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P. Gustavo E.

Jamut, OMV

ROSARIO PARA
SANAR LAS HERIDAS DEL VIENTRE
MATERNO

(Extractado del libro “Rosario para sanar las heridas del vientre materno” del P.
Gustavo E. Jamut, OMV- Ed. San Pablo)
Inicio
(+) Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor,
Dios nuestro.
(+) En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Acto penitencial:
- Por las veces que no hemos valorado el don de la vida que recibimos.
Señor, ten piedad.
- Por la veces que no hemos visto la vida de nuestros prójimos, como un
don de Dios.
Cristo, ten piedad.
- Por las veces que hemos olvidado de adorar a Dios, autor de la vida.
Señor, ten piedad
En el Primer Misterio

Contemplamos el anuncio del Arcángel Gabriel a la Virgen Santísima y la


concepción del Hijo de Dios en el seno purísimo de María.

Texto bíblico inspirador


No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a
luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús... Dijo María: "Yo soy la servi-
dora del Señor, que se cumple en mí lo que has dicho"
(Lucas 1, 30-31 y 38).
Petición:
Nos unimos con nuestro espíritu, nuestra mente y todo nuestro ser a ese
momento tan sagrado de la encarnación, y en la fe también nosotros nos
volvemos pequeños y nos refugiamos en el seno purísimo de la Virgen,
pidiéndole a Jesús y a María que nos colmen de amor; y que, con el poder
del Espíritu Santo, renueven el momento en que fuimos concebidos.
Padre Nuestro…
1. Te pedimos, Señor Jesús, que tu sangre lave y purifique el instante de
nuestra concepción de cualquier perturbación que hayamos recibido en ese
momento...

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Dios te salve, María...
2. Te entregamos, Virgen María, el temor que pudo haber sentido
nuestra madre al intuir que estaba embarazada...
Dios te salve, María...
3. Libéranos, Padre Dios, de cualquier desorden o concupiscencia
recibidos en el vientre materno...
Dios te salve, María...
4. Cólmanos, Espíritu Santo, de tu amor, supliendo el afecto que pudo
haber faltado en el momento de la concepción...
Dios te salve, María...
5. Libera, Jesús, nuestros corazones de toda falta de conciencia que
pudo haber venido de nuestros padres cuando ellos eran instrumentos tuyos
para darnos la vida...
Dios te salve, María...
6. Sana, Padre Amado, toda herida de rechazo que hayamos podido
recibir hacia nuestra existencia...
Dios te salve, María...
7. Libera, Jesús, a esa criatura de cualquier herida producida por la idea
errónea que pudieron tener sus padres de que llegó por accidente...
Dios te salve, María...
8. Apacigua y sana, Espíritu de Dios, el. corazón de esa pequeña criatura
herida, que aún habita en nosotros, por cualquier pensamiento que haya
percibido de rechazo a su existencia...
Dios te salve, María...
9. Ponemos en tus manos, Virgen Santa, a ese niño, cuya madre hacía
todo lo posible para ignorar su existencia y le negaba la atención que re-
quería desde el momento mismo de la concepción...
Dios te salve, María...
10. Te pedimos, Señor, que le regales a este(a) hijo(a), que en estos
momentos está en tu presencia, una nueva concepción...
Dios te salve, María...

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

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Jaculatoria:
Por el poder de tu encarnación, bendícenos y sánanos, Señor.

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En el Segundo Misterio

Contemplamos a la Virgen María, que embarazada de Jesús, se pone en


camino con prontitud, para visitar a su pariente Santa Isabel, quien también
está esperando a un niño.

Texto bíblico inspirador


En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la
montaña de Judá
(Lucas 1, 39)
Petición:
Virgen peregrina, nos unimos, con nuestro espíritu, nuestra mente y todo
nuestro ser, a ese momento en que te pusiste en camino para visitar a tu
pariente Isabel.
Te entregamos, en este misterio, los tres primeros meses de nuestras vidas
en el vientre materno para que sean renovados por tu amor maternal; y te
pedimos que recibas todo lo que pudo haberse producido en nosotros por
experiencias maternas de viajes, trabajo excesivo, cansancio o búsquedas
incesantes.
Padre Nuestro…

1. Te pedimos, Señor Jesús, por esa criatura que de algún modo


experimentó que sus padres querían programar su sexo. Con tu sangre,
sánala de cualquier consecuencia negativa...
Dios te salve, María...
2. Te entregamos, Virgen María, el enojo que recibimos en el vientre
materno y que pudo haberse instalado en nuestras almas...
Dios te salve, María...
3. Libéranos, Jesús, de cualquier circunstancia que nos llevó a realizar una
elección inconsciente de querer vivir con nuestras solas fuerzas...
Dios te salve, María...
4. Cólmanos, Espíritu Santo, de la aceptación que necesitamos en estos
meses de desarrollo en el vientre materno, para tener una vida
emocionalmente sana...

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Dios te salve, María...
5. Libéranos, Padre Dios, de cualquier situación que nos llevó a realizar
una elección inconsciente de muerte...
Dios te salve, María...
6. Jesús, tú sabes en qué momento exacto nuestro corazón comenzó a latir.
Pon Señor, en ese órgano que se desarrolla, toda la ternura paterna que
faltó...
Dios te salve, María...
7. Libera Jesús, a esa criatura de todo aquello que percibió como una
agresión hacia su vida y sánala de toda forma de rebeldía. Libérala de los
efectos del tabaco, el alcohol u otras sustancias que la afectaron en el seno
materno...
Dios te salve, María...
8. Apacigua y sana, Espíritu Santo, todo temor y toca el refugio que él
mismo se ha creado para no dar, ni recibir amor. Abre su corazón para que
reciba y comparta la vida en abundancia...
Dios te salve, María...
9. Ponemos en tus manos, Virgen Santa, a ese niño que habita aún en
nuestro interior, llénalo con tu delicadeza y ternura, concediéndole, con tu
maternal bendición, todo lo que ese bebé no recibió de su madre...
Dios te salve, María...
10. Te pedimos, Señor, que nos sanes de cualquier enfermedad congénita,
recibida durante esta etapa de nuestro desarrollo...
Dios te salve, María...
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Jaculatoria:
Por el poder de tu encarnación, bendícenos y sánanos, Señor.

En el Tercer Misterio

Contemplamos el momento en que la Virgen María y Santa Isabel se


encuentran, y la comunicación que existe entre los niños que ellas llevan en
sus vientres.

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Texto bíblico inspirador
María entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el
saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del
Espíritu Santo, exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu vientre!... Apenas oí tu saludo, el niño saltó de
alegría en mi seno"
(Lucas 1, 40-44)

Petición:
Nuestra Señora del Encuentro, nos unimos, con nuestro espíritu, nuestra
mente y todo nuestro ser, a ese momento en que te encontraste con tu pa-
riente Isabel.
Te entregamos, en este misterio, todos los encuentros que tuvo nuestra
madre con diferentes personas durante el tiempo de nuestra gestación.
Particularmente, ponemos en tus manos lo recibido desde el cuarto al
sexto mes de vida en el vientre materno.
Que todo lo plasmado en nosotros, durante ese tiempo, sea bendecido por
tu amor maternal.
Te pedimos que fluya hacia nosotros la alegría que experimentaron Jesús y
Juan Bautista, cuando, aún no nacidos, este último saltó de gozo en el
vientre de Isabel, en el momento en que tú y ella se encontraron.

Padre Nuestro…
1. Te pedimos, Señor Jesús, por esa criatura, a fin de que la sanes de la
tristeza y el sentimiento de abandono que recibió de su madre, pues, tal vez,
tenía una comunicación defectuosa con su esposo, o éste la dejaba a
menudo sola o estaba de viaje...
Dios te salve, María...
2. Te entregamos, Virgen María, el enojo que surgió en el vientre materno,
pues, tal vez, recibimos de nuestra madre alguna forma de agresión como
ingestión de alcohol, tabaco o drogas; quizás ella sintió vergüenza de
esperar un bebe, usó fajas apretadas para disimular el embarazo, se enojaba
con frecuencia o tenía peleas; tal vez, sufrió alguna forma de violencia,
críticas o calumnias...'
Dios te salve, María...

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3.Libéranos, Jesús, de la tristeza, la cual pudo haber tenido como origen
que nuestra mamá sufriese alguna caída o accidente, que tuviese que
realizar algún viaje no deseado o mudanza; que sufriese alguna forma de
opresión, muerte de un ser querido, peligro de aborto, enfermedad, o ver-
güenza...
Dios te salve, María...
4.Cólmanos, Espíritu Santo, de los suaves susurros de tu amor y toca
nuestra memoria auditiva de todo grito, violencia, discusión y ruidos estri-
dentes que pudieron habernos afectado...
Dios te salve, María...
5.Señor Jesús, sana nuestra memoria auditiva de cualquier frase o
conversación que se haya dicho en contra de nuestra existencia o que, de al-
gún modo, nos haya influido negativamente...
Dios te salve, María...
6.Libéranos, Padre Dios, de los efectos producidos por el rechazo que
pudimos haber recibido de nuestros abuelos paternos o maternos y sánanos
de la inseguridad en medio de la cual nos desarrollamos...
Dios te salve, María...
7. Libéranos, Jesús, de toda perturbación recibida en esos meses de
gestación. Ponemos, entre tus manos, nuestro sistema nervioso. Armoniza
todo lo que sea desequilibrio y llénanos con tu ternura y tu misericordia
Dios te salve, María...
8.Apacigua y sana Espíritu Santo, todo temor producido por los
estudios médicos que se realizó nuestra madre y cualquier forma de
agresión que hayamos sentido, a causa de las relaciones sexuales de
nuestros padres. Danos la gracia de aceptarnos a nosotros mismos y de
aceptar la propia masculinidad o feminidad...
Dios te salve, María...
9.Ponemos en tus manos, Virgen Santa, los acontecimientos que
suscitaron, en esa criatura, el disgusto y el rechazo por la vida. Libérala de
todo deseo de encerrarse en sí misma y del origen de toda forma de
egoísmo, falta de entrega y generosidad...
Dios te salve, María...
10. Te pedimos, Señor, que nos sanes de cualquier enfermedad congénita
que pudo haber afectado nuestro sistema circulatorio, los órganos
respiratorios, y cualquier otra parte de nuestro cuerpo.

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Te pedimos que sanes cualquier debilidad física recibida en la vida
intrauterina...
Dios te salve, María...

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Jaculatoria:
Por el poder de tu encarnación, bendícenos y sánanos, Señor.

En el Cuarto Misterio

Contemplamos el camino que recorrieron José y María embarazada en su


noveno mes; y su llegada al pueblo de Belén.

Texto bíblico inspirador


En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto,
ordenando que se realizara un censo en todo el mundo... Y cada uno iba
a inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de
David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de
Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que
estaba embarazada
(Lucas 2, 1-5).
Petición:
Nuestra Señora del Camino, ponemos, entre tus manos, desde los meses
sexto al noveno de lo que fue nuestra vida intrauterina y todo lo recibido
durante ese tiempo. Sana todo sentimiento de querer pedir perdón por
existir y pon, en nosotros, el deseo de tener vida en abundancia.
Te presentamos también, en este misterio, a aquellas personas que
tuvieron un nacimiento prematuro.
Padre Nuestro…

1. Te pedimos, Señor Jesús, a fin de que restaures en nosotros la


imagen paterna y materna. Corta cualquier atadura que se haya podido
producir por la muerte de algún ser querido, lo cual pudo haber

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perturbado y causado dolor a nuestra madre y que hoy nos impide a
nosotros aceptar la vida con esperanza y alegría...
Dios te salve, María...
2. Te entregamos, Virgen María, el enojo y toda rebelión que surgió en
el vientre materno, pues, tal vez, recibimos el mensaje de que estábamos
de más y comenzamos a sentirnos de sobra...
Dios te salve, María...
3. Toca, Jesús, a ese adulto que, cuando estuvo en el vientre materno,
recibió mucho dolor, ya sea porque su madre estuvo enferma o sufrió un
accidente, o porque protagonizó una pelea conyugal, o porque su mamá
descubrió una infidelidad. Sana el rechazo a comprometerse en el futuro...
Dios te salve, María...
4. Cólmanos, Espíritu Santo, del deseo de un nuevo nacimiento y de
tener vida en abundancia, liberándonos de la rebeldía y de la angustia por
el miedo de no cumplir el rol que nuestros padres esperaban de nosotros.
Toca el miedo o el rechazo a nacer que padecimos y sana cualquier herida
social o de pobreza que hayamos recibido... Dios te salve, María...
4. Señor Jesús, sana nuestra memoria y el registro negativo que en ella
pudo haber quedado por las heridas de emigración, de exilio, de humilla-
ción o de rechazo que sufrió nuestra madre...
Dios te salve, María...
6. Colocamos, Padre Dios, delante de ti, nuestra memoria afectiva,
auditiva, gustativa y táctil para que la sanes de cualquier agresión, venida
desde el exterior del santuario del vientre materno...
Dios te salve, María...
7. Libéranos, Jesús, de toda perturbación recibida en esos meses de
gestación. Toca los mecanismos de defensa que nos hayamos construido
para rechazar el amor y las bendiciones que tú quieres concedernos...
Dios te salve, María...
8. Ponemos delante de ti, Espíritu Santo, nuestro esqueleto, músculos y
articulaciones que se fueron formando en el seno materno. Fortifícalos y
sánalos de cualquier debilidad o mala formación. Pon, en nuestros
corazones, la gracia de la aceptación serena de cualquier limitación física
congénita...

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Dios te salve, María...
9. Ponemos en tus manos, Virgen Santa, a esta criatura que nació
prematuramente y sin el peso requerido. Tú, que conoces la causa por la
cual pudo expulsarse del seno materno, pídele al Espíritu Santo, a fin de
que agregue los meses que faltaron...
Dios te salve, María...
10. Te pedimos, Señor, que toques a quienes fueron niños prematuros y
que sanes la herida de abandono, la falta de ternura, y el no haber sido
alimentados con leche materna, si debieron permanecer en la incubadora.
Pon, en su corazón, un perdón por el miedo y la aprehensión materna...
Dios te, salve, María...
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Jaculatoria:
Por el poder de tu encarnación, bendícenos y sánanos, Señor.

En el Quinto Misterio
Contemplamos el nacimiento de Jesús que nos es ofrecido en adoración
por José y María.

Texto bíblico inspirador


Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y
María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo
acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el
albergue... (los pastores) fueron rápidamente y encontraron a María,
a José y al recién nacido acostado en el pesebre
(Lucas 2, 6-7 y 16).

Petición:
Nuestra Señora del Nuevo Nacimiento, ponemos en tus manos el
momento de nacer, el viaje que recorrimos por el canal uterino, las manos
que nos recibieron y las primeras horas posteriores al alumbramiento.

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Sana cualquier perturbación, miedo o efecto negativo producido durante
esos momentos.

Padre Nuestro…
1. Te pedimos, Señor Jesús, a fin de que restaures en nosotros la
autoestima y sanes nuestra identidad, si es que nuestros padres esperaban
una criatura de otro sexo y, en el momento de nacer ellos nos
transmitieron su decepción...
Dios te salve, María...
2. Te entregamos, Virgen María, a ese niño que sufrió al nacer, a causa
de un canal uterino demasiado estrecho en el cual se sintió como
aprisionado y ahogado. Sana los efectos que esto sigue produciendo aún
hoy en su vida...
Dios te salve, María...
3. Toca, Jesús, a esos niños que se sintieron agredidos por haber nacido
con el cordón umbilical alrededor de su cuello o que tragaron líquido
amniótico. Sánalos del enojo hacia la imagen materna y femenina...
Dios te salve, María...
4. Cólmanos, Espíritu Santo, del deseo de un nuevo nacimiento y, si
nacimos por fórceps o ventosas, toca nuestra memoria táctil y nuestra
cabeza; sana también la angustia y la desconfianza que pudo haber dejado
en nosotros y toca cualquier limitación que nos haya producido ese
nacimiento...
Dios te salve, María...
5. Señor Jesús, sana el vacío de ternura inicial, porque quizá nuestra
mamá, agotada por el trabajo de parto, no pudo tomarnos entre sus
brazos, y entonces fuimos puestos en una incubadora...
Dios te salve, María...
6. Colocamos, Padre Dios, delante de ti, a ese niño que nació de
nalgas, toca la angustia visceral, la rebeldía, la timidez, los signos de
asfixia y la agresión que sintió en el momento del parto, y libéralo de los
efectos que, aún hoy, influyen en su vida...
Dios te salve, María...

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7. Derrama, Señor, tu amor y tu calor en ese niño que se asustó por los
ruidos estridentes, por las luces intensas, por el frío del lugar y por las
manos extrañas que lo recibieron. Libéranos, Jesús, de cualquier miedo,
emoción negativa o enfermedad que arrastramos desde el momento de
nuestro nacimiento...
Dios te salve, María...
8. Ponemos, delante de ti, Espíritu Santo, la agresión de las
inyecciones o cualquier forma de manipulación que apuraron su
nacimiento. Libera de las secuelas y ataduras de toda adicción en aquellos
niños que recibieron la influencia de la anestesia...
Dios te salve, María...
9. Ponemos, en tus manos, Virgen Santa, a esta criatura que nació por
cesárea. Sánala, Señor, si, al no tener que esforzarse por nacer, hoy tiene
una tendencia a la pereza o se decepciona fácilmente ante las dificultades
u obstáculos...
Dios te salve, María...
10. Te pedimos, Señor, que toques a esos niños que perdieron a su madre
en el momento del parto, libéralos de la culpabilidad y de la continua
sensación de pérdida y vacío. Sana también de cualquier herida a aquellos
niños que fueron dados en adopción...
Dios te salve, María...

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Jaculatoria:
Por el poder de tu nacimiento, bendícenos y sánanos, Señor.

Oración
Espíritu Santo, llénanos de la gracia de la resurrección, para que
podamos ser una nueva criatura.
Abre nuestros corazones para saber recibir y dar amor.
Armoniza con tu amor nuestro espíritu, alma y cuerpo, reubicando
correctamente nuestras emociones, sensaciones, y sexualidad.
Llena cualquier vacío de ternura paterna o materna que podamos aún
tener.

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Danos la gracia de elegir la vida y de amarla.
Abre nuestro ser a la alegría y a la recepción del otro.
Danos un corazón que perdone con facilidad, y el deseo de
desprendernos de las frustraciones y los deseos de venganza.
Abre nuestros corazones al amor paterno de Dios y ala simplicidad de
aceptar la propia vida tal como es.
Espíritu Santo, que tu gracia abundante se derrame en nuestros
corazones y que aceptemos, en la vida, nuestro lugar de criaturas Que
sepamos reconocer los beneficios que continuamente recibimos de ti,
nuestro Creador. Amén.
Tú amas todo lo que existe y no aborreces nada de lo que has hecho, porque si hubieras
odiado algo, no lo habrías creado (Sabiduría 11, 24)

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