Está en la página 1de 8

tícalo hasta que experimentes «satisfacción», término que significa

«suficiente-acción».

Sólo las personas que se atreven a ir demasiado


lejos logran descubrir hasta dónde pueden llegar.
T. S. Eliot

Paso 4: Identificar lo que no funciona

Una vez que te has puesto en contacto con tu propósito y misión, que
has definido en detalle los objetivos para todas las áreas de tu vida
y los has visualizado a diario, seguramente también pasaste al paso
3, la acción. Un paso fundamental que hará que tus objetivos dejen
de estar sólo en tu mente y empiecen a plasmarse en la realidad. A
veces el resultado de tus acciones te dará señales concretas de que
vas por buen camino: resultados económicos, comentarios positivos
de otros, sensaciones propias de bienestar, nivel de felicidad aumen-
tado… Otras veces los resultados te darán otro tipo de feedback: el
que menos nos gusta recibir, el que nos muestra que es momento
de cambiar la estrategia, modificar el rumbo, aumentar la cantidad
de acciones, pedir ayuda… Entonces es momento de pasar al paso
4: identificar qué es lo que no está funcionando para poder salir del
estancamiento.
A nadie le gusta que la vida le de un feedback negativo, pero éste
suele contener información valiosa a la que sólo podremos acceder
si sabemos cómo analizar la situación.
El primer paso consiste en estar muy conectados con el presente,
con lo que está sucediendo y con los resultados que vamos obte-
niendo. A veces estamos tan capturados por la vorágine de nuestras
acciones, por el hacer, hacer y hacer que no nos detenemos a pregun-

310 Desafiando imposibles

ANDRES-Desafiando imposibles.indd 310 3/11/13 12:16 PM


tarnos si las decisiones que estamos tomando nos están acercando a
la meta. Cuando estamos realmente presentes y conectados con los
resultados de nuestras acciones, tendemos a estar atentos y a percibir
rápidamente la información que nos viene del entorno. No operamos
mecánicamente como un robot que tiene que ejecutar comandos,
pero muchas veces, frente a resultados no deseados, nos comporta-
mos de otra manera: negando la realidad.

Cómo evitar negar la realidad

«Muchas personas, cuando ven hechos que no se corresponden con


lo que esperaban, lo toman como una señal para desconectarse de
la realidad y desaparecer mentalmente de la situación. La premisa
implícita detrás de este mecanismo de negación es pensar: aquello
a lo que yo elijo no prestar atención, no existe», explica Nathaniel
Branden.
A veces la negación de la realidad viene por miedo. ¿Miedo a qué?
Puede ser a muchas cosas: a enfrentar una realidad a la que no estoy
dispuesto a confrontar, a sentir emociones demasiado fuertes que
prefiero mantener bajo control. A menudo, esta huida del presente es
una huida de nosotros mismos, una huida de nuestro interior.
Negar que las cosas no estén saliendo como esperábamos a veces
es también un mecanismo muy precario que tenemos para proteger
nuestra autoestima. ¿Por qué? Porque confundimos lo que hacemos
con quienes somos. Porque creemos que nuestra valía viene de cuán
bien hacemos las cosas. Porque entonces vemos en el feedback ne-
gativo una señal de que hemos fracasado. Porque cuando las cosas
no salen como esperábamos solemos hacernos una pregunta muy
común y muy poco efectiva: ¿qué hice bien y qué hice mal? Esta pre-
gunta puede dañar la confianza en nosotros mismos.

Verónica de Andrés | Florencia Andrés 311

ANDRES-Desafiando imposibles.indd 311 3/11/13 12:16 PM


Una estrategia para evitar este sufrimiento inútil y para no caer
en mecanismos de negación de la realidad es desapegarnos del pro-
yecto, para tener un punto de observación más objetivo y reemplazar
la pregunta anterior por ésta: «¿Qué funcionó y qué no funcionó?»
Parece un cambio sutil, pero en realidad es fundamental. La pregunta
«¿qué hice bien y qué hice mal?» habla de mí como persona y puede
llevarme a enojarme mucho conmigo mismo, a inducirme a tomar una
responsabilidad excesiva, incluso por cuestiones que escapaban a mi
control, y a sentir una culpa desmesurada. En síntesis, a usar mi propia
energía en mi contra. En cambio, la pregunta «¿qué funcionó y qué no
funcionó?» —o «¿qué dio resultados y que no dio resultados?»— es una
manera mucho más objetiva de analizar la realidad, donde el foco de
mi análisis no es mi persona, sino el resultado de mis acciones.
Si quieres mejorar cualquier aspecto de tu vida, es importante
que puedas dejar de negar la realidad y la enfrentes. He aquí algunas
preguntas que pueden ayudarte: ¿Hace mucho que no te subes en una
balanza para ver cuál es hoy tu peso real? ¿Sueles poner excusas para
explicar lo mal que va tu matrimonio? ¿Justificas la conducta de tu hijo
por ser «adolescente»? ¿Te cuesta reconocer que las ventas han venido
cayendo y cayendo los últimos meses? ¿Estás postergando tener esa
conversación importante por miedo a lo que pueda emerger de ella?
¿Qué sucede cuando los resultados no hablan por sí solos, cuan-
do en realidad no estás muy seguro sobre si tus acciones están bien
encaminadas o no? Entonces es momento de pedir feedback, de pre-
guntar a los demás.

Los hechos no dejan de existir


aunque se los ignore.
Aldous Huxley

312 Desafiando imposibles

ANDRES-Desafiando imposibles.indd 312 3/11/13 12:16 PM


La importancia de pedir feedback

Si logramos considerar el feedback como información, sin tomarlo


como una ofensa personal o como una descripción de cuán inteli-
gentes somos, entonces será mucho más fácil preguntar a otros cómo
ven nuestro proyecto, ideas y acciones. En general, las personas no
suelen ofrecer su opinión sin que lo pidas, especialmente cuando no
es positiva. ¿Por qué? Porque quieren evitar la confrontación, por-
que tienen miedo a cómo reaccionarás, porque piensan que quizá te
sentirás herido o porque transmitir una crítica negativa requiere de
mucho más esfuerzo, coraje y generosidad que decirte simplemente
«me parece perfecto todo lo que estás haciendo». Entonces, es im-
portante aprender a preguntar a los demás. Pero no se trata de hacer
cualquier pregunta, a cualquier persona, en cualquier contexto. Hay
algunas claves importantes para pedir feedback.
La primera y quizá la más importante: si de verdad quieres apro-
vechar lo que te van a decir, antes de preguntarle al otro, analiza si lo
que quieres es una opinión genuina o si, en realidad, estás buscando
aprobación. Si le preguntas a otros cómo ven tu performance, tus
acciones, tu actitud o tus resultados pero, en realidad, lo único que
realmente esperas es que aprueben todo lo que estás haciendo, cual-
quier comentario que te hagan que no sea 100% positivo y apoye el
curso actual de tu accionar es posible que lo vivas como una ofensa
y que te duela. O que te cierres y no puedas escucharlo. O que te
enojes con el otro. O que simplemente lo ignores. Son todas maneras
de desaprovechar el feedback. Seguramente puedas recordar alguna
ocasión en la que alguien te estaba ofreciendo un punto de vista que
terminó siendo muy útil y reaccionaste mal. A todos nos ha pasado
alguna vez. Pero podemos evitarlo si recordamos que el feedback es
información valiosa. Y que la otra persona está haciendo un esfuerzo
por brindárnosla.

Verónica de Andrés | Florencia Andrés 313

ANDRES-Desafiando imposibles.indd 313 3/11/13 12:16 PM


¿La opinión de cualquier persona es valiosa? Claro que no.
Hay que considerar muy bien a quién preguntarle. A veces un me-
canismo sutil de autosabotaje que tenemos es preguntarle a esas
personas que ya sabemos, de antemano, que nos van a herir con
sus comentarios o que, indefectiblemente y sin importar lo que les
planteemos, harán un análisis negativo. Revisemos a conciencia a
quién le pedimos opinión.
¿Cómo hacer para pedir feedback? Hay muchas maneras y al-
gunas son más efectivas que otras. Hay una estrategia que hemos
aprendido que es muy simple y efectiva. Es una pregunta que pue-
de mejorar la calidad de cualquier relación en tu vida, la calidad de
cualquier servicio que estés brindando, la calidad de cualquier clase
que enseñes, de cualquier producto que produzcas. La pregunta se
divide en dos partes.
La primera parte es así: «En una escala del 1 al 10, ¿cómo eva-
luarías la calidad de nuestra relación —servicio/producto— durante
las últimas dos semanas —o dos meses, años, etcétera—?» Puedes
adaptar esta pregunta a diferentes situaciones, por ejemplo: «En
una escala de 1 a 10, ¿cómo evaluarías cómo me comporté como
amigo en este último tiempo?», «En una escala de 1 a 10, ¿cómo
evaluarías la semana de trabajo que tuvimos?» Si la respuesta de la
otra persona es «10», la segunda parte de la pregunta sería: «¿Qué
haría falta para que siga así?», y si la respuesta es cualquier número
menor que 10, la segunda parte de la pregunta es «¿qué haría falta
para que fuese un 10?»
Puedes ir haciendo el hábito de terminar cada semana o cada mes
formulando estas preguntas a las diferentes personas significativas
de tu entorno.

314 Desafiando imposibles

ANDRES-Desafiando imposibles.indd 314 3/11/13 12:16 PM


¿Cómo saber cuándo es momento de perseverar
en un objetivo y cuándo es momento de detenerse
y cambiar de estrategia?

Muchas veces hablamos del tema de la perseverancia. En nuestro


libro anterior Confianza total le hemos dedicado un espacio especial.
Aquí hemos hablado de la regla de las 10.000 horas cuando observa-
mos detenidamente las estrategias de los genios. Y una pregunta que
a veces nos hacen es cómo saber en qué situaciones hay que seguir
accionando en pos del objetivo y en qué situaciones el feedback me
está indicando que hay que cambiar de rumbo. La respuesta yace en
la delgada línea que separa la perseverancia de la obstinación.
Perseverar es no dejarse vencer por los primeros obstáculos que
aparezcan, es seguir en movimiento aun cuando los resultados tarden
en aparecer, es saber que hay objetivos que implican más dedicación
que otros, es no darse por vencido antes de tiempo. También es estar
atento al entorno, estar conectado con lo que sucede y con uno mismo,
haciendo un análisis constante de si vamos por buen camino. Perseve-
rar es estar abierto a recibir el feedback que la vida o los demás nos dan.
En cambio, obstinarse es accionar sin detenerse a reflexionar.
Es perder el contacto con la realidad, ignorar el feedback y terminar
en acciones desesperadas. La obstinación muchas veces nos lleva al
autoengaño y a hacer acciones que creemos que son cambios de estra-
tegia cuando, en verdad, son modificaciones para que nada cambie.
La obstinación puede inducirnos al pensamiento mágico: en algún
momento alguien me va a descubrir, la situación de alguna manera
va a cambiar, ya vendrá la ayuda… La obstinación a veces se disfraza
de perseverancia pero, en nuestro interior, nosotros sabemos cuándo
seguimos «buscando el queso donde ya no está». Si no huimos de
nosotros mismos, sabremos cuándo es momento de dar un golpe de
timón y hacer un verdadero cambio de rumbo.

Verónica de Andrés | Florencia Andrés 315

ANDRES-Desafiando imposibles.indd 315 3/11/13 12:16 PM


¿Qué hacer cuando el feedback te dice que fracasaste?

Cuando todo te dice que las cosas no han salido como esperabas,
hay varias maneras efectivas de responder a esa situación. En primer
lugar, es importante reconocer que diste lo mejor de ti, que hiciste lo
mejor que pudiste, con el nivel de recursos, experiencia y sabiduría
que tenías en ese momento.
Escribe todo lo que hayas aprendido de esa experiencia. En de-
talle. Escribe sobre todas las lecciones que eso te dio: tus reflexiones
al respecto y las opiniones que te dieron otras personas. Canfield re-
comienda que al final puedes hacer una breve lista llamada «maneras
de hacerlo mejor la próxima vez».
Si en el camino te das cuenta de que te has equivocado con al-
guien, que has herido sus sentimientos o que tus acciones lo perju-
dicaron, es importante que busques la manera de pedir disculpas y,
si fuese apropiado, ofrecer alguna acción reparatoria. ¿Qué es eso? Se
trata de decirle al otro simplemente: «Te pido perdón, ¿cómo puedo
reparar lo que sin intención dañé?»
Es importante agradecer a todas las personas que te ofrecieron su
tiempo y su feedback: fueron generosas al dártelo, aun cuando no te
gustara escuchar lo que te dijeron. Si alguien fue brusco o tuvo poco
tacto al hacerlo, recuerda que tiene más que ver con ellos que contigo.
Algo fundamental es que ahora te tomes un tiempo para revisar
éxitos pasados, que te recuerdes a ti mismo que no siempre todo te
ha salido mal, que hay cosas en tu vida que han salido muy bien. Por
unos días o el tiempo que necesites, rodéate además de personas que
te aprecien mucho y que, a través de sus palabras, acciones o gestos,
te hagan sentir querido y valorado.
Después de este proceso, estarás listo para volver a enfocarte en
tu visión, para retomar tu plan de metas personal y volver a compro-
meterte con él. Quizá sea éste el mejor momento de definir nuevos

316 Desafiando imposibles

ANDRES-Desafiando imposibles.indd 316 3/11/13 12:16 PM


objetivos en esa área donde has fracasado y volver a empezar. Recuer-
da que te equivocarás muchas veces y que el fracaso, en realidad, es
no volver a intentarlo. Se trata de volver a empezar de otra manera,
con otra estrategia, con nuevos objetivos.

Nuestras vidas mejoran cuando tomamos riesgos,


el primero y más difícil de todos los riesgos
es el de ser honestos con nosotros mismos.
Walter Anderson

Paso 5: Celebrar los objetivos alcanzados

Celebrar es una de las necesidades humanas más importantes desde


tiempos inmemorables: los pueblos antiguos siempre tuvieron ritos
de celebración para honrar los momentos importantes como el ini-
cio y el final de la siembra, o el cambio de las estaciones. ¿Por qué es
importante celebrar en la vida moderna? Porque sigue siendo una
manera de marcar algo importante: reconocer que hemos alcanzando
algunas metas es darnos cuenta de que estamos progresando. Cele-
brar es hacer un alto en el camino para agradecer, es la mejor manera
de permanecer motivados. Celebrar nos enfoca: nos «obliga» a ver
lo bueno, a valorarlo. Celebrar nos renueva: nos llena de entusiasmo,
porque advertimos el progreso que estamos haciendo. John O’Brien,
profesor de Teología de Notre Dame, dice: «El primer ingrediente que
creo que es absolutamente necesario para que una persona tenga éxito
es el entusiasmo… Ninguna batalla se puede ganar sin entusiasmo».
Celebrar es importante. Sin embargo, muchas veces no sabemos
cómo hacerlo. Además solemos tener una visión muy acotada de las
celebraciones: las limitamos a festejos de cumpleaños, recibimientos,
fiestas de fin de año, el día del amigo y otros similares, ya marcados

Verónica de Andrés | Florencia Andrés 317

ANDRES-Desafiando imposibles.indd 317 3/11/13 12:16 PM

También podría gustarte