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Actividades grupos

Actividades para Niños de Edad Preescolar


Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

 Conocer el temperamento y las destrezas de cada niño


 Tratar de que se sientan queridos, atendidos, y estimulados
 Ayudarles a enfrentar s retos y responsabilidades
 Respetar sus fantasías y seguirles la cuerda
 Incluirles en las actividades diarias (quehaceres, mandados, visitas)
 Enseñarles a clasificar y doblar la ropa
 Enseñarles a clasificar la basura, el reciclaje
 Enseñarles a despolvar los muebles
 Enseñarles a organizar gavetas y armarios
 Envolverles en proyectos de carpintería
 Envolverles en proyectos de jardinería
 Envolverles en proyectos de artes manuales
 Hacerles sentirse seguros
 Motivarles a aprender a través de juego activo o interactivo
 Minimizar el tiempo sentado frente a la televisión
 Hablarles, cantarles, contarles cuentos, y jugar con ellos a diario
 Ayudarles a aumentar su vocabulario usando palabras diferentes y nuevas
 Tener letras por dondequiera (libros, revistas, bloques, imanes)
 Tener números por dondequiera (libros, revistas, bloques, imanes)
 Incluirlos en tareas de contar (cuentas, dados, dominós, puntuación al jugar)
 Incluirlos en tareas de medir (reglas, tazas de medir, balanzas, cinta métrica, reloj)
 Tener disponible variedad de libros, juegos, y materiales para música y arte
 Dibujar con crayones
 Usar tijeras seguras
 Hacer rompecabezas
 Construir cosas
 Simular, dramatizaciones, “supongamos que…”
 Categorizar, agrupar juguetes
 Practicar tomar turnos
 Inventar cuentos
 Leer en voz alta a diario
 Sentar buenos ejemplos
 Ofrecer tiempo tranquilo en casa, para leer o trabajar en proyectos

Cinco actividades baratas y sencillas para tu bebé

Déjalo destrozar

Quizás sea porque hace un ruido muy agradable o por la satisfacción de cambiar algo para
siempre, pero a los bebés les encanta romper papel. Así que dale unas cuantas revista y periódicos
de la pila de reciclaje y déjale rasgar páginas a gusto. ¡Cuando veas su sonrisa desdentada, ni
siquiera te importará tener que recoger el desorden después!

Días de perros

Podrías llevar a tu bebé al zoo, pero no te sorprendas si se queda dormido o si le interesa más la
fuente de agua que los orangutanes. En lugar de ir al zoo, puedes ir a un parque donde la gente
suele pasear perros. Es igual de emocionante y menos abrumador, y además sale gratis. No te
olvides de las reglas básicas de seguridad: quizás sea buena idea cargar a tu bebé en brazos o en
una mochila frontal, y, por supuesto, siempre pide permiso a los dueños antes de acariciar a un
perro para saber si se mantiene tranquilo alrededor de niños pequeños.

Ilumina su sonrisa

Apaga las luces, cierra las cortinas, échate en el piso y crea un espectáculo de luces para tu
pequeño. Haz bailar la luz de una linterna en el techo y las paredes mientras tu bebé la mira
maravillado. Un bebé más mayorcito quizás trate de sujetar la linterna por sí mismo (aunque
puede que intente llevársela a la boca). Simplemente evita que proyecte la luz directamente a sus
ojos (o a tus ojos).

Cita para comer


Para cambiar de aires, coloca la silla alta de tu bebé en el jardín y dale de comer, sin preocuparte
de la comida que tira al piso entre bocado y bocado. ¡Creerá que se ha ganado la lotería! ¿No
tienes jardín? No te preocupes. Llévate la silla alta o la del auto a un parque, sienta a tu bebé en
ella y lleva una botella para hacer burbujas. ¡Le encantará mirar las burbujas que vas soplando!

Sal a bailar

En tu sala de estar, claro está. Pon tu música favorita y baila con tu bebé en los brazos. Estará en el
séptimo cielo, porque podrá gozar sus tres cosas favoritas a la vez: música, movimientos rítmicos y
la cercanía de mamá.

Cinco actividades baratas y sencillas para tu hijo de 1 a 3 años

Chuchu tren

A los niños pequeños les encantan los medios de transporte. Revisa los horarios de autobuses y
trenes de un hospital local o del aeropuerto. Muchos tienen servicios gratuitos y podrás llevarte a
tu pequeño de paseo, apartándote de la rutina y el asiento de siempre, para que admire el mundo
desde una nueva perspectiva.

Amasa risas

Deja que tu hijo juegue con un poco de masa para hacer pizza. Como no es muy pegajosa ni
demasiado suave, tiene la consistencia perfecta para sus deditos, y si le ofreces un rodillo de
amasar multiplicarás su diversión. Compra la masa en tu pizzería favorita o en una tienda, o hazla
tú misma. ¡Incluso puedes cocinar una pizza con una parte de la masa mientras tu hijo juega con la
otra! Si no tienes ganas de cocinar, puedes congelar la mitad para otra ocasión.

Paquete de lujo

Si has observado alguna vez a un niño pequeño mientras abre un regalo, te habrás dado cuenta de
que por regla general está mucho más interesado en los lazos, las cintas y el papel de envolver que
en lo que hay dentro del paquete. ¡Aprovecha su fascinación! Envuelve algo pequeño, como un
juguete que ya tengas o una postal, con mucho papel, cintas y lazos (la sección más colorida del
periódico es perfecta para esto). Preséntale el paquete con mucha ceremonia.

¡Un avión!

Averigua si tu aeropuerto local tiene una torre de observación, o una habitación con grandes
ventanas desde donde se puede ver despegar y aterrizar a los aviones. Llévate el almuerzo y
disfruta el espectáculo.
Hogar, dulce hogar

La próxima vez que compres algo grande para tu casa, como un refrigerador, una televisión o una
computadora, guarda la caja de cartón. Abre un agujero para que haga de puerta y otro como
ventana y permite que tu hijo la decore por fuera con pinturas y pegatinas. Le gustará mucho
tener una casita a su medida, donde puede entrar con todos sus peluches favoritos. ¡No te olvides
de hacerle una foto!

Cinco actividades baratas y sencillas para tu hijo en edad preescolar

De color de rosa

O verde o azul… Unas gotitas de colorante para alimentos convierten la hora del baño en algo muy
especial. Es aún más divertido mezclar dos colores primarios, como azul y rojo para hacer morado.
No te preocupes: tu hijo no saldrá de la bañera morado como una uva porque unas gotitas de
colorante no le teñirán la piel.

Viaje al pasado

¿Te acuerdas de esas viejas fotografías de tu tercer cumpleaños o de tu primer día de escuela?
Sácalas, acurrúcate con tu hijo en un sofá, y haz un viaje en la máquina del tiempo. ¡Los videos de
tu boda también le gustarán! Y, por supuesto, los videos de su primera infancia le resultarán
fascinantes, así que prepara una merienda y vete al "cine" familiar.

Rábanos veloces

Si quieres ofrecerle a tu hijo un poco de jardinería con resultados gratificantes y muy rápidos, no
hay nada mejor que plantar unas semillas de rábano. ¡Las primeras hojas verdes salen en pocas
semanas! Compra una bolsita de semillas en una tienda de jardinería o por catálogo (son muy
baratas) y plántalas con tu hijo en un rincón soleado del jardín. Si no tienes jardín, plántalas en una
maceta grande en el balcón o junta a una ventana orientada hacia el sur. A tu pequeño jardinero le
encantará cavar los agujeritos, poner las semillas y cubrirlas con tierra. La diversión continúa,
porque podrá regar las semillas, ver cecer los rábanos y, al final, comerlos.

Comida monocolor

A los adultos nos gusta tener una variedad de alimentos en el plato, pero a los niños a menudo les
gusta la uniformidad y les puede divertir preparar una cena en la que todos los alimentos son del
mismo color. Así que pídele que te ayude a encontrar alimentos para preparar una cena
monocolor. Por ejemplo, amarillo: limonada, huevos revueltos, maíz y piña. Verde: pasta con
pesto, ejotes (judías verdes) y kiwis. O naranja: crema de calabacín y zanahoria, camote (boniato) y
jugo de naranja.

Caza natural

Dale a tu hijo una bolsa o un cubo y vayan a "cazar" cosas de la naturaleza. Déjale recoger todo lo
que le guste: piñas, hojas, piedras, palitos. Cuando lleguen a casa, dale una cartulina y pegamento
y ponlo a hacer un collage o una escultura. Quizás también le guste pintar una piedra, ¡y hasta
puede que se convierta en su mascota favorita!

Cinco actividades baratas y sencillas para tu hijo en edad escolar

¡Buen provecho!

Deja que tu hijo se haga cargo de la cena una noche (tú puedes ser su servicial ayudante y
encargarte de cosas difíciles como abrir una lata o sacar algo del horno). Puede decidir lo que va a
preparar e incluso dibujar un elegante menú. Algunas sugerencias: sandwiches, ensalada, pizza, y
gelatina o fruta de postre.

Descanso para mamá

¿Sabes esas noches en las que te sientes agotada y desearías que alguien te acostara a ti para
variar? ¡Esta es tu oportunidad! Dile a tu hijo que necesitas a un ayudante especial para que te
acueste temprano esta noche, y pregúntale si él podría hacerlo. Puede escogerte un pijama,
asegurarte de que te cepilles los dientes y te laves la cara, leerte un libro, arroparte, darte un beso
y apagar la luz. ¡Seguramente oirás algunas risas ahogadas al otro lado de tu puerta cerrada! (Por
supuesto, damos por descontado que tu pareja u otro adulto responsable está en casa para
ocuparse del niño una vez tú estés acostada).

Acampada interior

Espérate a que un día haga frío y oscuro, y mejor aún si tu hijo está aburrido. Sugiérele ir a
acampar... en tu sala de estar. Haz una tienda de campaña poniendo algunas sábanas sobre varias
sillas. Si tienes sacos de dormir, mételos adentro y, si no tienes, puedes usar almohadas y mantas
para crear unos. Cuenta cuentos y canta canciones alrededor de una hoguera imaginaria. Y luego
apaga la luz y crea una maravillosa noche estrellada iluminando el techo con una linterna a través
de un colador.

Los niños escogen

Deja que tu hijo "dirija" el día. Puede tomar decisiones importantes, como lo que quiere comer,
qué actividades desea hacer y qué programa de televisión van a ver. Dale al día un nombre
especial, como "Día de Santiago", para que pueda planearlo, por ejemplo: "En mi próximo Día de
Santiago quiero montar en bicicleta, lavar al perro y comer espaguetis".

En busca del tesoro

Pon a tu hijo a buscar un tesoro en tu propia casa. Esto requiere un poco de preparación, pero vale
la pena. Dale una nota que diga, por ejemplo: "Mira en el recipiente donde está la harina". O
puedes hacerlo un poco más difícil, dándole una pista como: "Mira dentro del recipiente que tiene
un polvo blanco que se usa para cocinar". (Si tu hijo aún no sabe leer muy bien, puedes preparar
dibujos en lugar de frases). En el recipiente de la harina encontrará otra nota que le dirá dónde
debe buscar después, por ejemplo, dentro del refrigerador o debajo del tapete de la entrada. Crea
unos cuantos escondites por el estilo y en el último, pon un premio. El premio puede ser algo muy
pequeño, ya que la gracia de este juego está en la búsqueda, no en lo que se encuentra.
1. Pedir al niño que coloree con crayones un papel, sin dejar espacios en blanco.  Empezar este ejercicio con
hojas de papel A4 e ir aumentando el tamaño hasta medio pliego. Es posible que, la primera vez que hace este
ejercicio, el niño no pueda terminar el trabajo.  Un adulto debe supervisar esta actividad y debe alentar  al
niño a completar toda la hoja. Es un ejercicio que debe hacerse cotidianamente, empezando dos veces por
semana y aumentando paulatinamente hasta hacerlo a diario.

 
2. Conseguir planchas de corcho y un punzón (apropiado para niños, sin punta). Pedir al niño que perfore toda
la plancha, haciendo la mayor cantidad de huecos posible y lo más próximos entre sí. Igual que en el ejercicio
anterior puede empezar con planchas pequeñas e ir aumentando el tamaño.

El niño con hiperactividad requiere de más atención, por lo que se sugiere que integre
un grupo reducido de alumnos y así el maestro podrá darle el tiempo y el cuidado
necesario.

El espacio físico debe ser ordenado y armónico.  Evite que el niño hiperactivo se siente
frente a muchos distractores o estímulos visuales, como por ejemplo: carteles con
imágenes, ventanas al exterior, etc.

Procure que los compañeros que se sientan cerca del niño hiperactivo sean niños
tranquilos, que no lo distraigan.

Pida al niño hiperactivo que ordene y limpie su propia mesa al iniciar y terminar un
trabajo. Es importante habituarlo a mantener el orden.
 

Acuerdos previos:

Explique al niño, claramente y en privado, qué conductas se esperan de él y por qué.


Use situaciones cotidianas como ejemplo de lo que quiere conseguir. Algunos objetivos
que podría plantearle son los siguientes:

Mejorar su capacidad de concentración.  Explique, por ejemplo, que al pintar un dibujo,


debe terminar la actividad bien y procurar que todo quede pintado. Marque tiempos
para terminar la tarea.

Puede iniciar la clase con ejercicios de respiración y relajación con todo el grupo, para
favorecer la tranquilidad.

Controlar sus conductas impulsivas. Por ejemplo, pídale que en lugar de gritar lo que
se le ocurra en cualquier momento, levante la mano.

Mejorar la interacción social. Por ejemplo, recuérdele que en lugar de quitarle el


borrador al compañero de al lado, debe pedírselo prestado. Estas pautas de conducta
deben ser generales y conocidas por todos los niños.

Explíquele qué sucederá si no observa la conducta requerida.  No se trata de


amenazarlo sino de establecer un código que se pueda usar para llamarle la atención
sin que el grupo se entere.  Por ejemplo, advertirle que si está hablando a gritos e
interrumpiendo, usted le pondrá la mano en el hombro para recordarle el compromiso
que han hecho.

Preparación de clase

Tenga en cuenta que el niño con hiperactividad se fatigará más rápido que el resto de
niños pues su capacidad de atención es menor.  Aunque no siempre es posible, trate
de preparar actividades alternativas, de menor duración para él.

Incorpore a las actividades del niño abundante material tactil con el que se puedan
hacer ejercicios prácticos para mejorar la comprensión.

Elabore registros diarios para anotar sus observaciones sobre la conducta y el trabajo
del niño. Revise y comente estos registros con él. Siempre haga hincapié en los logros,
es fundamental reconocer las cosas que ha hecho correctamente.

Día a día

Trate de que las órdenes que le da sean simples y breves, mantenga el contacto visual
mientras le habla.

Después de darle la orden, puede pedirle que repita en voz alta lo que debe hacer,
pero cuide de no hacerle repetir todo, todo el tiempo.

Evite insistir en lo que el niño hace mal o en llamarle la atención públicamente.

Exija pequeñas cosas. Si han acordado que debe terminar los trabajos, supervise
exclusivamente eso.  Ya llegará el momento de pedirle que mejore la letra y la
presentación, pero no acumule exigencias. 

Premie las conductas positivas y las pequeñas tareas bien realizadas.  Son
recomendables los refuerzos sociales como una felicitación pública, una caricia en la
cabeza o un aplauso de la clase.  También le puede ofrecer alguna distinción como
pedirle que le ayude a borrar el pizarrón o a traer los cuadernos.

Al confiarle un encargo o una responsabilidad, no permita que deje esa actividad


inconclusa. Solo si cumple satisfactoriamente, usted le demostrará su confianza
haciéndole otro encargo.

Trabaje la integración con el grupo e insista en valores como el respeto y la tolerancia.


Permítale participar en todas las actividades grupales, siempre recordándole cumplir
las reglas.  No siempre será usted quien deba insistir en ellas, generalmente, los
mismos niños se encargan de vigilar la conducta de sus compañeros y de recordarles
las reglas establecidas.
Ensartado de bolas de color ejemplo: 2 amarillas, 2 azules, 1 roja, repita la serie y controle
el tiempo que se demora en cada serie. Presentar láminas por tiempos determinados, se
puede empezar con 15 segundos y el niño dirá detalles de la lámina; cada vez disminuirá el
tiempo de presentación de la lámina. En una hoja cuadriculada el niño irá con un marcador
puliendo un punto en cada cuadro; se empezará con 50 puntos en 1 minuto para luego ir
aumentando el número de puntos en el mismo tiempo.
 
Juego de las estatuas con fijación de la visión en un punto determinado. Juegos electrónicos
con el constante cambio de cassettes para evitar la mecanización. Repetición de series de
palabras: ejemplo: frutas, objetos, colores, etc. Controle cuántas palabras repitió en 1
minuto; motive para que repita el mayor número de palabras en el mismo tiempo.
 
Escoger letras caladas con la visión obstruida y tiempos determinados. Esta serie de
ejercicios más el material didáctico que la pedagogía moderna exige que el maestro emplee,
pronto el niño tendrá una excelente atención. Realice estas actividades con sus hijos e hijas
en forma de juego, de modo que no perciba que lo están evaluando.

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