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Medicamentos y tratamientos para el hígado graso no alcohólico, según su

evolución:
El hígado tiene un papel fundamental en el metabolismo de la mayoría de los
medicamentos, ya que los procesos de excreción hepática y biliar determinan el
grado y la velocidad de su eliminación del organismo, mientras que los
mecanismos de primer paso intervienen en su biodisponibilidad. El daño hepático
hace que se produzcan alteraciones que afectan a la eliminación presistémica y a
la biodisponibilidad de los fármacos, y por tanto a su efectividad y toxicidad.
 Esteatosis hepática y la EHNA
El tratamiento incluye el manejo eficaz de la diabetes, obesidad, HTA,
hiperuricemia y de otros factores de riesgo cardiovascular.
El objetivo del tratamiento es reducir la mortalidad, prevenir la evolución a fibrosis
y la aparición de carcinoma hepatocelular. Dentro de las medidas más efectivas se
encuentran:
Alimentación y cambios de estilo de vida:
Se debe modificar el estilo de vida en el sentido de mantener una alimentación
saludable y realizar una actividad física habitual.
 En personas con sobrepeso/obesidad, el objetivo es una reducción de peso
del 7-10%, este descenso mantenido ha demostrado mejoría de las
enzimas hepáticas y la histología.
 Las recomendaciones alimentarias deben contemplar una restricción del
consumo energético y la exclusión de los componentes alimentarios que
fomentan la patología.
 Tanto el ejercicio aeróbico como el entrenamiento de resistencia reducen
de manera eficaz la grasa hepática (150 a 200 min por semana).
 Mantener estrictamente el consumo de alcohol por debajo del umbral de
riesgo (30 g varones – 20 g mujeres).
 Cirugía bariátrica: Cirugía con un rol significativo en pacientes con EHNA
establecida y obesidad mórbida. Sin embargo, la cirugía bariátrica tiene
complicaciones (mortalidad de hasta 3% y morbilidad de 10%).
Tratamiento farmacológico:
No hay ningún fármaco específico que pueda recomendarse para la esteatosis
hepática, la farmacoterapia debe reservarse para los pacientes con fibrosis
significativa (antidiabéticos, vitaminas y suplementos dietéticos).

 Cirrosis:
Si bien no existe una cura para la cirrosis, se suelen recomendar varios
tratamientos para ayudar a reducir la velocidad de la cicatrización y aliviar los
síntomas.
Cuidar alimentación para que la enfermedad no continúe empeorando.
Se pueden prescribir medicamentos, tales como:
 Antibióticos para evitar infecciones.
 Vacunas contra la hepatitis viral, la neumonía y la gripe, que ayudarán a
evitar posibles enfermedades que podrían causar infecciones.
 Medicamentos para ayudar a reducir las toxinas en la sangre.
Desvío portosistémico intrahepático transyugular (TIPS): Es un procedimiento
para tratar la hipertensión portal debida a la cirrosis. Un radiólogo de intervención
utiliza una técnica llamada fluoroscopia para colocar un pequeño tubo para así
proporcionar un canal abierto para que la sangre fluya libremente de ida y de
vuelta a través del hígado.
Trasplante de hígado: En casos muy graves, es posible que se requiera de un
trasplante de hígado.
 Cáncer hepático:
Las opciones y recomendaciones de tratamiento para el cáncer hepático
dependen de varios factores:
 Porcentaje del hígado afectando por el cáncer.
 Si el cáncer se ha diseminado (metástasis).
 Las preferencias del paciente y su estado de salud general.
 El daño en el área restante del hígado sin cáncer.
Tratamientos dirigidos para eliminar la enfermedad:
Por lo general, estos tratamientos se recomiendan cuando el tumor se ha
detectado tempranamente.
 Cirugía: Es la extirpación del tumor y de parte del tejido circundante sano
durante una operación. Se utilizan dos tipos: Hepatectomía (extirpación de
una porción del hígado) y trasplante de hígado.
 Ablación por radiofrecuencia (RFA): Terapia con microondas que utilizan
calor para destruir las células cancerosas.
 Inyección percutánea de etanol: Inyección de alcohol directamente en el
tumor hepático para destruirlo.
 Radioterapia: Uso de rayos X u otras partículas con alta potencia para
destruir las células cancerosas.
Tratamientos dirigidos a los pacientes para prolongar la vida:
Si el especialista considera que el cáncer no se puede curar con los tratamientos
mencionados anteriormente, es posible que se recomiende una de las siguientes
opciones para reducir el tumor y/o retardar su crecimiento.
 Quimioembolización: procedimiento en el cual se inyectan fármacos en la
arteria hepática y se bloquea el flujo de sangre de la arteria durante un
período breve, de modo que la quimioterapia permanezca más tiempo en el
tumor. El bloqueo de la irrigación sanguínea al tumor también destruye las
células cancerosas.
 Radioembolización: es similar a la quimioembolización, en el
procedimiento se coloca cuentas radiactivas dentro de la arteria que irriga
sangre al tumor. Las cuentas liberan radiación directamente cuando quedan
atrapadas en los vasos sanguíneos pequeños del tumor.
 Terapia dirigida: Es un tratamiento con fármacos que apunta a los genes o
a las proteínas específicas del cáncer, o a las condiciones del tejido que
contribuyen al crecimiento y a la supervivencia del cáncer.
Otros tipos de tratamientos:
 Inmunoterapia: Terapia biológica diseñada para estimular las defensas
naturales del cuerpo a fin de combatir el cáncer. Utiliza materiales
producidos por el cuerpo o fabricados en un laboratorio para mejorar, dirigir
o restaurar la función del sistema inmunitario.

Epidemiologia:
Se estima que aproximadamente un 25% de la población chilena desarrolla
esteatosis hepática, de este porcentaje un 15 a una 20% evoluciona a
esteatohepatitis no alcohólica. Para luego un 10% contraer cirrosis y finalmente el
7% llega a padecer un cáncer hepático.

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