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I. TEORÍA DEL CONSUMIDOR
Preferencias
- Qué son las preferencias. La idea de preferencia nace de la conducta del
individuo pensado como consumidor. En ningún caso la economía explica de
dónde surgen las preferencias; las considera como dadas: cada individuo tiene
preferencias, las cuales pueden definirse a partir de la acción del consumo, a lo
cual se denomina preferencia revelada (cada consumidor compra lo que le
gusta o prefiere). Lo que consumen los individuos son cestas: un conjunto de
bienes determinado. Cuando consume una cesta de bienes cualesquiera está
eligiendo racionalmente, o lo que es lo mismo, maximizando su utilidad (lo
que quiere o le gusta).
Las preferencias:
a) Son completas: se pueden comparar dos cestas cualesquiera. Dada una cesta
X y una cesta Y, supongamos que Pepe prefiere X a Y. Lo cual se simboliza
como X > Y.
b) Son reflexivas: una cesta es tan buena como ella misma, con lo cual se evita el
problema de las elecciones circulares.
c) Son transitivas: si X > Y > Z, entonces prefiere a X con respecto a Z, y en ningún
caso a Z con respecto a Y. Sin embargo, este supuestos no se cumple muchas
veces; solamente se considera como “lo razonable”, no como lo real.
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Utilidad. En economía se llama utilidad a la capacidad que tiene una mercancía
o servicio de dar satisfacción a una necesidad. La ciencia económica hace
abstracción de consideraciones éticas o morales en cuanto a definir lo que es
una necesidad: se considera por tal cualquier deseo de bienes o servicios que
tenga de hecho el consumidor. En un sentido más amplio utilidad es
equivalente a bienestar, satisfacción, etc.
Se dice que un bien o servicio tiene utilidad para alguien si esta persona
prefiere poseerlo a no poseerlo. A partir de esta idea se construye la llamada
función de utilidad que indica que la utilidad total de un individuo depende de
los bienes que consume y de las cantidades consumidas de cada uno.
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II. El intercambio
- Intercambio. Interacción entre dos agentes económicos.
Aunque los precios puedan ser controlados o fijados más o menos arbitrariamente por
los gobiernos, la teoría económica establece que ellos surgen de la interacción entre
la oferta y la demanda en el mercado. Las fuerzas que intervienen en el mercado son
de una naturaleza tal que tenderán a seguir su propia lógica, su propio interés, de
modo que cualquier control que se imponga sobre los precios producirá una
reasignación de los recursos en la producción de bienes y servicios.
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- Demanda. Cantidad de una mercancía que los consumidores desean y pueden
comprar a un precio dado en un determinado momento. La demanda, como
concepto económico, no se equipara simplemente con el deseo o necesidad
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que exista por un bien, sino que requiere además que los consumidores, o
demandantes, tengan el deseo y la capacidad efectiva de pagar por dicho bien. La
demanda total que existe en una economía se denomina demanda agregada y resulta
un concepto importante en los análisis macroeconómicos.
La pendiente de la curva sirve para ilustrar cómo aumenta la demanda a medida que
desciende el precio. Cuando esto último ocurre no sólo se alienta a los compradores
existentes a demandar una cantidad mayor de la mercancía, sino que además se
incorporan al mercado nuevos compradores que -al nivel anterior de precios- no
podían adquirir el bien. La demanda de éstos, que hasta allí se encontraba en un
estado potencial, para a convertirse entonces en demanda efectiva.
-Precio de equilibrio. Dícese del precio que surge en el mercado como resultante
de la interacción de la oferta y la demanda. Es diferente, por lo tanto, a cualquier
tipo de precio controlado o intervenido por regulaciones oficiales.
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y hará también que otros oferentes potenciales, que hasta entonces no habían
entrado al mercado, concurran al mismo. Si la demanda baja habrá una tendencia a la
disminución del precio, pues ante la escasez de compradores algunos oferentes
estarán dispuestos a rebajar el precio de sus mercancías para poder venderlas. Del
mismo modo, aunque en forma opuesta, opera la oferta: ante precios altos habrá
muchos oferentes que preferirán el dinero a las mercancías que poseen, en tanto que,
ante precios bajos, la oferta se desestimulará.
Habrá una situación de equilibrio entre la oferta y la demanda cuando, a los precios
de mercado, todos los consumidores puedan adquirir las cantidades que deseen y los
oferentes consigan vender todas las existencias.