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Más Algodón entrevista: En el contexto de la pandemia del COVID-19, el proyecto +Algodón
entrevistó expertos de Colombia y Brasil, socios en esta Cooperación Sur-Sur Trilateral, para
una reflexión acerca de la agricultura familiar, producción de alimentos y otros temas clave
para América Latina, en este momento de crisis mundial. En los países socios del proyecto:
Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Haití, Paraguay y Perú la agricultura familiar es la
responsable por la producción del 80% del algodón. Muchos de los agricultores y agricultoras
algodoneras producen algodón en asociación con cultivos alimentarios, sea para el consumo
y/o la comercialización para complementar sus ingresos.
1. ¿Cuál es la real consecuencia de una pandemia como ésta para el sistema alimentario
global?
Sérgio Schneider (Universidad Federal del Rio Grande del Sur/Brasil): Creo que todavía
es demasiado temprano para indicar quién gana o quién pierde o si se modificará el modelo
actual. Vale la pena decir que me refiero al sistema alimentario global basado en la industria
alimentaria. Pero creo que puede haber un llamado aún más fuerte a los principios de
inocuidad y sanidad, que proclama la industria alimentaria. Si esto sucede, la presión sobre los
pequeños productores y las pequeñas agroindustrias alimentarias será aún mayor. Significa
más leyes, inspección y control para que los pequeños puedan producir.
Pero, en contraste con esto, también puede haber una reacción a este modelo, liderado por
consumidores cada vez más reflexivos y bien informados, que prefieren comer productos
frescos y saludables. En este caso, será importante que los productores orgánicos y
agroecológicos puedan crear mecanismos de sanidad e inocuidad. Por supuesto, esto también
dependerá de cómo lo maneje el Estado y el sector de vigilancia. Asimismo, será decisivo
cómo los científicos y las universidades abordarán estos problemas. Habrá un nuevo campo de
disputas sobre regulaciones, que requiere capacidad técnica y organización política.
Con respecto específicamente al tema del suministro de alimentos, dos cosas llaman mucho la
atención en esta crisis: el rol clave de las estrategias de suministro locales y regionales y el
interés de los consumidores en apoyar y comprar productos de los agricultores familiares. Esto
es algo muy, muy importante.
Creo que existe un enorme potencial para los mercados locales y territoriales y la posibilidad
de construir otro sistema alimentario. Pero quiero enfatizar que todo esto es posible gracias a
las nuevas tecnologías informáticas, por medio teléfonos celulares, redes sociales, etc. Sin
eso, la movilidad no sería posible.
Creo que hay una agenda central para el Estado y todos los agentes que trabajan con el
desarrollo y la extensión rural que se refiere al uso de nuevas tecnologías como medios de
interacción social y, sobre todo, acceso y creación de nuevos mercados.
La gran pregunta ya no es producir, ya que esto es lo que los agricultores ya saben hacer. El
desafío es el acceso a los mercados y la construcción de interacciones entre productores y
consumidores, lo que llamamos cadenas cortas. Entonces, diría que la gran pregunta es cómo
aumentar el número de cadenas cortas y convertirlas en verdaderas redes de suministro social
y económico. Esto ciertamente requerirá mucho estudio y aprendizaje. Pero estoy convencido
de que este será el terreno fértil para expandir las actividades cooperativas.
Sérgio Schneider (Universidad Federal del Rio Grande del Sur/Brasil): Creo que la
agricultura familiar juega un papel central en la producción y el suministro de alimentos de
nuestras ciudades. Con esta crisis, está claro que el enfoque principal de toda la agricultura y
el sistema alimentario debe ser el suministro del mercado interno: cada país debe poder
alimentar a su gente. Eso es tener seguridad alimentaria, sin eso no hay soberanía.
En algunos países de América Latina, con gobiernos más liberales, el enfoque para la
producción de commodities para la exportación se transformó en la grande respuesta.
Entonces, es temprano para afirmar, pero creo que tal vez algunos gobiernos van a repensar
su estrategia y la seguridad alimentaria basada en la agricultura familiar, que volverá a tener
más apoyo.
Sérgio Schneider (Universidad Federal del Rio Grande del Sur/Brasil): Tenemos que
aprender y darnos cuenta de que cada país y región tiene un enorme mercado local y regional,
que es una oportunidad increíble para la agricultura familiar. También es necesario
comprender mejor los mercados locales y cómo organiza los sistemas alimentarios para que
puedan satisfacer las necesidades alimentarias de las personas, generar seguridad alimentaria
y producir excedentes para la venta o exportación.
Esto puede reflejarse en productos como el algodón, por ejemplo, representando una opción a
los consumidores por medio de los tipos producidos orgánicamente, o incluso que traen
consigo alguna marca local/regional de su origen. El espacio está abierto para nuevos tipos de
mercados y más segmentados, en algunos casos nichos.
6. ¿Cuáles serían esos pasos que requiere esta trasformación digital para el campo que
también tiene necesidades alimentarias y de salud pública?
Pero creo que, si logramos engancharlos desde el punto de vista de la tecnología, creo que
puedan ir encontrando espacios adecuados para vincularse más estrechamente a los sistemas
de producción, acompañar a los mayores en el desarrollo de las actividades e irse haciendo
cargo poco a poco de los procesos productivos de la finca. Creo entonces que hay que
fortalecer el servicio de extensión rural que generen capacidades en las comunidades rurales y
que empoderen más a los jóvenes en este propósito.
Ahí podemos encontrar alternativas muy interesantes de poner a nuestro ingenio y nuestra
creatividad y nuestra capacidad de innovación social e innovación tecnológica a servicio de una
recuperación y fortalecimiento de los sistemas alimentarios territoriales.