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Juan Sangüesa
Psicólogo y Master en Psicología de la Universidad
Católica de Chile
Tiempo Suficiente
Haciendo las paces con Cronos
Pero si no tienes un manejo adecuado del tiempo, lo más probable es que tus
proyectos jamás lleguen a materializarse, o bien puede ser que te tomen
MUCHO más tiempo del necesario.
Esta es una habilidad que requiere de práctica, práctica y más práctica. Pero
es algo muy simple de hacer, así que no te aflijas.
Un buen manejo del tiempo es imposible a menos que tengas un reloj a mano
todo el tiempo.
Sin mirar el reloj de tu computador, trata de calcular qué hora es a partir del
último momento en que miraste la hora y lo que has estado haciendo hasta
ahora.
¿Cómo te fue?
Con un poco de paciencia vas a poder tener una noción cada vez más
precisa del paso del tiempo, lo que te va a permitir acomodar lo que tienes
que hacer en los espacios de tiempo disponibles en cada momento del día.
3. Agenda
Mandamientos de la Agenda
1. Tendrás una agenda y solo una agenda. Debes elegir una agenda y
comprometerte a usarla religiosamente.
1. Programa las tareas que se repiten cada día a la misma hora. Lo mejor es
crear una estructura constante (puedes usar las alertas del calendario en
tu teléfono si necesitas un recordatorio para hacer estas cosas).
3. Planifica las cosas más difíciles para cuando tengas mayor motivación y
energía (por ej. después de una reunión cuando te sientes entusiasmado/a
con el tema y los planes que debes llevar a cabo).
4. Si tienes mucha energía, haz aquello que sea más difícil primero. O sea,
eso que has estado postergando por mucho tiempo, o aquello que tal vez
no tengas oportunidad de llevar a cabo dentro de poco.
5. Por otro lado, si estás cansado/a, realiza aquello que es más fácil o que es
automático. Es decir que requiere del menor esfuerzo o concentración. O
también puedes hacer algo divertido y relajante.
6. Nunca dejes una tarea en el medio de una parte difícil, porque será tanto
más difícil retomar después.
Ventanas de tiempo
También puede ser que no alcances a estar preparado/a a tiempo para tus
compromisos y que llegues tarde, con todo el estrés y angustia que esto
implica.
Simple ¿verdad?
Bueno, esta técnica se combina a las mil maravillas con la siguiente técnica,
que consiste en programar tus tiempos en reversa…
6. Planificar en reversa (para que nunca más llegues
atrasado/a)
Es muy fácil.
Lo que vas a hacer es comenzar por fijar la hora a la que tienes que estar en
dicho lugar.
Siguiendo con el ejemplo, para llegar a las 9:00 a tu oficina, a lo mejor tienes
que estacionar tu auto a las 8:45, porque te demoras 15 minutos caminando
hasta llegar al lugar exacto…
Y de ser así… para llegar al estacionamiento a las 8:45 ¿a qué hora tienes
que salir de tu casa?
Imaginemos que tendrías que salir a las 8:00 (si el viaje te toma 45 minutos).
Y entonces, para salir a las 8:00, ¿qué tendría que pasar antes y en qué
secuencia?
Y así, seguimos para atrás hasta llegar al momento en que tienes que poner
la alarma para levantarte.
Muy simple.
Muy simple, tal como te sugería más arriba, siempre es posible usar las
ventanas de tiempo a nuestro favor para poner al día cosas que tenemos
pendientes.
Se trata de un mal necesario que todo adulto con TDAH tiene que aprender a
enfrentar.
1. Divide los proyectos grandes en partes que tengan mini-fechas límite para
crear un sentido de urgencia mayor y más temprano. Pon estas mini-fechas
límite en tu agenda o calendario y planifica cuando las llevarás a cabo.
6. Fija reuniones periódicas con tu jefe para revisar tus progresos en los
proyectos que estás llevando a cabo y prevenir sorpresas de último minuto.
Puedes hacer lo mismo en tu casa con tu pareja, para que vean juntos lo que
hay que hacer en el hogar.
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Juan
Acerca del autor
La mayoría de ellos y ellas habían crecido creyendo que eran ineptos, poco
inteligentes, torpes y una larga serie de otros calificativos poco amables.
Lo peor es que la mayoría se culpaba por esto, creyendo que la razón de sus
muchos tropiezos y fracasos era alguna falla en su carácter o en su
personalidad.
Todo esto fue una revelación para Juan, quien en ese momento decidió
dedicar su carrera profesional a ayudar a las personas que, con o sin
diagnóstico de formal de TDAH, sufren por los problemas de inatención,
desorganización e impulsividad, característicos de esta condición.