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UNIDAD N° 1: CONCEPTOS BÁSICOS DE COMUNICACIÓN.

GENERALIDADES SOBRE LA COMUNICACIÓN.

1.1. Naturaleza de la comunicación humana.

En nuestros días todo el mundo reconoce que la sola manera de establecer, mantener y mejorar los contactos humanos
es la comunicación interpersonal.

La comunicación es un proceso privilegiado y único que identifica el comportamiento humano. "Somos en la medida
en que nos comunicamos". Los cuidados enfermeros se elaboran a partir de los hechos que nos cuentan y observamos
en los pacientes y sus familias. Hablar sobre nuestras preocupaciones o lo que nos pasa es tan natural en el ser humano
como el respirar. El hecho de hablar sobre lo que nos acontece de alguna manera muestra lo que somos, lo que nos
pasa en nuestra vida y las circunstancias ante las cuales nos sentimos confrontados. Esto también permite a los otros (a
los profesionales) tener un contexto para poder comprender y evaluar la percepción que tienen que tener del otro
(paciente). Al mismo tiempo, también esto permite comprender el por qué o tener una explicación de los
comportamientos de la persona.
La Enfermera busca ante todo ayudar al paciente a que relate los hechos de su vida, a explorar con él las
circunstancias y resolver con él sus problemas.
Para poder comprenderse, el ser humano debe ser comprendido por el otro y para ser comprendido por el otro, debe
también comprenderse. Una de las dificultades de este proceso reside en el aspecto complejo y multidimensional de la
comunicación. Esa un proceso que no podemos ni resumir en unas líneas ni dominar en unas horas.

1.2. Definición de la comunicación.

La comunicación es un proceso continuo y dinámico formado por una serie de acontecimientos variados y
continuamente en interacción. La esencia de una comunicación eficaz es la respuesta comprensiva a esta serie de
variables. La comunicación no es una transferencia de informaciones de un individuo a otro. A través de lo que vamos
a abordar en esta asignatura mostraremos como los diferentes significados de los mensajes humanos no pueden ser
transmitidos tal cual de un individuo a otro, sino que estos deben ser clarificados y negociados por ambos, dado que
pueden estar influenciados por numerosas variables.

1.3. Algunos factores que influencian la comunicación.

La percepción. La imagen que uno se hace del mundo y del otro es un elemento esencial en la comunicación. Para
percibir es preciso sentir, interpretar y comprender el mundo en el cual uno vive. La percepción es pues un gesto
personal e interno. Todos los datos que un individuo posee sobre el mundo deben pasar por sus sentidos. Sin embargo
ver no es siempre creer. Sabemos, y esto nos lo han descubierto los especialistas de la comunicación, como los límites
fisiológicos del ser humano como son su ojo y su cerebro, pueden frecuentemente ocasionar errores.

Los valores, las creencias. Los valores están muy relacionados con la estima. Mucha gente no valora más que lo que
tiene importancia para ella. Los valores influencian en gran manera el proceso de comunicación porque lo mismo que
las percepciones son diferentes para cada uno.
Los sistemas de valores difieren entre las personas por varias razones: la edad, la transición de la infancia a la
adolescencia, el mundo del trabajo, los estudios, la situación de pareja, las relaciones parentales ... son factores que
modifican u orientan de forma diferente la vivencia de los valores personales.
Las enfermeras deben llegar a saber abordar y resolver estos conflictos de valores, pues las dificultades inherentes a
estas diferencias individuales en los profesionales del equipo de cuidados crean incertidumbre y confusión en los
pacientes y sus familias.

Las creencias pueden, globalmente, tomar tres formas:


a) Racionales, es decir, las que están basadas en evidencias conocidas.
b) Ciegas, es decir, las que uno adquiere en ausencia de toda evidencia.
c) Irracionales, es decir, las que uno conserva a pesar de las evidencias contrarias.

Los aspectos sociales y culturales. Cada sociedad y cada cultura suministra a sus miembros su propia explicación
sobre las estructuras y sobre el significado que le da a las cosas. Estas informaciones dan nacimiento a ideas
preconcebidas y a generalidades respecto a la forma de ver los otros. Estas ideas preconcebidas, aprendidas a una edad
muy temprana, son tan sutiles que a menudo son hasta desconocidas. Sin embargo estas limitan, de manera
importante, el estilo de comunicación y de interacción de una persona con otras. Por tanto, si estas generalizaciones y
estereotipos sociales y culturales interfieren en nuestras relaciones, estas pueden también modificarlas.
Por tanto la comunicación está íntimamente relacionada con los aspectos sociales y culturales. La cultura enseña a los
individuos cómo comunicar a través del lenguaje, los gestos, los vestidos, la comidas, la forma de utilizar el espacio,
etc. Si las enfermeras no conocen estos aspectos sociales y culturales de los pacientes les va a ser difícil saber el
sentido a veces tan diferente que ellos dan al mensaje que reciben. Por ejemplo, eructar, en algunas culturas es una
forma sana de saber vivir, mientras que en otras es como un insulto y falta de delicadeza.

Los aspectos familiares. Para entender el mundo, podemos estudiar la familia: situaciones críticas como la
autoestima, el poder, la intimidad, la autonomía, la confianza y la habilidad para la comunicación... son partes vitales
que fundamentan nuestra forma de vivir el mundo. Por tanto para cambiar nuestra relación con el mundo, tenemos que
cambiar a la familia. Virginia Satir nos dice: " la vida familiar es como un témpano de hielo: la mayoría percibe sólo
la décima parte de lo que sucede, la décima parte es lo que se puede ver y escuchar. Algunos sospechan que ocurre
algo más, pero no saben qué es y no tienen idea de cómo pueden averiguarlo

El estado anímico de cada persona. Todos constatamos cómo nuestro estado anímico nos condiciona en nuestras
relaciones. Nuestro cansancio, nuestras preocupaciones, ansiedades, miedos, depresiones, etc.

Niveles de comunicación.

La comunicación puede situarse al menos a tres niveles diferentes: Intrapersonal, interpersonal y pública.

a) Intrapersonal, cuando el individuo se envía un mensaje a él mismo (al interior de sí mismo). Por ejemplo: cuando la
enfermera se dice: "estoy terminando esta cura, voy a ir ahora después a ver al paciente Pedro". Este proceso de
comunicación precede los otros dos niveles e implica la percepción de sí y de los otros, elementos esenciales de toda
comunicación.
b) La comunicación interpersonal, podemos decir que incluye todo lo que vamos a decir sobre la comunicación entre
dos personas, o en la relación terapéutica con pacientes y familia... y que nosotros abordaremos desde la corriente
humanista.

c) La comunicación pública, es la que tiene lugar entre una persona y varias otras. La mayor parte del tiempo toma la
forma de un discurso público.

TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN HUMANA.

AXIOMAS DE LA COMUNICACIÓN.

A partir de los trabajos de Bateson, las investigaciones sobre la teoría de la comunicación adoptaron un enfoque
sistémico, donde toda conducta era concebida de manera relacional y representaba una forma de comunicación.
La comunicación posee algunas propiedades de naturaleza axiomática (propuestas por Beavin, Jackson y Watzlawick)
que pasamos a enumerar y que llevan implícitas consecuencias fundamentales para el estudio de las relaciones.
Un axioma es un enunciado básico que se establece sin necesidad de ser demostrado. Las dos características que
poseen los axiomas son: indemostrabilidad y evidencia. Los axiomas no son verdaderos ni falsos en sí mismos: son
convenciones utilizadas como principios de derivación de los demás enunciados de una teoría.
Los cinco axiomas que a continuación vamos a mencionar, son propiedades simples de la comunicación que encierran
consecuencias interpersonales básicas. Watzlawick y colaboradores los han desarrollado concretándolos del siguiente
modo:
A) Es imposible NO COMUNICARSE.
B) Toda comunicación tiene un nivel de CONTENIDO y un nivel RELACIONAL.
C) La naturaleza de una relación depende de la forma de PUNTUAR 0 PAUTAR LAS SECUENCIAS de
comunicación que cada participante establece.
D. Las personas utilizan tanto la comunicación DIGITAL como la ANALÓGICA.
E) Todos los intercambios comunicacionales son SIMÉTRICOS o COMPLEMENTARIOS, según estén basados en la
igualdad o en la diferencia.

A. La imposibilidad de no comunicar. No hay nada que sea lo contrario de conducta. La no-conducta no existe; es
imposible no comportarse. En una situación de interacción, toda conducta tiene valor de mensaje, es decir, es
comunicación; por eso, por más que uno lo intente, no puede dejar de comunicar. Actividad o inactividad, palabras o
silencio, tienen siempre valor de mensaje: influyen sobre los demás, quienes a su vez, no pueden dejar de responder a
tales comunicaciones y, por tanto, también comunican.
Por ejemplo: un pasajero en el tren que permanece sentado en su asiento con los ojos cerrados, o leyendo el periódico,
comunica un mensaje: no quiere hablar con nadie.
La persona puede "defenderse" de la comunicación del otro, mediante la importante técnica de la descalificación; esto
es, puede comunicarse de modo tal que su propia comunicación o la del otro queden invalidadas. Las descalificaciones
abarcan una amplia gama de fenómenos comunicacionales tales como auto contradicciones, incongruencias, cambios
de tema, tangencializaciones, oraciones incompletas, malentendidos, interpretaciones literales de la metáfora e
interpretación metafórico de las expresiones literales.
No es sorprendente que habitualmente recurra a este tipo de comunicación todo aquél que se ve atrapado en una
situación en la que se siente obligado a comunicarse pero, al mismo tiempo, desea evitar el compromiso inherente a
toda comunicación.
Por tanto, la conducta (comunicación) "alienada" no es necesariamente la manifestación de una mente enferma, sino
quizá la única reacción posible frente a un contexto de comunicación familiar absurdo e insostenible.

B. Los niveles de contenido y de relación en la comunicación. Toda comunicación poseerá un contenido (lo que
decimos) y una relación ( a quién y cómo se lo decimos) A través de la comunicación, todos podemos expresar nuestra
forma de ser y la visión de la relación la otra persona.

Una comunicación no sólo transmite información sino que, al mismo tiempo, impone una conducta o un
comportamiento. El "nivel de contenido" de un mensaje transmite "INFORMACIÓN". El "nivel de relación" se refiere
a cómo la comunicación sirve para "DEFINIR" el tipo de relación que quiero establecer con mi interlocutor.
Los expertos en computadoras también se enfrentan con estos dos niveles cuando se comunican con un "organismo
artificial": Por ejemplo, si una computadora debe multiplicar dos cifras, es necesario "alimentar" esas dos cifras y "dar
la orden" de multiplicar. Necesita, por tanto, información (DATOS) e información acerca de esa información
(INSTRUCCIONES). Es evidente, que las instrucciones son de un "tipo lógico" superior al de los datos: constituyen
metainformación puesto que son información acerca de información.
En la comunicación humana observamos que esa misma relación existe entre los aspectos de "contenido" y de
"relación": el primero transmite los "datos" de la comunicación, y el segundo, "cómo" debe entenderse dicha
comunicación.
De la misma manera, toda comunicación implicará un compromiso para el que la recibe, pudiendo rechazar, aceptar o
descalificar la comunicación.
Cuanto más espontánea y sana es una relación, más se pierde en el trasfondo el aspecto de la comunicación vinculado
con la relación. Las relaciones "enfermas" se caracterizan por una constante lucha acerca de la naturaleza de la
relación, mientras que el aspecto de la comunicación vinculado con el contenido se hace cada vez menos importante.
La capacidad para metacomunicarse en forma adecuada es indispensable de la comunicación eficaz.

Pongamos un ejemplo: Una pareja en terapia de pareja relató el siguiente episodio. El esposo mientras se encontraba
sólo en el hogar, recibió una llamada de larga distancia de un amigo, quien le manifestó que se encontraba en esa
ciudad durante unos días. El esposo invitó al amigo a pasar esos días en su casa, sabiendo que ello agradaría a su
esposa y que, por lo tanto, ella habría hecho lo mismo. Sin embargo, cuando la esposa regresó se entabló una violenta
discusión con respecto a la invitación hecha por el marido. Cuando el problema se examinó en la sesión terapéutica,
ambos cónyuges estuvieron de acuerdo en que esa invitación era la cosa más adecuada y natural. Estaban sorprendidos
al comprobar que, por un lado, estaban de acuerdo y, sin embargo, "de algún modo" también estaban en desacuerdo
con respecto al mismo problema. En realidad, hay dos problemas en esta disputa. Uno se refiere al contenido de las
conductas adecuadas en una situación específica: la invitación; otro se refiere a la relación entre los comunicantes -al
planteo de quién tenía derecho a tomar la iniciativa sin consultar al otro- y no podía resolverse tan fácilmente, pues
presuponía la capacidad del marido y la mujer para hablar acerca de su relación. En su intento de resolver el problema
esta pareja cometió un error muy común en su comunicación: Estaban en desacuerdo en el nivel relacional, pero
trataban de resolverlo en el nivel de contenido, donde el desacuerdo no existía, cosa que los conducía a pseudo
desacuerdos.
Tal como anteriormente decíamos, las personas, en el "nivel relacional" no comunican nada acerca de hechos
externos. Una persona ("A") puede ofrecer a la otra ("B"), una definición de sí misma; es inherente a la naturaleza de
la comunicación humana el hecho de que existan tres respuestas posibles por parte de esta última persona a la
definición de la primera:

a) Confirmación:
La persona ("B") puede aceptar (confirmar) la definición que ("A") da de sí misma.

Además del mero intercambio de información el hombre tiene que comunicarse con los demás, a los fines de su
autopercepción y percatación. La persona es incapaz de mantener su estabilidad emocional durante períodos
prolongados en que sólo se comunica consigo misma. Lo que los existencialistas llaman el "encuentro" corresponde a
esta esfera. Como afirma el célebre filósofo MARTIN BUBER:

"En la sociedad humana, en todos sus niveles, las personas se confirman unas a otras de modo práctico, en mayor o
menor medida, en sus cualidades y capacidades personales, y una sociedad puede considerarse humana en la medida
en que sus miembros se confirman entre sí...
La base de la vida del hombre con el hombre es doble, y es una sola: el deseo de todo hombre de ser confirmado por
los hombres como lo que es, e incluso como lo que puede llegar a ser y la capacidad innata del hombre para confirmar
a sus semejantes de esta manera. El hecho de que tal capacidad esté tan inconmensurablemente descuidada constituye
la verdadera debilidad y cuestionabilidad de la raza humana: la humanidad real sólo existe cuando esa capacidad se
desarrolla".

b) Rechazo:
Otra posible respuesta de la persona ("B") frente a la definición que la persona ("A") propone de sí misma consiste en
rechazarla. Sin embargo, por penoso que resulte el rechazo presupone por lo menos un reconocimiento limitado de lo
que se rechaza y, por tanto, no niega necesariamente la realidad de la imagen que la persona ("A") tiene de sí misma.

c) Desconfirmación:
Tal como se observa en la comunicación patológica, la desconfirmación ya no se refiere a la verdad o falsedad de la
definición que la persona ("A") da de sí misma, sino más bien la persona ("B") niega la realidad de la persona ("A")
como fuente de tal definición. En otras palabras, mientras que el rechazo equivale al mensaje "estás equivocado", la
desconfirmación afirma de hecho: "tú no existes".

LAING cita a WILLIAMS JAMES, quien escribió: "No podría idearse un castigo más monstruoso, aún cuando ello
fuera físicamente posible, que soltar a un individuo en una sociedad y hacer que pasara totalmente desapercibido para
sus miembros". Tal situación llevaría a la persona a una "pérdida de la mismidad", que no es más que una traducción
del término "alienación".

C. La puntuación de la secuencia de hechos. Para un observador una serie de comunicaciones puede entenderse
como una secuencia ininterrumpida de intercambios de mensajes. Sin embargo, quienes participan en la interacción
siempre introducen lo que se llama "puntuación de la secuencia de hechos".
En una secuencia prolongada de intercambios, las personas puntúan la secuencia de modo que uno de ellos o el otro
tiene iniciativa, predominio, dependencia, etc. Así, a una persona que se comporta de determinada manera dentro de
un grupo, la llamamos "líder" y a otra "adepto", aunque resultaría difícil decir cuál surge primero o que sería del uno
sin el otro. La falta de acuerdo con respecto a la manera de puntuar secuencia de hechos es la causa de incontrolables
conflictos en las relaciones.
Supongamos que una pareja tiene un problema en el matrimonio al que el esposo contribuye con su retraimiento
pasivo, mientras que la mujer colabora con sus críticas constantes. Al explicar sus frustraciones, el marido dice que su
retraimiento no es más que la defensa contra los constantes regaños de su mujer, mientras que ésta dirá que esa
explicación constituye una distorsión intencional de lo que "realmente" sucede en su matrimonio, esto es, que ella lo
critica debido a su pasividad.
Sus discusiones consisten en un intercambio de estos mensajes:

Marido Mujer
ME RETRAIGO TE REGAÑO
PORQUE PORQUE
ME REGAÑAS TE RETRAES

En la psicoterapia de parejas, a menudo sorprende la intensidad de lo que en la psicoterapia tradicional se llamaría una
"distorsión de la realidad" por parte de ambos cónyuges. A veces, resulta difícil creer que dos individuos puedan tener
visiones tan dispares de muchos elementos de su experiencia en común. Y, sin embargo, el problema radica
fundamentalmente, en su incapacidad para metacomunicarse acerca de su respectiva manera de pautar su interacción.
Las discrepancias no resueltas en la puntuación de las secuencias comunicacionales pueden llevar a 'impasses"
interaccionales, en los que los participantes se hacen acusaciones mutuas de locura o maldad.
Las discrepancias de puntuación tienen lugar en todos aquellos casos en que por lo menos uno de los comunicantes no
cuenta con la misma cantidad de información que el otro, pero no lo sabe. Así, por ejemplo, una persona escribe una
carta a otra proponiéndole pasar unas vacaciones con ella. Esta segunda persona acepta, pero su carta no llega a
destino. Después de un tiempo, la primera llega a la conclusión de que la otra no ha tenido en cuenta su invitación, y
decide no interesarse más por ella. Por otro lado, la otra persona se siente ofendida porque no tuvo contestación a su
carta con la que esperaba más detalles, y también decide no establecer nuevo contacto. A partir de ese momento, el
malestar silencioso puede durar eternamente, a menos que se decidan a averiguar qué sucedió con sus
comunicaciones, es decir, que comiencen a metacomunicarse. En este caso, un hecho exterior fortuito interfirió la
congruencia de la puntuación.

Estos casos de comunicación patológica constituyen círculos viciosos que no se pueden romper a menos que la
comunicación misma se convierta en el tema de comunicación (metacomunicación). Pero para ello tienen que
colocarse afuera del circulo.
Se observa en estos casos de puntuación discrepante un conflicto acerca de cuál es la causa y cuál el efecto, cuando en
realidad ninguno de estos conceptos resulta aplicable debido a la circularidad de la interacción.
El concepto de la "profecía autocumplida" constituye un fenómeno interesante en el campo de la puntuación.
Por ejemplo, una persona que parte de la premisa "todos me odian", se comporta, tal vez, con agresividad, ante lo cual
es probable que los demás reaccionen con desagrado, corroborando así su premisa original. Lo que caracteriza la
secuencia y la convierte en un problema de puntuación, es que el individuo, considera que él sólo está reaccionando
ante esas actitudes, y no que las provoca.

D. Comunicación "digital" y "analógica".

Lenguaje: a) digital: el que se transmite a través de símbolos lingüísticos o escritos, y será el vehículo del contenido de
la comunicación. b) Analógico: vendrá determinado por la conducta no verbal (tono de voz, gestos, etc.) y será el
vehículo de la relación.

Funciones: transmitir información. Definir la relación entre los comunicantes, lo que implica una información sobre la
comunicación, es decir, una "metacomunicación". Esta comunicación servirá para definir la relación cuando la
comunicación haya sido confusa o ambivalente
En la comunicación humana es posible referirse a los objetos de dos maneras totalmente distintas. Se los puede
representar por un símil, tal como un dibujo, o bien mediante un nombre. Estos dos tipos de comunicación, uno
mediante una semejanza autoexplicativa y, el otro, mediante una palabra, son equivalentes a los conceptos analógicos
y digitales.
En la comunicación digital, la palabra es una convención semántica del. lenguaje; no existe correlación entre la
palabra y la cosa que representa, con la posible excepción de las palabras onomatopéyicas. Como señalan BATESON
y JACKSON: "No hay nada" parecido a cinco en el número cinco; no hay nada particularmente "similar a mesa" en la
palabra mesa. Por otro lado, en la comunicación analógica hay algo particularmente "similar a la cosa" en lo que se
utiliza para expresaría.
La comunicación analógica tiene sus raíces en períodos mucho más arcaicos la evolución y, por tanto, encierra una
validez mucho más general que el modo digital de la comunicación verbal, relativamente reciente y mucho más
abstracto.
La comunicación analógica coincidiría con la comunicación no verbal, entendiendo por comunicación no verbal: los
movimientos corporales (kinesia), la postura, los gestos, la expresión facial, el ritmo, la cadencia de las palabras, el
silencio y los indicadores comunicacionales que aparecen en el contexto.
El ser humano se comunica de manera digital y analógica. De hecho, la mayoría de los logros civilizados resultarían
impensables sin el desarrollo de un lenguaje digital. Ello asume particular importancia en lo que se refiere a compartir
información acerca de los objetos. Sin embargo, existe un vasto campo donde utilizamos en forma casi exclusiva la
comunicación analógica, se trata del área de la relación. Así pues, el aspecto relativo al "nivel de contenido en la
comunicación se transmite en forma digital, mientras que el "nivel relativo a la relación" es de naturaleza
predominantemente analógica.
En su necesidad de combinar estos dos lenguajes, el hombre, sea como receptor o como emisor, debe traducir
constantemente de uno al otro. En la comunicación humana la dificultad inherente a traducir existe en ambos sentidos.
No sólo sucede que la traducción del modo digital al analógico implica una gran pérdida de información, sino que lo
opuesto también resulta sumamente difícil: hablar acerca de una relación requiere una traducción adecuada del modo
analógico de comunicación al modo digital.
Al emisor no sólo le resulta difícil verbalizar sus propias comunicaciones analógicas, sino que, si surge una
controversia interpersonal en cuanto al significado de una comunicación analógica particular, es probable que
cualquiera de los dos participantes introduzca en el proceso de traducción al modo digital, la clase de digitalización
que concuerde con su imagen de la naturaleza de la relación. El hecho de traer un regalo, por ejemplo, constituye sin
duda una comunicación analógica. Pero según la "visión" que tenga de su relación con el dador, el receptor puede
entenderlo como una demostración de afecto, un soborno, o una restitución.
La psicoterapia se ocupa sin duda de la digitalización correcta y correctivo de lo analógico; de hecho, el éxito o el
fracaso de una interpretación depende de la capacidad del terapeuta para traducir un modo al otro y de la disposición
del paciente para cambiar su propia digitalización por otra más adecuada y menos angustiante.

En la comunicación patológica observaremos incongruencias entre lo digital y lo analógico. Una persona puede estar
diciendo (digital) . No estoy enfadado", y sin embargo, su tono de voz, su expresión facial y sus gestos expresan
auténtica agresividad (analógico).

E. Interacción simétrica y complementaria. Todas las relaciones podríamos agruparlas en dos categorías: o son
COMPLEMENTARIAS 0 SIMÉTRICAS. En el primer caso, la conducta de uno de los participantes complementa la
del otro; en el segundo caso, los participantes tienden a igualar especialmente su conducta recíproca. Son relaciones
basadas en la diferencia (complementarias), o en la igualdad (simétricas).
En una relación complementaria hay dos posiciones distintas. Un participante ocupa lo que se a descrito de diversas
maneras como la posición superior o primaria mientras el otro ocupa la posición correspondiente inferior o secundaria.
Estos términos son de igual utilidad en tanto no se los identifique con "bueno" o "malo", "fuerte" o "débil". Una
relación complementaria puede estar establecida por el contexto social o cultural (como en los casos de madre e hijo,
médico y paciente, maestro y alumno), o ser el estilo idiosincrásico de relación de una díada particular. En cualquiera
de los dos casos, es importante destacar el carácter de mutuo encaje de la relación en la que ambas conductas,
disímiles pero interrelacionadas, tienden cada una a favorecer a la otra. Ninguno de los participantes impone al otro
una relación complementaria, sino que cada uno de ellos se comporta de una manera que presupone la conducta del
otro, al mismo tiempo que ofrece motivos para ella: sus definiciones de la relación encajan.
Las relaciones complementarias patológicas, el psicoanálisis las denomina relaciones "sadomasoquistas" y las
entiende como una ligazón entre dos individuos cuyas respectivas formaciones caracterológicas alteradas se
complementan. Otros autores emplean distintos conceptos: LIDZ: "sesgo marital"; SCHEFLEN:"horrenda pareja";
LAING: "connivencia". En tales relaciones observamos un sentimiento progresivo de frustración y desesperanza en
los dos participantes o en uno de ellos. Estos individuos fuera de sus hogares (o en ausencia de sus parejas) son
capaces de funcionar en forma perfectamente satisfactoria y que, cuando se los entrevista individualmente, pueden dar
la impresión de estar bien adaptados. Este cuadro a menudo cambia dramáticamente cuando se los observa en
compañía de su "complemento": entonces se hace evidente la patología de la relación.
En una relación simétrica no existen dos posiciones ya que está basada en la igualdad. La relación simétrica puede
estar definida por el contexto social, como por ejemplo, la relación entre hermanos, entre amigos, entre marido y
mujer, etc. También puede ser el estilo propio de una díada particular.
En la relación simétrica existe el peligro de la competencia o rivalidad. Cuando se pierde la estabilidad en una relación
simétrica, se produce una "escapada" de uno de los miembros; el otro intentará equilibrar la relación, produciéndose, a
partir de aquí, el fenómeno conocido como "escalada simétrica".
Los conceptos de complementariedad y simetría se refieren simplemente a dos categorías básicas en las que se puede
dividir a todos los intercambios comunicacionales. Ambas cumplen funciones importantes y, por lo que se sabe por las
relaciones sanas, cabe llegar a la conclusión de que ambas deben estar presentes, aunque en alternancia mutua o
actuando en distintas áreas. Ello significa que cada patrón puede estabilizar al otro siempre que se produzca una
escapada en uno de ellos; así mismo, es posible y necesario, que los dos participantes se relacionen simétricamente en
algunas áreas y de manera complementaria en otras.

Bibliografía:

• Watzlawick "TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN HUMANA"


Pág. 21 a 114 - Edit. Herder

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IMPORTANCIA DE UNA BUENA OBSERVACIÓN PARA UNA COMUNICACIÓN ADECUADA.

La observación es una de las funciones primordiales de la enfermera. Observar al paciente y utilizar la información así
obtenida constituye un elemento básico para poder dar cuidados de calidad.
Sabemos, y tal vez se haya convertido en un cierto tópico, que una de las funciones de la enfermera es "ser los ojos,
oídos, olfato, etc., del médico". La información recogida a través de una observación lo más objetivamente posible y
bien estructurado, va a permitir al médico poder confirmar, o en otros casos, construir su diagnóstico. Sin la
observación, o sin una buena observación, se corre el grave peligro de que al paciente se le hagan exámenes inútiles,
con la consiguiente pérdida de tiempo y de dinero.
Nuestra profesión mostrará más su carácter científico, cuanto más sepa observar, (una buena parte de la información
utilizada por la evaluación del estado físico y psicosocial del enfermo es obtenida mediante la observación) y por
consiguiente después analizar, comparar, interpretar, etc. Si no hay observación no puede haber ciencia.
La observación de la enfermera viene constituida por los hechos observados o identificados respecto al enfermo o a la
enfermedad.

Definición de observación. Establecemos que la observación parte, en primer lugar de la reunión de datos sensoriales
brutos y, a continuación, de su contenido, es decir: lo que uno ha visto, oído, entendido, sentido, etc. Observar es
considerar con una atención sostenida lo que acontece en una situación concreta, es hacer un examen minucioso y
reflexionado de esta situación.
La observación constituye un proceso activo que tiene un sentido, un fin propio.

Precisión de los términos: Percepción, proyección, interpretación, observación.

Percepción. Es el acto mediante el cual el espíritu humano toma conciencia, a través de sus sentidos, de los objetos
exteriores o de sus cualidades.
Ejemplo: oír música, sentir un olor, etc., son percepciones.
La percepción es pasiva y espontánea. Esta nos hace percibir las cosas en un momento dado y en función de nuestra
disposición interna y externa.
Constatamos que la percepción es puramente individual, subjetiva, llena de errores o deformaciones, a causa de la
relación tan individual que cada individuo mantiene con lo que le rodea.
Percibimos pocas cosas si no nos aplicamos conscientemente a tratar de grabar las cosas dentro de nosotros, de aquí
que esta sea muchas veces incompleta y por tanto que necesitamos de la observación.

Observación. Es la acción mediante la cual consideramos, con una atención sostenida e incondicional, los hombres o
las cosas, con el fin de conocerlas mejor y teniendo siempre presente un objetivo muy concreto. De aquí que la
observación sea un proceso activo y voluntario gracias a la atención prestada y teniendo siempre presente el objetivo
que se pretende conseguir mediante esta. Es por tanto un proceso activo que exige por parte del observador un espíritu
despierto, en estado de alerta, con el fin de poder hacer una observación minuciosa.
Observar es el arte de saber: pararse, concentrarse, estar presente, excluir toda otra preocupación momentánea, con el
fin de ir hasta el fondo de la observación y llegar a ser aptos para comprender la situación. Escuchar, es decir, oír,
saber escoger y analizar la información, discutir o dialogar, comprender, etc., mirar, ser discreto al hacer nuestras
observaciones.
El valor de la observación depende de la enumeración precisa de los hechos y de las cosas observadas.
Estas deben de ser:
- precisas
- verídicas
- concisas
- completas
- selectivas
- discretas.

La interpretación. Es la acción de explicar, de dar una significación clara a una cosa oscura. Esta permite ver si
hemos observado bien las cosas. Toda observación da lugar a reflexiones. Esto significa que uno analiza, aprecia o
estima en función de: unos conocimientos científicos precisos. Por ejemplo: biológicos, sociales, etc., teniendo unos
conocimientos del hombre sano, enfermo, o del medio ambiente, etc.
Solamente las observaciones basadas en realidades científicas son válidas para permitir sacar ciertas deducciones o
conclusiones. Por ejemplo: observamos que una persona tiembla, esto nos lleva a preguntarnos el porqué, y verificar
lo que nos dice el paciente teniendo también en cuenta nuestros conocimientos. Pues si sólo nos quedamos con lo que
vemos y directamente interpretamos sin verificar, nos podemos equivocar. Así, por el hecho de que la persona tiemble
no podemos, sin más, deducir que es porque tiene fiebre, pues también puede ser debido a otros factores, como por
ejemplo que tiene frío, o que está muy angustiado, etc.
A menudo hay el peligro de que cada uno de nosotros tienda espontáneamente a atribuir un sentido preciso a lo que
vemos y entendemos. Así es frecuente ver que una persona se mueve mucho, y en vez de decirle: "veo que te mueves
mucho, estás inquieta, preocupada, ansiosa ... ?", directamente decimos: esa persona está muy nerviosa, cuando lo que
está sintiendo tal vez sea preocupación o inquietud.
Aún más, con frecuencia observamos que en el dossier de enfermería aparecen frases como: la Señora X está muy
nerviosa, sin especificar qué es lo que ha observado la enfermera para sacar esa conclusión, lo cual se puede prestar a
pura subjetividad e incluso falsa interpretación.
Lo más lógico y coherente es describir lo que observamos. Por ejemplo, la Señora X no ha parado de moverse en su
habitación, se sentaba, se levantaba, daba unos pasos, se volvía a sentar, levantar, etc., le he dicho que estaba
observando que ella se movía mucho, y por tanto le he preguntado si estaba nerviosa, y me ha dicho: sí, bueno, no,
que estaba preocupada porque su marido le había dicho que vendría sobre las nueve y no había llegado todavía, etc.
Es decir, debemos observar con precisión los gestos, actitudes, etc., del paciente, reflejarle lo que observamos e
incluso lo que nosotros interpretamos respecto de esa observación, a fin de que el paciente nos la confirme o nos
rectifique, y después señalar en el dossier lo que hemos observado, lo que hemos interpretado nosotros, y lo que nos
ha dicho el paciente respecto a nuestra interpretación. Si no estamos de acuerdo con la interpretación del paciente,
señalar como hipótesis nuestra interpretación. Todo esto evitará ciertas interpretaciones muy gratuitas debido a que no
se transcriben los hechos, para ver si todos, teniendo presentes los mismos hechos, los interpretamos de la misma
manera.

Objetivos de la observación aplicada a los cuidados enfermeros.

La enfermera debe concentrar su atención sobre lo que busca a fin de que sus observaciones sean lo más exactas
posibles. La observación no es un fin en sí misma.
Distinguimos principalmente los objetivos siguientes:
· Precisar las necesidades y los problemas del enfermo con el fin de desarrollar un plan de cuidados adecuado.
· Ayudar al médico a poder establecer un diagnóstico.
· Darse cuenta de la eficacia (o ineficacia) del tratamiento prescrito por el médico.
· Recoger información del paciente para después compartirla con los otros miembros del equipo.
· Prevenir las complicaciones y sus secuelas a fin de observar los signos de la enfermedad, etc.
Y sobretodo, observa a la persona enferma, ya sea que ésta manifieste o no ciertos síntomas o signos de la
enfermedad, a fin de que ésta pueda expresar, si es posible, lo que ella vive, siente, experimenta, etc.

Aspectos a tener en cuenta al hacer una observación.

La observación no es algo innato, es un aprendizaje que tenemos que realizar.

Cuántas veces no nos ha pasado que teniendo el objeto delante de nuestros ojos no lo hemos visto, y sin embargo
estaba ahí el objeto desde el primer momento. Esto también nos pasa respecto a los pacientes. Veamos algunas
sugerencias que puedan ayudarnos a aprender a observar:
Tenga cierta idea de lo que busca antes de iniciar su observación. Pregúntese continuamente qué y cómo, por ejemplo:
- ¿qué síntomas debe buscar en este paciente?
- ¿qué medidas de seguridad deben emplearse con este paciente? ¿Se han empleado ya?
- ¿Cómo es el medio ambiente del paciente cuando ha concluido su asistencia?
- ¿Qué está haciendo cada persona en este momento?
- Etc., etc.
Seamos cuidadosos en observar todos los aspectos de la atención del paciente y de su medio; esto incluye la atención
que está recibiendo y la que ha recibido.
Considere a cada persona como individuo. Si ha de determinar qué observar en la atención de un paciente, necesitar
pensar en sus necesidades individuales. Cuando observe a alguien trabajando, compare la atención que está dando con
la que es capaz de dar. De esta manera considerar sus aptitudes, emociones y diferencias.
Trate de ser objetiva en lo que ve. Es un hecho experimentado frecuentemente que si 8 personas observan determinado
incidente y luego intentan describirlo, aunque haya puntos comunes, se observa que hay versiones diferentes. Todas
tendrán su propia interpretación del incidente, e incluso más, todas estarán seguras, dentro de sí, de que lo que vieron
sucedió como lo describen.
Esto nos lleva a la conclusión de que la observación objetiva como tal es muy difícil, pues tiene mucho de
subjetividad, pero tanto más tendrá de subjetividad cuanto menos observemos y cuanto menos verifiquemos lo que
hemos observado a fin de distinguir lo que es observación de lo que es interpretación.
Por tanto la persona no es objetiva en sus observaciones, debido a que sus actitudes y motivaciones la obligan
inconscientemente a pasar por alto o a exagerar ciertas cosas. No es raro que una persona sólo vea lo que desea ver.
Esta objetividad de la observación aún es más subjetiva cuando se observa a alguien a quien se aprecia o desprecia
intensamente.
Otra razón de esta falta de objetividad se debe a que la mente de una persona tiende a aportar parte de la acción que no
ve, haciendo que los actos que observa la persona tengan sentido para ella.
Cuando una persona comprende la importancia de ser objetiva en sus observaciones, también comprende que se deben
obtener todos los hechos para poder justificarse cualquier conclusión. Aceptar que algo ha pasado o que algo es
verdad sin primero obtener datos substanciales, invalida cualquier conclusión basada en estos supuestos. Se deben
reunir todos los hechos antes de llegar a cualquier conclusión.
Intente ser exacta y objetiva en sus observaciones, tanto de los pacientes como de su grupo. Trate de obtener todos los
hechos. Antes de llegar a cualquier conclusión, tenga datos suficientes. Se debe, también aquí, evitar el máximo de
generalidades (el hecho de tener un olvido, no significa que la persona siempre se olvida) eliminaciones o
distorsiones.
El conocimiento de que sus actitudes y emociones es probable que modifiquen lo que usted ve, esto debe hacerla
cuidadosa en sus observaciones. No olvidemos el desliz de pasar de la observación a la proyección, y así cuando está
irritada y cansada, es posible que le alteren algunos incidentes, mientras que si está contenta, pasar por alto estos
mismos incidentes.
Busque relaciones o asociaciones entre lo que ve y lo que parece ser la situación global
Cualquier incidente está formado por varias acciones separadas, cada una de las cuales tiene diferentes significados
cuando se separan del incidente total. Por lo tanto, es necesario observar no sólo los pasos individuales de la atención
de enfermería, sino considerarlos en relación con la asistencia global requerida por el paciente.
Observar cómo se adaptan todos los aspectos de la atención indicar, en cierto grado, la comprensión que la enfermera
tiene en relación con las necesidades del paciente. Precise si cada una de las partes de la atención se ha dado
correctamente, pero observe también si se ha empleado la sucesión de pasos y procedimientos adecuados.
Interésese por lo que ve. El interés le ayuda a hacer más completa y exacta su observación de detalles.
Interesarse por sus pacientes y por la atención de enfermería que reciben del grupo, aumentar su capacidad para ver lo
que hacen, debido a que podrá dar mayor atención a los detalles de su trabajo. Si se concentra cuando busca
conscientemente detalles podrá observar mejor.

Tipos de observación.

Podemos distinguir dos tipos de observación:


a) La observación no dirigida
Esta observación no es sistemática sino involuntario. Consiste en: estar prestos a escoger los hechos significativos que
pueden aparecer en el campo de la observación. Esta actitud podría traducirse por la capacidad de estar atento a todo
lo que pasa a su alrededor, permitiendo así la acumulación de cantidad de información que la persona no ha
seleccionado ni sistematizado, pero que posteriormente podría servirle para determinar una cierta orientación o
investigación, o la puesta en evidencia de algo inesperado e imprevisible.
Esta por tanto es menos precisa, menos sistemática, los objetivos que se tienen son de carácter global y no específico.

b) La observación dirigida.

Esta observación es sistemática y orientada hacia un objeto preciso. Esta supone haber hecho anteriormente una
elección. Esta elección determina a la vez lo que deber o no seleccionar (o renunciar) en este tipo de observación.
Estos dos tipos de observación no se excluyen. Pueden ser complementarios. Sin embargo toda observación no
dirigida es incompleta en su proceso y debe estar necesariamente acompañada de una observación dirigida.
En la práctica de los cuidados de enfermería, estos dos tipos de observación están presentes: la observación dirigida
por ejemplo, se encuentra en la práctica clínica, así la observación de una persona que tiene una insuficiencia cardiaca
implica necesariamente un control de la T.A., del pulso, un balance de los líquidos, del peso (elementos estos basados
en un buen conocimiento de la fisiología). Del mismo modo que la práctica de un Proceso de cuidados estructura la
observación de las necesidades del paciente a fin de mejor evaluarlo y mejor responder a sus necesidades.
Sin embargo, en otros dominios, la práctica de los cuidados de enfermería se caracteriza por una observación
insuficiente, no sistemática e imprecisa. Uno puede hacerse una idea leyendo las hojas de información de la historia
clínica del paciente, o escuchando las observaciones trasmitidas por los otros colegas o por los médicos.

Uno extrae a menudo los elementos siguientes:

. Observaciones no pertinentes: hechos extraídos que no tienen ninguna incidencia en el estado del enfermo.
. Observaciones no sistemáticas: prioridades no respetadas, valoración de los detalles no significativos, etc.
. Imprecisiones: utilización de términos que se prestan a interpretaciones diferentes (menos, más, un poco, ...) o
haciendo uso de juicios de valor (bien, mal, amable, ...)

Observación del:

a) comportamiento no-verbal.
b) comportamiento verbal.
c) espacio vital

Obstáculos o dificultades al desarrollo del sentido de la observación.

La observación es algo que se enseña y se adquiere, varios son los obstáculos que se oponen a este desarrollo. Aparte
de un mal funcionamiento de los órganos sensoriales, citaremos principalmente los siguientes:

La familiaridad: Es corriente notar cómo todo aquello que nos es familiar lo tomamos como algo adquirido, lo
damos por supuesto. Así por ejemplo, una enfermera puede creer e incluso estar convencida de que el estado del
paciente, hoy es igual que el de ayer, porque ella no ha notado ningún cambio. Por tanto hay cambios, pero ella no los
percibe, tan metida está en el mundo del paciente. Sin embargo debemos admitir que los individuos cambian
continuamente. El enfermo que hemos observado ayer no es el mismo hoy. (Cuando esto acontece, es decir, cuando
creemos que el enfermo de ayer es igual que hoy, hay el gran peligro de la cronicidad, nuestra y del paciente).
También la enfermera cambia. ¿Cómo resolver este problema? Es preciso tomar conciencia de esta tendencia que se
tiene a descuidar lo que nos es familiar, a tomarlo por adquirido. Cada día debemos de esforzarnos en ver y percibir a
las personas y las cosas con ojos nuevos, y desde perspectivas diferentes. Esto quiere decir: tratar de ver, mirar,
escuchar, etc., las personas familiares como si fuera la primera vez que las vemos, escuchamos, etc. Después de todo,
es una gran verdad que cada día y momento es una nueva situación, por lo tanto no cabe ni la familiaridad ni la rutina.

Incapacidad de distinguir los datos brutos de las interpretaciones. Una dificultad suplementaria a la observación
parece estar en la dificultad para distinguir lo que uno ve, entiende, siente, toca, etc. a partir de las interpretaciones
personales que uno puede dar a los fenómenos, acontecimientos o situaciones. Por ejemplo, una enfermera dice que tal
paciente "parece estar inquieto". Parece estar inquieto, constituye una interpretación de lo que ella ha visto, entendido
u oído en su encuentro interpersonal. Sin embargo, lo que es importante es que la enfermera reúna los datos brutos que
ha observado y que le han conducido a tal interpretación.
Una interpretación no es un dato bruto. Insistimos en que hay muchas enfermeras que confunden los datos observados
con sus interpretaciones, y por consiguiente sacan sus conclusiones no de lo que han observado, sino de lo que han
interpretado.

Incapacidad de utilizar todos los recursos de sus propios sentidos. Cuando uno desea reunir varios datos brutos, no
basta con ver y entender, es preciso que contribuyan los otros sentidos. Es curioso cómo nos limitamos en la
observación. Así por ejemplo, cuando les he pedido a algunos estudiantes que observaran una planta, unos me han
descrito la forma, lo que han visto, otros a lo mejor la han tocado, pero los más ni la han gustado ni olido. Es decir,
que con frecuencia limitamos nuestros sentidos en la observación.

Incapacidad de cambiar de perspectiva. Otra de las limitaciones de nuestra observación, es que con frecuencia nos
paramos a ver las cosas desde una sola perspectiva, limitándonos por tanto enormemente la visión total del objeto
percibido, y por tanto falseando la realidad, ya que damos una visión parcial de ella. Es por tanto, imprescindible que
aprendamos a ejercitar todos nuestros sentidos, sin limitamos sólo a la vista.

Nuestro grado de ansiedad. Sabemos que un cierto grado de ansiedad es bueno, pues nos pone en estado de alerta,
favoreciendo incluso nuestra creatividad. Sin embargo demasiada ansiedad, disminuye nuestra capacidad de saber
escoger y retener lo que pasa en el transcurso de una situación interpersonal e incluso puede conducir al observador a
centrarse únicamente en los detalles más que en el conjunto de la situación. Ciertas investigaciones confirman los
efectos de la ansiedad sobre la capacidad de concentrarse en los datos a observar y en el sentido que pueden darle a
éstos.

Obstáculos o dificultades al hacer una observación

Señalaremos algunos de los más corrientes.

Los aspectos socio-culturales. Para percibir se recurre frecuentemente a nociones, rasgos, tipos, categorías sociales
que utilizamos frecuentemente, esto son saberes implícitos, es como una psicología popular (dichos, creencias, etc.).
En toda sociedad encontramos teorías psicológicas del comportamiento y de los sentimientos humanos, y es a partir de
éstas como nosotros comprendemos a los otros, nos conformamos o nos justificamos ("Lo he hecho porque estaba
furioso", se sobreentiende que el hombre colérico está ciego, esto es algo conocido por todos).
En otras sociedades se invoca a los espíritus... En occidente, dentro de ciertos límites se tiende a manifestar la alegría
o la pena, mientras que por ejemplo en Japón la expresión de los sentimientos debe rigurosamente ser reprimida o está
bien codificada.

Las representaciones colectivas. Estas influencian también la observación. También los estereotipos, los prejuicios,
los rumores, etc.
que nos hacemos de las personas van a influenciar nuestra observación.
Este conjunto de creencias, de actitudes colectivas y de valores que existen en cada cultura contribuye a una cierta
uniformidad, selectividad, normativas, etc.

Las diferencias de percepción el tiempo y en el espacio. La noción de tiempo en las culturas es diferente. En nuestra
sociedad se le da mucha importancia al
futuro, hasta tal punto que podíamos decir que hay personas que sólo viven en el futuro. Se tiene la noción de tiempo
que transcurre unida a la satisfacción o no de necesidades. Esta noción no existe en las culturas que viven el presente,
que no tienen la noción de duración, ni del tiempo que pasa. La percepción es un acto dinámico, pero situado en un
cuadro de referencias personales (historia personal), culturas, esquemas propios de percepción (utilización de nuestros
sentidos, concepción de nuestro esquema corporal).
Así uno no ve de la realidad más que lo:
· que él quiere ver,
· que lo que espera ver,
· que lo que esté condicionado a ver,
· que lo que nuestro espíritu desea ver.
La percepción depende del observador, de sus distorsiones, resistencias, conflictos personales, miedos, inseguridad,
angustias, etc.
Generalmente utilizamos cuatro alternativas para resolver las dificultades de nuestras percepciones:
· negar la existencia del hecho significativo,
· deformar el hecho significativo incorporando otros elementos, de manara que se le haga significativo,
· señalar la incoherencia del conjunto del comportamiento,
· aceptar este hecho significativo e integrarlo en su conjunto, pero reestructurando el estereotipo que se tiene.

La percepción del otro. Sucede con frecuencia que antes de ver a una persona o de distinguirla de los otros ya nos
formamos una idea de ella, corriendo el riesgo de estar influenciados por nuestras primeras ideas o percepciones y por
tanto hay el peligro de no ver a la persona sino la imagen que nosotros nos hemos hecho de la misma.

Nuestra percepción es global. No percibimos ni elementos aislados ni sumas de elementos, sino conjuntos.
Percibimos hechos significativos, y percibimos diferentemente según el cuadro de referencia utilizado.

Nuestra percepción es selectiva. Nuestros aparatos receptores son imprecisos, fluctuantes, variables. Tenemos cada
uno nuestra propia manera de ver las cosas a causa de nuestras propias necesidades, fines personales (conscientes o
no). Por ejemplo, cuando uno tiene hambre o sed uno no ve más que los restaurantes, bares, necesidades ligadas a lo
que esperamos y también a nuestros miedos, a causa de los efectos de :

Centración: sobre-estimar o sobre-evaluar el aspecto en el cual centramos nuestra atención.

Asimilación: datos asemejados a otros, cuando deberían ser diferentes.

Efecto de contraste: diferencias mínimas, pero bien señaladas que pueden ser exageradas.

Anclaje: efecto parásito, pues interviene implícitamente un valor de referencia o de juicio implícito.

Efecto de halo: tendencia a estar influenciado por los otros, por impresiones globales, o por respuestas o
conocimientos anteriores, sin que tengan relación directa con lo que se está observando en este momento.

Dificultades del espíritu de observación. Varios factores pueden modificar las observaciones, y por consiguiente las
interpretaciones, es preciso ser consciente de esto.
· La falta de disponibilidad: espíritu no muy libre que está preocupado por problemas internos (enfermedad, baja auto-
estima, etc.).
· Ideas preconcebidas: etiquetas, que hace que nosotros no veamos lo que es, sino lo que nosotros creemos ver.
· Interpretación: antes de describir.
· Falta de curiosidad, de interés, de deseo de profundizar.
· Medio ambiente: ruido, temperatura, luz desfavorable, etc.

A modo de conclusión tener en cuenta:

a) Que el proceso de la observación comienza por un aprendizaje

· Aprender a percibir (tener en cuenta los mecanismos de la percepción).


· Aprender a observar los hechos significativos (elección)
· Aprender a recoger y a anotar siguiendo un método sistemático que favorezca a la vez la comunicación y la
explotación ulterior de los hechos observados.
· Aprender a explotar, decodificar, interpretar el material observado y recogido.
· Aprender a sintetizar, a establecer las relaciones entre los elementos o hechos observados.
· Aprender a comunicar, intercambiar lo observado en una óptica multidisciplinaria.
· Aprender a actuar según lo observado al interior de un proyecto a corto, medio o largo plazo.
· Aprender a cuestionarse sobre los saberes formales y los saberes implícitos.

Tengamos en cuenta que ser objetivo en las ciencias humanas es saber que uno es siempre subjetivo. Todo
conocimiento humano pasa en primer lugar por nuestros sentidos: lo que ve, oye, entiende, siente...Observar implica,
entre la realidad observada y el acto de conocimiento, ciertas etapas que podríamos resumirlas así:
· La captación, es decir, la recepción del mensaje en su conjunto.
· La selección, que orienta hacia ciertos elementos más esenciales, evidentes, etc.
· Registrar lo observado, mediante la memoria o la toma de notas.
· La clasificación de las observaciones estableciendo esquemas, fichas, relaciones lógicas, categorías, etc.

b) Principios generales para una buena observación objetiva. Precisar el objeto de observación:
- qué
-cuando
- quién
- cómo
- dónde, etc.
Registrar las observaciones sin interpretarlas:
Darse los medios de ser lo más objetivo posible, por ejemplo:
- mediante el trabajo en grupo
- usar un grabador.
- utilizar esquemas o cuestionarios bien determinados
- protocolos establecidos por varias personas
- planos
- gráficas
- listas
- escalas, etc.
La observación permite identificar las necesidades del paciente y la adaptación de nuestra actitud en función del
comportamiento y de las necesidades del paciente. Para que el trabajo que realizamos en enfermería, tenga todo su
valor, este debe ser compartido y relatado en equipo.
De aquí la importancia de la información y de la comunicación objetiva y exacta.

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