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2021
JAZZ MAYNARD
CUARTETO NOIR de Raule y Roger Ibáñez
JAZZ MAYNARD
CUARTETO NOIR
También disponibles
del mismo autor:
• Advaita
• El Secreto del
Salmo 46
CUARTO VOLUMEN DE LA COLECCIÓN DE RELATOS DE FANTASMAS
Gil pasaba con razón por uno de los pescadores más desgraciados
de toda la costa cantábrica, sin saber a qué atribuir aquella desgracia
que le tenía preso entre sus redes, desde que su razón supo discernir y
apreciar la diferencia que hay entre una ostra y un rodaballo.
Las plateadas escamas de las sardinas, las pintadas truchas, los bar-
bos y las esbeltas y escurridizas anguilas, huían de sus sabrosos cebos
y de sus bien construidas redes, para ir a romper con su peso las de sus
compañeros, y Gil se daba a todos los diablos conocidos en los conju-
ros de la Iglesia, al ver que mientras los novatos se llenaban de dinero
y triunfaban en las tascas del puerto, él apenas tenía lo suficiente para
comprar el pan moreno y amargo de la desesperación, y remediar los
desperfectos de su barca, que siempre era una de las que más sufrían
en todas las tempestades.
Es verdad que hasta entonces no se había ahogado una vez siquiera,
lo cual acaso hubiera sido un bien que le hubiera ahorrado muchos
sinsabores.
De esto se desprendía una consecuencia deplorable para su amor
propio, a saber: que habiendo llegado ya a los treinta años no había
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el heraldo de la muerte
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Gil pasaba con razón por uno de los pescadores más desgraciados
aunque cuenta con una obra muy amplia, se desconoce casi
de toda la costa cantábrica, sin saber a qué atribuir aquella desgracia
que le tenía preso entre sus redes, desde que su razón supo discernir y
apreciar la diferencia que hay entre una ostra y un rodaballo.
Las plateadas escamas de las sardinas, las pintadas truchas, los bar-
todo de su vida y apenas sabe de él, el lector de hoy en día.
bos y las esbeltas y escurridizas anguilas, huían de sus sabrosos cebos
y de sus bien construidas redes, para ir a romper con su peso las de sus
compañeros, y Gil se daba a todos los diablos conocidos en los conju-
Y sin embargo, Escamilla es un autor brillante, imaginativo,
ros de la Iglesia, al ver que mientras los novatos se llenaban de dinero
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la presente antología hemos reunido algunos de los mejores.
la pesca del diablo.indd 35 19/08/2021 10:32:11
el heraldo de la muerte
fantástica David Roas.
I
También disponibles en la misma colección:
Gil Rodríguez tenía un huerto muy frondoso, aunque pequeño, que
había heredado de su tío hacía poco más de un año, tomando el tiem-
po en el punto en que doy comienzo a esta relación.
Gil se consideraba dichoso, aun cuando su fortuna estaba reducida a
aquella exigua propiedad, que apenas le producía una docena de berzas
y alguna que otra hortaliza, que el mozo consumía en el término de dos
meses, no siendo aventurado el suponer que a causa de la escasez de
sus recursos, debía pasar algunas vigilias al cabo del año, vigilias que él
soportaba con todo el heroísmo de sus dieciocho abriles.
El muchacho hubiera encontrado más cómodo heredar alguna can-
tidad razonable; no comprendía como un hombre puede morir a los
sesenta años sin dejar a sus parientes siquiera media docena de miles
de duros, a fin de hacer frente a las penalidades de esta vida.
Lo peor del caso era que el huerto en cuestión apenas valía treinta
duros en buena venta; con lo que Gil Rodríguez no hubiera podido
satisfacer la más pequeña de sus necesidades.
Un día observaron las gentes desocupadas de la aldea que Gil Ro-
dríguez no salía de su casa, sin estar enfermo, y que de las veinticuatro
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