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En esta sección revisaremos el proceso de devenir habitante en el TISA, a partir de la experiencia del laboratorio de emociones inmersivas. Este proceso involucra el aprendizaje de
les participantes en tanto performers, tanto su experiencia en torno a la actuación, específicamente la caracterización de un personaje, como en la facilitación. Mediante este
proceso, les participantes se perfilan como jóvenes actores/actrices-facilitadores/a, lo que podría ser otra forma de nombrar a un/a habitante. Para estos efectos, en el laboratorio
desarrollamos diversos entrenamientos específicos: juegos preliminares de flujo y coordinación, necesarios para trabajar en equipo y el trabajo de la sala sensorial, clave en el
desarrollo de una poética inmersivo sensorial y de habilidades de facilitación de experiencias. Con base en los personajes que emergen espontáneamente en las improvisaciones,
se exploran sus características físicas a través de ejercicios de corporalidad y movimiento. Se descubren sus características psicológicas y sensoriales, construyendo poco a poco un
personaje con historia y carácter particular, que además de tener un lugar en un relato determinado puede ser el origen o parte de otros relatos potenciales, lo cual abre la
posibilidad de una dramaturgia del personaje.
El trabajo del habitante requiere de habilidades adicionales, como mantener el personaje en distintas situaciones dentro de los recorridos inmersivos, cargar el espacio a través de
la repetición y facilitar experiencias emocionales específicas en les viajeres. Esto involucra una responsabilidad y aprendizaje ético importante para les niñes y jóvenes
participantes. También el trabajo de dirección adquiere características especiales tomando en cuenta que se trabaja con las emociones de les participantes y la teatralidad tiene
que desarrollarse a favor de su exploración y flujo. Para finalizar esta sección revisaremos los aprendizajes y transformaciones de les habitantes en este proceso a través de sus
propias vivencias y testimonios.
personajes emergentes B.21
A partir de los juegos que surgen de la exploración de las emociones, en el espacio espontáneamente ocurren caracterizaciones y personificaciones
que orientan el proceso de creación de personajes. Los primeros proto-personajes surgen como habitantes en la improvisación de las casitas, o
derivados del juego del disfraz, es decir, la exploración lúdica de los baúles de vestuarios, objetos y telas. Los personajes habitantes surgen de la
necesidad de imprimir cierta atmósfera afectiva. Al principio, estos seres son indeterminados, como entes, fuerzas de la naturaleza, espíritus o
personajes oníricos, de características inespecíficas o arquetípicas, centrados en sus afectos. El carácter de este habitante está más claro que su
indentidad. Por lo pronto, es un espíritu en un laberinto, una presencia misteriosa cargada de posibilidades de expresión. El carácter no naturalista,
fantástico e incluso absurdo se ha favorecido en las improvisaciones, ya que inspira al vuelo poético y un uso experimental de vestuarios y
accesorios. Poco a poco, en la recurrencia de las ideas y la repetición de las improvisaciones, se va haciendo necesario encontrar el personaje que es
cada uno en las casitas o espacios afectivos. Algunos de estos personajes emergentes van adquiriendo identidad y mientras que otros se desdibujan
o fusionan. Varios conservan características míticas, mientras otros se han ido humanizando en el proceso de dramaturgia del personaje. En la
medida que se delinean, necesitamos gradualmente conocer más de cada personaje: su identidad, carácter y vestuario, sus acciones, sus elementos,
su historia. Este trabajo de creación es
privilegiado en la pubertad y
adolescencia porque permite
resubjetivarse -de forma protegida y
lúdica- en un momento de profundas
revoluciones del cuerpo y la
subjetividad. Las máscaras también
han ayudado al surgimiento de les
personajes. Les participantes niñes y
adolescentes se sienten menos
intimidades tras una máscara o con
estrategias de ocultamiento del rostro,
lo que les ayuda a perder el miedo y a
profundizar en la caracterización. En
las muestras valoran y celebran haber
estado tan bien caracterizades que no
son reconocides por sus propies
compañeres.
trainings de flujo y coordinación B.22
Habitualmente iniciamos las sesiones del laboratorio con juegos de flujo y coordinación a través
de secuencias con pelotas. Al principio son sencillas: estando en círculo, alguien nombra a otre y
le lanza una pelota y así sucesivamente, hasta que todos han recibido y lanzado y la pelota
vuelve al primero. La secuencia se memoriza y se repite varias veces sin detener el flujo, y se
crean secuencias distintas para practicar. En la sesión siguiente, se complejiza el juego: cada uno
asume el nombre de un animal y según eso nombramos a las personas, mientras las pelotas
viajan según la secuencia y en flujo continuo. Con una segunda pelota creamos otra secuencia
con nombres de ciudades y la memorizamos. Luego se eleva la dificultad y se superponen dos
secuencias distintas paralelas, por ejemplo, animales y ciudades, con dos pelotas u objetos
diferentes (pueden ser peluches) transitando entre las personas. El siguiente nivel es repetir las
secuencias no en círculo, sino en medio de caminatas por el espacio, y finalmente, superponer
dos o más secuencias con pelotas y nombre diferentes. Este tipo de juegos requiere gran
atención, concentración, comunicación, escucha y memoria, para no cortar el flujo. Cada une
está permanentemente dando y recibiendo, los que es característico del género TISA. Es un muy
buen preliminar que favorece la grupalidad y prepara al grupo para el flujo en los recorridos.
Cada uno con un instrumento, se iban ensamblando con un patrón rítmico o melódico inventado por cada uno,
en un diálogo colectivo. Con la mirada se iba señalando quien sonaba en cada momento, por lo que se
requería mucha concentración. El grupo logró trabajar muy bien, consiguiendo ensamblarse musicalmente
solo con la improvisación y señas (bitácora de una facilitadora)
Muchos juegos de improvisacion sonoro-musical son excelentes trainings de flujo y coordinación, muy
efectivos en el desarrollo de la atención, concentración y escucha. Hacemos ejercicios en que creamos
pequeños y simples patrones sonoros que ponemos en flujo, pasando el turno musical de uno a otro con
algún gesto. Para elevar la dificultad, el turno se pasa a otro que suena en conjunto con sus compañeres
de la derecha y de la izquierda. Dentro de las improvisaciones, otra variante es sonorizar
atmosféricamente cualidades afectivas: lo sombrío, lo siniestro, lo más hermoso, o “cómo el amor
cambió mi vida”. Es una gran oportunidad de escucharnos y complementarnos en la creación de un
paisaje sonoro.
La exploración de la sala sensorial es la esencia de crear una experiencia para otro con
sensibilidad, empatía y cuidado, al mismo tiempo que nos prepara para la creación de sala sensorial B.23
paisajes sensoriales, que luego se integran a los espacios y cámaras inmersivas. Hemos
desarrollado distintos trainings sensoriales:
Exploración sensorial del espacio: Con ojos vendados y en silencio, caminamos lentamente
por el espacio, y tratamos de oír, tocar, sentir y oler nuestro entorno. Sacamos las vendas y
recorremos el espacio como niños pequeños, explorando, descubriendo, percibiendo todo
lo que hay para percibir, todavía en silencio y de manera individual. Luego nos juntamos en
parejas y compartimos de manera no verbal las experiencias que descubrieron en la
exploración, tratando que la otra persona las experimente como yo lo hice.
Este ejercicio de percepción es una poderosa práctica de sensibilización y
multisensorialidad en la exploración del espacio. Conecta con una percepción
fenomenológica, no representativa, de modo que el espacio explota en posibilidades
expresivas y lúdicas. Esta experiencia ha sido la base del habitar de distintos espacios con
determinados potenciales de atmósferas afectivas.
Lazarillo: en parejas, une con los ojos vendados, se guían sucesivamente por el espacio
brindándose distintas experiencias sensoriales que pueden encontrar en su recorrido:
sonidos, texturas, temperaturas, aromas, etc.
Sala sensorial: Llevamos sabores, olores, texturas, sonoridades, para experimentar en la
sesión. Nos sentamos en sillas o apoyados espalda con espalda, y damos y recibimos
distintas experiencias: sabores, olores, experiencias táctiles, auditivas. En las fotos, arriba, la
sala sensorial en sesiones del lab 5. Abajo, una sala sensorial a la salida del Laberinto de las
Emociones, en el contexto de la premuestra el laberinto de las emociones.
El trabajo con ojos vendados y supresión de lo visual abre el espacio de la
multisensorialidad, de la experimentación con los sentidos otros, lejos de la hegemonía de
lo visual, y es altamente eficaz en transformaciones y transiciones. El clima emocional
siempre chispeante, bastante disperso a veces y de mucho juego, se transforma en un
ambiente plácido, sin prisa, íntimo, silencioso, concentrado, lento. Se trata de una práctica
que cambia el estado de conciencia. Después de esto, llevar algunas de las experiencias
sensoriales al espacio de las casitas, transforma y profundiza el juego. Surge otro ritmo, una
intensificación de la experiencia del tiempo, una modulación afectiva menos representativa
en cada espacio.
training físico de personaje B.24
Una vez que los personajes emergentes comienzan a delinearse, emprendemos la
tarea de profundizar la caracterización mediante el descubrimiento de la
corporalidad y gestualidad de les personajes a través de trainings que funcionan
como preliminares de la sesión de improvisación o ensayo. Les participantes
buscan vestuarios y accesorios para su caracterización y a partir de esas
visualidades construyen un aspecto exterior que se enriquece a través de
caminatas guiadas con consignas que orientan el descubrimiento de las
características físicas de su personaje, su movimiento, su voz, su forma de
relacionarse con el espacio y les demás:
• Buscar un tono y timbre de voz del personaje, distinto al propio. Probar con
distintos textos breves propios de personaje en el contexto de la caminata.
Probar distintos volúmenes de voz de dichos textos, desde el susurro al grito.
Illumi, El Oráculo, es una bruja de gran conocimiento que ha vivido muchas vidas, ha
vuelto de la muerte y ha entrado en el misterio. Sabe que el tiempo no existe y le
encanta jugar con él. Sus palabras llevan a las personas a la memoria, a recordar.
Como habla sin pudor de la muerte, puede generar angustia existencial, pero lo que
le interesa es el misterio y el tiempo. Es enigmática más que aterradora. Acoge al
viajero y lo prepara seguir.
El Caballero Furioso, por su parte, ofrece una imagen fuerte en medio de la basura, luego de un túnel oscuro con
voces de odio y discriminación (foto abajo). Pero como el motivo del personaje es conectar con la rabia ante la
injusticia, el maltrato, el bullying, el abuso y la vejación y permitir su liberación, se moduló su efecto a través de
su texto:
Caballero (Mira fijo y al principio susurra, luego habla cada vez más fuerte):
Basura, basura basura!... Todo eso es basura!... El bullying es basura! El abuso es
basura! Basta de abusos! Abusadores bastardos!! Toma esa basura y lánzala usando
toda tu ira!! Arroja la basura donde tiene que estar!! Tira más basura!! Más
fuerte!! Eso!! Descárgate!! Bien!!... Ahora sigue tu camino… si quieres descansa un
rato antes de seguir, te lo mereces…
Como directora hay acciones específicas en la dirección de habitantes dirigidas a alentar el
flujo afectivo en les participantes y asegurarse que habitan espacios provechosos en su
dirigir habitantes B.29
exploración y autoexpresión emocional. Ya que el contenido surge voluntariamente, se asume
que cualquier expresión es producto de una curiosidad-necesidad-deseo-obsesión que es
posible explorar libremente dentro del juego teatral, y que los espacios afectivos son para
usarlos en la creación de un plan de contingencia (3.2.4). Sin embargo, para favorecer el fluir
del transito emocional y no fijar a alguien en un lugar es importante vectorizar, es decir,
explorar además vectores de energía opuesta al elegido, como muestra este caso (fotos)
Durante el lab 3, U., joven actriz de 13 años de grandes dotes dramáticas, protagoniza una cámara en un baño como
una capilla ardiente con velas, flores y fotografías y se viste de luto para habitar ese lugar y llorar: “aquí lloro todo lo
que tengo acumulado en la semana, salgo livianita”. El trabajo que ella realizaba era muy intenso así que se trabajó
en graduarlo y desintensificarlo, cambiando el llanto por gestualidades y textos, vectorizando ese espacio de duelo
con habitar la casita amor-ternura. Paralelamente, se realizó un apoyo de un facilitador con competencias
terapéuticas que conversó con ella y le hizo seguimiento (bitácora propia)
Otra forma de vectorizar es encarnar a la propia némesis. En el lab 3, Z., un niño que se considera “buena onda”
pudo experimentar ser “mala onda” como anfitrión en el espacio de la casita de crueldad-odio. En el lab 5, F., que
interpreta a el presidente dijo “me encanta ser el malo de la película porque me siento con poder”. Esta
aproximación al poder, reivindica al vulnerable e invita a su empoderamiento. Otra acción de la dirección es la
regulación de las intensidades. Habitualmente la teatralidad exige intensificar y exagerar emociones para entrar en
un terreno extracotidiano, como muestra el recuadro abajo. Pero también hay ocasiones que hay que
desintensificar por bien del habitante, como en el caso de arriba, o ecualizar, como en B.28 . En beneficio del fluir
también es importante diversificar, es decir, favorecer la exploración de nuevos registros afectivos. Sin embargo,
hay casos en los que se prefiere profundizar, y alentar el seguir en la misma búsqueda (recuadro más abajo). Para
cada une hay una necesidad particular a explorar en el fluir. Finalmente, la acción integradora es colectivizar: las
emociones y los personajes pueden ser de todos, la creación de los espacios afectivos es colectiva y los elencos
pueden cambiar y adaptarse.
La niña que interpretó a la doctora lo hizo muy bien, ella misma dijo “exageré las emociones”, como describiendo la
forma en que debían actuar todos en estas pequeñas escenas (bitácora de una facilitadora)
R., que ha habitado durante 3 laboratorios espacios alegres, dice que no le interesa otra cosa, ya que cuando era
niño durante mucho tiempo estuvo mal y ahora solo quiere sentir y dar felicidad. (bitácora propia, Lab 5)