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Para entender el derecho administrativo, hay que aproximarse a la idea de sistema, para lo que
necesitamos analizar el “núcleo dogmático”, de lo que se deriva el contenido, límites y autonomía
de cualquier disciplina
A) Autores chilenosà
SXIX
a) PRADO: “derecho administrativo es un conjunto de leyes que determinan las relaciones
de la administración con los administrados”, teoría normativista
b) VALENTÍN LETELIER: adelantado de su época, estudiaba la disciplina más allá de la
mera norma. Defendía la autonomía de la disciplina y buscaba la separación del
derecho público del privado. Utilizaba el método inductivo
c) HUNEUSS: explicó el derecho público desde una perspectiva constitucionalista.
Delimita aspectos más importantes para la disciplina, distinguiendo conceptos como
gobierno y administración, centralización y descentralización, ley y reglamento, etc.
Diferenció derecho Constitucional del administrativo, y acusaba una posición de
volatilidad del derecho público versus la estabilidad del derecho privado. Defendía la
necesidad de adoptar un modelo de jurisdicción contenciosa administrativa confiada al
poder judicial (a la inglesa)
SXX
a) principios de siglo hasta 1950
i) AMUNÁTEGUI: en su obra ponía énfasis en el aspecto tributario financiero. El
derecho administrativo aglutina a los ciudadanos, al gobierno y al territorio. Inexistencia de
Código Administrativo, ya que no se puede codificar disposiciones respecto a servicios
variables que surgen según las necesidades, de pensamiento liberalista
ii) años 30-40: varios autores, con visión constitucionalista, para ellos el Derecho
Administrativo concretiza los valores y principios del Derecho Constitucional
-IRIBARREN: instituciones: a)organización y funcionamiento de los servicios públicos b)
las relaciones de la Administración con los ciudadanos y los habitantes del país extranjero
c) la función pública d) el acto administrativo e) el contencioso-administrativo f) la
organización de la justicia administrativa g) las relaciones de los organismos entre si
-JARA, VIGORENA y VARAS: posicionamiento apegado a la teoría del servicio público
(influencia francesa), se llamaban “la escuela del servicio público” (tendencia que sigue
hasta el 73), para ellos el derecho administrativo era sobre los servicios públicos, los que a
su vez eran la estructura del Estado. El derecho administrativo buscaba la buena
convivencia social. Al tender a satisfacer las necesidades públicas, para VARAS, el derecho
administrativo se sometía tanto al derecho público como al privado.
b) años 50-60
1
No
creo
que
sea
muy
relevante
a
la
hora
de
estudiar,
igual
hago
un
pequeño
resumen
de
lo
más
importante
de
cada
autor
i) La teoría del servicio público sigue influenciando por las dos décadas siguientes,
destaca AYLWIN
ii) SILVA CIMMA: También influido por la escuela del servicio público, tiene una obra
que buscaba sistematizar y compilar la disciplina. Decía que se podía hablar de un derecho
administrativo “chileno” con su propia doctrina. Necesidad de separar el derecho público
del privado. Divide la administración pública en 3 niveles: la Administración activa
(centralizada y descentralizada [territorial y funcional]), fiscalizadora y la jurisdiccional
d) Años 70-82: Con Gobierno Militar, surge una perspectiva opuesta al modelo de servicio
público. Cobra importancia la figura del particular, el que con su iniciativa en la
economía lograba autonomía de la administración del estado, la que toma un papel
subsidiario, relegado a la supervigilancia y fiscalización
i) CALDERA: papel tutelar o protector del derecho administrativo respecto a los
administrados, no estudiaba los aspectos organizacionales, ya que creía que lo
más importante era la defensa pro-administrado para amparar sus derechos,
pudiendo impugnar resoluciones administrativas
ii) SOTO KLOSS: raíz marcadamente religiosa, defiende a la persona ante el
poder estatal. Cree que hay que abandonar las tesis afrancesadas, y respetar el
origen hispánico, es necesario una visión del derecho público esencialmente
chilena. El derecho público debe ser centrado en la persona o personalista, y
por tanto debe existir una servicialidad del estado. Muy relevante para la
disciplina por su labor crítica jurisprudencial, focalizada en la nulidad y
responsabilidad.
iii) ARGANDOÑA: destaca en el aspecto organizacional de la Administración
chilena.
e) Años 90
Retorno a la democracia el 1990, se vuelve a reformular el concepto de la
administración pública. Tres planos estructurales y paralelos de la administración:
nacional, regional y comunal, pero conservando el principio de subsidiariedad
i) SOTO KLOSS: subdivide en 3 órdenes su visión personalista: el orden natural
(enfatizando los derechos naturales de las personas), el orden político y el
orden jurídico. La administración es el instrumental técnico del estado para
promover el bien común satisfaciendo necesidades públicas, siendo también
instrumental técnico de los derechos fundamentales de los ciudadanos en su
vida diaria en relación con la autoridad pública.
ii) SILVA CIMMA: publica muchas obras
iii) PANTOJA: El derecho administrativo es tal, por la especial posición del estado
dentro de la sociedad, y le transmite a sus {órganos los poderes jurídicos,
potestades públicas y prerrogativas estatales, desenvolviéndose por medio de
actos unilaterales, obligatorios y exigibles para sus destinatarios
f) Año 2000 en adelante
Nuevo milenio, esfuerzos para desarrollar textos de doctrina Administrativa, algunos
buscando sistematizar la disciplina con tratados, y otros publicar monografías.
Novedades normativas: promulgación de leyes 19.880, 19.886 y 20.285, y la creación
de varios tribunales hiperespecializados en materia administrativa. Formación de un
derecho administrativo chileno con identidad propia Destacan obras de LUIS
CORDEROVEGA, BERMUDEZ SOTO, SOTO KLOSS, y PANTOJA. Se han escrito
monografías importantes y realizado jornadas de la disciplina
El derecho administrativo nace luego de la Revolución Francesa, junto con ideas de distintos
autores: el principio de soberanía popular (RUSEEAU), principio de separación de poderes
(MONTESQUIEU), y desde Inglaterra con LOCKE y la igualdad ante la ley
1. Francia: la base doctrinal del derecho administrativo es gracias a los autores franceses del S
XIX , los que en un principio estudiaron la disciplina desde una perspectiva normativista.
Algunos autores importantes se enfocaron en torno al concepto de servicio público, que era
una de las funciones del derecho administrativo. También se crea la “teoría de la
institución”. Para otros autores, el servicio público era abarcador de toda la actividad
administrativa, y el Estado era una suerte de cooperativa de servicios públicos.
Napoleón crea el Conseul d ‘Etat francés, como órgano consultor y asesor del gobierno,
resolviendo controversias, y creando así jurisprudencia en la disciplina.
Actualmente destaca el profesor MOLDERNE
4. España:
ii) GARCÍA ENTERRÍA fue muy importante, a partir de los 50’. Hace una
contraposición entre derechos generales/derechos estatutarios, estando el derecho
administrativo en los estatutarios, en su relación con el derecho constitucional, adopta el
posicionamiento de la doctrina alemana, considerando la disciplina como derecho
constitucional concretizado”, pero para él son indisociables a ser los dos parámetros del
Estado de Derecho. Para él el derecho administrativo es el derecho común de las
administraciones públicas “microcosmos jurídicos”, para él el código civil no es derecho
común de otras disciplinas, porque el derecho administrativo es capaz de integrar sus
lagunas con sus propios principios generales. Para la existencia de una relación jurídico
administrativa, es necesaria la administración pública, con poderes exorbitantes, la revisión
de sus actos no puede ser por vía civil, y el particular debe impugnarlos. Existencia de un
régimen específico de los bienes, donde por ejemplo la administración no puede contratar
con cualquiera, frente a estas facultades, existen las garantías del administrado, las que se
deben hacer valer ante la propia administración o frente a la jurisdicción contenciosa
administrativa. Respecto a la teoría de la personificación jurídica de la administración,
adopta una posición subjetivista, y Estado tiene personalidad jurídica cuando actúa como
administración.
1. Función de la técnica del núcleo dogmático: El Núcleo Dogmático permite ofrecer los
límites actuales de la disciplina. A partir de eso, se expone la estructura e instituciones
jurídicas que soportan el actual Derecho Administrativo. La función dogmática consiste en
ofrecer de modo coherente las relaciones existentes entre cada cuestión concreta y el
sistema completo. Para esto se necesita perfecta noción de la naturaleza jurídica de cada
norma y su pertenencia a la disciplina, por lo que acá los núcleos dogmáticos son
fundamentales.
Doble función del núcleo dogmático: (i) Perspectiva epistemológica: origen y explicación
del estatuto autónomo de una disciplina. (ii) Teoría del derecho: permite diseccionar de la
masa normativa aquellas partículas de una naturaleza singular y concreta que conforman
una misma disciplina, buscando darle sentido y cogerencia a su interpretación y aplicación.
2
Instituciones,
son
diseñadas
por
el
jurista.
3
En
contraposición
a
otras
ciencias
como
la
filosofía,
historia
del
derecho,
etc.
construir principios jurídicos à núcleo dogmático. La existencia entonces de este núcleo,
confirma al derecho administrativo como una disciplina jurídica autónoma.
Es tarea de la teoría del derecho, comprender y analizar el fenómeno del derecho; en especial, las
conexiones entre las normas (lex) y la ciencia del derecho (ius).
11
El
continente,
sólo
importará
a
efectos
de
validez
o
jerarquía
normativa.
12
Particulares
NUNCA
son
autores
de
un
derecho/legal
esto
es,
de
regulaciones.
Un
contrato
o
testamento
no
son
leyes,
no
constituyen
fuentes
de
un
derecho/legal,
ni
se
pueden
considerar
regulaciones,
son
simplemente
actos
privados.
13
¿De
qué
manera
una
lex
cualquiera
se
considera
de
tal
o
cual
disciplina
y
se
incorpora
a
su
núcleo
y
es
estudiada
como
tal?
Se
llega
a
decir
que
tal
o
cual
ley
o
norma
es
civil,
penal,
administrativa,
laboral,
etc.,
a
partir
del
análisis
de
la
realidad
jurídica
o
materia
regulada,
de
lo
que
surge
su
naturaleza
jurídica:
civil,
penal,
administrativa,
laboral,
etc.
Entonces,
como
cada
norma
tiene
una
naturaleza
jurídica
“asignada”,
pueden
a
su
vez
ser
calificadas
como
normas
públicas
o
privadas,
según
lo
sea
la
disciplina
jurídica
cuyo
núcleo
dogmático
esa
norma
integra.
a. Las disciplinas jurídicas y su autonomía. Para la conformación de una disciplina
jurídica y, para poder considerarla autónoma desde el punto de vista jurídico,
existen aspectos esenciales que conforman su contenido. Es aquello que
entendemos por núcleo dogmático.14
Las clasificaciones que realizamos entre público/privado y, enseguida, en otras
ramas especiales, están dirigidas a construir disciplinas de estudio, configurando
principios jurídicos a partir de los cuales ofrecer modelos de solución.15
• Lo que hace entonces, a una disciplina pública o privada es una
clasificación doctrinaria.
• Las normas en sí mismas, siempre tendrán una naturaleza y, tal naturaleza
surge del contenido esencial de cada disciplina, y de la clasificación que
haga, posteriormente, el jurista.16
14
Es
posible
descubrirlo
mediante
la
observación
de
la
realidad,
pudiendo
descubrir
así
los
institutos
jurídicos
centrales
de
cada
disciplina.
15
Recordar
que
la
ciencia
del
derecho:
a)
sistematiza
leyes
vigentes.
A
tales
leyes
b)
les
otorga
una
naturaleza
jurídica,
y
sea
donde
sea
que
estén
recopiladas,
o
la
denominación
que
el
legislador
les
haya
dado,
es
tarea
del
jurista,
quien,
las
sistematiza
en
una
disciplina
determinada.
16
No
emanan
del
legislador,
ni
de
su
pertenencia
a
un
determinado
cuerpo
legal.
17
Ni
uno
ni
otro
de
estos
dos
grandes
sectores,
constituyen
por
si
mismos
una
disciplina.
18
Podría
ofrecer
dudas
la
clasificación
como
materia
de
Derecho
Privado
el
Derecho
Penal,
teniendo
en
cuenta
que
las
normas
reguladoras
de
conductas
son
de
orden
público
y
que
la
potestad
punitiva
corresponde
al
estado,
no
a
los
particulares.
Ahora
bien,
si
atendemos
al
origen
de
la
relación,
generalmente
siempre
será
entre
privados,
entrando
en
juego
el
Derecho
procesal
penal,
como
Derecho
Público,
en
un
estado
posterior
a
la
presentación
de
la
querella/denuncia.
19
La
solución
que
propone
el
profesor
ante
este
conflicto
es
el
entender
que,
lo
distintivo
entre
aquello
que
entendemos
como
Derecho
Público
vs
Derecho
Privado
es
la
existencia
de
Potestades
en
el
primero,
que
no
se
evidencian
en
el
segundo.
respecto de otras disciplinas. En este sentido Frank. J. GOODNOW a finales del
siglo XIX postula20:
d. Corolario.
i. Bipolaridad público/privadoà es una summa divisio, que permite que las
disciplinas compartan bases esenciales y principios jurídicos.24
20
Aplicados
a
la
realidad
nacional.
21
Por
poner
un
ejemplo,
cuando
el
servicio
de
correos
desarrolla
su
actividad,
no
lo
hace
mirando
su
interés
de
satisfacer
un
ánimo
de
lucro,
sino
que
lo
hace
con
miras
a
satisfacer
una
necesidad
pública.
22
Tales
axiomas
derivan
de
las
antiguas
compilaciones
de
derecho,
de
origen
medieval.
En
este
sentido,
debemos
entender
que
se
intentó
describir
lo
que
hoy
describimos,
con
mayor
precisión,
a
través
de
los
dos
siguientes
fenómenos/principios:
1)
para
el
Derecho
Público:
De
la
juridicidad
à
necesaria
tipicidad
de
las
potestades
de
actuación
de
las
autoridades;
2)
Derecho
Privado
à
De
la
autonomía
de
actuación
y
creación
de
derechos
particulares.
23
De
ahí
la
dificultad
de
la
utilización
de
técnicas
de
integración
normativa,
como
es
el
caso
de
la
supletoriedad,
entre
disciplinas
de
los
sectores
contrapuestos
del
derecho.
24
El
jurista,
a
posteriori,
asigna
una
naturaleza
jurídica
concordante
a
cada
norma;
y
a
su
vez,
dependiendo
de
la
ubicación
de
la
disciplina
en
uno
de
los
dos
polos,
tales
normas
podrían
ser
sindicadas
de
naturaleza
pública
o
privada
à
comunicabilidad.
ii. Dificultad de la utilización de normas de integración normativa, entre
disciplinas de los sectores contrapuestos del Derecho à la problemática
se da, al momento en que se hace la aplicación de la supletoriedad, por
ejemplo, se hace sin los ajustes que incorpora el juez y el jurista a través
del delicado proceso de construcción de principios jurídicos desde y hacia
sectores bipolares/contrapuestos, que no comparten las bases esenciales ni
principios jurídicos entre sí.
25
Igualmente,
cada
disciplina
autónoma,
conforma
su
sistema
de
instituciones
y
principios,
que
ayudan
a
esa
autointegración,
y
la
única
argamasa,
son
los
principios
jurídicos,
pero
no
la
burda
práctica
de
trasladar,
sin
tamiz
alguno,
leyes
desde
un
sistema
a
otro
(…)ya
que
al
ser
de
sectores
distintos
de
la
summa
divisio
del
Derecho
(privado/publico),
implican
postular
soluciones
mediante
principios
jurídicos
que
pueden
resultar
incoherentes.
b. La disciplina científica denominada Derecho Civil à ha aportado distintas
teorizaciones a las nacientes y restantes disciplinas jurídicas.
4. Flujo y reflujo: desde y hacia otras disciplinas. Últimamente, hemos estado viviendo un
giro ideológico en las bases normativas administrativas, además de este flujo se ha
producido un cierto reflujo, una verdadera huida del derecho administrativo hacia el
Derecho privado. Esto, se ha traducido en la utilización instrumental por parte del derecho
administrativo de instituciones de otras disciplinas, no solo del derecho civil, por ejemplo:
a. Penal à Potestad sancionatoria, en tanto se utilizan elementos de la teoría del
delito.
b. Constitucional à Mediante la aplicación de normas y principios de este rango
normativo.
c. Laboral à En cuanto la subordinación y dependencia de los empleados públicos
es evidente.
5. La definición del núcleo y márgenes de cada disciplina. Necesidad dogmática de que cada
disciplina pueda, a partir de las normas dictadas por el legislador, continuar con la labor
necesariamente incompleta de la lex, diseñando instituciones y elaborando principios, y, en
especial, definir los márgenes de su disciplina.26 En fin, la dificultad es mayor, cuando el
propio código civil alberga normas de indudable naturaleza administrativa, y que no
pertenecen al derecho civil, sino al derecho administrativo. Es el caso de todo el título III
“De los Bienes Nacionales”, del libro II, relativo a los Bienes (arts.589 a 605)
26
Tal
labor,
la
realiza
todo
jurista
a
través
de
la
especificación
de
su
materia
à
diseño
del
núcleo
dogmático.
6. Tareas para juristas y jueces en el caso de anomias administrativas. El problema de la
supletoriedad de las normas civiles se ha presentado en el derecho comparado, y es usual
que la doctrina postule (1) la capacidad autointegradora del derecho administrativo, o (2)
que reconozca que la doctrina de la disciplina no ofrezca todavía un sistema completo, lo
que obliga de cierta manera a operadores y jueces a recurrir a las normas civiles.
Si se acepta la tesis de la supletoriedad, el resto de las disciplinas serían brazos o ramas del
derecho civil.27
En Chile, no existe un juez administrativo especializado, y la tendencia usual de los jueces
generalistas a resolver las cuestiones fronterizas con criterios civilistas, siendo mayor el
riesgo de transposición de reglas civiles hacia materias administrativas, sin un filtro de
verificación previa de bases esenciales o de coherencia de principios jurídicos entre uno y
otro ordenamiento.
i. La doctrina del derecho administrativo, esto es, para los juristas à el esfuerzo
consiste en avanzar en la construcción en clave científica de cada una de las
instituciones, de manera coherente con la naturaleza y sustancia de la relación
jurídica administrativa àmayor esfuerzo en la nulidad y la responsabilidad
(instituciones más básicas)
ii. Los jueces à la construcción o reconstrucción de los principios generales del
derecho; observando con mayor atención el fenómeno jurídico, íntegro, que sólo se
abre con la ley y cuyo cierre pleno de valores lo realiza un juez en su sentencia. Y,
observar un método de interpretación más delicado que el simple arrastre de
las normas.
Es, precisamente, el ejercicio, desarrollo y formas de ejecución del poder público (“poder que tiene
encomendada la gestión de los intereses comunes de los ciudadanos”) lo que posibilita el origen de
esta realidad jurídica. Esta gestión, que lleva consigo satisfacer los intereses comunes o intereses
generales de toda la sociedad, hace que sea de una gran complejidad y magnitud, pues tiende a
abarcar una amplia esfera de la vida de los particulares.
27
Ello
parece
desajustado
y
plantea
dificultades
al
momento
de
intentar
asumir
la
especialidad,
en
nuestro
caso,
de
las
relaciones
jurídicas
administrativas
y
la
autonomía
misma
de
la
disciplina
del
derecho
administrativo
de
frente
al
civil,
lo
cual
es
razonable
sólo
respecto
del
resto
del
derecho
privado,
pero
no
de
frente
a
disciplinas
del
derecho
público,
como
es
el
caso
de
la
disciplina
del
derecho
administrativo.
La Administración como hecho jurídico no se manifiesta en la personalidad jurídica de órganos
determinados, sino en la producción de la realidad jurídica administrativa que se da de 3 formas:
La administración Pública contemporánea nace con Napoleón, que modifica el concepto de esta y la
dota progresivamente de competencias.
Weber por su parte dijo que “la burocracia una vez instaurada, es de las estructuras sociales más
difíciles de destruir”, y agrega que la autoridad burocrática tiene 3 elementos:
b. La Administración Como Función: Se refiere a las potestades que tiene este. Puede
regular, fiscalizar, otorgar subsidios, legislar a través de DFL, ejercer la potestad
reglamentaria autónoma al dictar decretos supremos, e incluso, excepcionalmente,
ejercer potestades jurisdiccionales. Este papel funcional puede ser a veces
empresarial, de legislador o juez. Hay funciones que son legítimas e ilegítimas. Las
últimas se refieren a un “exceso de potestad”.
Todos estos conceptos se asocian al Aspecto Público, que es común a todas las personas y
se disocia de lo Privado, que es lo individual de cada persona. Esta dicotomía de lo
Público/Privado viene desde hace muchos años. En el caso de la Administración, captamos
en seguida que se trata de algo común, que busca el bien común en su gestión, y que por lo
tanto ha de relacionarse con el derecho público.
Esta expresión puede significar dos cosas, (1) El cuerpo político en su conjunto, un compositum
estructural que toma importancia en R.R.I.I, o (2) Cada uno de los órganos del Estado a los cuales el
Soberano entrega su poder.
En Derecho Interno, el Estado lo podemos ver en tres aspectos dependiendo de las facultades de sus
órganos, según si pueden Administrar (Estado/Administración), si pueden Legislar (Estado
Legislador) o bien si pueden Juzgar (Estado/Jurisdicción).
Estado Muchos autores critican que debería tenerse estos dos conceptos (Nación/Estado) como
sinónimos, pero la verdad es que es imposible debido a su naturaleza: uno es un concepto jurídico y
el otro un concepto meramente sociológico.
Se origina una personalidad Jurídica en el Estado como ente patrimonial, entendiéndolo como un
Estado/Fisco. Su vínculo con el dinero y los bienes es idéntico al de un particular; lo cual no debe
confundirse con la finalidad de su utilización; o de las «capacidades» para disponer de ellos; o de la
responsabilidad de sus agentes, por tratarse de dineros o patrimonios de una persona jurídica (el
Fisco) manejados por otras personas naturales (los funcionarios fiscales, llamados funcionarios
«públicos», pero más bien administrativos). Donde SI hay una personalidad jurídica es en la
Administración.
La Concepción que se ha tenido de la Administración es la que viene de Rousseau, según la cual los
hombres renuncian a su libertad en la naturaleza, para someterse a las normas que rigen la sociedad
en un ámbito estatal, a cambio de supuestos mayores beneficios, obteniendo derechos y
obligaciones sociales.
Aun así, la Administración es un concepto más bien dinámico, y que en su último estadio evolutivo
entró en la necesidad de someter a control la actividad generada por sus actores intervinientes.
Según la RAE, Gobernanza se define como: “Arte o manera de gobernar que se propone como
objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano
equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía”.
Su nacimiento viene con la ONU luego de la Segunda Guerra Mundial para actuar de manera
cooperativa.
a. Los gobiernos no son los únicos actores que hacen frente a los problemas sociales; las
organizaciones civiles y empresariales también los son, lo que rompe con el paradigma del
E° como gestor único.
b. No elimina los modelos tradicionales de gobernación sino que los complementa.
c. Es un modelo multifacético que tiene por objeto la eficacia adaptativa.
d. Su carácter flexible permite abrir paso a la discresionalidad para la toma de decisiones
públicas.
e. Busca crear estructuras y procesos convenientes para estimular la comunicación entre los
agentes relacionados.
f. Antes, todo dependía del Estado. Ahora, depende de la interacción entre los agentes.
Críticas a la Gobernanza:
Por todo lo anterior, surge el Derecho Administrativo Global que no es más que la necesidad de
fiscalizar y ejercer un control jurídico en toda la esfera colectiva de entes que participan, tanto
funcionarios como representantes de grupos privados.
El Derecho Administrativo Global encapsula el uso de técnicas propias del Derecho Administrativo
para promover mayor acomodo y receptividad por parte de una creciente variedad de cuerpos
globales regulatorios, incluyendo una «rendición de cuentas» y un compromiso para con el
desarrollo de los intereses nacionales y de la sociedad civil.
Debe partirse por los principios del Derecho Internacional, pero en definitiva, el problema en la
creación de un compendio de fuentes formales del «Derecho Administrativo Global» sería
básicamente de dispersión y escasez normativa de acuerdos intergubernamentales que gobernasen a
esta disciplina, incluso en referencia a dichos instrumentos existentes, se les escapa de control los
acuerdos regulatorios híbridos y privados. En conclusión a esta cuestión, será necesario profundizar
más.
Corolario
La «Administración Global» integrada a partir de distintos agentes del ámbito público y privado es
un fenómeno que está recién iniciando puesto que todavía no se encuentra sistematizada, ni menos
aún puesta en práctica.
Aunque la disciplina del Derecho Administrativo busca como su objeto el derecho vigente, no es
posible desatender la historia de la legislación para efectos de comprender el presente.
La administración moderna es un fenómeno cambiante, que ha ido sufriendo lentos y significativos
cambios a lo largo de su historia, de la mano de la diversa legislación que la ha ido regulando.
Para una revisión histórica de la legislación administrativa hay que distinguir dos etapas que
marcaran decisivamente el camino de esta disciplina;
Podemos hablar de derecho administrativo desde que comienza a existir controles sobre la
administración, por lo que en etapas del Estado Absolutista o medioevo se hace improbable
establecer la presencia de este. A principios del siglo XVIII e inicios del XIX comienzan a florecer
los primeros controles a la administración.
La Revolución Francesa fue indudablemente el movimiento que coloca a la ley por sobre la
burocracia y su discrecionalidad sin limites. Se provoca por un lado una concepción de Sociedad y
Estado como fruto de la simple coexistencia de las libertades y, por el otro, la asignación de la Ley
como un elemento esencial de construcción social y política. Es esa posición central de la Ley la
que hace decisiva la influencia de la Declaración Francesa en el origen del Derecho Público
Europeo. Así la ley se entiende como fruto de la voluntad soberana, que manifestándose a través de
la Ley, limita al administrador, quien además queda sujeto al control de un órgano independiente;
los tribunales de justicia, esbozando la idea de la separación de poderes.
Por otra parte, la concepción del derecho y su sistema de fuentes en cuanto a la forma de crear
normas e innovar en el ordenamiento jurídico experimentan un cambio significativo. Así, aquellas
fuentes que reinaron en el antiguo régimen, como la costumbre y jurisprudencia se posesionan
secundariamente bajo la ley como principal fuente del derecho. De esta manera se consagra el
principio del imperio de la ley con pretensión de exclusividad en el universo de las fuentes; el
derecho es la ley y la ley es el derecho. (Cordero Quinzacara 2009,p.15)
La separación de poderes tiene como consecuencia ineludible el Estado de Derecho, existiendo una
autoridad que dicta las leyes, uno que la ejecuta y logra su cumplimiento y un tercero que aplica las
leyes para la resolución de conflictos producidos dentro de la comunidad. Esto produce algunos
problemas o dudas respecto a quien juzga al Ejecutivo. En España se soluciona con el Consejo de
Estado, y en Chile, aunque se estableció en la Constitución de 1925 la creación de Tribunales
Administrativos, estos nunca surgieron en la realidad.
Hacer historia del Derecho Administrativo implica observar, en los textos fundamentales de los
siglos XIX y XX, las materias referidas al “orden interno”. Para este, se van creando instituciones y
órganos encargados del presupuesto y potestades que giran en torno a este concepto de la
administración, apareciendo descripciones de las potestades y configurándose la técnica legislativa
del “tipo” administrativo.
De vuelta a la historia, vemos como en el siglo XX comienza a gestarse dentro de los Estados
Democráticos el enfrentamiento ideológico entre “Estado de Bienestar” v/s “Estado Subsidiario”.
En la época del “Estado de Bienestar”, la administración aparece desarrollando actividades
empresariales (Estado/empresario). La dificultad era evidente; era necesario tener alguna filiación
política-partidista para poder tener un trabajo. Recordemos que se debe a que en esa época la
Administración no era solo un gran empresario sino además el mayor empleador.
El Estado subsidiario nace al introducirse en las fuentes el principio de subsidiariedad, de fuerte
raigambre en la Doctrina Social de la Iglesia. Con esto, la actividad Estado/Administración
comienza a replegarse, dando un mayor espacio a la iniciativa particular, y donde su intervención
debe sujetarse siempre al régimen político. En todo caso existieron excepciones, como lo refleja la
actual existencia de empresas fiscales en la minería del cobre y en ferrocarriles. Si bien es cierto que
el principio de subsidiariedad tiene una dimensión negativa, al exigírsele a la Administración
replegarse, también posee una positiva, que es de realizar aquello que los particulares no están
desarrollando y cuya actividad tiene interés social.
La critica del estado neoliberal que sostiene que más allá de las funciones mínimas asignadas al
estado- defensa, protección de la propiedad, etc.- se establezca un acuerdo respecto de las
necesidades del país e involucrarse en la promoción conjunta de la economía y el desarrollo social.
1. Evolución histórica
La administración del Estado de Chile fue organizándose según sus circunstancias socio-
políticas, en relación a los modelos occidentales que inspiraron sus formas, después de la revolución
Francesa. Solo es concebible una Administración estatal a partir de la independencia de Chile de
España, en 1818, cuando pasa a formar un nuevo Estado, conformando en sus principios
constitucionales las ideas de un gobierno republicano y la separación de los poderes del Estado.
Germán Urzúa Valenzuela destaca 4 periodos entre 1818 y 1968 claves para entender la evolución
de la Administración pública en el plano nacional:
i) 1818-1823; La Administración se gestó sobre la base de la improvisación por falta de una
formación sólida en la función pública criolla.
ii)1823-1830; Vino caracterizado por el punto de inflexión que supuso reunir recursos suficientes
como para generar un cambio en la configuración de esta.
iii) 1831-1925; Este periodo experimentó un notable vaivén en la consolidación de la
Administración Pública. Destacó la figura de Diego Portales, quien vino a imponer un modelo de
conducta apropiado para el desempeño de la función pública, desde el punto de vista formal y
material, cuyo efecto permitió mayor eficacia y regularidad en el actuar administrativo. Aunque
posterior a su muerte hubo un decaimiento en la autoridad Administrativa ( Nepotismo,
Intervención de Montt y Varas, etc), la influencia de Portales fue decisiva en la reanimación del
espíritu objetivo y estable de la administración. Con la entrada del Pdte. Perez en 1861 hubo un
nuevo aflojamiento de la administración, pero posteriormente en gobiernos liberales se
establecieron normas para la confección presupuestarias y cuentas de inversión. El inicio del
periodo parlamentario (1891) no supuso la introducción de significativos cambios.
iv) 1925-1968; Entre 1925 y 1931 opero una reforma general a la legislación administrativa,
modificando la estructura legal. Entre 1931 y 1938 en razón de la crisis económica mundial, se
crearon múltiples entidades publicas autónomas, que recibían delegaciones de poder de la
administración central. Entre 1939 y 1952 poco fueron los organismos creados, aunque en esa
época el Congreso Nacional entregó varias facultades administrativas al Ejecutivo. La
reorganización de la administración vino con la elección de Carlo Ibáñez del Campo, donde se
dictaron distintos decretos con fuerza de ley destinados a modificar la estructura administrativa,
creándose muchos servicios administrativos.
La critica posterior, tras dichos periodos, vino a señalar una serie de imperfecciones en el
ordenamiento jurídico administrativo, de entre las que destacan:
c. La Constitución de 1925-
Aquí se consolidaron muchas aspiraciones de debates anteriores. Tiene una visión mas
administrativista, racionalizada y descentralizada. Estas aspiraciones llevó a la formulación de
asambleas provinciales y que las municipalidades y servicios nacionales tuvieran direcciones
zonales a lo largo del Territorio.
LA CPR de 1980 y leyes posteriores constituyen un triunfo respecto a la protección de los derechos
y garantías del administrado frente a la acción de la administración, la cual, sin embargo, sigue
dotada de un gran poder de actuación.
De los artículos 62 a 72 se contienen las diferentes fases de que se compone el procedimiento
legislativo, desde la iniciativa de legislar hasta su publicación.
Como es sabido, desde 1973 en adelante, hay que distinguir dos etapas en cuanto a la elaboración
legislativa;
i) Desde 1973 a 1980 la tramitación se hizo conforme a lo establecido, primero, en el Decreto Ley
527 que dispone que “un decreto Ley complementario establecerá los órganos de trabajo y los
procedimientos de que se valdrá la Junta para ejercer las potestades constituyentes y legislativas”.
Este texto complementario fue el decreto Ley 991 que estableció normas para la tramitación de
los decretos leyes.
ii)En la segunda etapa la potestad legislativa la ejerció la Junta de Gobierno; en esta última según el
art.19 transit. Const., el que dispuso además que una ley complementaria establecería los órganos
de trabajo y los procedimientos de que se valdrá la junta de Gobierno, para ejercer la aludida
potestad legislativa. En virtud de ello se dictó la ley 17.983 y además un reglamento para la
organización de la Secretaría de Legislación de la Junta de Gobierno.
De las Actas de la Comisión de Estudios no podemos obtener grandes antecedentes, primero porque
fue brevemente despachado, hay muchas materias que si quiera se discutieron en dicha instancia.
Sin embargo, algunos antecedentes a mencionar son:
a) Restituirle el carácter general de las leyes, estableciendo, por ejemplo, que las leyes de gracia no
tienen tal carácter general, y deben ser materia propia de la potestad reglamentaria.
b) Otorgar iniciativa legislativa al Consejo de Seguridad Nacional, en casos excepcionales, cuando
los altos intereses lo reclamaren
c) Se rechazó la idea de aceptar la promulgación parcial de las leyes, con excepción de la ley de
presupuestos.
d) En cuanto a la técnica legislativa, interesa transcribir tres intervenciones de los Comisionados
que evidencian la intención de buscar mecanismos que junto con agilizar la aprobación de las
leyes también eviten la legislación de mala calidad técnica.
Sin perjuicio de las disposiciones de la CPR referidas a la Administración, importantes leyes se han
dictado con posterioridad, como son la LOCBGAE Y LBPA, las cuales serán objeto de mayor
comentario más adelante.
Introducción
Son las normas o reglas a partir de las cuales los jueces y juristas diseccionan y formulan los
principios; siendo que ambos elementos, en conjunto, constituyen el núcleo de juridicidad de cada
disciplina en particular. Las principales fuentes del derecho administrativo son sus normas y sus
principios.
a) Sistema de fuentes
El origen de todas las normas se reconduce a la voluntad del pueblo, y es que la soberanía reside en
la Nación, realizándose el ejercicio por aquél a través del Plebiscito y de elecciones periódicas.
El análisis jurídico de la actividad administrativa y de las personas debe realizarse conjugando dos
realidades: las potestades públicas y las libertades públicas. El tema de las potestades públicas es
materia de derecho administrativo, mientras que las potestades públicas son materia de derecho
político o constitucional.
v) La costumbre
vi) La jurisprudencia
vii) La interpretación administrativa
viii) Los principios jurídicos
ü Los DS y las resoluciones administrativas no son propiamente fuentes del derecho, sino que
constituyen la “forma” de la actividad de la administración.
La carencia regulatoria de la materia, dejada de la mano del legislador, viene a suplirse mediante la
actividad integradora de esta fuente.
2. Los principios jurídicos como resultado de una interpretación rigurosa de las fuentes.
• El Método jurídico: Este método se ve en la Teoría del Derecho, cuya tarea consiste en
formular y reformular una y otra vez las teorizaciones. No debe confundirse con la
Filosofía del Derecho ni con las dogmáticas particulares.
• De la hermenéutica a los principios jurídicos: Los principios son el resultado de un
método depurado que posibilita, a través de ellos, la paz social, y que sirven como
auténticas reglas jurídicas, que conforman el espíritu del ordenamiento jurídico, y en
particular de la disciplina, dotándola de un sentido más global.
• El cada vez más extendido uso por el legislador de la expresión «principios»: El
Legislador ha ido creando cada vez más principios, olvidando que su papel es crear
reglas y no principios. Como ejemplo están los artículos 4-16 de la LOCBGAE que
contemplan 12 «principios» a los que está sometido el procedimiento administrativo.
El problema de esto es que en vez de emitir leyes, sólo se han ido creando principios
para suprimir las lagunas.
Debemos distinguir:
o Los «principios» que dice crear el legislador, que no son más que
reglas/regulaciones, cuyo contenido cabe interpretar de frente a otras reglas, y
verificar si hay lagunas. Estos principios se interpretan. Son más bien
auténticas normas.
o Los principios que crea la jurisprudencia y la doctrina, como superadores de las
reglas, incorporando a las lagunas valores jurídicos distintos y separados de las
reglas. Estos principios se ponderan.
I. Introducción
1. Ser muy práctico: Únicamente enfocándose en esta arista de la ciencia del derecho.
2. Teorizar el Derecho: Pensar en teorías de aplicación del derecho para la práctica. Significa
jurídica el derecho. Es decir, las teorías del derecho están al servicio de la práctica. Estas se
elaboran de acuerdo a la empírea. La empírea son las fuentes del derecho.
A. La supletoriedad general del Código Civil: Parte de una creencia errónea e anacrónica
que el Código Civil ocupa un rol de derecho común. Esto es parte de un residuo historio
del ius commune medieval. Esta teoría defiende la supletoriedad general del Código
Civil a falta de normas especiales.
- Problema: Es teóricamente incoherente, porque resulta problemático vincular
normas y disciplinas que no comparten ni bases ni principios esenciales. El Código
Civil no es supletorio de la normativa de naturaleza no privada, como es en el caso
de la administrativa. La naturaleza pública e privada de los respectivos
ordenamientos es una barrera de entrada a la supletoriedad.
- Art. 4 CC: Es un caso de falsa supletoriedad. “ley especial prevalece por sobre la
general”, “el Código Civil constituye derecho común o supletorio, de modo que sus
preceptos se aplican en todos los asuntos para los que no haya legislación especial
en contrario”, y “Las disposiciones en este Código se aplicarán como supletorias en
el silencio de otras leyes”.
B. El intento de aplicar el Código y el Derecho Civil a la solución de casos no civiles
(administrativos): Los autores de Derecho Civil consideran al Código Civil como
común a todo el sistema jurídico.
C. El Código Civil como “derecho común”: La expresión derecho común tiene un residuo
histórico, hoy anacrónico, cuya operatividad no puede ser confundida con el antiguo ius
commune. La supletoriedad del Código Civil al derecho administrativo quebranta su
necesaria autonomía y origina incoherencias en la resolución de los casos difíciles.
Guzmán Brito dice que el derecho común aludía a la regulación jurídica de general
aplicación, frente a una aplicación especial para casos o clases de personas
determinadas.
D. Fin del Código Civil como un polisistema: Postulan que el Código Civil ya no es el
centro del sistema normativo, y que se debe reconocer todo el inmenso cosmos de
microsistemas, de normas especiales con lógicas propias y autónomas entre sí dentro
del sistema jurídico.
- Irti: El Código Civil no es más que uno de los sistemas dentro del derecho,
perdiendo su estatuto común y general, papel que ahora ocupa la Constitución. El
CC cabe situarlo al lado de las normas especiales, y ambos en el marco
constitucional.
- Critica de Guzmán Brito a Irti: Ofrece un esquema distinto. Dice que la verdadera
descodificación se produce no por la obra de las leyes de derecho especial, sino por
las leyes de derecho singular, pues estas últimas regulan “lo desconocido” por el
CC. Distingue entre tres clases de descodificación: formal, material, y formal y
material a la vez. Propone una teoría universal donde el CC sigue siendo el centro
del conjunto: por ejemplo, el Código del Trabajo y el Código de Minas respecto al
CC. Su temor es que las nuevas leyes no estén al nivel técnico dogmático que las
instituciones tradicionales.
- Critica de Corral Talciani: Niega todo lo propuesto por Irti. El CC no ha dejado de
desempeñar el papel de centro nuclear y común del derecho privado.
E. El caso del Derecho Medieval Común: En la Edad Media rige el ius commune como el
derecho general, el cual coexistía en un incierto equilibrio entre los derechos propios.
Era un derecho subsidiario. La supletoriedad operaba con dos requisitos: no existía una
relación de jerarquía entre ambos ordenamientos, y que uno de ellos tenía aplicación
sectorial o territorial, frente a otro general.
- La inexistencia del ius commune en el orden normativo chileno: Esto no se da en la
actualidad en Chile. Sólo en el caso de vacios o lagunas, la lex generalis suple a la
les specialis, y viceversa, la lex specialis prefiere a la lex generalis.
A. Las Técnicas de Eficacia Normativa: Sirven para dirimir cual es el derecho vigente y
cuál es el derogado. Coexisten, en tanto, normas de distinta o igual jerarquía, todas
emanadas del legislador o del Presidente de la República, como expresión de su
potestad reglamentaria.
1. La derogación tacita: es una técnica de reemplazo normativo que hacer perder la
eficacia a las normas anteriores o antinómicas. Requiere una interpretación
cuidadosa del precepto posterior y del prexistente, analizando su sustancia
normativa y contenido valorativo.
2. La supletoriedad: es un método de integración normativa que opera integrando de
un modo subsidiario el texto de las leyes de carácter general o común respecto de
aquellas de carácter simular o de excepción (especiales). Se hace necesario recurrir
al ordenamiento legal para extraer de el la norma que pueda cubrir el vacío.
C. Las Lagunas Normativas: Al quedar fuera una mayor atención al problema general de
las lagunas del Derecho, no se realiza un tratamiento detallado de la distinción básica
entre lagunas normativas y lagunas axiológicas, y de su ubicación sistemática con los
temas conexos de unidad y plenitud del orden jurídico. Este es un tema que se resuelve
mediante una revisión general de la técnica de la supletoriedad.
ü Leyes especiales autónomas. Entre las normas especiales que conforman un sistema
cerrado, autónomo, no cabe la supletoriedad, ya que ésta técnica no sólo no debe operar por
la falta de una explícita orden normativa, sino también por la natural contraposición de
bases y principios que se produce entre normas especiales que rigen materias también
especiales. Es el caso de normas que no comparten bases y principios como las que están en
los polos opuestos: lo público/privado.
iv) Normas y disciplinas autónomas. Todas las disciplinas jurídicas son autónomas entre sí; todas
son especialidades. Las agrupaciones de normas especiales conforman la constelación de disciplinas
jurídicas autónomas, las que como vimos se agrupan en el derecho público y privado.
No existe ninguna disciplina jurídica que sea común o general respecto de otra u otras.
3) Bases y principios de la institución y disciplina. Las disposiciones o principios con que se llenará
la laguna no pueden ser incoherentes, ni opuestas con las bases y principios esenciales del sistema
legal de sustentación de la institución suplida.
vi) Uso endógeno de la supletoriedad. Un orden normativo general integra y completa regulaciones
especiales que comparten bases esenciales y principios jurídicos con aquél; y no es adecuado su uso
exógeno, esto es, entre regulaciones que no comparten las bases y principios entre sí. Este es el caso
de las normas civiles y administrativas.
Las disciplinas que integran cada uno de los sectores (derecho público/ privado) comparten entre sí
bases esenciales y principios jurídicos que las disciplinas de sectores diversos no comparten, de
donde se deriva la dificultad de la utilización de técnicas de integración normativa.
El intérprete por la vía de la supletoriedad corre el riesgo de originar distorsiones en las bases y
principios de una institución si arrastra normas de sectores contrapuestos del derecho.
Ésta técnica surge de la codificación, como remedio para colmar las lagunas de los textos legales
“especiales”.
b. Rechazo a la supletoriedad.
i. Código del trabajo. No contiene norma alguna de supletoriedad, pues los principios del
Derecho Laboral son antitéticos con los del Derecho Civil.
Para el caso de los funcionarios públicos, la regla general es que el CT no se les aplica
en “cuanto estén sometidos por ley a un estatuto especial”, pero el CT es limitadamente
supletorio de los estatutos especiales de los funcionarios de la Administración del
Estado, en lo que no se contradiga con los principios jurídicos que orientan cada
régimen.
ii. Los demás códigos. Otros códigos como los de Procedimiento, Penal o Sanitario no
contienen ninguna norma de parecido tenor a las señaladas, lo que destaca su autonomía
normativa y disciplinaria.
4. Una falsa supletoriedad general del Código Civil respecto de las demás leyes.
Debido a una errónea interpretación del art 4 del CC, hay un intento permanente de utilizar
directamente las normas civiles para resolver problemas de naturaleza administrativa.
a. Relectura del art. 4 del CC: una falsa supletoriedad. Esta tesis de que el “derecho
común” serí supletorio de todo el restante ordenamiento jurídico es un exceso, ya
que no hay una aplicación de la técnica normativa de la supletoriedad.
i) Historia fidedigna del establecimiento de la norma. En el art 4 del CC sólo
se consagra el principio de la especialidad normativa, se echa de menos la
consagración de que el CC constituye derecho común o supletorio.
ii) Lealtad con la literalidad del texto normativo. “las disposiciones
contenidas en los Códigos de Comercio, de Minería, del Ejército y Armada
y demás especiales, se aplicarán con preferencia a las de éste código.
§ Las disposiciones contenidas no son “lagunas”: se refiere a disposiciones
que se contienen en leyes especiales, que se contraponen a las del CC, por
lo tanto no se consagra la supletoriedad sino el principio de la especialidad.
§ La preferencia no es supletoriedad: Lo que se regula es la relación entre
una norma especial y otras igualmente especiales, en que unas se prefieren
a otras, excluyéndose, no supliéndose entre sí.
§ Las normas especiales no siempre son objeto de supletoriedad: Al referirse
a disposiciones especiales está regulando la situación de normas
especiales/autónomas (las que se prefieren/excluyen entre sí) y no de
normas especiales/no autónomas (que si están abiertas a ser suplidas por
otra general)
Introducción:
El artículo 38 de la Constitución nos habla de una Ley Orgánica Constitucional que determinará la
organización básica de la administración pública, garantizará la carrera funcionaria y los principios
de carácter técnico y profesional en que deba fundarse, y además asegurará tanto la igualdad de
oportunidades de ingreso a ella (a la administración pública) como la capacitación y el
perfeccionamiento de sus integrantes.
c. Principio de juricidad:
- Todo servicio público requiere ser creado por la ley
- Las funciones de estos servicios deben ser determinados por ley
- Su dotación de cargo permanente más la planta de servicio deben ser fijadas por ley
- La atribución de estos cargos debe establecerse por ley.
- Las remuneraciones deben ser fijadas por ley.
Para que la actuación administrativa sea válida se requiere la concurrencia de tres requisitos,
los cuales son:
d. Organización administrativa:
Tenemos la administración desde:
A ellos les corresponde el estudio y la proposición de las políticas, planes, programas y proyectos
relacionados con la materia de SU respectivo sector competencial y también la elaboración de las
normas destinadas a asegurar su cumplimiento.
Por lo tanto, la administración del Estado ha de estar estructurado bajo la autoridad superior del
Presidente de la República (con éste se relacionan todos los órganos administrativos por medio de
su respectivo ministerio).
- normas constitucionales
- la respectiva LOC.
Éstas no dependen del Presidente, pero de todas formas su autonomía no puede ser absoluta, ya que
debe ajustarse a los preceptos constitucionales, legales y reglamentarios que le sean aplicables,
como entes integrantes de la Administración Estatal. Las municipalidades, en el fondo, ordenan
todo su actuar al principio de juricidad, sometiéndose así a las normas de la Constitución.
Los órganos públicos creados para el desarrollo de una específica potestad o competencia pública.
Esta potestad determina la naturaleza, el régimen y la jerarquía del órgano.
Los órganos públicos son creados e instituidos como especies de personas jurídicas públicas por la
ley; y se organizarán internamente de acuerdo a estructuras administrativas que reconozca o la
LOCBGAE, y a la LOC del órgano respectivo.
Por lo tanto, no podrán crearse estructuras administrativas distintas que las reconocidas por el
respectivo órgano o servicio; ni tampoco para el desarrollo de una función distinta de la
encomendada por la ley.
a. La relación organizacional:
La realidad organizacional se da en el comienzo del Derecho administrativo: en la regulación de
este soporte estructural que es la administración nace el derecho administrativo positivo, sin cuya
existencia es imposible que se de relación jurídica administrativa alguna.
La relación organización es de carácter interno y su naturaleza depende de la forma o técnicas
utilizadas en la distribución de las competencias públicas, todo ellos amparado en ciertos principios
que informan la actividad organizativa.
En virtud de esta teoría, los órganos se presentan en la realidad jurídica de manera DISTINTA e
INDEPENDIENTE de las personas que lo integran. Así, la actividad del órgano se atribuye o
imputa directamente a éste órgano en sí. Y a su vez, identifica una realidad: la administración como
hecho jurídico.
- El ÓRGANO: es una estructura singularizada que puede ser unipersonal o colegiada. Tiene
poderes propios de decisión o posibilidad independientes de actuación. Suele ser la parte
actuante de un organismo, plasmada en un cargo público.
- El ORGANISMO: es derechamente una organización, es decir, un conjunto de recursos
humanos, materiales y financieros estructurados con vistas a alcanzar un fin.
Los órganos más los organismos se están refiriendo a todo el ámbito organizacional de la
administración.
La LOCBGAE regula las bases del régimen institucional administrativo chileno, y este se inspira en
ciertos principios que el derecho administrativo ha reconocido como auténticos principios de
naturaleza jurídica.
Estos principios son:
3. Principio de cooperación
5. Principio de jerarquía
6. Principio de legalidad
7. Principio de subsariedad.
b. Principio de coordinación y eficacia: “Los órganos del Estado deberán cumplir sus
cometidos coordinadamente” (coordinación). “Deberán velar por la eficiente e idónea
administración de los medios públicos y por el debido cumplimiento de la función pública”
(eficiencia)
La coordinación supone la coherencia y eficacia de las actuaciones administrativas. Consiste en que
la toma de decisiones, que involucren más de una esfera administrativa, se haga de manera
conjunta.
En esta delegación NO se transfiere la titularidad, sino que es un mero “préstamo” del ejercicio
de ésta, tiene un preciso y cierto margen jurídico, pues no puede dejarse a la voluntad de los
sujetos involucrados.
La Administración del Estado está constituida por los llamados «órganos de la Administración del
Estado» y, relacionados ya sea jerárquica o autónomamente, sus autoridades deben actuar de
manera coordinada. Dichos órganos, como especies del género «órganos del Estado», están sujetos
a los principios de eficiencia e idoneidad; probidad/servicialidad, no duplicidad en sus funciones,
subordinación, celeridad en la tramitación de sus procedimientos, juridicidad, y publicidad de sus
actos.
ii) Ministerios. De acuerdo al art. 19 inc. 1° LOCBGAE, los Ministerios “son los órganos superiores
de colaboración del Presidente de la República en las funciones de gobierno y administración de sus
respectivos sectores, los cuales corresponden a los campos específicos de actividades en que deben
ejercer dichas funciones”. También pueden, excepcionalmente, actuar como órganos
administrativos de ejecución al actuar según las políticas e instrucciones del Presidente.
iii) Subsecretarías.
b. Los servicios públicos. Son órganos administrativos creados para la satisfacción de necesidades
colectivas, de manera regular y continua. Estarán sometidos a la dependencia o supervigilancia del
Presidente de la República a través de los respectivos Ministerios.
Respecto de la autoridad administrativa jerárquica superior, los servicios públicos pueden ser:
-‐ Centralizados: relación de dependencia y actúan bajo la persona jurídica y con los bienes y
recursos del Fisco.
-‐ Descentralizados: relación de supervigilancia y tiene personalidad y patrimonio propio que
la ley les asigne.
Servicios dependientes:
n 1. Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI).
n 2. Agencia Nacional de Inteligencia (ANI).
n 3. Servicio Electoral.
n 4. Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y
Alcohol (SENDA).
2. Ministerio de Relaciones Exteriores
-‐ Subsecretaría de Relaciones Exteriores
-‐ Direcciones generales:
+ Dirección General de Política Exterior (DIGEN).
+ Dirección General Administrativa.
+ Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (DIRECON).
+ Dirección General de Asuntos Consulares y de Inmigración.
+ Dirección General de Fronteras y Límites (DIFROL).
+ Instituto Antártico Chileno (INACH).
+ Agencia de Cooperación Internacional (AGCI).
3. Ministerio de Hacienda
-‐ Subsecretaría de Hacienda.
-‐ Servicios dependientes:
1. Dirección de Presupuestos.
2. Servicio de Impuestos Internos (SII).
3. Tesorería General de la República.
4. Dirección de Compras y Contratación Pública (Chilecompra).
-‐ Servicios descentralizados:
1. Servicio Nacional de Aduanas.
2. Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).
3. Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF).
4. Ministerio de Educación
- Subsecretaría de Educación.
- Servicios dependientes:
1. Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM).
2. Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB).
3. Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI).
4. Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica.
5. Consejo Superior de Educación.
6. Consejo de Rectores.
5. Ministerio de Justicia
-‐ Subsecretaría de Justicia.
-‐ Servicios dependientes:
1. Registro Civil y de Identificación.
2. Servicio Médico Legal (SML).
3. Servicio Nacional de Menores (SENAME).
4. Servicio de Gendarmería de Chile.
5. Superintendencia de Quiebras.
6. Defensoría Penal Pública.
7. Corporaciones de Asistencia Judicial (CAJ).
6. Ministerio de Defensa: El ministro es jefe inmediato de las instituciones que integran las
Fuerzas Armadas.
- Subsecretaría de Defensa.
- Subsecretaría para las Fuerzas Armadas.
- Servicios públicos:
a. Dirección General de Movilización Nacional. b. Academia Nacional de Estudios
Políticos y Estratégicos (ANEPE). c. Defensa Civil. d. Instituto Geográfico Militar. e.
Fábricas y Maestranzas del Ejército (FAMAE). f. Cuerpo de Veteranos. g. Obispado
Castrense. h. Ministerio Público Militar. i. Astilleros y Maestranzas de la Armada
(ASMAR). j. Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada. k. Dirección General de
Territorio Marítimo y Mercante. l. Dirección General de Aeronáutica Civil (DGA). m.
Servicio Aerofotogramétrico de la Fuerza Aérea. n. Empresa Nacional de Aeronáutica de
Chile.
- Estado Mayor de la Defensa Nacional.
7. Ministerio de Minería
-‐ Subsecretaría de minería.
-‐ Servicios Públicos.
-‐ Empresas públicas:
1.- Corporación Nacional del Cobre (CODELCO).
2. Empresa Nacional del Petróleo (ENAP).
3. Empresa Nacional de Minería (ENAMI).
8. Ministerio de Economía, Fomento y Turismo
-‐ Subsecretarías: de Economía, de Pesca y de Turismo.
-‐ Servicios:
-‐ 1. Servicio Nacional de Turismo (SERNATUR). 2. Comité de Inversiones Extranjeras. 3.
Instituto Nacional de Estadísticas (INE). 4. Fiscalía Nacional Económica (FNE). 5. Servicio
Nacional de Pesca. 6. Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC). 7. Corporación de
Fomento a la Producción (CORFO). 8. Instituto de Fomento Pesquero. 9. Instituto de
Recursos Naturales. 10. Instituto de Investigaciones Tecnológicas. 11. Servicio de
Cooperación Técnica (SERCOTEC). 12. Instituto Nacional de Normalización. 13. Instituto
Nacional de Propiedad Intelectual (INAPI)
-‐ Empresas Fiscales: 1. Empresa de Abastecimiento de Zonas Aisladas (EMAZA). 2. Sistema
de Empresas Públicas (SEP) a) Metro S.A. b) Empresa de Ferrocarriles del Estado S.A. c)
Casa de Moneda de Chile S.A. d) Correos Chile S.A. e) Comercializadora de Trigo S.A.
(COTRISA) f) Empresa Concesionaria de Servicios Sanitarios S.A. (ECONSSA) g)
Empresa Nacional del Carbón S.A. (ENACAR) h) Empresa de Servicios Sanitarios Lago
Peñuelas S.A. i) Polla Chilena de Beneficencia S.A j) Sociedad Agrícola Sacor Ltda.
(SACOR) k) Sociedad Agrícola y Servicios Isla de Pascua Ltda. (SASIPA) l) Zona Franca
de Iquique S.A. (ZOFRI) m) Las 10 Empresas Portuarias del país.
9. Ministerio del Trabajo
-‐ Subsecretarías: de Trabajo y de Previsión Social.
-‐ Servicios dependientes:
1. Dirección del Trabajo (DT). 2. Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE). 3.
Superintendencia de Seguridad Social. 4. Superintendencia de Administradoras de Fondos
de Pensiones. 5. Instituto de Normalización Previsional (INP). 6. Dirección General de
Crédito Prendario. 7. Comisión Ergonómica. 8. Caja de Previsión de la Defensa Nacional
(CAPREDENA). 9. Dirección de Previsión de Carabineros de Chile (DIPRECA). 10.
Fondo de Revalorización de Pensiones. 11. Fondo Único de Prestaciones Familiares y
Subsidio de Cesantía.
10. Ministerio de Salud
-‐ Subsecretarías: de Salud Pública y de Redes Asistenciales
-‐ Servicios públicos: 1. Centro de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de
Salud. 2. Fondo Nacional de Salud (FONASA). 3. Instituto de Salud Pública (ISP). 4.
Superintendencia de Instituciones de Salud Previsional. 5. Servicios de Salud del país. 6.
Servicio de Salud Metropolitano del Ambiente (SESMA). 7. Comisión Nacional del Sida
(CONASIDA).
11. Ministerio de Agricultura
-Subsecretaría de Agricultura
-Servicios dependientes (INDAP, SAG, CONAF, etc.)
12. Ministerio de Obras Públicas
-‐ Subsecretaría de Obras Públicas.
-‐ Servicios dependientes: 1. Dirección de Obras Públicas. 2. Fiscalía. 3. Dirección General de
Aguas. 4. Instituto Nacional de Hidráulica. 5. Superintendencia de Servicios Sanitarios.
13. Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones
-‐ Subsecretaría.
-‐ Servicio Público: Junta de Aeronáutica Civil
14. Ministerio de Vivienda y Urbanismo
-‐ Subsecretaría.
-‐ Seremis
-‐ Servicios: 1. Servicios Regionales de Vivienda y Urbanización. 2. Parque Metropolitano de
Santiago.
15. Ministerio de Bienes Nacionales
-‐ Subsecretarías.
-‐ No tiene servicios dependientes.
16. Ministerio Secretaría General de la Presidencia: asesorar al Presidente de la República y a
los ministros.
17. Ministerio Secretaría General de Gobierno: canal de comunicación entre el Gobierno y los
gobernados.
-‐ Subsecretarías: Subsecretaría General de Gobierno y la de Deportes.
-‐ Se relaciona con: 1. Consejo Nacional de Televisión. 2. Instituto Nacional de Deportes de
Chile (Chiledeportes).
18. Ministerio del Medio Ambiente
-‐ Subsecretarías
-‐ Seremis
-‐ Divisiones
-‐ Consejos consultivos
-‐ Servicios: 1. Superintendencia del Medio Ambiente. 2. Servicio de Evaluación Ambiental.
19. Ministerio de Energía
-‐ Servicios: 1. Comisión Nacional de Energía (CNE) 2. Superintendencia de Electricidad y
Combustibles (SEC) 3. Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN) 4. Agencia
Chilena de Eficiencia Energética (ACHEE) 5. Centro de Energías Renovables (CERN)
20. Ministerio de Desarrollo Social
-‐ Subsecretaría de Servicios Sociales
-‐ Subsecretaría de Evaluación Social
21. Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género
-‐ Subsecretaría.
-‐ Seremis.
22. Servicios con rango de ministerio
a) Consejo Nacional de la Cultura y las Artes
Son autónomos del Presidente: la CGR, el Banco Central, el Ministerio Público, el Consejo
Nacional de Televisión y el Servicio Electoral.
Esta autonomía:
a. La Región.
b. La provincia: Cada una tiene una Gobernación, que se trata de un órgano desconcentrado del
Intendente
c. La comuna: Tiene Municipalidad, que es una corporación “autónoma de derecho público, con
personalidad jurídica y patrimonio propio, cuya finalidad es satisfacer las necesidades de la
comunidad local y asegurar su participación en el progreso económico, social y cultural de las
respectivas comunas”. Alcalde y concejo.
- El ministerio público, no forma parte de la Administración del Estado, pues no ha sido creado para
el cumplimiento de la tradicional función administrativa.
- Las intuiciones mas importantes dentro del marco de la descentralización y regionalización en
nuestro país son:
Las intendencias: Constituyen el «gobierno» de cada región. Su máxima autoridad es el
Intendente, quien es un funcionario de exclusiva confianza del Presidente de la República y su
agente natural e inmediato en la región. Por tanto, cumple el Intendente una doble función: gobernar
la región conforme a su calidad referida, y ser órgano de la administración superior de dicha región.
Tiene su sede en la ciudad capital de la respectiva región y entre sus principales atribuciones se
cuentan:
i) Adquirir, administrar y disponer de los bienes y recursos de la Intendencia;
ii) Disponer y fiscalizar obras que se ejecuten con cargo a su presupuesto;
iii) Aprobar planes reguladores; y
iv) Aplicar tributos a actividades o bienes que tengan clara identificación regional.
Atribuciones especificas del intendente:
-Atribuciones de planificación y formulación de propuestas: Es el Intendente el que define la
estrategia regional, formula las políticas de desarrollo de la región y elabora el proyecto del Plan de
Desarrollo Regional
-Atribuciones de ejecución, coordinación y fiscalización. El Intendente, ejecutivo del Gobierno
Regional, cuenta con atribuciones necesarias para concretar las decisiones del Gobierno Regional.
-Atribuciones de representación. El Intendente preside el Consejo Regional con derecho a voto
dirimente.
- Atribuciones de administración. Corresponde al Intendente la administración de los bienes y
recursos del Gobierno Regional, que quedan especificados en el art. 69 LOCGAR.
Las municipalidades: Constituyen personas jurídicas de derecho público que se encuentran
funcional y territorialmente descentralizadas de la Administración. Están constituidas por el
Alcalde, que es su máxima autoridad, por el Concejo y cuentan además con un Consejo Económico
y Social comunal de carácter consultivo. Destacan entre sus funciones privativas, por ejemplo:
i) Aplicar disposiciones sobre transporte y tránsito públicos en la comuna, conforme a las leyes y a
las normas técnicas dadas por el Ministerio respectivo;
ii) Aplicar disposiciones sobre construcción y urbanización, conforme a las leyes y a las normas
técnicas dadas por el Ministerio respectivo;
iii) Planificación y regulación urbana de la comuna y confección del plan regulador, de acuerdo a
las leyes vigentes;
iv) Aseo y ornato;
v) Promoción del desarrollo comunitario; y
vi) La elaboración, aprobación y modificación del plan de desarrollo comunal.
- Requisitos de la descentralización:
- 1) la personalidad jurídica: Todo órgano administrativo debe tener una personalidad jurídica.
La Administración Pública entera es una persona jurídica, que conocemos como «Fisco», y todos
los órganos públicos no descentralizados (meramente desconcertados) actúan bajo la
personalidad jurídica común del Fisco.
- 2) En segundo lugar, una vez estructurado este organismo descentralizado, como tal, debe
aplicársele la segunda técnica organizativa básica: la distribución funcional, esto es, la
atribución de competencias: Esto involucra, ciertamente, un traspaso de atribuciones desde el
poder central a estos nuevos entes estructurados en cada región.
- 3) Y, en tercer lugar, debe aplicarse una técnica, muy necesaria, que es la de la unidad y
coherencia de acción, la que dice relación con la unidad del Estado (art. 3 CPR y art. 5
LOCBGAE),con el principio de supremacía o supervigilancia de los entes centrales, con la
debida coordinación y con el control.
- Estos tres son los presupuestos organizacionales de un órgano descentralizado. No obstante, hay
dos presupuestos más, de índole política, y dicen relación con su origen y sustento financiero:
Primero, su origen debe estar desligado de toda jerarquía con el poder central, y es adecuado el
sufragio directo, pues respeta, a la vez, el «principio de la descentralización» y el «principio
democrático». Segundo, su subsistencia financiera no debe estar sujeta al órgano central; y eso
involucra cierta autonomía tributaria o ciertos derechos sobre los presupuestos generales de la
Nación.
- Reforma constitucional de 1991: a) Gobierno Regional: Según el art. 111, inc.2o CPR, “la
administración superior de cada región radicará en un gobierno regional”. Se hace residir ahora el
«Gobierno» en el Intendente, y la “administración superior de cada región” en el Gobierno
Regional. Atribuciones del consejo regional: -Atribuciones normativas: 1 Aprobar el reglamento
que regula su funcionamiento, el que podrá contemplar la existencia de diversas comisiones de
trabajo y 2 Aprobar los reglamentos regionales.- Atribuciones resolutivas: 1 Aprobar, modificar
o sustituir el plan de desarrollo de la región y el proyecto de presupuesto regional. 2 Resolver,
sobre la base de la proposición del Intendente, la distribución de los recursos del Fondo Nacional
de Desarrollo Regional que correspondan a la región. 3 Aprobar los planes reguladores
comunales, previamente acordados por las municipalidades.- Atribuciones fiscalizadoras. Una
tarea fundamental es la de fiscalizar el desempeño del Intendente regional en su calidad de
presidente del Consejo y de órgano ejecutivo del mismo.
- El Intendente: art. 111 inc. 1o CPR, “el gobierno de cada región reside en un intendente que
será de la exclusiva confianza del Presidente de la República”. El Intendente, ademas, preside el
Consejo Regional, correspondiéndole la coordinación, supervigilancia o fiscalización de los
servicios públicos creados por ley para el cumplimiento de las funciones administrativas que
operen en la región.
Las figuras del intendente y el consejo regional no son avance importantes den la descentralización
efectiva: Esto por que el ejecutivo sigue siendo nombrado por la autoridad centralista, el Presidente
de la República, o cuando se le priva, incluso, de la facultad de proponer proyectos de inversión
regional, dejándose tal posibilidad como de «iniciativa exclusiva» del Intendente Regional, y
perdiendo, además, ahora tal facultad el carácter de privativa y compartida por los dos órganos que
administran la región.
- Gobernación: El art. 116 CPR establece a la Gobernación como un órgano territorialmente
desconcentrado del Intendente, a cargo de un Gobernador, quien “será nombrado y removido
libremente por el Presidente de la República”. Tampoco hay descentralización.
- Administración comunal: la administración local reside en un órgano con “personalidad
jurídica y patrimonio propio”, y, como se recalca en el art. 122, dotado de autonomía
administrativa para sus finanzas. dentro de la administración comunal: i) El Alcalde: El alcalde
es la “máxima autoridad” de la Municipalidad (118 inc. 1o CPR). ii) El Concejo: De acuerdo al
art. 119 CPR, “en cada municipalidad habrá un concejo integrado por concejales elegidos por
sufragio universal”, quienes durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos. Este
concejo “ejercerá funciones normativas, resolutivas y fiscalizadoras”, y tendrá las demás
atribuciones que establezca una ley orgánica constitucional.ii) Autonomía financiera: El art.
122 CPR es muy importante, y señala que “las municipalidades gozarán de autonomía para la
administración de sus finanzas”.
INTRODUCCIÓN.
-La “autoridad administrativa independiente” es una persona jurídica no estatal que ejerce
poderes públicos.
-La actual tendencia es retornar a un sistema de servicios públicos privatizados, y por eso hoy
este tipo de entidades prolifera. Existen hoy gran cantidad de servicios públicos con personalidad
jurídica propia, o que se constituyen como instituciones autónomas, entes autárquicos, empresas del
Estado, sociedades anónimas con participación parcial o total del Estado, etc.
-Lo anterior hace que aumenten las razonas para no utilizar criterios orgánicos para definir
qué órganos ejercen potestad administrativa. Dicha forma de definir funciona sólo si
consideramos que únicamente el Poder Ejecutivo y los órganos de él ejercen la función o actividad
administrativa, y que por consiguiente sólo ellos están regidos por el D° Administrativo (DA). No
quedarían regidos por este derecho y sus principios, en cambio, la función judicial ni la legislativa,
ni tampoco las autoridades administrativas independientes. Pero eso es un error: el DA no sólo
estudia las actividades del “órgano” Administración Pública, sino la actividad de todo órgano cuyas
funciones podemos calificar como de índole legislativa, sea que pertenezca al poder ejecutivo,
legislativo, o judicial, o incluso que se trate de una “autoridad administrativa independiente”.
-Por lo tanto, lo que debe primar para determinar conceptos como “entidad estatal”,
“administración pública” o “función pública administrativa”, más que el ropaje jurídico del que
sean revestidos los sujetos (criterio orgánico), o las potestades que ejerzan (criterio de las
prerrogativas o potestades), es la existencia o no de fines públicos o necesidades esenciales
colectivas (criterio finalístico).
-Las AAI se destacan mayormente, entonces, por su carácter funcional e instrumental dentro
del Derecho Administrativo; y son parte de éste sin lugar a dudas. Su peculiaridad dentro de la
función administrativa estriba en la autonomía que poseen, no sólo patrimonialmente, sino que
como órgano, al no encontrarse vinculadas jerárquicamente a la Administración Central.
-A mediados del S. XIX empezó a surgir una mayor creación de este tipo de órganos, que se
desarrolló en paralelo con el aumento o disminución de la intervención estatal.
-Este modelo cerrado y unitario de Administración tiende desde hace ya tiempo a cambiar, a
desmembrarse, y a reconocer una mayor autonomía y capacidad a distintas entidades, a las
cuales se les confía el desempeño de funciones administrativas típicas, las que antes se
desarrollaban únicamente bajo una jerarquía orgánica de la Administración Central.
-Precisamente por la importante «función» que cumplen estas entidades, se comienza a hacer
más necesaria su eficiencia, y se descubre que esta eficiencia no se logrará si no se las dota de
una autonomía suficiente, que les permita funcionar según su propias capacidades y necesidades,
sin sentirse atrapadas por la Administración Central.
-Obedeciendo a distintos principios se crean estas instituciones, ya sea para: a) estimular la
actividad de los privados a favor de determinados fines públicos; b) evitar la burocracia; c)
implementar una moda más descentralizada.
-Dio pie a la creación de estos organismos diversos factores, tales como: (i) Ineficiencia del
Estado; (ii) la lentitud de lo público; (iii) la corrupción; (iv) el clientelismo; (v) la baja cobertura;
(vi) la baja calidad de los servicios; (vii) la deficiente tecnología usada en su prestación; (viii) el
déficit fiscal de muchos países y (ix) la incapacidad estatal para hacer las inversiones requeridas.
-Este fenómeno social ha tenido diferentes razones y matices en los distintos lugares donde
ocurre.
Ø En el orden político, evitar una intervención directa del Estado (el poder público) en
ciertos sectores, donde se considera —significativamente— inoportuna e inadecuada.
Ø En el orden jurídico, posibilitar una acción ordenadora o reguladora más adaptada a las
exigencias de sectores especialmente sensibles, gracias al otorgamiento de las pertinentes
facultades a nuevas instancias, dotadas de formas de actuación más diversificadas”.
-Sin embargo, hay que ser cautelosos en este sentido. No podemos creer que esta
independencia y autonomía son propicias o deben ocurrir en todo ámbito, ya que no siempre
traen aparejadas mayor eficiencia (y por lo demás la “eficiencia” no es siempre el objetivo
principal). Esta cautela debe estar presente en la consideración de cada nación; con sus bases
institucionales, la estructura de su organización, así como su historia e idiosincrasia.
-Por lo tanto, dos son las grandes justificaciones: mayor eficacia y mayor “neutralidad”.
Enrique GARCÍA LLOVET: “No acabamos de comprender, sin embargo, las razones que llevan a
sostener que estas autoridades independientes han de ser más eficaces, en términos materiales, que
las «administraciones dependientes», o las razones que llevan a pensar que las llamadas «nuevas
demandas sociales» no pueden satisfacerse con las estructuras tradicionales de la Administración.
La cuestión, creemos está, en estos términos, mal planteada, pues no es la eficacia en la gestión
(…), sino la eficacia social de su actividad, es decir, la conformidad de las conductas sociales con
la ordenación de la vida social (…), la demanda, en definitiva, de nuevas formas de articulación
del consenso que «superen» la tradicional legitimación por los circuitos de participación y
representación y que culmina en el aparato de todos conocido. En efecto, en un momento en el que
la impugnación de «los excesos intervencionistas» del Estado comenzaba a encontrar un eco
favorable, tanto en la opinión pública como en algunas fuerzas políticas, un modelo como el de las
autoridades administrativas independientes ofrecía una solución perfecta. En interpretaciones
menos radicales se ha querido ver simplemente una opción del legislador al interpretar la
exigencia de imparcialidad de la Administración Pública, constitucionalmente prevista,
especialmente en aquellos sectores más «sensibles»”.
-Sin embargo, su consagración dentro de las democracias liberales es, hoy en día, un hecho
incontrovertible.
-Las AAI se pueden definir como organismos “con sus propias facultades y responsabilidades
regidas por el derecho público, organizacionalmente separados de los ministerios y cuyas
autoridades no son directamente electas, ni nombradas o dependientes de personeros electos
democráticamente”.
-Hay órganos que no deben asimilarse a estas instituciones, pese a su similar vinculación con el
Estado/Administración (ej, órganos constitucionales, que obviamente no forman parte de la
Administración Pública –como el TC, TRICEL, etc─).
a. Por un lado, el haber sido creadas para el desempeño de servicios de interés general o
de funciones públicas relevantes, cuya fuerte incidencia en la dinámica política y en el
régimen de las libertades públicas exige su realización con arreglo a criterios de neutralidad
y de profesionalidad, sin sesgos político-partidistas (Ej, universidades públicas, TVN,
CDEC, las Juntas de Vigilancia, Etc).
-Los instrumentos jurídicos a través de los cuales se pretende lograr esta autonomía o
independencia son diferentes.
-La idea es que esta independencia o autonomía sea respecto «del» órgano central, pero no
«para» la autoridad administrativa independiente.
-Para algunos, es de cierto modo problemático crear estructuras al margen de las potestades de
dirección de los poderes constituidos, lo que se considera cuestionable desde el punto de vista
democrático. Aparte que las dificultades constitucionales distan de estar resueltas.
-El mayor motivo de preocupación que suscitan las AAI surge en el plano de la racionalidad
política y organizativa. Se trata de entidades que han sido creadas de manera intermitente o
impulsiva frente a los abusos, y que a pretexto de la búsqueda de eficiencia motivan ciertas
decisiones de justificación más bien política. Muchas veces esta creación no ha obedecido a un plan
mínimamente pensado, sino al aire de la moda. Los impulsos privatizadores sin trasfondo pueden
acarrear problemas gravísimos a las necesidades de funcionamiento armónico y coherente del
conjunto de las instituciones públicas. Una administración fragmentada, en la que cada sector
organizativo actúa exclusivamente de acuerdo a perspectivas e intereses sectoriales (que por
necesidad pueden contradecirse), puede llegar a ser ingobernable.
-La mayor autonomía de las AAI hace surgir las dudas en cuanto al control y fiscalización de
las mismas.
-Hay que tener presente que el Derecho Administrativo tiene como misión salvaguardar los
derechos de los individuos y grupos frente a invasiones indebidas por parte de los órganos
administrativos. La delimitación de esta área de control es, por tanto, una de las funciones más
esenciales del Derecho Administrativo, para que ningún área de la administración de encuentre
exente del principio de control judicial de toda actuación administrativa.
-No puede desatenderse sin embargo a los principios que han motivado y bajo los que se han
formado estos organismos autónomos, que obedecen sin duda alguna a una mayor agilidad y
dinámica por la índole de las finalidades que estas AAI están llamadas a cumplir. Por eso el sentido
y los medios de fiscalización deben ser en estos casos diferentes. La naturaleza especialísima de la
labor que efectúan, en particular su carácter mercantil, hace que la dimensión de la fiscalización que
ha de aplicárseles deba ser esencialmente distinta la que rige la Administración Pública
Centralizada.
1) El Ministerio Público. Arts. 83 y ss. CPR. Se trata del ente encargado de la investigación
penal y del ejercicio de la potestad punitiva estatal (un ente autónomo, encargado de dirigir
en forma exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delito, los que
determinen la participación punible y los que acreditaren la inocencia del imputado, ejercer
la acción penal pública y disponer medidas de protección de testigos). Es fácil ver las
importantes razones que aconsejan su autonomía.
2) El Banco Central. Consagrado como ente autónomo en los arts. 108 y ss. CPR, el Banco
Central tiene por objeto velar por la estabilidad de la moneda y el normal funcionamiento
de los pagos internos y externos. Para estos efectos, tiene como atribuciones la regulación
de la cantidad de dinero y de crédito en circulación, la ejecución de operaciones de crédito y
cambios internacionales, como, asimismo, la dictación de normas en materia monetaria,
crediticia, financiera y de cambios internacionales. (Art. 3° Ley Orgánica BC).
4) Juntas de Vigilancia. Definidas en el art. 263 CA, se trata de entes constituidos por las
personas naturales y jurídicas y las organizaciones de usuarios que aprovechen aguas de
una misma cuenca u hoya hidrográfica.
Cuestión distinta es la de las llamadas «sociedades del Estado», donde éste tendrá
participación (art. 19 Nº21CPR). Dichas pasan a crearse, no ya mediante ley, sino en virtud de la
autorización que otorga al efecto el legislador de quórum calificado a uno o más órganos
centralizados o descentralizados del Estado ─incluyendo, entre ellos, a otra empresa del Estado─,
para que den nacimiento a un nuevo ente empresarial. Tienen vedado el ejercicio de potestades
públicas. A nivel organizacional, la principal diferencia entre ambos entes estriba en que éstas
últimas no forman parte de la Administración del Estado, e integran lo que la doctrina ha llegado a
llamar “administración invisible del Estado”, formada por organismos en que el Estado participa o
tiene representación para cumplir una función que sea de interés de aquél, pero que no integran su
Administración. La creación de estos entes participados, debiera siempre guardar coherencia con
los presupuestos lógicos de los que partió para su puesta en funcionamiento, que no son otros que
satisfacer necesidades públicas28.
a. Noción de función pública: Las nociones que hay de este concepto se diferencian en la
naturaleza de la relación jurídica del funcionario público con la Administración, para los “países de
derecho administrativo” (Francia, España, Italia), la relación jurídica de los funcionarios con la
Administración es una relación amparada por el derecho público. En caso de los países de derecho
anglosajón, la relación jurídica se basa de un contrato, bajo el régimen de las relaciones del derecho
privado. Chile se inserta en el grupo de países en los que existe un sistema de empleo público o
sistema de función pública.
El término función pública designa el régimen jurídico y estatuto laboral que sustenta la actividad
de los funcionarios públicos, también se usa para designar la actividad estatal en general.
La función pública en Chile está organizada a partir de una clasificación de puestos y empleos, en
base a tareas específicas (sistema de empleos), y según el sistema de carrera funcionaria: el
interesado concursa para ingresar a un puesto determinado, según sus aptitudes; y el acceso a un
puesto superior está sujeto a la aprobación de un nuevo concurso, y supone un nuevo vínculo entre
la Administración y el funcionario (art 15 del EA).
b. Carrera funcionaria: Este sistema ha sido considerado como un auténtico principio de la función
pública en Chile, tiene una identidad jurídica distinta que la de los modelos de carrera funcionaria
más representativos, en que existe una permanencia de funcionarios sin importar el cambio de
instituciones políticas. La carrera funcionaria en los sistemas tradicionales tiene que ver con toda
una formación posterior al haber obtenido grado o título para tal. La formación es específica para
cada cuerpo y se alcanza a través de un sistema de oposiciones o concursos orientados a la selección
personal, luego del concurso se integran a un período de formación en una institución para
funcionarios públicos (es una verdadera carrera funcionaria).
28
A
propósito
de
la
participación
estatal
en
la
actividad
empresarial,
por
medio
de
estas
entidades
y
su
debida
sujeción
a
un
control
administrativo,
resulta
interesante
traer
a
colación
el
Dictamen
CGR
Nº20.241
de
2008
que
señala
lo
siguiente:
“como
quiera
que
la
participación
del
Estado
en
entidades
privadas
es
excepcional,
la
misma
ley
ha
previsto
mecanismos
de
control
del
quehacer
de
las
personas
jurídicas
de
derecho
privado
a
la
que
concurren
entidades
estatales
(…)”.
“Uno
de
tales
mecanismos
de
control
lo
constituye
(…)
que
la
acción
dinámica,
regular
y
eficiente
de
la
Administración
del
Estado
implica,
a
su
vez,
la
necesidad
de
centralizar
y
robustecer
la
fiscalización
que
debe
ejercerse
sobre
todos
los
Servicios
Públicos,
y
sobre
la
forma
como
se
administran
e
invierten
los
bienes
y
recursos
de
la
Nación,
por
todo
lo
cual
resultaba
conveniente
ampliar
y
reforzar
las
funciones
y
facultades
de
la
Contraloría
General
de
la
República”.
Con
motivo
de
esto
la
introducción
en
1973
de
un
mecanismo
de
control
que
“alcanza,
desde
luego,
a
las
otras
entidades
en
que
las
corporaciones
o
fundaciones
en
que
el
Estado
participe,
integre
o
constituya,
puesto
que
de
lo
contrario,
la
funcionalidad
del
mismo
se
vería
frustrada,
contraviniendo
el
propósito
del
legislador
de
fiscalizar
la
actividad
estatal,
aún
en
los
casos
en
que
ella
se
exprese
y
desarrolle
por
medio
de
entidades
que
no
formen
parte
de
su
estructura”.
El sistema de carrera funcionaria en Chile se traduce en el derecho de ascenso por concurso público
dentro del servicio público en el cual está nombrado el funcionario y la garantía de cierta estabilidad
laboral. Es un sistema integral de regulación del empleo público, aplicable al titular de planta. En el
EA se señala que la carrera funcionaria “es un sistema integral de regulación del empleo público,
aplicable al personal titular de planta, fundado en principios jerárquicos, profesionales y técnicos,
que garantiza la igualdad de oportunidades para el ingreso, la dignidad de la función pública, la
capacitación y el ascenso, la estabilidad en el empleo y la objetividad en las calificaciones en
función del mérito y de la antigüedad” (art 38CPR, art 3 EA)
La carrera funcionaria incluye todo el régimen laboral de los funcionarios públicos de planta, se
inicia con el ingreso en calidad de titular a un cargo de planta y se extiende hasta el cargo
jerárquicamente inferior al de exclusiva confianza (aplicable para los de contrata, excepto
estabilidad en el empleo).
Para que los órganos de la Administración puedan realizar la actividad jurídica y material, necesitan
de la voluntad y acción de las personas físicas denominadas funcionarios públicos.
c. Supletoriedad limitada del Derecho Laboral: Se excluyen los funcionarios del orden militar,
también a quienes se les aplican principios elaborados por el Derecho Laboral, esto no implica que
los principios del Derecho Laboral no sean aplicables a los funcionarios públicos, pero solo en
aspectos específicos como inamovilidad y maternidad.
Sin ser el CT la norma general y común del Derecho de la función pública, sí es supletoria de todo
aquello que no haya regulado el EA siempre que no sea contraria a éste último y a sus principios
jurídicos (art 1 CT). La CGR ha entendido que el EA puede utilizarse como referente normativo en
los aspectos que el CT no haya regulado y que sean compatibles con el régimen jurídico laboral.
a. Bases de la función pública: A partir del art 38 CPR es posible señalar que la función pública en
nuestro país posee una estructura que obedece al sistema de carrera, el que consiste en un sistema de
promoción y ascenso que permite a los funcionarios ascender en sus respectivos escalafones por
concurso, de acuerdo con ciertos requisitos objetivos que indica la ley.
i. Principios emanados del EA (que rigen la función pública): 1) principio jerárquico; 2) principio
profesional y técnico; 3) principio de garantía de igualdad de oportunidades para el ingreso; 4)
principio de dignidad de la función pública; 5) principio de la capacitación y ascenso; 6) principio
de la estabilidad en el empleo; 7) principio de la objetividad en las calificaciones en función del
mérito; y 8) principio de la antigüedad.
i. Ámbito de aplicación: se aplica a todos los jefes de servicios y al segundo nivel jerárquico de los
servicios públicos cuyas funciones sean predominantemente de ejecución de políticas públicas y de
provisión directa de servicios a la comunidad, dichos funcionarios se denominan altos directivos
públicos. No se incluye en el sistema a las autoridades políticas como ministros y jefes de servicios
con responsabilidad en la formulación de políticas públicas, los que se rigen por el régimen de libre
designación.
ii. El nuevo trato: antes de la LADP, los ascensos eran solo por antigüedad, ahora se agrega la
concursabilidad, además existen incentivos al retiro. Disminuyen los cargos de exclusiva confianza,
que antes llegaban hasta los jefes de división.
a. El Estatuto Administrativo. El estatuto fija las bases que permiten obtener funcionarios aptos y
determinar las garantías, derechos y deberes que les corresponden a los funcionarios de la
Administración Pública. Es razonable que se sometan a un estándar de control, fiscalización y
precisión superior que para el sector privado, por el mayor interés que trata de salvaguardar el
Derecho Administrativo: interés público, el Estado es encargado de custodiarlo, al estar al servicio
de la persona humana y deber promover el bien común (regulado por el EA, relaciones entre la
Administración y el personal de servicios públicos centralizados y descentralizados).
De acuerdo a la jurisprudencia:
Se desprende que el EA no es solo una norma jurídica, sino un concepto del D° Administrativo del
empleo público, que designa el régimen, naturaleza y ámbito de la relación laboral del empleado y
el grado de responsabilidad, así como el conjunto de derechos y deberes que forman su relación
jurídica.
b. Naturaleza jurídica del vínculo que une al funcionario con la Administración: La doctrina ha
elaborado los siguientes supuestos para describir la relación: i) contrato de trabajo; ii) contrato de
derecho público; iii) vínculo público unilateral y potestativo o situación estatutaria.
Parte de la doctrina ha rechazado la idea del contrato, porque no hay dos partes en un pie de
igualdad, ni tampoco se da la figura del contrato de adhesión, ni siquiera puede considerarse un
contrato administrativo de prestación de servicios. Para gran parte de la doctrina, la tesis que
configura la verdadera naturaleza es la del vínculo potestativo de derecho público, que la doctrina
denomina vínculo estatutario.
c. Vínculo estatutario: es la ley la que fija el sistema que habrá de regular el estatus jurídico de los
funcionarios públicos en el ámbito de la Administración. La Administración decide unilateralmente
incorporar al empleado al ámbito público, y de ahí nace el vínculo. De ahí que cuando se
perfecciona el acto de nombramiento, se produce simplemente el efecto de incorporar al designado
en el estatus y situación del empleado público sometido a un régimen estatutario.
La naturaleza de esta relación tiene como efecto práctico que existe una especial relación de
sujeción del funcionario público con la Administración, y por ende el funcionario tendrá que
adecuar sus actuaciones a lo que exija un determinado estatuto, regulación o simplemente a lo que
exija el fin público
d. El funcionario público: Son los empleados públicos los que llevan adelante la verdadera acción
administrativa que le ha sido atribuida al órgano o servicio público. El personal al servicio de la
Administración se denomina funcionario público, en el régimen jurídico chileno se considera tal el
funcionario de planta o a contrata, se excluyen los contratados a honorarios o personal
subcontratado. Por tanto, son funcionarios públicos:
a. Carrera funcionaria: (art 38 CPR y 3 EA, citado arriba). Este principio resume los derechos y
deberes de los funcionarios en la actividad administrativa:
i. Derecho a la función: dos supuestos
-‐ La posibilidad que tienen todos los habitantes del país de acceder a la función pública en
condiciones de igualdad
-‐ El derecho que tiene todo funcionario a mantenerse en su cargo mientras dure su buen
comportamiento e idoneidad técnica (estabilidad del funcionario)
ii. Derecho al ascenso: derecho a ser promovido al grado o escala superior cuando se ha
producido una vacante, cumpliendo con los requisitos, requiere de la existencia de un
concurso público.
iii. Derecho a la remuneración, sueldo y otros beneficios: como contrapartida a prestación de
servicios.
iv. Derechos sociales (administrativos): vacaciones o feriados, licencias y permisos:
reconocidos en interés individual y familiar del funcionario
v. Derecho al libre ejercicio de actividades conciliables con la función pública (lícita)
vi. Principal deber: dedicación al cargo: el funcionario debe servir a su cargo de forma directa
y personal, sin delegar, a menos que tenga autorización.
vii. Deber de defensa: defenderse cuando se formulen críticas a su conducta como funcionario,
el jefe superior le señalará un plazo para que se justifique.
viii. Prohibición de acoso sexual
ix. Prohibición de inhabilitación: para ingresar como funcionario en la Administración: no
estar inhabilitado para el ejercicio de funciones o cargos públicos, ni hallarse condenado
por delito con pena de crimen o simple delito.
i. Principio de jerarquía: deber de obediencia: cumplir las órdenes del superior jerárquico,
relacionado con la disciplina administrativa y la organización.
ii. Principio de probidad administrativa: rectitud moral en el actuar.
iii. Principio de responsabilidad administrativa: los funcionarios son responsables por las
resultas de sus actos u omisiones, incurren en responsabilidad administrativa cuando la
infracción a sus deberes fuere susceptible de una medida disciplinaria, que debe ser
acreditada mediante investigación sumaria. Esta responsabilidad se caracteriza por:
-‐ Independencia con respecto a lo civil o penal (no habría non bis in ídem)
-‐ Violación de los deberes a que están sometidos los funcionarios en desempeño del cargo
-‐ Respeto por las garantías procesales
-‐ No existen hechos punibles tipificados como en penal
a. La probidad administrativa: La ley 19.653 (99) define la probidad como “la exigencia de
observar una conducta funcionaria intachable y un desempeño honesto y leal de la función o cargo,
con preeminencia del interés general, sobre el particular”
Este control es una de las bases y garantías del Estado de Derecho, entonces el principio de
control judicial de la actuación administrativa es requisito y conforma una de las bases del sistema
de Derecho Administrativo, en cuanto asegura legitimidad de la Administración (poder ejecutivo)
en el Estado de Derecho.
a) El control total de la Administración por los tribunales: Pieza elemental del principio
de legalidad (Art 6 y 7 CPR). Es así como nace la posibilidad de justiciabilidad de los
actos de la Administración por parte del Poder Judicial. Esto da nacimiento al
“contencioso administrativo” y a la posibilidad de los particulares de resguardar sus
derechos.
El control restringe la democracia, pero a la vez es necesaria para que esta subsista. La
primera forma de control es la jurisdicción contenciosa administrativa (Kelsen).
d.ii) El control judicial de los actos trámite: Son aquéllos que siendo actos
administrativos, no resuelven o enuncian una decisión final de la Administración, sino
que se limitan a impulsar o preparar el acto administrativo terminal.
En la doctrina y la jurisprudencia chilena se dio la discusión del tema frente a la
posibilidad de ir en contra del acto de toma de razón que realiza la CGR que forma
parte del procedimiento de ciertos decretos y resoluciones de la Administración central
y servicios dependientes. La toma de razón es un control a priori de legalidad del acto
administrativo, el cual tiene como efecto dotar al acto, antes de que alcance su eficacia
jurídica (notificación o publicación), de una presunción de legalidad.
Acorde al principio de control total de los actos, su revisión estaría avalada, sin
embargo cabe la siguiente pregunta: ¿cuál es la importancia del acto trámite en la
conformación de la voluntad del órgano de la Administración que emite el acto
terminal? En el caso de que se declare la invalidez del acto trámite de la toma de razón,
ésta no provocaría una invalidez inmediata del acto administrativo terminal, pues no
configura un requisito esencial del acto administrativo, en cuanto no se incluye en la
formación de la voluntad de la Administración. Solo le la presunción de legalidad.
2. Historia y realidad actual del contencioso administrativo: No hay tribunales para lo
contencioso administrativo. Entre 1925 y 1973 los tribunales de justicia se declaraban
incompetentes. En la CPR de 1980 se discutió sobre que sistemas debería adoptarse y hasta
el día de hoy se “discute”, por lo que hay que meter a la justicia administrativa chilena
dentro del sistema que entrega todas estas materias a la «justicia ordinaria», la cual en
definitiva conocerá el contencioso «anulatorio», el contencioso «indemnizatorio y el
recurso de protección como sustituto incompleto».
2) Los sistemas mixtos (Alemania, Italia y Países Bajos): Competencias entre los
dos órdenes es más lógica: cuando la Administración actúa ejerciendo prerrogativas de potestad
pública, es controlada por el juez administrativo, y cuando actúa como un particular (servicios
públicos o causa daños) es tratada como un particular y se debe recurrir al juez de derecho común.
a.iv) La situación en Chile: Ninguno de estos sistemas rige en Chile, aunque quizás el
sistema chileno se acerca al último. Así, la situación es bastante anárquica: de partida, no existe
orgánicamente la jurisdicción administrativa especializada, ni dentro del Poder Judicial ni como
rama de la Administración, ni siquiera de manera independiente. No está definida como tal, y se
trata de una ausencia y dispersión que ha originado cauces por vías anormales, por lo que es la
justicia ordinaria, quien en definitiva conocerá el contencioso anulatorio, el contencioso
indemnizatorio y el recurso de protección como sustituto incompleto. En la práctica es más
complejo aun, pues hay varios órganos de la Administración que también ejercen jurisdicción
administrativa, lo que puede degenerar en una indefensión para el administrado.
De esta forma la Administración dejó de der inmune por el principio de separación de poderes y los
tribunales pasaron a tener jurisdicción total.
1) Nulidad
Este es el esquema dogmático fundamental. Ahora nos infiltraremos en los entresijos de la práctica.
d.i) Las vías ordinarias (ante el lento juez judicial) en un país sin tribunales especiales
del contencioso-administrativo. Son las siguientes:
2) No estar pensado el recurso para esta finalidad: De un tipo de recurso del que no
se debiera esperar más que la cautela extraordinaria de derechos (pues eso es, en esencia, la acción
de protección consagrada en la CPR), se ha llegado a un verdadero anulatorio de actos (recurso de
excés de pouvoir), a través de sentencias que a pesar de lo extraordinario y cautelar del recurso (a la
espera del juicio de lato conocimiento posterior en el plan de la propia CPR), en algunas ocasiones
producen no sólo cosa juzgada formal sino la nulidad definitiva o sustancial de actos de la
Administración. En algunos casos ese remedio ha sido notable en cuanto a justicia concreta, pero
dado el zigzagueo constante de la jurisprudencia, no hay criterios seguros a los cuales atenerse ni en
los cuales los justiciables puedan confiar su certeza.
Cabe esperar que, ante este fenómeno de desorden jurisprudencial que se ha asentado en las Cortes
chilenas, se mantenga incólume e impune una buena parte de la acción administrativa arbitraria,
hasta que no se establezca en Chile una justicia administrativa de general y supletoria aplicación.
-La Administración está dotada de dos instancias internas para el control de la juridicidad de
su actuación: las fiscalías que forman parte de cada órgano en particular, y la CGR.
-Para prevenir una actuación irrespetuosa de la juridicidad, usualmente, las propias leyes que
crean los órganos establecen la necesidad de contemplar en su planta de personal
profesionales abogados, cuyo objeto es precisamente instar por el cumplimiento de la ley y de los
principios jurídicos que han de guiar el accionar del órgano.
-En la documentación oficial de este organismo, se señala que “La Contraloría General de la
República es un organismo superior de control de la Administración y que, sobre la base del
principio de juridicidad, está destinado a garantizar el cumplimiento del ordenamiento jurídico, la
preservación y fortalecimiento de la probidad administrativa y fidelidad y transparencia de la
información financiera”.
-El control es la función y razón de ser de la CGR. Si bien no es el único órgano administrativo
encargado de ejercer esta función, sí es el más preponderante.
-El control de CGR incluye tanto los aspectos formales como materiales del acto
administrativo, pero excluye los aspectos de mérito o de conveniencia de las decisiones
administrativas (art. 21B LOCCGR). Sobre el tipo de control que debe realizar la CGR - ya sea
formal o material - ha habido un amplio debate jurisprudencial y doctrinal.
-Dado el crecimiento en sus potestades de ésta, día a día se impone a CGR el desafío de ejercer
un control efectivo y no meramente nominal.
-Además, la CGR es el único organismo del Estado-Administración que puede interpretar las
disposiciones de derecho público que rigen la conducta de los agentes de gobierno y afectan a
los particulares, así como también el único que puede fiscalizar su cumplimiento con fuerza
obligatoria. En la práctica este monopolio contralor para interpretar disposiciones de esta naturaleza
ha sido impuesto y ratificado a lo largo del tiempo a través de la llamada «jurisprudencia
administrativa», caracterizada precisamente por ser vinculante y obligatoria para estos servicios.
3) FUNCIONES CGR.
-Es el control previo de legalidad de los actos de la Administración. Este trámite consiste en
realizar un examen de legalidad del acto administrativo, verificando que esté acorde al
ordenamiento jurídico, y darle curso en caso de que así sea. Este es un control a priori de legalidad
de los actos administrativos, porque persigue corregir los vicios de ilegalidad de que puedan
adolecer los actos antes de que produzcan efectos jurídicos.
-La toma de razón constituye un acto trámite dentro del procedimiento de dictación de ciertos actos
administrativos. Se dice, por alguna jurisprudencia, que es la toma de razón un requisito
esencial del acto administrativo para el cual se exige, en cuanto el acto que no lo cumple carece
de eficacia jurídica. Este criterio introduce una extrañeza en el procedimiento administrativo
chileno, porque dota a un elemento (de control) esencialmente ajeno al contenido del acto
administrativo de una importancia tal que puede provocar, no sólo la ilegalidad del acto
administrativo, sino también su falta de eficacia jurídica. A juicio de Vergara, la toma de razón no
contribuye -por lo menos directamente- en la formación de la voluntad de la Administración
contenida en el acto administrativo, pero aún así, es considerado un requisito esencial del mismo (y
no como lo que realmente es: un requisito de la legalidad del acto administrativo, que no puede
provocar por sí mismo la falta de validez y eficacia del acto, pues su falta o ausencia sólo produce
un vicio de ilegalidad del acto).
-¿Cuáles son los actos afectos a la Toma de Razón? La sujeción a toma de razón es la regla
general, según se desprende del art. 98 CPR. Están exentos de este trámite los actos administrativos
que se señalan en la vigente Resolución 1600, de 2008, del organismo contralor. La justificación de
que ciertos actos estén exentos de la toma de razón, tiene que ver con la necesidad de agilizar la
función administrativa. La idea es que sólo estén sometidos a este trámite los actos de importancia y
que comprometan considerablemente los recursos públicos. La ley dispone especialmente que estén
afectos a toma de razón:
b) Decretos supremos y resoluciones de los Jefes de Servicios (LOCCGR, art. 10). Esto sin
perjuicio que el Contralor pueda eximir de la toma de razón, conforme su inc.5, a uno o más
Ministerios o Servicios, de los decretos supremos o resoluciones que concedan licencias,
feriados, y permisos con goce de sueldos, o que se refieran a otras materias que no
considere esenciales. En este caso, dichos actos estarán sujetos a un control de
constitucionalidad y legalidad (art. 1 LOCCGR).
-Cuando un acto queda sometido a Toma de Razón, el organismo contralor dispone de 15 días
para emitir su pronunciamiento, el cual resulta prorrogable por un plazo equivalente. Las
acciones o medidas que puede adoptar éste son:
a) Toma de Razón simple. Implicará que el acto, a juicio del órgano contralor, ha pasado el
«test» de control jurídico. La CGR no está obligada a exponer las razones por las que
considera que tal acto está acorde al ordenamiento jurídico.
b) Toma de Razón con alcance. Se añade una observación o enmienda al contenido del acto,
que consiste en complementarlo o rectificarlo. Esta medida tomada será de necesaria
observación.
-Art. 6º, inciso 3º LOCCGR excluye la posibilidad de que la CGR intervenga emitiendo un
pronunciamiento en el caso que el objeto de lo pedido sea una cuestión litigiosa, pues es
competencia de la jurisdicción declarar la certeza del derecho, o el derecho mismo. Igualmente, no
cabe un pronunciamiento de la CGR en el caso que penda un contencioso o recurso específico para
el reclamo.
“La contraloría no intervendrá ni informará los asuntos que por su naturaleza sean
propiamente de carácter litigioso, o que están sometidos al conocimiento de los
tribunales de justicia, que son de la competencia del Consejo de Defensa del Estado, sin
perjuicio de las atribuciones que, con respecto a materias judiciales, reconoce esta ley al
contralor”.
-La CGR se abstiene de conocer no sólo los asuntos litigiosos, sino también aquellos en los que
los particulares no tienen un interés legítimo, señalando que la Circular 24.841, de 10 de abril de
1974, se fijó los criterios para la admisión de los asuntos sometidos a revisión por la CGR. Señala
aquella: “La Contraloría sólo conocerá y se pronunciará sobre las presentaciones deducidas por
funcionarios públicos o particulares que se refieren a asuntos en que se haya producido una
resolución denegatoria o se haya omitido o dilatado dicha resolución, por parte de la autoridad
administrativa, habiéndola requerido el interesado”. Con este argumento,
-Los dictámenes de CGR nos permiten no sólo conocer el lenguaje del Derecho
Administrativo, sino también uniformar la interpretación y aplicación de las normas de índole
administrativa. Ambas cosas son un notable aporte de este organismo a la cultura jurídico-
administrativa.
3.c) Auditorías.
-CGR realiza habitualmente auditorías a los órganos que fiscaliza, esto es, revisiones completas
de toda su actuación.
-Si bien la ley no lo dice expresamente ni usa esta expresión, ello se justifica por la vía
interpretativa de la expresión ”examen de cuentas”, empleado por la CPR y la ley; y también de
otras expresiones usadas en la LOCBGAE.
-En la resolución Nº20 de 2015: CGR, fijó Normas que regulan las Auditorías efectuadas por
ésta. Dicho reglamento regula la forma, el plazo y las modalidades de las auditorías que efectúa la
CGR, incorporando las normas técnicas ISSAI y NAGAS. Artículo 15, a cuyo tenor “Las normas
que establezcan el secreto o reserva sobre determinados asuntos no obstarán a que se proporcione
a la Contraloría General la información o antecedentes que ella requiera para el desarrollo de sus
auditorías, relativa a los servicios, personas o entidades sujetos a su fiscalización”.
ii. Financiera. Tiene por objeto determinar la exactitud y/o razonabilidad de la información
financiera de un auditado con el marco de referencia de emisión y regulatorio aplicable.
iii. General. En general, CGR efectuará auditorías con el objeto de velar por el cumplimiento
de las normas jurídicas.
-Esto se vincula especialmente con la información que puede extraerse del sitio web de la
CGR: publicación de informes de fiscalizaciones y auditorías, de todos los dictámenes, demás
informaciones que se suben relacionadas con las audiencias e, incluso, reuniones del Contralor.
-También, la fiscalización produce un efecto disuasivo innegable en los burócratas amigos del
desorden y de las faltas de probidad. Pero, en verdad, ha sido la agudeza y oficio del actual
Contralor y la efectividad de estas fiscalizaciones lo que ha provocado un impacto importante en la
opinión pública nacional.
4.c) La toma de razón y sus desafíos es un gran tema.
-El trámite de toma de razón no puede convertirse en un mero examen de legalidad orgánica o
formal, sino en un examen de juridicidad más completo. Debe implicar el examen del objeto, el
fin, motivo y toda esa materialidad que cubre el fenómeno de la buena administración; entendiendo
que ese control no puede abarcar el mérito u oportunidad de la decisión.
-El trámite de toma de razón es un control por esencia a priori, que paraliza
momentáneamente la acción administrativa. Dado el volumen de la actividad administrativa, los
actos afectos a toma de razón deben ser acotados a las materias fundamentales, y las demás
materias deben ser controladas ex post, pero de manera efectiva y selectiva.
-Es importante, entonces, la actual decisión de modificar la resolución de la CGR que regula las
materias exentas del trámite de toma de razón. Ojalá se incorporen a esa nueva resolución no
sólo una taxativa y fría enumeración, sino algunas reglas generales que sirvan para su
interpretación.
-Presentaciones de terceros e interesados. Hay que mencionar que existe una distorsión que se ha
producido en el último tiempo en medio del trámite de toma de razón en sede contralora, a raíz de
las presentaciones de terceros e interesados. Por transparencia debe darse a conocer a todo
interesado el texto completo de toda presentación (y no aducir la necesidad de terminar el proceso
de toma de razón para avalar la opacidad). Por lo demás, no puede impedirse que tales interesados
realicen presentaciones. Pero es conveniente tener presente las siguientes consideraciones:
-Como proposición, sugiero revisar un uso o costumbre del órgano contralor, de tal manera
que él mismo cumpla con el principio y regla de la motivación. En este sentido, es adecuado que
no sólo sea motivado su acto de rechazo de la toma de razón, sino que en aquellos casos en que
efectivamente se toma razón, aunque sea brevemente, y con fórmulas que se repitan, pero que sean
materialmente coherentes con su decisión. Si la motivación es un principio general que, hoy día, se
ha transformado en un estándar para el ciudadano, la CGR debiese ser la primera en dar un paso
adelante. Esto significaría un distanciamiento de una conducta similar en el Poder Judicial: ese
extendido y lamentable uso del “vistos: se confirma”, propio de los tribunales colegiados.
-Por otra parte, los tribunales de justicia no pueden excusarse de revisar o controlar los actos
administrativos de los que haya tomado razón la CGR. La toma de razón le imprime al acto
administrativo una presunción de legalidad, en cuanto a su ejecutoriedad, pero no implica
inmunidad jurisdiccional o que el acto o dictamen asociado esté exento de interpretaciones
discutibles de la legalidad. Como estas decisiones pueden incidir en los derechos subjetivos
públicos de los ciudadanos, siempre puedan ser recurridos por el destinatario del acto ante los
tribunales.
-Gran tema: el desafío global, no sólo de la actuación de la CGR, sino del ordenamiento
administrativo, es la buena administración. La meta futura es diseñar, por vía jurisprudencial o
doctrinaria, como un auténtico derecho público subjetivo, el derecho a la buena administración,
amparado sobre la base de ciertos estándares en la ejecución de la actividad administrativa.
-Los aspectos que debieran ser potenciados hacia el futuro dicen relación con las formas de
controlar y hacer cumplir los estándares de buena administración, que un sistema jurídico de
avanzada debe garantizar e incorporar como objetivos a cumplir, de modo claro y concreto. Estos
estándares debieren permitir a los particulares pedir que la Administración actúe eficaz o
eficientemente, o que actúe como espera la ciudadanía que lo haga.
-En todo caso, esto es distinto al mérito u oportunidad de la actividad administrativa, que es el
argumento actual para no entrar en el control de la buena administración. Si el cumplimiento de
esos estándares de la buena administración se pudiese controlar, sería un gran avance. Ése es el
desafío.
1. Principio de Juricidad:
Es uno de los principios básicos que limitan la actividad administrativa y que son propios de un
Estado de Derecho. Estos son: (1) principio de separación de poderes, (2) principio de juricidad o
legalidad, (3) principio de la garantía de los derechos y dignidad de los ciudadanos.
La Administración en virtud de este principio debe someterse plenamente y en todas sus acciones al
sistema normativo constituido por las leyes y por los principios y garantías constitucionales. Las
actuaciones administrativas solo pueden llevarse a cabo en caso que exista una habilitación legal
previa. Cabe mencionar además, que las potestades administrativas siempre es conferida en
consideración a un fin, una función, de manera que no existiendo en el ejercicio de una potestad
administrativa un motivo que diga razón con la función de interés público, el acto respectivo es
ilegal o arbitrario. Si la Administración desborda el marco tipificado por el legislador incurre en
exceso o abuso de poder. Es exceso cuando desborda el marco tipificado por el legislador y si va
mas allá y actúa de manera antojadiza, su actuación de arbitraria.
(*) Ojo: no confundir arbitrariedad con discrecionalidad, esta última se acercaría más bien a una
actuación realizada con templanza, moderación, discernimiento, buen juicio.
à Potestad, función y desviación de poder: Las potestades públicas constituyen un poder jurídico
que no se ejerce libremente por la Administración, sino en función de un interés al que ella está
sujeta. Son potestades FUNCIONALES, pues siempre han de ejercerse de acuerdo a un fin.
Pertenecen a la llamada potestad-función. Este fin o función en materia administrativa es el interés
público.
En los casos que la Administración cuenta con la cobertura legal previa, su actuación es en
principio legítima, se encuentra dentro de la legalidad. Luego queda descubrir si esta misma
actuación se ha realizado en función del interés publico, esto es si ha cumplido con su finalidad y
para ello habrá que analizar las motivaciones del acto administrativo, Si estas no cumple con el fin
para el cual se estableció la potestad hay una desviación de poder. Hay que adentrarse en los
motivos, sin ello no podrá entrarse al fondo.
a) Organizacional: (o tipicidad organizacional) este aspecto exige que la ley defina los
organismos administrativos que crea y cuáles son sus estructuras orgánicas.
b) Competencial: (o tipicidad competencial) la cual exige que sea la ley la que otorgue
especificas competencias a cada órgano administrativo, siendo este el ultimo el único que la
puede ejercer.
c) Procedimental: se expresa a través de los requisitos formales que debe respetar la
Administración para su actuación.
d) Teleológico: las potestades solo pueden ser ejercidas para los fines previstos por las normas
que las otorgan. (De no ser así se dictan actos arbitrarios o abusivos que pueden constituir
deviación de poder.)
e) Presupuestario: supone la necesidad de autorización de la Administración para proceder al
gasto público.
2. Discrecionalidad administrativa:
a) Potestades regladas y discrecionales: (1) las potestades regladas dice relación con aquellos
casos en que a ley puede determinar agotadoramente todas y cada una de las condiciones de
ejercicio de la potestad. El ejercicio de estas potestades reduce a la administración a la
constatación del supuesto de hecho legalmente definido en forma completa y a aplicar lo
determinado. (2) La potestad discrecional en cambio, la ley define algunas condiciones de
ejercicio, remitiéndose el resto de las condiciones a la estimación subjetiva de la
Administración dentro de los límites de aplicación posible. En este ámbito la
Administración comporta un elemento diferente en su ejercicio; la inclusión en el proceso
aplicativo de la ley, de una estimación subjetiva. Las potestades discrecionales otorgan la
posibilidad , dentro de ciertos límites, de apreciar libremente la oportunidad o la
conveniencia de la acción administrativa
Ambas potestades están sujetas a control judicial.
àDiscrecionalidad técnica: no debe confundirse con la simple discrecionalidad. Lo esencial que las
distingue es que la elección entre las distintas alternativas presentes, es determinada en virtud de
reglas y conocimientos propios de una ciencia o arte. Supone que la adopción de medidas
administrativas se realiza en base a la aplicación de la lex artis o de evaluaciones de orden técnico.
Acá la elección que tiene la autoridad administrativa debe realizarse en base a evaluaciones de
orden técnico o de conocimiento de una ciencia o arte, quedando la autoridad administrativa
vinculada al informe técnico para no incurrir en infracción al principio de razonabilidad.
- Eficiencia administrativa,
- Principio inquisitivo,
- Principio de no formalización, y
a) Orígenes y antecedentes. Cabe destacar que la LPBA nace a partir de circunstacias políticas
particulares en 2003 (mediáticos casos de corrupción política), con la intención de regular
exclusivamente los plazos administrativos y el silencio administrativo. No obstante, la tramitación
de dicho proyecto terminó tendiendo a una regulación completa del procedimiento administrativo.
II) “El procedimiento administrativo”, en que lo define y establece quiénes intervienen en él, sus
plazos y el procedimiento mismo;
d) Aportes de la LBPA.
I) Por primera vez un texto con rango legal define el “acto administrativo”. Así, establece que “para
efectos de esta ley, se entenderá por acto administrativo las decisiones formales que emitan los
órganos de la Administración del Estado en las cuales se contienen declaraciones de voluntad,
realizadas en el ejercicio de una potestad pública”. A partir de dicha definición, se pueden extraer
las siguientes conclusiones:
- El acto administrativo sólo puede abarcar decisiones de la Administración que se expresen por
escrito.
II) Es destacable además que se legisla de un modo general sobre el “silencio administrativo”. Con
anterioridad a la ley, el tema estaba más bien relegado a la doctrina y la jurisprudencia.
a) Derogación tácita y supletoriedad como técinas normativas, los nuevos estándares valorativos
de la LBPA.
1) Derogación tácita y supletoriedad como técinas normativas. La LBPA tiene, a la vez, eficacia
derogatoria y supletoria.
La derogación tácita es una técnica normativa difícil, pues es necesaria una cuidadosa interpretación
del contenido normativo del precepto posterior y del anterior. Deberá, entonces, y como se señalaba
en el capítulo relativo a la supuesta supletoriedad del CC frente al Derecho Administrativo,
analizarse la “pugna”, la “contradicción” entre ambos preceptos, y para ello será necesario analizar
su sustancia normativa: su contenido valorativo.
- Leyes generales o comunes de frente a las leyes especiales/singulares/de excepción, donde las
lagunas de estas últimas son rellenadas por las primeras.
- Leyes especiales de frente a otras especiales, en que no hay reenvío normativo ni supletoriedad,
donde no puede operar ni supletoriedad ni analogía, debido a una contraposición de principios y de
bases disciplinarias. Esta última situación es la base la autonomía de cada disciplina “especial”.
Es importante distinguir que esta técnica normativa es distinta a la analogía. En esta última, lo que
ocurre es que se descupbre una norma preexistente en el mismo ordenamiento legal y se palica al
caso imprevisto. Por el contrario, en la supletoriedad se acude a un ordenamiento diverso al que se
presenta el vacío y de él se extrae la norma que resuelva el caso.
2) Los nuevos estándares valorativos de la LBPA. La forma de los actos administrativos cambia su
regulación desde la promulgación de la LBPA.
I) La forma de los actos adminstrativos en el orden legal hasta el 2003. Se encontraba regulada
tanto en la CPR como en la LOCBGAE.
A los dos aspectos anteriores, habría que sumar una nutrida jurisprudencia de la CGR, que a través
de sus dictámenes realizó una notable labor creativa.
II) Nuevos estándares de los procedimientos en la LBPA. La LBPA establece nuevas bases,
estándares y principios, guiados por un evidente reconocimiento de los derechos subjetivos
públicos. Dentro de estas bases, estándares y principios destacan:
- La imparcialidad,
- La inexcusabilidad,
- La publicidad,
- Igualemtne, de tal nuevo estándar de un procedimiento con mayor certeza, seguridad y justicia, se
derivan las siguientes exigencias procedimentales: cumplimientos de plazos, exigencias de un
expediente, procedimiento de urgencia y validez del silencio administrativo.
A partir de lo anterior, se permite concluir que es evidente que la LBPA estabelce una nueva
regulación básica de los procedimientos administrativos, a partir del cual se elevan los estándares de
seguridad, certeza y justicia para los administrados en relación a la Administración.
b) Derogación y supletoriedad: técnicas normativas que dan eficacia a la LBPA. Esta ley, junto con
establecer las bases del procedimiento administrativo, consagra la aplicación supletoria de sus
normas respecto de procedimientos administrativos especiales. La tésis ofrecida al respecto es la
siguiente: por una parte, las bases, estándares y principios establecidos y que surgen en su caso de la
nueva LBPA, tienen la eficacia de derogar tácitamente todas las leyes preexistentes que sean
contradictorias o incoherentes con tales bases, estándares y principios; por otra parte, la técnica de
la supletoriedad tiene la eficacia de rellenar las lagunas de las leyes preexistentes que regulan
procedimientos expeciales. Cabe, entonces, analizar las técnicas normativas utilizadas en la LBPA.
I) Técnias normativas utilizadas por la LBPA. El art. 1 de la ley señala: “La presente ley estabelce y
regula las bases del procedimiento administrativo de los actos de la Administración del Estado. En
caso de que la ley establezca procedimientos administrativos especiales, la presente ley se aplicará
con carácter de supletoria”. Cabe analizar a partir de lo anterior, qué significa una ley de “bases”.
1) Desee las nuevas “bases” a la derogación tácita. Cabe entender que, partir del 2003, toda
regulación que contradiga estas bases ha quedado derogad tácitamente. Por ejemplo, en cuanto a la
notificación presunta en materia de aguas, un procedimiento administrativo especial que prescinda
de toda notificación efectiva debe entenderse derogado tácitamente, pues quebranta los principios
de publicidad y defensa. Así, queda demostrado que la nueva regulación “básica” opera al mismo
tiempo como un mínimo y como un máximo legal.
- Con eficacia de relleno de lagunas de todas aquellas regulaciones preexistentes que no contengan
normas especuiales relativas a procedimiento administrativo.
*Para una mejor comprensión de lo revisado hasta acá, ver el ejemplo de la notificación
presunta en materia de aguas (página 278), que no resumo, porque para entendelo bien hay
que leerlo completo.
c) Eficacia de la derogación y la supletoriedad de la LBPA. Es clave que todo aquél que tenga
como labor interpretar el derecho y aplicarlo al caso práctico efectivamente utilice estas dos
técnicas. La no utilización de ellas, cuado corresponda, puede implicar la inaplicación de los nuevos
estándares y garantías de justicia, seguridad y certeza que en materia de procedimiento
administrativo, a favor de los administrados, tiene la LBPA.
¿Qué pasa con los que tienen un mero interés (no son titulares de derechos)? De la ley
(artículos 39,30 y 48) se desprende que basta un mero interés, ya sea individual o
colectivo.
iv) Capacidad: además de los que tienen conforme a las reglas generales, también son
capaces los menores de edad, sin asistencia de quien tenga su patria potestad, siempre
que el ordenamiento jurídico-administrativo lo permita (deben acreditar, además, un
interés actual o potencial).
v) Representación: es facultativo actuar por medio de un abogado, y si así se decide, se
requiere escritura pública cuando el acto lo exija.
iv) El fracaso del silencio administrativo en chile. Varios son los factores que han
contribuido a la dificultad de la aplicación práctica de sus efectos:
àA fin de cuentas, lo que regía era la normativa especial de cada procedimiento, y
si esta no contemplaba una regulación de plazos, se aplicaba el código civil.
ii) En los juicios de naturaleza administrativa (ante los Tribunales de Justicia): los
plazos del Código de Procedimiento Civil. CPC establece el mismo modo de
cómputo de plazos que el CC (según días hábiles/inhábiles).
iii) Dos clases de plazos hasta el año 2003. Se aplicaban, en consecuencia, por vía
supletoria en juicios que versaban sobre materias administrativas: plazos civiles,
corridos y útiles, y procesales civiles, hábiles e inhábiles. A pesar de ser de
nomenclaturas diferentes, se llega al mismo cómputo de los plazos: en ambos casos
su interrupción sólo se produce en los días feriados, y el día sábado siempre es
considerado un día útil o hábil
b) La consagración de los días hábiles administrativos y de un nuevo cómputo de los
plazos: Art. 2529
i) Nueva definición de días hábiles/inhábiles y nuevo tipo de plazo.
Ahora, para el cómputo, cabe considerar el día sábado como inhábil. Se agrega la
nomenclatura de “plazos administrativos”, que pueden ser tanto hábiles como
inhábiles (distintos de los civiles y procesales civiles).
ii) Un nuevo derecho público subjetivo de los administrados.
Se refiere al derecho al cómputo de los plazos sin considerar los días sábados,
domingos y feriados.
Si la administración no aplica esta regla, significa una vulneración a tal derecho.
iii) Descripción de la nueva regla y diferencias con los plazos civiles.
àPara la LBPA se consideran inhábiles: sábados, domingos y festivos. Entonces,
en los procedimientos administrativos no se aplica el art 50 CC30, en razón de que
en el Código Civil el cómputo de plazo es de días, salvo el caso de días útiles, en
cuyo caso se dejan de computar sólo los días feriados (considerando igualmente la
ley que el domingo es feriado).
à**Desde la vigencia de la LBPA, cabe considerar el concepto de días hábiles
como distinto al de días útiles. Y en los procedimientos ante la Administración del
Estado, entonces, deben contabilizarse los plazos según el concepto de días hábiles,
descontando siempre los días sábado, domingo y festivos**.
iv) Alguna jurisprudencia administrativa.
En múltiples oportunidades, la CGR ha determinado en sus dictámenes que la
forma de computar el plazo se aplica a todo plazo administrativo que no tenga
prevista una forma especial de cómputo.
v) Rebaja de un estándar y errático uso por el legislador de la expresión días “hábiles”
y “corridos”.
àEncontramos en la Ley 20.285, sobre acceso a la información pública, que un
errático uso de la definición de días hábiles, rebajando o dificultando la aplicación
del estándar consagrado en el art. 25 citado, en cuanto señala un plazo de “días
corridos” (art 28).
àRespecto al artículo 24 de la misma ley, queda la duda de si se trata de días
corridos o días hábiles. Aplica supletoriamente la LBPA-art25.
àAmbigüedad de la expresión días “hábiles”:
29
“Artículo
25.
Cómputo
de
los
plazos
del
procedimiento
administrativo.
Los
plazos
de
días
establecidos
en
esta
ley
son
de
días
hábiles,
entendiéndose
que
son
inhábiles
los
días
sábados,
los
domingos
y
los
festivos.
Los
plazos
se
computarán
desde
el
día
siguiente
a
aquél
en
que
se
notifique
o
publique
el
acto
de
que
se
trate
o
se
produzca
su
estimación
o
su
desestimación
en
virtud
del
silencio
administrativo.
Si
en
el
mes
de
vencimiento
no
hubiere
equivalente
al
día
del
mes
en
que
comienza
el
cómputo,
se
entenderá
que
el
plazo
expira
el
último
día
de
aquel
mes.
Cuando
el
último
día
del
plazo
sea
inhábil,
éste
se
entenderá
prorrogado
al
primer
día
hábil
siguiente.”
30
ART
50
CC
“En
los
plazos
que
se
señalaren
en
las
leyes,
o
en
los
decretos
del
Presidente
de
la
República,
o
de
los
tribunales
o
juzgados,
se
comprenderán
aun
los
días
feriados;
a
menos
que
el
plazo
señalado
sea
de
días
útiles,
expresándose
así,
pues
en
tal
caso
no
se
contarán
los
feriados”.
1) CPC (art59) los define como aquellos en que no se computan los días domingos
y festivos.
2) LBPA (art25) los define como aquellos en que no se computan los días sábado,
domingos y festivos.
ii) Interpretación auténtica de la LBPA. Para un correcto análisis del art.54 inc.2
LBPA, es necesario tener presente la interpretación que ha realizado la Ley
N°20.55131, según la que la “interrupción” se traduce en la contabilidad del plazo
de un modo integro, total y completo.
d) Conclusiones
1° En cuanto al cómputo de los plazos administrativos:
31
art.42
inc.3:
“La
reclamación
administrativa
interrumpirá
el
plazo
para
ejercer
la
acción
judicial
a
que
se
refiere
el
artículo
siguiente.
Una
vez
que
se
notifique
el
acto
que
resuelva
dicha
reclamación
administrativa
el
plazo
volverá
a
contarse
íntegramente,
de
acuerdo
al
artículo
54
de
la
ley
N°19.880”
i) La LBPA incorpora los plazos administrativos y unos “días hábiles” administrativos,
prescribiendo, al mismo tiempo, una nueva forma de computarlos, distinta a la del Código
Civil y el Código de Procedimiento Civil.
ii) Esta clasificación lleva consigo el reconocimiento de un derecho público subjetivo; una
garantía de seguridad jurídica para el administrado, toda vez que éste conocerá con certeza
la fecha en la cual cumplirá el tiempo del cual dispone para realizar sus actuaciones frente a
la Administración y, por consiguiente, ejercer las acciones que resulten pertinentes.
i) La ambigüedad de la LBPA respecto al plazo para recurrir ante tribunales cuando se han
interpuesto recursos administrativos previos, ha sido aclarada por el legislador.
ii) El art.54 LBPA no fue certero en su expresión, y cabía una norma interpretativa; tal
necesidad fue subsanada en el art.42 de la Ley Nº20.551, sobre el cierre de faenas e
instalaciones mineras.
I. Introducción
Evolución histórica: Diversas terminologías respecto de la idea concesional desde Roma,
pasando por el derecho medieval español, hasta la etapa del Derecho Contemporáneo en que se
unifica n “sistema concesional” que opera con tramitaciones administrativas para obtener derechos
de aprovechamiento privativos de los bienes públicos.
La concesión como institución más tradicional y persistente, y género de los específicos
tipos: “concesión de bien público” y “concesión de obra pública”.
Concepto: concesión es (1) un acto administrativo de aquellos en cuya virtud se crea un
derecho subjetivo a favor del particular, llamado en este caso concesionario. (2) creación de un
derecho a favor del privado sobre la base de un mito: la titularidad mediante la cual el Estado se
arroga monopolísticamente un bien, un servicio o una obra.
b) Intereses involucrados
i) El interés del público, de los particulares: de aprovechar en común alguno de estos
bienes (caminos) o de adquirir un derecho de explotación privativo respecto de otros (minas,
aguas), de llevar adelante actividad económica gestionando un servicio público abierto a la
competencia (actividades eléctricas, agua potable, telecomunicaciones), o en construir una obra de
infraestructura (carretera o puente), e incluso gestionarla después de su construcción para obtener
ventajas personales (ej.: peajes).
ii) El interés del Estado/Administración de satisfacer el interés público.
i. La Licitación Pública.
ii. El Contrato Administrativo.
1. LA LICITACIÓN PÚBLICA.
A) Aspectos generales.
i) Naturaleza jurídica: Los tratadistas de D° Administrativo han estudiado poco la licitación
pública, y no se han referido concretamente a su naturaleza jurídica. Su trabajo se ha
limitado a exponer y criticar las disposiciones legales vigentes que la regulan.
El autor (Sayagués Lazo) se aventura en señalar que la licitación, en cuanto conjunto de
actos, es un procedimiento, compuesto de actos administrativos y de particulares.
Así, de este conjunto de actos nace un vínculo contractual que tiene que ver con la
forma de celebrar el contrato y el modo en que se encuentran las voluntades del Estado
y del particular, para dar nacimiento al vínculo jurídico. (Las tentativas privadas se
reemplazan por el procedimiento de licitación, que permite la concertación del
contrato).
ii) Partes de la licitación: Según el autor (Sayagués Lazo), se compone de 3 partes esenciales:
1) Confección del pliego de condiciones e invitación a interesados para que concurran
al procedimiento de licitación (acto unilateral de la Administración).
2) Formulación de propuestas (donde el particular tiene un rol activo.
3) Adjudicación de la licitación (acto unilateral de la Administración).
iii) Concepto de licitación: Doctrinariamente, constituye una especie de procedimiento
administrativo concursal y abierto, compuesto por una sucesión ordenada de actos
unilaterales de la Administración y de los particulares, cuyo fin es adjudicar y celebrar un
respectivo contrato.
En nuestro país, constituye un mecanismo de aplicación general para asignar contratos
administrativos, un medio para escoger la oferta más idónea con respecto al bien
común.
A nivel normativo nacional:
-‐ La LOCBGAE (Art. 9°) concibe a la licitación pública como un procedimiento
concursal.
-‐ La LBCASPS (art. 7 letra a) la define como “un procedimiento administrativo
concursal por el cual la Administración realiza un llamado público, convocando a
los interesados para que, sujetándose a las bases, formulen propuestas, de las cuales
se seleccionará la más conveniente”. Dispone esta misma ley que la licitación será
obligatoria cuando las contrataciones superen las 1000 UTM, salvo en las hipótesis
del art. 8 LBCA (contrataciones se realizan por licitación privada o contratación
directa. La principal diferencia con la pública es el grado de competencia con que
se realiza el concurso).
-‐
Reglamento Contratos de Obras Públicas (D.S. 75/2004 M.O.P), art. 4 n°25: “La
licitación pública es el procedimiento mediante el cual se solicita a los proponentes
inscritos en el Registro de Contratistas del MOP, o precalificados, cotizaciones para
la ejecución de una obra pública.
-‐ CGR:
o “La licitación es una invitación a los interesados para que, sujetándose a las
bases, formulen propuestas, de las cuales la Administración selecciona y
acepta la más ventajosa”.
o “En el proceso de licitación se pueden distinguir diversas etapas, es un
trámite complejo que comienza con la decisión de llamar a propuestas (lo
que implica elaboración de bases administrativas) y concluye con la
adjudicación y suscripción del contrato”.
iv) Principios jurídicos que la informan: Los objetivos básicos de este procedimiento son
asegurar una gestión eficiente de la Administración en la selección de la oferta y
garantizar el derecho de los interesados a participar en la instancia, con libertad e igualdad
de oportunidades32. Para materializar estos objetivos, existen 2 principios rectores:
-‐ Libre concurrencia al llamado administrativo.
-‐ Igualdad ante las bases que rigen el contrato.
v) Características de la licitación:
1. Regularidad: Procedimiento regulado en un texto legal objetivo, abstracto y
permanente.
2. Solemnidad: Actuaciones dentro del procedimiento implican cumplimiento de
trámites y formas de participación.
3. Publicidad: Aspectos tendientes a permitir participación a todos los interesados que
reúnan los requisitos y deseen participar u oponerse a la adjudicación del contrato.
Se manifiesta en el llamado a licitación y en la apertura de las propuestas. Esta
característica refuerza la igualdad ante la ley (asegura adecuada participación de
todos los habilitados para intervenir).
4. Imparcialidad: relacionada con la igualdad de participación y publicidad de los
actos.
5. Objetividad: Referida a una serie de circunstancias verificables en el
procedimiento, a saber: publicidad del llamado, capacidades especiales exigidas a
los interesados, forma de presentación de propuestas, etc. Busca descartar
adjudicaciones influenciadas por consideraciones subjetivas.
6. Contradictoriedad: Derecho del proponente para defenderse y reclamar cuando
estime que el procedimiento de licitación ha sido irregular, perjudicando sus
legítimas opciones en la adjudicación.
7. Responsabilidad: Aseguramiento de la seriedad del procedimiento con un sistema
de garantías que se exige a los participantes.
32
Estos
objetivos
determinan
que
la
tramitación
debe
sujetarse
a
los
principios
generales
de
la
LBPA:
celeridad,
conclusivo,
economía
procedimental,
informalidad,
concurrencia
o
competitividad,
imparcialidad,
impugnabilidad,
publicidad
y
transparencia.
Además,
señala
Aróstica
que
toda
licitación
debe
sujetarse
a
lo
dispuesto
por
la
Convención
Interamericana
contra
la
Corrupción.
B) Procedimiento y Tramitación:
2. Convocatoria:
-‐ Aprobadas las bases, se invita a participar en la propuesta.
-‐ La convocatoria es el acto que contiene, sintéticamente, todo dato necesario para
comprender el objetivo de la licitación, condiciones mínimas para postular, forma
en que se puede acceder a las bases y plazo dentro del cual deben presentarse las
propuestas.
-‐ La convocatoria debe darse a conocer a través de una publicación en un diario de la
más amplia circulación, y también a través de internet (aviso en la página web del
servicio que corresponda).
-‐ Se recomienda que las bases incluyen una ronda de preguntas y respuestas
(instancia de participación anterior a la oferta).
3. Presentación de ofertas:
-‐ Regla de oro: deben presentarse en tiempo y forma para ser consideradas.
o “En tiempo”: dentro de la oportunidad contemplada en las bases. La
jurisprudencia ha precisado que debe evitarse la excesiva brevedad de los
plazos existentes entre la publicación de la convocatoria y la fecha fijada
para la presentación de las propuestas.
“En forma”: acompañándose todos los antecedentes requeridos en las
o
bases, de manera que los postulantes acrediten su idoneidad técnica,
profesional y financiera (“concurso de antecedentes”33).
-‐ Las ofertas deben acompañarse por escrito, con respaldo electrónico e incluso a
veces en sobres lacrados.
-‐ Excepcionalmente, la licitación puede limitarse sólo a un concurso de oposición de
ofertas, como ocurre cuando es requisito indispensable que los interesados estén
inscritos en algún registro oficial de proveedores.
-‐ Todas estas ofertas pasan por una “precalificación”, que en definitiva es un examen
de admisibilidad de requisitos de fondo y forma de la oferta.
33
También
existe
el
“concurso
de
oposición”
que
comprende
entrega
de
la
oferta
técnica
y
económica
del
postulante.
-‐
Estudiadas las ofertas, la Administración puede desecharlas todas o bien adjudicar
el contrato. En ambos casos, debe hacer constar su decisión en decreto fundado.
-‐ Para efectos de la decisión que tome la Administración, hay que considerar que no
basta tener en cuenta solo la oferta económica para adjudicar, pues ese es solo un
elemento de todos los que se consideran para decidir cuál oferta es la más
beneficiosa.
-‐ La autoridad no es libre para escoger cualquiera de las ofertas presentadas, pues no
tiene el poder, por ejemplo, para no escoger la propuesta que hubiere obtenido
mayor puntaje (discrecionalidad limitada, solo reducida a optar o desempatar entre
dos o más propuestas igualmente meritorias).
-‐ Notificada la adjudicación, se constituye en un acto irrevocable para la
Administración.
-‐ En qué casos la Administración no puede adjudicar?
o Cuando la oferta no cumpla con las condiciones y requisitos establecidos
en las bases de licitación.
o Cuando el oferente esté inhabilitado para establecer contratos con las
entidades respectivas.
o Cuando la oferta emane de quien no tiene poder suficiente para efectuarlas.
7. Perfeccionamiento del contrato:
-‐ En D° Administrativo, la voluntad de la Administración se manifiesta al dictarse el
acto que sanciona el acuerdo respectivo. El acto, en el caso de la licitación, es un
decreto o resolución, que comienza a regir desde que se haya tomado razón del
mismo, salvo que estuviere exento (rige desde que se dicte).
2. LA CONTRATACIÓN ADMINISTRATIVA.
Los contratos en la Administración Pública constituyen una importante herramienta para satisfacer
el interés público a través de la ejecución de un servicio público, la construcción de una obra
pública o la adquisición de bienes o servicios.
En estos contratos, opera el principio de desigualdad entre las partes contratantes, lo que se traduce
en una subordinación del particular o co-contratante a las decisiones de la Administración. Esta
última goza de una serie de prerrogativas en razón de la finalidad pública de los contratos.
La LBCASPS no define al contrato administrativo, pero en su artículo 1° señala: “Los contratos que
celebre la Administración a título oneroso, para el suministro de bienes muebles y servicios, se
ajustarán a las disposiciones de esta ley, y supletoriamente se le aplican las normas de Derecho
Público, y en su defecto, las del Derecho Privado”.
-‐ Aylwin: “aquellos en que es parte la Administración y que se celebran con un fin
inmediato y directo de carácter público”.
-‐ Soto: “intercambio justo de bienes y servicios entre la Administración y un tercero,
para satisfacer necesidades públicas concretas, mediante un pago”.
-‐ Cassagne: “todo acuerdo de voluntades generador de obligaciones celebrado por un
órgano estatal en ejercicio de la función administrativa (…)”
Estos contratos deben tener una “causa”, que debe ser real y lícita, conforme al art. 1467
CC. Según Ramón Parada, hay que distinguir entre la “causa como contraprestación de la
otra parte, y la causa como fin que las partes persiguen por medio del contrato. En los
contratos administrativos, luce una causa como fin, al determinar que el objeto del mismo
debe ser necesario para los fines del servicio púlico y que se justifica en el expediente”.
v) Procedimientos de contratación.
La LBCASPS reconoce las mismas formas de contratación que el art. 9 LOCBGAE,
que señala: “Los contratos administrativos se celebrarán previa propuesta pública, en
conformidad a la ley. El procedimiento concursal se regirá por los principios de libre
concurrencia de los oferentes al llamado administrativo y de igualdad ante las bases que
rigen el contrato. La licitación privada, procederá, en su caso, previa resolución fundada
que así lo disponga, salvo que por la naturaleza de la negociación corresponda acudir al
trato directo”.
La regla general es la licitación pública, fundado en los principios de publicidad y
transparencia (art. 9 RLBCASPS). Se complementa con que procederá la licitación
privada o el trato directo en todas aquellas compras que sean inferiores a 100 UTM.
1) Licitación pública.
“Procedimiento administrativo de carácter concursal mediante el cual la Administración
realiza un llamado público, convocando a las interesados para que, sujetándose a las
bases fijadas, formulen propuestas, de entre las cuales seleccionará y aceptará la más
conveniente”. Deberá hacerse según lo que dispone su Reglamento. Además de
publicarlo por medio de avisos, para aumentar la difusión.
2) Licitación propuesta privada
“Procedimiento administrativo de carácter concursal, previa resolución fundada que lo
disponga, mediante el cual la Administración invita a determinadas personas para que,
sujetándose a las bases fijadas, formulen propuestas, de entre las cuales seleccionará y
aceptará la más conveniente”.
Procede por resolución fundada, ya que es un mecanismo de excepción. Se debe dirigir
la invitación al menos tres posibles proveedores seleccionados a través del sistema de
información. A este procedimiento se aplican, en lo compatible, las normas de licitación
pública.
3) Trato o contratación directa.
“Procedimiento de contratación que, por la naturaleza de la negociación que conlleva,
debe efectuarse sin la concurrencia de los requisitos señalados para la licitación o
propuesta pública y para la privada. Tal circunstancia deberá, en todo caso, ser
acreditada según lo determine el reglamento”.
Procede cuando la envergadura de la contratación no justifica una licitación. Como
requisitos, la ley dispone, que se requerirá un mínimo de tres cotizaciones previas (Art.
8 LBCASPS), que su utilización debe ser por resolución fundada, la que deberá ser
publicada en el sistema de información y que sólo procede en aquellos casos
directamente establecidos en la LBCASPS y art. 10 RLBCASPS.
Se usa en las siguientes circunstancias:
-‐ Adquisición privada anterior sin oferentes: No hubo adquisición por licitación
pública y tampoco por licitación privada.
-‐ Remanente de una adquisición pública anterior: Caso en que se debe contratar para
realizar o para finalizar un contrato previo que se haya terminado anticipadamente
por incumplimiento u otras causales. Remanente debe ser igual o menor a 1.000
UTM.
-‐ Compras urgentes: Casos de emergencias o imprevistos que obligan a realizar la
adquisición no planificada para satisfacer una necesidas imperiosa e impostergable
de nuestro servicio. Requiere resolución fundada del jefe superior.
-‐ Proveedor único: Cuando sólo existe un proveedor de un bien o servicio, o el
producto o servicio tiene características únicas.
-‐ Convenios de servicios con personas jurídicas extranjeras.
-‐ Naturaleza de la contratación: Por su naturaleza hace necesario recurrir al trato o
contratación directa. Casos en que la lógica y el sentido común indican que este
procedimiento es el único mecanismo posible y resulta, indispensable usarlo.
-‐ Contrataciones iguales o inferiores a 100 UTM: Se ha contemplado un sistema que
puede ser público (abierto a todos) o privado (restringido a tres proveedores).
b. Tramitación parlamentaria
i. Reclamación. En un principio, se preveía únicamente un recurso
especial de relamación, ante la propia Administración, el cual era
independiente del resto de las herramientas de impugnación de los
actos de Administración establecidos en otras leyes de bases, como
son el recurso de reposición y el de reclamación al superior
jerárquico. Luego, se dispuso la creación de un Tribunal
especializado en materia de compras.
ii. A pesar de que por mayoría informó favorablemente el proyecto, hubo dos
votos disidentes: indicando la necesidad de crear los tribunales
contenciosos administrativos.
Los tribunales especiales (distintos de los del Poder Judicial) se regirán por las
leyes especiales que los establecen y reglamentan, sin perjuicio de quedar
sujetos a las disposiciones generales del COT.
d. Previsión en la LBCASPS.
a) Aspectos generales
i. Organización y funcionamiento.
ii. Competencia.
ii. Procedimiento.
Demanda. Debe señalar los hechos que constituyen el acto u omisión, normas
legales o reglamentarias aplicables y peticiones concretas. Se presenta directamente
ante el TCP o ante la Gobernación o Intendencia respectiva, que la enviará al TCP.
Puede declarar inadmisible por defectos y ordenar corrección dentro del 5to dia
desde la notificación de la resolución.
Admitida a tramitación, se oficiará al ente recurrido para que informe, dentro del 10
días hábiles de recibido el oficio, acerca de la materia impugnada. Una vez recibido
el informe o transcurrido el plazo, el TCP puede recibir la causa a prueba fijando
sus puntos; si estima que hay controversia sobre hechos sustanciales y pertinentes,
por un término de 10 días hábiles, pudiendo decretar medidas para mejor resolver.
Vencido el plazo de prueba, se cita a las partes a oír sentencia, teniendo un plazo de
10 días para dictarla y siendo notificada por cédula.
c) Causales de impugnación
Dentro del procedimiento de licitación, existen varios eventos que pueden originar
una reclamación. Ej. Desigualdad en el trato para los oferentes; diferencias
arbitraria; contenido mínimo; entre otros.
Sin perjuicio de los múltiples casos en que se puede impugnar, uno de los aspectos
centrales a ser revisado por el TCP, será la evaluación de las distintas ofertas, de la
cual se elegirá al adjudicatario, debido a los elementos establecidos en las bases.
Diferentes aspectos:
Los integrantes del TCP, ejercerán sus cargos por un plazo de 5 años, pudiendo
nuevamente ser designados. Pero genera el problema de deteminar qué ocurre en el
caso de finalizar su período, quedaran casos pendientes de sentencia, debiendo ser
mejor regulado a opinión del profesor.