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Artículos Didáticos - Partidas Comentadas - El Ajedrez Americano Tomo II

Notas Actuales
Match por el Campeonato Mundial
Alekhine vs. Bogoljubow
Sobre el agotamiento del ajedrez

El Ajedrez Americano, Año 3 más notable significado de la emocio-


Nº 26, noviembre, 1929 nante lucha que hemos podido seguir
en todas sus fases por la generosa labor
Sobre el agotamiento del ajedrez de nuestro periodismo. Las partidas ha-
brán sido defectuosas, se encontrarán
El Match por el Campeonato Mun- en ellas errores de gran significación - lo
dial que acaba de finaliza, ha sido un que, admitida la indiscutible capacidad
nuevo y poderoso argumento contra las de los contendientes, vendría a confir-
inconsistentes de afirmaciones de Ca- mar que la encantadora complejidad
pablanca, hechas al calor de su derrota del ajedrez subsiste cuando se lucha con
de que el ajedrez había entrado en su ansia permanente de vencer – pero el
periodo agónico y de que era necesario match, sin duda, ha sido extraordinaria-
agregarle nuevas complicaciones si de- mente interesante.
seaba conservar su existencia. En este aspecto el ajedrez es un re-
El match nos ha probado con su flejo de la propia vida. En ella triunfan
enorme proporción de juegos definidos, no sólo los afortunados, sino que la ma-
de que el ajedrez conserva toda su fres- yoría de los que se imponen, es porque
cura y vitalidad, cuando existe deseo de han sabido ir en busca de la fortuna en
luchar, afán de desentrañar dificultades lugar de esperarla plácidamente y dedi-
y audacia para afrontar las situaciones carse sólo a lloriquear cuando no se pre-
que pueden brotar más allá de la limita- senta buenamente en el camino.
da previsión, decidiéndose a suplir con Los ajedrecistas que triunfan son
el instinto o la intuición, lo que el cere- aquellos que entienden el ajedrez como
bro no alcanza a desmenuzar en ese su juego de lucha y de nervios, de tempera-
trabajo de superposición de variantes en mento y vanidad. Los que sólo aspiran a
la imaginación. mantener las situaciones que su talento
Alekhine y Bogoljubow han logra- les ha brindado, sin redoblar el esfuer-
do en este match probar eso y es éste el zo, entregados a la rutina, deben confor-

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Artículos Didáticos - Partidas Comentadas - El Ajedrez Americano Tomo II
marse con lo que acontezca. torre, alfil o caballo.
Jamás ha triunfado un especulador Tendría así el ajedrez una extraor-
que no arriesgue y posponga el espíritu dinaria complicación más: el distinto
de empresa al de la propia conservación valor de los peones, y esto solo, sin elu-
de su capital. El que conserva sus teso- da, serviría para imprimir a las partidas
ros prudentemente en casa, sin desple- una excesiva dificultad. Pero en realidad
gar las posibilidades que éstos le brin- hay que andar aún mucho para que cual-
dan, no puede exigir la multiplicación quiera de estos cambios fundamentales
de su capital y tampoco tiene derecho a sea una necesidad. Sólo deben admitir-
afirmar que las iniciativas para su buena se estas sugestiones para la realización
aplicación se hayan agotado. de partidas de fantasía, como son las de
gana pierde, “la guerra” y otras innova-
Modificaciones al ajedrez ciones por el estilo.
En el artículo anterior hemos sos-
tenido que el ajedrez está muy lejos de
agotarse, ante la evidencia de los hechos
que han probado que estábamos en lo
cierto. No obstante, resultan interesan-
te todos los experimentos que se reali-
zan para dotar a nuestro juego de mayor
complejidad. Algunos, por lo disparata-
do, como son aquellos que se basan en la
introducción de mayor número de pie-
zas, y otros por lo inteligentes, como la
idea de Lasker de suprimir el enroque.
Más interesante que todo esto, y
manteniendo siempre la coordinación y
armonía que existe en ajedrez, sería qui-
zá establecer que los peones al coronar-
se no pudieran transformarse sino en la
pieza de la columna que ocupan. El peón
torre se coronaría torre, el de columna
caballo, en caballo y así sucesivamente,
estableciéndose que el de dama y el de
rey serían los únicos que podrían coro-
narse, al arbitrio del jugador, en dama,

-195- Prof. José Luis Matamoros

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