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Los 10 errores de los que la gente

inteligente siempre aprende


Los errores siempre son perdonables, si uno tiene la
valentía de admitirlos. – Bruce Lee
Travis Bradberry Enero 13, 2017

Crédito: Depositphotos.com

6 min de lectura

Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son


personales.

Es un hecho que todo el mundo comete errores, pero lo que también es


cierto es que no todos aprenden de ellos.

Investigadores de Clinical Psychophysiology Lab en la Universidad de


Michigan encontraron que las personas pueden encasillarse en dos campos
cuando se trata de cometer equivocaciones:
Los de mentalidad fija: “Me rindo, nunca seré bueno en esto” y los de
mentalidad de crecimiento: “¿Qué habré hecho mal? Lo voy a intentar de
nuevo para no volver a errar”.

Aquellos que tienen mentalidad de crecimiento utilizan ese conocimiento de


sus propias fallas para crecer, mientras que los de pensamiento fijo están
destinados a repetirlos porque se esforzaron demasiado en ignorarlos.

No es que las personas inteligentes y exitosas sean inmunes a equivocarse,


simplemente tienen las herramientas necesarias para aprender de sus faltas.
En otras palabras, reconocen de inmediato la raíz de sus confusiones y no
vuelven a cometer el mismo error dos veces.

Y como bien diría Paulo Coelho: "Cuando se repite un error ya no es un error:


es una decisión."

A continuación algunas “decisiones equivocadas” que hay que evitar


cometer:

1. Creer que algo o alguien “es demasiado bueno para ser verdad”
Algunas personas son tan carismáticas y seguras que puede resultar muy
tentador hacerles caso a todo lo que nos digan ya que hablan sobre el éxito
de su negocio y cómo puedes salir beneficiado.

Este tipo de personajes solo necesitan ser engañados una vez antes de que
comiencen a pensar dos veces en un trato que suena demasiado bueno para
ser verdad. Los resultados de la mezcla de la ingenuidad y la falta de
diligencia pueden ser catastróficos.

La gente inteligente pregunta cosas serias antes de envolverse en el tema


porque se dieron cuenta que nadie es tan bueno como aparenta.

2. Hacer las mismo y esperar resultados diferentes


Albert Einstein dice que es una locura hacer lo mismo y esperar un resultado
distinto. Aun así, hay gente que esta segura que dos más dos en algún
momento puede llegar a dar cinco. Por otro lado, la gente inteligente solo
necesita experimentar esta frustración una sola vez.

El hecho es simple: si mantienes el mismo enfoque, obtendrás los mismos


frutos sin importar cuánto esperes a que éstos sean diferentes. Si se
requiere de una solución distinta se necesita cambiar de procedimiento
aunque eso pueda ser muy doloroso.

3. No saber esperar
La gente astuta entiende que la gratificación no llega rápido. Comprende
que el trabajo duro viene mucho antes de la recompensa y sabe cómo
utilizar esto como motivación a través de cada paso hacia el éxito.

4. Operar sin presupuesto


No puedes experimentar libertad financiera hasta que ejecutes bajo el
esquema de un presupuesto.

Personal y profesionalmente, mantenerte en un esquema te obliga a tomar


decisiones mejor pensadas sobre lo que necesitas.

Las personas inteligentes sólo tienen que hacer frente a ese montón de
facturas una sola vez, ya que a partir de una profunda reflexión sabrán el
lugar en el que su dinero va a parar, por ejemplo, un latte en la mañana es
mucho menos tentador si sabes que representa diez mil pesos al año.

Tener un presupuesto no solo es para darte cuenta que tienes para pagar las
cuentas, hacer esta evaluación significa nunca tener que dejar pasar una
oportunidad por falta de capital.

5. Perder de vista el panorama completo


El hecho de mantenerte tan enfocado en el trabajo puede despistarte de la
imagen completa. La gente inteligente aprende de esto nunca dejando de
evaluar sus prioridades diarias conforme la meta. No es que no les importe el
trabajo en pequeña escala es solo que tienen la disciplina y la perspectiva de
ajustar su proceso como sea necesario.

6. No hacer tu tarea
Todos hemos tomado un “atajo” en algún momento, ya sea copiarle la tarea
a un compañero o entrar a una junta sin habernos preparado. La gente
astuta se da cuenta que ocasionalmente existe la suerte, pero también
saben que ese pensamiento los va a mantener lejos del cien por ciento de su
potencial. Entienden que no hay sustituto para el trabajo duro y que si no
hacen su tarea jamás van a aprender nada.

7. Intentar ser alguien que no eres


Es tentador querer darle gusto a todos, pero realmente a nadie le gusta la
gente “quedabien”. Hay personas que nunca parecen darse cuenta que todo
el mundo puede ver a través de sus actos y que han perdido oportunidades
por haber intentado ser alguien que no son.

Mientras tanto, la gente inteligente, hace esa conexión de inmediato y se da


cuenta que la felicidad y el éxito van de la mano con la originalidad.

8. Tratar de complacer a todos


La gente inteligente sabe que es imposible complacer a todos, que para ser
efectivo tienes que desarrollar el coraje necesario para tomar decisiones con
las que ellos se sientan bien, no lo que a todos les gustaría.

9. Hacerse la víctima
Hoy en día nuestros feeds están llenos de historias de personas que
“salieron adelante” por hacerse pasar por víctima.

La gente perspicaz lo intentó en algún momento pero rápidamente se dio


cuenta que esto es una forma de manipulación y que cualquier tipo de
beneficio obtenido se acabaría en el momento en el que la gente notara de
que todo es una farsa. Además, el jugar a la víctima implica renunciar al
poder y ese es el precio más alto a pagar.
10. Intentar cambiar a alguien
La única forma en la que las personas pueden realmente cambiar es por
voluntad propia. Aun así hay personas que escogen a otras llenas de
problemas para poder “arreglarlas”.

La gente inteligente ya intentó hacer esto alguna vez y se dio cuenta de que
eso iba a ser imposible por lo que decide vivir su vida de manera positiva
evitando a personas problemáticas.

Las personas emocionalmente inteligentes son exitosas porque nunca dejan


de aprender ya sea de sus errores o de su propio éxito y se encuentran en
continua reinvención para mejorar.

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