El vínculo jurídico determinante del parentesco establece una verdadera relación
alimentaria, que se traduce en un vínculo obligacional de origen legal (art. 499, Cód. Civil), que exige recíprocamente de los parientes una prestación que asegure la subsistencia del pariente necesitado. Es conveniente anticipar que, en punto a alimentos, existen tres ámbitos distintos que es menester considerar. A-RELACIÓN ALIMENTARIA ENTRE PARIENTES EN GENERAL: Se trata de un deber asistencial acotado a lo que el pariente mayor de edad requiere exclusivamente para la subsistencia, habitación y vestuario correspondiente a su condición, y lo necesario para la asistencia en las enfermedades (art. 372). Pero el pariente que pide de otro alimentos con este alcance, debe probar que carece de los medios para procurárselos por sí mismo, y que no le es posible adquirirlos con su trabajo (art. 370). B-RELACIÓN ALIMENTARIA ENTRE LOS PADRES RESPECTO DE LOS HIJOS MENORES DE EDAD: En este caso se trata de un deber asistencial mucho más amplio, ya que los padres deben a sus hijos menores una prestación que comprende todo lo necesario no sólo para su alimentación propiamente dicha -como en el caso de los parientes-, sino también los gastos de educación, habitación, esparcimientos, etc.. de acuerdo a la condición y fortuna de aquéllos (arts. 265, 267, 271 y concs., Cód. Civil). C- LA RELACIÓN ALIMENTARIA ENTRE LOS CÓNYUGES: Deber asistencial recíproco en sentido amplio determinado por el nivel económico del que goza la familia, en base a los recursos de ambos esposos. La asistencia entre cónyuges, amén de los contenidos no económicos que involucra (ayuda mutua, colaboración, apoyo afectivo), exige que ambos coparticipen de un nivel de vida acorde con las posibilidades económicas del matrimonio (arts. 198, 207 y concs., Cód. Civil). CARACTERES DEL DERECHO ALIMENTARIO El derecho a percibir alimentos -y la correlativa obligación de prestarlos- deriva de una relación alimentaria legal, de contenido patrimonial, pero cuyo fin es esencialmente extra-patrimonial: la satisfacción de necesidades personales para la conservación de la vida, para la subsistencia de quien los requiere. De ahí que, si bien el objeto del crédito alimentario es patrimonial –dinero o especie-, la relación jurídica que determina ese crédito atiende a la preservación de la persona del alimentado, y no es de índole económica (en la medida en que no satisface un interés de naturaleza patrimonial). PARIENTES OBLIGADOS: El art. 367 del Cód. Civil señala entre quiénes existe obligación alimentaria tratándose de parientes por consanguinidad, estableciéndose el orden de prelación de los obligados, que resulta ser el siguiente: A-en primer término se deben alimentos los ascendientes y descendientes, y entre ellos preferentemente los más próximos en grado o, a igualdad de grados, los que estén en mejores condiciones para proporcionarlos B- en segundo término, los hermanos y medio hermanos Entre parientes por afinidad, el art. 368 del Cód. Civil obliga por alimentos a quienes están vinculados en primer grado, ello es el suegro y la suegra respecto del yerno o la nuera y el padrastro o madrastra respecto del hijastro o hijastra, sin interesar que sean matrimoniales o extramatrimoniales. La jurisprudencia ha entendido que los parientes por afinidad sólo se deben alimentos entre sí en caso de que no haya consanguíneos en condición de prestarlos. También el demandado podrá pedir el rechazo de la acción contra él dirigida sosteniendo y probando, en el mismo juicio de alimentos, que hay otros parientes de grado preferente en condiciones de atender a la prestación alimentaria, en cuyo caso la demanda será rechazada, ya que para dirigir la acción a un pariente de grado más remoto el actor debe demostrar que el pariente de grado más próximo no está en condiciones de aportar alimentos; por ejemplo, la madre del menor debe hacer esta demostración respecto del padre para poder dirigir la acción contra el abuelo. OBLIGACIÓN ALIMENTARIA DE LOS PADRES RESPECTO DE LOS HIJOS MENORES Las disposiciones legales que consideramos aquí no atañen al deber alimentario que pesa sobre los padres respecto de sus hijos menores. En efecto, durante la minoridad, rige la obligación asistencial emergente de la patria potestad cuya amplitud está determinada por los arts. 265, 267, 268 y concs. del Cód. Civil. Lo cual no obstará a que, en caso de indigencia de los padres, los demás parientes consanguíneos deban, si se les reclama y tienen capacidad económica, cumplir la obligación que deriva del art. 367. Pero esta obligación es subsidiaria de la emergente de la patria potestad. RECIPROCIDAD DE LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA ENTRE LOS PARIENTES OBLIGADOS. El art. 367 in fine establece que la obligación alimentaria entre los parientes es recíproca. Obviamente, tal reciprocidad rige exclusivamente en el ámbito determinado por los arts. 367 y 368 -parientes por consanguinidad y por afinidad, respectivamente-, pero no es aplicable a la prestación de alimentos debida por los padres a los hijos menores de edad que están bajo su patria potestad. EL DERECHO A LOS ALIMENTOS ES INALIENABLE E IRRENUNCIABLE El art. 374 impide que el derecho a la prestación alimentaria pueda ser objeto de transferencia por actos entre vivos, lo cual podría operarse mediante la cesión. El art. 1445 corrobora este carácter inalienable, estableciendo que no puede ser cedida la acción fundada en derechos inherentes a las personas, y el art. 1453 prohíbe la cesión del derecho a alimentos futuros. Cabe observar que la inalienabilidad afecta al derecho a los alimentos que constituye el fin de la relación alimentaria legal, pero no al objeto de la prestación, una vez actualizado el derecho. La irrenunciabilidad también resulta del art. 374, en su segunda parte. Pero, con la misma advertencia hecha en el apartado anterior: lo irrenunciable es el derecho a los alimentos, no el cobro de las cuotas ya devengadas. De ello, y como consecuencia, se infiere la imprescriptibilidad del derecho alimentario, aunque estén sujetas a prescripción las cuotas devengadas y no percibidas (art. 4027, inc. Io, Cód. Civil). REQUISITOS DE LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA La obligación alimentaria se actualiza sobre la base de la necesidad del pariente que solicita los alimentos y también en función de las posibilidades económicas, o "pudiencia", del pariente que debe satisfacerla, ya que los alimentos no podrían exigirse, en desmedro de las propias necesidades del demandado. Es importante advertir, sin embargo, que en esta materia debe distinguirse el caso de la obligación asistencial derivada del ejercicio de la patria potestad, es decir, la que se impone a los padres respecto de los hijos menores. En este caso, la obligación es amplia: comprende la crianza, el lugar para vivir, la educación de acuerdo con la condición y fortuna de los padres, los gastos de esparcimiento, la atención de los suministros hechos por terceros, la asistencia en las enfermedades, etc. (arts. 265, 267, 269 y concs.). 1-NECESIDAD O FALTA DE MEDIOS: Se traduce en un estado de indigencia, o insolvencia que impide la satisfacción de los requerimientos alimentarios. Lo fundamental es que se carezca de medios económicos que permitan sufragar las necesidades. 2-IMPOSIBILIDAD DE OBTENERLOS CON EL TRABAJO: Aunque el pariente que solicita alimentos careciese de medios económicos, si está en condiciones de obtenerlos con su trabajo, no procederá fijar a su favor una cuota alimentaria. Debe rechazarse la pretensión de quien no justifica en forma alguna hallarse, por razones de salud u otra cualquiera, impedido para adquirir los medios de subsistencia con su trabajo personal. No bastará invocar la falta de trabajo, sino que habrá de acreditarse la imposibilidad de obtenerlo. 3-INDIFERENCIA DE LA CAUSA: No interesa a la ley el motivo determinante que ha conducido al pariente que solicita los alimentos a su estado de indigencia, aun cuando se tratase de su prodigalidad anterior, gastos excesivos u otras circunstancias que se imputen a imprevisión o mala administración. Sin embargo, no puede convalidarse el ejercicio abusivo de este derecho. 4-POSIBILIDADES DEL ALIMENTANTE: la cuota de alimentos se fijará teniendo en cuenta las necesidades del alimentado y las posibilidades económicas del alimentante, para que tenga una razonable proporción con los ingresos de éste y el nivel de vida de las partes. Pero por elevados que sean los ingresos del alimentante, igualmente la cuota del pariente se limitará al monto que se requiera para cubrir las necesidades que resulta indispensable satisfacer, La carga de probar los ingresos del alimentante pesa, en principio, sobre quien reclama alimentos. IRREPETIBILIDAD DE LOS ALIMENTOS PAGADOS El art. 371 consagra el principio de que los alimentos pagados por uno de los obligados no son repetibles contra otros parientes, aun cuando éstos hubieran estado obligados también a abonarlos en el mismo grado y condición. Vale decir que la obligación de prestar alimentos no es solidaria. EXIGENCIA DE CONTRIBUCIÓN La disposición del art. 371 no excluye, sin embargo, la posibilidad de que el condenado a pagar alimentos o el que los abonó voluntariamente, exija de otros parientes obligados en igual grado que contribuyan al pago de la pensión, pero exclusivamente en lo que se refiere a las cuotas futuras. EXTENSIÓN DE LA CUOTA La prestación comprende, no sólo la satisfacción de las necesidades vinculadas a la subsistencia, sino también, las más urgentes de índole material -habitación, vestido, asistencia en las enfermedades, etc.- y las de orden moral y cultural indispensable, de acuerdo con la posición económica y social del alimentario. GASTOS ORDINARIOS Y EXTRAORDINARIOS La cuota se fijará para atender a los gastos ordinarios, o sea los de carácter permanente, que necesitan el periódico aporte del alimentante; así, los gastos de subsistencia, habitación y vestido, los de educación, y los que son indispensables para una vida de relación razonable, quedando excluidos los que se denominan superfluos o de lujo. Pero también podrá fijarse cuota especial, por reclamación autónoma, para atender a gastos extraordinarios, tales los de asistencia médica, farmacia, internaciones, mudanzas, funerarios por sepelio del alimentado, provisión de libros de estudio en determinada época del año, etcétera. INTERESES QUE DEVENGA LA CUOTA ALIMENTARIA Desde que se notifica la reclamación judicial de los alimentos se produce la mora del obligado (cfr. art. 509, Cód. Civil). Si la condena comprende el pago de mensualidades, se reputará que dichos pagos debieron efectuarse mes a mes, desde la notificación de la demanda de alimentos, aunque la sentencia se pronuncie posteriormente. MEDIDAS PARA ASEGURAR EL CUMPLIMIENTO Uno de los problemas más graves en torno de la cuestión alimentaria es el incumplimiento de las prestaciones, que en la práctica se presenta con demasiada frecuencia, creando gravísimos problemas al alimentado, segúnlo enseña la experiencia tribunalicia. SANCIONES CONMINATORIAS Es posible disponer, y nuestros tribunales así lo hacen, sanciones conminatorias conforme al art. 666 bis del Cód. Civil, a efectos de compeler al cumplimiento de la cuota, estableciendo el pago de determinadas sumas de dinero, en beneficio del alimentado, por las demoras que se vayan produciendo DELITO DE INCUMPLIMIENTO DE LOS DEBERES DE ASISTENCIA FAMILIAR Por cierto, también debería representar un elemento de eficacia relevante como para compeler al cumplimiento de la cuota alimentaria, la posibilidad de ser condenado penalmente de conformidad a lo establecido en la ley 13.944, que sanciona el incumplimiento de los deberes de asistencia familiar. OTRAS MEDIDAS Se han previsto otro tipo de medidas tendientes a disuadir al obligado. Una de ellas es la creación de registros públicos de deudores morosos -en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la ley 269 creó el Registro de Deudores Alimentarios Morosos dependiente de la Secretaría de Gobierno-, en los cuales se inscriben por orden judicial a quienes adeudan total o parcialmente tres cuotas alimentarias consecutivas o cinco alternadas. La baja de la inscripción debe hacerse, también, por orden judicial. EMBARGO DE SALARIOS, JUBILACIONES Y PENSIONES De acuerdo con la ley 14.443, los salarios, jubilaciones y pensiones sólo pueden ser embargados hasta el 20% del importe mensual, y aún este porcentaje disminuye si aquéllos representan cifras de muy escaso monto. Pero tales límites no rigen cuando a través del embargo se pretende cobrar alimentos. PRESCRIPCIÓN El art. 4027, inc. Io, del Cód. Civil, establece que se prescribe por cinco años la obligación de pagar los atrasos de pensiones alimenticias. De manera que esta disposición extinguirá, si el obligado opone la defensa, el ejercicio de la acción tendiente a hacer efectivas cuotas alimentarias vencidas cinco años atrás, ante el reclamo de cobro de las cuotas atrasadas, crea la presunción de que al alimentado le fueron innecesarios si ha transcurrido un lapso considerable desde que se debía pagar hasta el momento del reclamo. CONVENIOS EN MATERIA DE ALIMENTOS. El art. 374 del Cód. Civil dispone que la obligación de prestar alimentos no puede ser objeto de transacción. Pero ello no impide que las partes determinen convencionalmente el monto de la cuota o el modo de suministrar los alimentos. Este convenio tiene validez provisional y puede ser denunciado no sólo por la alteración de las circunstancias tenidas en cuenta al otorgarlo, sino también por ser manifiestamente injusto. A- El convenio, aun extrajudicial, puede ser ejecutado judicialmente, ya que mientras no sea modificado tiene el mismo valor que la sentencia que fija la cuota de alimentos. B- La modificación del pacto debe ser requerida por la vía incidental, en el ordenamiento procesal nacional (art. 650). Resultan, así, erróneas las decisiones judiciales que imponen el trámite del juicio de alimentos por negarle el carácter de sentencia. La cuota pactada debe continuar pagándose hasta su modificación por la sentencia recaída en el incidente. C- Aunque sea impugnado, el convenio puede valer como confesión extrajudicial de los recursos del alimentante, sin perjuicio de que la prueba producida en el proceso de impugnación justifique su alteración. MODIFICACIÓN, CESACIÓN Y CONTRIBUCIÓN El art. 650 del Cód. Procesal -igual que el art. 647 del de la Provincia de Buenos Aires- dispone que "toda petición de aumento, disminución, cesación o coparticipación en los alimentos, se sustanciará por las normas de los incidentes en el proceso en que fueron solicitados. Este trámite no interrumpirá la percepción de las cuotas ya fijadas". La sentencia que condena a la prestación de alimentos no produce cosa juzgada material y, por lo tanto, puede ser modificada posteriormente si varían las circunstancias de hecho -"necesidad" del alimentado o "posibilidad económica" del alimentante- que se tuvieron en cuenta al pronunciarla.