Los klips…!

Un buen día, nadie sabe cómo, ni porque, un extraño personaje con hocico alargado my
parecido a una trompa, todo cubierto de pelos y con un hablado rarísimo que nadie entendía,
llego a la ciudad klips, donde todos tenían alas, podían volar y todos se llamaban Klips.

Nuestro extraño amigo intento hablar con ellos… pero nadie le entendía, en su extraña
lengua quizás les dijo “vamos a jugar” pero los Klips no entendieron y volando se fueron
murmurando Klips, Klips, Klips, Klips… Quedando nuestro extraño amigo con la trompa
hecha un nudo, solo y cabizbajo, y sin nadie con quien jugar.

Por eso en cierta ocasiones este extraño amigo se enfadaba mucho con los klips, y los klips
volaban espavoridos del miedo, y esto hacia sentir al extraño muy triste y desconsolado y
con deseos de quererse ir muy lejos de allí.

Un día cuando el sol resplandecía, y las flores les daban los buenos días a los klips, uno de
ellos cuando sobrevolaba su casa, vio al extraño muy solo y sin saber qué hacer. Quería
invitarlo a jugar pero no sabia como comunicarse con él. Entonces fue cuando en un
momento de inspiración a klips se le ocurrió una gran idea!

Dibujo en un papel un helado y se lo enseño a nuestro extraño amigo quien leía una historia
debajo de un árbol.

¡klips! – le dijo Klips, aunque ahora para el extraño significo “¿vamos por un Helado?”, a lo
que el extraño respondió, dibujando una sonrisa en su rostro y moviendo su trompa de
agrado, pero esta vez Klips entendió “SI ME ENCANTARIA”.

Así que, con papel y lápiz en mano, hicieron muchos dibujos encontrando una forma de
comunicación, y cuando los demás klips se enteraron también quisieron hacer cosas con el
extraño, y entre mas se conocían, más cosas divertidas querían seguir dibujando…
dibujaron bicicletas, cometas, parques, estadios, piscinas, balones, bosques, en fin un sin
numero de cosas divertidas, a demás el extraño dejo usar su larga trompa como un super
tobogán.

¡así fue como se hicieron inseparables…!

Un buen día, nadie sabe cómo ni porque, otro extraño muy diferente al primero llego a la
ciudad Klips… Pero esta vez todos sabían que hacer.

Aunque te sientas solo o extraño.

Aunque no hables el mismo idioma.
Aunque no hagas lo mismo que hagan los demás.
Siempre habrá maneras de conseguir comunicarnos
Y siempre habrá alguien dispuesto a ayudarnos.

María Ángel Goenaga Fonseca. 8ºB