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RUMBO A LA UNIDAD

CON LA SANTÍSIMA TRINIDAD

NOVENA A LOS 9 COROS ANGÉLICOS

Coronilla de Salutación a los nueve Coros Angélicos…

DÍA 5
CORO ANGÉLICO: LAS VIRTUDES

MEDITACIÓN:

Dios comunicó su Fortaleza y su Poder en un grado eminente a las Virtudes


Angélicas, para que ejecutasen las cosas más difíciles y admirables, tanto en el
orden de la naturaleza como en el de la gracia.
Las Virtudes sostenidas por ellas en sus operaciones, se elevan hasta Dios, y
fijan en Él sus miradas de una continua contemplación. Y transformadas en
cierto modo en Dios, y fortificadas por Él mismo, comunican su firmeza a los
Espíritus inferiores, y hasta a todas las demás criaturas inteligentes. El amor
no tiene espera y así las Virtudes Celestiales están siempre prontas a hacerlo
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todo para la Gloria de Dios y para que se cumpla su Voluntad Soberana. Mas su
oficio no consiste solamente en consagrarse del todo en obsequio de la
Divinidad: su acción se extiende fuera de sí mismas por un celo sin límites.
Ellas imprimen a los Ángeles inferiores una energía siempre nueva para
detestar la prevaricación de los soberbios apóstatas (Ángeles caídos), y
asegurar a los fieles en el bien. Al mismo tiempo inspiran a los hombres los
sentimientos que forman las grandes almas y los corazones generosos y los
hacen dignos de Dios. Si nuestra vida es una continuación de caídas y recaídas,
hemos de rogar a las Virtudes que fortifiquen nuestra debilidad y nos obtengan
la gracia de la perseverancia.

SALUTACIÓN AL CORO ANGÉLICO

DE LAS VIRTUDES

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, sé nuestro amparo contra la


perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y
tú príncipe de la Milicia Celestial, con el divino poder que Dios te ha conferido,
arroja al infierno a satanás, y a todos los demás espíritus malignos, que vagan
por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

V: María, Reina de los Santos Ángeles

R: Rogad por nosotros.

Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu Santo Nombre; venga
a nosotros tu Reino; hágase Tu voluntad en la tierra como en el Cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del Malo. Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios Hijo, Madre Nuestra y San José, rogad por
nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo.


Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

V: Dios mío ven en mi auxilio.

R: Señor, date prisa en socorrerme.

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Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Por la intercesión de San Miguel Arcángel, y el Coro Celestial de Las


Virtudes, que Dios, Nuestro Señor nos guarde a todos sus hijos de todo
mal y no nos deje caer en la tentación. Amén.

Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu Santo Nombre; venga
a nosotros tu Reino; hágase Tu voluntad en la tierra como en el Cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del Malo. Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María,
Madre de Dios Hijo, Madre Nuestra y San José, rueguen por nosotros,
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Santo, Santo, Santo


Señor Dios de los Ejércitos.
Llenos están los Cielos y la Tierra de la Majestad de Vuestra Gloria.

Santo, Santo, Santo


Señor Dios de los Ejércitos.
Llenos están los Cielos y la Tierra de la Majestad de Vuestra Gloria.

Santo, Santo, Santo


Señor Dios de los Ejércitos.
Llenos están los Cielos y la Tierra de la Majestad de Vuestra Gloria.

Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo.


Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

ORACIÓN FINAL

Señor, Dios de las Virtudes Angelicales, por las cuales se han obrado tantos
prodigios de la naturaleza y de la gracia, yo uno mis homenajes a los que Os
rinden esos sublimes espíritus, dichosos instrumentos de vuestras maravillas.
Dadme resolución para vencer todos los obstáculos y ejecutar todo cuanto sea
necesario, a fin de que tengan debido cumplimiento los designios de vuestra
voluntad sobre mí. Haced que pueda vencer todas las dificultades que me
impiden andar por el camino de la virtud, para que ayudado de vuestros
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Ángeles siga sin detenerme por las sendas que han de conducirme a Vos, para
que un día merezcamos ser llevados ante el Trono de La Santísima Trinidad y
entremos en la posesión de la gloria, donde Os alabemos por siempre y demos
perpetuas gracias a los Ángeles, por haber conseguido con su intercesión, la
bienaventuranza eterna. Amén.

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