Está en la página 1de 7

1

¿cómo la solución a este problema aporta a la construcción de una sociedad que permita

la convivencia, el respeto por el bien común, la equidad y la justicia, una sociedad desde la

cordialidad?

Respuesta.
2

La reflexión sobre ética nos sirve para conjugar justicia con felicidad y esto sería por

medio de un planeta sano en donde todos gocemos de un ambiente completamente

saludable en el cual todos seamos conscientes, Así mismo actuar con moralidad nos lleva a

querer construir un buen carácter, reducir costos, crear riqueza tanto económica como

natural, traer justicia con felicidad, tener un carácter de profesionales, no solo técnicos y

obtener en solidaridad la libertad.

La confianza, ya que implica que debemos abrir nuestro pensamiento hacia otras

personas y el medio ambiente no siempre observarlo como un enemigo sino ayudándonos a

crecer unos a otros, pensando en nuestro futuro y el de nuestras futuras familias, y al mismo

tiempo no intentar aprovecharse de los más débiles, por tanto, de sede propender por

ahorrar el sufrimiento. La confianza se crea siempre revelando la verdad y procurando

reparar de manera sincera los errores.


3

al saber priorizar y definir con claridad lo que realmente es importante se obtiene a

través de la integridad de la persona, esto quiere decir la coherencia entre las afirmaciones y

el actuar, por tanto, en una sociedad donde hay verdad existen menos desgaste que en las

sociedades donde hay mentiras. Todo lo anterior se debe priorizar en la sociedad iniciando

por los más débiles, lo cual crea una sociedad más igualitaria y equitativa.  Los valores

éticos y morales son efectivos en la vida pública, ya que un mundo sin valores no sería un

mundo habitable por humanos, por tanto, es válido afirmar que los estados de crisis no

proceden solo de las malas prácticas, las cuales se podrían haber evitado si las sociedades

en general actuaran siguiendo las normas éticas que han sido infundadas de generación en

generación.

Recomendaciones para cuidar nuestro medio ambiente.

SEPARA LA BASURA. Desde pequeños es bueno que los niños aprendan a separar los

residuos para que se puedan reciclar. Enséñales qué se tira en cada cubo y por qué se debe

hacer así.

USA PRODUCTOS QUE PUEDAN REUTILIZARSE. Hay muchos productos que

se pueden usar varias veces para proteger la naturaleza. Por ejemplo, utiliza servilletas de

tela en lugar de servilletas de papel.


4

APAGA LAS LUCES. Parece obvio, pero no nos damos cuenta de la cantidad de veces

que encendemos la luz de una habitación que no ocupamos. Acostumbra a tus hijos a

apagar la luz y cuando te marches de casa comprueba que todo está apagado.

CONSUME FRUTAS Y VERDURAS ECOLÓGICAS. Los productos

ecológicos cuidan el medio ambiente porque en su producción no se utilizan fertilizantes ni

otros productos contaminantes.

EVITA DEJAR LOS APARATOS ENCHUFADOS. Recuerda que los aparatos que

están apagados pero siguen enchufados consumen energía, por lo que es importante

desenchufarlos.

CIERRA LOS GRIFOS CORRECTAMENTE. Cuando no utilices el agua, cierra el

grifo y controla que no existan fugas.

UTILIZA EL TERMOSTATO. Tanto para la calefacción como para el aire

acondicionado es necesario utilizar un termostato. El consumo de energía de la calefacción

baja cuando reduces en un solo grado la temperatura, y lo mismo ocurre si aumentas la

temperatura un grado en el aire acondicionado.

MUÉVETE EN TRANSPORTE PÚBLICO. La contaminación en las grandes

ciudades proviene en gran medida de los coches; utiliza el transporte público para

desplazarte y ayudarás a cuidar la naturaleza.


5

LLEVA TUS PROPIAS BOLSAS AL SUPERMERCADO. Cada vez son más los

supermercados que venden las bolsas de plástico para evitar su uso y fomentar el reciclado.

Llévate tus propias bolsas al supermercado y podrás utilizarlas varias veces.

APROVECHA LA LUZ NATURAL. Para reducir el consumo de luz eléctrica, abre

las ventanas y sube las persianas para que entre la luz del sol en tu casa.

CAMBIA LAS BOMBILLAS DE TU CASA. Las bombillas de bajo consumo se

calientan menos, consumen menos energía, alumbran igual y duran más.

RECICLA TODO LO QUE PUEDAS. Antes de tirar ropa, libros o juguetes, piensa si

puedes darles una segunda oportunidad para evitar gastar y comprar todo nuevo.

Ahorrarás dinero y protegerás la naturaleza.

PLANTA ÁRBOLES. Los árboles producen oxígeno y son esenciales para la

naturaleza, así que planta un árbol en tu casa o en la comunidad donde vives.


6

La ética ambiental se basa en elementos como el respeto y solidaridad, concibiendo a la

Tierra como un espacio vital que hemos de compartir con responsabilidad para conservarla

(Kinne, 1997; Agnieszka et al., 2005; Mejía, 2006). Reflexionar sobre esta ética implica

pensar el problema no en términos de "hombre–naturaleza", sino en términos de "ser

humano en la naturaleza". Con esta perspectiva ética hay que revisar la dirección y sentido

de las actividades humanas, desde las orientaciones científicas y tecnológicas, como las

mercadotécnicas, económicas y socioculturales, lo cual supone examinar nuestra jerarquía

de preferencias, incluyendo las morales (Kinne, 1997; Sosa, 1997). La ética ambiental y la

conciencia ecológica inician cuando los seres humanos nos reconocemos como especie,

formando parte de la naturaleza, y reflexionamos que nuestras acciones tienen un efecto

sobre otras especies (Kinne, 1997; Agnieszka et al., 2005; Mejía, 2006). Los contenidos y

formas de abordar la educación tienen inevitablemente un conjunto de principios éticos

característicos (Fernández, 1998). Quienes nos dedicamos a la educación nos preguntamos:

¿Para qué se educa? Educamos para satisfacer una demanda que responde a estereotipos

personales y sociales que se desean legar a futuras generaciones, así como suscitar y

desarrollar en el niño un cierto número de estados físicos, intelectuales y morales que le

exigen tanto la sociedad como el medio ambiente específico al que está especialmente

destinado (Durkheim en Savater, 2000). La institución educativa es reconocida como

formadora de valores en la sociedad y, al igual que la familia, incide en la reproducción o

transformación de actitudes, convicciones, creencias morales y comportamientos (Hart,

1978; Apple en González, 1993; Kinne, 1997; Savater, 2000; Kostas et al., 2003; Sirmo et

al., 2006; Fernández–Manzanal et al., 2007; Shepardson et al., 2007).


7

También podría gustarte