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Se considera que la torsión del pedículo debe alcanzar al menos una rotación de 120° para
definirse como tal (limite mínimo que ocasiona trastornos circulatorios en el órgano
torsionado (5).
a).- Clínica: La sintomatología típica se traduce en una triada: dolor, irritación peritoneal y
repercusión del estado general; el dolor está localizado en el hemiabdomen inferior con mayor
intensidad en la fosa iliaca correspondiente y va desde una molestia difusa hasta un dolor
invalidante y cuadro de shock.
La irritación peritoneal está presente en poco más del 50% de los casos, si es así, puede
acompañarse de compromiso del estado general, hipotensión, taquicardia. El diagnostico
puede facilitarse cuando se observa un cuadro clínico florido de inicio brusco en quienes se
conoce la existencia de un tumor ovárico; sin embargo, en otros casos los síntomas pueden ser
inespecíficos y pueden ser confundidos con otros cuadros abdominales agudos como
apendicitis aguda(6),
En casos de torsión de anexo sano, todavía es imposible realizar el diagnóstico diferencial
entre anexitis, torsión de órgano ginecológico (ovario, hidátide de Morgagni, etc.), apendicitis
o algunos casos de embarazo ectópico, donde solo el procedimiento quirúrgico permitirá llegar
al diagnóstico (5).
b).- Ecografía: Se define al "signo directo" como pedículo torcido visible "en espiral" cuando se
identificó un pedículo isoecogénico engrosado entre el útero y la masa anexial, como una
imagen "en espiral" durante la exploración a través de un corte transversal en tiempo real, ya
sea por vía transvaginal o transabdominal.(4)
Como "signos indirectos" se definió: líquido libre abdominal, es decir, líquido en mayor
cantidad (valor normal hasta +/- 30 ml) que lo normal en Douglas, o la presencia de líquido
interasas (no ascítico). Y se definió como "flujo vascular ausente" a ausencia de señal Doppler
color en la pared del quiste, evaluado por Doppler color o Power Angio. (4)
C.-EMBARAZO ECTÓPICO
La exploración física típica (tacto bimanual con masa anexial dolorosa, dolor ante la
movilización cervical), y los marcadores biológicos positivos (fracción beta de la gonadotropina
coriónica [_-hCG] en orina y sérica, progesterona sérica).(7)
b) Ecografia:
La ecografía transvaginal supone un gran avance en el diagnóstico de la GE, al cual se puede
llegar con seguridad cuando se observa una masa anexial que contiene un saco ovular típico
con trofoblasto envolvente y con un embrión que muestra latidos cardíacos, lo cual sucede en
el 20% de los casos; dada la escasa frecuencia de hallazgos de certeza, son útiles los signos
ecográficos indirectos:
1) ausencia del saco gestacional en el endometrio (aunque su presencia intrauterina no
descarta totalmente un EE, principalmente en los casos de reproducción asistida);
2) la imagen más frecuente es una masa anexial próxima al ovario, anexa al ligamento ancho y
por fuera del contorno lateral del útero, visualizada en el 89% de los casos;
3) el movimiento independiente de dicha masa respecto del ovario, demostrado mediante una
suave presión con el transductor ecográfico, lo cual está muy asociado a una GE y ayuda a
distinguirla de un quiste exofítico en el cuerpo lúteo;
4) el anillo tubárico (el segundo dato más frecuente), consistente en un anillo hiperecoico
rodeando la masa anexial.
5) el patrón trilaminar, muy específico de GE, basado en el menor grosor endometrial. En un
26% de los casos los EE muestran una ecografía transvaginal normal.(7)
PROCESAMIENTO ESTADÍSTICO
S = VP x 100/P + FN
E = VN x 100V/N + FP
A = VP + VN x 100/Total
Donde VP: verdaderos positivos; FN: falsos negativos, VN: verdaderos negativos y FP: falsos
positivos
RESULTADOS
El reensayo mediante un método cuantitativo de las orinas negativas arrojó una E del 100 %,
pero la S fue del 86 %, lo que significa que 14 de cada 100 mujeres tendrán 2 pruebas
bioquímicas consecutivas de diagnóstico de embarazo negativas aún en presencia de éste.
Que la tasa de coincidencia entre el método cualitativo y el cuantitativo sea del 90 % puede ser
considerado como satisfactorio a nuestro juicio.
La comunidad quirúrgica ha adoptado las definiciones de infección publicadas por los Centros
de Control de Enfermedades Infecciosas (CDC, en sus siglas inglesas) de los Estados Unidos. EL
concepto de infección de herida quirúrgica fue revisado en 1992 por la Surgical Infection Task
Force, que agrupaba representantes de los CDC, la Society for Hospital Epidemiology of
America, la Association of Practicioners in INfection Control y la Surgical Infection SOciety (SIS),
cambiando la definición antigua de surgical wound infection (SSI) que se ha traducido al
español por “infección del sitio quirurgico” (ISQ)
Una ISQ es aquella infección relacionada con el procedimiento operatorio que ocurre en la
incisión quirúrgica o cerca de ella durante los 30 días postoperatorios (o hasta un año si se ha
dejado un implante)
La ISQ incluye las categorías de infección “incisional superficial” (afecta a piel y tejido
subcutaneo), “incisional profunda” (afecta a tejidos blandos profundos) y “órgano-cavitaria”
(afecta a cualquier estructura anatómica manipulada durante la interveción y distinta de la
incisión) (8). Véase en la figura n°1
ISQ Incisional superficial: aquella en la que se dan las siguientes condiciones: Ocurre en los 30
días después de cirugía.
– No se incluyen:
– No se incluye:
ISQ tipo Infección de órgano y espacio: aquella en la que se dan las siguientes condiciones:
6.-DRENAJES ABDOMINALES
Introducción.
Un drenaje es aquella medida que permite y facilita la evacuación de una colección líquida,
semilíquida o gaseosa, situada en un tejido o cavidad hacia el exterior del organismo. Dicha
colección puede presentarse por múltiples motivos de tal manera que esta medida puede ser
considerada terapéutica o profiláctica (Aguado, 1998). El drenaje o evacuación se realiza
mediante la utilización de un dren cuyas características se escogerán de acuerdo a las
necesidades y la patología de cada paciente. Dentro de las características a escoger se
encuentran: la rigidez del material, la presencia de perforaciones, el diámetro, el uso de
presión negativa o de otros elementos que puedan facilitar el drenaje. De esta manera se
impide el acúmulo de sustancias en el organismo, disminuyendo el riesgo de infección,
fenómenos compresivos o de estasis local. De igual manera, los drenes no permiten la
obliteración o cierre de espacios muertos. Habitualmente, se utilizan en los cuidados post-
operatorios con el propósito de facilitar la salida de fluidos y evitar que el acúmulo de estos
origine complicaciones como las ya mencionadas.
1. Colapsar espacio muerto quirúrgico en áreas con tejido redundante (ejemplos: cuello, axila,
etc.).
2. Permitir el drenaje de un absceso o un área quirúrgica infectada hacia el exterior. 3. Alertar
tempranamente sobre derrames quirúrgico (contenido intestinal, secreciones, orina, aire o
bilis).
Drenaje de Penrose:
APENDICECTOMIA TRANS-UMBILICAL
La apendicitis aguda es una patología muy frecuente en los servicios de emergencias en los
hospitales de todo el mundo, para esta patología el abordaje del apéndice se realiza por
incisiones medianas, transversales, paramedianas, laparoscópica(19) y el abordaje
transumbilical.(20)
Este trabajo está basado en los conceptos actuales de cirugía mínimamente invasiva de la
pared abdominal, consiste en extirpar el apéndice a través de la región umbilical con una
incisión a través del ombligo que no excede los 5cm de longitud. Este abordaje cumple los
postulados de Maingot (accesibilidad, extensibilidad y seguridad), brinda una solución segura
al problema consiguiendo una cicatriz estética aceptable. El estudio fue realizado en el
Hospital Obrero N°2 de la Caja Nacional de Salud donde se operaron a 57 pacientes entre Junio
de 2006 a enero de 2010 con la técnica transumbilical.
La morbilidad fue de 13% no existiendo mortalidad, se realizó seguimiento a tres años y medio
sin encontrarse incidencia de hernias incisionales ni datos de oclusión intestinal. Se
recomienda realizar el abordaje quirúrgico transumbilical para la apendicectomía en
apendicitis aguda no complicada ya que es segura, fácil de realizar y brinda resultados
estéticos superiores a otras vías de abordaje.
El abordaje quirúrgico transumbilical para la apendicetomía es seguro, porque cumple con los
postulados de Maingot, es fácil de realizar, reproducible y la morbilidad postoperatoria es baja.
La apendicetomía puede realizarse hoy tanto por vía abierta como por vía laparoscópica. Los
abordajes quirúrgicos para apendicectomía han evolucionado en los últimos años, pasando de
un abordaje abierto a otros de mínima invasión, como la laparoscopía convencional, el puerto
único, la cirugía por orificios naturales e incluso, el abordaje endoscópico. Se han hecho
estudios comparando los diversos abordajes y los resultados son diversos(22,23).
Existen múltiples tipos de incisiones descriptas para abordar el apéndice cecal. La empleada
mas comúnmente es la incisión de Mc Brunney. Existen también otras vías de abordaje
oblicuas, pararrectales y transversas, menos utilizadas en la actualidad que describiremos
someramente. Ante la duda diagnóstica, la incisión mediana infraumbilical brinda un campo
suficiente para la exploración abdominal, pero es en estos casos donde la laparoscopia ofrece
el beneficio de certificar el diagnóstico y permite realizar una incisión menor según la
localización del apéndice o, directamente, la apendicectomía por vía laparoscópica
Un hallazgo de llamar la atención es que el uso del abordaje laparoscópico disminuye la tasa
de infección de herida quirúrgica, es segura y puede producir una disminución en el tiempo de
estancia intrahospitalaria pero, teóricamente, aumenta la frecuencia de abscesos
intraabdominales.(24)En el estudio realizado por Sauderland et al. se recomienda que la
laparoscopía debe utilizarse solo en casos de apendicitis no complicada y, en caso de
complicación, la cirugía abierta es la elección.(25)Otro factor a tomar en cuenta en cuanto a la
cirugía de apéndice es el tiempo ideal para operar. Se piensa que si se espera más tiempo en
realizar la cirugía, el riesgo de perforación o complicación aumenta; sin embargo, esta idea no
es del todo concluyente.
9) COMPLICACIONES
BIBLIOGRAFÍA
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