Está en la página 1de 2

En este video, la cantante Rozalén nos explica como tanto su madre como su abuela fueron una fuente

inagotable de inspiración para ella. Rozalén declara que para comprender el presente debemos conocer
nuestro pasado, y la mejor forma de hacerlo es escuchando a nuestros antepasados.

Para Rozalén una charla con su abuela le ha marcado la vida.

En el video aparece acompañada de su inseparable traductora de lengua de signos, Bea Romero, para que
el mesaje pudiera llegar también a las personas que no pueden escuchar.

Lo que nos relata Rozalén son tres historias que le han marcado su vida.

1. Una historia con nombre propio: Justo

Justo era el hermano de la abuela de Rozalén, era muy trabajador y buen estudiante, se dedicaba a
coser trajes junto a su tío que era sastre, también era leñador y en las noches de invierno se dedicaba a
estudiar”. Tenía una ‘novia en el pueblo. Además, a Justo le encantaba cantar. Pero el pobre Justo
murió durante la Guerra Civil. Tuvo que dejar todo para agarrar las armas y se subió a un camión.

Escribía cartas a diario a su familia pero unos meses antes de que terminara la guerra dejaron de llegar las
cartas de Justo. Un día llegó una misiva que comunicaba la noticia de su fallecimiento. No se supo nada
más de su muerte ni de dónde estaba su cuerpo, todos los soldados volvieron al pueblo excepto él”

Tras escuchar a su abuela relatar esta historia Rozalén decidió escribir una canción. Poco después conoció a
Emilio Silva, uno de los fundadores de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, y el 1 de
noviembre, casualmente el Día de Todos los Santos, recibió un mensaje que decía que su tío-abuelo estaba
registrado en una fosa común en el cementerio viejo de Arganda del Rey.

2. «Miguel, el hijo de mi abuela»

La siguiente historia se desarrolla en 1968 en un pequeño pueblo del País Vasco. El protagonista es Miguel,
un joven de 18 años que fue detenido junto a muchos compañeros por sus ideales. Eran tiempos de
dictadura. Tras llevarlos a una cárcel de Madrid donde los torturaron por un mes; fueron separados y
desterrados a pueblos perdidos por toda España. Eran considerados peligrosos y fue por esto que los
separaron.

Miguel fue llevado al pueblo de la abuela de Rozalén que tenía 6 hijos. Nadie le abrió las puertas solo fue su
abuela que lo acogió abriéndole las puertas de su casa. Poco a poco Miguel se ganó el cariño de todo el
pueblo y finalmente demostró que no había cometido ningún delito. Con el paso del tiempo se perdió la
relación entre la abuela de Rozalén y el joven Miguel ya que él se fue a vivir a otro sitio

Mucho tiempo después, un día un señor de 72 años se acercó a la puerta del camerino de la cantante
Rozalén y se presentó. Era Miguel el “hijo” de su abuela, la única persona del pueblo que lo había acogido .

3. «Un amor prohibido»

Esta es la tercera y última historia que trata del amor prohibido de sus padres. Su padre fue sacerdote
durante 10 años. En la década de los 70, su padre sacerdote fue enviado a los pueblos de la Sierra del
Segura. En aquella época el sacerdote era muy importante porque “no sólo guiaban en la Fe, también se
ocupaban de organizar actividades culturales, de controlar las jornadas laborales e incluso su padre hasta
organizaba los partidos de fútbol entre los pueblos vecinos”. En todas esas actividades estaba presente su
madre. Se conocieron y después se enamoraron. Ellos jamás le contaron su historia de amor porque se
sentían avergonzados y culpables porque les hicieron creer que habían hecho algo que no estaba bien
hecho. Al final Rozalén decide escribir una canción de amor para sus padres.

Ella simplemete siento orgullos por esa historia


El mensaje que nos ha querido enviar Rozalén es el siguiente: “no lo dejen para mañana, escuchen, hablen,
pregunte a sus mayores porque una simple conversación puede cambiar el rumbo se sus vidas”.

Gracias a estas historias Rozalén ha podido escribir su disco.

También podría gustarte