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Aborto: Una opinión

“Un embrión de ser humano está vivo, pero no es un ser humano ya constituido; tiene la
posibilidad de serlo, pero no lo es aún” (Diego Gracia, Como arqueros al blanco. Estudios
de bioética. Madrid: Triacastela, 20)

¿Es el aborto una decisión personal sobre el cuerpo propio o un acto de violencia ejercida
sobre una persona humana? El conflicto de la legalización del aborto ha originado un
debate centrado en el respeto a los derechos humanos fundamentales y uno de estos
derechos es el derecho de la mujer a decidir si permite que su cuerpo engendre y si el
caso es que, estando ya embarazada, decide no proseguir tal proceso, evitar sanción
jurídica.

El problema de si es justo o no tomar la decisión de abortar, tiene dos perspectivas


extremas e irreconciliables: los Pro-Vida y los Pro-Elección. No todos los defensores de la
vida, anti-abortistas, tienen iguales argumentos. Están, por una parte, aquellos que
asumen una religiosidad defensora de la vida a la cual consideran regalo divino,
equiparando al aborto con el infanticidio. En ellos se aprecian las corrientes que asumen
los argumentos del Dios del Antiguo Testamento que se regodea con la muerte del
enemigo y que son quienes diciendo proteger al bebé nonato, ponen bombas en las
clínicas abortistas y matan a médicos y enfermeras. O los que asumen al Dios de amor
del Nuevo Testamento y condenan al aborto como asesinato. Están también las corrientes
humanistas que reflexionan que al expulsar a un ser humano en gestación, se le priva de
la posibilidad futura de defender su propia vida, considerando al embrión ya como un ser
digno, que merece respeto, siendo el no nacido persona con plenitud de derechos desde
el momento mismo de la concepción.

Las corrientes Pro-Elección son también diversas y a veces antagónicas. La corriente


dominante parte del siguiente postulado: puesto que ningún derecho humano o principio
moral es absoluto, la legitimidad ética del aborto debe apoyarse en el dictamen de la
razón práctica pero la despenalización en criterios de políticas públicas en torno a la salud
sexual y reproductiva. Por ello, la razón de partida sería ética. Para algunos, en la ética de
la responsabilidad, como dice Fernando Savater: “El interés ético, es fundamentar
racionalmente la acción que elegimos en la plenitud de sentido de nuestro querer”. Hay
ahora una importante corriente de científicos que filosofan sobre estos problemas y han
constituido una nueva perspectiva denominada Bioética, que investiga cómo utilizar el
pensamiento de manera responsable para la promoción de la calidad de vida.

Las corrientes Pro-Elección definen al aborto como una interrupción del embarazo que
provoca la muerte y expulsión del no nacido cuando éste no es aún viable, siendo una
intervención humana que provoca la muerte del no nacido de forma voluntaria y
premeditada. 

Estas corrientes están de acuerdo en tres postulados: La prevalencia del derecho a la


vida e integridad física y psíquica de la madre en caso de conflicto insoluble con igual
derecho del no nacido; la prevalencia de la autonomía moral de la mujer por razones
graves como malformaciones en el feto (en donde la vida que le aguarda sería
considerada como inhumana, por sus consecuencias) o violación de la mujer,
imposibilitándole el establecimiento adecuado del vínculo de apego necesario para la
actitud maternal; el estatuto antropológico del no nacido, en donde se plantea, según la
ontogénesis del ser humano, en qué momento puede ser considerado ya con condiciones
humanas. Y finalmente, el postulado en desacuerdo: La no prevalencia de la autonomía
de la mujer sin causa grave, es decir, si la simple voluntad de la mujer es razón suficiente
para el aborto, decidiendo para su futuro. Esto es fundamental cuando la adolescente se
embaraza, y si bien hay quien dice que ese embarazo es producto de un acto de voluntad,
consciente o inconsciente, también es cierto que los mecanismos neurológicos de
contención de los impulsos, en la corteza orbitofrontal, aun no han madurado en ella lo
suficiente como para detenerla cuando la excitación ha sobrepasado su umbral de
tolerancia. Es por esta razón que considero que en tal acto no pudo haber aun la plenitud
de sentido de su querer, por lo tanto, ese embarazo no fue un acto pleno, consciente y
voluntario. En lo que hay acuerdo general es en la idea que el aborto no puede verse
como un método anticonceptivo ni debe ser banalizado. Pero la discusión seguirá por
mucho tiempo más y tal vez en algún momento haya madurez en las partes para discutir
el tema objetivamente, con cordialidad y respeto.

Bibliografía:

-http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/a-favor-del-aborto-una-opinion-1419827052.
El aborto

El aborto es la interrupción de forma espontánea o provocada del embarazo y puede


darse con o sin asistencia médica. A continuación expondré una serie de argumentos
para demostrar que el aborto no es tan bueno como parece y que es el asesinato de una
persona, aunque ésta no esté aún formada en su totalidad.

En primer lugar, las intervenciones que se llevan a cabo para abortar comportan muchos
problemas de salud para la mujer que aborta. En la interrupción forzada del embarazo la
mujer se expone a una perforación del útero o incluso a quedar estéril. Este último
incidente provocaría que dicha mujer no pudiera quedarse embarazada más adelante.

Muchas personas ven con buenos ojos que la mujer aborte en caso de violación. El aborto
también es un crimen aunque el embarazo sea un caso de violación. El niño o niña que
está en gestación dentro del vientre de su madre no debe pagar por el crimen que su
padre cometió. Además, si la madre no se ve capaz de criar al hijo de su agresor, puede
darlo en adopción, y así hacer feliz a alguna pareja que desee tener un hijo y no pueda
por sus propios medios.

Otros defienden que el aborto es un derecho. Esto es mentira, no existe ningún artículo en
la declaración universal de los derechos del hombre de las Naciones Unidas en relación al
“derecho al aborto”. El derecho que sí se especifica en dicha declaración es el “derecho a
la vida”. Al practicar un aborto este último derecho es totalmente violado.

El aborto no debería permitirse ni en las primeras semanas del embarazo, ya que en sólo
dos semanas el embrión está totalmente implantado en el útero. A las tres semanas,al
feto se le empiezan a formar los ojos y el cerebro y pocos días más tarde, ya le latirá el
corazón. Un feto tan desarrollado se puede considerar prácticamente un ser humano.

El aborto comporta muchos riesgos y tiene unas importantes consecuencias, tanto físicas
como psicológicas. El aborto es un asesinato y la forma más fácil de evitarlo es tomando
precauciones en las relaciones sexuales. Con un poco de responsabilidad se puede
acabar con las situaciones que pueden conducir al crimen del aborto.

Bibliografía:

-https://cuaderno3.wordpress.com/2012/02/04/texto-argumentativo-

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