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Jueves

Sale el sol - Jesús Cabello

Somos al principio indefensos y pequeños.


Somos vulnerables y de otros dependemos.
Crece el corazón
con la suavidad de tus cuidados.
Luego en primavera nos desbordan los deseos.
Todos batallamos contra miedos y complejos.
Hoy tu comprensión
será para mí un gran regalo.

SALE EL SOL
CADA DÍA PARA TODOS.
EL AMOR
DA LA VIDA A MIS OJOS.

Cuando maduramos el trabajo mina el tiempo.


Vemos el futuro como miles de proyectos.
La preocupación
puede que me aleje de tu lado.
Duro es el camino cuando llega el invierno.
Guardo en mi memoria historietas y recuerdos.
Ya todo pasó, ahora necesito tus abrazos.

SALE EL SOL
CADA DÍA PARA TODOS.
EL AMOR
DA LA VIDA A MIS OJOS.

Cada gesto regalado,


cada egoísmo superado,
pone alas a mi alma
y es consciente

de que el tiempo pasa.


SALE EL SOL
CADA DÍA PARA TODOS.
EL AMOR
DA LA VIDA A MIS OJOS.

Poema de Mario Benedetti


Antífona: No dejen que nos maten el amor

¿Qué les queda por probar a los jóvenes


en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes


en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes


en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.

Antífona: No dejen que nos maten el amor

EVANGELIO - Lc. 6, 27-36


Jesús dijo a sus discípulos:
Yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a
sus enemigos, hagan el bien a los que los odian.
Bendigan a los que los maldicen, rueguen por
los que los difaman. Al que te pegue en una
mejilla, preséntale también la otra; al que te
quite el manto, no le niegues la túnica. Dale a
todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se
lo reclames.
Hagan por los demás lo que quieren que los
hombres hagan por ustedes. Si aman a aquellos
que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque
hasta los pecadores aman a aquellos que los
aman.
Si hacen el bien a aquéllos que se lo hacen a
ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen
también los pecadores. Y si prestan a aquéllos
de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen?
También los pecadores prestan a los pecadores,
para recibir de ellos lo mismo.
Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten
sin esperar nada en cambio. Entonces la
recompensa de ustedes será grande y serán
hijos del Altísimo, porque Él es bueno con los
desagradecidos y los malos.
Sean misericordiosos, como el Padre de
ustedes es misericordioso.
Palabra del Señor.

Oración final
Padre misericordioso aceptar tu amor es una
tarea necesaria para poder amar sin
distinciones. Ponemos nuestro este deseo en
tus manos.
El camalotal - Tonolec + Teresa Parodi

Camino del río


Que te lleva lejos
Rumbo a la corriente
Vas corazón del
Camalotal
Verde tu mirada
Recorren las aguas
Que en un zurco abierto
Dejé mi piel
Bajo un palmar
Del arbol de tus amores
Yo seré la rama que se
Cortará
Yo seré tu nido
Seras mi ventana
Y en cada mañana
Volveré junto al camalotal
Yo seré del viento
Serás del sol
Yo el agua crecida en tu corazón
Como el río quieto
Zurcaré tu amor
Si de tus suspiros ya no sabré
Por qué lastimarse
Castiga cruel
Y así en el olvido
Te recordaré
Yo soy del viento
Serás mi amor
Por un momento el camalotal
Y así el río
Nos llevará
Camino del río
Que te lleva lejos
Dejaste tu piel y tu llanto
Junto al viejo palmar
Verde tu mirada
Reflejo del agua
De un corazón triste
Fuiste culpable
Ay camalotal
Lamento de los palmares
Lluvia milagrosa
Canto del zorzal
Del manto de tu mirada
Ya no queda nada
Ay camalotal
Yo seré tu nido
Serás mi amor
Yo el ave que encuentra
Su resplandor
En tus ojos claros
Admirando voy
Si de tus suspiros ya no sabré
Por qué lastimarse
Castiga cruel
Y así en el olvido
Te recordaré

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