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TUTELA

REPORTE DE CONSULTA

RELEVANTE

SALA DE CASACIÓN CIVIL Y AGRARIA


ID : 715402
M. PONENTE : AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO
NÚMERO DE PROCESO : T 2500022130002019-00281-03
NÚMERO DE PROVIDENCIA : STC10166-2020
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Civil de
Cundinamarca
CLASE DE ACTUACIÓN : ACCIÓN DE TUTELA - SEGUNDA
INSTANCIA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 19/11/2020
DECISIÓN : REVOCA CONCEDE TUTELA
ACCIONADO : Juzgado Civil del Circuito de Chocontá, la
Dirección Ejecutiva Seccional de
Administración Judicial de Bogotá -
Cundinamarca, Positiva Compañía de
Seguros S.A., Coomeva E.P.S. y Coomeva
Medicina Laboral
ACCIONANTE : Luz Esperanza Ruiz Mariño
VINCULADOS : Consejo Seccional de la Judicatura de
Cundinamarca, Comités Paritarios de
Seguridad y Salud en el Trabajo
(COPASST) de esa Seccional y Nacional de
la Rama Judicial
FUENTE FORMAL : Resolución No. 2346 de 2007 del
Ministerio de la Protección Social arts. 2,
3y5

ASUNTO:
¿El Consejo Superior de la Judicatura vulnera los derechos de la accionante
de la accionante, al no expedir las recomendaciones médico laborales
acordes con su diagnóstico, que le permitan laborar en condiciones dignas y
justas?

TEMA: ACCIÓN DE TUTELA - Procedencia de la acción para proteger los


derechos a la salud, a la integridad personal y a la dignidad humana

DERECHO A LA SALUD - Derecho fundamental autónomo (c. j.)

Tesis:
«Conforme al artículo 86 de la Constitución Política, la acción de tutela es
un mecanismo jurídico concebido para proteger los derechos
fundamentales, cuando son vulnerados o amenazados por los actos u
omisiones de las autoridades públicas, en determinadas hipótesis, de los
particulares, cuya naturaleza subsidiaria y residual no permite sustituir o
desplazar a los jueces funcionalmente competentes, ni los medios comunes
de defensa judicial.

2. No cabe duda, que la acción de tutela es el mecanismo idóneo para


proteger el derecho a la salud, a la integridad personal o a la dignidad
humana por tratarse de un derecho autónomo, al respecto, la Corte
Constitucional en sentencia T-644 de 2014 señaló que:

…el derecho a la salud tiene rango de fundamental, a pesar de su faceta


prestacional. Ello, en razón de que esta Corporación precisó en la sentencia
T-760 de 2008 que eliminar el carácter de fundamental de un derecho a
partir de su cualidad prestacional es un error de categoría, puesto que esta
característica se predica de algunas de sus facetas y no del derecho
considerado como un todo. Entonces, el concepto de derecho fundamental
es una denotación compleja que cuenta con múltiples dimensiones además
de facetas que implican acciones positivas y negativas del Estado, las cuales
no restan el carácter fundamental del mismo.


La conceptualización de la fundamentabilidad del derecho a la salud
también hace parte del consenso de los instrumentos internacionales, los
cuales consideran esta garantía como elemento esencial e inherente de la
persona. Estas normas forman parte del bloque de constitucionalidad en
estricto sentido, entre las que se encuentran el artículo 25 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos y el artículo 12 del Pacto Internacional de
Derechos Económicos Sociales y Culturales, órgano autorizado para
interpretar el pacto citado, se estableció que: “[l]a salud es un derecho
humano fundamental e indispensable para el ejercicio de los demás
derechos humanos. Todo ser humano tiene derecho al disfrute del más alto
nivel posible de salud que le permita vivir dignamente”».
DERECHO A LA SALUD - Derecho al diagnóstico: concepto, alcance y
etapas (c. j.)

Tesis:
«Oportuno también resulta anotar que el presente caso está relacionado, en
un sentido amplio, con lo que se ha denominado el “derecho al diagnóstico”,
figura respecto de la cual el máximo órgano patrio en lo constitucional ha
sostenido que:

…“(…) implica la determinación con precisión y suficiencia de cuál es el


estado de salud del paciente y de cuáles sus condiciones médicas, lo que
constituye un presupuesto necesario para poder brindarle la atención
integral (médica, quirúrgica, hospitalaria y terapéutica) que responda de la
mejor manera a la dolencia que lo aqueja”. Asimismo, se ha señalado que
son tres las etapas de las que está compuesto un diagnostico efectivo: la
identificación, la valoración y la prescripción. La etapa de identificación
comprende la práctica de los exámenes previos que se ordenaron con
fundamento en los síntomas del paciente. Una vez se obtengan los
resultados de los exámenes previos, se requiere una valoración oportuna y
completa por parte de los especialistas que amerite el caso, quienes, en
consecuencia, prescribirán los procedimientos médicos que se requieran
para atender el cuadro clínico del paciente.

86. Teniendo en cuenta lo anterior, se observa que el diagnóstico ha sido


entendido no solo como un instrumento que permite la materialización de
una atención integral en salud, sino también como un derecho del paciente
a que el profesional competente evalúe su situación y determine cuáles son
los servicios, procedimientos, insumos y/o tecnologías que requiere para
preservar o recuperar su salud. En consecuencia, es posible afirmar que “el
derecho al diagnóstico es un aspecto integrante del derecho a la salud, por
cuanto es indispensable para determinar cuáles son los servicios y
tratamientos que de cara a la situación del paciente resultan adecuados
para preservar o recuperar su salud” (CC T-376/17)».

DERECHO A LA SALUD - Vulneración del derecho en conexidad con el


derecho al trabajo en condiciones dignas y justas, por parte del Consejo
Superior de la Judicatura, al no expedir las recomendaciones laborales u
ocupacionales que permitan a la accionante laborar acorde con su
diagnóstico de trastorno depresivo grave

DERECHO A LA SALUD - La salud en el ámbito laboral - Evaluaciones


médicas ocupacionales - Examen médico ocupacional: concepto

DERECHO A LA SALUD - La salud en el ámbito laboral - Evaluaciones


médicas ocupacionales: clases

DERECHO A LA SALUD - La salud en el ámbito laboral - Evaluaciones


médicas ocupacionales - Evaluaciones programadas: finalidad
DERECHOS DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD - Derecho al
trabajo: marco normativo nacional e internacional

Tesis:
«Descendiendo al sub examine y circunscrita la Corte a los argumentos
traídos en la impugnación propuesta por la accionante, la cual se
circunscribió a la necesidad de expedición de “las recomendaciones
laborales u ocupacionales que [le] permitan adelantar [su] proceso de
reubicación”, se advierte que tal censura está llamada a prosperar, en la
medida en que la no emisión de aquéllas por parte de su empleador, en este
caso representado por el Consejo Superior de la Judicatura, a pesar del
“trastorno depresivo grave” y recurrente que desde el 5 de febrero de 2015 le
diagnosticó su siquiatra tratante -según impresión diagnóstica que emitida
por la Clínica Santo Tomas se aportó al expediente-, además de constituir
un desconocimiento de las obligaciones a cargo de éste, sin duda, afecta los
derechos esenciales de aquélla, en tanto le impide el ejercicio de su “trabajo
en condiciones dignas y justas”, en otras palabras, se advierte una omisión
de parte de aquél porque a pesar del diagnóstico médico se ha abstenido de
expedir las directrices que permitan a la empleada continuar desempeñando
sus funciones en condiciones acordes con tal patología.

3.1. Lo anterior es así porque, como lo avizoró esta Corte en el fallo de tutela
en el que confirmó aquél que dispuso el reintegro de la accionante a su
puesto de trabajo, la renuncia que entonces ella presentó frente al mismo no
fue producto de un acto libre y espontáneo sino que estuvo mediada por su
complicado cuadro médico, destacando allí que:

…el amparo reclamado es procedente por las especiales condiciones de


salud de la tutelante.

En efecto, se observa que Luz Esperanza Ruiz Mariño padece una patología
de orden psicológico, la cual ha generado de parte de su E.P.S., una serie de
recomendaciones para que su empleador disponga las medidas necesarias
en la “adaptación ocupacional” a su puesto de trabajo…, demostrándose con
ello las específicas circunstancias en las cuales la quejosa debe desempeñar
sus funciones.

Igualmente, se advierte, para el 13 de febrero de 2017, fecha en la cual la


interesada presentó la renuncia a su cargo, aquélla venía de ser
incapacitada por un “episodio depresivo moderado” ocasionado por su
enfermedad…; por tanto, es factible deducir que para esa data, la actora no
era totalmente consciente de su decisión, pues de haberlo estado, no
hubiese desistido de su retiro al día siguiente de su determinación…

Nótese, en el escrito de dimisión la interesada manifestó que las razones de


su decisión obedecían a la imposibilidad de “continuar laborando en las
condiciones ambientales” registradas al interior del Juzgado Civil del
Circuito de Chocontá; es decir, existía un factor externo a su voluntad que
la impulsó a tomar esa determinación, el cual aunado a la enfermedad
psiquiátrica padecida por ella, permiten colegir que esos fueron los motivos
que originaron el retiro de su cargo, sin ser aquéllos espontáneos, sino
producto del estado emocional soportado en ese momento (STC10437-2017,
19 jul., rad. 2017-00227-01).

3.2. Así mismo, (…) es de destacar que de conformidad con la Resolución


Nro. 2346 de 2007 (por la cual se regula la práctica de evaluaciones médicas
ocupacionales y el manejo y contenido de las historias clínicas
ocupacionales), expedida en su momento por el Ministerio de la Protección
Social: i) el examen médico ocupacional constituye el “[a]cto médico
mediante el cual se interroga y examina a un trabajador, con el fin de
monitorear la exposición a factores de riesgo y determinar la existencia de
consecuencias en la persona por dicha exposición… para emitir un
diagnóstico y las recomendaciones” (artículo 2º); ii) existen, por lo menos,
tres tipos de evaluaciones médico ocupacionales que obligatoriamente le
corresponde efectuar al empleador a sus trabajadores, a saber: 1.
Preocupacional o de preingreso, 2. Ocupacionales periódicas y 3.
Posocupacional o de egreso, y que, en todo caso, aquél “deberá ordenar la
realización de otro tipo de evaluaciones médicas ocupacionales, tales como
posincapacidad o por reintegro, para identificar condiciones de salud que
puedan verse agravadas o que puedan interferir en la labor o afectar a
terceros, en razón de situaciones particulares” (artículo 3º); iii) dentro de las
referidas evaluaciones periódicas están las denominadas programadas, las
cuales:

…Se realizan con el fin de monitorear la exposición a factores de riesgo e


identificar en forma precoz, posibles alteraciones temporales, permanentes o
agravadas del estado de salud del trabajador, ocasionadas por la labor o por
la exposición al medio ambiente de trabajo. Así mismo, para detectar
enfermedades de origen común, con el fin de establecer un manejo
preventivo.

Dichas evaluaciones deben ser realizadas de acuerdo con el tipo, magnitud y


frecuencia de exposición a cada factor de riesgo, así como al estado de salud
del trabajador. Los criterios, métodos, procedimientos de las evaluaciones
médicas y la correspondiente interpretación de resultados, deberán estar
previamente definidos y técnicamente justificados en los sistemas de
vigilancia epidemiológica, programas de salud ocupacional o sistemas de
gestión, según sea el caso (artículo 5º, ibídem).

3.3. Aunque lo anterior es suficiente para que deba ordenarse al Consejo


Superior de la Judicatura, como empleador de la accionante, disponer lo
permitente para que a ésta se efectúe una evaluación médica ocupacional
integral para definir claramente las recomendaciones laborales específicas
que para el desarrollo de sus funciones impone la patología psicológica que
la aqueja, pertinente es anotar que en la actualidad, ante su situación
médica, aunque de manera provisional, cuenta con calificación de pérdida
de la capacidad laboral de origen común del 32,90% (según dictamen
emitido por Colpensiones el pasado 30 de junio), lo que refuerza la necesaria
concesión del resguardo, atendiendo a que en lo tocante al “derecho
fundamental al trabajo, en particular, su alcance frente a las personas que
se encuentran en alguna circunstancia de discapacidad”, ha dejado dicho la
Corte Constitucional:

5.2.2.1.1 Normativa nacional

El artículo 25 Superior consagra el trabajo como un derecho fundamental y


una obligación social, de cuyo contenido se destaca que toda persona tiene
derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas.

Específicamente, frente a la población en circunstancia de discapacidad, el


artículo 54 de la Carta, establece que es obligación del Estado y de los
empleadores ofrecer formación y habilitación profesional y técnica a quienes
lo requieran. En particular, señala que el Estado debe propiciar la ubicación
laboral de las personas en edad de trabajar y garantizar a las personas en
situación de discapacidad el derecho a un trabajo acorde con sus
condiciones de salud.

En consonancia con estos mandatos constitucionales, la Ley 361 de 1997


establece en su artículo 4° la obligación ineludible del Estado de poner a
disposición de la población en situación de discapacidad todos los recursos
necesarios para su protección. Entre los objetivos de tal amparo se
encuentra la integración laboral, cuyo alcance ha sido definido por esta
Corporación, al entender que implica la ubicación laboral acorde con sus
condiciones de salud y el acceso efectivo a los bienes y servicios básicos
para su subsistencia y el sostenimiento de su familia (C.P., arts. 54 y 334),
para todos aquellos que se encuentren en edad de trabajar.

No obstante, es importante aclarar que la protección del derecho al trabajo


de las personas con discapacidad no sólo incluye la garantía de los medios
de subsistencia sino también la posibilidad real, como el resto de personas,
de desarrollar al máximo todas sus potencialidades y lograr una plena
integración social.

5.2.2.1.2 Normativa internacional

Para iniciar, es importante hacer alusión a la Observación general N° 18,


emitida por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
acerca del contenido del derecho al trabajo. En este respecto, el Comité
señaló que el ejercicio laboral supone la existencia de los siguientes
elementos:

(i) Disponibilidad: “Los Estados Partes deben contar con servicios


especializados que tengan por función ayudar y apoyar a los individuos para
permitirles identificar el empleo disponible y acceder a él”

(ii) Accesibilidad: el mercado laboral debe ser accesible a toda persona, cuyo
contenido implica, en primer lugar, la prohibición de toda discriminación en
el acceso al empleo y en la conservación del mismo, en razón al sexo, estado
de salud, discapacidad, o de otra naturaleza, con la intención o que tenga el
efecto de oponerse al ejercicio del derecho al trabajo en igualdad de
condiciones o hacerlo imposible; en segundo lugar, la accesibilidad física
como una dimensión del acceso al trabajo, de conformidad con lo
establecido en el párrafo 22 de la Observación general N° 5 sobre las
personas con discapacidad y; en tercer lugar, la accesibilidad a la
información sobre los medios para obtener el acceso al trabajo.

(iii) Aceptabilidad y calidad: esta dimensión está referida al derecho del


trabajador a desarrollar su trabajo en condiciones dignas y justas, en
particular, a gozar de unas condiciones laborales seguras, a constituir
sindicatos y a aceptar y elegir libremente empleo.

Ahora bien, a nivel internacional, algunos de los instrumentos


internacionales que consagran el derecho al trabajo de todas las personas
en condiciones de igualdad, enfatizando la importancia de reforzar esta
garantía frente a personas en situación de vulnerabilidad por razones de
género o discapacidad, pueden mencionarse los siguientes:

El artículo 27 de la CDPCD consagra el derecho al trabajo y empleo de las


personas con discapacidad (PCD) en igualdad de condiciones frente a las
demás. Esto incluye no sólo el derecho a tener la oportunidad de acceder a
un empleo sino a gozar de un entorno laboral abierto, inclusivo y accesible.
Para el cumplimiento de este propósito, los Estados tienen el compromiso de
salvaguardar y promover el ejercicio del derecho al trabajo para las PCD
incluyendo a aquéllas que puedan llegar a encontrarse en dicha
circunstancia en ejecución de sus labores, a través de medidas como las
siguientes:

(i) promulgar leyes;


(ii) prohibir la discriminación por motivos de discapacidad;
(iii) garantizar la continuidad en el empleo y unas condiciones de trabajo
seguras y saludables;
(iv) emplear a personas con discapacidad en el sector público;
(v) velar porque se realicen ajustes razonables para las personas con
discapacidad en el lugar de trabajo; y
(vi) promover programas de rehabilitación vocacional y profesional,
mantenimiento del empleo y reincorporación al trabajo dirigidos a personas
con discapacidad.

A su vez, el artículo 2 de esta Convención establece una serie de definiciones


dentro las cuales se resaltan, por su pertinencia para el caso, dos: diseño
universal y ajustes razonables. Con respecto a la primera, dicho
instrumento señala que por diseño universal “se entenderá el diseño de
productos, entornos, programas y servicios que puedan utilizar todas las
personas, en la mayor medida posible, sin necesidad de adaptación ni
diseño especializado. El ´diseño universal´ no excluirá las ayudas técnicas
para grupos particulares de personas con discapacidad, cuando se
necesiten”. Respecto al segundo concepto, preceptúa que por ajustes
razonables “se entenderán las modificaciones y adaptaciones necesarias y
adecuadas que no impongan una carga desproporcionada o indebida,
cuando se requieran en un caso particular, para garantizar a las personas
con discapacidad el goce o ejercicio, en igualdad de condiciones con las
demás, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales”.

En definitiva, este instrumento indica que la autonomía y la participación en


todos los ámbitos de la vida pública y privada de las personas en situación
de discapacidad dependen en un grado muy importante de la garantía de
accesibilidad al entorno físico…

De otro lado, el literal b. del artículo 7 del Protocolo de San Salvador,


consagra como uno de los contenidos del derecho al trabajo el relativo a que
la persona cuente con la oportunidad de seguir su vocación y dedicarse a la
actividad que mejor responda a sus expectativas.

4. Lo expuesto impone revocar la sentencia de primer grado para, en su


lugar, ante la excepcionalidad del caso sometido a consideración en esta
oportunidad, acceder al amparo rogado en cuanto a disponer que la Sala
Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, como empleador de la
accionante, adopte las medidas pertinentes para que, previa evaluación
médica ocupacional integral, le expida las recomendaciones médico
laborales que resulten adecuadas de cara a su ejercicio profesional como
Secretaria en propiedad en el Juzgado accionado durante el término que se
mantenga su actual estado de salud por el “trastorno depresivo grave” y
recurrente que le fue diagnosticado; sin que, por lo demás, haya lugar a
imponer orden alguna a los otros convocados a esta actuación».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: CC T-644/14; CC T-376/17; CSJ


STC10437-2017

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