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Por: Melany Loreth Palomino Marriaga Para: Numas Armando Gil Olivera

Antes de empezar mi intento de interpretación sobre un libro,


o mejor dicho de las dos primeras partes iniciales de texto
(Prologo e introducción) la Fenomenología del espíritu se me
hace pertinente aclarar, que durante la creación del libro,
Hegel tuvo contratiempos de edición con el título del libro,
por enviarlos apresurados y un poco enredados, debido a la
invasión de Napoleón con su ejército y la inminente guerra
que se avecinaba en donde estaba, por lo cual su editor se
confundió y el libro Fenomenología del espíritu además de
recibir el anterior nombre se llamó Ciencia de la experiencias
de la conciencia (La explicación entorno a la relación entre estos dos nombres). Además que
Hegel es un filósofo que peleaba con todos sobre todo con Kant y los idealistas alemanes
antecesores de él.

Ahora sí, teniendo claro el contexto del desarrollo del libro y sus relaciones con otros filosofa,
vamos a hondar en el nombre del libro, fenomenología, que deriva de fenómeno que el
alemán es phänomen que además de traducir fenómeno, va a ser una dialéctica de dos
términos que filósofos como Kant distinguían muy bien, y son Erscheinung y Schein (Son
términos de origen latín utilizados en el idioma alemán), los cuales traducen lo manifestó
(Erscheinung) y apariencia (Schein), estos dos términos coexisten por separado pero como
Hegel es un superador del dualismo, ya que él va a decir que lo manifestó y la apariencia

1
guardan una relación y existen dentro de la conciencia, pero ¿Cómo así si supone que van
separados? Pues bien, se supone que existe una dualidad entre conciencia y objeto, en donde
va dirigida a un objeto como por ejemplo un sujeto X se encuentra viendo un objeto Y, la
conciencia del sujeto X va a estar sobre el objeto Y, y este objeto Y se va a convertir en un
objeto de la conciencia, y torpemente vamos a creer que los objetos de nuestra conciencia
son reales y no los ponemos en duda, a lo que Hegel va a refutar que nuestra conciencia
contiene una autoconciencia, por ejemplo: vemos desde lejos a una persona igual a la que
conocemos y creemos que es esa persona pero a medida que nos vamos acercando vamos
dudando de si es esa persona, hasta que nos damos cuenta que no es esa persona que creíamos
conocer, o sea en un monto nuestra conciencia se da cuenta de que el objeto no es el objeto
en sí, sino el objeto para nuestra conciencia, lo que en términos hegelianos es lo que
inicialmente era el objeto en sí, el objeto verdadero, empieza a ser reconocido simplemente
como un objeto para mi conciencia, dejando atrás una conciencia dogmática (Una conciencia
segura de lo que sabe) y comenzando una conciencia escéptica (Una conciencia que duda).

Además de esto, Hegel va a modificar y fuertemente a criticar a sus antecesores, en cuanto


que el conocimiento no es algo que simplemente ponga a la conciencia en contacto con un
objeto, o sea el dualismo de conciencia – objeto, que es sujeto – objeto, por eso Hegel con su
dialéctica va a refutar y a decir que lo manifestó y la apariencia están en la conciencia (La
conciencia no tiene forma de ir más allá de sí misma, detrás del mundo y tener acceso a las
verdades absolutas) y esa es la forma de acceder al conocimiento absoluto. Esto es algo que
se logra por medio de un camino muy tortuoso1 que va desde lo más ingenuo, a lo más claro;
y eso es lo que llama Hegel la experiencia de la conciencia, que en palabras de Hegel es el
constante movimiento dialectico, o sea, una conciencia que se va autocorrigiendo.

Retomando la relación entre los dos nombres que tenía el libro, radica en que justamente
fenomenología significa eso, ciencia de la experiencia de la conciencia, dicho de otro modo,
las distintas etapas por las que transita la conciencia desde el saber más ingenuo acerca de la
realidad, hasta el saber más claro, guiada por autocorrecciones constantes. Y es que para
Hegel la conciencia únicamente puede tener acceso a lo que está contenido en ella misma.

1
Lo que me hace recordar a la Ítaca de Odiseo, en lo que importa es el viaje, en otras palabras, la experiencia
que se adquiere a través de diferentes derrotas y superaciones.

2
La conciencia no puede salir de sí misma, como para tener una contemplación directa de lo
absoluto, y por eso Hegel se burla de las formas de pseudoconocimiento como el de los
psíquicos, religiosos, y entre otros, que con sus saberes mágicos nos ponen en directo con el
todo.

Para Hegel la única forma de conocimiento es a través del concepto, el concepto constituye
los contenidos de la conciencia, y es aquello en lo que la conciencia cree y aquello que tiene
que ser corregido por la conciencia, mediante una labor escéptica permanente, lo que
significa un movimiento dialecto constante. El movimiento dialectico es sinónimo de la
experiencia, por lo que nuestro conocimiento y nuestra conciencia son falibles, implicado así
la salida de una actitud dogmática y entrar no solo a una actitud escéptica sino a una actitud
crítica.

Bibliografía

Hegel, G. (1985). Fenomenología del espíritu. Recuperado de https://doc-08-04-apps-


viewer.googleusercontent.com/viewer/secure/pdf/6fn946cjqftmcgdpbpki2b37hurh6knc/lkb
hkf0lsroib9lgie31h8dbddul0ij9/1591065675000/drive.

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