MESA REDONDA

«El Nuevo Código Procesal Penal en el Sistema de

Administración de Justicia Peruano»
En un contexto de reforma del Estado y particularmente de reforma del sistema de justicia, el proceso
penal surge como un tema de especial relevancia no sólo por su calidad de proceso, sino también por lo
trascendental de los bienes jurídicos que tutela y la gravedad de la propia sanción penal. La potestad sancionadora
del Estado preocupa tanto a los sujetos involucrados en el proceso como a la sociedad en general. Ha habido
varios intentos de lograr una regulación en esta materia; códigos que entraron en vigencia y luego han sido
derogados, algunos que 110 llegarón a la primera etapa, y sendas leyes especiales. Recientemente se promulgó
el Código Procesal Penal, que entrará en vigencia en el año 2006, y cuyo proceso de implementación se pondrá
en marcha. Incluso han entrado en vigencia ciertas normas para adecuar el proceso al referido cuerpo normativo.
Con el fin de adelantamos a la realidad que se acerca, los tres destacados juristas César Azabache, Víctor
Cubas y José Urquizo nos acompañan para damos algunas pautas ilustrativas del Nuevo Código Procesal
Penal y sus opiniones sobre él.

l. Las garantías del proceso penal, establecidas
expresamente en el nuevo Código Procesal
Penal y en particular aquellas con gran
incidencia en la persona del imputado como
la presunción de inocencia, la
irrenunciabilidad del derecho de defensa,
entre otras, ¿realmente constituyen un
parámetro para la actuación procesal? ¿Era
necesaria su mención? ¿cómo emparejar
norma con realidad?
Víctor Cubas: En primer lugar, gracias por la
invitación a Derecho y Sociedad para exponer algunas
ideas respecto de este interesante tema de la reforma
procesal penal. En relación a la primera pregunta, las
garantías del proceso penal previstas en el Código, en
particular aquellas que inciden sobre la persona del
imputado como presuncron de inocencia,
irrenunciabilidad del derecho de defensa, constituyen
un parámetro para la actuación procesal. Evidentemente
que sí, lo que sí hay que tener en cuenta es que estas
garantías no resultan nuevas para el sistema procesal
penal peruano. Estas garantías, en la práctica están en
vigencia -aunque no se cumplen plenamente- desde la
Constitución de 1979, en ella se estipulan los derechos
fundamentales de las personas en el artículo 2°, además
se reconoce la vigencia de los tratados internacionales
de Derechos Humanos; en ellos vamos a encontrar estos
derechos fundamentales como presunción de inocencia
e irrenunciabilidad del derecho de defensa. Lo que pasa
es que en nuestro país, en este campo procesal como en
otros campos, las reformas que debieron hacerse no se
han hecho en su debida oportunidad, o simplemente no
se han hecho, han quedado postradas. Si la norma
constitucional estaba estableciendo como aspiración
determinados aspectos, eso tenía que complementarse
dando las leyes de desarrollo. Sin embargo, no se ha
hecho esa actividad, la norma de desarrollo en lo que
respecta a este tema hubiera sido el Código Procesal
Penal, lo poco que se hizo se hizo mal, como la Ley
Orgánica del Ministerio Público que se dió y que pese
a que se señalaba que el Ministerio Público era un
órgano de persecución del delito, se recortaron las
facultades del fiscal para investigar y se le dejó sólo
una parte, que es investigación preliminar. Pero
volviendo al punto de presunción de inocencia, por
mandato constitucional, éste es un derecho fundamental
que se puede y de hecho se ha invocado directamente
pese a que no había una ley de desarrollo, igualmente a
lo que concierne al derecho de defensa. Sin embargo,
encontramos en la práctica una contradicción entre la
regulación normativa contenida en la Constitución y la
regulación del Código de Procedimientos, dos ejemplos
concretos: mientras la Constitución es su artículo 139°
inciso 14 establece el derecho de defensa como un
derecho irrenunciable, el código de procedimientos en
su artículo 21 o establece que la defensa puede ser
opcional, que el procesado al momento de dar su
declaración instructiva -a la sazón, la principal prueba
que se actúa en el proceso penal de carácter inquisitivo-
puede renunciar a la asistencia de un abogado defensor
y esto en la práctica ha determinado que un elevadísimo
número de procesos el procesado este en una situación
de indefensión, y esto porque el código de
procedimientos de 1941 estaba diseñando un proceso
penal mixto, en el que la primera etapa tiene acentuadas
características del sistema inquisitivo, y una de ellas es
la restricción seria del derecho de defensa. Esto sumado
a otro aspecto, la Constitución establece el derecho de
la libertad de la persona, en consecuencia, establece la
El Nuevo Código Procesal Penal en el Sistema de Administración ...
norma: 'nadie puede ser detenido', le da la facultad a la
policía en una sola hipótesis, fragancia delictiva. Sin
embargo, esto no se ha cumplido. En el Perú la policía
detenta, y más en el pasado, una facultad que no existía
en las disposiciones penales, de detener, y no solamente
como consecuencia de denuncias, lo que hubiera sido
menos grave, sino detener aún sin que haya un motivo
de detención: por sospechoso, por 'batida', por
indocumentado, y ésta era un seria afectación al derecho
de libertad, pero además el sistema de administración
de justicia en su conjunto es un sistema donde no se
han respetado los derechos fundamentales de la persona,
y es un sistema en el cual-hasta ahora podemos decirlo,
quizás ha disminuido, pero sigue evidenciándose esa
situación- se presenta una violación sistemática de
derechos fundamentales como el derecho a la libertad,
derecho a la presunción de inocencia, derecho de
defensa, que tiene manifestaciones en diferentes
aspectos. En la mañana he estado prestando
declaraciones nuestro amigo Wilfredo Pedraza, director
del Instituto Nacional Penitenciario, y se refiere a la
situación de los penales en el Perú, e indica que la
situación es caótica. Los centros penitenciarios son una
bomba de tiempo, el centro penitenciario Lurigancho,
que fue construido allá por el año 1964 para 1500
procesados, tiene en este momento, según las
declaraciones vertidas esta mañana, 8300 internos, sin
que este penal haya sido modificado en cuanto a la
infraestructura para tener mayor capacidad para los
internos. Entonces, esto no es sino una manifestación
de la violación sistemática de derechos fundamentales
que presenta nuestro sistema de administración de
justicia. Esto evidentemente no puede continuar así, el
nuevo código hace una regulación normativa y de esa
regulación normativa tiene que tenerse en cuenta que
realmente es un parámetro, que estas garantías son
escudos protectores que tienden a proteger la vigencia
plena de derechos fundamentales de las personas. Pero
en realidad esa situación se va a producir, si esas normas
vigentes desde el año 1980 ¿por qué habría de cambiar
la situación?. La situación no va a cambiar por que haya
una nueva ley, una reforma implica fundamentalmente
un cambio de actitudes, un cambio de paradigma, en la
mentalidad de las personas y esas condiciones son
necesarias para ser preparadas para que en el futuro,
las normas del Código sean normas que puedan
cumplirse.
José Urquizo: Con respecto a los derechos que
infieren en la persona del imputado, si parámetros lo
entendemos como límite, no es un límite, en el sentido
de que es necesario que en un proceso penal concurran
una suerte de ponderación de intereses, por un lado está
la necesidad de lograr una certeza jurídica respecto a la
existencia de un hecho típico y antijurídico, y por otro
lado, que el proceso de investigación de este hecho típico
y antijurídico sea expresión de un sistema de garantía,
y esto es lo propio de un estado de Derecho. En todo
caso, no sería un parámetro ni un límite, sino debe haber
una perfecta integración, es decir, y en esto también
puedo aludir a las palabras del Doctor Cubas, es cierto
que los cambios constituyen sobre todo en el
procedimiento ya es un dato sociológico determinado
que las personas difícilmente cambian su conducta, su
rutina, sus prácticas, por eso que el Código Procesal
Penal como cualquier código de procedimientos,
siempre resulta complejo desde el punto de vista
sociológico. En consecuencia, lo que tendría que
revisarse con la finalidad de profundizar en el sentido
de las nuevas normas está vinculado precisamente a
llenar de contenido, aunque también ese contenido está
en la Constitución pero ciertamente en la práctica
judicial, todavía existen una serie percepciones que
están vinculadas por ejemplo a la idea de presunción
de inocencia que en realidad, no tienen una secuencia
muy definida, algunas veces realmente en ese hablar de
presunción de inocencia se habla de no-aplicación de
criterios de culpabilidad, pero lo criterios de
culpabilidad que ellos utilizan, los utilizan solamente
en un lenguaje sumamente coloquial, cuando nosotros
hablemos de culpabilidad en el Derecho Penal, es una
culpabilidad jurídica, y ésta tiene una serie de opciones,
la inexigibilidad o la capacidad de comportarse
antijurídicamente, es decir, por otro lado, nos está
diciendo que a los sujetos tenemos que demostrarles
que en su hacer tenían el conocimiento de una norma
prohibitiva; y todo el contenido jurídico de la
culpabilidad siempre se está replanteando cuál es el
fundamento de la culpabilidad, por eso es que lo que
realmente ocurre es que se aplican los criterios, más o
menos rudimentario de carácter coloquial y que intentan
presentar una imagen que efectivamente en los casos
concretos estamos frente a la posibilidad de acceder a
una presunción de inocencia, pero con carácter material,
sino tiene un carácter material la presunción de
inocencia vamos a seguir en lo mismo, y si seguimos en
lo mismo, con razón la pregunta, no podría servir de
límite para nada. Entonces, ése es el sentido, hay que
dotar a la presunción de inocencia de un perfil claro,
eso lo puede hacer la jurisprudencia, y si se quiere el
legislador, algunas veces abundan ciertos criterios, pero
hay que establecerlos. Por ejemplo, se viola en mi
opinión la presunción de inocencia cuando se le
pregunta al sujeto del proceso de una manera afirmativa:
'para que diga cómo es verdad que el 27 de junio de
2000 compró un cuchillo, que luego fue utilizado para
matar a su suegra', realmente ya se está violentando,
porque se está partiendo de una premisa, donde detrás
de eso hay todo un planteamiento inculpa torio, entonces
lo que se quiere es dejar abierta la posibilidad para que
el sujeto, no sobre la base de un derecho a aislarse ni
mentir porque no existe el derecho a la mentira para
 Derecho & Sociedad
Asociación Civil
que pueda exponer sus ideas tal como quiera él
exponerlas, y eso es además de carácter constitucional,
porque parte del desarrollo constitucional estriba en el
reconocimiento del libre desarrollo de la personalidad,
el hecho de cometer un delito no lo priva de su libre
desarrollo de la personalidad; es más, en el punto de
vista general de la defensa él puede utilizar la estrategia
del silencio, la estrategia de la mentira, o puede utilizar
la estrategia de ser fiel al procedimiento y de ser fiel a
la investigación y también plantear su verdad dentro de
su contexto, es verdad que luego va a ser reinterpretada,
pero que pueda él de alguna manera colocarla en
relación a hechos objetivos o que van a quedar como
actos objetivos. Es decir, la perspectiva de la presunción
de inocencia no es una determinación, podríamos decir
que desde el proceso penal tendrá que ser una actitud
de parte de los juzgadores o de los operadores jurídicos,
en el sentido de no ver en cada persona que declara
frente a las autoridades a un criminal sino a un
ciudadano, y en la medida de ello vamos a ver a una
persona libre, con posibilidad de exponer sus ideas.
Respecto a la Irrenunciabilidad del derecho de defensa,
esto es esencial. Fíjense en la importancia, cuando
nosotros hablamos del cambio que ha ocurrido en Chile
con respecto al proceso penal, he tenido la oportunidad
de conversar con algunas autoridades vinculadas a este
tema y la perspectiva o dentro de sus perspectivas estaba
precisamente presentar a Chile como un sistema judicial
lo suficientemente compatible con los criterios de
occidente, porque era necesario hacia el exterior, saber
que la justicia en Chile era una justicia eficiente, similar
a la que se aplica en los países de occidente, y entonces
eso necesitaba ser expresamente graficado con un nuevo
procedimiento. Y de ahí que para ellos es una inversión,
que probablemente, como otras cosas que realizan, les
dé cierto tipo de frutos. Para nosotros también es una
inversión, pero de carácter social, nadie puede imaginar
hoy en día que a alguna persona se le niegue su
posibilidad de defenderse, la posibilidad de defensa no
es tampoco una defensa en un sentido coloquial: 'yo
digo sí, yo digo no, yo digo justicia', etc., sino una
defensa en el sentido material, que le provea no
solamente un abogado, sino uno que tenga capacidad
de combatir con argumentos jurídicos toda esta gama
que se le puede presentar a partir de una imputación.
Ése es el sentido, y que tenga capacidad también de
defensa, de ejercer abiertamente o de estructurar
abiertamente todo su sistema probatorio, es decir, en
ese sentido debe tener una paridad tanto del Ministerio
Público como de la defensa del imputado. Sobre la base
de esta paridad, se puede hacer una distinción que en el
plano de la realidad, sí se están dando las garantías de
que el sujeto pueda no solamente integrarse con pruebas,
sino incluso concretarlas, o agregar nuevas pruebas que
pueden ser debatidas por el Ministerio Público.
Mesa Redonda
César Azabache:La pregunta interroga sobre
cómo aparejar normas con realidad. Pero como yo lo
entiendo, las normas y la realidad no se emparejan
nunca, por el contrario la norma perdería ese
fundamento contrafáctico, valórico que supone es el que
le da posibilidad de conformar y de interactuar con ella.
Sin embargo, en esta manera de formular el problema
detrás de la pregunta hay la intuición que es de lo más
interesante, hay una intuición que se pregunta sobre
cómo hacer para que el entorno verdaderamente
existente en el que estamos operando pueda alcanzar
esos mínimos institucionales que hacen que los
procedimientos judiciales y las normas legales puedan
funcionar aceptablemente, tal vez la angustia que refleja
la pregunta tenga encartado ese sentido de inevitable
desfase dentro de lo que supone que queremos como
modelo judicial, de lo que vemos todos los días cuando
enfrentamos al Poder Judicial. Creo que también es
trágico, tan trágico que sí uno se pone a repasar la
historia política de nuestros académicos y de los
expertos, lo que van a notar después es una especie de
primavera teórica de los últimos años setenta que es un
gran mérito, los mejores cíentistas políticos están fuera
de la política y eso revela un poco el inmenso dilema
institucional con el que estamos operando ahora, dilema
además angustíante porque en esta área de
procedimientos judiciales estamos propiciando un
cambio de código y tenemos estructurado a la
comunidad académica un discurso con matices pero
bastante homogéneo sobre la bondad de lo que hemos
todos querido llamar procedimiento acusatorio, la
bondad de un procedimiento arreglado conforme a los
derechos de las personas, un procedimiento que
queremos sea transformador y modernizante, en el
sentido que se le quiera dar al término. Bueno y la
pregunta, entonces es esta, cómo nos aseguran ustedes
que esto lo vamos a hacer sí como dijo Víctor hace unos
minutos las garantías, los derechos y las estipulaciones
a lo largo de garantías y derechos están vigentes en el
Perú por lo menos de manera expresa e indiscutible
desde 1979 y hasta ahora la mitad del catálogo de
derechos que están en la Constitución corresponden a
situaciones violatorias permanentes. No es entonces
que la norma tenga que emparentarse con la realidad,
pues es imposible, sino ya no sería norma, sino una
simple discusión, pero en sí queda claro que lo que las
normas suponen como contexto institucional está
demasiado lejos de lo que tenemos a nuestros ojos.
Alguien contó una vez cuando Habermas, vino al Perú
presentó un hermoso libro de la teoría de la acción
comunicativa , uno de los profesores presentes le
preguntó cómo veía él America Latina desde la teoría
de la acción comunicativa y me cuentan que él contesto
que no la veía porque la teoría de la acción comunicativa
no se había hecho para quien vive en América Latina.
El Nuevo Código Procesal Penal en el Sistema de Administración ...
Algo de esto hay en el fondo de la pregunta, tenemos
un marco institucional que no corresponde. Pero lo que
a mí me perturba de esto es que en materia de justicia
penal en particular, el marco institucional nunca ha
correspondido y jamás lo hemos comprendido. El diseño
institucional que estaba detrás del código de
procedimientos penales de 1940 no existía cuando se
promulgó el código de 1940. Este código, además, era
producto de una contrarreforma del código de 1920. El
mismo que preveía un procedimiento de corte liberal
basado en la libertad de prueba y el criterio de conciencia
y en un proyecto de estructuración del jurado que
fracasó porque nadie lo pudo usar nunca. No se puede
usar y miren el drama en nuestra historia a lo largo del
siglo. En 1967 entró en vigencia un procedimiento que
ahora ya no es sumario, que es el que se usa para la
mayor cantidad de casos penales que se incurren en el
Perú y que no es otra cosa que la restauración del
procedimiento plenario del código de la ley de
procedimiento penal de 1863. Tanto tiempo después, lo
único que hemos hecho a lo largo de un siglo es, sin
darnos cuenta, involucionar hacia ese viejo
procedimiento, con la única diferencia de suponer que
no hay pruebas tasadas ahora en el que luego de una
investigación judicial el mismo juez que investigó abre
una audiencia, una única audiencia para escuchar parte
y sentencia. Un año de historia institucional para
terminar con un código que es lo mismo que teníamos
al terminar el siglo XIX. Un siglo de historia
institucional para no avanzar nada. ¿Quieren ver parte
del drama?. Es fácil Revisen las causales de anulación
de sentencia de la Corte Suprema listadas en el código
de procedimiento penal de 1940 y revisen la
jurisprudencia de la Corte Suprema sobre nulidad, van
a notar que la causa más frecuente de anulación de
sentencias en el procedimiento penal peruano
corresponde a una fórmula que nuestro código siempre
grafica como indebida ponderación del material
probatorio. Si la sentencia que tienen a la vista ha
ponderado indebidamente el material probatorio,
entonces la Corte Suprema la anula y devuelve los autos
para segundo juicio. Díganme, por favor, en qué parte
del código de 1940 dice que la Corte Suprema puede
anular sentencias con ocasión a una revisión del juicio
de valoración probatorio, que requiere inmediación. La
Corte Suprema no tiene inmediación porque no vió los
debates. Pasa esto entonces por volver a pensar en el
entorno institucional en que queremos poner en vigencia
el código. Yo tengo la impresión de la inexistencia la
sana y obsesiva insistencia al mismo tiempo del texto
del 2004 en recordarnos porque éstas no son normas,
son meros textos de recuerdo, cuáles son las reglas sobre
derechos que están en la Constitución, en la Convención
Americana de Derechos Humanos y en el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, lo que
contienen, para lo que están ahí es para lanzar un
mensaje y ese mensaje dice señores, no se olviden que
eso existe. Un mensaje técnicamente objetable.
Cualquier profesor extranjero dirá que para eso no son
los códigos, cualquier profesor extranjero dirá que un
código no debería tener tantas definiciones, pero un
mensaje que corresponde a la angustia que todos
tenemos respecto a lo que debemos de hacer para que
el código pueda ser puesto en vigencia e implementado
dentro de un marco institucional que por lo menos
corresponda mínimamente a lo que el código supone
como marco institucional. Y eso significa que el
procedimiento judicial tiene, señores, que estar
repensado, este proceso no va a caminar si no se
involucran en él economistas, sociólogos, antropólogos
que nos puedan decir, por ejemplo cómo vamos a hacer
para poner en vigencia un código como el que tenemos
cuando la regla de las Naciones Unidas de un juez por
cada 10000 habitantes no existe, cómo vamos a hacer
para poner en vigencia un código cuando ustedes, en
todos los lugares en los que viven, tienen cerca una posta
médica, un gobierno municipal, una comisaría, un
colegio, pero no tienen un juez; no un juez con
competencia suficiente para poder resolver las
controversias vinculadas a infracciones que ocurren
todos los días en nuestra capital.
2. El nuevo modelo del proceso penal peruano
tiene un corte acusatorio perceptible, ¿cómo
se define a la luz de este código la relación
entre fiscal y policía en la conducción de la
investigación? y, ¿cuál es el rol del juez de la
investigación preparatoria?
Víctor Cubas: Efectivamente el código procesal
penal que se ha promulgado en julio postula hacia un
nuevo modelo procesal. Lo importante de este aspecto
es que de ponerse en vigencia tendríamos en el Perú un
modelo procesal de referencia, porque si preguntamos
ahora qué modelo procesal tenemos, la respuesta no
existe. Nosotros tenemos un código del 40 que regula
un procedimiento mixto, tenemos la reforma que se hizo
en el 1969 con el proceso sumario que tiene
características inquisitivas, hemos tenido
procedimientos especiales que acentuaron esas
características. Al fin y al cabo que sistema tenemos,
entonces lo primero que habría que saludar es que el
código postula a tener una regulación en la que todas
las normas estén en función de un modelo procesal. Este
modelo procesal tiene, evidentemente, líneas rectoras:
la división de poderes, de investigación y de decisión,
entregar a órganos diferentes. El Ministerio Público es
el órgano de investigación del delito y por eso es el
fiscal el titular del ejercicio de la acción penal y del
ejercicio de la carga de la prueba. Y si al Ministerio
Público le corresponde la función de investigación, la
pregunta sería que función le corresponde al Poder
 Derecho & Sociedad
Asociación Civil
Judicial. No es pues precisamente investigar, lo cual
proscribe la figura del juez instructor. Al Poder Judicial
le corresponde la labor de decisión, le corresponde la
labor de juzgamiento, pero además tienen otra función
importante, que surge por mandato constitucional. Los
jueces son garantes de la vigencia plena de los derechos
fundamentales de la persona. En segundo lugar, un
modelo procesal de carácter acusatorio se basa en
principios, el principio de contradicción donde la parte
fundamental del proceso va a ser el debate contradictorio
y ese debate contradictorio realizado con igualdad de
armas, así como hay facilidades para que el órgano de
acusación pueda cumplir su función, de igual manera
el procesado va a tener la posibilidad de contar con una
defensa que pueda contradecir los argumentos de la
imputación. Entonces estos principios de contradicción,
igualdad de armas, irrenunciabilidad de la defensa,
separación de los poderes son, características del sistema
acusatorio. El código está poniendo en orden el desorden
reinante que hay ahora que se manifiesta en una
situación de entrampamiento que dificulta el desarrollo
del proceso penal. Las normas referente a esto también
datan de 1980, no son nuevas. Desde 1980, la
Constitución está determinando una separación de
funciones en cuanto a desarrollo del proceso penal, el
Ministerio Público como órgano de investigación y el
Poder Judicial como órgano de decisión. Sin embargo,
cuando se dió la Ley Orgánica del Ministerio Público,
después de señalar en su artículo 11 que el fiscal es
titular del ejercicio de la acción penal y en el artículo
14 que le corresponde la carga de la prueba, en el artículo
94 se hace una distorsión total y se establece que el
fiscal cuando recibe una denuncia podrá disponer una
investigación por medio de la policía o formalizar la
denuncia ante el juez instructor, pero había división de
funciones y ya la figura de juez instructor estaba
proscrita. Los jueces no tienen facultades para
investigar. Pues esto ha determinado que después del
1980 y hasta el momento tengamos una investigación
preliminar que supuestamente la hace el fiscal, pero que
en la mayoría de casos lo hace autónomamente la policía,
una investigación judicial que por razones del sistema
no la puede hacer el juez porque el conocimiento de los
hechos les llega después de haber tenido una
investigación preliminar que no está sujeto a plazo y
para la mayor cantidad de delitos no hay etapa de
juzgamiento. Entonces, tenemos un fiscal que debe
investigar, pero que no investiga; y tenemos un juez
que debe juzgar, pero que no juzga, y en la práctica
aplica penas y manda a la gente a la cárcel. Esta es una
situación de entrampamiento. El nuevo modelo tiende
a superar esta situación y coloca la investigación como
una actividad del Ministerio Público, el fiscal es la
persona encargada del desarrollo de la investigación.
El fiscal empieza la investigación desde que toma
conocimiento de la noticia criminal y debe concluir esta
Mesa Redonda
investigación decidiendo si formula la acusación o si
solicita el sobreseimiento. Luego de esto se desarrolla
una etapa intermedia, de saneamiento procesal y si se
aprueba el pedido de sobreseimiento se dictara la
resolución correspondiente o si se aprueba la acusación
en su caso se dictara el auto de procesamiento para que
haya el juzgamiento. Pero acá es importante destacar
dónde entra la función policial. La función policial debe
entrar como en cualquier país que tiene una Constitución
y que aspira a ser Estado de Derecho como un órgano
de apoyo a la labor del fiscal, la policía debe ser un
órgano técnico que presta apoyo al fiscal en la función
de investigación del delito. Creo que en nuestro país
hay una distorsión que se ha manifestado en el hecho
de que la policía investiga autónomamente, decide qué
investigar, decide qué no investigar, califica
jurídicamente el resultado de la investigación y en la
práctica es la institución que criminaliza sin ningún
control, por una serie de razones que lamentablemente
por cuestiones de tiempo no se pueden analizar.
Entonces, la policía va a intervenir en el futuro, tampoco
todo porque la policía tiene un conjunto de funciones y
atribuciones, la que interviene en la investigación del
delito es un cuerpo que puede llamarse policía judicial
o cuerpo técnico de investigaciones o cualquier otro
nombre, pero al fin y al cabo es un cuerpo de la policía
especializado que presta apoyo al fiscal en la
investigación del delito. ¿Cuál es la función que le
corresponde al juez de la investigación preparatoria?.
Básicamente está relacionado con dos aspectos. Uno,
una función de control jurisdiccional del desarrollo de
la investigación. El juez es por mandato constitucional
la única persona que tiene facultades para restringir los
derechos fundamentales, que en el caso del proceso son
la libertad y el libre uso de los bienes. De tal manera
que cuando el fiscal quiera detener, impedir la salida
del país, un arresto domiciliario, el embargo, la
incautación tiene que pedirle al juez para que decida
esas medidas. Pero después de la investigación
preparatoria, vienen otras funciones que están
especificadas en el código que es el control de la
acusación y del pedido de sobreseimiento a través de la
realización de audiencias que van a permitir que al ser
las audiencias orales desterrar esas prácticas
burocráticas y superar los problemas de carga procesal
que se manifiestan actualmente.
José Urquizo: Pues el artículo 60 de esta nonna,
dice: 'el Ministerio Público es el titular del ejercicio de
la acción penal, actúa de oficio, a instancia de la víctima.
por Acción Popular o por noticia policial. El fiscal
conduce desde su inicio la investigación del delito. Con
tal propósito, la Policía Nacional está obligada a cumplir
los mandatos del Ministerio Público en el ámbito de
sus funciones. Y el artículo 67 dice: la Policía Nacional
en su función de investigación debe, inclusive por
El Nuevo Código Procesal Penal en el Sistema de Administración ...
propia iniciativa tomar conocimiento de los delitos y
dar cuenta inmediata al fiscal. Luego dice en el punto
2: los policías que realicen funciones de investigación
están obligados a apoyar al Ministerio Público para
llevar a cabo la investigación preparatoria. Aunque esto
no es muy jurídico, lo cierto es que la policía peruana
no traslada ningún tipo de confianza desde el punto de
vista jurídico, es decir, parece muy discutible que los
juicios de valor jurídico que se establezcan a través de
los mecanismos que utiliza la policía realmente puedan
ser valorados por los operadores jurídicos. Entonces
sobre la base de esta percepción pero además sobre la
base de la necesidad de establecer garantías~ es que
aparece la presencia del Ministerio Público dentro de
la investigación. Es decir, hay una preeminencia de la
presencia del Ministerio Público en el sentido de llevar
adelante toda una investigación, en este caso de carácter
preparatorio que pueda coincidir, luego, con las
expectativas jurídicas no solamente del propio
Ministerio Público, desde una perspectiva institucional,
sino también de la persona que es objeto de la
investigación. Eso por un lado. Y, por otro lado, la
presencia del juez viene a significar un mecanismo de
control, un mecanismo al cual se tiene que recurrir en
ciertas situaciones concretas como lo ha mencionado
aquí el doctor Cubas, al referirse a la libertad, al referirse
a los bienes, al arresto domiciliario. Es decir, el juez
tendrá la potestad de definir esta situación. Esto genera,
mas o menos, un universo lo suficientemente claro, en
un tiempo también bastante moderado de cómo se debe
realmente en una situación concreta llevar adelante un
tipo de investigación de esa naturaleza. Lo importante
con las diferencias desde el punto de vista de la calidad.
Si nosotros tenemos una ligera imagen de las
instituciones que están al servicio del ciudadano, es
decir, son entes prestacionales; si se requiere que tanto
el juez como el Ministerio Público brinden un servicio
eficiente, un servicio desde el punto de vista jurídico
bastante apegado a la ley, de que no sobrepase ningún
tipo de límites y de que concedan un serie de
posibilidades a la persona que es objeto de
investigación. Pero este tiene además varias aristas,
porque también la presencia del Ministerio Público,
desde otro punto de vista, asegura la posición de la
sociedad respecto a un crimen en concreto. Es decir, la
presencia del Ministerio Público tiene que afirmar la
potencialidad jurídica del que va a percibir una acción
de esa naturaleza. Es decir, tiene que haber una cierta
congruencia para que la sociedad sepa en todo caso
frente a crímenes y además crímenes de mayor entidad,
sobre todo a aquellos que afectan los patrimonios del
resto de los ciudadanos, o aquellos que están vinculados
a los patrimonios del Estado, o que están vinculados al
patrimonio colectivo e incluso también individual, sepan
que será el Ministerio Publico, quien aplicando toda la
estructura legal va a venir y va a asegurar la presencia y
la defensa necesaria de la sociedad. Eso coloca, más o
menos, entre una perspectiva de la razonabilidad, poner
en igual posición a los intereses del sujeto que es
imputado y los intereses de la sociedad. Y todo esto
bajo el marco de un control de carácter judicial. Esto
desde otro punto de vista también tiene ventajas, porque
si por ahí aparece un exceso o aparece un defecto de la
actuación de los operadores jurídicos, esto puede a la
larga traer consecuencias que puedan simplificar la
nulidad de una serie de actuaciones que tienen esta
perspectiva, es decir, una perspectiva puramente
judicial. Entonces también cualquier ciudadano que se
encuentre en una situación, que además es una situación
conflictiva porque es un ciudadano frente a un sistema~
eso debemos nosotros asumirlo--- no se trata simplemente
de un ciudadano que se le hace una imputación y va a
discutir su imputación contra otra persona, no, es el
ciudadano contra el sistema, es el ciudadano que va a
tener que responder, por ejemplo, a la forma y además
esto ya tiene viejos hábitos de interrogar de la policía, a
esa tendencia de anular del secreto que no es reserva
sino un aparente secreto de la policía. Pues ahora ya no
es posible plantearlo, porque lo primero que tienen que
hacer es decir: fíjese usted yo le estoy imputando el
hecho de que usted el día 30 participó en un asalto a
mano armada y robó una entidad financiera, entonces
le están dando los datos concretos. Porque realmente
en el derecho penal hay una relación que además no se
puede superar es la relación y fundamento de la
imputación subjetiva y luego objetiva, que el sujeto
responde por su hecho. Y en una investigación lo que
se hace es investigar el hecho, por eso que el código
penal cuando habla no habla de culpabilidad, habla de
responsabilidad, luego de responsabilidad por el hecho,
que por supuesto luego va a ser típico y antijurídico,
sino no hay una responsabilidad, pero ese es el sentido.
Si estamos hablando de un hecho es absolutamente
inaceptable que frente a esta imputación de carácter
frontal no se le dé toda la información a la persona para
que conteste exitosamente o no conteste exitosamente,
o simplemente reconozca su responsabilidad en el
hecho. Entonces, esas son las características. Por eso
también en un plano general lo que no se acepta, por lo
menos este código ya no lo acepta, son intervenciones
del sistema de una forma sesgada, de una forma
ambigua, de una forma poco clara. Es decir, de alguna
manera existe una petición de principios: hagamos que
cualquier procedimiento que tenga las características
donde es posible la intervención de la libertad del sujeto
sea lo mas transparente posible, no transparente las
personas, sino el procedimiento, o el proceso o el
mecanismo que se utilice. Solo así la validez de este
procedimiento, o de este proceso, o de ese mecanismo
será aceptado por el resto del sistema.
 Derecho & Sociedad
Asociación Civil
César Azabache:Yo quiero complementar las
intervenciones de José y Víctor con una idea más. Al
final del día todo modelo de organización tiene sentido
en función a sus objetivos, de modo que la pregunta de
la organización es la pregunta de finalidad. Eso
significaría que habría que ponerlo en esos términos,
¿Para qué se investiga? El código tiene un mensaje claro,
para el Código se investiga - en términos de
investigación formal- para llegar a juicio, de modo que
el objeto de la investigación es la preparación del caso,
la preparación de la acusación; a partir de esa idea, tiene
menos sentido que la investigación este a cargo del fiscal
que es el que va a acusar. el objeto de la investigación
en el código es llegar a juicio. El fiscal es el encargado
de administrar el recurso del caso que tiene el Estado
que es la acción penal; como tiene que administrarlo el
fiscal tiene que asegurar que lleguemos a juicio en
condiciones exitosas, eso significa que la investigación
del delito se convierte en una contrastación permanente
entre las posibles evidencias que tengamos y las reglas
de la judicatura sobre evidencias se convierte en una
contrastación permanente entre el caso que estamos
preparando y las reglas establecidas por la
jurisprudencia respecto del tipo de asuntos que estamos
discutiendo. Si la investigación se realiza para llegar a
juicio, entonces la organización legal de la investigación
se convierte en decisiva. De acuerdo, y ¿Para qué se
investiga ahora? De alguna manera, la organización
disfuncional del procedimiento al que se refería Víctor
hace algunos momentos es uno de los vitales
componentes del sistema vinculado a los procedimientos
penales se ha ido desarrollando bajo su propia cuenta y
riesgo, ha producido disfunciones tremendas sobre la
autoimagen de los agentes y sobre las reglas de su
comportamiento, nadie sabe en este momento para qué
se investiga, de hecho investiga la policía, investiga el
fiscal, investiga el juez, ¿por qué investigan tres? ¿Cómo
pasó esto? Encuentren ustedes en el código del 1940
una sola regla que establezca como cuando y para que
debe investigar la policía, no hay. Es mas, la policía
judicial que está en el código del 1940 no existe, lo que
hoy se llama policía judicial es una oficina de capturas
y de registro, eso no tiene nada que ver con el concepto
de policía judicial mas semejante a inspectorio español
que tenia el código de 1940 en su versión original, en el
código del 40 en relación al Ministerio Público no hay
una sola regla que fije cual es el plazo dentro del cual
un fiscal puede investigar, no hay reglas de investigación
y eso significa que estamos institucionalmente
desorientados en la pregunta para qué se investiga. En
el vacío, en el silencio institucional completo, la policía
ha desarrollado su propia teoría sobre la investigación
y cree que investiga para encontrar la verdad del crimen,
¿y para qué sirve esa verdad del crimen? Como está
autoreferida, el atestado policial se ha convertido en la
investigación para SI misma, autoreferida,
•jf:i Derecho
.......
& Sociedad
Asociación C1v11
23
Mesa Redonda
auto legitimada por su propia organización interna, y eso
se refleja en un inmenso malentendido institucional que
ha provocado profundas reflexiones legales durante 20
años, que es este supuesto pretendido e inútil debate
sobre el valor probatorio de los atestados policiales.
Como la policía investiga sin referencia a la acusación,
cree que la realización de esa autonomía investigativa
se lograría si el Estado reconociera que los resultados
de una investigación policial son pruebas. Una especie
de referencia simbólica a la búsqueda de la verdad
desorientada; como la investigación policial no está
organizada en función a la acusación, la policía termina
con un atestado y chau, se acabo. ¿Alguna vez han visto
ustedes a un equipo policial que trabaje con un fiscal
en momento de la acusación? No, para que, si ya
terminaron, en la autoconstatación de su propia verdad
o contenido. Eso es desorientación y lo que el código
propone en este punto ni siquiera merece llamarse
modelo acusatorio, ahí no está el modelo acusatorio, lo
que el código propone es una simple organización
funcional en atención a fines, y ese fin es preparar la
investigación y definir la investigación en función a la
acusación.
3. El Código Procesal Penal tiene la virtud - a
decir de muchos- de delimitar claramente los
plazos, así se cuenta con un plazo corto para
las diligencias preliminares y también para
la investigación preparatoria, teniendo en
consideración la sobrecarga procesal, ¿es
posible que se respeten efectivamente estos
plazos? ¿el Ministerio Público no podría verse
muy limitado en su labor?
Víctor Cubas: El problema no es eso, el
problema es si se van a poder cumplir los plazos, la
constatación respecto a 1 actuar procesal con el código
de 1940 es que los plazos nunca se han cumplido,
cuando se introdujo como consecuencia de las normas
constitucionales de 1980 la investigación preliminar y
se dió la ley orgánica del Ministerio Público, esta tiene
dos grandes omisiones: primero, no reguló
absolutamente nada respecto a investigación preliminar,
y de tal manera que no tenemos cuál es el plazo en el
que se desarrolla una investigación preliminar. Regla
general: si es que no existe podría establecerse por la
autoridad, los fiscales efectivamente establecen en la
resolución que abren investigación para que la policía
tramite la investigación en el plazo de 30 días; es
simplemente como si no se pusiera porque nunca se
cumple. Entonces, la investigación preliminar no tiene
plazo, sí hay plazos en relación a la investigación formal,
el código cuando se refiere al proceso ordinario
establece que el plazo es por 4 meses y que puede haber
una ampliación por 2 meses, el artículo 220° establece
además que el fiscal superior puede plantear una
El N u evo Código Procesal Penal en el Sistema de Administración ....
ampliación por 2 meses para que se practiquen
diligencias que sean indispensables, de tal manera que
su plazo es regulado, el problema es que esos plazos
nunca se han cumplido, así como no se han cumplido
otros plazos, por ejemplo, plazos para que la policía
investigue, la policía sostiene que de acuerdo al mandato
constitucional, no puede investigar en 24 horas y,
efectivamente, eso es cierto; cuando ellos detienen el
plazo de 24 horas para presentar al detenido en
flagrancia ante la autoridad no es un plazo adecuado
para investigar, pero las detenciones por flagrancia son
excepcionales y la policía siempre ha reclamado que
ese plazo debe ser mayor. En el gobierno de la década
pasada se le dió un plazo mayor cuando se dictaron
decretos legislativos inconstitucionales estableciendo
que el plazo de investigación se amplía de 24 horas a
15 días, y la calidad de la investigación contenida en
los atestadas no mejoró absolutamente nada porque el
problema ahí no era de plazos sino de métodos de
investigación. En consecuencia, estos plazos procesales
no creo que van a contribuir por sí solos a dar eficacia
a la investigación, son otros los aspectos que hay que
tener en cuenta. Hay que tener en cuenta que el código
regulando una sola etapa de investigación en donde se
concentran unas diligencias preliminares que le van a
servir al fiscal si formaliza o no a la investigación y
luego una etapa de investigación preparatoria pero el
código no está estableciendo que tenga que hacerse
necesariamente en ese plazo, le da varias alternativas al
fiscal y una de ellas es dar por concluida la investigación
antes del vencimiento del plazo, entonces acá dependerá
de la actitud que adopten los fiscales en el momento en
que estén investigando más de lo que establece la ley
respecto a plazos. El código además tiene una serie de
mecanismos de celeridad que surgen de las facultades
discrecionales que les reconoce a los fiscales, de manera
tal que la sobrecarga no va a depender de los plazos
sino igualmente de la manera como los fiscales van a
actuar en ejercicio de sus funciones de investigación y
a ellos les corresponderá la responsabilidad de que
aplicando estos criterios discrecionales puedan
contribuir efectivamente a la descarga del sistema
procesal. En mi opinión, mas que regular plazos el
código lo que tiene que hacer es regular pautas claras
respecto a las facultades que tengan los fiscales para
investigar y que éstas puedan cumplirse, que los fiscales
tengan la posibilidad real y concreta de poder cumplir
con la función que se les asigna. En mi opinión, una
reforma del sistema procesal necesariamente debe llevar
una profunda reestructuración del Ministerio Público,
más que del Poder Judicial, lo del Poder Judicial se
viene como consecuencia lógica. Donde hay que poner
el énfasis especial es en el Ministerio Público, que es el
que va a hacer todo el aspecto básico de la investigación
del delito.
José Urquizo: El artículo 324 que señala la
investigación preparatoria en el proceso común ha
señalado lo siguiente: «La investigación tiene carácter
reservado. Sólo podrán enterarse de su contenido las
partes de manera directa o através de sus abajados
debidamente acreditado en autos. En cualquier
momento pueden obtener copia simple de las
actuaciones. El fiscal puede ordenar de una actuación
o documento se mantenga en secreto por un tiempo no
mayor de 20 días, prorrogrables por el Juez de la
investigación » Es decir, el término de los plazos no es
y no debe ser tampoco esencial porque habrá casos que
no requieran de una gran cantidad de tiempo para poder
ser determinado jurídicamente, por ejemplo, el supuesto
de los contratos que tiene una connotación civil, la lesión
de la conducta de las partes no parece adjetivada sino
aparece conforme a las reglas de la buena fe, no obstante
que existe un perjuicio económico, eso no requiere un
plazo de investigación mayor sino simplemente una
comprobación de carácter documental y poder
establecer ciertas reglas, así una persona invierte en la
bolsa y los primeros 3 meses tiene mucho éxito y luego
el cuarto mes le dicen que perdió casi el 90% de su
dinero, puede subjetivamente considerarse estafada, que
ha sido objeto de un engaño; sin embargo, en una
sociedad compleja como la nuestra se reconoce que este
tipo de comportamientos si no han venido adjetivados,
es decir, si no media alguna falsedad, algún engaño o
algún error, tiene que asumir el riesgo realmente de la
pérdida de su patrimonio. Esto tiene una connotación
de carácter comercial que es propio del sistema, no
requeriría mayor plazo, en realidad, la idea del plazo
está vinculada a no mantener en vilo a una persona
respecto de una situación de investigación que esté
absolutamente indeterminada. Las reglas del derecho
en general, incluso desde el punto de vista de las
medidas de seguridad, siempre reniegan de la
posibilidad de que cualquier situación jurídica que
afecte a un ciudadano sea indeterminada, ése es el
sentido. Por eso es que la mayor virtud no está en la
determinación del plazo y en todo caso se podría utilizar
como un criterio máximo, sino está en la posibilidad de
que la actitud del Ministerio Público o de cualquier
operador jurídico vinculado a una investigación de esta
naturaleza, lo resuelva conforme a las circunstancias
del hecho determinado, incluso pueden existir crímenes
de sangre que se resuelvan de una manera rápida en la
medida que se pueda rápidamente también establecer
las motivaciones y luego cómo ocurrieron los sucesos
y también colateralmente una serie de pruebas como
son saber que la persona está en un buen estado de salud
y que no se afecta básicamente su libertad. Con respecto
a la pregunta final sobre la limitación del Ministerio
Publico en su labor y el respeto efectivo de estos plazos.
Bueno la idea general es que se respeten, que todas las
 Derecho & Sociedad
Asociación Civil
normas -y eso debemos internalizarlo de alguna
manera- sean cumplidas, ése es el sentido de las normas.
Y existen mecanismos excepcionales porque realmente
los sucesos criminales como los sucesos en general de
manera social no se ajustan a un patrón determinado; la
persona ya no puede afirmar, por ejemplo en una
situación diaria, que a las doce o a la una va a almorzar
todos los días, porque mañana le dicen que tiene que
trabajar hasta las 3 de la tarde, tiene que seguir de largo,
entonces ya no almorzará a la 1 sino almorzara a las 4
aproximadamente. Y en los sucesos criminales es lo
mismo, con lo cual lo emblemático de una investigación
no está dado por el plazo, sino lo emblemático está en
la capacidad que tenga el operador jurídico de valorar
desde la perspectiva del derecho una serie de sucesos y
determinar si éstos tienen o no connotación jurídico
penal, y en ese sentido en cualquier momento se puede
cortar también la posibilidad de que se mantenga una
investigación de esta característica. En ese sentido la
idea de que se cumpla el plazo, puede sonar a un
planteamiento ideal, romántico, que en 20 días vamos a
establecer los motivos, quien realizó el hecho criminal.
Pues esa es una aspiración lógica del sistema de
investigación, lógica de un sistema jurídico penal, pero
que realmente no se refleja con la realidad, aquí
podríamos entrar nuevamente a lo que dijo el Dr.
Azabache respecto a que norma y realidad no
necesariamente se condicen, esta es la situación, por
eso es que hay que ver al plazo desde esta perspectiva,
como un límite a cualquier posible criterio de
indeterminación pero que en el plano de la realidad
concreta esto se puede limitar o se puede entender
conforme a las necesidad probatorias.
César Azabache: El Código dice plazos cuando
en realidad debería decir términos, la confusión expresa
mucho porque hasta donde yo entiendo en el tema para
los expertos en el derecho civil los plazos tiene que ver
con el modo de la organización de las prestaciones, los
términos tienen que ver con el tiempo, de modo que si
lo vemos desde el punto de vista económico los tiempos
se administran, y los términos se fijan en función a
operaciones econométricas, igual de que los precios,
ustedes se imaginan que pasaría en un mercado si de
pronto decidimos todos que los autos van a costar en
lima lo que cuestan en la práctica comparada de las
empresas matrices, de manera que el día de mañana
vamos a pagar por los autos lo que en Nueva York. Eso
sería algo así como establecer precios conforme al
estándar del derecho comparado. Yo no entiendo por
qué no lo hacemos con los precios y sí lo hacemos con
los términos, y nosotros fijamos los términos en función
a la media aceptable en el derecho comparado, pero los
términos como vengo diciendo son una función
económica, si ustedes le preguntan a un empresario
cuánto tiempo le va a tomar fabricar zapatos -claro la
Mesa Redonda
justicia no tiene que ver con zapatos-, lo que el
empresario les va a decir es que le va a tomar un tiempo
'x' que resulta de medir su capacidad instalada, su
capacidad de producción con los hilos de la demanda,
de manera tal que si tiene mas empleados lo hará más
rápido, ambas cosas: capacidad de producción e hilos
de la demanda tendrá que ver con la calidad y el tipo de
producto que se quiere elaborar. De modo que en la
constatación de que en el Perú no se cumplen los
términos procesales conlleva una pregunta: ¿Por qué
no se cumplen los términos procesales? ¿No será porque
estamos enfrentando un problema económico con reglas
legales? Ya pues, si no se cumple un término, queja al
control interno, pero ¡,Por qué no se están cumpliendo
si esto es un patrón sistemático? ¿Cómo funcionarían
los hospitales si todos decimos que vamos a crear
hospitales conforme estándares de Derecho Comparado
y no administramos la relación entre contingencia-
enfermedad y número de camas? Alberto Bínder en una
conferencia sobre el procedimiento, hablando del
tiempo, decía que organizar la justicia penal es muy
semejante a lo que haría el sector salud si decidiera que
todas las personas enfermas tienen derecho a un igual
trato hospitalario de manera tal que los hospitales se
saturen, nos olvidemos de las postas médicas, todos
vayan a grandes unidades médicas y empezamos a poner
camas en los pasillos de los hospitales, ¿eso crearía
salud? Bueno estamos creando justicia al pensar que la
organización del sistema en función al respecto de reglas
no han sido pensadas en función a la capacidad de
instalar el sistema. Cuando discutimos estas cosas lo
único que a mi queda claro es que no estamos pensando
en cuáles sistemas necesitamos para que nuestros plazos
óptimos se cumplan y no estamos pensando en dónde
es que tenemos que hacer el cambio. El sistema de
justicia penal peruano tiene un problema estructural que
es baja capacidad instalada. La media de las Naciones
Unidas es un juez penal por cada diez mil habitantes,
¿Cuántos de ustedes tienen un juez penal con
competencias completas, o sea, competencias para
controlar investigaciones policiales, sancionar, castigar,
mandar a la cárcel y absolver en los lugares en los que
viven? ¡,Cuántas veces les han robado en Hiraoka, en
Saga, en Ripley o en Wong? ¿,Cuántas veces les han
sacado la billetera del micro? Toda esa es experiencia
cotidiana del ciudadano que se enfrenta al delito, no
son los casos de corrupción, no son los casos de
narcotráfico, ahí hay menos problemas, son más fáciles
de organizar, el problema de la vigencia de la ley es el
problema de la vigencia de la ley para el ciudadano
concreto, el «ciudadano de a pie)), aquél que está
caminando en una calle de Jesús María y que ve cómo
le arranchan la cartera a una señora que va dos cuadras
más adelante. ¿Tenemos un sistema judicial penal que
resuelva ese tipo de controversias? Esas controversias,
las que se producen cuando una combi cruza de manera
El Nuevo Código Procesal Penal en el Sistema de Administración ...
intespestiva la pista y produce un accidente, esas
controversias son las que definen la imagen ciudadana
de la vigencia de la ley, y para esas controversias no
tenemos un sistema de justicia, lo que hacemos es
postergar esos asuntos y sobreacumular un sistema de
justicia que está saturado y que jamás va a cumplir
plazos mientras no se defina a sí mismo en función a
las necesidades de justicia que una sociedad que
interactúa tiene; de lo contrario explíquenme por qué
cuándo vieron por primera vez el robo de una cartera
en su barrio, pensaron en senerazgo y no en un juez.
No tiene sentido, y no va a tener sentido hasta que no
asumamos que la organización del sistema de justicia
pasa por poner las cosas en el lugar en el que se le pueda
dar atención al ciudadano. Al final del día, la justicia
penal resulta de un punto de encuentro entre las
necesidades de seguridad y las necesidades de garantía
que impidan que personas inocentes sean acusadas de
delitos que no han cometido y esto no se va a poder
hacer hasta que el sistema de justicia no se ponga al día
en ese gran retraso institucional que hizo que los últimos
40 años llegamos a tener postas médicas, sin remedios,
pero postas médicas al fin, colegios, pizarras,
municipalidades, comisarías -no hay patrulleros en las
comisarías - en los barrios de todos, y sin embargo no
tengamos un sistema de justicia penal pensado en
nuestras verdaderas necesidades.
4. Se han dado ya algunas normas procesales
para adecuarnos al sistema del Nuevo Código
Procesal Penal, que entrará en vigencia a
partir del año 2006 y por distritos judiciales
¿Le parece adecuado el planeamiento de
implementación del N uevo Código Procesal
Penal en el Sistema de Administración de
Justicia'? ¿Qué reformas considera necesaria
para lograr la efectividad real del proceso
penal'?
Víctor Cubas: Las normas del nuevo código que
van a entrar en vigencia a partir de los noventa días de
su promulgación, sería el 30 de octubre del presente
año, se refiere a las facultades de la policía que se
relacionan con control de identidad, videovigilancia, etc.
Yo aprovecharía para hacer acá un comercial. Y por
que no entran en vigencia las normas de coerción, si lo
que el código está haciendo es simple y llanamente
codificar lo que está contenido en diferentes
disposiciones, código del 1940, código del 1991 y
diferentes leyes. Y no está introduciendo ninguna
modificación a lo que ya existe. Por que no empezar a
familiarizar a los operadores con el nuevo código y de
paso derogar el código del 1991. Sin embargo, esto no
se ha hecho. Lo que corresponde al código, en cuanto a
la implementación, sobre esto se ha discutido bastante
inclusive desde el código anterior, si el código debería
entrar en vigencia en su totalidad o si el código entraría
en vigencia por distritos judiciales. Creo que siguiendo
lo que está haciendo la experiencia chilena en cuanto a
reforma, sería más adecuado que entre en vigencia por
distritos judiciales, de tal manera que se pueda un poco
establecer planes pilotos y experimentar y hacer las
correcciones correspondientes antes de que el código
entre en vigencia en la totalidad del país y en los distritos
judiciales que tienen la mayor población y que en
consecuencia tienen los mayores problemas. Pero
respecto a implementación a este momento no hay
absolutamente nada decidido. Se están haciendo los
estudios correspondientes para que la comisión de
implementación haga las propuestas del caso. Se está
pensando que, en relación a los lugares en que podría
ponerse en vigencia plena el código serían el distrito
judicial del Callao o el distrito judicial del Cono Norte.
Yo tengo noticia de que Huánuco también está pidiendo
poder entrar en vigencia, igual que Ayacucho, dado que
son lugares que tienen: Lambayeque también-una
población, digamos intermedia. No son ni muy pequeños
ni tienen tampoco la amplitud que tiene el distrito
judicial de Lima. De tal manera que sobre esto no hay
decisiones. Pero en respuesta a la pregunta, en mi
opinión la implementación está bien que se de
estableciendo planes piloto y que esto permita hacer
las correcciones del caso. De tal manera que no se vaya
a tener una situación conflictiva como consecuencia de
la aplicación generalizada del código. Pero para que se
lleve a cabo la reforma evidentemente que no es
solamente problema de modificar el código procesal,
el código procesal penal que ya está dado. Hice
referencia, en primer lugar hay que hacer un trabajo
exhaustivo de capacitación para que los operadores se
compenetren con los paradigmas, con las nuevas formas
de actuación, para cambiar la mentalidad, cte. Pero no
solamente eso. El nuevo proceso, en su primera etapa,
se va a desarrollar y la dirección de esta etapa la tiene
el Ministerio Público con el apoyo de la Policía. En mi
opinión, tiene que hacerse una reforma, una
reestructuración profunda del Ministerio Público y
también de la institución policial. La policía viene
ejerciendo funciones que no tienen amparo legal,
consideran ellos que la función de investigación es
consustancial a su actividad. Su ley orgánica regula todo
el conjunto de funciones, atribuciones, finalidades, cte.
pero en ninguno de sus artículos hace mención al
Ministerio Público. Y creo que sobre estos aspectos hay
que trabajar antes de poner en vigencia el código. De
tal manera que pueda hacerse un trabajo sobre la base
de una coordinación interinstitucional que luego no
tenga tropiezos, que pueda darle fluidez a la aplicación
del nuevo sistema procesal y que si es verdad que habrá
problemas, serán los problemas propios de la aplicación
del código, pero no precisamente de oposición de
instituciones como la policía, por ejemplo, que sostienen
 Derecho & Sociedad
Asociación Civil
que está relegada de las funciones cuando es todo lo
contrario, tiene mu~has mas facultades de las que han
estado reguladas por las disposiciones anteriores. Hay
que hacer un trabajo de coordinación interinstitucional,
hay que reformar la Ley Orgánica del Ministerio Público
y hay que reformar las normas que se refieren a la
actividad de la policía. Yo creo que son las dos reformas
fundamentales previas. Lo que corresponde al Poder
Judicial, en cambio no porque los jueces si tienen
experiencia en juzgar, que es lo que vienen haciendo.
Además de abandonar la función de investigar, que no
les corresponde. Entonces, para los jueces va a ser mas
fácil adaptarse a la reforma. En cambio los fiscales no
en todos los casos investigan, en muchos casos se
limitan a calificar burocráticamente el trabajo que hace
la policía. Y es necesario que tengan una actitud
proactiva que les permita realmente dirigir, y dirigir tiene
un significado, que no se agota teniendo a un fiscal
haciendo un trabajo de escritorio y esperando que venga
el resultado de una investigación. Es ahora el fiscal el
que tiene un rol protagónico en la investigación y por
eso es necesario establecer las normas que le permitan
cumplir esa función.
José Urquizo: Yo estoy de acuerdo con lo que
acaba de señalar el doctor Víctor Cubas, en el sentido
de que hay que integrar normativamente a diversas
instituciones. Eso está claro. La policía es un dolor de
cabeza constante. Tiene una pretensión de autonomía y
cierto rango de absolutismo en su trato. Pues se olvida
que es un trato con la sociedad civil. Es un trato bajo
paradigmas de un estado de derecho y eso tiene que
cambiar, eso por un lado; y por otro lado, el texto íntegro
del Código Procesal Penal entrara en vigencia el 1 de
febrero del 2006, y el hecho de que sea a través de
distritos judiciales me parece que denota bastante
sabiduría. En primer lugar, porque esos distritos
judiciales, de alguna manera, van a cumplir la función
de laboratorio, es decir, vamos a ver los éxitos, las
reivindicaciones, los defectos, las virtudes y luego
podremos plantear una revisión y una mejora, de eso se
trata. En un sistema democrático nunca una norma, ni
penal, ni de coerción penal, ni penitenciaria, que tienen
además la misma naturaleza, se da por acabada. La
naturaleza misma de las relaciones democráticas permite
estar en constante revisión, y eso quiere decir, hacer
ajustes necesarios cuando sea necesario hacerlo en un
contexto determinado. Y desde el punto de vista
planetario generó no solamente una gran desconfianza,
sino también unas grandes interrogantes, como a partir
de ejecuciones tutelares, aparecen mecanismos de
criminalidad de esa densidad. Entonces, sí, el sistema
democrático siempre está en discusión y rediscusión
Mesa Redonda
de todos los ordenamientos normativos, el penal es uno
de ellos. Yo lamento, que el código penal como el código
procesal se den a través del mecanismo de decreto
legislativo, porque ello no permite una mayor discusión,
aunque no ha sido en el caso concreto del código, donde
han publicado su anteproyecto y se han aceptado una
serie de proposiciones; realmente todo lo que afecte la
libertad de los ciudadanos debe ser públicamente
debatido, y además es importante que nosotros sepamos
cómo piensan nuestros legisladores respecto del
concepto de libertad, respecto de una serie de derechos
y respecto también de las instituciones que, de alguna
manera, restringen estos derechos o tienen un
comportamiento regulativo. En ese sentido, es necesario
y en aras de una mejor percepción, que se vayan
discutiendo este tipo de normas todo este tipo de normas
y tal vez se pueda extraer de una discusión de estos
niveles realmente algunos elementos valiosos que nos
permitan bajo cualquier circunstancia concluir,
reconcluir o deconstruir una situación normativa dada.
César Azabache: Yo sólo quiero agregar una
idea. He dejado de tocar un tema que para mí es clave,
y es que deberíamos avanzar a un sistema de justicia
municipal, tal vez no exactamente municipal, ¿cierto?,
pero construido en referencia a las unidades
poblacionales regulares. No puede ser, lo he dicho varias
veces y lo diga una vez más, que el Estado haya tenido
la desinteligencia de seguir el proceso de globalización
con el desarrollo de los servicios básicos: salud,
educación, seguridad ciudadana, control interno,
gobierno interior y el judicial haya quedado retrasado
cuarenta años. Insisto en la pregunta que hacía hace un
rato, ¿Por qué si hay un asalto en la esquina de la casa
de cualquiera de nosotros, pensamos en serenazgo y no
en un juez?, ¿Por qué si a alguno de nuestros hijos o a
alguno de ustedes, o de sus amigos le dan una paliza en
el parque de la esquina, pensamos en la comisaría y no
en un juez?, ¿Cuánto daño hace que en nuestros
procesos cotidianos, en lo que respecta quién tome
decisiones sobre lo justo, pensemos en cualquier cosa
menos en un juez? Tengo la impresión que el
procedimiento judicial tiene un solo objeto que es
instalar en medio de la sociedad ese ritual de afinnación
de la vigencia de la ley que es el juicio. El procedimiento
judicial tiene por objeto crear un espacio de
comunicación institucional con la gente. El
procedimiento judicial funciona cuando la gente no es
que haga lo que los juez dicen que hay que hacer, pero
tomen sus decisiones prácticas en referencia a lo legal.
¿Ustedes se han preguntado por qué, más o menos -
suelto un número al azar- siete de cada diez películas
norteamericanas tienen un juicio? ~