las re- cesario mirar este asunto con una
giones) en donde larvar su presencia visión más moderna. La revolución
en el aparato del Estado. científica y tecnológica en marcha,
quizás el hecho más trascendental de
Esta dialéctica terminó en una sín- la historia, introduce el cambio a una
tesis promisoria para el país: la Ley velocidad exponencialmente crecien-
Orgánica de Gobierno y Administra- te en todos los ámbitos, en todas las
ción Regional y su potencial para avan- organizaciones, en todas las estruc-
zar en una profundización de la de- turas. La flexibilidad, que deriva de la
mocracia y del desarrollo de la perife- capacidad para "estar en el cambio"
ria del país. Como lo señala acerta- es ahora un factor clave del éxito, en
damente Abalos (1993): "La reforma la producción, en el comercio, en el
regional emergió como producto del conocimiento; en fin, en todo. ¿Por qué
juego político más que como una prio- deberíamos tener, en este rincón del
ridad absoluta dada por alguno de los mundo, la vana pretensión de haber
actores relevantes, y durante toda su implantado una geografía política in-
tramitación mantuvo esta condición mutable? Esta misma geografía políti-
de tema relativamente de pocos". ca se está trizando a nivel interna-
cional (más de veinte nuevos países
en lo que va de la década actual) y se
D. El desarrollo regional
resquebraja incluso en aquellos paí-
descentralizado en el
ses considerados como modelos de
segundo quinquenio de los
estabilidad como Alemania, por ejemplo.
noventa: alcances, peligros,
posibilidades, desafíos. La
variedad regional en la Lo que sucede es que los territo-
unidad nacional como meta rios organizados, sean comunas, sean
de una sociedad más provincias, sean regiones, buscan
democrática y moderna reacomodos y acuerdos flexibles, en
un mundo en que la distancia no
cuenta, para poder posicionarse como
Como se anotó en el resumen ejecu-
triunfadores en la dura competencia
tivo de este documento, los procesos
internacional de la cual ahora ellos
sociales deben ser concebidos en un
son actores de primera línea. A esto
continuum temporal. Esto significa
se suma la paradoja de la globali-
que no podría terminarse este análi-
zación: la dialéctica esquizofrénica
sis el 10 de marzo de 1990, simple-
entre la necesidad de ser simultánea-
mente porque en ese momento cam- mente universal y local. En Chile es
bió el régimen político chileno. El de- necesario introducir flexibilidad en el
sarrollo regional, empleando este tér- ordenamiento territorial, lo cual no
mino para englobar tanto la regio- significa necesariamente tirar por la
nalización como la descentralización, borda la actual regionalización. Pero
ya es una pequeña política de Estado
considerarla inmutable puede intro-
y en tal caso lo hecho y lo dejado por
ducir costos elevados en la moderni-
hacer por el Gobierno Militar se mues-
zación globalizadora del país.
tra hoy y se mostrará en el futuro.

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Chile: la vocación regionalista del gobierno militar
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En relación a la descentralización, esencial y exógenamente determina-
hay que valorar positivamente lo he- dos, sí han ocurrido como resultado,
cho hasta ahora, pero hay que llamar en algunos casos, de esfuerzos de po-
la atención sobre sus limitaciones y líticas públicas muy explícitas (Arica
peligros. Primeramente, hay que in- en los 60, Iquique en los 80) y en otros,
sistir que el paso desde un modelo de estrategias nacionales genéricas
centralista de organización social a (apertura externa, ventajas compara-
otro, descentralista, presupone un cam- tivas) con manifestaciones localizadas
bio cultural, puesto que la sociedad de interés (Antofagasta, Copiapó, Cu-
chilena posee una cultura centralista ricó, Puerto Montt).
de larga data y profundas raíces. Este
paso debe iniciarse en la escuela La explicación de la situación des-
básica o antes, puesto que, siendo un crita tiende a centrarse cada vez más
paso colectivo, no es menos cierto que en nuestro propio desconocimiento de
el centralismo, bajo la forma de de- la fenomenología del desarrollo regio-
pendencia al igual que el machismo, nal; es decir, no se sabe a ciencia
se incorpora tempranamente en la cierta cuáles son los factores causa-
formación de los niños. En segundo les del desarrollo regional, de qué
lugar, la descentralización presupone depende este, en último término. Ha-
un manejo profesional de los asuntos bida cuenta de este desconocimiento,
transferidos desde el Estado a las or- los intentos de intervención para pro-
ganizaciones intermedias y no se ob- mover el desarrollo de las regiones
serva un esfuerzo nacional de sufi- difícilmente habrían podido tener éxi-
ciente envergadura para entregar co- to. Esto explica, al mismo tiempo, que
nocimientos profesionales a la consi- en la práctica las autoridades regio-
derable cantidad de personas que hoy nales crean que el desarrollo de sus
están envueltas en el manejo de asun- regiones equivale a la suma de pro-
tos locales y regionales (alrededor de gramas y proyectos, todos los cuales
10.000). En tercer lugar, la descentra- pueden ser en sí mismos valiosos,
lización juega su destino en el campo indispensables y contribuidores direc-
de la eficacia y eficiencia de la gestión tos a ciertas parcialidades del desa-
pública más directa. Sólo sobrevivirá rrollo, pero evidentemente escamo-
el proyecto descentralizador si el ciu- tean la complejidad de un fenómeno
dadano común percibe que el modelo que sólo puede captarse en su inte-
descentralizado le resulta más eficien- gridad. Esto hace de las intervencio-
te que el centralizado en dos aspec- nes a favor del desarrollo de regiones
tos: prestación de servicios básicos y (p.e. Plan Austral, Plan Arica, etc.) ver-
generación de condiciones locales que daderas intervenciones hipotéticas,
hagan posible desarrollar su proyecto que tal vez apunten correctamente y
de vida en su propio entorno. gatillen el desarrollo y tal vez no.

Finalmente, en relación al desa- Las palabras finales. La acción del


rrollo regional, treinta años de esfuer- Gobierno Militar en este campo de las
zos enmarcados en diferentes moldes políticas públicas fue profunda, sisté-
doctrinarios y teóricos no han produ- micamente pensada, parcialmente
cido situaciones cercanas a un ver- ejecutada y entregó a los gobiernos
dadero desarrollo en las regiones. que lo han sucedido una responsabi-
Crecimiento económico y transforma- lidad y unos desafíos no sólo impor-
ciones productivas, como procesos tantes en la permanente moderni-

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Chile: la vocación regionalista del gobierno militar
Sergio Boisier

 
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atrayentes en la tarea de construir Santiago.
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