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¿Qué es el visagismo?
El término visagismo procede de la palabra francesa visage, el cual significa
cara o rostro, mientras que la terminación -ismo hace referencia a doctrina,
teoría, tendencia... Así pues, si unimos estos dos significados nos encontramos
con que el visagismo se encarga del estudio de las formas y proporciones del
rostro en todos sus aspectos y elementos.
Uno de los conceptos más importantes dentro del mundo del maquillaje es el
del tipo de rostro que se va a maquillar, y este se define en función de la forma
del mismo: alargado, ovalado, redondo, cuadrado, en triángulo... pero este
concepto podemos decir que es solo una parte del visagismo ya que este va
mucho más allá analizando todos y cada uno de los elementos que componen
nuestra cara.
El resultado de los trabajos en los cuales se han tenido en cuenta los conceptos
aportados por el visagismo suele ser es de un cliente o clienta satisfecho de
haber recibido exactamente lo que había pedido, o de un cliente o clienta que
realmente ha mejorado su imagen.
Tal es la repercusión de esta teoría dentro del mundo del estilismo, que el
propio Claude ha ido creando (y consolidando como marca registrada),
términos como Visagism Total Look®, el cual incluye otros conceptos como
Gesture, que atiende a los gestos y expresiones de la persona sobre la que se
trabaja en lugar de a sus palabras; los Servicios Parciales Personalizados, que
pretende tratar a cada cliente como único, o el Visagismo 3D.
Tipos de rostro
La forma general que presenta la cara de una persona puede ser encasillada en
diferentes categorías ya establecidas que atienden a las proporciones que
configuran su contorno. Así pues, encontramos:
Rostros ovalados: considerados como la forma más perfecta, son aquellos que
presentan una proporción adecuada en todas sus proporciones, las cuales
incluyen la frente, el mentón y los pómulos principalmente. En este tipo de
rostro se puede aplicar cualquier técnica o estilo de maquillaje.
Rostro redondo: los rostros de forma redonda son aquellos que, como se puede
suponer, muestran un aspecto de círculo casi perfecto. Suelen ser caras de
aspecto dulce, muy joviales. En general no les favorecen los peinados cortos, y
a la hora de maquillarlos se deberá aplicar algo de sombra, sin ser excesiva, en
sienes y mentón, de esta forma se aproximará a la forma ovalada.
Rostro en diamante: Por último, los rostros en diamante son aquellos que
presentan una frente y una barbilla estrechas, pero unos pómulos muy
marcados, de forma que obtenemos la forma de un polígono que nos puede
hacer recordar a la silueta de un diamante.
Tipos de facciones
Una vez se conocen las principales formas que poseen los rostros de la
población en general, es el turno de atender a los elementos que contienen
estos rostros y que nos van a definir las facciones de cada persona.
Para definir las facciones se tienen en cuenta aspectos como la mayor o menor
facilidad para visualizar o percibir algunos huesos de la cara, como por ejemplo
los pómulos, independiente de su posición en la misma (ya que a este aspecto
ya hemos atendido al clasificar los tipos de rostro), y también a la forma y
proporción de otros elementos presentes en el rostro, como la frente, los ojos o
los labios.
Facciones exóticas: En primer lugar, se debe decir que las facciones exóticas
serán diferentes en cada región del mundo, ya que se suele atribuir esta
calificación a aquellas facciones que son diferentes a las que se encuentran
presentes en un determinado país.
Así pues, en España, se pueden considerar exóticas las facciones con aires
asiáticos, sudamericanos o árabes, mientras que en otras regiones o países, las
facciones típicas del sur de Europa serán consideradas exóticas.
En general, a las personas con este tipo de facciones se les puede aplicar
estilos de maquillaje modernos y atrevidos.
Facciones clásicas: son aquellas que se asemejan a los cánones de belleza
que se proponían en épocas antiguas, como la de los griegos.
Se trata de bellezas que nunca pasan de moda y, sobre este tipo de facciones
no suele resultar adecuado aplicar estilos modernos o rompedores. Los que
más favorecen son los estilos clásicos y sencillos.
Facciones aniñadas: Seguro que en más de una ocasión habremos coincidido,
o conoceremos, a alguien que teniendo ya una cierta edad alejada de lo que se
considera la niñez, tiene un rostro que sigue ofreciendo ese aspecto, el de una
persona muy joven. Estas son las que se consideran facciones aniñadas.
Se caracterizan por tener los elementos que componen nuestro rostro más
juntos de lo habitual, lo que supone una frente, sienes y mejillas muy amplias.
Una técnica que suele dar buen resultado en este tipo de caras es el contouring,
ya que permite resaltar los elementos del rostro que pueden haber perdido
protagonismo frente a la frente, sienes y mejillas.
La frente
Para tratar con las diferentes proporciones de frente, normalmente se suele
recurrir al cabello, ya que es el principal elemento que permitirá disimular
aquellas muy amplias. En cualquier caso, los tipos de frente que se pueden
encontrar fuera de aquellas consideradas con una proporción normal son las
frentes anchas y las frentes estrechas.
Sobre las frentes anchas, como ya se ha apuntado, se suele utilizar el flequillo
del cabello para reducir o cubrir su extensión. A la hora de maquillar este tipo
de frentes se deberá tener especial cuidado con la cantidad de iluminador
aplicado. La utilización de sombras y tonos oscuros será fundamental en estos
casos, especialmente en su zona superior donde nace el cabello, así se
conseguirá una sensación de estrechez mucho mayor.
Sobre las frentes estrechas se puede aplicar iluminador sin ningún tipo de
miedo, y de forma horizontal para crear una imagen de amplitud. Dentro de las
frentes estrechas podemos encontrar las que podemos llamar como frentes
pequeñas, las cuales se deberán maquillar con tonos más claros que el resto
del rostro, así se le otorga protagonismo. Además, resultará muy recomendable
llevar las cejas delgadas para que no resten superficie a la frente.
La nariz
Sobre las narices pequeñas se deberán aplicar tonos claros en su zona central,
con la posibilidad de extenderlo hacia los laterales.
Las narices anchas requieren de la aplicación de sombras desde donde acaban
las cejas hasta la punta de la nariz recorriendo todo el lateral de la misma. Si
embargo, en la zona del tabique nasal se aplicará un tono más claro.
Las narices aguileñas son aquellas que terminan en un cierto pico curvado
hacia abajo, por lo que el tono oscuro se aplicará tanto en el tabique nasal
como en la punta de la nariz.
El mentón
El mentón o barbilla es otra de las regiones que ocupan una gran superficie del
rostro y, por lo tanto, puede acaparar la atención, especialmente cuando cuenta
con formas o proporciones algo particulares.
Dentro de las barbillas podemos encontrar las prominentes, las cuales cuentan
con una pequeña hendidura debajo del labio inferior para luego, conforme va
descendiendo, quedar en un plano más exterior de lo habitual. En este caso se
aplicará corrector oscuro en la zona saliente de la misma.