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Movimiento Estudiantil: 100 años del Manifiesto Liminar de la Universidad de

Córdoba

Ab. Pedro Martín Páez Bimos (Mg)

ppaez@corp-defense.com

Socio fundador Corporate Defense

Quito – Ecuador

Junio – 2018

No existe mayor alegría dentro del aspecto jurídico que la expansión de los derechos,
sobre todo, de aquellos que se reconocen tras varios años y luchas sociales que buscan
la reivindicación o el reconocimiento de realidades que suceden en el pragma y que
muy difícilmente se lograron manifestar, sin modificar el estado regular de los
estándares sociales. Y es así, como el 15 de junio de 1918 en la Universidad de
Córdoba, los estudiantes libres de la República Argentina en la ciudad del mismo
nombre, pelearon por el reformismo en su educación superior, buscando la
democratización que gira alrededor de su Manifiesto Liminar del 25 de junio de 1918.

En el contexto de la lucha de derechos es importante establecer que para que se dé la


misma, deben existir las condiciones necesarias que impulsen o justifiquen la reforma
que traé las reivindicaciones sociales. El contexto de la época ponía a las tres
universidades con mayor representación y tradición de la argentina –las universidades
de Buenos Aires, Córdoba y Nacional de La Plata-, como los únicos centros de
educación superior en los que predominaba la rutina pedagógica y la religión ortodoxa
católica1 que tenían sometida a la educación en general. Esto en conjunto con las
constantes migraciones europeas que venían trayendo diferentes corrientes socialistas y
sindicales, así como la represión por parte del gobierno del General Julio Argentino

1
En realidad el contexto educativo católico era la tendencia desde la época colonial en los diferentes
centros de educación de la región. Acevedo, A. A cien años de la reforma de Córdoba, 1918-2018. La
época, los acontecimientos, el legado. 2010, p 3.
Roca, generaron que los diferentes estudiantes renueven sus ideales y cuestionen su
condición de estudiantes en su contexto político y nacional.

Otros puntos relevantes son la finalización de la primera guerra mundial, la revolución


rusa y la llegada del radicalismo. Estos factores fueron relevantes para que los
estudiantes tomen conciencia de su rol respecto a la universidad y la sociedad, y para
que encaminen las riendas y confronten de manera directa un sistema educativo
obsoleto, que arrastraba las mismas trabas de la época colonial 2. Siendo principalmente
aporte de la clase media emergente que enfrentaba esta lucha frente al clero y la clase
oligárquica terrateniente de la época.

Fue tan importante la reforma que plantearon los estudiantes de Córdoba, que generó el
germen de otros movimientos estudiantiles de la región, que presentaban una crisis del
sistema educativo de la época, y que solo se podían resolver desde la autoeducación y
no desde las políticas públicas integrales que no consideraban la realidad de los
estudiantes, sus necesidades y propuestas. Cuestión relacionada con el progresismo que
se aventuraba en aquellos años. Pensadores de la talla de José Ingenieros, apoyó el
reformismo estableciendo que “…la Universidad debía ser una escuela de acción social,
adaptada a su medio y a su tiempo…”, es decir, de carácter progresista. 3 Cuestión que
fue relevante para el movimiento universitario en países como Perú con José
Mariátegui, como manifestó dentro de su texto 7 ensayos de interpretación de la
realidad peruana, estableciendo ciertos puntos como la importancia de la compilación
documental de Gabriel del Mazo, como encargado de la Federación Universitaria de
Buenos Aires, rescatando estas esperanzas mesiánicas y las ganas de cambiar el mundo,
en una juventud que superaba la primera guerra mundial, y sufriendo la derrota que las
antiguas generaciones no lograron cambiar el ámbito educativo, planteando nuevos
métodos de estudios y exponiendo el atraso de la universidad en contraste con otras
corrientes contemporáneas4.

Las propuestas centrales que estableció el Manifiesto Liminar, se relaciona de manera


directa con el carácter reformista e histórico, dirigiéndose de manera textual a los
hombres libres de Sudamérica, que ha pasado a ser de una u otra forma una carta con

2
Así lo manifiestan diferentes autores como: Tunnermann C. La reforma universitaria de Córdoba.
Educación Superior y Sociedad. Vol. 9. No.1 1998, Managua, p 104.
3
Ibíd., p 107.
4
Mariátegui, J. La reforma universitaria, ideología y reivindicaciones. 7 ensayos de interpretación de la
realidad peruana. Lima, Amauta, 1980, pp1-3.
características constitutivas de la realidad y sentir de los estudiantes, que se construye
con el espíritu de aquellos que se organizaron en ese mes de junio de 1918, y de otros
que lucharon en el pasado, proponiendo de manera clara y concisa: La autonomía
universitaria; el cogobierno, la libertad de cátedra o docencia libre con cátedras
paralelas; libertad académica para el análisis y expresión de ideas filosóficas,
científicas, sociales y políticas; misión social de la universidad para que su función
fuese mucha más allá de la simple enseñanza de las aulas de clase; vinculación de la
universidad con el resto del sistema educativo nacional de base; asistencia libre a clases
para facilitar el proceso académico a los estudiantes de clase media que tuviesen que
desempeñarse como trabajadores; docencia libre, es decir, el aula disponible para todo
aquel que quisiera impartir sus conocimientos sin importar su corriente de pensamiento;
gratuidad de la enseñanza superior para que la educación superior fuese asequible a
todos los sectores sociales; y la unidad latinoamericana ante toda forma autoritaria de
gobierno5.

Estos puntos producirían un antes y un después en el desarrollo de las políticas públicas


de los Estados de la región, así como en la realidad de las voluntades y conciencias de
los estudiantes latinoamericanos, al tener un instrumento tangible y una experiencia
previa para poder modificar sus realidades, y que ha marcado actualmente al Ecuador.
Como antecedente histórico no podemos olvidar la revolución juliana, el pentavirato y
la Ley de Educación Superior de 1925 que reconoce la autonomía universitaria dentro
del aspecto legal. Tampoco ciertos personajes importantes que buscaron y defendieron
estos derechos, como es el caso de Alfredo Pérez Guerrero cuando manifestó que la
universidad y su autonomía deben estar vinculadas con la realidad y no solo con la
garantía de paz y serenidad, es decir, existe la necesidad de cambio y de trabajo con la
sociedad6.

Si revisamos la Constitución de la República del Ecuador, podemos encontrar que las


ideas centrales del Manifiesto Liminar, se encuentran reflejadas al considerar la
educación como un derecho de las personas, familias y la sociedad, así como un área
prioritaria de la política pública7; reconociendo que será participativa, democrática,

5
Observar, cita 1., pp 9-10. Estos puntos centrales que establece el autor hace referencia al análisis
reflexivo emitido en base al manifiesto liminar, y del cual se puede desprender estos puntos que son de
relevancia, también según el estudio del 2008 de Tunnermann.
6
Pérez. A. La Universidad y la Patria. Editorial Universitaria. Quito. 1965.
7
Constitución de la República del Ecuador. 2008. Art. 26.
incluyente, diversa y justa8; así como la libertad de enseñanza, la libertad de cátedra en
la educación superior y el derecho de aprender en su propia lengua9. Hoy en día aún se
mantiene en discusión los postulados planteados por esta reforma, y su inclusión o
permanencia de las ideas planteadas por este grupo de estudiantes argentinos en la
LOES (Ley Orgánica de Educación Superior), para que las reivindicaciones de sus
postulados, no se pierdan o se encuentren asimétricas con la Constitución y el espíritu
estudiantil.

Para terminar, es necesario plantear y celebrar en este mes los 100 años de un evento
que cambio el panorama regional y dio la vuelta al mundo. Suceso histórico que permite
a muchos estudiantes de universidades públicas y privadas que puedan gozar de
participación activa y sustancial en sus centros de estudios, así como pelear por la
autonomía y libertad de cátedra que se planteó desde la esfera jurídica, y que es
necesario recordar todos los días para que los derechos adquiridos y reconocidos no los
perdamos ante cualquier circunstancia política o injerencia externa.

8
Ibíd. Art. 27.
9
Ibíd. Art 29.

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