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OSTEOMIELITIS.

Es la inflamación del hueso causada por una infección bacteriana o fúngica, y con menor frecuencia por parásitos o
mico bacterias
Es una enfermedad infecciosa del hueso. Comienza en la médula ósea y se va extendiendo progresivamente hacia otras
partes del hueso, como el periostio, por ejemplo.

Generalmente se clasifica en tres tipos teniendo en cuenta su patogenia y evolución:


1) osteomielitis aguda hematógena. Es la forma más frecuente de presentación en la infancia;
2) osteomielitis secundaria a un foco contiguo de infección: después de un traumatismo abierto, herida penetrante,
herida postquirúrgica infectada, tras el implante de una prótesis, o secundario a una infección subyacente como
celulitis. Esta es una forma menos frecuente de presentación en los niños que la anterior; y
3) osteomielitis secundaria a insuficiencia vascular, proceso muy raro en la infancia

La bacteria más común responsable de una infección de la médula ósea es el Staphylococcus aureus.
Según cómo llegue el patógeno a la médula ósea, se diferencia entre una infección endógena y una infección
exógena de la médula ósea.

La osteomielitis endógena (también denominada osteomielitis hematógena) se produce cuando el patógeno de un


foco infeccioso externo (por ejemplo, una amigdalitis) se introduce en el hueso de la médula ósea a través de la
sangre. Esto suele suceder principalmente en el caso de niños y jóvenes.

La osteomielitis exógena es consecuencia de accidentes (postraumáticos) o de operaciones quirúrgicas


(postoperatorias). En ella, el patógeno se introduce desde el exterior extendiéndose por el hueso. Las personas con
un sistema inmunitario debilitado están especialmente expuestas a esta enfermedad, así como los enfermos
de diabetes mellitus o arterioesclerosis.

ETIOLOGIA
• La causa más frecuente es la bacteriana, aunque también pueden ser de origen vírico y producido por los
hongos (generalmente en el contexto de una infección sistémica). Varía según la edad.
• Staphyloccocus aureus es el principal patógeno en todas las edades, ocasiona el 90% de las osteomielitis agudas.
• El segundo en orden de frecuencia es Streptoccocus betahemolítico del grupo A (SBHGA) (menos de un 10% de casos).
Haemophilus influenzae puede ser responsable de OA en niños no vacunados.
• En neonatos juegan un papel importante Estreptococos del grupo B y los bacilos gramnegativos (E. Coli).
• En zonas de punción a nivel plantar el principal patógeno implicado es Pseudomonas aeuruginosa y también otros
bacilos gramnegativos. Es frecuente en mayores de 6 años.
• En niños con anemia de células falciformes deberá investigarse la presencia de Salmonella.
• Deben sospecharse otros microorganismos según la patología de base y la puerta de entrada. Además de los neonatos y
de los pacientes con drepanocitosis, existen otros grupos de riesgo: hemodializados, con fracturas cerradas o con
osteomielitis multifocal crónica recurrente.

PATOGENIA
Existen tres tipos de osteomielitis:
1. Osteomielitis aguda hematógena, secundaria a bacteriemia: Forma más frecuente.
2. Osteomielitis no hematógena, por inoculación directa: Ocurre tras un traumatismo o cirugía o por diseminación a
partir de un foco contiguo, generalmente celulitis.
3. Osteomielitis crónica: Se produce de forma secundaria a un traumatismo importante, a cirugía o a un tratamiento
inadecuado de osteomielitis aguda. Se caracteriza por drenaje crónico, dolor e impotencia funcional de la
extremidad afecta. El principal agente es S. aureus, también H. Influenzae y otros gramnegativos.

METODOS DIAGNOSTICOS
Diagnostico por Laboratorio
• Útiles para el diagnóstico, seguimiento y respuesta al tratamiento: leucocitosis, VSG velocidad de Sedimentación
Globular) y PCR (Proteína C Reactiva).
• En un 60% no existe leucocitosis al diagnóstico. Una fórmula leucocitaria normal no excluye en absoluto el
diagnóstico.
• La VSG, muy sensible pero poco específica.
• Se normaliza a las 3-4 semanas en casos de osteomielitis no complicada; en un 25% de pacientes no existe elevación de
la VSG en fases iniciales.
• La PCR se eleva en las primeras 8 horas, alcanza el valor máximo a los 2 días y se normaliza a la semana de haber
iniciado el tratamiento. Muy útil para el seguimiento y para diferenciar formas complicadas.
• Monitorización de títulos bactericidas del suero (TBS): No se realiza de forma habitual en la práctica diaria por su
complejidad y escasa reproductibilidad. No está indicado en todos los pacientes, no se correlaciona con el pronóstico
clínico y no es imprescindible para el seguimiento clínico adecuado de los pacientes.

Diagnóstico por Imágenes


• El diagnóstico clínico debe ser precoz para evitar el paso a la cronicidad, lo cual es determinante desde el punto de
vista pronóstico de la infección.
• Las manifestaciones clínicas (dolor, fiebre, etc.) y las alteraciones biológicas (leucocitosis, aumento de VSG y PCR)
carecen de especificidad en las formas agudas.
• La radiografía simple es de poca ayuda en los primeros días ya que las alteraciones óseas iniciales no aparecen, al
menos, antes de una semana.
• Las técnicas de gammagrafías detectan en los primeros días la infección con una elevada sensibilidad (90%), pero sólo
una aceptable especificidad (73%) por la posibilidad de falsos positivos y negativos. El 99mTc MDP es el radio trazador
más empleado y en las fases 3 y 4 permite diferenciar las lesiones óseas de las de partes blandas. La asociación con
citrato de 67Ga mejora la especificidad y es útil en el control del tratamiento.
• Otras técnicas, como los leucocitos marcados con 111In o 99mTc HMPAO, parecen ser más específicas.
• La TAC y la RM superan a las anteriores pruebas en todos los aspectos, ya que tienen una excelente resolución y
revelan edema, daño medular, reacción periostal, destrucción cortical y afectación de las partes blandas, aun cuando la
radiografía simple y la gammagrafía son todavía normales. No obstante, en la TAC es común la degradación de la
imagen por artefactos debidos al hueso o al metal, y la RM está contraindicada cuando el paciente porta cuerpos
extraños de tipo ferromagnético. A pesar de la disponibilidad de todo este conjunto de técnicas diagnósticas, a veces es
necesaria la confirmación histopatológica mediante fragmentos óseos obtenidos durante la cirugía o por biopsia.
• En el diagnóstico microbiológico, las únicas muestras fiables para el aislamiento del agente causal son el tejido óseo
obtenido por biopsia o en el acto quirúrgico, el material extraído por punción de abscesos cerrados y los hemocultivos.
• Las tomas de úlceras o fístulas son a menudo engañosas, ya que pueden corresponder a una infección superficial o a
una contaminación. El valor predictivo positivo del exudado de la fístula es aproximadamente del 50% y algo superior
para S. aureus. La determinación del verdadero agente causal y su sensibilidad es esencial para hacer un correcto
tratamiento antimicrobiano.

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
El diagnóstico diferencial de un niño con dolor óseo localizado y manifestaciones sistémicas incluye:
• Osteomielitis.
• Artritis séptica o tóxica.
• Celulitis.
• Tromboflebitis.
• Fiebre reumática aguda.
• Infarto óseo (drepanocitosis).
• Neoplasias.

El diagnóstico se basa en las manifestaciones clínicas, métodos de imagen y hallazgos de laboratorio. El diagnóstico de
osteomielitis aguda se confirma por la presencia de dos de los siguientes cuatro criterios:

1. Obtención de material purulento por aspiración del hueso y/o cultivos de hueso positivos.
2. Hemocultivos, positivos en el 50-60%.
3. Presencia de signos/síntomas clásicos de osteomielitis.
4. Cambios por gammagrafía ósea, RMN o radiografía, típicos de osteomielitis.

TRATAMIENTO
A pesar de los importantes avances logrados en el conocimiento y manejo de la osteomielitis, aún nos enfrentamos a
un proceso con problemas de tratamiento y una elevada morbilidad, en particular en su forma crónica. Las tasas de
curación obtenidas son inferiores a las de otras infecciones y no se logra esterilizar el hueso en más del 70% de las
ocasiones. El éxito terapéutico se relación con la precocidad en el diagnóstico, el tipo evolutivo -aguda o crónica-, el
agente causal, las características del foco de infección, la presencia de material de implante y el acierto en las medidas
tomadas. El tratamiento de la osteomielitis comprende el uso de antimicrobianos, cirugía y rehabilitación física,
psíquica y social.

FARMACOLOGICO
Quinolonas y cefalosporinas

QUIRURGICO
Curetaje para eliminar el tejido osteomielitico, drenar abscesos intraoseos, eliminar secuestros, limpiar las cavidades
óseas de material purulento.

PLAN DE CUIDADOS

Diagnóstico. Dolor r/c incapacidad física crónica, infección y herida m/p verbalización de la paciente
de sentir dolor con una escala EVA de 8/10, eritema e hipertermia en zona de herida infectada.

Objetivo: Disminuir el dolor hasta ser tolerado por la paciente


Actividades de Enfermería. Evaluación.
Monitoreo de signos vitales mediante la escala de acuerdo con la edad.
Valorar y localizar el lugar del dolor
Posición: semifower masaje simple
Aplicación de calor- frío según necesidad y prescripción médica.
Administrar analgésicos según prescripción médica.
Brindar apoyo emocional.

Diagnóstico: Deterioro de la movilidad física r/c rigidez articular, disminución de la masa y tono muscular y
deterioro del estado físico, m/p limitación en los arcos de movimiento y limitación de las capacidades finas.

Objetivo Facilitar la movilización de la paciente dentro de lo posible y adecuándolo al nivel de tolerancia de la


paciente.

Actividades de enfermería:
Enseñanza a la familia sobre mecánica y alineación corporal
Apoyar a la familia a movilizar a la paciente, protegiendo siempre la pierna lesionada.
Ayudar y mantener su independencia en tareas.
Mantener medias de prevención de caídas.
Vigilar que el niño no se quede solo.
Poner al alcance los objetos necesarios.
Cambios de posición cada 1-2horas.
Vigilancia del estado y coloración de la piel.

Diagnóstico: Deterioro de la integridad cutánea r/c prominencias óseas, inmovilización física, m/p
ulcera por presión en región sacra.

Objetivo: Evitar el avance de la úlcera en región sacra y sus complicaciones

Actividades de enfermería:
Realizar valoración de úlcera por presión escala Norton.
Movilizar al paciente cada 2hr.
Realizar valoración de la circulación periférica.
Proporcionar protección con cojines en las salientes óseas.
Aplicar ligero masaje en la zona que se libere ante la movilización.
Mantener la piel limpia, seca e hidratada.
Evitar arrugas en las sábanas, objetos entre el paciente y la cama.

Diagnóstico: Deterioro de la integridad tisular r/c absceso en rodilla derecha y sitio de presión m/p
destrucción tisular, secreciones purulentas, dolor, eritema en región del absceso.

Objetivo Restablecer en lo posible la continuidad tisular de la pierna lesionada.

Actividades de enfermería:
Medidas universales de asepsia al contacto con la herida.
Vigilar la zona afectada y su circundante.
Realizar curación a la herida, respetando principios de asepsia
Realizar drenaje de la herida y permitir la salida de secreciones.
Vigilar datos de hipertermia. (monitorizar la temperatura)
Administrar antibiótico prescrito, tomando en cuenta las consideraciones en administración de antibióticos.

Diagnóstico: Desequilibrio nutricional por ingesta inferior a las necesidades metabólicas r/c
dentición insuficiente, falta de apetito m/p pérdida de peso, fragilidad capilar, palidez generalizada,
baja masa muscular.

Objetivo Mejorar el estado nutricional de la paciente.

Actividades de enfermería:
Orientación sobre alimentación equilibrada de acuerdo a la edad.
Coordinación con departamento de nutrición.
Valoración del estado nutricional.
Información a la familia sobre las consideraciones de cuidado y tratamiento en el hogar.
Interpretación de estudios de laboratorio.
Acompañar a la paciente durante la hora de la comida.
Fomentar el consumo de líquidos.
Diagnóstico: Hipertermia r/c enfermedad (osteomielitis) m/p temperatura corporal de 38º C, o más,
taquicardia, taquipnea, disnea, y rubicundez.

Objetivo: Mantener eutérmica en valores normales.

Actividades de enfermería:
Monitorear signos vitales, principalmente la temperatura.
Destapar al paciente y cubrirlo con una sábana fresca.
Mantener la ropa de la cama del paciente limpia.
Mantener la piel del nino seca.
Administrar líquidos adecuados.
Reducir la actividad física del paciente.
Valorar perdidas insensibles de líquidos.
Realizar control de líquidos por turno. (Control de ingesta y eliminación)

Diagnóstico:
Alteración de la función fisiológica del sueño r/c interrupciones para administración de
medicamentos, dolor intenso y necesidad de ir al baño m/p verbalización de no sentirse descansado y
tener sueño insatisfactorio, informe de haberse despertado durante la noche. (En niños pequeños
irritabilidad, llanto permanente, inconformidad)

Objetivo: Proporcionar al niño un sueño más reparador y placentero.

Actividades de enfermería:
Planificar los horarios para la ministración de medicamentos.
Evitar que el niño ingiera demasiados líquidos durante.
Disminuir factores que le impidan conciliar el sueño.
Fomentar un ambiente cómodo
Apagar la luz de su cama cuando no sea necesaria
Dar masaje en espalda con ayuda de sus familiares para facilitar la conciliación del sueño.
Ejercicios de respiración profunda.
Identificar riesgo de caídas durante el sueño y descanso
Uso de barandales.

Diagnóstico: Estreñimiento r/c ayuno prolongado, actividad física insuficiente m/p eliminación de
heces duras y secas, acompañado de esfuerzo y dificultad a la evacuación.

Objetivo: Mejorar la eliminación intestinal

Actividades de enfermería:
Dar masaje en el abdomen con movimientos circulares cada 4hrs.
Auscultar los ruidos peristálticos constantemente.
Proporcionar al niño un entorno de intimidad.
Valorar el hábito intestinal del niño anotando las novedades. (Distensión y flatulencia abdominal, espasmos
abdominales, esfuerzo excesivo, evacuación intestinal dolorosa, cantidad olor y características.
Fomentar en el niño el consumo de alimentos con alto contenido en fibra como, por ejemplo: frutas, verduras
cocinadas que se le proporcionan en su dieta.
Promover una adecuada hidratación, proporcionando líquidos de acuerdo con los requerimientos diarios.
Diagnóstico: Riesgo de caídas, r/c con enfermedad, disminución en la fuerza de extremidades inferiores, uso de silla
de ruedas y dificultades de movilización.

Objetivo: Evitar daños por caídas durante su estancia en el servicio

Actividades de enfermería:
Valorar riesgo de caídas.
Mantener los barandales arriba, siempre que el niño se encuentre solo o cuando la enfermera esté a más de ½ metro
de distancia.
Mantener la altura de la cama a 100cm sobre el suelo.
No dejar solo al niño, solicitando colaboración a sus familiares.
Apoyar al niño para movilizarse en la cama, asegurándole una posición cómoda.

PLAN DE ALTA.
El plan de alta consiste en educación para la salud, al niño según edad y a la familia.
Vigilancia de signos y síntomas de alarma: (Temperatura mayor a 38º C, Sudoración excesiva, Mareo, Desmayo, Dolor
excesivo, Secreciones purulentas y fétidas, Vómito con sangre).
Explicar a la familia sobre la importancia del apego terapéutico y el objetivo de los medicamentos indicados•
Promover la asistencia a los controles. (al concluir tratamiento acudir a la unidad de salud)
Recomendaciones higiénicas acerca del cuidado de la herida, lavar diariamente con abundante agua y jabón neutro,
procurando secar perfectamente y cubriendo con gasa estéril.
Recomendaciones dietéticas en cuanto a la dieta debe ser baja en azúcares; evitando consumo de refresco, pan dulce,
pasteles y dulces, aumentando el consumo de verduras, frutas por la mañana, con dieta blanda y en papilla dividida en
5 comidas al día.
Ejercicio de reposo, con el fin de que a través de ejercicios de flexión extensión, mantenga lo mejor posible la función
de las articulaciones.

RESULTADOS ESPERADOS
Movilización del niño dentro de lo posible y adecuándolo al nivel de tolerancia.
El niño tuvo mejor oportunidad de movilización.
El niño no sufrió daños
Restablecer en lo posible la continuidad tisular de la pierna lesionada.
Mejorar la integridad cutánea.
Mejorar el estado nutricional de la paciente
Eutermia controlada.
El niño tendrá un sueño más reparador y placentero.
El niño mejorará la eliminación intestinal

ARTRITIS SEPTICA

Es un proceso inflamatorio que pude afectar las articulaciones o todas las partes de un hueso.
• Puede ser provocado por bacterias patógenas como el staphylococcus áureos, causante de la mayor parte de
los casos, organismos estreptocócicos, echericha coli, salmonella, etc.
• Por lesiones primarias identificables como forunculosis, impétigo, vacunaciones, varicela infecciosa,
quemaduras.
• Y factores preexistentes que favorecen el desarrollo de osteomielitis en el niño, como son regiones óseas que
han sufrido traumatismo, hueso con tensión baja de oxígeno por anemia drepanocitica.

La infección empieza en los tejidos medulares blandos, esto produce hiperemia, cambios en la permeabilidad capilar y
edema tisular. Hay infiltración de leucocitos granulosos en la zona, los cuales son destruidos por bacterias, liberando
una enzima proteolítica que produce necrosis tisular.
La reacción inflamatoria produce trombosis de los vasos y se producen zonas irregulares de isquemia ósea. Hay
formación de pus que se difunde hacia la diáfisis y se extiende por la corteza del hueso, se forma un absceso
subperiostico que eleva el periostio, hay obstaculización del aporte sanguíneo de la diáfisis del hueso y este muere y se
torna inactivo, observándose la secreción continua de pus.
La curación total se lleva a cabo solo cuando todo el hueso muerto ha sido destruido, eliminado o cortado.

Frecuencia. - Se presenta con mayor frecuencia entre 5 y 14 años de edad, y es dos veces más frecuente en el hombre
que en la mujer.

MANIFESTACIONES CLINICAS.

A. Inicio.
Suele ser repentino y puede modificarse cuando la osteomielitis sigue a una infección que ha sido tratada con
antibióticos.

B. Síntomas iníciales.
Hipertermia, malestar general, dolor e hipersensibilidad localizada en la metafisis del hueso.

C. Síntomas tardíos.
Edema y enrojecimiento sobre el huso afectado, debilidad, irritabilidad, dolor a la palpación, limitación del
movimiento, signos generalizados de septicemia.

D. Partes de infección comunes en el niño.


Huesos largos de las extremidades como el fémur, tibia, humero, radio.
El foco primario suele localizarse en la metafisis del hueso, en el extremo de la zona de más rápido
crecimiento, región de la rodilla, extremo inferior del fémur, extremo superior de la tibia.

Valoración diagnostica.
Leucocitos, el cultivo en sangre puede ser positivo en la determinación de la bacteria, a los datos radiológicos, reacción
periostica, zonas de radio transparencia secundarios a destrucción ósea, signos de formación de involucro. (Hueso
vivo, reactivo)

ASISTENCIA.
Las actividades de atención de enfermería son las mismas para el niño y para el adulto. Son importantes las siguientes
consideraciones.

1.- La administración IV de antibióticos debe prolongarse con gran frecuencia, esto suele ser difícil especialmente en
un niño pequeño, por lo cual debe tenerse una venostomia para la administración de líquidos IV, y usarse bomba de
infusión constante ya que la intensidad del flujo debe ser lenta.

2.- Es importante que el niño lleve a cabo todas sus actividades normales posibles.
a) Puede estar vestido normalmente, incluso durante la hospitalización.
b) Deben tomarse medidas para continuar su educación.
c) Debe alentarse la libre visita de la familia y de los amigos.

3.- Debe recurriese a una enfermera de salud comunitaria, especialmente cuando el niño requiere de cambios de
apósitos, inmovilización con férula, o aparatos como muletas.

4.- Proporcionar ayuda emocional a los padres, ayudarles a expresar sus sentimientos y orientarlos, establecer
coordinación con trabajo social.

PAE. IGUAL QUE EN OSTEOMIELITIS. REVISAR.

BIBLIOGRAFIA.

AGUILAR CORDERP MARIA JOSE. TRATADO DEL NINO Y DEL ADOLESCENTE 2012.

Manual de enfermería pediátrica de Wong 7 ed. 2009 McGraw-HillWilson

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