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VICERRECTORADO ACADÉMICO
COORDINACIÓN GENERAL DE PREGRADO
PROYECTO DE CARRERA: CIENCIAS FISCALES
CÀTEDRA: CÒDIGO ORGÀNICO TRIBUTARIO
SEMESTRE III – SECCIÓN Nº 1
Profesora: Bachiller:
Mariana Capirchio Stefani Viña
C.I. 28.374.728
Ahora bien, esa participación tiene necesariamente que ser tutelada con el fin de
garantizar las condiciones de igualdad y velar por el efectivo funcionamiento de las
restricciones que debe tener el ejercicio del poder estatal a los fines de no lesionar los
derechos de los administrados, es decir, proteger la esfera de los derechos fundamentales de
los contribuyentes.
Definición breve de ámbito: Espacio ideal configurado por las cuestiones y los
problemas de una o de varias actividades o disciplinas relacionadas entre sí. Con “ámbito
de aplicación”, la norma entiende aquellas actividades (procesos) que la organización va a
incluir en el sistema de gestión de calidad que desea certificar. El ámbito de Aplicación de
la Ley hace referencia a la delimitación de validez de las leyes, nos dice cuándo, dónde y
sobre quien se aplicarán dichas leyes.
.Si bien es cierto que la redacción de este artículo nos lleva a pensar en la obligación
de pago derivada del acaecimiento del hecho imponible, en verdad el COT comprende una
multiplicidad de obligaciones en cabeza de los contribuyentes, cuya inobservancia puede
ser considerada como un indicio de los ilícitos tributarios que están sancionados con penas
privativas de libertad. Ahora bien, en cuanto al sujeto activo de la obligación tributaria,
dispone el artículo 18 del COT que será el ente acreedor del tributo, es decir, las distintas
entidades político-territoriales que ejercen sus potestades tributaras (i.e. la República, los
Estados y los Municipios). Por su parte, el artículo19 eiusdem establece que el sujeto
pasivo es el obligado a las prestaciones tributarias, ya sea en calidad de contribuyente o de
responsable.
A). Espacial.- Las normas jurídicas son elaboradas para aplicarse en una sociedad
determinada y se pretende que su aplicación sea espacialmente limitada, es decir, en un
territorio específico.
B). Temporal.- Las normas jurídicas nacen a la vida jurídica a partir de una fecha
cierta, que puede ser la fecha de entrada en vigor de una ley que se publica en un diario o
periódico oficial, de igual manera, podrían tener una fecha en que dejan de estar en vigor,
pero regularmente son de carácter permanente o indefinida.
C). Personal.- La norma jurídica tiene validez para toda la sociedad o parte de ella,
por ejemplo el artículo 1° de la Constitución establece: “todo individuo gozará de las
garantías que otorga esta Constitución...” esto quiere decir que la norma se aplica a todos
los individuos que se encuentren dentro del país: mexicanos, extranjeros, mujeres, hombres,
católicos, judíos, etc. Asimismo es importante aclarar que esta norma al referirse a todos los
individuos que se encuentren dentro del país, alude a un grupo pequeño de individuos con
respecto a los que habitan en el resto del mundo, ya que de otro modo sería una norma
destinada al género humano.
D). Material.- Este ámbito de aplicación de las normas jurídicas deriva del objeto
que regula la norma. Así pues, tenemos normas administrativas que regulan la naturaleza y
las funciones de los órganos encargados de la administración pública.
En virtud de lo anterior, podemos afirmar que los actores del contencioso tributario
serán, o bien, el ente público que demanda una obligación tributaria, o bien, el particular
que considera ilegal o desproporcionada la actuación de ese ente.
El artículo 317 arriba citado contiene una serie de principios tributarios aplicables a
todos las administraciones tributarias de los niveles verticales de gobierno (nacionales,
estatales y municipales), como son legalidad, no confiscatoriedad, prohibición del pago de
tributos en servicios personales y fijación del lapso de entrada en vigencia de la ley
tributaria.
Toda ley tributaria fijará su lapso de entrada en vigencia. En ausencia del mismo se
entenderá fijado en sesenta días continuos. Esta disposición no limita las facultades
extraordinarias que acuerde el Ejecutivo Nacional en los casos previstos por esta
Constitución.
El artículo 317 arriba citado contiene una serie de principios tributarios aplicables a
todas las administraciones tributarias de los niveles verticales de gobierno (nacionales,
estatales y municipales), como son legalidad, no confiscatoriedad, prohibición del pago de
tributos en servicios personales y fijación del lapso de entrada en vigencia de la ley
tributaria.
a) Supremacía de la Constitución
b) Legalidad o reserva Legal
c) Generalidad
d) Igualdad
e) No Confiscatoriedad
f) Capacidad Contributiva
g) Justicia Tributaria
h) Recaudación Eficiente
4.1 Principio de Supremacía de la Constitución
La constitución es la norma de las normas, norma normarum, lex superior, y que por
tanto la misma posee una fuerza normativa superior, al tope de la jerarquía legal, ya que
todos los sujetos públicos deben supeditarse a los preceptos y principios constitucionales y
deben poseer una vinculación más fuerte con esta que con normas jurídicas inferiores,
debido a que la aplicación preferencial por excelencia debe ser la constitucional frente a
todo el ordenamiento jurídico nacional.
Por lo tanto, el pilar fundamental sobre el cual se soporta el ejercicio del poder
tributario y los derechos y garantías de los ciudadanos frente a dicho ejercicio, es la
supremacía absoluta, superlativamente intensa y omnipresente de la constitución y la
obligación indeclinable de aplicarla, siempre y en todo caso, en forma preferente.
A nuestro entender es uno de los principios fundamentales del sistema tributario por
cuanto este coadyuva a garantizar otros principios tales como Certeza, Seguridad Jurídica,
entre otros. También es llamado Principio de Reserva Legal. La jurisprudencia patria ha
considerado al Principio de Legalidad como la columna vertebral del Derecho
Administrativo (Sentencia de la Corte Suprema de Justicia del 17 de abril de 1997, caso
DIRECTORES DEL B.C.V. vs. C.G.R.)
En este orden de ideas podemos citar el aforismo latino “nullum tributum sine lege”
que significa que no habrá tributo sin Ley. Afirmar que no debe existir tributo sin Ley,
implica que solo la Ley puede establecer la obligación tributaria, definir cuáles son los
supuestos de hecho o hechos imponibles, cuales son los sujetos pasivos de la obligación.
El Código Orgánico Tributario desarrolla este principio al establecer en su artículo
3, lo siguiente:
Solo a las leyes corresponde regular con sujeción a las normas generales de este
Código las siguientes materias;
Para Dino Jarach (Curso de Derecho Tributario, 1980, pag. 75), el primer principio
fundamental del Derecho Tributario Constitucional, lo que denomina “la partida de
nacimiento” del Derecho Tributario, es el Principio de Legalidad. En este orden de ideas, la
base histórico-constitucional del principio es que los tributos representan invasiones del
poder público en las riquezas de los particulares, por lo que en un Estado de derecho estas
invasiones deben hacerse únicamente a través de la Ley.
Este principio exige que el instrumento legal en el que adopta un tributo contenga
todos los elementos fundamentales, a saber: Hecho Imponible, base de cálculo, sujetos y
alícuota, además de las otras materias que le ardimiento jurídico exija que se adopten por
ley, como deberes, sanciones y procedimientos.
Partiendo de lo indicado por tal tratadista podemos concluir que la existencia de este
principio coadyuva a que se cumpla el principio de igualdad.
Por otra parte entendemos que si bien es cierto que bajo este principio todas las
personas que se encuentren en los supuestos establecidos en la Ley para el nacimiento de la
obligación tributaria, y en consecuencia obligado al pago del tributo, el mismo debe ser de
acuerdo a su capacidad contributiva.
Este principio tiene su fundamento en el artículo 21 del texto constitucional que establece:
Por otra parte indica el tratadista Dino Jarach que el principio de igualdad ha sido
interpretado como un verdadero limite al poder fiscal y a su ejercicio por parte del Poder
Legislativo con la consecuencia de que si este lo viola, el Poder Judicial, como supremo
interprete de la Constitución, puede invalidar la Ley que infrinja este principio.
Este principio implica que solo aquellos hechos de la vida social que son índices de
capacidad económica puede adoptados por las leyes como presupuestos generador de la
obligación tributaria. Mas la estructura del tributo y la medida en que cada uno contribuirá
a los gastos públicos no están solamente determinadas por la capacidad económica del
sujeto pasivo, sino también por razones de convivencia, justicia social y de bien común,
ajenas a la capacidad económica.
Bajo estas premisas, la Constitución del año 1999 en su artículo 316, prevé que el
sistema tributario procurará la justa distribución de las cargas públicas, exigiendo a cada
ciudadano soportar la carga del Estado tomando en cuenta su capacidad contributiva.
De igual forma, el sistema tributario es justo cuando extrae del sector privado
estrictamente lo necesario para poder atender los gastos derivados de la satisfacción de las
necesidades de la comunidad en general, ya que los tributos no deben ser instrumentos de
intervención o un medio para la delegación de sus funciones intrínsecas o financiamiento
de actividades proselitistas, pues es injusto que la finalidad de un tributo no sea para
utilidad general.
En el artículo 317 de nuestra carta magna se recogió este principio según el cual “no
se podrán establecerse obligaciones tributarias pagaderas en servicios personales” se
consagre el derecho al carácter pecuniario del tributo, como garantía del derecho a la
integridad personal, es decir, como una garantía del derecho que tiene toda persona que se
respete su integridad física, psíquica y moral, previsto en el artículo 46 Constitucional.
En este sentido, todo impuesto debe tener fijeza en sus principales elementos o
característica, para evitar así, actos arbitrarios por parte de la administración pública, es
decir que el impuesto que cada individuo debe pagar debe ser cierto y claro , el tiempo de
cobro, la forma de pago, la cantidad adecuada , para el contribuyente ya que la
incertidumbre da cabida al abuso y favorece la corrupción de ciertas personas que son
impopulares por la naturaleza misma de su cargo , aunque cuando no incurra en corrupción
o abuso, para evitar las distintas interpretaciones de las Normas tributarias.
Cada país ejerce su poder de imposición dentro de sus límites territoriales señalados
o inherentes a su soberanía.
Las leyes tributarias podrán crear tributos sobre hechos imponibles ocurridos total o
parcialmente fuera del territorio nacional, cuando el contribuyente tenga la nacionalidad
venezolana o este domiciliada en Venezuela.
En estos casos la ley procurara conciliar los efectos de tales disposiciones con la
conveniencia de evitar la doble tributación.
Las leyes tributarias nacionales podrán gravar hechos ocurridos total o parcialmente
fuera del territorio nacional cuando el contribuyente tenga nacionalidad venezolana, este
residenciado o domiciliado en Venezuela o posea establecimiento permanente o base fija en
el país.
En el plano tributario, este principio implica que las leyes arancelarias de un Estado
solo se aplican respecto de los bienes situados dentro del país, y a las actividades realizadas
en su territorio.
A través de la ley habilitante se otorga al poder ejecutivo para legislar y con esto
entra en vigencia de inmediato la norma tributaria.
CONCLUSIÒN