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Propuesta Anc3a1lisis de La Naturaleza Jurc3addica de La Declaracic3b3n de Impacto Ambiental
Propuesta Anc3a1lisis de La Naturaleza Jurc3addica de La Declaracic3b3n de Impacto Ambiental
Manuel Ignacio
Alfonso Delgado
DNI: 05722449-A
REVISTA JURÍDICA
Universidad Autónoma de Madrid
V Premio Joven Investigador
RJUAM
Propuesta: Análisis de la
Naturaleza Jurídica de la
Declaración de Impacto Ambiental
(Derecho Público y Filosofía
Jurídica)
RESUMEN
ABSTRACT
The following text, initially written for the optional course of the 4th year of the Law
Degree of ULCM Environmental Law, is configured as a legal analysis about the nature
of the Environmental Impact Assessment (EIA), focusing mainly on its character as a
binding report if not for the substantial organism, a question undoubtedly related not
only to the academic doctrine, but most of all to the quality of the environment that is
surrounding us.
1
Índice
1
Vid. MÍGUEZ FIDALGO, E. y LOMBARDERO RODIL, J. L., Manual para la formación en medio
ambiente, Editorial Lex Nova, 1ª Edición, 2008, pág. 425.
2
Vid. LOZANO CUTANDA, B., Derecho ambiental administrativo, Editorial DYKINSON, S.L.,
Madrid, 2003, págs. 265 y 266.
2
y programas en materia de ordenación del territorio”3, siendo la última disposición
europea relevante a estos efectos la Directiva 2011/92/UE del Parlamento Europeo y del
Consejo, relativa a la evaluación de las repercusiones de determinados proyectos
públicos y privados sobre el medio ambiente4.
En el marco jurídico español, con motivo de incorporar las dos últimas Directivas
anteriormente citadas, se publicó en el Boletín Oficial del Estado el día 11 de diciembre
de 2013 la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de Evaluación ambiental (LEA, en
adelante)5, si bien ya existía a este respecto normativa estatal y autonómica anterior.
Pues bien, de la LEA se desprende, en su art. 5.1 a) el concepto en cuestión de la EIA,
entendiéndola como un “procedimiento administrativo instrumental respecto del de
aprobación o de adopción de planes y programas, así como respecto del de
autorización de proyectos o, en su caso, respecto de la actividad administrativa de
control de los proyectos sometidos a declaración responsable o comunicación previa, a
través del cual se analizan los posibles efectos significativos sobre el medio ambiente
de los planes, programas y proyectos”. Hablamos pues, de un análisis preventivo de las
repercusiones que determinados proyectos, considerados procedimientos
administrativos sustantivos, causan en el medio ambiente6. En palabras de la STC
64/19827, “la evaluación de impacto ambiental aparece configurada como una técnica
o instrumento de tutela ambiental preventiva (con relación a proyectos de obras y
actividades) de ámbito objetivo global o integrador y de naturaleza participativa”.
3
Ibídem, pág. 268.
4
Vid. GARCÍA-TREVIJANO GARNICA, E. y RODRÍGUEZ MORILLA, A., Alerta medio ambiente:
Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental, GTA VILLAMAGNA Abogados, diciembre
2013, pág. 1.
5
Ibídem, pág. 1.
6
Vid. a este respecto, y si bien siguiendo la anterior normativa, ALONSO GARCÍA, C. y MORENO
MOLINA, J. A., “Técnicas jurídicas de protección ambiental”, en Lecciones de derecho del medio
ambiente (AA.VV, Dir. ORTEGA ÁLVAREZ, L.), Editorial Lex Nova, 2ª Edición, Valladolid, 2000,
pág. 124.
7
Vid. GARCÍA GARCÍA, M. J., La evaluación de impacto ambiental: concepto, naturaleza jurídica y
régimen competencial, en “Boletín Aranzadi Administrativo”, núm. 4/2003, Editorial Aranzadi,
pamplona, 2003, pág.1.
3
2. Naturaleza jurídica de la Declaración de Impacto Ambiental.
8
Vid. ALENZA GARCÍA, J. F., en la pág. 425 de BIBLIOGRAFÍA, documento en el que analiza la obra
de ROSA MORENO, J., Régimen juridico de la evaluación de impacto ambiental, Editorial Estudios
Trivium, Madrid, 1993.
9
Vid. GARCÍA GARCÍA, M. J., op. cit., pág. 3.
10
Ibídem, pág. 1.
11
Ibídem, pág. 4.
12
Ibídem, pág. 1.
13
Ibídem.
4
3. Especial consideración de un controvertido aspecto de la naturaleza
jurídica de las EIA: ¿vinculantes o determinantes?
Si bien con la normativa anterior era posible (e, incluso, correcto) entender que las
DIA ostentaban efectos vinculantes, con la normativa actual, esa interpretación puede
tildarse de forzada, pues el legislador se ha pronunciado exponiendo que la DIA
determina la procedencia del proyecto a los solos “efectos ambientales” (art. 41.2 LEA).
No obstante, existe doctrina (anterior a la nueva LEA), que entiende que la DIA
tiene el carácter de informe obstativo, vinculante sólo a efectos negativos 15, pues en su
contenido se refleja el sentir de la población por lo que no puede ser deliberadamente no
tenido en cuenta por la resolución sustantiva. Sin embargo, esta doctrina exponía su
postura desde la perspectiva de la normativa anterior, pues la antigua Ley de Evaluación
de Impacto Ambiental afirmaba, en su art 4.2, que en la declaración de impacto
ambiental figurarán “las condiciones que deban establecerse”, haciendo referencia a ese
“deban” establecerse, no que “convengan”, por lo que el órgano administrativo
sustantivo no puede desconocer en modo alguno los términos de la DEA 16. No obstante,
a tenor de la normativa actual, se entiende en el art. 41.2 LEA que estas condiciones se
van a referir únicamente a los aspectos “ambientales”, por lo que, no está tan claro que
el órgano sustantivo no pueda valorar otros intereses distintos de los “ambientales” a la
hora de aprobar un determinado proyecto.
14
Vid. ALONSO GARCÍA, C. y MORENO MOLINA, J. A., op. cit., págs. 126 y 127.
15
Vid. SANZ RUBIALES, I., La evaluación de impacto ambiental de proyectos Algunos problemas de su
régimen jurídico, “Revista jurídica de Castilla y León”, nº 9, mayo 2006, pág. 212.
16
Ibídem.
5
Algunos autores que defienden la naturaleza jurídica de la DEA como de informe
vinculante17 para la autoridad sustantiva argumentan que este carácter se manifiesta en
que el órgano que tramita el procedimiento principal no tiene competencia para resolver
sobre los aspectos ambientales, así que no podría apartarse de los términos de la DEA.
17
Vid., para más detallada información, ROSA MORENO, J., Régimen jurídico de la evaluación de
impacto ambiental, Editorial Estudios Trivium, Madrid, 1993.
18
Vid. ALENZA GARCÍA, J. F., op. cit., pág. 426.
19
Vid. GARRIGUES, Ley 21/2013, de Evaluación Ambiental “Novedades administrativo”, J&A
Garrigues, S.L., 2013, pág. 4.
6
3.3. La postura de la jurisprudencia.
4. Conclusiones.
A pesar de que, a la vista de la normativa actual (art. 12.1 LEA) todo apunta a que
efectivamente este informe carece de efectos vinculantes, existen una serie de
reflexiones doctrinales que pueden hacer reflexionar al jurista acerca de este aspecto. De
esta forma, existen autores23 que defienden (haciendo referencia a la anterior normativa)
que en la medida en la que el órgano sustantivo no puede rechazar con carácter
definitivo (esto es, eficacia ad extra) la postura de la DIA, sino que, en definitiva, el
competente para resolver va a ser el Consejo de Ministros o el Consejo de Gobierno u
20
Vid. GARCÍA GARCÍA, M. J., op. cit., pág. 3.
21
Ibídem, pág. 3.
22
Vid. LASAGABASTER HERRARTE, I., La jurisprudencia del Tribunal Supremo en materia
ambiental, en “Ambiente y Derecho”, nº 6, 2008, pág. 152.
23
Vid. SANZ RUBIALES, I., op. cit., pág. 213.
7
órgano que la CCAA determine, ni la antigua Ley ni el Reglamento otorgan posibilidad
jurídica alguna a estos órganos para desconocer la DIA. No obstante, esta doctrina no
puede sostenerse. Y ello, debido a que, si el Consejo de Ministros tuviera que ratificar
de forma reglada la DIA, ¿por qué se ha previsto este mecanismo de solución de
discrepancias? Carece de sentido, pues al legislador le hubiera bastado con disponer que
ningún proyecto pudiera prosperar con una DIA negativa, pero ha establecido un
mecanismo de solución de discrepancias que otorga la competencia para resolver al
Consejo de Ministros. Esta doctrina se apoya24 en que en el Consejo de Ministros
únicamente puede decidir acerca de los aspectos fuera de la competencia estrictamente
ambiental sobre los que eventualmente haya podido pronunciarse la DEA. No parece
ese el espíritu de la norma, pues, en primer lugar, no hubiera sido necesario encomendar
a un órgano como es el Consejo de Ministros la competencia para un examen sólo sobre
eventuales extralimitaciones competenciales, y, por otra parte, la Ley hubiera previsto
expresamente esa limitación en caso de que esa hubiera sido la finalidad del mecanismo.
Además de lo anterior, el art. 12.4 in fine LEA establece que “en tanto no se
pronuncie el órgano que debe resolver la discrepancia, se considerará que (…) la
declaración de impacto ambiental (…) mantiene su eficacia”, esto es, el Consejo de
Ministros tiene la competencia para extinguir la eficacia jurídica de las DIA, por lo que
este mecanismo de examen entre las discrepancias entre el órgano sustantivo y el
órgano ambiental debe interpretarse latu sensu, esto es, el Consejo de Ministros (o el
órgano competente) puede decidir directamente sobre la procedencia del proyecto.
Por otro lado, como hemos visto a lo largo de todo el trabajo, toda la discusión
doctrinal gira en torno a un mismo problema de concepto: esto es, el concepto de
“informe vinculante”. No obstante, ninguna de las obras consultadas se plantean en qué
se concreta el concepto de “informe vinculante” más adecuado jurídicamente, para
después reflexionar acerca de si la definición que da el art. 41.2 LEA es encuadrable en
tal concepto. Pues bien, la doctrina25 afirma que los “informes vinculantes” son aquellos
cuyo contenido obliga al órgano que lo solicita a resolver de manera acorde con el
contenido del mismo, planteándose aquí el carácter obstativo de aquéllos informes que
sólo vinculan en caso de la oposición que expresan, que sería, a lo sumo, el carácter que
24
Para más información, pueden consultarse las obras SANZ RUBIALES, I., op. cit., y MONTORO
CHINER, M. J. Objetivos, naturaleza y límites de la Declaración de Impacto Ambiental de las
Infraestructuras Públicas, en “Revista Española de Derecho Administrativo”, nº. 110, 2001.
25
Vid. SANTAMARÍA PASTOR, J.A., Principios de Derecho Administrativo General, Vol. 2, 2ª
Edición, Editorial Iustel, Madrid, 2009, pág. 64.
8
podría otorgársele doctrinalmente hablando a la DIA, máxime si consideramos que
determina la viabilidad del proyecto a los solos “efectos ambientales” (art. 41.2 LEA).
En fin, teniendo presente el referido concepto cabe concluir que, con la normativa
actual, y aún con la anterior, el informe que contiene las DIA con carácter general
(salvo que diga lo contrario el Derecho sectorial aplicable) a lo sumo, tendrán una
eficacia jurídica, si no vinculante, si sui generis. Y ello, porque, como hemos visto en el
tantas veces traído a colación art. 12 LEA, el mecanismo de solución de discrepancias
entre el órgano ambiental y el órgano sustantivo encomienda la decisión al Consejo de
Ministros, o lo que es lo mismo, en caso de DIA negativa, si el órgano sustantivo quiere
resolver el procedimiento de aprobación de un determinado proyecto de forma
favorable, esta DIA no obliga a resolver de forma negativa (informe obstativo). Por el
contrario, la DIA tampoco es catalogable de informe no vinculante, pues tales informes
“son aquellos en los que la opinión manifestada por el órgano informante constituye una
mera ilustración dirigida al órgano que lo solicitó, no condicionando su conducta de
ningún modo”26, por lo que la eficacia jurídica de la DIA es sui géneris, dado que, en
caso de DIA negativa, se condiciona la conducta del órgano sustantivo, pues, para
empezar, en caso de discrepancia pierde la competencia para resolver.
27
Vid. SÁNCHEZ MORÓN, M., Derecho Administrativo Parte General, 8ª Edición, Editorial Tecnos,
Alcalá de Henares, 2012, págs. 278 y 279.
9
5. Bibliografía.
10