Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo 1965, pp. 84-86
Contradicción entre el trabajo físico y el intelectual
Relaciones históricamente establecidas entre las personas, consistentes en el hecho de que el
trabajo intelectual se separa del físico, y los hombres dedicados al trabajo físico, es decir, los productores, se convierten en objeto de explotación por parte de las clases dominantes. Dicha contradicción surge en el período inicial de la sociedad esclavista. La división del trabajo y, en particular, la separación del trabajo intelectual respecto al trabajo físico, constituía en aquel entonces un fenómeno progresivo, ya que el dejar libres del penoso trabajo físico a una parte de los individuos, permitía que éstos se ocupasen del cultivo de la ciencia, del desarrollo de la cultura, etc. En las formaciones económico-sociales de carácter antagónico, la separación indicada adquiere la forma de antagonismo social, de clase: ocuparse del trabajo intelectual se convierte en privilegio de las clases dominantes, mientras que el trabajo físico queda como destino de las clases explotadas. Tal contradicción alcanza singular gravedad en la sociedad burguesa. Bajo el capitalismo, las clases explotadoras ejercen su dominio sobre las personas dedicadas al trabajo físico valiéndose de la intelectualidad y no directamente. La intelectualidad se encuentra enfrentada al proletariado y a la vez unida al mismo por intereses comunes de lucha contra el yugo de los monopolios y el peligro de la guerra. Aunque el avance de la técnica y de la ciencia, bajo el capitalismo, hacen posible reducir la jornada de trabajo y aumentar el tiempo dedicado al desarrollo espiritual de las masas trabajadoras, tal posibilidad no puede convertirse en realidad. Al contrario, bajo el capitalismo, el progreso de la técnica y del rendimiento del trabajo no hacen sino ahondar las contradicciones entre el trabajo intelectual y el trabajo físico. En el régimen socialista, esta contradicción desaparece. El haber acabado con la explotación del hombre por el hombre, el haber incorporado las amplias [85] masas a la dirección del Estado y a la vida cultural, el proceso que convierte cada vez más el trabajo en una obra creadora en la cual se aproximan el hacer físico y el hacer intelectual, todo ello, junto con las otras condiciones de la vida humana bajo el socialismo, supera la vieja oposición entre el trabajo físico y el trabajo intelectual. Desaparece asimismo la hostilidad entre las personas dedicadas al trabajo físico y los intelectuales; la intelectualidad misma, surgida de las capas trabajadoras, cambia su esencia social. No obstante, en el régimen socialista persiste todavía una diferencia esencial entre los dos tipos de trabajo indicados, que se traduce en cierta discordancia entre el nivel cultural y técnico de la intelectualidad por una parte y el de la clase obrera y del campesinado por otra, en el distinto carácter de su trabajo. Esta diferencia no presupone el antagonismo de intereses y no posee el anterior contenido social. En el proceso de la edificación del comunismo, se van borrando gradualmente las diferencias entre el trabajo intelectual y el físico. La condición decisiva de que así sea radica en la creación de la base material y técnica del comunismo, en la transformación del carácter mismo del trabajo, con lo cual desaparecen las labores físicas pesadas, que son ejecutadas por máquinas, y la producción requiere trabajadores que posean una formación técnica al nivel de los ingenieros y elevados conocimientos culturales y especiales. La reducción de la jornada de trabajo deja tiempo libre para el desarrollo polifacético, físico e intelectual, del hombre. Desaparecerá la vieja división del trabajo que encadenaba a los hombres a una rigurosa especialidad; habiendo recibido una elevada preparación, el hombre elegirá libremente su trabajo y podrá pasar de una profesión a otra. La intelectualidad, en tanto que capa de la población, especializada en el trabajo intelectual, desaparecerá. Todo ello significará que el trabajo físico y el trabajo intelectual se habrán fusionado por completo.