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INMUNOLOGIA 6 DE JULIO - Docx, MODIFICADO
INMUNOLOGIA 6 DE JULIO - Docx, MODIFICADO
ENFERMEDAD DE GRAVES
I. DEFINICIÓN
La enfermedad de Graves es una enfermedad autoinmune. Esto significa que su sistema
inmunitario, que normalmente protege el cuerpo y ayuda a combatir las enfermedades,
produce anticuerpos que atacan y dañan la tiroides. Estos anticuerpos actúan como la TSH y
hacen que la glándula produzca un exceso de hormona tiroidea. Este trastorno se llama
hipertiroidismo. Aunque puede ocurrir a cualquier edad en hombres o mujeres, la
enfermedad de Graves es más común en las mujeres de 20 a 50 años de edad que
frecuentemente tienen antecedentes familiares de enfermedades en la tiroides.
II. SÍNTOMAS
Hipertiroidismo
Enfermedad de los ojos
Enfermedad de la piel
III. CAUSAS
La enfermedad de Graves es iniciada por algún proceso en el sistema inmune del
cuerpo, el cual normalmente nos protege contra invasores externos como las bacterias
y los virus. El sistema inmune destruye invasores extraños con sustancias llamadas
anticuerpos producidos por las células sanguíneas llamadas linfocitos. Muchas
personas heredan un sistema inmune que puede producir problemas. Sus linfocitos
producen anticuerpos contra sus propios tejidos, los cuales pueden estimularlos o
causarles daño. En la enfermedad de Graves los anticuerpos se fijan a la superficie de
las células tiroideas estimulándolas para que produzcan exceso de hormonas tiroideas.
Esto trae como resultado una tiroides hiperactiva. Los médicos han sospechado por
mucho tiempo que un estrés emocional severo, como la muerte de un ser querido,
puede precipitar la enfermedad de Graves en algunos pacientes.
IV. INMUNOLOGIA DE LA ENFERMEDAD
En el inicio las células T deben interactuar con un complejo formado por el antígeno y
una molécula HLA. Las células T de tipo CD4 o colaboradoras (helper) reconocen a los
antígenos que forman complejos con moléculas de HLA clase II (DR, DP,DQ), mientras
que las de tipo CD8 o supresoras reconocen a los antígenos combinados con moléculas
HLA tipo I.
El hecho de que los autoanticuerpos TSHR sean detectables sólo en pacientes con
enfermedad tiroidea autoinmune indica que estos autoanticuerpos son específicos de
la enfermedad tiroidea, en contraste con la elevada prevalencia de TgAb y TPOAb en la
población normal. Los autoanticuerpos TSHR son únicos de la especie humana.
b) Quemoquinas
Los tirocitos estimulados por IFN g; TNF a o IL- 1 a secretan CXCL 10, CXCL9,
CCL2, CCL5, quemoquinas que son potentes quimioatractantes de
subpoblaciones específicas de linfocitos activados. Cuando se compara con
linfocitos autólogos de sangre periférica, los linfocitos intratiroideos de
pacientes con ETA muestran mayor expresión de los receptores de
quemoquinas CXCR3 (receptor de CXCL-9, CXCL10 y CXCL11); CCR2 (receptor
de CCL 2) y CCR5 (receptor de CCL5).
Los tirocitos pueden estar involucrados en forma directa en la producción de
quemoquinas que median la acumulación local de células T en ETA.
Se daba por asumido que en EG y TH las respuestas inmunes eran dominadas por
respuestas de tipo Th2 (mediada por anticuerpos) y Th1 (inmunidad celular)
respectivamente. Pero los resultados de estudios clínicos y en modelos murinos
demostraron que ésto es una simplificación. Si bien se demostró "in vitro" con sangre
cultivada de pacientes con EG un aumento de citoquinas de tipo Th2 los TRAbs son
principalmente de tipo IgG1, una subclase de inmunoglobulina asociada a Th1. En
modelos murinos de EG se demostró el papel crítico de la respuesta de tipo Th1. En
tiroides de pacientes en fase inicial de EG se observa reclutamiento de células Th1
expresando CXCR3.
Ello sugiere que en el inicio puede haber dominancia de respuesta tipo Th1. A mayor
duración de la enfermedad de Graves se ve mayor valor de la relación CCL22/ CXCL10
en suero, disminución en la expresión intratiroidea de RNA m para IFN g y disminución
en la respuesta tipo Th1. Por lo tanto en la fase inicial de EG y en TH la respuesta
dominante es Th1. En los últimos años se ha identificado un nuevo subgrupo de Células
T (CD4+) que secretan IL- 17 y coordinan la respuesta inmune de un modo diferente a
las Th1 o Th2. Se las denomina Th17. Su hiperfunción se asocia a procesos
autoinmunes, principalmente por el efecto proinflamatorio de la IL-17.
c) Células T reguladoras
Se sabe que las células T reguladoras son importantes para prevenir
respuestas autoinmunes potencialmente dañinas. Estas células son
heterogéneas en su fenotipo, funcionalidad y en los caminos a través de los
cuales se generan.
d) Apoptosis
I. DEFINICIÓN
Es una enfermedad que afecta la estructura y la función del glomérulo, aunque
posteriormente pueden resultar afectadas las demás estructuras de la nefrona.
Se trata de una enfermedad renal que puede tener varias causas y presentaciones
clínicas y en la que se daña el sector de los riñones que ayuda a filtrar los desechos y
los líquidos de la sangre.
El término genérico glomerulonefritis (que implica una patogenia inmune o
inflamatoria) designa varias enfermedades renales, por lo general de naturaleza
bilateral. Muchas de esas enfermedades se caracterizan por la inflamación de los
glomérulos o los pequeños vasos sanguíneos de los riñones, de ahí su nombre, pero no
todas tienen un componente inflamatorio.
Por otro lado, el organismo puede considerar alguna proteína propia del riñón como
extraña, actuando directamente contra ella o bien fabricando anticuerpos que se unen
con esa proteína ocasionando complejos inmunes en la propia membrana dando lugar
a glomerulonefritis proliferativas como las extracapilares. También pueden aparecer
en la circulación sistémica antígenos extraños frente a los cuales se producen los
correspondientes anticuerpos que se fijan a esas proteínas depositadas previamente
en el glomérulo, como puede ocurrir en glomerulonefritis no proliferativas como la
glomerulonefritis membranosa (en la cual el antígeno extraño puede ser tumoral), o
proliferativas como la endocapilar (donde el antígeno es bacteriano habitualmente) y
un subgrupo de extracapilares.
Finalmente, pueden unirse los anticuerpos con esos antígenos en la circulación dando
lugar a inmunocomplejos que posteriormente se depositan en el glomérulo como
ocurre en la glomerulonefritis mesangial. Como consecuencia del depósito o formación
de inmunocomplejos o por la actuación directa de anticuerpos, se activan diversos
procesos inflamatorios con la aparición de células del sistema de defensa del
organismo (linfocitos, monocitos, macrófagos) y de sus mediadores (citoquinas como
las interleukinas, o fracciones del complemento) con la posterior generación de
reactantes que lesionan las estructuras glomerulares. La presencia de anticuerpos así
como de diversos mediadores del sistema inmune, se detecta por
inmunofluorescencia. Por ello los hallazgos de la inmunofluorescencia, permiten
identificar de forma más exacta los diferentes tipos de glomerulonefritis.
IV. MECANISMO
En la mayoría de las glomerulonefritis, los mecanismos inmunológicos son
responsables del inicio y amplificación de la lesión renal. Existen dos grandes tipos de
mecanismos: humorales, que conducen a la formación de anticuerpos; éstos, al unirse
al correspondiente antígeno forman complejos inmunes que se depositan en los
glomérulos y activan localmente otros mecanismos que pueden actuar como efectores
o amplificadores de la injuria renal. Los mecanismos celulares en los cuales hay
atracción y activación de células inmunocompetentes en los glomérulos y/o en el
túbulo-intersticio renal. Estas células liberan diversos mediadores que serán los
responsables de los trastornos funcionales.
a) MECANISMOS HUMORALES
Inician las glomerulonefritis mediadas por complejos inmunes (CI). El antígeno que estimula el
sistema inmune puede ser heterólogo o autólogo. La formación de los CIs puede ocurrir: en la
circulación (CI circulantes) o “in situ”. Complejos inmunes circulantes La mayoría de los CI son
eliminados al pasar por los órganos ricos en células fagocíticas (bazo e hígado), pero cuando se
satura su capacidad fagocítica, algunos complejos inmunes alcanzan las estructuras renales y,
dependiendo de sus características, inician una reacción inflamatoria.
Para estudiar las glomerulonefritis mediadas por complejos inmunes se han utilizado
clásicamente los modelos experimentales de la enfermedad aguda del suero (EAS) y la
enfermedad crónica del suero (ECS). En la EAS, la administración de una dosis única de
albúmina sérica bovina induce formación de complejos inmunes circulantes que, al depositarse
en el glomérulo, producen glomerulonefritis proliferativa endocapilar, depósitos de
complemento e inmunoglobulinas, infiltración de células mononucleares y participación de los
mecanismos celulares con proliferación y proteinuria transitoria. Las características de esta
nefritis son similares a la observada en la GNAPE humana. En la ECS la administración diaria de
ovoalbúmina o de alguna otra proteína exógena induce la formación de depósitos de CIs en
región subepitelial, subendotelial y mesangio, hay proliferación de células residentes renales e
infiltración de células mononucleares; esta última asociada a aumento en la expresión de mole
culas de adhesión y proteinuria severa.
Hay varios mecanismos mediante los cuales los CI pueden producir lesión: activación del
sistema de complemento con liberación de factores quimiotácticos: los complejos inmunes
pueden fijar y activar complemento, liberando mediadores quimiotácticos que atraen
macrófagos. Estos últimos liberarían enzimas proteolíticas y otros mediadores como citocinas y
radicales libres de oxígeno (ROS), que pueden afectar la integridad de la MBG. Activación del
sistema de coagulación: cuando los CIs se unen a las plaquetas, éstas liberan tromboplastina
que puede activar la cascada de coagulación y PAF (factor activador de plaquetas) que
aumenta la permeabilidad capilar. Los CIs también pueden inducir aumento en la síntesis de
eicosanoides y pueden interactuar con monocitos induciendo la producción de IL-1 , que
tienen efecto proliferativo.
Son en los cuales participan las células inmunocompetentes y las células residentes renales
(mesangiales, podocitos, endoteliales y tubulares e intersticiales). La injuria en estos casos
resulta de la acumulación de células inmunocompetentes cuyos mediadores producirían lesión
estructural y trastornos hemodinámica. Las células que participan en este proceso incluyen:
monocitos/macrófagos linfocitos, PMN y también las células residentes renales glomerulares
(mesangiales, dendríticas, podocitos, células endoteliales) e intersticiales (dendríticas,
fibroblastos, células tubulares renales).
El sistema de complemento
Está constituido por 26 proteínas cuya activación ocurre por dos vías: vía clásica, que se activa
por agregados de complejos inmunes de IgG, IgM, endotoxinas y ARN de algunos virus; vía
alterna, activada por lipopolisacáridos bacterianos, agregados de IgG, IgM, polisacáridos.
Durante la activación del sistema de complemento se liberan fragmentos como C3b y C5a que
actúan como mediadores inflamatorios. El sistema de complemento participa en la eliminación
de complejos inmunes y en la modulación de la respuesta humoral y celular. El CAM puede
producir lesión lítica cuando la formación de complejos inmunes ocurre sobre la membrana
celular, también puede producir lesión sublítica, en la cual hay trastornos en el funcionamiento
normal de la célula, que incluyen síntesis de citocinas y mediadores que la célula normalmente
no produce. No se ha demostrado que el CAM pueda ensamblarse y producir lesión
directamente sobre la MBG.28 En los mecanismos de lesión iniciados por activación con
“superantígenos” no hay consumo de complemento.
Los ROS se producen durante la injuria producida por CI y pueden ser liberados por las células
infiltrantes (PMN y macrófagos); participan de diversas formas en la lesión renal:
a) Los ROS estimulan el NFκB y, de esta manera, la producción de citocinas y quimiocinas, que
incluyen MCP-1 y M-CSF-1 por células residentes e infiltrantes.
Eicosanoides
Son producidos por los leucocitos infiltrantes (macrófagos), plaquetas y por células residentes
activadas (endoteliales, mesangiales y epiteliales). Tienen diversos efectos que incluyen:
proliferación de células mesangiales y endoteliales (PGF2α, TXA2,12-HETE), aumento en la
producción de matriz mesangial (TXA2), aumento en las moléculas de adhesión (TXA2 y LT),
aumento en la expresión de MHCII (leucotrienos), efecto proinflamatorio y quimiotáctico (TXA
y leucotrienos), además leuocotrieno 4 y TXA2 aumentan la contracción de células
mesangiales, disminuyendo el coeficiente de ultrafiltración.
Citocinas
Son producidas por los leucocitos infiltrantes y por las células residentes renales activadas.
Interactúan con otras células contiguas o distantes para producir diversos efectos
(hemodinámicos, proliferación, quimiotaxis, producción de matriz extracelular, síntesis de
otros mediadores, aumento en la expresión de moléculas de adhesión) que dependen de cada
citocina, de la concentración y de las condiciones locales.
Quimiocinas
Son un grupo de citocinas producidas principalmente por las células inmunocompetentes, pero
también por células residentes renales activadas. Constituyen la piedra angular en los
mecanismos de infiltración y localización de los leucocitos en los sitios de la lesión renal. De
particular importancia es la AII, la cual, además de sus conocidos efectos hemodinámicos,
también participa de forma importante en los mecanismos de progresión del daño renal hacia
la cronicidad al promover la actividad del factor NFκB y, de esta forma, la de citocinas
importantes en los mecanismos de proliferación y fibrosis. En el modelo experimental de
lesión por nefrectomía 5/6, el uso de inhibidores de la AII detiene y en algunos casos revierte
el proceso de esclerosis. En nefropatía diabética han sido de gran utilidad para disminuir la
progresión de la lesión renal.
Sistema de coagulación
I. DEFINICIÓN
En el síndrome de Guillain-Barré (SGB) es una polineuropatía desmielinizante inflamatoria
aguda de origen idiopático, el sistema inmunitario del organismo ataca parte del sistema
nervioso periférico. El síndrome puede afectar a los nervios que controlan los movimientos
musculares así como a los que transmiten sensaciones dolorosas, térmicas y táctiles. Esto
puede producir debilidad muscular y pérdida de sensibilidad en las piernas o brazos.
Se trata de una afección rara. Si bien pueden verse afectadas personas de todas las edades,
es más frecuente en adultos y en el sexo masculino.
II. SÍNTOMAS
Los síntomas suelen durar pocas semanas y la mayoría de los casos se recuperan sin
complicaciones neurológicas graves a largo plazo.
- Hipotensión ortostática.
- Anormalidades de la sudación.
IV. MECANISMO
En el síndrome de Guillain-Barré se ha observado una sensibilización por parte de los linfocitos
al componente proteico de la mielina. La migración de estos linfocitos sensibilizados hacia el
interior de los nervios periféricos, parece ser la alteración más temprana, a la que sigue la
rotura de las vainas de mielina.
La secuencia de los eventos que conllevan a las manifestaciones clínicas del SGB no se ha
podido dilucidar y existen dudas con respecto al mecanismo de la lesión, hay muchas teorías
implicadas.
La teoría de mimetismo es uno de los modelos que mejor explica cómo se inicia el SGB. En
esta teoría se indica que por medio de un mecanismo de mimetismo molecular entre el agente
infeccioso (C. jejuni) y los gangliósidos, se producen de autoanticuerpos IgM anti GM-1 en la
variedad NMAA e IgM AntiGQ1b en el síndrome de Miller Fisher. Numerosos gangliosidos
como el GM1, están presentes en los nódulos de Ranvier, ello podrían representar blancos
susceptibles para ataques autoinmunes, los nervios oculomotores son ricos en GQ1b,
sugiriendo una explicación para el compromiso regional en el síndrome de Miller Fisher
asociado con anticuerpos dirigidos contra este gangliosido.
2. Neuropatía motora axonal aguda (NMAA). La lesión involucra las terminales nerviosas,
presentándose neuropatía axonal mediada por macrófagos, bloqueo de los canales
iónicos en el axolema, la infiltración linfocitaria puede ser escasa o nula. La NMAA se
asocia con infección por C. jejuni.
3. Neuropatía sensitivo motora axonal aguda (NSMAA). Se observa lesión severa de los
axones sensitivos y motores con escaso infiltrado linfocitario, sin desmielinización; los
cambios se extienden a las porciones proximales de las raíces nerviosas; se relaciona
con inicio fulminante y déficits sensitivos.