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CÓMO PUEDES ESTAR SEGURO QUE VAS A PASAR LA ETERNIDAD CON DIOS

[“Estando Seguro” Programa 4 de 4]

Ganar una carrera es una emocionante sensación. Pero la euforia se desvanece cuando te das
cuenta que la vida continúa, y que todavía hay más carreras para correr...

Pero los cristianos corren la carrera más importante de todas: la carrera de la fe. En esta carrera,
ellos pueden correr con confianza porque saben el resultado de antemano: un hogar en el cielo
con Cristo por los siglos de los siglos. ¿Tienes esa seguridad? Si no es así, quédate con nosotros.

Desde la Iglesia Moody en Chicago, esto es Correr para Ganar con el Dr. Erwin Lutzer, cuya
enseñanza clara nos ayudará a cruzar la línea de llegada.

Hoy está concluyendo la serie titulada “Como Puedes Estar Seguro que Vas a Pasar la Eternidad
con Dios” con el Pastor Lutzer. Estamos aprendiendo que el Espíritu de Dios nos da la seguridad
interior de que le pertenecemos a Cristo...

Pastor Lutzer: Presta atención, nosotros no lo entendemos nada mejor de lo que tal vez lo
hubiéramos entendido antes. Es simplemente un gran misterio, pero de repente el Dios que es tan
misterioso y lejano se hace presente a través de Su Espíritu, y nos decimos a nosotros mismos,
"Yo conozco a Dios y lo amo."

Esto es lo que sucede. La Palabra de Dios produce dentro de nosotros la persuasión del corazón.
La Biblia dice que si confesamos a Cristo como Señor y creemos en nuestro corazón que Dios lo
levantó de entre los muertos, seremos salvos, porque con el corazón el hombre cree para justicia,
porque está convencido." Pero, la Palabra de Dios toma el Espíritu de Dios y crea dentro de
nosotros la vida de Dios, y ese es el tercer aspecto de la seguridad debido a que el texto que
leímos en 1 Juan dice que hay vida en Su Hijo. Y de repente descubrimos que crece dentro de
nosotros la vida de Dios, y luego comenzamos una vida para servirle a Dios, y que se traduce en
ser capaces de amar a personas a quienes no éramos capaces de amar antes, y a ser capaces de
perdonar a la gente. Y ahora hay toda una vida de crecimiento y en realidad nosotros y
explicamos eso en un mensaje anterior.

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La raíz es la fe que nos convence que Cristo es suficiente. El fruto es el ministerio del Espíritu
Santo de Dios, que se conecta conmigo para que yo le pertenezca a Dios. Y el segundo aspecto
del fruto es que ahora la vida de Dios comienza a obrar por sí misma. Las hojas comienzan a
ponerse verdes, aunque con frecuencia también pueden ser de color marrón.

Permíteme decirte un par de palabras acerca de la seguridad, y luego unas pocas palabras acerca
de la duda. En primer lugar, permíteme hablarte acerca de la seguridad. La seguridad es un
proceso de crecimiento. Hay algunas personas que tienen a Cristo como Salvador y que pueden
irse por las ramas sobre el tema de la seguridad, y son genuinamente salvos, pero a medida que
pasa el tiempo cuando empiezan a leer la Palabra y a medida que empiezan a estar en comunión
con Dios, su seguridad crece. Es por eso que se dice en el libro de Hebreos que debemos venir
delante de Dios (entiende esto hoy) con plena seguridad de la fe. Esto implica que hay momentos
en que nos acercamos a Dios, sin plena seguridad. Venimos, pero lo hacemos sin plena
seguridad.

Hay una historia en Canadá de uno de esos lagos que se congelan en el invierno que había un
hombre que quería caminar al otro lado del lago. Era una emergencia y él necesitaba conseguir
un poco de ayuda, pero estaba tan asustado que comenzó a atravesar el lago temblando. Hubo
momentos en que quería ponerse en cuatro patas para que distribuir su peso, pensando que tal
vez el hielo era demasiado delgado. Y mientras él estaba lleno de terror y miedo, de repente se
dio cuenta que se acercaba hacia él en la distancia un grupo de caballos corriendo a lo largo del
lago. Y cuando vio el grupo de caballos supo que podía caminar al otro lado con confianza. Todo
estaba bien, pero él había calculado mal el espesor del hielo.

Hay momentos en que llegamos a Jesucristo para creer en Él, y como dicen las palabras del
himno,

Tal como soy, aunque sacudido alrededor,

Con muchos conflictos, muchas dudas,

Batallando por dentro y sin temores,

Oh, Cordero de Dios, vengo a ti.

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Caminamos sobre el hielo y no estamos seguros de si es o no es capaz de sostenernos, y luego,
una vez que empezamos a caminar, desarrollamos la confianza y vemos lo que Cristo puede
hacer, y nos levantamos y caminamos con más seguridad. Hoy estoy más confiado en mi
salvación de lo que estaba cuando acepté a Cristo a la edad de 14 años. La seguridad creció.

Bien ahora permíteme decirte una palabra sobre la duda. ¿Cómo manejas tus dudas? ¿Recuerdas
hace unos mensajes atrás cuando hablé acerca de los hijos de Israel quienes tenían que poner
sangre en los dinteles de sus puertas para que el ángel de la muerte los pasara por alto? Y Dios
dijo: "Y veré la sangre y pasaré de vosotros." Y tal como lo mencioné en ese momento lo
importante que era cuando nos enfrentamos al problema de la duda de manera tal que no nos
fijamos en el pan con levadura y las hierbas amargas, sino que nos fijamos en la sangre sobre
nuestra puerta.

Hoy déjame que te cuente una historia, pero con el fin de contar la historia primero necesito
establecer el contexto. Hay un pastor que es ampliamente respetado y es un buen hombre. Y lo
que tengo que decir acerca de él no debe ser interpretado de una forma crítica, pero en los
últimos años ha estado convencido que una de las cosas que tenemos que combatir en la Iglesia
es la "creencia fácil." Y, por lo tanto, la forma en la cual piensa que deberíamos hacerlo es
enfatizando que a menos que la vida de una persona sea radicalmente cambiada por Dios
entonces esa persona debería reconocer que no es cristiana. Al menos que estés persiguiendo la
santidad, al menos que estés caminando en la fe, etc, etc, etc, si tú reincides demasiado
demuestra que nunca fuiste salvado, etc. Ahora bien, todo eso está muy bien porque se hace
énfasis en la vida como ya lo he mencionado. El problema es que las personas que le oyen
piensan que lo que está diciendo es (Y yo no sé si él está diciendo esto, pero parece como si lo
estuviera diciendo.), "Cuando tengas duda de tu salvación, mira las obras y no mires a Cristo."
Al menos, eso es lo que la gente piensa, que ese pastor está diciendo. Muy bien, ese es el
contexto, y ahora la historia.

Hace algunos años, una mañana, yo estaba sentado aquí en mi estudio en la iglesia y mi
secretaria me llamó por el intercomunicador y dijo: "Pastor, hay una mujer que quiere hablar con
usted y está llorando. ¿Puede hablar con ella?" Yo le dije, "Claro" De modo que tomé el teléfono
y esto fue lo que oí. Allí estaba esa mujer llorando y entre los sollozos dijo, "Oh Pastor Lutzer,

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tengo 71 años de edad, y vivo en una casa de la tercera edad aquí en la ciudad de Chicago, y
todas las mañanas algunos de nosotros nos reunimos juntos y escuchamos la radio." Y luego
dijo: "he estado escuchando la radio y un mensaje por (y entonces me dio el nombre del pastor)."
Y continuó diciéndome: "He caminado con Dios por cerca de 40 años y ahora él me dice que no
soy salva." Y empezó a llorar.

Yo le dije, "Bueno, ¿qué es lo que él dice que la hace pensar que no está salvada?" Ella dijo:
"Bueno, parece decir que al menos que seas casi perfecto demuestra que nunca fuiste salvado," y
continuó diciendo "Oh Dios sabe cuántas veces le he fallado. Conduje a mi hija a la fe salvadora
en Cristo cuando tenía 19 años de edad, pero ha habido tantos momentos de retroceso y
frialdad." Y concluyó diciendo, "Creo que simplemente no soy salva."

Por lo tanto, le dije: "Permítame que le pregunte algo. Si se fuera a morir hoy y Dios le dijera,
'¿Por qué debería dejarla entrar al cielo?' ¿Qué le dirías? ¿En qué estás confiando para tu
salvación?" Ella dijo: "Oh Pastor, estoy confiando en la sangre de Cristo." Luego dijo, "¿Hay
algo más en lo que debo confiar?" Y entonces lo que dijo fue tan bonito que en realidad lo anote.
Ella dijo: "No puedo tomar lanilla de acero para fregar mi corazón." Y continuó diciendo: "Yo
confío en la sangre de Cristo." Yo le dije: "Señora, quiero que entienda algo. Si confía en la
sangre de Cristo, eso es suficiente." Ella contestó: "¿Me puede asegurar eso?" Y le dije: "Sí, eso
es suficiente."

Para ese momento ella había dejado de llorar, hablamos un rato y luego oré con ella por teléfono,
y antes de que colgara me dijo: "¿Sabe lo que voy a hacer?" Y dijo: "Cuando cuelgue voy a
decirle a todos los otros que están aquí en la habitación conmigo que confiar en la sangre de
Cristo es suficiente."

Mañana, si Dios quiere, vuelo a Europa. Voy a volar a Berlín – desde Chicago a Zurich y luego a
Berlín. Si el avión cayera en el océano y este fuera el último mensaje que yo fuera a predicar
desde este púlpito (Y, por cierto, no tengo el presentimiento que eso vaya a suceder.),
¿recordarías siempre que las últimas palabras del Pastor Lutzer fueron que la sangre de Cristo es
suficiente?

No tengo otro argumento.

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No tengo otro motivo.

Es suficiente que Jesús murió,

Y que Él murió por mí.

Y si debo ver a Dios antes de que tú lo hagas, y Él dijera: "¿Por qué debería dejarte entrar al
cielo?" No voy a decir: "Señor, he predicado, he aconsejado, he orado." No, voy a estar de pie y
voy a decirle, "Padre, yo creo en Tu Palabra, y yo creo que la sangre de Cristo es suficiente."

¿Estás convencido hoy que la sangre de Cristo es todo lo que alguna vez necesitarás para estar en
la presencia de un Dios Santo? ¿Estás convencido de que la sangre de Cristo es suficiente? Tú
puedes decir: "Pastor Lutzer, creo." Cree desde dónde estás sentado y di: "Sí, yo creo. Lo acepto
a Él porque creo que lo que hizo es suficiente."

Y si tú quieres oramos.

Oh Padre, pensamos en aquellos que están diciendo,

Tal como soy, aunque sacudido alrededor,

Con muchos conflictos, muchas dudas,

Batallando por dentro y sin temores,

Oh, Cordero de Dios, vengo a ti.

Que tu Espíritu Santo bendito le hable a muchas personas quienes están aquí hoy que no saben
en qué situación están en su relación Contigo. Oramos para que crean para salvación inclusive en
este momento. Que ellas puedan decir: "Lo creo por mí."

Que les concedas ese regalo por el cual oramos, y si tú necesitas hablar con Dios ahora, ¿Lo
harías justo desde donde estás porque Él ve tu corazón? Simplemente dile: "Señor Jesús, yo creo
que Tú eres suficiente; yo creo en Ti." Dile eso a Él.

Despedida del Locutor: Amigos, no podemos enfatizar lo suficiente que debemos entender el
Evangelio y compartirlo con otros. Pero ahora queremos hablar contigo como oyente. Puedes

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estar escuchando esto en alguna parte del mundo. Esto es para ti. ¿Estás absolutamente
convencido que la sangre de Jesucristo es suficiente y que tu fe está en lo que Jesucristo hizo y
no en tu propia bondad? Si estás convencido de eso, Dios te otorga la seguridad que le perteneces
a Él y que le perteneces a Él para siempre. Si estas son las últimas palabras que alguna vez te
decimos, entonces que estas sean las palabras que puedan exhortarte a creer en Jesús.

Esta fue la conclusión del mensaje "Estando Seguro", el último mensaje de la serie titulada
Como Puedes Estar Seguro que Vas a Pasar la Eternidad con Dios.

Correr para Ganar es un ministerio para ayudarte a encontrar y a seguir el plan de Dios para la
carrera de tu vida. Te presentamos la enseñanza bíblica para que puedas conocer a Jesús y
seguirlo, ¡en cada paso del camino! Búscanos en Facebook y twitter… Correr para Ganar. O
escribe a correr@transmundial.org. El número telefónico en los Estados Unidos es… 1 919 460
37 43. Esto es Correr para Ganar, un ministerio de la Iglesia Moody.

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