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Quehacer Docente en Tiempos de Pandemia

Desafíos y Problemáticas en el Quehacer Docente en Tiempos de Pandemia

Margot Stephanie Herrera Celedón

Universidad UNIACC

Rene Rivera Bilbao

01 de abril de 2021
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Introducción

Las tecnologías han tomado partido en la educación y en nuestras vidas hace ya


algunos años pero, la pandemia ocasionada por el Coronavirus, desde el año 2020 y
que este 2021 nos sigue aquejando, ha forzado al Sistema de Educación a
transformarse de forma radical a una virtualidad inducida en todos o en casi todos los
niveles de aprendizaje y temáticas variadas, con el propósito de cuidar y proteger la
salud de las diversas comunidades educativas.
Este año se pretendía volver a la presencialidad o bien a un sistema híbrido, sin
embargo, la pandemia no nos ha dado tregua y el profesorado se ha visto sometido a
un nuevo sistema para dictar sus clases; las tan desconocidas por muchos, “aulas
virtuales”, sin duda ha sido un trabajo arduo, más considerando que, según Mujica-
Sequera (2018) “ la sociedad demanda que los docentes tengan competencias y estén
alfabetizados digitalmente para poder ejercer una práctica pedagógica que admita el
aprendizaje significativo de los estudiantes del siglo XXI”. Es por ello que, por medio de
este informe presentaré, algunas de las tantas problemáticas actuales, con foco en el
quehacer docente y posibles soluciones, pudiendo así reflexionar en ésto y sacar
conclusiones del escenario actual en el que nos encontramos como docentes con el
propósito siempre de avanzar en pro a las mejoras pedagógicas en beneficio de a la
formación integral de nuestros y nuestras estudiantes.

Algunas Problemáticas Actuales

Hoy en día nos encontramos inmersos en una sociedad caracterizada por el


individualismo, carente de empatía y trabajo colaborativo, lo que dificulta el avance de
aquellas pequeñas minorías que presentan grandes dificultades con el uso de las TIC
´s. Un ejemplo son las problemáticas que han surgido para llevar a cabo la educación a
distancia por medio de la virtualidad, la cual se ha entrometido en nuestros hogares de
forma abrupta y radical. En ese sentido, Jaime Balladares, psicólogo y académico de la
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Facultad de Educación UC, afirma que “muy poco se hablado respecto a la formación
que tendrán los y las docentes para afrontar este nuevo escenario. Y es muy probable
que exista un retroceso porque el desarrollo de habilidades, probablemente, va a estar
disminuido”.
Pero, ¿por qué resulta ser tan estresante, desastroso y a la vez desmotivante para
algunos y algunas docentes hablar de “virtualidad”?, siendo que estamos en la era del
conocimiento y la información.
A continuación, desglosaré algunas de las problemáticas que fui identificando al
reflexionar sobre la pregunta anteriormente mencionada, basándome en la experiencia
vivida en mi comunidad educativa, al llevar a cabo el proceso de enseñanza-
aprendizaje virtual desde el inicio de la pandemia del Coronavirus.

Brecha Digital en los Docentes, Falta de Preparación,


Tiempo, Recursos Tecnológicos y Conectividad

En primer lugar, una de las problemáticas identificadas es, la brecha digital, con
esto me refiero a, la falta de conocimientos básicos sobre el manejo de las TIC´s, cosa
que siempre ha existido, a pensar de que algunos creyeran que ya era algo que estaba
subsanado. En esta virtualidad inducida, nos pudimos percatar de que la realidad es
otra y, que algunos de nuestros y nuestras docentes carecen de conocimientos básicos
en el manejo de las TIC´s, las cuales pueden facilitar su quehacer pedagógico. Sin
embargo, la imperante necesidad de incorporar el uso de estas tecnologías como único
recurso para mantener el sistema educativo en funcionamiento, reveló la brecha digital
que había en las comunidades educativas y lo poco preparados que estábamos los y
las docentes.
En segundo lugar, se encuentra la falta de preparación de los y las docentes. Este es
un tema preocupante que debe ser abordado, pero para esto se requiere el tan escaso
y anhelado “tiempo”, dado que, tiempo es el que falta en el quehacer docente, pues la
virtualidad es tan demandante que se deben realizar muchísimos ajustes para poder
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lidiar con ella. La falta de manejo y preparación; el que los y las docentes no cuenten
con tiempos dentro de su horario laboral y que no intercedan con su vida personal para
ser capacitados y así lograr aprender a utilizar las diversas herramientas que señala el
Ministerio de Educación, genera aún más estrés e inseguridad en su quehacer,
afectando directamente en la mejora de sus prácticas pedagógicas.
En tercer lugar, tenemos que nuestros y nuestras docentes, si bien es cierto cuentan
con smartphone, computadores, notebook´s, no es menos cierto que algunos de estos
aparatos electrónicos no cuentan con la capacidad de soportar algunas tecnologías
necesarias para llevar a cabo sus clases y así conseguir el logro de aprendizajes
significativos y profundos en el estudiantado, lo que conlleva a sentimientos de
frustración y menoscabo del profesional de la educación, del maestro.
En cuarto lugar, una de las mayores problemáticas para la realización de clases
virtuales es la conectividad, pues se podían tener todos los factores anteriores
solucionados, pero sin conectividad, es imposible llevar a cabo la clase virtual. Por lo
cual, la conectividad, es un factor sumamente importante al momento de abordar las
clases virtuales y no solamente ello, pues el docente no es sólo una máquina que da
clases y enseña contenido, sino quien tiene la gran labor de formar estudiantes y hacer
de ellos y ellas ciudadanos/as de bien, con el único fin de que sean un aporte para la
sociedad y que puedan insertarse en ésta sin sentirse menoscabados o carentes de
competencias, habilidades y/o destrezas con respecto a otros.

Posibles Soluciones a las Problemáticas

Tras haber presentado algunas de las diferentes dificultades que se tienen en


estos contextos de virtualidad acelerada y con muy poca preparación por parte del
profesorado y comunidad escolar en sí, es que nacen algunas alternativas que podrían
de alguna forma eliminar, mejorar, y/o disminuir éstas.
Si pensamos en la brecha digital y en la falta de preparación, incluido el escaso tiempo
que presentan algunos y algunas docentes, sería una opción el implementar planes de
acompañamiento que consideren capacitación a los y las docentes, como reflexiona
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Rafael Feito Alonso (2020), para la transformación de la docencia en sus prácticas de


trabajo, podrían redefinirse los horarios y maneras de impartir las clases. Asimismo, se
puede plantear como una ocasión para las transformaciones en la capacitación y el
acompañamiento pedagógico descrito por Hernández y López (2018), tan necesario
para el desarrollo de habilidades digitales en actores educativos clave.
Al capacitar, se podría separar a los y las docentes más descendidos/as de los que
están un poco más preparados, con el fin de focalizar aún más la atención y tener
resultados más efectivos; realizando todos estos encuentros dentro del horario laboral,
para no intervenir aún más la vida personal del profesorado. También, resulta
sumamente relevante formar comunidades de aprendizaje entre pares, con el propósito
de compartir conocimientos, experiencias a fin de enriquecer el quehacer pedagógico.
Por otra parte, para determinar los recursos tecnológicos, es necesario realizar un
diagnóstico a través de una encuesta para tener conocimiento de cuántos/as docentes
tienen artefactos tecnológicos y si éstos están en óptimas condiciones para llevar a
cabo sus actividades pedagógicas, además de evaluar cómo es su conexión a internet,
pues si no se cuenta con conectividad, difícilmente se puede llevar a cabo la clase
virtual.
Finalmente, al obtener aquel catastro de la situación que aqueja a cada docente, el
poder tomar decisiones y medidas remediales al respecto, irá no sólo en beneficio de él
o de la docente afectado/a, sino de todos y todas sus estudiantes, mejorando la calidad
de la clase virtual, la actitud de el y la docente para enfrentar la clase y sus actividades;
sus sentimientos de frustración disminuirán, al igual que el sentimiento de fracaso
pedagógico, pudiendo así despertar en el profesorado un nuevo sentir e ilusión al
momento de abordar sus quehaceres profesionales.
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Conclusiones Finales

Las tecnologías son partes de nosotros y ahora se le ha unido la virtualidad, la


cual vino para quedarse, y si bien es cierto las problemáticas presentadas
anteriormente no aquejan solamente a los profesionales del área de la educación, sino
también a nuestros y nuestras estudiantes, no es menos cierto, que la mayoría de las
veces que se presenta el tema en discusión, para dar soluciones, el sistema se
presenta poco empático con la labor docente, considerando incluso que es nuestra
responsabilidad solucionar todas estas problemáticas, pasando por alto que los y las
docentes son personas igual que cualquier ciudadano de nuestro país, que tiene
innumerables gastos y que también carece de muchas otras cosas, lo cual no permite
dar solución a todas las dificultades que se nos presentan en el camino de la
pedagogía, la que también llamamos, pedagogía de los afectos, dado que el aprender
está muy ligado a las emociones, porque tratamos con seres humanos y no con
máquinas que almacenan conocimientos. Es por ello, que quise enfocar esta
problemática, a los a veces olvidados “maestros”.
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Citas Bibliográficas

Baptista Lucio, P., Almazán Zimerman, A., & Loeza Altamirano, C. A. (2020).
Encuesta Nacional a Docentes ante el COVID-19. Retos para la educación a
distancia. Revista Latinoamericana De Estudios Educativos, 50(ESPECIAL), 41-
88. Consultado el 01 de abril de 2021. Recuperado de
https://doi.org/10.48102/rlee.2020.50.ESPECIAL.96

Escudero M., F. (2020). Los desafíos tras el COVID – 19: La brecha digital y la
capacitación docente. Facultad de Educación UC. Consultado el 01 de abril de
2021. Recuperado de http://educacion.uc.cl/listado-de-noticias/1459-los-
desafios-tras-el-covid-19-la-brecha-digital-y-la-capacitacion-docente

Mujica - Sequera, R. (2020). La Enseñanza Tecnoemocional en la Educación


del Siglo XXI. Revista Tecnológica - Educativa Docentes 2.0, 9(2), 71-78.
Consultado el 29 de marzo de 2021. Recuperado de
https://doi.org/10.37843/rted.v9i2.147

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