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IUS PUNIENDI

CONCEPTOS GENERALES

Significa el derecho o facultad del Estado para castigar pues decide sobre la existencia del delito y
su pena. Se rige por los principios que limiten ese poder como lo son la sustentación o limitación.

Es denominado derecho penal en sentido subjetivo y consiste en la potestad del estado para dictar
las leyes del derecho penal, perseguir sus infractores, imponerlas judicialmente y ejecutar las
sentencias correspondientes…..

Tomado de esquemas del delito, requisitos para la existencia de una conducta punible, Jose Maria
Pelaez y Rosa Angelica Quintero Ed Loblanch pags 40 y ss Bogota 2020.

Tiene relación con el artículo 29 de la Constitución Nacional “El debido proceso se aplicará a toda
clase de actuaciones judiciales y administrativas. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes
preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la
plenitud de las formas propias de cada juicio” sus facultades van encaminadas a la validez
sancionatoria que ejerce la administración en materia tributaria como un ámbito punitivo
consistente en penalizar la responsabilidad en el campo impositivo como parte del principio de
responsabilidad.

La culpabilidad en su ámbito sancionador tributario: “Toda persona se presume inocente hasta


tanto no se demuestre lo contrario judicialmente”. Y todo tiene que ver que el Estado es el ente
encargado de demostrar que las personas naturales y jurídicas en algunos casos simulan,
esconden, eluden, evaden carga impositiva todo a través de la verificación de las probables
infracciones tributarias. Ahora este principio se enmarca dentro de tres elementos básicos como lo
son la imputabilidad, el conocimiento de la antijuridicidad y la exigibilidad de otra conducta.

Este principio tiene también como una probable causal al denominado error de prohibición o error
de derecho que reza en el campo sancionador tributario como:

-Que haya tipo penal, que este vigente este tipo penal y que haya una interpretación dentro del
error directo y asi mismo en el error indirecto que la persona no capte el error en que incurre, que
la persona no advierte que esta frente a una probable conducta penal, que la persona incurra en
una valoración incorrecta del hecho, que la persona suponga cierto conceptos facticos que le
eximen de responsabilidades.

Para concluir es importante rescatar elementos como la culpabilidad, la responsabilidad, el error


directo e indirecto como factores para mirar de manera objetivo y subjetiva en aspecto tributario
que merece en nuestro ordenamiento jurídico un aspecto sancionatorio en el campo penal y
queda para la doctrina, la jurisprudencia y la hermenéutica el avance o retroceso de esta línea
jurídica.

Tomado de la revista Derecho Fiscal No. 16 enero a junio de 2020 pp 227-238

LIMITES
EN CUANTO AL DELITO

Límite 1: ¿Qué se debe prohibir penalmente? Las conductas que lesionen o, al menos, pongan en
peligro efectivo bienes jurídicamente tutelados El fundamento lo constituyen tres principios: (1) El
principio del acto o derecho penal de acto —como parte integrante del principio de culpabilidad—
art. 29 de la Constitución Política; (2) El principio de lesividad, artículos 2, inciso 2 y 250, parágrafo
2 de la Constitución Política y; (3) El principio de exclusiva protección de bienes jurídicos, artículos
2, inciso 2 y 250, parágrafo 2 de la Constitución Política.

Límite 2: ¿Cómo se debe prohibir penalmente? Exclusivamente mediante leyes de cuya existencia
previa dependerá también la existencia del delito y en las cuales habrá de definirse de manera
inequívoca, expresa y clara las características básicas estructurales de lo que se considera
prohibido. El fundamento lo constituyen dos principios (artículos 6, 29 y 122 de la Constitución
Política): (1) El principio de legalidad en sentido formal; y (2) El principio de legalidad en sentido
material o taxatividad.

Límite 3: ¿A quiénes se les debe prohibir? Solo a quienes pudiendo dominar el hecho (por ser éste
previsible y evitable, y realizado de forma consciente y voluntaria), tenían la posibilidad de haber
actuado de otra manera, poseían la capacidad para comprender lo ilícito de sus actos y
determinarse de acuerdo a esa comprensión, y poseían, además consciencia por lo menos
potencial de la antijuridicidad de sus actos. El fundamento lo constituye el principio de
culpabilidad previsto en el artículo 29 de la Constitución Política.

Límite 4: ¿Cuándo y cuánto se debe prohibir? Lo menos posible y únicamente en caso de que las
otras ramas del Derecho hayan fracasado en la evitación de lesiones a bienes jurídicos, siempre y
cuando se trate de las conductas que laceren de la forma más grave los bienes jurídicamente
protegidos. El fundamento de ello es el principio de intervención mínima o subsidiariedad que a su
vez se divide en dos subprincipios (artículos 1, 2, 5, 6, 11 y 214 de la Constitución Política): (1) El
principio de ultima ratio; y (2) El principio de fragmentariedad.

EN CUANTO A LA PENA

Límite 1: ¿Cómo se debe sancionar? De manera humanitaria, sin consagrar sanciones que denigren
o busquen rebajar el estatus que tenemos por el sólo hecho de ser humanos, estipulando
consecuencias jurídicas por el delito que sean proporcionales al daño causado y al nivel de
participación en el mismo; es decir, con la pena mínima necesaria, e igualmente diferenciado el
tipo de sanciones aplicables a imputables e inimputable. Se fundamenta en: (1) El principio de
dignidad humana (artículo 1° de la Constitución Política) y (2) El principio proporcionalidad
(artículos 1, 2, 5, 6, 11 y 214 de la Constitución Política)

Límite 2: ¿Con qué finalidad se debe sancionar?, o ¿por qué se debe castigar? En el caso de los
imputables la pena mínima necesaria debe aplicarse con dos finalidades primordiales: (1) El
máximo bienestar posible de los NO desviados, como medio para prevenir injustos delitos y como
fin en sí mismo para minimizar la reacción violenta del delito, y (2) Para lograr el mínimo malestar
necesario de los que SÍ se consideren desviados buscando así prevenir los injustos castigos. En el
caso de los inimputables la medida de seguridad tendrá como finalidades primordiales la
protección, curación, tutela y rehabilitación del sentenciado. El fundamento de lo anterior se
encuentra en el principio de teleología de las sanciones penales (artículos 11, 12, 28 inciso 3, y 34
inciso 1) y en el de razonabilidad (artículos 1, 2, 5, 6, 11 y 214 de la Constitución Política).

Tomado de esquemas del delito, requisitos para la existencia de una conducta punible, Jose Maria
Pelaez y Rosa Angelica Quintero Ed Loblanch pags 51 y 52 Bogota 2020.

A continuación, se proceden a sistematizar dichos principios limitadores del ius puniendi:

LÍMITES CONSTITUCIONALES AL IUS PUNIENDI

1) En cuanto al delito 2) En cuanto a la pena

Límite 1: ¿Qué se debe prohibir penalmente?

Las conductas que lesionen o, al menos, pongan en peligro efectivo bienes jurídicamente tutelados
El fundamento lo constituyen tres principios:

(1) El principio del acto o derecho penal de acto —como parte integrante del principio de
culpabilidad— art. 29 de la Constitución Política;

(2) El principio de lesividad, artículos 2, inciso 2 y 250, parágrafo 2 de la Constitución Política y;


(3) El principio de exclusiva protección de bienes jurídicos, artículos 2, inciso 2 y 250, parágrafo 2
de la Constitución Política.

Límite 1: ¿Cómo se debe sancionar? De manera humanitaria, sin consagrar sanciones que denigren
o busquen rebajar el estatus que tenemos por el sólo hecho de ser humanos, estipulando
consecuencias jurídicas por el delito que sean proporcionales al daño causado y al nivel de
participación en el mismo; es decir, con la pena mínima necesaria, e igualmente diferenciado el
tipo de sanciones aplicables a imputables e inimputable. Se fundamenta en:

(1) El principio de dignidad humana (artículo 1° de la Constitución Política) y

(2) El principio proporcionalidad (artículos 1, 2, 5, 6, 11 y 214 de la Constitución Política)

Límite 2: ¿Cómo se debe prohibir penalmente?

Exclusivamente mediante leyes de cuya existencia previa dependerá también la existencia del
delito y en las cuales habrá de definirse de manera inequívoca, expresa y clara las características
básicas estructurales de lo que se considera prohibido. El fundamento lo constituyen dos
principios (artículos 6, 29 y 122 de la ConstituciónPolítica):

(1) El principio de legalidad en sentido formal; y (2) El principio de legalidad en sentido material o
taxatividad

Límite 2: ¿Con qué finalidad se debe sancionar?, o ¿por qué se debe castigar?

En el caso de los imputables la pena mínima necesaria debe aplicarse con dos finalidades
primordiales:

(1) El máximo bienestar posible de los NO desviados, como medio para prevenir injustos delitos y
como fin en sí mismo para minimizar la reacción violenta del delito, y (2) Para lograr el mínimo
malestar necesario de los que SÍ se consideren desviados buscando así prevenir los injustos
castigos.

En el caso de los inimputables la medida de seguridad tendrá como finalidades primordiales la


protección, curación, tutela y rehabilitación del sentenciado.

El fundamento de lo anterior se encuentra en el principio de teleología de las sanciones penales


(artículos 11, 12, 28 inciso 3, y 34 inciso 1) y en el de razonabilidad (artículos 1, 2, 5, 6, 11 y 214 de
la Constitución Política).

Límite 3: ¿A quiénes se les debe prohibir?

Solo a quienes pudiendo dominar el hecho (por ser éste previsible y evitable, y realizado de forma
consciente y voluntaria), tenían la posibilidad de haber actuado de otra manera, poseían la
capacidad para comprender lo ilícito de sus actos y determinarse de acuerdo a esa comprensión, y
poseían, además consciencia por lo menos potencial de la antijuridicidad de sus actos. El
fundamento lo constituye el principio de culpabilidad previsto en el artículo 29 de la Constitución
Política.

Límite 4: ¿Cuándo y cuánto se debe prohibir?


Lo menos posible y únicamente en caso de que las otras ramas del Derecho hayan fracasado en la
evitación de lesiones a bienes jurídicos, siempre y cuando se trate de las conductas que laceren de
la forma más grave los bienes jurídicamente protegidos. El fundamento de ello es el principio de
intervención mínima o subsidiariedad que a su vez se divide en dos subprincipios (artículos 1, 2, 5,
6, 11 y 214 de la Constitución Política):

(1) El principio de ultima ratio; y(2) El principio de fragmentariedad

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