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re sanpuicaDan reformulan los lazos sociales quebrando sleciau: ios euerpos de otro m aislarianine y a odo, euerpos as dig- igades yn capcidaden de comb inaespechadas paras aise ane, ci stfundan on ia legis de invent, hacer y dec on oon Has pertnais espacio snecives de aca taser eae sie alge won ls inesidads potas de natn eet Seles lesion. ionar nuestras vidas con otros que luchan no sélo por se, no por transformar sus condiciones de vida potenes lee ere transforma nuestras existencias traneoraa ns ¥ conforma uno de los modos mas nobles de _ 139: CapireLo 2 Légicas colectivas y produccién de subjetividad 1. Los topes de la amalgama moderna Tomar la advertencia foucaultiana del universal antropolégico implica en- contrarse permanentemente cox el fope de Ia amalgama moderna, et decir, Jas invisibilizaciones que genera un modo de naturalizacién por el eusl pen- samos que la realidad est fectivamente compuesta de sujetos, objevs y re- precentaciones: en tal operatoria deshistorizemos ~universalizamos- tanto Ie idea de “um sujeto” que conoce el mundo a través de “sus representaciones” como el exiterio por cl cual la diferencia seré pensada como negetivo de lo iéntica,o sea, queda reducida s Is alteridad. Tndagar las ldgicas colectivas supone desde esta perspeitiva trabefar las dimensiones subjetivas puestas en juego evitando, como ya se he dicho, sus- tancializar, esencializar o naturatizar una idea de sujete que se connote en el marco del universel antropol6gico. En tal sentido, repensar la propia nocién ‘abjetivided tiene significativas implicancias filoséficas y politcas. Con rospecto a le euesticn filoséfica, forma parte de ciertc egotemiento de las Glosofias del sujeto que formaron une particular amalgama conceptual “que la modernidad naturalizé~ hoy on fuerte elusidacién critica, Ya Fou- ‘cault habia seBalado los problemas que ha implieado el tomar al “hombre” ¢o- no objeto de estudio, problema fundante de la. constitucisn misma de Tas Gencias bumanas, Planted importantes cauciones de método frente a este “pliegue de lo empirico « lo trascendental” earacteristico do lo que éha de- nominede paredigma antropolégico.” 1. Véase Bf, Foucault, Las palabras y las cosas. Con esta idea de pliegue de Jo empirico en lo trascendental se refiere la encerrona que supone el desarrolio de indagaciones empiricas “positivas” que toman como “objeto” de estudio un sujeto trascendental, universal: el Hom- bre. Una de sus conseeuencies més significativas es que le institucién de es- te sujeto oniversal y el paradigme antropolégico que se instituye no solo se circunscriben @ 1o humano racional sine que no pueden escapar al etno-logo- falo-centrismo y-conllevan la imposibilidad de pensar lo otro, salvo como di- ferencia desigualada; de alli que plantearé que pensar de otro modo es ia con- icién de postbilided para ia creacién de aqueilas libertades por venir, ‘Le posibilidad de construir tales Libertades tendré corac una de sus con- iciones historizar-desesencializar un pensamiento que ha pensado la dife- reneia como alteridad donde el diferente necesariamente seré imaginarizado como inferior, peligroso o enfermo.* En realidad, la nocién moderna de sujeto es inseparable de ia nocién de representacién ¥ de tun modo particular de pensar la diferencia ~en clave pla ténico-hegeliana~ como negative de lo idéntico; por tal razén una reformula- ion eritiea del sujeto cartesiano implies, su vez, poner en discusién —tan- to en el plano estrictamente filoaéfico como en el plano politico, pero también en las territorializaciones disciplinarias~ la nocidn de representacién y la re- lacién identidad-diferencia. En tal naturalizacién, el sujeto trascondental escindide metafisicamente ‘Gal mundo s6lo puede conocer a través de las representaciones que constru- ya de la realidad. Instituido como sujeto, necesariamente lo que no os sujeto “21 objeto sélo puede ser abordado gnoseolégicamente mediado por ins re- presentaciones. Estas, eomo se sefial6 en el capitulo anterior, ne sefieren me- ramente al objeto sino a su modelo o idea, En la misma linea el sujeto politico, por ejemplo “el ciudadano” sélo pue- de gobernar a través de sus representantes. En sintesis, en un mismo movi- miento se universaliza el sujeto, se esencializa la representacién y se desig. na le diferencia Pero a partir de los aportes de diferentes autores puede hoy pensarse os- ta division u ordenamiento de Ia realidad en sujetos y objetos, esta excision sujeto-mundo, es decir la soledad “ontel6gica” del sujeto, no como un “ya da- do” sino producto de Ta construccién histérica de la episteme moderna de las sociedades oecidentales. En coneordancia con Jo anterior, puede decirse que ese sujeto universal identico a sf mismo, ha instituido todo lo que no es “yo” como otro siempre al- teridad, extranjeria, diferencia, No se trata de una consecuencia indeseada a corregir, sino que en tanto el Hombre se constituyé como sujeto y el mundo 2, Véase AM. Peméndes, La mujer de fe usin Locicas COLECTIVAS ¥ PRODUCCION DE SUBVETIIDAD como imagen, en esta produccidn representadora 61 serd “medida de todo lo ente y pondré todas las normas”* La dimension politica de esta problemati- ca filosofice es inmensa. Allf“el otro" siempre extranjeria, diferencia, complemento o suplemento es decir, mujeres, homosexnales, clases, etnias y religiones no hegeménicas, fueron y son considerados inferiores, peligrosos o enfermos. Desde alli han soportado por muchos siglos dispositivos de desigualacién, discriminacién, exclusion, estigmatizacion o exterminio, atin vigentes. ‘Ya Heidegger ha puntuado histericamente el horizonte de sentido de las filosofias del sujeto moderno. Considers que es necesario entender le palabra subjectum a partir de su acepcién latina como Lo que yace ante nosotros y co- ‘mo fundamento que reune todo sobre si. Sefiela que en un primer momento este significado metafisico del concepto de sujeto no estaba especialmente re- lacionado con el hombre y menos atin con el yo. El rasgo propio de la moder- nidad radiearé en que el hombre se conuierte en sujeto.* Pero si el hombre se convierte en el primer y auténtico subjectum, esto significa que se convierte en aquel ente sobre el que se fundamen: ‘a todo ente en lo tocante a su modo de ser y su verdad, £1 hombre se convierte en centro de referencia de lo ento como tal. Paro esto adlo es posible si se modifica la concepeién de lo ente en su totalidad.* Cuando Heidegger se pregunta por lo propio de Ie imagen del mundo que constituye Ia modernidad considera que producir una imagen del mundo no implica que “lo ente se nos represente”, sino que “en todo lo que le pertenece y forma parte de él, se presenta ante nosotros como sistema”. Avanzaré afir- mando que allf donde 61 mundo se convierte en imagen, lo ente en su total dad estd dispuesto como aquello gracias a To cual el hombre puede tomar sus disposiciones, es decir que construir una imagen del mundo significa radical- mente “concebir al mundo como imagen”. Este posicionamiento maderno im- plica una decisidn eseneial éobre Io ente en su totalidad, ya que se buses 5 encuentra el ser de lo ente en la representabilidad de lo ente. Que lo ente lle- gue a ser en la representabilidad es lo que hace que Ia época en que esto ocu- tra sea nueva respecto de lo anterior. Es decir que no se trata de analizar ¢6- mo se pasa de una imagen del mundo medieval a una moderna, sino que el 3. M. Heidegger, "La época de la imagen del muade”, en Camino del bosgue, Madeid, Alien2 2002, pp. 72y $8. 4.Tbidem, - 5. Th 6, Reider, 133) tin propio hecho de que el mundo puede convertirse en imagen me 1 lenge tenn dein ad Modena os Jue el mundo se convierta en im 3 a en imagen es exactamente el mismo proceso seston nie 4s a In posicién principal, en el centro de toda readin." Eata composcin ‘moderna del mundo como imagen implica necesariamente Ia confguracin Ee Js prodcesion representadora. En esta produccion represontadora “el mre” daré medida toloentey pondrs todas las normas* dan Puntvacén come pradueion hsériay ao ese por Ia cual ean movimiento e! hombre, el suietay la representaciGn in ce abrix ediciones de poibilided para desnaturalizar ste amalgamaa ne denne, Sen siglo Sse producen desiaves interpelasones etcs en se hajaron sobre los imponsados de tal amalgama. Sin duda coe lng pores mis sigieativn punden osierars ain reno s de la sospecha”: Freud, Marx y Nietzsche? zon campos de saberes y practices en sus respectivos damsinive o nating tcabajar las sombras o desschos que los motos de consents ke ess snodema hablan instituido como tales, Pee. campo de problemas que abrié la de: » vid la desnaturaliz derna ha id trnsitad desde muy divers personas lelespodel ips 285 el propo Heidogger, también Foucault, Deleuze, Castoriads, Freud, L can x Derrida son algunos de los pensadores que ~desde distintas areas do rtlematizacon- produjeronpensamientoinaygurando res de sabres y Brats donde nia jerna haba instituido sus invisibilidades y 8 De todas formas, el i do de el impensade de ia amalgame moderna foes eres na que un stor de- wgehcags pensar eehanuna mm es ni esa amalgams, Ast, por ejemplo, tanto la invencin del inconssion, te freudiano come el sujetobarrade lacaniano operaron disontinuidad y rap tara espe del sujta de sonciencia, y abrieron nuevos campos de saberes piel Decanter oem ela representacién floséfica. Tambien puede Gecirse que tanto las concen, 2 rep . Tambien puede decirs ‘walisaciones freudianas como las lacanianes se mantienen, ea saachos oy en muchos de 1M, Heidegger, ‘Les te “Ls época de la imagen del mundo’, en Comino patna en Caminos det bosque, pp. 72 ss. 98. Véase M. Foucault, Nietesche, Freud y Marx. 20. Ya en A.M Femsndex Bl campo grupal, se habit senaledo gue Iencios de ensneindo const Bi perp eh ined yea Jos objetas probibidos o denegados de un campo ce onal sue tromne, trinntarias denne nocion de diferencia come alteridad, donde lo ‘otro, el otro, s6lo puede ser pensado como negativo de lo idéntieo. Sin duda puede afirmarse que Ia invencién psicoanalitica compartié con Jes vanguardias estéticas del sigio xx un movimiento de ruptura de la “evi- dencias” que la amalgama moderna habia instituido. En esa linea, exsndo di sei sus primeros dispositivos también junto a la descomposicién de palabra yeoncepto (asoviacién libre) desarmé un uso convencional de reunién al inau- rar un estilo de trabajo que instituyé una de sus tecnologias més impor- tantes: el uso del divdn, que desarticula las condiciones usuales de didlogo y opera come eondicién de posibilidad de las operaciones propiamente psicoa naliticas en los dispositivos de cura de “uno por uno”. Para que las operacio- hes del inconsciente operaran visibilidad, por alguna raz6n, fue mecesario que los cuerpos abandonaran sus posiciones habituales de uso en las situa- cones téte-d-téte Pero en el juego de abrir visibilidad se abren necesariamente otras invi- sibilidades por lo que en tanto su disefio habilité un dispositive de “uno por juno” cre6 condiciones para invisibilizar el entre-algunos 0 el entre-muchos en {gue se producian los mecanismos que luego serian conceptualizades también desde el uno-por-une. "Al mismo tiempo, al centrar sus recursos en el ejercicio de la escucha y distanciar lo més posible el entre-dos en el uso del divén, quedaron en me- nor visibilidad en ese uno-por-uno la producci6n, acumulacién y distribucién de las intensidades de las maquinas corporales colectivas (agenciamientos maquinicos corporales) y la produccién colectiva de los agenciamientos de enunciaeién. “René Kaés sefiela los obstaculor que el “nacimiento” del psicoandlisis sur~ fido como abordaje de procesos individuales presenta freeuentemente para muchos psicoanalistas para entender la especificidad de los aconteceres eru- pales y le especificidad de lo que en tales instancias colectivas se produce, rmente la “diversidad de las dinémicas inconscientes grupaies’. positive con que ee trabaja en les jornadas de producciones grupa- so peicodramatico come la particul: les no solo es colective sino que emplea un recur mnultiplicacién dramétiea que dispone a abrir visibilidad a los cuerpos que se afectan colectivamente. . ‘No se trata de ponderar qué dispositive tiene mayores méritos, sino sim- plemente de sefialar que para poder pensar las ldgioas colectivas de produc: cién de subjetividad posiblemente serén més aptos para ese fin disefios de dispositivos colectivos. Estos, cuando utilizan recursos tecnolégicos psicedra- méticos, vuelven visibles las afectaciones de los cuerpos y sus intensidades, LL, R. Kats, Bl psicodrama peicoanalitic de grupo, Buenos Aives, Amorrorta, 2002 134 LOGIGAS COLECTIVAS DE LA MULTHPLICIDAD cin de In amalgama moderna. 2. De la diferencia a la multiplicidad En su conceptualizacién de los imaginarios sociales, Castoriadis indags las condiciones de produccién de aquellas invenciones colectivas y anénimas por las cuales lo histérico social opera transformaciones de sentido en una.s0- ciedad, desmareando su pensamiento de una idea de sujeto y/o inconsciente colectivo.¥ Para ello, luego de sefialar los limites del “pensamiento hereda- do* para pensar la imaginacién colectiva, establecié unas primeras puntua- ciones con relacién a la produccién de invencién de las légicas colectivas con Ja nocién de magma. Si bien su pensamiento sobre las logicas magméticas ‘queda sélo esbozado, interesa aqui resaltar tres cuestiones: . tar la idea de magma como multiplicidad, habilits el penss- ‘Biatto dele caletive como un eampo de heterogencidad. Se tata de pensar le diversidad, Ja multiplicidad en tanto categoria, Al indagar ls capacidad de invencién colectiva pudo pensar lo que no es idéntico ni diferente Lo imprevisto de un acontecimiento, lo impredecible de una invencién ‘colectiva y anénima, no debe destizarse hacia un pensamiento de lo in- ceausado; diré que lo imaginario social, lo hist6rico social, es indefini damente determinable. Es decir, pudo pensar la determinidad més alla de ia determinacién causal + Las dimensiones de multiplicided magmatica, indefinidamente deter- minables, operan en permanente artieulacién con Jas dimensiones identitarias de la determinacién. Al sefialar ia permanente tensién en- tre las dimensiones identitarias y magmaticas, evito los binarismos clasicos.” En loque respecta a la posibilidad de pensar de otro modo aquello que la modernidad configuré desde el sujeto y la representacién, en Jo relativo ala J frances Vise 12 Bota diferencia yo habia ib reba por pnts sepa Dieses Bl papa rel inonionte: Kate. paren piguleograpa, Berson, Gels roa 5, Esta miena ont eonceptl eatoian pect interrogarecament exe Toe isha tnttuyent ou out in nan se eb etre tn Gnesi Sentara Se denan magmica crag ein ota nettajent, relia reduc ch eur ia putida que tnton oat co git Ce eponiin de dsr x OD ecient LOGICAS COLECTIVAS ¥ PRODUCCION DE SURSETHDAD dijerencia, también han sido decisivos, a mi criterio, Jos aportes de Deleuze. Si, como ya se dijo, no se trata de la critica a la mera diferencia sino de la diferencia como negativo de lo idéntico, por lo que en el misme movimiento en que se distingue ia diferencia se’instituye la desigualdad.™ Esto abre tanto Ja dimensidn filoséfica como politica de la euestién de la diferencia: el pensamiento filosético y politico del siglo xx ha estado atravesado por estos debates. Por tal motivo, es necesario sbrir alertas epistemologicas y cauciones de método, tanto en las propias territorializaciones disciplinarias como on las indagaciones desdisciplinarias. ;Cémo pensar la dimension subjetiva evitan- do toda trascendentalidad, sustancialismo, esencialismo?, geémo pensar ca- tegorias que no recaigan en el problema de la representacidn?, ,eomo operar con una Jégica de la diferencia que no se sostenga en el a priori epistémico de la diferencia como negativo de lo idéntico? De abi la importancia otorgada a pensar multiplicidades y no la diferencia, producciones de subjetividad y no sujot. Sin duda, autores como Foueault y Deleuze, abrevando en Spinoza y en Nietzsche, han sido hitos de gran trascendencia en crear las condiciones de posibilidad ~desde su critica al pensamiento de jo Uno~ desmareéndose de dialécticas y estracturalismos. Esta idea deleuzeana de diferencia de diferencias que no remiten a nin- giin centro 0 idéntico se acompaiia de la idea de una repelicién que no remi- tea ningin origen;* se trata de hacer diferencias mas que de ser diferente; de este modo refiere a diferencias de ihtensidades, no a alteridad. Son dife- rencias que estan insitas en aquello que se va diferenciando, Es un poder ser, un poder de ser abierto, activo que ef este hacer diferencias va produciendo multiplicidades.” De ahi la importancia de Ja nocién deleuzeans de multiplicidad ? Como yase ha seialado, no se trata de negar identidades ni totalizaciones sino de pensar totalizaciones que no subsuman las partes. La recuperacién realice- da por Deleuze del pensamiento de Lucrecio -quien ya decta: “io Uno, esa mania del espiritu’~ crea un buen punto de partida en la eonstruccién de un pensamiento de las diferencias de diferencias que en su accionar configuran multiplicidades. Desde esta perspectiva, la multiplicidad es el don de lo di- 14, Véase A.M. Fernindes, Le mujer defo ilusin. 35. Véase G. Deleuze, Diferancia y retin, 16, Vésee F. Santos, ‘Deleuze: diferencias de diferencias”, conferencia, Programa de Actuslitac tién en el Campo de Problemas de la Subjetivided, posgrado interdiceipinario, Facuied de Poi ‘ologia, Universidad de Buenos Aires, noviembre de 2006. 17, Véace G. Deleuze y F, Guattari, i me S re verso, de las diferencias ue retornan ramn intensidncien gurando plexos de relaciones rizométicas.** Estas herramientas conceptuales han sido de importancia para pensar las diferentes légicas con las que opera un colectivo en accidn. Desde esta pers. peetiva puede decirse que en los momentos de invencién imaginante se des. borda la representacién y un agrupamiento trabaja.en légica de multiplicidad, 8. De los modos de subjetivacion a la produceién de subjetividad En la tarea de desesencializar la nocién de sujeto han sido valiosos los aportes de Foucault con su nocién de modo de subjetivacion. ‘Trabajé en la historia de los modos de subjetivacion, o sea, en las transformaciones, en las ~varlaciones que cada sociedad presenta ~a través de la indagacién de los dis- positives de saber-poder que instituye, las estrategias biopoliticas que des- pliega, las prdcticas institucionales y précticas de si que habilita— en la eons. ‘truccién de sus habitantes, en cierto momento histérico. A su vez, dentro de uri mismo perfodo se podrén encontrar diferentes dispositivos, estrategias y tecnologias que produeiran diversas modalidades de subjetivacién, que dis. tngutirén a los diferentes grupos sociales que integran esa sociedad y crea. vén las condiciones de cireulacién y apropiacién de sus integrantes. Los modos de subjetivacién se articulan con los modos de objetivacién que establecen relaciones de saber y legitiman las distribuciones de poder y los espacios (publico y privado) legitimados para la circulacién de eada colective (clases, géneros, etnias, colectividades religiosas, grupos etarios, etcétera) Los diferentes modos histéricos de eubjetivecién son elementos estratégi- cos en el policiamiento de cada sociedad. Tal ordenamiento no se logra slo a través de] mode en. que los integrentes de una sociedad piensan, sienten y ac- ian, sino también mareando sus cuerpos. El andlisis de las estrategias de poder que intervienen y de las produeciones de saber que objetivan v legit man tanto las posiciones privilegiadas como las desfavorables haria posible volver a Ie clasiea interrogacin de por qué los hombres ~y ni qué decir las mujeres luchan por su servidumbre come si lucharan por su ibertad. 16, Véate P. Santos, ob. cit 28, Véase E. De la Bostic, Discurso sobre la seruidunbre valuntaria, Rosarie, Grupa Raitor de Bee ‘tdi Sociales, 1968. Armando Baulee plantea con respecto al elabre texto de Le Both “Minny Fevaluconari,eseritoy difundid alrededor de 1648. Ese texto, misterinos y fascinante derde fs nacimiente haste ls actuslidad aparece y decapareee de crculacién sin que #2 pecan der ee ones de esto vaivenes Jo que hace pensar sine habria que buscarioe, mde que en Goalies boo 2uger, ex slot peligros que acechan a le demorracia frente a la apariice de beotes euvoritacke fen Gierbes periades enticoe, ob ct se Al mip dean y siguicids 3 : oo tanto formes de etncad sobre s atemo-no sto darn cornta de os mod ée sujecién; toda instancia do ands de los poderestendri que establecer las multiples formas de resistencia a éstos, es decir, de enfrentar tam bien de my diversas maneras eos aparats de dominic. Siemore hay us resto own aazeso que no puede disciplinarse. Es decir que no puede pentarse Ia ub tividad como el mero resultado o efecto de los dispositivos de saber-poder y as extaieg fen cuenta ese resto-exceso que re- sus estrategias; habré que tener siempre en cuer © Site a la inclusign en lo instituido, Bs pertinente recordar aqut que tambien Castoriadis planteaba que la radicalidad imaginante no podria ser absol mente diseiplinada ° , Eve reslovezeeso que resiste @ disciplinamientos puede ter pensado tanto en a plan socsbistric,colecivo, en ls revueltas e nsubordinaciones 4 Grdenes politicos y econdmieas, come en Tas resisansns, dsrbedioncias transgresionesannimas propas de quien resste en sus sintomes, Jocuras, delirios, sueios o enfrentamientos mas o menos silenciosos 0 anénimos p sus autonomies yo yor 9 afimaciones de lo que ees propio. Tateresa aqui rescatar algunas puntuaciones que estas noci cul tianas han permitido para pensar en el campo de problemas dela subjet vided «El referir a lo histérico ha sido un elemento estratégico para desesen- Ealisar la cueytsn de le subjetvidad, Moahas euestines referidas por ejemplo a lo masculino y To femenino pensadas como eondicion @iclégica, inconsciente), como wn va dad, podian considarerse pro Asenién socichistérea.” Mucho de lo pensado como un sujet univer sal, al dosesencilizarse, puede pensarse como uno de jos moder de subjtivacién de un period histico o un grupo sosial particular + Pensar la subjetividad exige desandar un sentido comin disciplinaric ~que ha whieado la cuestién dei sujeto en Ie interiordad, en oposiciéa a un mundo o realidad pensades come exterioridad- fundado & part de un modo pertievlar de le terrtorializacion disciplinaris como efe- to de identifiecionestempranas. En realidad, todas Ia intitucones producen subjetividad” y er tal sentido es necesarjo desmarcar la no- cién de subjetividad de “familiarismos” fundantes. 20, Véase A.M, Ferndindes, “Morales incémodas. Algunos impensadcs del peiccandliss ex 30 60- cial Jo politic” sled: 21, Ve A. Ferns “Notas para conor dou campo de probit es vidad", en AM. Ferndnder y cols, Inettueionesestalladas. 126 Locicas COLSCHIVAS DE. LA MULTIPLICIDAD «+ Producir elementos conceptuales que permitan pensar exe resto-exceso roquiere desdiseiplinar los dominios de objeto unidisciplinarios y abrir Jetonstitucion de campos de problemas, necesariamente desdisciplina: toe. donde las teorigs intervinientes aporten problemas y no sisters, Jonde aporten herramientas para penser Y'no verdades de referencia * «Se inseribe en aquellos linajes de pensamiento que trabajan en In de- construccién de oposiciones binarias clésieas: interioridad-exterion- Gad, profandidad-superficie, sujeto-objeto, individuo-sociedad, cons: tGente-ineonsciente, estructura-acontecimiento. La nocién de modas de subjetivacién se refiere a procesos histéricos ¥ es tos exeritos intentan pensar la dimensién subjetiva en situaciones del aqué we ween las multiples produeciones de un dispositive grupal-institucional a ocrign o bien en colectivos ue implementan sus propios dispositivos, ta creas las azamblens barziales y las fébricas recuperadas que visitamos como parte de un programa de investigacién.”* ‘Sin exnbargo, el poner a trabajer esta nocidn ha sido wn hito importante v forma parte de los antecedentes conceptuales que hacen linaje para pensar hoy el probleme de la subjetividad y sus diferentes modalidades de configw racién. ‘El sérmino subjetividad suele tener un uso tun tanto impreciso, a veces eo imo tole aquallo referido a un sujeto 9 bien como subjetivo, opuesto a cbjeti Yo_Aqui se emplea eomo produccién de subjetividad, refiriéndose con ¢ 6 Seino produecién a la instancie de pensar lo subjetive baésicamente como Po cram ome devenix, ¥ por vanto no necesariamente enmarcado en el paredig- ma de la representacién. ‘El termina subjetividad presenta el desafio de pensar Ja articulacién en- tre Ine modos sociales de sujecign y su resto 0 exeedeate no sujetado traten- do de mantener un modo de categorfa de sujete que no parta de un origen ty ao ae cgmterior” gue huege habria que relacionarlo eon “el sfuere”. En ess | care inate de eonstruir herramientas conceptuales que no eireunscriban je subjetividad a un plano estrictamente mental 20. Véase AM. Perntindes, BY compo sgrupal 128, Venue AM, Feméndea, “Bl nifioy Ia tribu”, en AM. Fernénides y cols, Instituclones ete: liadas. ‘24 Proyéeo de Investigacién “Polticay ubjetividad:ententeinscolestivesfente sn Wiper 2a epee ocr Propemarion Cintiica Secretaria de Ciencia y Técnica de fe Universi te ara a epsacyn) Codige POS), 2004-2007, directors: Ana Maria Fernéndes, codivecor aan epee, cauipo do investiqacién: Sandra Borakievieh, Xavier Iman, Laura Rivers, Ex were jim: Liliana Farrugeo, Ceca Calleway, Candela Cabrera, Laura Gobet, Lgsicas COLBCTIVAS Y PRODUCCION DE SURJETIIDAD sq imtontes se trata de pensar una dimen sujet gue ws produce en acto, ame preuce sus potencas en su aecionar: es dei, pensar bésicamente mun campo de inmanenciay no trasemiental, singular Yo univeadl. No Se trate aqui de defins qué ey ia subjetividad sino de pensar como se institu- yen las dimensiones eubjetivas en tas situaciones colectivas que ind: En tal sentido, para penser les di jocian on ls data “ . para penser las dimensiones subjetivas en las instanci colestivas en que tabsjamos se hs tata de ocalza”stucione donde se Produce eubjetividad; por que més que aunt sustania que sbyace ee meu scionr, aproedimioto de produsin dun tp parle de fulariad, de potencia en act: en este campo de inmanenei a subjetvided es produc ep instanses olecivarinsitutionales-comonitariay, en ine ancias-colectivas de pequetio grupo o grupo amplio, sea en dispositiv teneiar io, ositives dise- dos especialmente o en los oestves de Jos dmbitoe ‘petivudonilon 8 Inunitario por Ios que ranseure la vid En ninguna de elias de gu ma era, Bn erie eas preducioneh de shiv aprebehdes on Jlano de inmanencia remiten para su elucidacién, dedas sus caracteristicas aorta Tas pene de hulinliiddes, s esta ides de produecidn en situacidn, en acto por dn, e tant ue gre raz. S rate no ao erons Teun auto tmrraso ven to que sujeto del incon: P cae sciente que quicbra ¢! paradigma de un aujeto d conciencia~ sino de subjetividades producidas en ac siebran toa idea de trascendencia. 7 vor aus auihran, te pun Se uate e near categoria de sets, mucho menes de nega 2 au rmanece® sino de producir las horramient ° « nientas coneeptuales para pensar une Gimoncicnsubjetioa producida en el ‘entre” de un coletvo.n accién;e8 de. Gi gue oe train de pensar este restos-ecosos qu se produsen one “entre cos pliers, repleguesydeepliegue de las mulpisidales, Pensa ee restos-excetos es pensar esos euerpos sin organismo, esas partes de ca gue efecin fan en line mpi pre co talcomose re en paginas precedentes, es necesario hebilita @ piensa di Teese de ditvendas ge eneneeidenten, ne Se trata de pensar e6 J hacer dif ee ensar emo en el hacer diferencias de intensidades que se desplioganrioomaticamente, se inventan y habiitan los impredecibles deve- j ate iccionar de los agrupamientos. Pensar lag cuerpos, en tal sentido, s acer visible y enuniabes los impensadae del lengua, pens ls inten sidades implica forear a pensar los impensados de la representacién. 2% Beneoaro iin mua qu perant subject de einai tas __ 8 Bre impli suposor que gun gos permanece ee tstantae cnet we | secesienrefndamentatnent el nie ene wi cnet subject 8 sei 8 fo, siempre ‘idéntico a si mismo, y sus actos, multiples ¥variados, y c) pensar este fue {ta como individuo y en tanto tal ontoldgicamente separado del unde. . 13% LOGIGAS COLECTIVAE DE La ULTIPLICIDAD 2 JERE heseeauicutas vuuvepo es que desborden Ia amsigama moderna es trabajar desde subjetividades que se producen en la inmanencia de los cuerpos en accién, La idea de situacién permite pensar, més que Ia unidad de un evento co- lectivo siempre singular-, st. heterogeneidad compuesta de infinitos ele- mentos variables. Indagar las situaciones gue los dispositivos ex accién dis- paran es elucidar las configuraciones que alli se componen, pero que n0 Tes- ponden 2 un plan previamente estipulado. En tal sentido se ha planteado gue el dispositive dispone, ni predice, ni previene. Hs, al mismo tiempo, dis- tinguir las ¢ransformaciones de intensidad de sus potencias cuando se actus- Jizan, haciendo de ellas experiencias diferentes para quienes las habitan. En sintesis, pensar en términos de produccién de subjetividad y no de su- Jeto no es una mera cuestion seméntica; no se trata de agregar o amplier a ‘un sujeto psfquico de la interioridad constituido en identificaciones familia- res tempranas aspectos sociohistoricos; tampoco la palabra subjetividad bus- ca darle una levedad o porosidad posmoderna al pesado subjectum moderno sino sumar esfuerzos en el desafio de crear conceptos en la desnaturalizacién de un modo particular de ontologizacién que la metafisica moderna ha efec- tuado con respecto & le subjetividad. CapiruLo 3 Las maquinas colectivas en accién A partir de las cuestiones que dejan planteados ioe topes que presenta la amalgama moderna para pensar capacidad de invencion de un coletivo en accidn, se avanzaré en este capitulo presentando consideraciones que ha per~ mitido el andlisis de situaciones especificas en talleres de multiplicecién dra~ matica luego enriquecidas y complejizadas por las experiencia autogestivas de asambleas barriales y fabricas recaperadas que se desplegaron a partir del colapso de diciembre de 2001 ea le Republica Argentine.’ Asi opera la problematizecién recursiva, volver a las experienciss v aus elucidationes en el intento de producir nuevos conceptos que, come ye se advirciera, dejaran abiertes nuevos problemas a pensar. Come se he sefialado en copi lovely comenzaron a implementar le mu desde un principio dos formas muy dif cuaade los vecinos de la ct Sarit y de moo hore serrations a y autogestive Hever ge repress res, Véase 438

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